viernes, 31 de diciembre de 2021

2022

https://www.youtube.com/watch?v=Onuy1Wp5dVU 

 

 

2021 queda atrás. Es el momento de afrontar 2022. 

Ahora bien, los años no son como las curvas, que se gestionan una a una, a medida que las atacamos. A los años conviene llegar con los deberes hechos. Con un plan para ese año, y con planes para los años siguientes porque los deberes de esos años futuros se han de ir haciendo.

Covid-19. Un virus que se surgió en 2019, que nuestros gobernantes menospreciaron y les descolocó a principios de 2020. Han pasado dos años largos (¡qué largos se nos han hecho con este asunto!) y siguen sin tener ni idea de qué hacer. Espero que no tengan aspiraciones íntimas de pasar a la Historia como gobernantes capaces.

Al menos el coronavirus nos sacó de los titulares el tema estrella del 2019: Greta. ¿Volverá en el 2022? No lo creo. Porque me temo que nos enfrentamos al panorama que expliqué en esta entrada. Una entrada, por cierto, de diciembre de 2012 y que podemos resumir en que antes de que consigamos cargarnos el planeta del todo éste nos dejará sin suministros para ello. En palabras que entienda Greta: el problema de coger un avión para hacer 200 km no es el daño que hacemos al planeta, sino que es un despilfarro de un combustible que se está acabando. Siempre se habló de que las "guerras del agua" serían nuestro futuro apocalíptico, pero lo real va a ser conseguir la energía que necesitan los países. No parece que nuestros gobernantes, los que no tienen aún ni idea de cómo gestionar el coronavirus, vayan a hacer lo correcto (lo que se debe hacer) en este asunto.

Otro asunto que habría que afrontar: el problema demográfico. No sé si se está parcheando la situación actual, pero de hacerlo sólo se estarían poniendo parches. Y teniendo en cuenta cómo gestionan lo del coronavirus... en fin.

Lo curioso del problema demográfico es que no afecta sólo a la España vaciada. Para empezar, es un problema que afecta o afectará antes de lo que creen a zonas de España que no creen estar vacías, pero en realidad es un problema mundial. Planetario, como se explica en esta entrada, ésta y ésta del blog "La mano visible" de Jesús Fernández-Villaverde. Lo cual me trae a la memoria que este año (y quise escribir una entrada sobre el asunto, pero...) el censo de población de los Estados Unidos arrojó un resultado que no había pasado jamás. Jamás de los jamases. El número de "blancos" en el país ha disminuido. No porcentualmente, claro, sino en valor absoluto. Es decir, por primera vez el número de "blancos" (entiéndase) era menor que la vez anterior. Ni las prolíficas familias ultrarreligiosas de Utah y del Cinturón de la Biblia conseguían compensar la disminución de nacimientos entre los demás blancos. Seguramente porque también esas prolíficas familias lo eran cada vez menos. Recuerden el consejo de Jorge Manrique, y den "lo non venido por pasado".

Energía, demografía,... ¿qué más? Está la Educación, por supuesto. Ya he escrito mucho sobre este particular, así que baste añadirla al saco. Y es que los temas que de verdad importan son los que cuando se convierten en un problema no se resuelven con cuatro decretos de ayudas o pidiendo más dinero. 

Como ven, hoy no tengo el día optimista. Creo que vamos hacia el colapso, y que estaremos peor en diciembre de 2022 por muy bien que nos lo pasemos este año.

Pero no deje usted que nada de esto le preocupe. O preocúpese, claro, pero no deje que las preocupaciones le superen. Simplemente, prepárese para afrontar lo que nos espera en las mejores condiciones. Si cree que debe recorrer Laos antes de que sea prohibitivo, adelante. Si cree que debe pero que ya no puede, asimílelo y siga, no se deprima por ello. Y lea. Lea como si no tuviera tiempo en la vida suficiente para leerlo todo y tuviera que seleccionar qué lee. Vaya al cine, si puede al teatro. Oiga música. Reflexione. Estudie. Busque unos minutos al día para meditar.

Suba a la azotea y cante a pleno pulmón: Granada, tierra soñada por mí...

Así se afronta mejor un año nuevo.

 

 

Agustín Lara - Granada

miércoles, 29 de diciembre de 2021

Política a la española

https://www.youtube.com/watch?v=AQqF0GfOjec 

 

 

Leo que Almudena Grandes va a ser declarada hija predilecta de Madrid. Tras su muerte, los representantes de izquierdas clamaron que había que proclamarla tal (hija predilecta, no muerta), y los de derechas, que ni pensarlo; ignoro qué quería el pueblo llano. El caso es que como mandaban los de derechas, la cosa no prosperó. Al poco, parece, el alcalde (del PP) tuvo que negociar los presupuestos de la ciudad para el año que viene. Y el resultado de la negociación fue que los presupuestos saldrían adelante a cambio de lo de Almudena Grandes.

Vale esta anécdota como botón de muestra de uno de los grandes males de este país, lo que se entiende aquí por negociar: por alguna razón, cuando queremos una cosa todo lo demás no importa. Pongamos como ejemplo a los presidentes de clubes de fútbol: quieren a un jugador, y terminan pagando 10 veces lo que vale, pero no les importa, lo querían y lo tienen. Cuando los objetos en discordia son de la misma naturaleza, no hay problema. Si a cambio de que hoy vayamos a los toros mañana vamos al fútbol, todo bien. Pero cuando la naturaleza de los objetos es diferente, entonces uno le está tomando el pelo al otro: a cambio de que hoy vayamos a los toros, me quedo tu coche. El que tienes y, no hace falta decirlo, el que tengas en el futuro, porque el pacto es "me quedo tu coche". Pero ¡ey!, vamos a los toros como tú querías, siempre sales ganando tú.

En el caso que nos ocupa, el alcalde quería unas partidas económicas específicas para el año que viene, y a cambio negoció, ofreció o transigió en asuntos que nada tenían que ver con el objeto de la discusión. Esas partidas económicas serán olvidadas dentro de un año, no digamos dentro de cinco o diez, y lo otro seguirá. Dentro de diez años, la izquierda podrá decir “conseguí tal cosa a cambio de algo que ni recordamos qué es ni importa ya”. Ejemplos hay de sobra, a diestro y siniestro y todos los años: a cambio de la aprobación de los presupuestos de tal ejercicio, ciertos partidos se llevaron prebendas y ventajas a perpetuidad. ¿Quién sabría decir qué partidas económicas lograron Felipe González o Aznar o Zapatero y qué gracias por ello podemos darles hoy, a cambio de lo que concedieron por ellas? Por ejemplo, la inmersión lingüística en Cataluña, las competencias educativas, la policía autonómica y tantas y tantas cosas, ¿a cambio de qué fueron? ¿Nos sigue pareciendo un buen trato? Y lo mismo ocurre cuando lo que se negocia es el mirar para otro lado “donde no te incumbe”: yo te apruebo los presupuestos y a cambio tú me dejas tranquilo y no te metes en mi comunidad autónoma o en mi ayuntamiento.

