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domingo, 18 de junio de 2023

Una vez más, se acerca ese momento

https://www.youtube.com/watch?v=8zDbGr6YxEI 

 

 

Una vez más, se acerca el momento en el que los diputados electos han de jurar el acatamiento de la Constitución para adquirir plenamente su cargo.

Una vez más, se acerca ese momento tan divertido en el que muchos diputados electos... en fin, ya saben.

Hace 5 años escribí una entrada al respecto, y en ella incluí un fragmento que no me resisto a repetirlo. Una vez más:

Por imperativo legal. Y se quedan tan frescos. ¿Jura usted acatar la constitución española? Sí, por imperativo legal. ¿Qué significa esa coletilla? ¿Jura usted acatar o no? Olvídese del imperativo legal, nadie le obliga a usted: si no quiere, no jure. Ya, pero es que si no juro no tengo el puesto y no cobro. Ya, qué le vamos a hacer, así son las cosas. Si quiere usted el puesto y la pasta, ha de jurar. Pues bueno, juraré. Pero por imperativo legal. Ya estamos.

En primer lugar: esto de jurar la constitución española viene de antes. De cuando se hizo la constitución. En aquellos años muchos políticos eran "preconstitucionales". Con antecendentes, vaya. No estaba de más el comprobar que habían renunciado a sus orígenes franquistas y acataban los nuevos principios demócratas, la constitución. Era tranquilizador, agradable. Pero eso era entonces. Porque ahora, jurar acatar la constitución y las leyes no tiene sentido. ¡Ay de aquel que no cumpla la constitución y las leyes! Ahora mismo, estamos obligados todos, este acto sobra.

En segundo lugar: cualquier coletilla es una chiquillada. Puede que el acto no tenga mucho sentido, pero si se hace, se ha de hacer como un hombre. Y, contradicciones al margen, estas coletillas no dejan de ser un cruzar los dedos, un intento de engañar al otro, una mentira para evitar las consecuencias de ser consecuente, una prueba, sin más, de la falta de hombría de cada uno. Que, por cierto, ese otro acepta la coletilla pero no se llama a engaño, no. Lo que pasa es que aplica lo dicho en primer lugar y lo deja pasar, piensa "me da igual la coletilla, tú cumplirás o a la cárcel". Pero sí, a veces nos molestan estas tonterías, porque parece que nos quiere tomar el pelo a todos nosotros. Y a mí no me gustan que me tomen el pelo. Yo, si fuera el otro, respondería a cada chiquillada con otra: "lo siento, tío, pero hasta que no recites la fórmula sin coletillas no te doy por bueno el juramento. Y deprisita que hay más memos como tú y no tenemos todo el día". Estoy seguro de que la ley me autoriza a no aguantar bromitas de estas. Claro que esto es Cataluña, y el otro... lo más seguro es que también haya usado la coletilla de marras.

 

En fin, que no me queda claro si elegimos a hombres o a chiquillos mentales. Suerte que los identificamos rápido.

 

 

 

Tchaikovsky - El cascanueces (danza del hada de azúcar) 

lunes, 22 de mayo de 2023

El caso Irene Montero

https://www.youtube.com/watch?v=7XjqEWPJZhA

 

 

Irene Montero, ministra de Igualdad. Licenciada en Psicología, accedió al cargo de ministra con 31 años. Su experiencia laboral verdadera se reduce a, creo, 6 meses de cajera en un supermercado de barrio.

Una vez ministra, su inteligencia (o cortedad), su moral (y su doble moral) y sus principios han quedado expuestos a todos. El problema está en que quedaron expuestos una vez ministra. Y aunque su gestión es perfectamente descriptible, a tono con el Gobierno del que forma parte, ahí sigue. Su acto más recordado, lo último que se olvidará de ella, fue cuando cogió el Falcon para irse con unas amigas de viaje a Nueva York, todos los gastos pagados, ahí están las fotos de las cuatro amigas posando sonrientes en los sitios típicos.

La cuestión es: ¿habría usted elegido a Montero para tan alto cargo de haberla conocido?

Empecemos por lo de Psicología. Es una carrera muy digna y sus profesionales son importantes. Pero ¡ojo!, sus profesionales. Los buenos de entre los licenciados en Psicología se dedican a la Psicología. A los más buenos, seguramente se los rifan si valen la pena. Pero para muchas otras estudiantes, es simplemente una carrera universitaria fácil y que permite una ESO y un bachillerato de lo más fácil. Sacable. Tan útil para una estudiante mediocre que, una vez terminada la carrera... se coloca de cajera en un supermercado. En su caso, es una medida de su mediocridad (de ella y de su nivel de psicóloga, no de la carrera de Psicología). ¡Qué desperdicio del dinero público el emplearlo en su formación, si luego ella no va a sacarle el rendimiento para el que se le financiaron sus estudios! Quizá debería devolver el dinero invertido en hacerla psicóloga, tal como ella pide en casos asimilables, pongamos empresas privadas que no le caen bien.

¿Elegiría usted como ministra, como gestora de sus caudales y de los caudales de todos, como su representante ante la sociedad, a una cajera jovencita del supermercado de su barrio, sin experiencia laboral y sin apenas experiencia de la vida? No, no lo haría.

Y sin embargo fue elegida diputada y ganó el cargo. Legalmente. Democráticamente.

Está claro que algo no está bien en nuestro sistema democrático, si permite hechos como éste. Que además sabemos que no es excepcional.

Es llamativo, por otro lado, que pidamos un montón de requisitos (desde estudios universitarios hasta certificado de penales, estudios específicos, años de experiencia, prestigio, etc.) para multitud de puestos de la Administración y también para ejercer libremente la profesión que cada cual elige, para las universidades y en general para todo, pero no para los cargos políticos. Para ser presidente del gobierno, en España, basta con poco más que tener cumplidos 18 años: Pedro Sánchez ni siquiera era diputado la primera vez que lo consiguió. Sin duda, hay un principio detrás: que cualquiera pueda acceder al cargo de mandamás máximo (o de diputado, ministro o cualquier cargo de esos que se nombran a dedo) combate el que exista una élite que en la práctica sea la que gobierne el país. Una élite que gobierna es la definición de aristocracia, que como sabemos degenera en que a la larga no gobiernan los mejores sino los que pertenecen a familias que tuvieron entre ellos a los mejores. Y que además terminan desarrollando un sentido propietario de la cosa pública.

Aunque una cosa es cierta: por más que se quejen los de izquierdas (sobre todo cuando no les favorecen), no existe una casta de jueces: existen unos profesionales que tras años de esfuerzos consiguen el cargo. De hecho, hay jueces podemitas, tan jueces como los jueces que acusan de ser de una casta especial. Cualquiera, en principio, puede llegar a ser juez. Que haya que esforzarse menos en llegar a ser ministra, ésa es otra cuestión.

Hace 10 años, en esta entrada, alabé la existencia de un cursus honorum. El cursus honorum obliga a, quien quiera un cargo público elevado, a picar piedra durante un tiempo: a pasar por las categorías inferiores, y a tener éxito en ellas. También a dedicarse a la cosa privada un tiempo. Con este sistema, Irene Montero habría podido llegar a ministra, sí, pero tras una larga carrera profesional (en la politica y fuera de ella), ganando en cada paso las votaciones para su siguiente etapa.

Sinceramente pienso que implantar un cursus honorum eliminaría muchos de nuestros problemas. Pero, hasta entonces, lo único que podemos hacer es intentar votar bien, sabiendo a quién votamos. Algo, no nos engañemos, imposible en la práctica tal y como tenemos diseñado nuestro sistema democrático.

¿Estamos, pues, condenados al abismo? No todavía. Nos queda, aún, un recurso. Algo que podemos hacer. Algo que no depende del sistema democrático. Es algo que está en nosotros.

Hemos de ser rigurosos. Y exigentes. Exigir a nuestros electos, y juzgarles con rigor. En especial, no perdonar a los nuestros hagan lo que hagan porque son de los nuestros (o a nuestros aliados, porque lo son). Exijamos a nuestros amigos lo que les exigimos a nuestros enemigos.

Cambiemos, en definitiva, cómo somos. 

Me temo que nos esperan muchas Irenes Monteros.

 

 

 

Los Xey - Buen menú

 


 

viernes, 19 de mayo de 2023

¡Qué escándalo, aquí se juega!

https://www.youtube.com/watch?v=CGt-rTDkMcM 

 

 

En la película Casablanca, hay una escena en que el jefe de los alemanes, disgustado, le exige al comisario francés que cierre el café de Rick en represalia por el desplante y ridículo allí sufrido. «¿Con qué razón?», pregunta Renault (cito, siempre, de memoria). «Eso da igual», viene a decirle el nazi. Renault ordena entonces el cierre del garito, y cuando Humprey le pregunta el porqué, el francés responde en voz alta «¡Qué escándalo, he descubierto que aquí se juega!». Acto seguido, un jefe de sala se acerca con un fajo de billetes y le dice: «sus ganancias, señor comisario». Que el francés, por supuesto, se guarda en el bolsillo interior de la guerrera. Y se procede al cierre del café. 