Hay tres tipos de gobernantes. El buen gobernante es el buen gestor. Ése es también su error, pues al estar centrado en la gestión se convierte en el negociador lila: a cambio de su objetivo, cede en todo lo demás. El mal gobernante es el mal gestor. Como es un desastre como gestor, se centra en lo que no es la gestión, en cosas como los nombres de las calles y quién es hijo predilecto. Pero, al igual que el buen gestor, negocia como un español y a cambio de sus sandeces cede también en un montón de tonterías. Ninguna de ellas relacionada con la gestión, pues la gestión es cosa suya y no de sus contrarios en esa negociación. Y luego está el gobernante que es buen gestor y también es buen negociador. El problema de éste es que, me temo, no es español.

Insisto: si echásemos la vista atrás, ¿nos seguiría pareciendo que hicimos un buen trato?

 

 

Villancico tradicional - ¡Oh luz de Dios! (O Tannenbaum)

martes, 28 de diciembre de 2021

El caso RW y el despido improcecedente

https://www.youtube.com/watch?v=Cne3GAB4W5I 

 

 

Es algo muy común, y ocurre tarde o temprano en la mayoría de las empresas, si no de las organizaciones. Pero suele ocurrir discretamente: no se televisa en directo, con audiencias de millones de personas y todos sabiendo que el interfecto cobra 44 millones de dólares al año por su trabajo. Así que vale la pena aprovechar lo que pasó el día de Navidad para reflexionar un poco.

EL partido estrella de la NBA ese día, y por lo tanto de la temporada, enfrentaba en Los Ángeles a los Lakers contra los Nets de Brooklyn. En el equipo de LA había dos estrellas, Lebron James y Russell Westbrook (RW), ambos en la lista de los 75 mejores de la NBA de todos los tiempos. Sí, la lista sobre la que escribí no hace mucho. Un tercer miembro de la lista, Anthony Davis, no jugó, estaba lesionado. Y en los Nets, de la lista de los 75 Kevin Durant no estaba por Covid, Kyrie Irving no estaba por antivacunas, y James Harden sí estaba. Por lo demás, el covid había hecho estragos y ambos equipos tenían un montón de jugadores de los que los americanos llamarían "just another guy", "otros". La cosa no llegó al nivel de lo que pasó el día siguiente en el Toronto-Cleveland, que los jugadores de Toronto se conocieron en el autobús que les llevó al pabellón (y no sé si se volverán a ver), pero si en el baloncesto la calidad de un jugador concreto tiene mucha influencia (véase Jordan, Michael, o James, Lebron), en estos combinados llenos de remiendos mucha más.

Bien, al terminar el tercer cuarto RW ya había logrado un triple doble. Como los americanos lo registran todo, en la categoría "triples dobles conseguidos el día de Navidad" sólo RW y Oscar Robertson tienen más de uno. Que en la época de Robertson no existían los triples dobles y por lo tanto los logró sin querer, pero da igual. El caso es que RW había logrado una hazaña. Lástima que Lebron hubiera estado sentado en ese tercer cuarto: al acabar, los Nets ganaban de 20. 

El cuarto cuarto empezó con Lebron en la pista y RW sentado: 17-0. Los ultimísimos minutos sale RW, los Lakers llegan al empate, RW se juega los tres ataques finales de su equipo, no mete una y los Nets ganan. Bueno, puede uno pensar, fue mala suerte, RW falló sus tres últimos tiros, le podía haber pasado a cualquiera. Pero no. Cualquiera que estuviera viendo el partido era consciente, y de hecho los comentaristas de televisión acabaron dando el dato: Lebron, 39 minutos, con él en pista su equipo ganó al otro por nueve puntos. RW, 36 minutos, con él en pista su equipo perdió por 23. Si en todo momento estuvo uno de los dos en pista, cosa que supongo, compartieron cancha 27 minutos. Si el balance en esos minutos en común fue neutro (la genialidad de James anuló o quedó anulada por el juego de RW), en los 12 minutos que estuvo sin RW James consiguió los 9 puntos de ventaja, en los 9 que RW estuvo solo los Nets aprovecharon para meterle esos 23 puntos extra a los que él consiguiera. ¿En 9 minutos? Demasiados puntos, lo más probable es que parte de la carga negativa fuera estando también Lebron. Es decir, que no pudo la genialidad de Lebron contrarrestar lo suficiente la nulidad de RW, y sólo cuando pudo jugar sin él tuvo opciones a enmendar el roto que causaba su compañero.

Por supuesto, la estadística +/- es sólo un dato, no tiene porqué reflejar la realidad. Está muy afectada por con quién se está jugando esos minutos, contra quién, etc. Pero en este caso sí refleja qué pasó. Se veía a simple vista. Hasta yo lo veía.

Otra defensa que se podría alegar es que el muchacho no tuvo su noche, quizá le sentó mal la cena o le dolía una muela. Pero es que no es la primera vez que le pasa. De hecho, es que le pasa muuuuchas veces. Tantas, que al final todo el mundo llega a la misma conclusión que yo: RW no juega al baloncesto. Juega a un juego con las mismas reglas que el baloncesto, pero en su deporte el objetivo no es ganar el partido sino lograr un hito estadístico. El partido pasará, la derrota se olvidará, pero dentro de 40 años seguirá contando que RW logró un triple doble. Para RW, el objetivo se cumplió. Habría estado mejor si su archirrival Harden (que lo es porque a diferencia de RW él sí se preocupa por ganar partidos) no hubiera logrado también un triple doble, precisamente gracias a que con todos los fallos de RW al final del partido Harden consiguió el rebote necesario en la última jugada, y además un triple doble con 36 puntos, no con los tristes 13 de RW. En el caso de Harden, el triple doble sí cumplió su misión de ser una curiosidad estadística que premió un buen partido. Pero esto RW no lo entiende. Y seguro que cree que Lebron, con sus 39 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias tuvo un partido correcto pero que a diferencia del suyo no pasará a la historia, jajajá. Pero es que tienen intereses diferentes: Lebron defenderá al jugador que tira, para intentar que falle, y que otro coja el rebote; RW quiere el rebote, y lo que hace es dejar tirar al rival para estar bien situado. Y pasa lo que pasa.