La famosa escena es recordada a menudo como ejemplo de la hipocresía en la discrecionalidad del poder, pero en la película Renault es un personaje simpático, que el espectador capta que está contra los nazis pero entiende que ha de cumplir su papel ante ellos y además sabe que, de tapadillo, ayuda a Rick a salirse con la suya.

Cuando ocurre en la realidad, sin bromas de por medio, la cosa cambia.

A estas elecciones municipales Bildu ha presentado como candidatos a 44 etarras. 7 de ellos, parece ser, condenados por delitos de sangre. Asesinos. El asunto no sería especial (salvo que salgan elegidos, en cuyo caso los vascos se lo han de hacer mirar), pero... resulta que Bildu es uno de los apoyos del PSOE en el gobierno. ¿Qué opina, el PSOE, de todo esto?

La primera consigna que se dio fue: ni una palabra. Y se pasaron un día entero sin contestar a las preguntas. Evitando, incluso (¡en campaña electoral!) a los periodistas, para que no les preguntaran. Luego, alguien se dio cuenta de que era peor y pasaron a decir que muy mal. Una vicepresidente, además, adujo que, oiga, que ellos no tienen ni han tenido ningún pacto con Bildu. Ridículo espantoso porque todo el mundo sabe que pactaron y siguen siendo aliados; baste decir que algunas de las leyes más recientes, en vez de anunciarlas el gobierno éste le cedió el privilegio a los portavoces de Bildu, que así pudieron presentarlas como fruto de sus esfuerzos. Todo el mundo sabe que Sánchez es presidente gracias a los votos de Bildu, que el confinamiento durante el covid lo sacó adelante gracias a los votos de Bildu tras una negociación en la que el PSOE aceptó sus propuestas para la reforma laboral, etc. etc. Y entonces Sánchez, al pedirle su opinión, dijo la gran frase:

Será legal, pero es indecente.

En piedra, habría que grabarlo. Y a él, tatuárselo en la frente.Si hay, en todo el universo mundo, una persona que exprime al máximo la legalidad con la máxima indecencia, es él. Todo, todo lo que ha hecho desde antes incluso de ser presidente del gobierno, desde que tramó la moción de censura, puede que sea legal (algunas cosas no), pero desde luego todo es indecente. Y no ligeramente indecente, sino indecente en la máxima potencia. No hay que ver, sin ir más lejos, las cosas que está prometiendo ahora mismo en la campaña electoral (a la que él no se presenta: se votan ayuntamientos). Y la manera en que lo hace: en fin de semana, una breve visita a un negocio cualquiera como Presidente del gobierno para así justificar el desplazamiento en Falcon, un meeting del Partido en el que promete un montón de regalías - sin decir qué partidas del presupuesto nacional no ejecutará para poder pagarlas-, y el martes siguiente, sin debate ni nada, el Consejo de Ministros aprueba la concesión. La última que sé, entradas de cine a 2 euros para los mayores de 65 años. Que disfrutarán los mayores de 65 años que tengan un cine cerca y que echen una película que les guste, que me huelo que lo disfrutarán más sus nietos en su nombre. Todo legal, por descontado, ya que la ley electoral es de 1985 y en aquella época se pensaba en pantanos, carreteras, centros culturales y cosas así, no en regalías y anuncios "sociales". Legal, pero indecente.

¡Qué nos importa a todos lo de Bildu, si estando Sánchez en el gobierno cualquier indecencia de los demás carece de interés por comparación!

Pero lo peor es su cinismo. Que nos diga en la cara que a él lo que le importa es la decencia del comportamiento. Su indecencia al decírnoslo. Y luego llamar indecente a los demás.

En fin, de un tipo que gobierna a golpe de decreto-ley, que es un mecanismo legal para casos de extrema urgencia y necesidad que evita discusiones en las Cortes, dictámenes de consejos consultivos, etc. ¿qué se puede esperar?

Tipo más odioso.

 

 

Omega - Gyöngyhajú lány 


miércoles, 15 de marzo de 2023

El vídeo del ministerio de igualdad

https://www.youtube.com/watch?v=4vbaX1Q230U 

 

 

Ayer echaron por televisión una película alemana, muy divertida, sobre unos pardillos que planean el atraco a un banco. En un momento dado deciden que uno de ellos ha de ligarse a la policía que dirige la unidad de atracos y que está inscrita en una aplicación de internet para ligar. Para ello, han de crearle un perfil, y recurren a la mujer de uno de los atracadores. Y ésta toma decisiones diferentes: busca un gato para la foto, y escribe que el atracador es voluntario en comedores sociales. El atracador se niega, dice que ni gatos, ni voluntariado ni gaitas, pero la mujer le dice que ella sí es mujer y sabe lo que buscará la policía. Y, claro, funciona.

La moraleja es evidente: puede que el atracador sepa lo que querría poner un hombre en su perfil de internet, pero la mujer sabe lo que las mujeres quieren ver en ese perfil.

Y el corolario es que estoy seguro de que yo, como varón heterosexual, sé mejor que los autores del vídeo lo que los varones heterosexuales verán en ese vídeo.

Me refiero a un vídeo que ha publicado el gobierno de Sánchez a través de su ínclito ministerio de igualdad y en el que si trabaja algún hombre seguro que pierde más grasa que Boris Izaguirre. El vídeo en cuestión cuenta cinco historias de manera intercalada, a saber:

Historia nº 1: una moza con obesidad entra en un portal con un jovencito y se lo quiere comer a besos. Suben al dormitorio, y la moza duda entre apagar la luz o hacerlo con la luz encendida. Opta por la luz encendida, se quita la ropa y los dos, sentados en la cama, se ponen a ello.

Historia nº 2: una muchacha paralítica, con un hombre (a mí me parece bastante mayor que ella). El hombre le acaricia las piernas y le desabrocha la camisa mientras la chica sonríe en su silla de ruedas. Creo que al final se ve a la muchacha sin camisa, en ropa interior.

Historia nº3: una joven está menstruando. En el lavabo, procediendo a sus abluciones. Entra el joven, su pareja, y le da igual. La levanta, la apoya sobre el lavabo y se la cepilla.

Historia nº 4: una señora mayor, pongamos unos sesenta y cinco años, pero todavía de muy buen ver, se masturba en la cama; se supone que con un vibrador. La cámara se recrea en la excitación creciente que refleja la cara de la mujer.

Historia nº 5: un muchacho, en camiseta imperio, sale (se supone que de marcha). El hijo parece tener futuro en el ministerio de igualdad. Su padre se queda en el sofá viendo la tele. Es evidente que habría preferido que su hijo se quedara con él de tertulia. Al final, el hijo vuelve, se sienta con el padre a tertuliar y ríen.

El vídeo intenta ser erótico sin llegar a ser X. Quiere vender que también las muchachas obesas, las paralíticas, las señoras mayores que viven solas y los muchachos más maricones pueden tener una vida sexual. Imagino que querrán exhibirlo, para eso lo habrán hecho (al menos formalmente: conociendo cómo las gastan en ese ministerio, el 95% de la pasta destinada no se habrá dedicado al vídeo). ¿Lo proyectarán, tal vez, en todos los institutos y centros de enseñanza, en los cuarteles y buques de la Armada, en los centros de descanso de las fábricas, en las cárceles... ? Si lo hacen, ya les digo yo lo que estarán transmitiendo:

Historia nº 1: las obesas son unas viciosas que sólo quieren que les den duro.

Historia nº 2: las paralíticas sólo quieren que las empotren.

Historia nº 3: la regla no es un impedimento para satisfacer al varón. El acto se hace cuando él quiere y donde él quiere. La mujer no necesita ni preliminares ni un sitio cómodo, sentada en el borde de un lavabo le es suficiente.

Historia nº 4: las mujeres mayores que viven solas están muy necesitadas de una buena tranca.

Historia nº 5: ni me he dado cuenta de que hay una 5ª historia.

Por lo demás, mientras tengan el vídeo disponible en internet no me extrañaría que hubiera muchas personas que lo emplearán como material de apoyo en su autoestimulación.

Claro que las locas de Igualdad saldrán diciendo, como ya hicieron con su Ley Montero, que no es eso, no es eso, los jueces son unos machistas y los hombres tienen todos el cerebro deformado, el vídeo no quiere decir eso ("no dice eso" dirán ellas, en vez de "no quiere decir eso"; un matiz básico para entenderlas). La realidad es que el vídeo dice a cada uno lo que cada uno se quede del vídeo. Y yo conozco a los varones mejor que las locas de Igualdad: da igual que en el vídeo haya textos y voces de acompañamiento, una imagen vale más que mil palabras y lo que todos los estudiantes, soldados y marineros de los buques de la Armada, obreros de las fábricas, presidiarios, etc. interpretarían es que las obesas son unas viciosas y quieren que les den duro.

Así que me temo que no lo exhibirán en centros de enseñanza... etc. Si lo dejan en internet y se hace trending topic tal vez alguien les explique porqué está teniendo tantas visitas y entonces lo quiten. Al final ¿dónde pueden exhibirlo? ¿En conventos de monjas? Lo dudo. ¿En secciones femeninas de entidades católicas? Menos. Vamos, que acabarán pudiéndolo poner en clubes de feministas y en las consultas de ginecólogos. Por no hablar del bochorno que sentirán las obesas, las minusválidas o las mujeres mayores cuando vean que un ministerio que creían que estaba para ayudarlas da de ellas esa cara tan burda y que no las define.