En este momento todos los seguidores de los Lakers, sus compañeros de equipo, los técnicos y los dueños se hacen la misma pregunta: ¿qué hacemos con este tío? Los compañeros de equipo lo deben de tener clarísimo: que no juegue. Estamos mejor sin él. Los técnicos, en cambio, tienen la responsabilidad de sacar rendimiento a los 44 millones anuales que le pagan (les cuesta mucho más: su salario es casi su exceso sobre el límite salarial global del equipo, por lo que pagan una multa equivalente ¡al doble de su salario!). Es el jugador mejor pagado del equipo, cobra más que Lebron. Imagino que la publicidad corregirá este desajuste, pues seguro que Lebron tiene montones de contratos publicitarios y me cuesta imaginar quién quiere que RW sea su imagen de marca.

El drama de los Lakers con RW es, en realidad, el drama de muchísimas empresas, grandes y pequeñas. Desde el poderoso banco que tiene un directivo inútil, un director de zona, un director de oficina o un modesto empleado que se las apaña para cobrar sin dar un palo al agua, hasta la modesta peluquería o taller de reparación de coches que tienen un empleado o empleada a la que le pagan puntualmente pero a la que no consiguen sacar el más mínimo rendimiento. ¿Qué hacer? En España existen dos opciones; en los EE.UU., en el caso de RW, tres: como es un deportista profesional, pueden traspasarlo. Endiñárselo a otro equipo. El problema es que a RW ya lo tienen calado en todas partes, y nadie lo quiere. Y si nadie lo quiere es difícil endiñarlo. Es difícil convencer a alguien que le pague 44 millones a alguien que no quiere que juegue en su equipo. Sí se entendió el año pasado que Washington lo fichara, porque lo que hizo fue cambiar a un jugador (Wall) que cobraba una morterada pero que siempre estaba lesionado, por otro (RW) que también la cobraba pero que al menos jugaba. Fue discutible, pero entendible. Lo que nadie entendió, hace unos meses, fue que lo ficharan los Lakers. Y ahora tienen lo que se han buscado.

Como decía, las dos opciones en España son aguantarse o echarle. Su madre, su abuela y ¡ay! la Administración Pública sostendrán la tesis de que lo que hay que hacer es hablar con él, conseguir reengancharle, darle una oportunidad más. Pero eso no funciona. Cuando un empresario se plantea qué hacer con un empleado es porque ha intentado sacarle rendimiento por todos los medios, lo ha probado todo. Y ha terminado dándose cuenta de que no es el empresario o la empresa el problema, es el trabajador. Como, ya lo he dicho, la Administración Pública siempre piensa que no es así; supongo que piensa que es suficiente que el trabajado cumpla su horario y no es necesario que además tenga un cierto rendimiento.

Aguantarse no siempre es una opción. En el caso de RW y los Lakers, es cierto que económicamente no irán a la ruina por su causa, pero no se trata de eso sino del coste de oportunidad: el año que viene Lebron será un año más viejo, y lo que está haciendo RW es, visto así, desaprovechar un año suyo. En el caso de las empresas, si éstas son grandes el impacto de esta persona se difumina y toca resignarse: poco a poco, la empresa se va pareciendo a la Administración Pública, llena de trabajadores que cobran pero no trabajan. Aunque ¡cuidado!: no basta sólo con pagarle. Como oficialmente el trabajador es inocente, hay que darle un trabajo que le guste; lo contrario sería acoso laboral. No se le puede meter en un despacho vacío en un sótano y decirle que no se preocupe en hacer nada, que ya le mandarán los cheques a casa. Cornudos y apaleados. Claro que la mayoría de los casos son en mi sector, pero es que conozco delineantes que con el tiempo se convierten en exasperantemente lentos, o poco cuidadosos, o cometen muchos fallos constantemente, o requieren mucha supervisión, muchas correcciones. También ingenieros que no saben, que no aportan, que generan mal ambiente y consiguen llevarse las loas y nunca las reprimendas. Jefes de departamento que son un lastre para el mismo pero que gracias a grandes ayudantes los departamentos cumplen su función... Cuando un delineante, por ejemplo, entra en la barrena de que nadie quiere que trabaje en su proyecto... no hay nada que hacer. O al sótano o a su casa, por favor.

Y, por supuesto, en el caso de las pequeñas empresas, la opción no es sostenible: muy mina de oro tiene que ser la empresa para que no importe el tener trabajadores que les cuesten dinero pero no contribuyan a generarlo. El problema se acentúa en estos casos porque el empresario acostumbra a encontrarse todos los días con esa persona y ese encuentro es un restriegue diario del triunfo del trabajador por la cara del pagador. Cornudos y apaleados.

La segunda opción es echarlo. En España la figura se llama "despido improcedente". Si el trabajador no ha cometido ningún fallo disciplinario y si tiene la cualificación requerida para su trabajo o no lo había ocultado, sólo se podría alegar para despedirlo de manera procedente el que no consiguiera adaptarse a los avances tecnológicos a pesar de la formación que se le proporcionara (y si hablamos de despedir a un camarero vago o de una peluquera descuidada ya me dirán), la empresa se estuviera reorganizando objetivamente o se estuviera hundiendo, precisamente lo que se quiere evitar. Así que lo habitual es querer cortar por lo sano y aceptar pagar la indemnización. Sí, cornudos y apaleados, pero al menos sólo una vez. Lo que pasa es que en muchos casos... la indemnización supone también la ruina, según el sueldo y la antigüedad del trabajador.

En Estados Unidos, esta opción del despido es más fácil: es inmediata. Desagradable, pero inmediata. Y cabe preguntarse qué beneficia más al trabajador, si el despido libre americano o el penalizado español. El problema del sistema español es que la protección tiene el efecto secundario de que se es reacio a contratar. Por si las moscas. Estoy seguro de que los jóvenes encontrarían empleo con rapidez si sus contratadores supieran que, si fuera necesario, pueden despedirlos sin costes excesivos. Y los mismos americanos explican que esa misma desprotección que tienen les beneficia porque si les echan de un empleo encuentran otro por la misma razón. Y, la verdad, nadie quiere despedir a buenos trabajadores, a gente que se gana su salario. Visto así, no hay que tener miedo al despido libre: si el trabajador se gana el jornal, el empresario no querrá echarle si puede evitarlo. Por supuesto que hay casos de abusos: a una ingeniera amiga mía la despidieron porque la mujer del jefe pensó mal o no se fiaba de su marido (no lo sé pero ésa es otra historia), y hay jefes cuya conducta raya en lo punible penalmente, pero no es algo mayoritario (como tampoco son mayoritarios los empleados lamentables, que conste). En fin, es una especulación: no lo sabemos, porque no va a pasar.

Otro aspecto de la cuestión es cómo afecta el empleado tóxico al resto del equipo. En el caso de RW, está claro: pierden el partido, pierden todos. Y con las pérdidas, el desánimo y la temporada se va al garete. Si RW fuera un jugador del montón, de los que no se recuerda el nombre, la cosa se resuelve mandándole al fondo del banquillo a agitar las toallas, pero cuando se es el cuarto jugador por salario y se es miembro de "la lista" y se ha traspasado a 3 jugadores importantes por él, el resultado del equipo depende en gran parte de su rendimiento. En el caso de las empresas suele ocurrir lo mismo: si estamos hablando de un delineante en una ingeniería importante, se puede disimular: es un delineante "libre", no es parte de un equipo de trabajo sino que presta apoyo puntual a los demás. Casi siempre en encargos poco importantes y que no tienen una fecha de entrega. Pero si estamos hablando de un director de proyectos en esa misma ingeniería entonces es más difícil de disimular y su impacto es mucho mayor que su sueldo (también lo es en el caso positivo).

En mi opinión, lo mejor que pueden hacer los Lakers es despedir a RW, pagarle su supercontrato y a cambio explicar públicamente los motivos del despido. Por denigrante para RW que pueda ser. Que digan que se equivocaron, que RW no es buen jugador de equipo, que han descubierto que va a lo suyo y todo eso. Mientras sea cierto, no me parece mal: RW se lo habrá buscado, y se lleva la pasta. Quizás RW (y algún otro jugador que hay así en esa liga) aceptara una sustancial reducción de salario a cambio de que esa información no se hiciera pública, de hecho lo inasumible es el sueldo de RW, no su actitud: para eso basta con no alinearle. En cualquier caso, mantenerle en la plantilla no va a hacerle ningún buen al equipo porque el jugador es lo que vulgarmente se dice "un cáncer", no por mal compañero (que es lo habitual en estos casos) sino porque él juega a otra cosa.

En el caso de las empresas la cosa no está tan clara. Pensemos en los bancos y las reducciones de plantilla tan bestiales que han hecho. Podrían haberlas hecho sin coste para los empleados, y es un caso en que los empleados sí estaban ganándose el sueldo. También puedo pensar en ciertos empresarios, a los que no les pongo cara ni nombre pero que seguro que sí conocen la Policía, la UDEF y ciertos periodistas... Es verdad: no puede ser libre del todo, en el sentido de que ha de haber una legislación o un sistema que vele por lo justo en tan espinoso asunto. Pero el trabajador tiene que ser responsable de su trabajo, y si no cumple, si no llega a un mínimo, se tiene que poder hacer algo. Y como ya he dicho, creo que también sería beneficioso para todos los trabajadores: con menos protecciones se corre mejor y se llega más lejos.



Human nature - White Christmas

domingo, 26 de diciembre de 2021

El viejo proyecto

https://www.youtube.com/watch?v=Zlot0i3Zykw 

 

 

Mi cliente quiere saber si puede colocar placas fotovoltaicas en la cubierta. Como información, tiene los planos del proyecto del edificio, redactado en 1973. No hay más documentación, así que lo que hago es recalcular el edificio para saber si resistiría añadir el peso de las placas fotovoltaicas.

Me encantan los planos de proyectos hechos a mano. Cuando el proyectista decidía por sí mismo, sin una norma que le obligara a disposiciones que no compartiera y mucho menos programas de ordenador que le dicten la solución.

Y así uno se encuentra esta sección de zapatas:


Vemos que la zapata tiene, como armado, una parrilla inferior de barras Ø8 cada 15 cm. Con la norma actual habría que haber puesto una parrilla Ø12/15x15, pero además exigiendo patilla en los extremos, 30 cm más por cada lado, así que la longitud de las barras sería de aproximadamente 2,50 m (la zapata mide 2x2), y las barras pesarían el triple.

Y, sin embargo, la zapata está ahí. Han pasado casi 50 años y no ha aparecido ninguna patología asociada. ¿La gran diferencia entre las normas de 2021 y las de 1973? Que las de 2021 no paran de hablar de sostenibilidad.

Pero la cosa no acaba ahí. ¿Qué hormigón se empleó en 1973? un H-175. ¿Cuál se emplearía ahora? Un HA-25, que requiere mucho más cemento que el de 1973. Cemento que requiere un porrón de energía para fabricarlo. Sostenibilidad.

Pero la cosa no acaba ahí. ¿Han visto el hormigón de limpieza? No, no lo han visto porque no aparece. No se colocaba. Años después, la norma requirió que se colocara una capa de hormigón pobre para situar bien las armaduras, 5 cm. La función de este hormigón es que los separadores de las armaduras no se  coloquen directamente sobre el terreno sino sobre una capa lisa y nivelada, lo que garantiza una colocación correcta. Eso sí, esos 5 centímetros luego se subieron a 10; se conoce que con 5 cm no bastaba aunque varias décadas habían demostrado que sí.

Pero la cosa no acaba ahí. Esa capita de hormigón pobre solía ser un H-50. Con el transcurrir de los años subió a H-80, y luego a H-100. Actualmente es H-150.  

Esto es contribución a la sostenibilidad, señoras  y señores. Dime de qué presumes y te diré de qué careces.

Otro detalle curioso: la solera de la nave: 15 cm de hormigón con un mallacito superior Ø3/15x15. Sobre 15 cm de zahorras, ya ven. Les aseguro que esa solera no presenta más patologías de las habituales en las soleras modernas. De nuevo, sostenibilidad.

En fin, hay muchos detalles que son diferentes de la práctica habitual. Y me ha sido agradable volver a encontrármelos, cansa un poco ver proyectos en los que el calculista mata moscas a cañonazos porque se lo dice la norma o, simplemente, porque le es más cómodo hacer un trabajo basto que un cálculo afinado. Y nadie se queja.

En cualquier caso, no era la cimentación lo que me preocupaba a mí, sino la estructura. Tenía dos opciones: podía hacer la comprobación empleando los modernos métodos de cálculo, o replicar lo que hicieron en 1973 (ayudado por un ordenador, eso sí). Huelga decir qué camino elegí.


Lo primero era comprobar las correas. Si estuvieran holgadísimas, todo iba a entrar. Pero ¡oh, cielos! La sección de la correa no es moderna. Así que toca calcular sus parámetros geométricos. Chupado, hay prácticas que nunca se olvidan. Además la correa es de chapa plegada, así que hay que estar atento a la disposición de los lucernarios. Al final, la correa no entra. No entra con toda la cubierta llena de placas fotovoltaicas, pero ¿y si no estuviera toda? La ventaja de la práctica: en unos minutos identifico la disposición que es admisible.