El error, en realidad, es que las locas de Igualdad, todas las locas de todos los ministerios, consejerías, observatorios, institutos y demás chiringuitos que viven de esto creen que deben ser ellas las que marquen las pautas y normas en estos asuntos. Porque siempre les saldrá el tiro por la culata. Pondré un ejemplo de una campaña publicitaria del año pasado, que por cierto duró (me pareció a mí) muy poco:


Traduzco, por si acaso: "¿Insistirías una y otra vez después de que te hayan dicho no? Pues en el sexo eso aún pasa. Por una nueva cultura del consentimiento #SiAlConsentiment - Generalidad de Cataluña".

El mensaje está claro: si te dicen que no, es que no. No insistas. Si todos fuéramos como la Generalidad de Cataluña, aún seguiríamos en cuevas y comiendo la carne cruda: seguro que cualquiera que sugirió construir una choza para dormir o pasar un poco el filete por la hoguera recibió un no por respuesta. A Colón le dijeron que no podría ir a la Indias hacia el oeste, y a los hermanos Wright que no conseguirían volar. Seguro que a Bill Gates le dijo su madre que no podía encerrarse en el garaje con ese amigo suyo, ese Paul Allen, que ordenara su habitación y se pusiera a estudiar. Caray, ni siquiera yo estaría con mi mujer si no hubiera insistido tras su primer no. En definitiva, todos aquellos que consiguieron algo que no consiguieron al primer intento podrían decirle a la Generalidad que su consejo es el peor de los consejos posibles. Por no hablar de la ironía de que lo digan los mismos políticos catalanes que están siempre con la murga de independencia sí o sí, lo quiero lo quiero lo quiero y no acepto que no me lo des. ¡Que nadie insiste más que ellos después de que les hayan dicho una y otra vez que no! ¿Dónde está el error? Pues precisamente, en meterse en un tema en el que no debían meterse.

Son los gestores de nuestros caudales públicos, y no los elegimos para que nos regulen qué hemos de hacer o pensar en nuestra intimidad. Que es eso, íntima. Y siempre que lo intenten, van a meter la pata. ¡Si al menos estas campañas se las pagaran ellos de su bolsillo...!




Vasily Agapkin - El adiós de la mujer eslava


sábado, 4 de marzo de 2023

Begoña, la enfermera gaditana

https://www.youtube.com/watch?v=XDIYOiQUi2s 

 

 

A menudo, después de un desastre nos asombramos de lo ocurrido y nos preguntamos cómo hemos llegado hasta allí. Con todo, la sabiduría es hacerse esas preguntas antes de empezar, no cuando ha concluido.

El año pasado, ante la carencia evidente de enfermeros, la Consejería de Salud realizó una amplia oferta de puestos de trabajo temporales a enfermeros de otras regiones; principalmente, andaluces. Estos enfermeros, huelga decirlo, no hablaban catalán.

Si bien al principio los profesionales de la protesta lingüística habitual se quejaron, todo el mundo entendía la situación y hacía de la necesidad virtud. Y todo fue bien.

Hasta el punto de que, cercano ya el fin de los contratos, la Consejería les propuso que se presentaran a puestos fijos (o interinos, no sé pero da igual). Pero el diablo está en los detalles: tendrían que sacarse el nivel C-1 de catalán. Es un dominio del catalán bastante avanzado, no un simple intuir lo que el otro dice.

Hace unos días, Begoña, una de las enfermeras gaditanas, grabó en un receso en su trabajo un vídeo que publicó en su red social. En el vídeo aparece con dos compañeras, las tres con el uniforme de enfermeras del hospital Valle de Hebrón, y nuestra Begoña se queja de la oferta que les han hecho. No de la oferta en sí, sino que les exijan el C-1. Por usar sus propias palabras, "el puto nivel C1 de catalán", y dice que ese "puto C-1 se lo va a sacar su madre". En fin, no son las palabras que yo usaría, pero los jóvenes de ahora hablan así y hasta el DRAE reconoce "puto" como adjetivo intensificador. El caso es que alguien vio el vídeo, seguramente lo compartió con otras personas, éstas con otras personas,... y al final lo vio un sindicalista de UGT que se creyó obligado a denunciarlo. Es decir, a propagarlo en las redes de los profesionales antes mencionados. De algún modo, los señores se habían enterado de que el servicio se quejaba cuando estaba en la cocina. Y la respuesta de los señores no tardó en llegar.

De repente, TV3 convirtió el vídeo en su noticia del día. Uno de sus programas señeros, Tot es mou, presentado por una de sus periodistas estrella, se dedicó a destripar el asunto a fondo, obviamente criticando y poniendo como hoja de perejil a la incauta enfermera. "Una enfermera ridiculiza el catalán en las redes", tituló. A partir de entonces la cosa se desmadra y todos los tertulianos tevetreseros, que han de justificar sus puestos y sueldos, fueron a cuchillo. Desde Waterloo, Puigdemont acusó a la enfermera de "lingüicidio", y por supuesto exigió sanciones.

Más aún. El consejero de Salud declaró que el vídeo era inaceptable, y que abrían un expediente contra la pobrecita. Y que era inaceptable que una enfermera, en tanto en cuanto servidora pública, no hablara el catalán. La gerencia del hospital, por su parte, anunció que además era inaceptable que la enfermera luciera en el vídeo el uniforme del hospital. Hasta UGT, el sindicato que defiende a quienes le suministren la coca o los mariscos, salió en tromba contra Begoña , que hay que ver, que no se puede admitir.

Y la enfermera empezó a recibir amenazas. Anónimas y vía redes sociales, claro. Como es habitual en estos pagos, tan feraces en hiperventilados.

Begoña está ahora tramitando su baja por estrés. Termina contrato el 31 de marzo, y no creo que quiera renovarlo. Tampoco creo que cuente, en su tierra, lo bien que la hemos tratado en Cataluña. Y los hiperventilados estarán, a su vez, satisfechísimos: otra españolaza que han conseguido expulsar, estamos mucho mejor sin ella. Cataluña necesita, por lo visto, unas 10.000 enfermeras que no tiene, pero con espectáculos como este no sé si atraerá a muchas. Dudo que a las mejores.

Sin embargo, nosotros no somos así. Los catalanes de a pie, los que me encuentro en mi vida diaria, no son así. No les importa si la enfermera no habla catalán: ellos sí hablan español, y cambian. Lo importante es comunicarse. Si la enfermera no aprende catalán, pues bueno. Y si en un juvenil tropiezo publica un vídeo en una juvenil red de internet en el que dice puto nivel C-1 de catalán, pues... todos hemos oído cosas peores y no hemos movido un músculo. Pero ¿entonces?

Son nuestros gobernantes y nuestros periodistas y tertulianos de la televisión pública catalana, los hiperventilados de verdad. Sí, tenemos nuestra ración doble de chalados con severos problemas mentales fanatizados hasta la vergüenza, pero son los gobernantes y los de TV3 los que echan la leña al fuego. Los que consiguen que un vídeo que se sería sustituido por otro en dos días se convierta en un insulto inaceptable, que requiere represalias draconianas y que justificará todo lo que después se diga o haga. Son ellos los que señalan y azuzan a los fanáticos. Son los gobernantes y los que viven de esto, los de TV3, los desagradables, los intolerantes. Nosotros no somos así. Nosotros sólo les votamos.

 

Por último, un consejo para todos los enfermeros, médicos y demás profesionales que vengan a las provincias catalanas a ganarse los garbanzos: que sepan que aquí, libertad de expresión sólo tienen los nacionalistas. 

 

 

Orchestral manoeuvres in the Dark - Souvenir 

jueves, 22 de diciembre de 2022

Senatores boni viri

https://www.youtube.com/watch?v=wyBQtflf3Gs 

 

 

Es curioso cómo se cumple un latinajo atribuido a Cicerón: "senatores boni viri, senatus autem mala bestia". Es decir, los senadores son buenas personas, pero el Senado es un monstruo odioso.

Como ocurre con muchos de los adagios romanos, fue en su momento una gran verdad, pero es que lo ha sido a lo largo de los siglos, lo es en la actualidad y me temo que ¡ay! lo será siempre.

Si yo estableciera un curso de formación para políticos, lo primero que les diría es esta frase.

Porque sí, puede que los políticos estén cargados de las mejores intenciones (de hecho, una gran mayoría quiero creer que lo están), pero el resultado de sus buenas intenciones acostumbra a resultar la trampa de Lucifer. Por ejemplo, y recalco que es sólo un ejemplo sobre cómo se cumple el dicho y no una crítica a lo que traigo como ejemplo, estos días (estas noches) se está debatiendo (es un decir) una nueva ley de universidades, y uno de los artículos es que dentro de las funciones del claustro universitario está el debatir asuntos "de especial trascendencia". Imaginemos, por ejemplo, que una universidad debatiera la reimplantación de la esclavitud, tema que en ese momento fuera de actualidad. O, por ejemplo, que la deriva política del país fuera degenerando cada vez más rápido hacia un populismo sudamericano, y una universidad pensara que debería tomar postura pública, tal vez denunciar la situación. Caray, parece una buena cláusula, y ya digo: es posible que los políticos promotores actúen llevados de las mejores intenciones. Pero una vez aprobada... fácil es que degenere en una imposición ideológica: rápidamente, en Cataluña las universidades (que, como todo en Cataluña, están regidas por la misma banda) se posicionarían públicamente a favor de la independencia y de los intereses de su banda y luego, amparados por ese posicionamiento - que pasaría a ser el oficial de la universidad - se dedicarían a acosar y purgar a todos los elementos que no comulgasen con ese credo. El producto colectivo de esos legisladores es, así, una tiranía perversa. Y el Senado se ha convertido en la herramienta de Lucifer.

Otro ejemplo, precisamente lo que está pasando ahora. No el debate de la ley, sino el que se debata. Los políticos que establecieron las normas políticas previeron que habría situaciones especiales que requerirían decisiones especiales ante las que habría que ser más permisivo. Uno no puede agarrar del pecho a una mujer que no conoce de nada y menos sin pedirle permiso antes, pero si a esa mujer la está arrastrando una riada y hay que salvarla no es el momento de andarse con miramientos. Esto nos lleva a que es legal que a final de año se aprueben en el Parlamento leyes a paladas, leyes que no se debaten, que no siguen todos los trámites pensados para el proceso legislativo, que tratan de muchos temas dispersos, cuyas reglas de aprobación se preparan para que sean aprobadas (por ejemplo, y es un suponer, que se hayan de aprobar completas, y quien vote en contra de la ley que despenaliza la malversación también vota en contra de que se mantenga el programa de ayudas a las viudas y huérfanos de la Guardia Civil). A que se retuerza el reglamento (y sus intenciones) y estas leyes se aprueben en sesiones nocturnas, sin garantías para las minorías parlamentarias, como se hizo en Cataluña la noche del 6 al 7 de septiembre de 2017 y como se está haciendo ahora mismo en el Parlamento nacional.

Por eso, en mi opinión, es muy importante que todos los políticos tengan el latinajo presente, y sean conscientes de que sus buenas intenciones, las buenas intenciones que se convierten en leyes no solo pueden, sino que seguramente se intentará que así sea, convertirse en, por repetir la expresión que he utilizado, herramientas de Lucifer. Y por eso deben plantarse siempre esa pregunta: ¿podrá mi intención ser corrompida y utilizada para el Mal? Si la respuesta es positiva, yo le pediría que la elabore un poco más. Que la blinde de tal manera que la respuesta se arroje negativa, o que no la presente. Porque será lo que ocurrirá, como lleva milenios ocurriendo.

Otra cosa es, claro, que los políticos que nos gobiernan no tengan en verdad esas provechosas intenciones sino las aviesas que la realidad nos demuestra que tienen, y hagan lo que parece que están haciendo: disfrazar de sanos preceptos las trampas que urden.

 

 

Emmylou Harris - The pearl


martes, 13 de diciembre de 2022

Legal pero inmoral

https://www.youtube.com/watch?v=jf5j9db_bZY 

 

 

Patrimonio Nacional ha contratado un nuevo coordinador de estrategia comercial y márquetin. El agraciado ha sido Ignacio Manrique de Lara. Todo, por supuesto, dentro de la más exquisita legalidad. El sueldo no lo conozco, creo que no se ha hecho público, pero se da por seguro que es de seis dígitos. Parece ser que no se hace público porque, dicen, es un contrato "de alta dirección".

El agraciado resulta que también es marido de Nadia Calviño, la actual ministra de Economía y vicepresidente primera del Gobierno. Antes trabajaba en una empresa donde, han confesado, no le encargaban trabajos de responsabilidad (la empresa digamos que tenía tratos de muchos millones con el ministerio de Economía). No pasa nada. El proceso de selección fue público, ya que se convocó públicamente: en la página web de Patrimonio Nacional, solo ahí, no en el BOE ni en ningún medio. El anuncio daba diez días para presentar la documentación requerida, entre otras una memoria del plan comercial y de marquetin del consejo de administración, en el que se planteasen iniciativas para el incremento de los ingresos y actividades con una clasificación de las prioridades. 

No se sabe si alguien más se presentó al puesto; no se ha publicado una lista de admitidos y excluidos (aunque es algo que sí se hace en otros procedimientos, también de Patrimonio Nacional). Tampoco consta si hubo interesados que, quién sabe, se enteraron tarde o no se vieron capaces de presentar en diez días la memoria requerida.

Sí es curioso, sin embargo, que los otros doce componentes del consejo de administración de Patrimonio Nacional no hayan sido informados de esta contratación. Y es curioso porque, siendo todo escrupulosamente legal y una figura de "alta dirección", ¿por qué lo ocultó la presidente de Patrimonio a su consejo de administración? Valga decir que en el último consejo, se informó con todo detalle al consejo de la contratación de vigilantes de seguridad, jardineros y otros puestos. Pero no del interfecto. Que, por cierto, se contrató ¡sin entrevista personal! ¡Una figura de "alta dirección" que se contrata sin realizarle una entrevista personal! ¿En serio?

La presidente de Patrimonio Nacional, antes de serlo, había sido la secretaria de Estado de Economía. La mano derecha de Calviño, vaya. Sí, la que tuvo que dimitir por los millones de Plus Ultra. 

 

Sirva lo traído a colación como botón de muestra del estilo del Gobierno. De cómo hace las cosas. Formalmente legales. Tanto como el ascenso de Hitler y lo que vino después: todo fue, en todo momento, legal. Y, como con Hitler, pasito a pasito. Cada cosa a su debido tiempo. Pero es todo tan pestilente como lo de Patrimonio Nacional. todo huele a podredumbre, corrupción, mangoneo. Inmoralidad.

Legal, exquisitamente legal. No se le puede poner un pero. Pero inmoral hasta la naúsea. Y si usted no lo ve... es porque es usted uno de ellos. O de su cuerda, que en este país viene a ser lo mismo.

Dicen, ante la avalancha de reformas inmorales que está acometiendo el Gobierno (lo de la sedición, lo de la malversación, lo del cambio en la elección del CGPJ, lo de absolutamente cualquier otra cosa), que lo hace porque quiere resolverlo antes de las elecciones, lo suficientemente antes como para que sean asuntos ya olvidados cuando llegue el momento de votar. Los que lo dicen conocen el paño y a los votantes españoles, y tiene todo el sentido: los que se hubieran escandalizado de entre su bando ya lo habrán asumido y no lo tendrán en cuenta. Es su apuesta. Pero yo pienso otra cosa.

En primer lugar, yo no creo que muchas de las cosas que pasan sean prebendas que esté dando a ERC y Bildu a cambio de su voto (por ejemplo, los 1.200 millones adicionales que, de tapadillo vía enmiendas, ha destinado a "Cataluña"). Yo creo que no, que lo hace porque quiere. No creo que ERC tenga tanta fuerza negociadora: si Sánchez quisiera, bastaría con amenazarles: "si no me apoyáis, dimito, y ya sabéis que la alternativa será peor para vosotros". 

Tampoco creo que tenga especial prisa. No creo que él piense que su tiempo se acaba: no sé cómo, pero saldrá vencedor de las elecciones, que también las de 1936 tardaron 80 años en demostrarse que fue un pucherazo.

No, yo lo que creo es que ya ha perdido el temor. Ha visto que puede hacer lo que quiera, que nadie va a pararle. Fue declarado inconstitucional el arresto domiciliario al que nos sometió a todos cuando la pandemia, y ahí sigue. Casi todos sus decretos (su forma de gobernar) se los declaran inconstitucionales, y ahí sigue. Sus ministros y él mienten y se les pilla una y otra vez, y ahí siguen. Cuando sigue los trámites y solicita dictámenes previos, estos siempre son negativos. Los ignora, y ahí sigue. No es ya que muchas de sus propuestas son inmorales, es que los procedimientos que aplica para conseguirlo lo son en grado máximo (todo tipo de triquiñuelas y argucias para sortear los controles que marca la ley y vulnerar su espíritu, pero ¡eh!, siempre dentro de la legalidad). Y sin embargo ahí sigue. Nadie le va a parar, y lo comprobaremos cuando lleguen las elecciones generales. Esto, él ya lo ha descubierto. Así que ¿porqué andarse con rodeos, como si tuviera (que no tiene) remilgos o escrúpulos?

¿Cómo pararle? ¿Cómo detener esto?

Pero antes de contestar a esas preguntas, cabe plantear otra: ¿Es Sánchez, o es el PSOE - del que Sánchez es sólo su actual secretario general? Y por el PSOE no me refiero, o quizá sí, a la pléyade de militantes, concejales y alcaldes desparramados por toda la piel de toro y que conservan un convencimiento ingenuo, virginal, en la idea de que el socialismo es el sistema idílico. Quizá sea sólo el círculo interior del PSOE, los profesionales. Los que viven de la política o del partido, de sus cargos.

El fatalismo es la actitud resignada de la persona que no ve posibilidad de cambiar el curso de los acontecimientos adversos. No sé, yo cada vez más pienso que hemos de empezar a resignarnos.