Pero visto que las correas no están pensadas para admitir la sobrecarga de las placas, es de presumir que tampoco lo estará la estructura inferior. Y aquí aparece un problema: me juego el cuello y no lo pierdo a que calcularon las cerchas en vano único y deformable, y al ser varias cerchas seguidas no se puede hacer esa suposición. La cosa tiene su importancia, porque en el cálculo original todo el cordón inferior está traccionado, ya que despreciaban el desplazamiento horizontal de los apoyos, y cuando hay varias cerchas seguidas y soldadas unas con otras este desplazamiento no se produce; y esto lleva a que el cordón inferior tiene unos tramos comprimidos. Pero el mayor problema de las cerchas es que están proyectadas con dobles angulares. Aquí el calculista moderno comete siempre un error, considera que la barra son dos angulares, y no es así: hay dos barras, y cada una es un angular. No es lo mismo.

Ya que estaba haciendo la comprobación a la antigua, decidí hacerlo hasta el final: calcular la esbeltez de los angulares, su coeficiente omega, etc. Y así localicé todos los puntos de fallo y de manera inmediata la solución más sencilla.

En fin, una manera divertida de pasar la mañana: más aburrido será redactar el informe final y las recomendaciones. No, en serio: estuvo bien volver a calcular a la antigua. Lástima que ese conocimiento se esté perdiendo. Porque estoy seguro de que los chicos de ahora apenas saben entender las tablas de los angulares, y menos aún sacar de la tabla de la norma el valor del coeficiente omega. 

Ahora las cosas se hacen de manera diferente. Ahora las cosas las hacen los ordenadores.

 

 

Taylor Swift - Red

 

viernes, 24 de diciembre de 2021

Mis versículos favoritos XII: el nacimiento de Juan

https://www.youtube.com/watch?v=c2OILc6Wl0E 

 

 

Como todo el mundo sabe, Juan, luego llamado El Bautista, y Jesús eran primos, Juan un poco mayor. La historia de Juan es muy, muy interesante, y la contaré en tres entradas; en ésta, el nacimiento, uno de los pasajes que, de niño, más divertidos me parecían. Y siempre he pensado que era de los más populares, hasta el punto de que no se me ocurrió jamás que alguien no lo conociera. Sin embargo, reflexionando sobre la historia de Urías, el hitita, que conté en mi versículo XI, me di cuenta de que tal vez muchas personas no conozcan estos pasajes que creía populares.

El nacimiento de San Juan (Bautista) se celebra el 24 de junio: seis meses antes de Navidad; porque cuando en la Anunciación el ángel le dijo a María que su prima Isabel, la que llamaban estéril, estaba ya de seis meses. La Anunciación, claro está, se celebra el 25 de marzo, 9 meses antes de Navidad. Pero lo bueno de la historia de Juan empieza antes:

Zacarías era un sacerdote, casado con Isabel. Eran ya mayores y no habían tenido hijos; se suponía que Isabel era estéril. Un día estaba oficiando en el santuario...

"Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor. Pero el ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan»."

(Lc 1, 11-13)

El anuncio sigue con una enumeración de las cualidades y logros extraordinarios que le esperaban al chaval, incluyendo una mención a que tendría "el espíritu y el poder de Elías"; esta última referencia no es casual sino todo lo contrario, pero es tema para otro día. El caso es que, como era de esperar, Zacarías duda de que eso ocurriera. El ángel, en castigo por haber dudado Zacarías de él, le deja sin habla hasta que lo anunciado sucediera.

Al cabo de unos días, dice Lucas, Zacarías terminó su servicio en el templo y volvió a su casa, y a los pocos días concibió Isabel.

Piet Worm
Cuando llegó el momento de ponerle nombre al niño (a los 8 días de nacer: el momento de la circuncisión) Isabel dice que se llamará Juan. Todos dicen que no, pues no había ningún pariente que se llamase así, y le preguntan a Zacarías. Éste pide una tablilla y escribe en ella "Juan es su nombre". Y al hacerlo se le soltó la boca y volvió a hablar.

Una curiosidad de esta historia es que sólo aparece en el evangelio de Lucas. ¿Cómo supo la historia? Imagino que serían tradiciones que se contaban. Parece ser que la escena inicial, la del templo, fue sonada (cuenta el evangelio, aunque yo he omitido esa parte, que la mudez de Zacarías al salir del santuario, mientras el pueblo estaba esperando fuera, fue muy comentada), y por eso había mucha expectación sobre ese niño. Aparte, san Juan fue una figura muy popular entonces, hasta Flavio Josefo habla de él, así que es comprensible que circularan historias sobre este extraño pasaje, y Lucas sabría de ellas. Y una curiosidad adicional al relato es que cuando a Zacarías se le suelta la lengua entona un cántico de alabanza a Dios; pues bien, ese cántico, opinan los estudiosos, no es de Lucas. Es un añadido, seguramente era un cántico tradicional anterior a la composición del evangelio, alguien lo introdujo en ese pasaje... y ahí se quedó.

Como he dicho, me gustaba esta historia de niño. Estos días navideños que se avecinan, si tiene usted niños pequeños cerca, pruebe a contársela. Yo creo que les gustará.

El 5 de noviembre es la festividad de Santa Isabel y San Zacarías, padres de Juan el Bautista. 



Johann Sebastian Bach - O Jesu Christ, mein's Lebens Licht (Motet BWV 118)

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Cuestión de caracteres II: hombres y mujeres

https://www.youtube.com/watch?v=GIWA-iyHsIg 

 

 

En Cuestión de caracteres explicaba mi visión de que las personas somos una receta hecha todos con los mismos ingredientes pero cada uno en distintas proporciones. Y que se puede generalizar sobre quiénes tienen más de una cosa y menos de otra, abundan en cierto rasgo de carácter o adolecen de otro.

Así, por ejemplo, un estudio reciente sobre neurocirujanos e ingenieros aeroespaciales reveló que los cirujanos resolvían problemas con más rapidez que la población en general y eran mejores en semántica, y los ingenieros ganaban en atención y orientación espacial, vaya sorpresa. Pero no eran más inteligentes, en su conjunto, simplemente algunas cosas se les daban mejor (o lo hacían mejor fruto de la práctica profesional, quién sabe).

También podemos generalizar hablando de países. Todos estaremos de acuerdo que los estadounidenses son mucho más generosos que los franceses o que los alemanes son mucho más disciplinados que los españoles (o los españoles más individualistas, si se quiere ver así). Que en general los surcoreanos o los japoneses son de una manera, que los cubanos o los dominicanos son de otra. 

Pues bien, también podemos sostener, como verdad general, que los varones y las mujeres son diferentes. Unos tienen más de un rasgo que las otras, y viceversa. En general. Habrá muchas mujeres que tengan cierto rasgo más acentuado que muchos hombres (por ejemplo, la agresividad al volante) y hombres que lo tengan mucho más atenuado (siguiendo con el ejemplo, que sean más apocados) que muchas mujeres, pero podemos afirmar que el valor medio de ese rasgo es más acentuado (o menos) en los hombres que en las mujeres.