Gaspar Sanz - Canarios (por Narciso Yepes)

 

viernes, 2 de diciembre de 2022

El turno de los funcionarios de élite

https://www.youtube.com/watch?v=ipYAT8l6ueo 

 

 

 

En el no apreciado transcurrir de las cosas, el Gobierno ha llegado a un acuerdo con los sindicatos para cambiar el sistema de acceso al cuerpo superior de funcionarios. A los funcionarios de élite: abogados del Estado, inspectores de Hacienda, letrados y auditores superiores del Tribunal de Cuentas,… La crème de la crème (y también hay ingenieros, en esa crema). Como no cabía esperar otra cosa de un gobierno de Sánchez, todo parece indicar que va a ser una muesca más en su hacha de derribo del sistema institucional español. Y lo digo así porque, la verdad, tantas muescas no pueden ser casualidad: ha de ser porque hay un plan y un objetivo, que no puede ser otro que cargarse todo el andamiaje del Estado.

 

Hasta ahora, a esos niveles se accedía por oposición. Y una oposición especialmente dura. Pero con el nuevo acuerdo, cuando se acceda por promoción interna (lo que interesa, en verdad, a los sindicalistas) el nivel de los conocimientos que se exigirán se reduce al 20% del exigido hasta ahora, y la prueba oral (tan temida siempre por todos los opositores) se sustituye por un cuestionario tipo test (me niego a llamarlo examen). A cambio, se consiguen puntos (y no pocos) por antigüedad, cursos de formación interna y méritos similares.

 

Yo, ya saben, soy muy crítico con respecto al nivel de formación que otorga la universidad, y me río de los títulos. Pero es porque yo me muevo en niveles muy bajos de la profesión, más cercanos a la técnica práctica. Eso no implica que considere que un delineante con los trienios que sea pueda suplantar a un ingeniero superior senior.

 

Para que nos centremos: imagine que el médico que le hace el trasplante de corazón es en realidad un enfermero (o un celador, quién sabe) que lleva 20 años en el hospital y ha asistido a varios cursillos y seminarios (esto suena muy bien, salvo para los que hemos asistido a cursillos y seminarios varios y sabemos lo que realmente se aprende en esos cursillos y seminarios). Y no creo que le tranquilice saber (aunque dudo que llegaran a decírselo nunca) que el tal cirujano es amigo de la infancia del hermano del director del hospital, a diferencia del otro que se quedó sin la plaza porque había sido exnovio de la actual mujer del mismo director. Pero es que todo huele a eso. A intereses personales. A mangoneo.

 

Todos sabemos que rebajar el nivel de las pruebas de acceso rebaja el nivel de los que acceden. Todos sabemos que el cuerpo de funcionarios de élite es la clave de la Administración. De su competencia y de su independencia. Rebajar los estándares necesarios para ingresar rebajará su competencia. Permitir la inclusión de criterios no técnicos que faciliten el mangoneo afectará a su independencia. Facilitará el colocar a fieles peones en los puestos en los que interesa que estén. Ojo, que no digo que ésta sea la intención de este Gobierno, sino que aviso de que esta posibilidad lo permitiría a un gobierno con menos escrúpulos morales que el de Sánchez.

 

Entiendo el interés de los sindicatos, en esta jugada. Es obvio, les permitirá llegar a puestos a los que jamás llegarían por sus méritos. Pero no alcanzo a vislumbrar el interés del Gobierno, fuera de tener contentos a los sindicatos en año de elecciones. Y si este Gobierno no se mueve por intereses electoralistas ni busca tener una herramienta para controlar al funcionariado, no sé por qué lo hace. Lo que sí sé es que es una mala idea.

 

 

 

John Denver - Season suite: winter (versión de Parker Lanier)

lunes, 28 de noviembre de 2022

Refriega política

https://www.youtube.com/watch?v=Vm6BVKzAebY 

 

 

El otro día, en el Congreso, una diputada declaró en la tribuna que la ministra de Igualdad, Irene Montero, había llegado a donde había llegado "por haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias". ¡La que se montó! Ni el 7-0 de España en el Mundial, ni guerra de Ucrania, ni la chapuza de la ley "sólo sí es sí", ni la sedición, ni la Guardia Civil, ni nada. Ése pasó a ser el tema, nada importaba más. 

Por poner en antecendentes: La ley estrella de Montero, la del "sólo sí es sí", ha devenido en tal chapuza legal que muchos condenados por violación o agresión sexual están viendo rebajadas sus condenas, y en algunos casos siendo excarcelados. Montero, incapaz de reconocer un error, acusó a los jueces de ser fachas machistas (para ella es lo mismo) y proclamó que necesitan formarse (en feminismo) para aplicar correctamente la nueva ley. La otra diputada, entonces, se dirigió a la ministra diciéndole «Hay que tenerla de cemento armado para insultar a profesionales que se han pasado años estudiando Derecho y una oposición, cuando el único mérito que tiene usted es haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias». La ministra Montero, lo sabemos todos, es licenciada en Psicología (suena muy rimbombante, pero es apenas nada) y su experiencia laboral no política se reduce a unos meses de cajera en un súper de barrio de Madrid. Es fama que su ascenso en su partido, Podemos, fue progresivo a medida que fue pareja de los aún dirigentes Rafa Mayoral, Juanma del Olmo y, finalmente, Pablo Iglesias, el macho alfa del partido, y que la primera medida que tomó cuando lo consiguió fue desplazar a la anterior pareja de Iglesias de su asiento contiguo en el Congreso de los Diputados a uno al fondo... justo detrás de una columna, donde ni se la podía ver. Cuando Sánchez negoció con Iglesias el gobierno, ya saben que para Sánchez todo está en venta, Iglesias consiguió una vicepresidencia para él y un ministerio nuevo para su pareja, Montero.

¿Consiguió el cargo Montero gracias a su relación con Iglesias? Bueno, en primer lugar no cabe otra explicación. Pero ¿y si no se hubiese ligado a Iglesias? Si todavía fuera pareja de Juanma del Olmo, ahora sería asesora en el ministerio de Igualdad (subordinada, pues, a quien fuese entonces la pareja de Iglesias); si lo fuera de Mayoral, también, pero además habría hecho de niñera de los hijos de Iglesias. 

Así que la ministra se ha ofendido no por estar donde no lo merece (recalco, hablamos de toda una ministra), sino porque alguien se lo diga públicamente. Es como ser cornudo, que una cosa es serlo y llevarlo con discreción, y otra que sea público y todos lo sepan, y peor aún que alguien te lo proclame. En España, que una injuria sea cierta no elimina el delito de injurias: el delito es hacer la injuria pública, ésa es la ofensa. Es discutible si lo dicho por la diputada es una injuria o una desapasionada descripción de la realidad, pero dado que todos hemos entendido el mensaje entre líneas, Montero tiene su razón al sentirse humillada.

Por otro lado, ya en su momento Pablo Iglesias se quedó a gusto (y estoy seguro de que no fue el único) poniendo como hoja de perejil a Ana Botella cuando era alcaldesa de Madrid por ser esposa de Aznar. Por no recordar la constante e impune sarta de insultos que profieren Montero y su bando a los del bando de la diputada, que parece que están ahí sólo para ser insultados.

La clave de todo, ya se habrán dado cuenta, es que Montero e Iglesias son de izquierdas y Ana Botella del PP. Y, sobre todo, la diputada en cuestión... de Vox. Y, claro: en este país hay dos libros de reglas: las que rigen para nosotros, y las que rigen para los de Vox (y los del PP, que no se me alteren mucho que les aplicamos también las reglas Vox). "Tiene un coño como esta mesa", le dijeron a la ministra en una entrevista en la SER. "Es un piropo muy bonito", respondió agradeciéndolo. Si lo hubieran dicho en una emisora de derechas...

¿Sirve este suceso para hacer reflexionar a los del bando de la insultada (Montero, no los de la diputada) sobre que no todo vale y que no se puede hacer del insulto al rival la constante práctica política? Pues estaría bien, pero no va a ocurrir. Lo de los dos juegos de reglas está demasiado interiorizado, en ellos y en todo el país. Más bien al contrario: ya tienen su excusa, unos, para ir a tumba abierta contra los de Vox, y los podemitas, en concreto, para ir contra todos los de derechas. "Ellos también nos insultan", dirán. "La violencia política, llevada a su máximo extremo", titulan en El País. La culpa es de Vox, por defenderse y devolver insultos.

Aunque convendrán conmigo en que, al menos, los insultos de Vox son más inteligentes que los zafios facha, machistas, racistas o xenófobos que les espetan a ellos. Si ni siquiera en eso están de acuerdo es que están ustedes más carcomidos por el partidismo de lo que yo creía. Pero si lo está, intente observar con imparcialidad el paisanaje y, sobre todo, la respuesta de los medios de comunicación y de los espontáneos que opinan en el debate, y comprenderá muchas cosas de este país.

 

 

Littlekings & Kalkovich - This is the life

 

jueves, 24 de noviembre de 2022

Presupuestos 2023

https://www.youtube.com/watch?v=o4Yzj-m_SBk 

 

 

Les recomiendo encarecidamente que relean el artículo que escribí el 22 de abril de 2019 sobre la Lex Caecilia Didia. Fue fruto de la sabiduría que se extrae de la experiencia, y establecía que, primero, entre que se propone una ley y se vota han de pasar días suficientes para estudiarlas (por lo general, 24), y que las leyes han de ser para una sola cosa, no puede haber leyes que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid...

Como hecha la ley, hecha la trampa, poco después los romanos sacaron la Lex Junia Licinia, que perseguía las clausulas escondidas, no relacionadas o que serían malinterpretadas, y endurecía las penas por intentar saltarse la ley de claridad. 

Creo que se entiende la intención de los legisladores romanos: ya entonces había gobernantes que intentaban aprovecharse de su situación, y una de las mejores maneras de evitarlo es impedir que se salten los procedimientos. Combatir la tendencia del gobernante a que lo excepcional lo sea todo, siempre, y a usar todo tipo de triquiñuelas y argucias para evitar y soslayar los controles que legisladores bientinencionados pusieron para combatir las venalidades de los futuros gobernantes.

Hoy, mañana por cuando escribo, se vota, en el Congreso, la ley de presupuestos generales del Estado para 2023. Ayer se fueron conociendo algunas enmiendas (que son, por lo tanto, detalles y parte de la ley). Por ejemplo, que en marzo del 2023 la Guardia Civil dejará de controlar el tráfico en Navarra. Es curioso, porque en 2019 Sánchez, para que el PNV le votara los presupuestos, accedió a que la GC dejara el tráfico navarro. Lo que pasa es que no se firmó ninguna fecha concreta, y hablamos de Sánchez. Pero esta vez Bildu ha sido más listo y el acuerdo que le ha sacado (sí, al mismo Sánchez que juró y perjuró que jamás llegaría a ningún acuerdo con Bildu) es que se irán en cuatro meses. Los representantes políticos de los etarras que mataban guardias civiles en Navarra y que han hecho todo lo posible por expulsarlos. ¿Qué pensar, ante esto? Pues que no hacía falta matar a nadie, sólo esperar que Pedro Sanchez llegara al gobierno. No hacía falta soportar tanto sacrificio, el mirar siempre por encima del hombro y debajo del coche, el no contar a nadie en qué trabaja tu papá y todo lo que han tenido que tragar, si tan bajo valoraría el Gobierno su presencia que la iba a intercambiar por un puñado de votos para unos presupuestos.

Y es que Pedro Sánchez es un chollo. Con tal de que se le vote, acepta lo que sea. Lo que sea. 

Este año, a la vez que los presupuestos se votará una propuesta que elimina el delito de sedición. Lo de la declaración de independencia de Cataluña pasará a ser "desórdenes públicos agravados". No sé qué decirles: yo estuve allí. Lo que aquí se conoció como "la batalla de Urquinaona", en la que incluso prendieron fuego a una tanqueta de la policía con policías atrapados dentro y dispararon cohetes a los helicópteros de control policial, una "batalla" que duró varios días y dejó el centro arrasado, eso sí son desórdenes públicos agraviados. La ocupación del aeropuerto y de las vías del AVE, también. Lo del 6 y 7 de septiembre de 2017 no fueron desórdenes públicos, ni agravados ni sin agravar (para recordarlos, como ejemplo: recordando-aquel-septiembre). Sacarse de la manga en una sesión del Parlamento catalán una propuesta de ley, presentarla para votarla acto seguido, que esa ley anule ipso facto la vigencia de la Constitución en Cataluña (y del Estatuto) y promulgue unas normas por las que, por ejemplo, el presidente del gobierno catalán nombra a los miembros del consejo rector de los jueces (por no hablar de la fidelidad al nuevo régimen que se exigiría a los jueces)... Eso no son desórdenes públicos. ¿Unos desórdenes públicos promovidos y sustentados en los gobernantes, los directores de los colegios, la policía autonómica, los medios de comunicación oficiales y los privados que se benefician de las subvenciones del gobierno catalán, y las cúpulas de todas las entidades civiles (como los colegios profesionales de médicos, periodistas, etc.)? No me tomen el pelo.

Y eso que Pedro Sánchez, en su día y porque lo necesitaba, declaró que aquello no fue una sedición sino una rebelión, no cabía duda. Y que aseguraron, de palabra y por escrito, que no iban a tocar el delito dos días antes de anunciar que sí. ¡Si nos descuidamos...!

Por cierto: hecho el anuncio, salió el presidente del gobierno catalán y declaró que habían conseguido de Sánchez el acuerdo de eliminar la sedición, y que como hay que ir paso a paso, lo siguiente era quitar la malversación; huelga decir que a los líderes del prusés se les había condenado por sedición y por malversación, y que la inhabilitación política seguía por la malversación. Aparte, que si conseguían que no hubiera malversación no tenían que devolver lo malversado (no iban a hacerlo, pero...). Pues bien, el gobierno nacional pasó automáticamente a reconocer que sí, que ahora tocaba ese tema y los socialistas salieron en tromba a los medios a afirmar ¡que sí que había que reformarlo! Para los anales, espero que quede, la declaración de la ministra de Defensa Margarita Robles, juez en excedencia ella, de que no era lo mismo el corrupto que se queda el dinero para sí que el malversador que no se lo queda él. Como si no fuera punible que el dinero se lo quedaran los amigos del político; o peor aún, que el partido en el gobierno montara un entramado para desviar dinero público a sus afines, pongamos más de mil millones de euros a lo largo de los años en Andalucía. Que sí, que el dinero acabó, en realidad, en las manos de los proxenetas, los traficantes de cocaína, los restaurantes de marisco, los vendedores de coches de lujo y todos esos, pero ¡hombre, no me jodan!

Por suerte con esto de la malversación, una vez que se hizo notorio que también los socialistas se beneficiarían de que se despenalizara la malversación, han tenido que replegarse un poquito. Y, de momento, con estos presupuestos no va la malversación, para otra ocasión queda. 

Como gane Sánchez las próximas elecciones generales, se celebren cuando se celebren, y por ganarlas hay que entender que consiga formar una minimayoría frankstein una vez más... 

 

 

Miranda Lambert y Carrie Underwood - Somethin' bad 

martes, 6 de septiembre de 2022

Recordando aquel septiembre

Es día 6 por la noche; tal día como hoy, tal noche como hoy, hace 5 años, los separatistas catalanes dieron el paso decisivo: abolieron la Constitución en Cataluña, la separación de poderes y muchas cosas más. Como ya glosé lo que pasó, en su momento, en esta entrada, basta un pequeño recordatorio de aniversario.

Llevaban tiempo anunciando la jugada, pero todo el mundo creía que no se atreverían. Que en el último momento se echarían atrás. Sin venir a cuento, convocaron (uso el plural porque en aquella época todo lo hacían en comandita, pactándolo antes entre todos los interesados; por eso, aunque la convocante fuera Carmen Forcadell, ni la idea ni la decisión eran suyas, algo que básicamente alegó luego cuando la juzgaron) un pleno en el Parlamento de carácter general, sin ningún punto concreto a tratar, como un saludarse y contar las vacaciones. Al empezar el pleno, uno de los diputados (una diputada, ahora huida) presentó una moción de alterar el orden del día y se alteró: sacaron unos textos que tenían ocultos y los presentaron como propuestas de leyes. El contenido general lo recordamos todos: el parlamento catalán no responde ante nadie, sus decisiones son indiscutibles y no cabe recurso ante nadie, el poder judicial pasa a depender del presidente catalán,... en la práctica, quedaba derogada, en Cataluña, la Constitución Española y el estatuto de autonomía. Se convocaba el referéndum de confirmación de la independencia, y se daban los principios básicos para los primeros tiempos de la Cataluña independiente.

Los partidos antiindependentistas, PP y Ciudadanos, pusieron todo tipo de trabas procesales, retrasando la votación con la esperanza de que en Madrid alguien hiciera algo. Pero en Madrid, con Rajoy al mando, nadie hizo nada. Y mientras tanto, los independistas, conjurados: era entonces o nunca. De madrugada llegó el momento de votar. Los constitucionalistas, el PSC-PSOE entonces entre ellos, abandonaron el hemiciclo para no ser partícipes. Eso, a los independentistas (y Podemos entre ellos) les dio igual. Creo recordar que fueron los diputados del PP los que dejaron banderas españolas en sus escaños al irse: pues bien, una diputada de Podemos se levantó, las cogió todas y las tiró a un cubo de la basura entre aplausos de los demás.

Y votaron. Con 72 votos de los 135 escaños la ley quedó aprobada e inmediatamente publicada en el boletín oficial, edición por internet. Una ley que establecía que una vez publicada era inimpugnable.

En la entrada que escribí entonces lo cuento mejor, tenía los recuerdos más frescos.

Y nadie en Madrid hizo nada. Pensaron: es sólo una ley, palabras nada más, no se atreverán a convertirla en hechos. El 26 de octubre de ese año, Rajoy seguía queriendo que le respondieran a si habían declarado la independencia o no.

¿Qué habria que haber hecho? La estrategia, entonces, fue declarar en Madrid nula cada ley inconstitucional, y ya está. Eran sólo palabras, no había hechos. Se les fue dando cuerda hasta que, el 27 de octubre, un cagado Puigdemont huyó a Bélgica escondido en el maletero de su coche (con la complicidad de los mozos de escuadra que le hacían de escolta). Y huyó porque ya no le quedaba ninguna palabra más que decir, o se retractaba de todo o actuaba como presidente de la república. O arriaba o no la bandera española, para empezar: el 155 ya se había aprobado, y había fecha para entrar en vigor. Y a principios de noviembre el juez Llarena convocó en Madrid a los principales cabecillas y encarceló a unos cuantos de los que se presentaron. ¿Fue una estrategia acertada?