Un ejemplo de libro es la predisposición a cuidar o a ayudar a los demás. Imaginemos, por ejemplo, una persona sin techo. Las mujeres tienen más tendencia a cuidar, los hombres a ayudar. Las mujeres le hablarán con cariño, le perdonarán sus debilidades y vicios, olvidarán todas las veces que fruto de éstos esa persona ha fallado la confianza recibida, le disculparán una y otra vez, no es culpa suya, es que... Fíjense, si no, en las personas que dan limosna: casi siempre, mujeres. Los varones, en cambio, tienden a ayudar. Tranquilo, amigo, yo te ayudo. Pero el varón espera que el depositario de la ayuda ponga de su parte y salga del problema que tiene; si percibe que no es así, que el otro no colabora, deja de ayudar. Porque entonces ya no es una ayuda, es un cuidado. Reflexionen, busquen situaciones que sirvan de ejemplo, y fíjense si hombres y mujeres acostumbramos a seguir este patrón.

Pero hay muchos más rasgos que sirven como ejemplo. La agresividad al volante, que decía al principio. O no al volante, sino en el comportamiento general. La empatía, la emotividad, la serenidad,... En unos casos el rasgo es más acusado en general en los varones, en otros lo es en las mujeres. Somos así, qué les vamos a hacer.

Algunos de estos rasgos coinciden con los rasgos que predominan en las profesiones, y por eso hay más hombres que mujeres o al revés en ciertas profesiones. Incluso, cuando hay muchos hombres en una profesión "de mujeres" es normal que esos hombres sean... ya me entienden. Aunque no es una regla absoluta, ocurre a menudo que hombres con un carácter afeminado desempeñan profesiones femeninas, y viceversa con mujeres que no tienen un carácter muy femenino. Sin que ¡ey! esto quiera decir que las afirmaciones sean tajantes. El chiste "un arquitecto es un técnico que no es lo suficientemente macho para ser ingeniero ni lo suficientemente maricón para ser decorador de interiores" es eso, sólo un chiste de cuñados inmaduros o bebidos, no es una descripción científica de la realidad. Pero es cierto que hay muchos más hombres que mujeres ingenieros, y que las características que se requieren en la ingeniería abundan más en los varones que en las mujeres. Y lo mismo al revés podría decirse de la profesión de enfermero. Por eso resulta risible que los gobiernos quieran que haya más mujeres en profesiones masculinas: la mujer que quiera ser ingeniera o matemática ha de poder serlo, claro que sí, pero es lógico que sean minoría.

Lo importante es ser consciente de que hombres y mujeres somos diferentes. Y no sólo persona a persona, sino como perfil medio. El hombre promedio tiene un carácter y un comportamiento diferente del de la mujer promedio, y el ejemplo más claro lo teníamos en los requisitos para ser bombero o policía, que se exigían marcas diferentes según el sexo. Sin querer analizar si esto es lógico o no (en mi opinión, no lo es), sí ejemplifica que los promedios son distintos y se nos debe medir con baremos distintos. Pues bien, esto no solo ocurre en los apartados físicos, sino también en los del carácter. Y por lo tanto en el comportamiento.

Y aquí tenemos un problema de nuestra sociedad. Un comportamiento que en un varón es esperable puede no serlo en una mujer. ¿Debería juzgarse al hombre como una mujer, es decir, castigar el que no se haya comportado como una mujer? No, al hombre debería juzgársele con la referencia del hombre promedio. Si su comportamiento es reprensible, lo ha de ser desde la perspectiva de los varones; y lo mismo a la mujer, no se le puede exigir que se comporte como un hombre. Por ejemplo, en 1912 no se criticaría a la mujer que quisiera un puesto en los botes del Titanic, pero sí a un hombre que expulsara a una mujer para salvarse él (si, en cambio, expulsara a un hombre, el criticado tal vez sería el expulsado, por débil).

No hay que entender lo dicho como una autorización a los varones a, por ejemplo, cometer imprudencias al volante porque "los hombres conducimos así", no. Saber que por lo general las mujeres se incorporan prudentemente en las rotondas, convirtiendo los cedas en stop, y los hombres como si estuvieran solos, convirtiendo los cedas en tiene usted la prioridad sólo debe llevarnos a entender cómo conducimos cada uno, no a permitir la imprudencia varonil en la incorporación ni a no criticar la obstrucción al tráfico que supone hacer un stop cuando no hay coches circulando en la rotonda.

Tomemos por ejemplo (y aquí me estoy metiendo en un jardín en el que no debería) la manera de entablar una relación con propósito libidinoso con una persona del sexo opuesto: es algo que ambos sexos hacen de manera diferente. También es algo que se hace diferente en unos países y en otros, y en unas culturas y en otras, pero ahora estoy hablando de cómo, en cualquier país y en la cultura que sea, el hombre y la mujer se comportan diferente. En todo momento, sea la fase de búsqueda, de otear el horizonte, de aproximación, de acercamiento, de gestión, del tratamiento posterior, en cualquier momento, los hombres tienden a hacer las cosas diferentes de cómo las hacen las mujeres. Y esto puede causar desconcierto y a menudo desagrado. Como he dicho antes, que haya estas diferencias no justificará nunca un comportamiento que desagrade a la mujer por parte de un hombre con la excusa de que los hombres nos comportamos así. En absoluto digo esto. Lo que ocurre es que el comportamiento del hombre ha de ser juzgado bajo la perspectiva del hombre. Y viceversa. Supongamos una situación en la que el hombre "se levanta, se viste y se va" y la mujer se queda dolida. No hemos de juzgar al hombre desde el punto de vista de la mujer ("menudo cerdo") ni a la mujer desde el punto de vista del hombre ("¿pero qué más quería?"); al contrario, lo correcto es que si el comportamiento concreto del hombre fue, desde el punto de vista del común de los varones, indelicado o irrespetuoso, entonces sí el dictamen es que el tipo se comportó como un cerdo. Pero si su legítima estaba esperando en casa y era ya muy tarde y él se lo había dejado bien claro antes, ¿qué más quería? Y a la mujer hay que analizarla desde el punto de vista de la mujer promedio; es comprensible que se sintiera utilizada, pero si despechada se dedicó a hacerle la vida imposible es una cosa, si dolida por el cerdo decidió no volver a tratar más con él es otra cosa, y si acto seguido llamó al nombre siguiente en la agenda es otra. Habitualmente, el hombre espera que la mujer acepte la situación y no se moleste porque él se vista y se vaya, y la mujer acepta la situación mientras sea temporal y el hombre termine por dejar a su legítima y juntarse establemente con ella; ambas cosas son muy diferentes, y esto suele explicar porqué estas historias no acostumbran a terminar bien.