Con la perspectiva de 5 años, vemos que hechos no ha habido ninguno: todos los ciudadanos seguimos igual. Los independentistas siguen exprimiendo los recursos públicos de las provincias catalanas, pero eso ya lo hacían mucho antes lo van a seguir haciendo muchos años más. Aquí no va a haber ningún vuelco electoral como en Andalucía, hay que tener presente que aunque esa noche se comportaron, los gerifaltes del PSOE/PSC son tan independentistas y antiespañoles como el que más y los gobernados no sabemos distinguir cuándo nos manda ERC, el PSOE o los exconvergentes.

Con lo que podría parecer que la estrategia fue correcta. Sin embargo, Cataluña está rota. Nos hemos dividido en dos bandos, los que están a favor de unos y los que están a favor de los otros. La fractura es real. Todos sabemos que cualquier comentario político, mejor no hacerlo. No vaya a ser que esté alguien del otro bando, que queremos tener la fiesta en paz. Así que uno se reúne con amigos o con familiares, y sabe que la política, ni mentarla, porque si no nos pelearemos. ¿Le parece a usted bien saber que se llevará bien con su cuñado siempre que olvide que él es de un bando y usted del otro, y que si se ven forzados a desenmascararse acabarán odiándose? Como es fácil comprender, una sociedad así no va a funcionar mejor que una sociedad en armonía, y por eso la gran medida del gobierno catalán este verano de 2022 ha sido anunciar que se puede hacer topless en la playa. Eso, y decir que la sentencia judicial que obliga a dar al menos el 25% de las clases en los colegios en catalán, que no se va a cumplir en ningún colegio.

No sé, quizá una actuación más decidida en el verano de 2017, no tan garantista con la legalidad tal vez, habría conseguido cambiar de verdad las cosas en esta comunidad.

 

viernes, 22 de julio de 2022

Propuesta para el CGPJ

Llevan ya años PSOE (Gobierno) y PP (oposición) "negociando" los nombramientos de los componentes renovados del Consejo General del Poder Judicial. Parece ser que no se ponen de acuerdo. Como el PP no acepta la propuesta del PSOE, el PSOE acusa al PP de no cumplir la Constitución (yo pienso que si no hay acuerdo es porque el PP no acepta la propuesta del PSOE y el PSOE no acepta la propuesta del PP, ya que si el PSOE aceptara la propuesta del PP se habría acabado la constitución, pero ya se sabe que en este país las cosas se deben contar desde la óptica del PSOE). El caso es que no hay nombramientos, el CGPJ está en funciones y eso repercute en el funcionamiento de algunas instituciones que interesan mucho a los políticos.

Pues qué quieren que les diga, yo les sugeriría aplicar la solución que la Iglesia Católica (el pueblo romano, en realidad) encontró hace siglos a este problema: se encierra en una casa a los que tienen que decidir, y no salen hasta que lleguen a un acuerdo (lo que nos harían saber quemando unos papeles que dan un humo blanco). La experiencia de siglos dice que en pocos meses el problema está resuelto. 

martes, 19 de julio de 2022

Incendios forestales



Consecuencia de la ola de calor (y de la sequía previa de este invierno y primavera) han sido los incendios forestales. Muchos, muy grandes, todos a la vez. Estábamos acostumbrados a que ocurrieran en California, en Grecia también, en Portugal si me apuran. Pero no aquí.

Miles y miles de hectáreas quemadas.

Seguro que a usted eso de las hectáreas no le dice nada. Pues a eso voy, porque es muy fácil.

Una hectárea es un hectómetro cuadrado. Lo que en mi época de escolar se escribía Hm². Un cuadrado de 100 x 100 m.

Lo importante es que 100 hectáreas (100 Ha) es 1 km².

Así que hay que dividir el número de hectáreas quemadas por 100 y tendremos la superficie quemada en km². Si es usted de letras, no divida: quite 2 ceros.

Si un incendio quema 6.000 Ha, ha quemado 60 km².

A partir de ahí, hágase usted la composición que mejor le parezca. 60 km² es una franja de 60 km de largo y 1 km de ancho, ahí es nada. También es una franja de 12 km de largo por 5 de ancho, o como prefiera. 

O quédese con la copla que si un incendio quema 6.000 Ha, es muy grande.

Por supuesto, y entrando ahora en la crónica política, nuestro Amado Líder no podía dejar de visitar algunos. Ayer o anteayer, creo, estuvo en uno en Extremadura.

Fue abucheado por los lugareños.

No como el Rey, que también estuvo en algún otro cercano, y fue muy vitoreado.

El caso es que, aunque el incendio estaba a dos horas en coche de la Moncloa, Sánchez cogió el helicóptero para ir a Torrejón y allí usar el Falcon, para hacer el último tramo de nuevo en helicóptero (que había hecho el mismo camino, pero de vacío). El regreso, también en Falcon, que hay que aprovechar el tiempo que le queda. Y lo mismo para ir a León.

¿Porqué es relevante? Por el discurso que dio Sánchez. Que no le echó la culpa del incendio a sus culpables habituales, el coronavirus, la guerra de Ucrania o la oposición. No, esta vez la culpa era del cambio climático. Que "mata gente", dijo el tipo que va a los sitios en helicóptero y Falcon.

Y luego está la foto de recuerdo que distribuyó su equipo de Prensa:

La pose lo dice todo: está encantadísimo de estar ahí y de poder hacerse esa foto.

Porque los incendios, para él, son sólo eso: una excusa para volar en helicóptero y en Falcon, y la oportunidad de hacerse fotos estupendas.

Pero ey, él no tiene culpa alguna: todo es por el cambio climático.




Oak Ridge Boys - Leaving Louisiana in the broad daylight


 

sábado, 25 de junio de 2022

Indra

 

https://www.youtube.com/watch?v=vZhOSdYOJQE

 

 

 

Hace tiempo que se me pasaron las ganas de escribir: tengo el desánimo metido en el cuerpo. Creo que vamos mal, muy mal. A menudo pienso que vamos a petar (permítaseme la catalanada), y que tenemos a los peores dirigentes posibles en los momentos más críticos. Por ejemplo, la cosecha de trigo va a ser muy mala este año, pero ¿creen que el Gobierno va a remediar el asunto a tiempo? Hace mucho que avisamos que el coste de la energía se está disparando, y la gestión del Gobierno sólo está consiguiendo que alcance precios aún más altos (y que se demuela la térmica de Andorra, no sea que en algún momento nos entren ganas de volver a usar carbón turolense). Pues lo mismo va a pasar con el trigo. Se va a disparar de precio a finales de año, y entonces serán las caras de sorpresa (por parte de nuestros gobernantes) y el rechinar de dientes (por parte de los demás). Pero no es por el pan. O por la gasolina o por la luz. Es por todo.

Hay dos tipos de dirigentes, los tipo 1 y los tipo 2.

Los dirigentes tipo 1, cuando sienten que están al final de su periodo, contemporizan. Ya no promueven iniciativas que saben que no van a poder rematar, intentan no tomar decisiones que compliquen o comprometan a su sucesor, y en general se limitan a gestionar el día a día de la manera más neutra posible.

Los dirigentes tipo 2, cuando sienten que están al final de su periodo, arramblan con todo. Intentan comprometer lo más posible a su sucesor, para que éste tenga que continuar su obra, dejarlo todo atado y bien atado, y por atado se entienden las manos de su sucesor, ha de llegar con las manos atadas y que todo continúe como si no se hubiera ido. Sirva como ejemplo un alcalde de Zaragoza, socialista para más señas, que perdidas las elecciones y la víspera del nombramiento de su sucesor, prorrogó la concesión a la empresa que gestionaba la recogida de basuras y a la que le quedaban aún muchos años de concesión... 40 años más.

Hay, claro, un tipo especial de dirigente tipo 2, que es aquel que, como puede, manipula las reglas para perpetuarse como dirigente. Pensemos, es otro ejemplo, en el típico presidente venezolano o boliviano que hace una Constitución que limita los mandatos presidenciales pero luego dice que los suyos, como han sido antes de la Constitución, no cuentan en esa limitación. Que tampoco hace falta que sea un presidente sudamericano: la alcaldesa de Barcelona, Colau, va a saltarse todos los reglamentos de su "partido" y se va a presentar a un tercer mandato. Lo que por cierto no nos ha extrañado a nadie, porque también tiene reglamentado que dimitiría si se la imputara en un juicio y ya está imputada en dos.

Sánchez, huelga explicarlo, es un dirigente tipo 2. Lo que pasa es que yo siempre he sospechado que sería un tipo 2 especial si pudiera, y hasta ahora pensé que no lo sería porque no podría. Pero Indra.

Indra es una empresa que cotiza en Bolsa. Es de las grandes, y por eso forma parte del selectivo Ibex-35. Su principal cliente es el Ministerio de Defensa, y a nivel nacional es una empresa estratégica.

No sé si fue el año pasado o hace más, que el Gobierno intentó controlarla: echar al presidente del consejo de administración y poner a su hombre allí (un tío del PSOE catalán, sin ningún mérito aceptable fuera de su carnet de político). Hubo la consabida estupefacción y protesta, y se llegó a un acuerdo: el político sería el presidente, pero su cargo sería sólo honorario. Para engrasar la relación con el ministerio y poco más. Bueno.