Lo que quiero decir es que los varones tenemos más acentuados, por lo general, unos ciertos rasgos del carácter y más atenuados otros, y lo mismo en las mujeres. Y debemos ser conscientes de ello. Y no juzgar a los demás por no tener el mismo corte de carácter que tenemos cada uno de nosotros; al contrario: intentemos averiguar los rasgos de carácter del otro para mejor comprenderle y luego juzgarle.

 

 

Dan Fogelberg - Leader of the band

lunes, 20 de diciembre de 2021

NBA y récords

https://www.youtube.com/watch?v=-JUte2PHo6s 

 

 

Ha batido hace unos días Stephen Curry el récord de triples acumulados en la NBA. Dado que aún le queda mucha carrera por delante y que el tipo es muy bueno, no cesan las especulaciones de hasta dónde llegará y los elogios hacia él y su marca, frases tipo "registro estratosférico", "marca que nadie batirá", cosas así. 

La NBA, como cualquier deporte americano, está lleno de marcas y registros. Hasta el punto de que algún chaval tendrá el récord de más partidos con más de 10 puntos, 5 rebotes, 6 asistencias y 2 robos o tapones en menos de 15 minutos cometiendo menos de 3 pérdidas y botando el balón menos de 100 veces antes de los 21 años y tres meses.

En Europa conocemos bien el ansia estadounidense. Lance Armstrong estaba obsesionado con el Tour de Francia, pero no con ganarlo, sino con ganarlo más veces que nadie. Ése era para él el reto. Y le daba igual el resto de carreras, por eso no nos caía bien a ningún europeo. Y no nos caen bien los deportistas que es precisamente lo que quieren ganar algo más veces que nadie. Los tenistas europeos, esos tres tenistas que ya saben, quieren ganar, pero porque quieren ganar el torneo que están jugando. No compiten por los récords, por ser el que ha ganado más; eso es una obsesión de los medios americanos que se contagia a los europeos por la debilidad intelectual de los nuestros.

Nos vamos americanizando, también en esto. Qué le vamos a hacer.

Por suerte, los récords tienen una cosa genial es sí mismos: cada vez son más difíciles de batir. Porque pensamos que tiene que haber un límite, una barrera física que no podemos saltar, y cuando un récord se bate el asombro es general: ese hombre (o mujer) ha logrado lo que nadie había logrado antes. Y cuando pasan los años y un récord no se bate su prestigio se agiganta.

Pensemos en el récord por excelencia, el récord más importante de todos: el de los 100 m lisos. El actual lo estableció Usain Bolt el año 2009, 9,58 segundos. ¿Lo batirá alguien? ¿Por mucho? Y ese récord ¿será a su vez batible? Tarde o temprano la respuesta será no. De momento es un tal vez, y eso hace que nos alegremos el día que alguien lo consiga.

Y si no es el velocidad, piense en el de salto de altura. O de longitud. O de lanzamiento de peso o jabalina. Quizá algún día nazca un portento físico que entrene como nadie antes y consiga lanzar la jabalina a más de 104 m, el récord que estableció un alemán del Este en 1984, antes de los controles de dopaje y con el modelo antiguo de jabalina. Puede que ese portento llegue a 110, pero ¿y a 130 m? ¿A 150? 

Volviendo a la NBA, el récord por excelencia es el de puntos totales, que Kareem Abdul Jabbar estableció en 38.387. Jabbar se retiró en 1989, y desde entonces nadie ha llegado aún a esa marca. Se dice que Lebron James lo conseguirá (está por ver, de momento yo soy incrédulo), aunque si no es Lebron será otro otro día, es cuestión de tiempo. El récord caerá. Pues bien, recuerdo que en cierta ocasión le preguntaron a Kareem sobre ese asunto (seguro que se lo han preguntado miles de veces, mi recuerdo es de una), si no le iba a sentar mal perder el título de máximo anotador. Y él dijo que no. Que él no ve los récords como logros individuales, sino como logros de todos. Como marcas que se consiguen superar. Que él ha conseguido llegar hasta una cifra, y que confía en que haya más gente que lo consiga y que consiga llegar a cifras más altas aún. Al igual que todos nos alegramos cuando Usain Bolt corrió los 100 m lisos en menos tiempo del que necesitamos nosotros para correr 20. Y tiene razón. No hay que obsesionarse con ser el poseedor de un récord, hay que alegrarse porque se consiga batir una marca que parecía un límite para el ser humano. Es increíble, la carrera de Djokovic, lo que está logrando. No tiene que importarnos que bata récords de Nadal. Como dijo Indurain cuando Armstrong parecía que iba a ganar más Tours de Francia seguidos que él: que él (Indurain) no pensaba subirse a una bicicleta para impedirlo.

Volviendo otra vez a la NBA, hay algunos récords  que lo son de verdad y que no creo que se batan jamás. Hay muchos récords, incluyendo el de más rebotes ofensivos en una serie de 5 partidos de playoffs, todos los que se quieran, pero en realidad sólo hay unos pocos que son récords de verdad. Otro aspecto a tener en cuenta es que los récords han de ser marcas que de manera consciente o inconsciente se quieran batir: nadie se obsesiona con ser el jugador que más rebotes ofensivos atrapa en una serie de playoffs de 5 partidos, lo que un jugador quiere en un partido de playoffs es ganar el partido, y si atrapar rebotes ofensivos contribuye los intenta atrapar. No es un récord que se quiera batir, si se bate es de casualidad. Este matiz es importante, porque hay jugadores que se obsesionan con los récords y las estadísticas. El ejemplo más claro es Russell Westbrook y su obsesión por el récord de triples dobles, una marca de Oscar Robertson el cual estableció la marca a posteriori, sin saberlo: en su época no existía el concepto de triples dobles, y fue años después de haberse retirado cuando se revisaron sus partidos y se descubrió lo que había hecho. Pues bien, Westbrook jugó sólo para conseguirlos. No para ganar partidos. Y eso desnaturaliza el juego, desde el momento en que no todos los jugadores juegan a lo mismo, no todos creen que el partido lo gana el equipo que más puntos mete. Westbrook competía para un cierto resultado estadístico (y mi opinión, más detallada, al respecto, la pueden leer aquí).