Tras la derrota (paliza) en las elecciones andaluzas el pasado domingo, el Gobierno se ha puesto a corretear como un pollo sin cabeza, es casi un cadáver que piensa morir matando. Por ejemplo, el BOE ha publicado que se autorizaba al CIS a contratar a 4 "personas de confianza", a dedo, para "asesoramiento especial" y realizaar "análisis de datos sensibles que sirvan para el asesoramiento de la Administración y Gobierno": 4 personas para que el CIS sea una herramienta al servicio específico de Sánchez, con toda la cara. Por si no fuera poco que el que miembro de su partido que nombró presidente del CIS sea también su hagiógrafo, toma ecuanimidad e independencia. También mete la zarpa en el INE, otro organismo en teoría independiente: como los datos económicos que publica contradicen el idílico panorama que quiere vender el Gobierno, han destituido al presidente y han nombrado como tal a un hasta ahora secretario de Estado de uno de los ministerios económicos, un hombre de total confianza. Y peor aún, en estos momentos está (no sé si lo conseguirá) maniobrando para tener el control del Tribunal Constitucional, obviamente con el método de cambiar las reglas. Y digo que no sé si lo conseguirá porque todavía confío en que Europa le pare los pies, al menos en este asunto.

El caso es que Sánchez va ahora a calzón quitado. Le habíamos visto saltarse todas las normas de la democracia verdadera, pero es que ya le dan igual las apariencias. Y una de las cosas que ha hecho es tomar el control de Indra. Con oscuras maniobras de engaños ha conseguido destituir a los consejeros independientes (que por norma han de ser mayoría al ser una empresa cotizada sin un socio mayoritario) y nombrar a consejeros suyos (se denominan "dominicales"). Como era de esperar, la cotización de la empresa se está desplomando; recordemos que es una empresa en la que su mayor cliente toma el control de la misma, y que de ese cliente sabemos dos cosas: que está en la ruina y que carece de cualquier escrúpulo. La Comisión Nacional del Mercado de Valores todavía no ha aprobado todo esto, así que es posible que consiga echar marcha atrás. O no: creo que va a obligar al Gobierno a hacer una OPA y comprar las acciones de los demás, lo que en la práctica es nacionalizar Indra y que pase a ser una empresa de la SEPI, el antiguo INI.

Indra es una empresa puntera en lo que se refiere a tecnología, la vanguardia nacional, pero una vez esté integrada en la SEPI ya veremos. Yo apuesto porque ya no lo será. Pero no es ese el problema.

Lo que me deprime es que si hubiera que definir el estilo de gobierno de Sánchez con una palabra, quizá sería "obsceno". Y estoy convencido que el ansia obscena que está demostrando por obtener el control de Indra no es por ningún asunto de contratos con Defensa.

Indra hace el recuento de las elecciones.

Estoy convencido, convencidísimo, que Sánchez, el que dijo a los periodistas "la Fiscalía, ¿de quién depende? Pues eso.", va a intentar amañar las elecciones. Y para eso necesita a Indra. Que no sé si en realidad se podrían amañar, pues los votos se cuentan manualmente, pero, si se puede, ha de ser en la gestión del recuento. Y en este mundo en que hemos perdido la capacidad de hacer sumas a mano y delegamos en las maquinitas, eso es lo que hace Indra. Repito, no afirmo que puedan manipularse las elecciones. Pero estoy convencido de que Sánchez cree que con Indra a sus órdenes, puede hacerlo.

Es un tipo 2 especial, y de la peor calaña. Como ha venido demostrando desde el primer día.

Por cosas como éstas, se me van las ganas de escribir.

 

 

 

Simple Minds - Biko

martes, 24 de mayo de 2022

Insisto, la Deuda Pública

https://www.youtube.com/watch?v=hvKyBcCDOB4 

 

 

Leo que durante la crisis del COVID-19 la deuda pública estatal aumentó 230.000 millones de euros. Tocamos a aproximadamente 5.000 lereles por cabeza; pero si pensamos que sólo la mitad de los españoles trabajamos, cada trabajador tendrá que destinar 10.000 euros de lo que consiga a pagar esa deuda. Intereses aparte, claro.

¿Porqué tenemos una deuda que ha crecido esos 230.000 millones y porqué ha de pagarla el trabajador? Lo expliqué en esta entrada sobre la deuda pública. La deuda pública representa todo lo que nuestros gobernantes deciden pagar sin tener el dinero para pagarlo. Pueden, por ejemplo, decidir que se merecen un yate. Y como no está presupuestado (no se ha reservado una parte del dinero que nos han extraído vía impuestos para ese yate), pues se carga a deuda. Ya se pagará. Ese ya se pagará sólo significa que en años venideros una parte de nuestros impuestos se empleará en devolver el dinero prestado (más los intereses).

Cualquier persona normal sabe que hay que tener mucho cuidado con las deudas. Lo ideal es no tener ninguna, pero si se tiene alguna, que esté controlada. Y la clave de tenerla controlada es ser consciente de que está ahí y hacer el esfuerzo necesario para pagarla. Sobre todo, evitar que crezca. Eso sí, lo principal es lo principal: que la deuda sea pagable. Que no se nos coma todo lo que tenemos y no nos deje lo suficiente para ir tirando.

Pues la deuda pública es deuda de todos. Contraída por otros, pero en nuestro nombre. Y nosotros la pagaremos. Así que el dato de que durante la crisis COVID-19 la parte de deuda que cae sobre cada uno de nosotros (no sobre los que viven felices porque sólo reciben pero no aportan), y que, repito, tendremos que pagar, ha aumentado 10.000 euros no debería dejarnos indiferentes.

Tampoco tendríamos que consolarnos en que todo ha sido culpa del covid y de Rusia (como si ese consuelo nos aliviara de tener que pagar lo debido), porque desde 2015 ha aumentado en 353.000 millones de euros. O, si lo prefiere, 15.000 euros más por cabeza. Quiero decir, esto no es cosa del covid o de Rusia. Es cosa de cómo nos gobernamos. Es un estilo de vida.

Es nuestro estilo de vida.

De momento, lo que se hace es pagar esa deuda con nuevas deudas (sí, no es muy buena idea, pero son nuestros líderes elegidos por nosotros) y con más impuestos. Pero llegará un día en que nos dirán que no nos prestan más si no devolvemos de verdad (es decir, si no rebajamos nuestra deuda global), y ya no podrán sangrarnos más con los impuestos, así que lo que tendrán que hacer es recortar los gastos públicos. En lo que se pueda recortar. En becas, por ejemplo. El chocolate del loro. Subvenciones a entidades, más de lo mismo. En asistencia sanitaria. En mantenimiento de infraestructuras. En salarios de funcionarios y trabajadores públicos (excepto diputados, senadores y ministros, faltaría más). Meterán también la mano en la hucha de las pensiones y dirán que ese dinero ha de ir a pagar la deuda, que se siente mucho pero que los que pensaban disfrutar de ese dinero en su vejez ya lo han disfrutado por adelantado con toda la vida regalada que nos hemos brindado. Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, pero no habrá escapatoria.

Y el gobierno sigue prometiendo gastos, y gastos, y gastos. Por ejemplo: hasta ahora, los tres primeros días de una baja laboral corren por cuenta del trabajador, y esto hace que los trabajadores sean responsables al pedir una baja laboral, no lo hacen porque sí. Pero el gobierno ha firmado que si la baja es por regla dolorosa (una razón que hasta ahora ya autorizaba a coger la baja médica) esos tres días irán por cuenta del Estado, no del trabajador. Sutil diferencia que nos lleva a todos a pensar que habrá muchas más bajas por regla dolorosa que hasta ahora (sobre todo, entre el funcionariado y el profesorado de las escuelas públicas). Ese dinero, ese sueldo que no va a dejar de percibir la trabajadora, lo pagaremos usted y yo, no lo dude. Y ese dinero se sumará al que ya tenemos comprometido, eso tampoco lo dude. Como los 20.000 millones de euros que se gastarán en el periodo 2022-25 en el Plan Estratégico para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres (tocamos a 1.000 euros por trabajador para este concepto, vaya preparando su hucha).

A veces no se trata de estar en contra de la medida por estar en contra. Se trata de que se es consciente de que no se puede pagar, como tantas cosas que nos gustaría hacer en nuestra vida real y no hacemos por la misma razón (por ejemplo, ese veraneo que tanto necesito en las islas Fidji).

Cuando llegue el día, que llegará, y usted se lamente, que se lamentará, yo le preguntaré: "Y usted ¿en qué pensaba cuando apoyó tal y tal gasto?".

Lo asombroso es que nadie es consciente de la deuda pública. Ésa es su gran virtud, lo que la hace tan peligrosa. Y la segunda es que para los políticos es un chollo: como el momento de pagarla será cuando ya no estén...

Pero insisto: el verdadero causante somos nosotros. Que queremos líderes que gasten y gasten, no que ahorren y paguen. Poco nos pasa para lo que nos merecemos, pero solo de momento. La que nos espera.

 

 

Darius Rucker - Wagon wheel