Los grandes récords de la NBA, de en mi opinión más fáciles a más difíciles, son:

1) El récord de puntos de Abdul Jabbar. La carrera de Abdul Jabbar, por longeva, nos tenía a todos asombrados. Ahora son multitud los que llegan a 20 años de carrera, Lebron lleva 19 y los que le quedan. También los jugadores envejecen mucho mejor que antes, y la prueba es que constantemente se baten récords de "el más viejo...". Lo que, por cierto, nos lleva a asombrarnos de lo bueno que era Jabbar de joven. Este récord se batirá, es cuestión de tiempo.

2) Los 17 tapones de Elmore Smith en 1973: ya va para los 50 años de la marca, y ahí sigue. Ese récord tiene su gracia: antes no se contaban los tapones, nadie se preocupaba por ello. Aquella temporada se empezaron a mirar pero los jugadores aún tenían los tics antiguos y se producían, como siempre, muchos tapones. En la tercera jornada o así Smith consiguió 17... y de pronto todo el mundo se dio cuenta de que había que evitar ser taponado. Y desde entonces. Pero este récord se batirá, y quizá antes del de Jabbar, aunque nadie lo haya hecho en 50 años. De momento, ya se ha llegado a 15 en varias ocasiones.

3) Los famosos, famosísimos, 100 puntos de Chamberlain. Este récord no tengo claro que se bata: en los muchísimos miles de partidos, creo que más de 65.000, que se han jugado en la NBA nadie ha llegado al 80% de los puntos que llegó Chamberlain aquel día, fuera de una ocasión en la que Kobe Bryant metió 81. Y son poquísimos los partidos en los que se llega a 70. Insisto, se han jugado miles y miles de partidos y nadie se ha acercado aún. Pero quizá algún día veamos algún jugador que lo consiga.

4) Los 11 campeonatos de Bill Russell. Esto todo el mundo tiene claro que nadie igualará; yo no estoy tan seguro. Durante décadas, el record de Fangio pareció imbatible. A mí me pareció imbatible. En los últimos 20 años ya ha habido dos pilotos que lo han hecho migas. Así que quién sabe. Claro que... aparte de sus compañeros de equipo y época, sólo Robert Horry llegó a 7 campeonatos. Es decir, se ha acercado al 64% de su marca. Claro que Horry jugó 16 temporadas y Russell 13: visto así, Horry ganó en el 44% de sus años y Russell en el 85%. Ésa sí que es una marca que nadie batirá. O sí: Lebron James lleva jugadas 10 finales, puede que algún día salga un Curry o un Lebron en un equipo tipo Warriors del 2017 (o Celtics de los 60) y nos dé una sorpresa. Algún día. Y el que lo bata sería el jugador perfecto, y su marca sí que no se batiría ya más.

5) Los 55 rebotes en un partido, de Chamberlain. Desde el 83, en cierta ocasión un jugador llegó a 35. En sólo una ocasión, entre tantísimos miles de partidos. Y se quedó lejísimos de Chamberlain. La marca de Chamberlain parece una chorrada, pero no la va a batir nadie. Y con esta marca empezamos las marcas que nadie batirá jamás.

6) Los 50,4 puntos de media de Chamberlain en una temporada y los consiguientes más puntos totales, más partidos de 50 puntos, etc. Jordan, en la 86-87, cuando sólo jugaba a meter puntos y no a ganar partidos, logró 37,1 puntos por partido. No llegó al 74% del registro de Chamberlain. Puede que alguien, una noche, bata los 100 puntos de Chamberlain. La media en una temporada podemos estar tranquilos que nadie la batirá jamás. Salvo que cambien el juego.

7) 48,5 minutos de media por partido. Récord de Chamberlain, quién si no. Si pensamos que un partido de NBA dura 48 minutos... ¿cómo lo hizo? Pues porque en toda la temporada sólo estuvo sentado 30 minutos en total. Y se jugaron partidos con prórrogas, claro. Creo que todos tenemos claro que este récord sólo se batirá si deciden cambiar la duración de los partidos a por lo menos 60 minutos y vuelve a aparecer un fenómeno físico como Wilt.

8) 112 rebotes de equipo en un partido. Lo tienen los Celtics desde el día de Nochebuena de 1960. Actualmente los mejores equipos atrapan menos de 50 rebotes de media por partido. 112 rebotes significa que al menos se fallaron 112 tiros en ese partido, más los que atrapara el otro equipo más los que se fueran fuera. Si se suman los tiros que sí entraron, ¿cuántos tiros hubo en ese partido? Respuesta: los Celtics metieron 61 de 146 tiros de campo, y los Pistons 42 de 118; aparte, los primeros metieron 28 de sus 34 tiros libres y los segundos 22 de sus 27. ¡Los Pistons cogieron 60 rebotes! Este récord sí que no se batirá aunque cambien el juego.

 Chascarrillo sobre el récord de rebotes: de los 20 partidos con más rebotes de un equipo, 12 son de los Celtics de Russell, 7 de los Filadelfia de Chamberlain y 1 de los Knicks en 1960. El último partido en entrar en esa lista se jugó en 1965. Y sólo en dos de esos partidos hubo prórrogas.

El récord de Jabbar se batirá porque es el récord que persiguen todos. El de Smith, porque ya se ha llegado muy cerca y es un récord de una noche: basta que una noche un jugador especial tenga un partido especial ante el equipo apropiado (igual que los récords de atletismo que se baten con "liebres"). El récord de los 100 puntos, puede que también y por la misma razón que el de Smith. Aunque lo cierto es que todos lo han intentado y en tantos miles de partidos no han conseguido acercarse ni al 80%. La media de puntos en una temporada no sé qué decir, quién sabe el monstruo que puede aparecer en el futuro. El récord de Russell tal vez, de nuevo porque es una marca que todos quieren batir. Pero los demás récords... su mera marca disuade a cualquiera de intentarlo. 112 rebotes, un equipo, en un partido.

 

 

Michael Jackson - They don't care about us

viernes, 17 de diciembre de 2021

Armar el belén

Cada año monto el belén en mi casa. De hecho, montamos 3 ó 4, pero yo soy el responsable del titular. El de las figuras de arcilla, los corchos simulando montañas, el musgo, el serrín y todo eso. Ese belén.

Dispongo de un espacio de 137x53 cm. No es mucho, pero no tengo más. E imagino que en muchos hogares el belén es más reducido; pero es que a mí no me gustan los belenes que monta la gente, los que yo acostumbro a ver. Los encuentro sosos, aburridos. Poco imaginativos. Y no me refiero a que no aparezcan astronautas entre los pastores, sino a que los belenes suelen ser planos. Como el escenario del teatro, un espacio liso y libre delante, el portal y la decoración detrás, puede que incluso un telón de fondo de ambientación. Y en el portal, la composición de las figuras. El Niño en el centro, la Virgen a un lado y San José al otro. Si hay un mulo y una vaca están detrás, circundado la escena (por cierto: en esta entrada de hace 9 años les explicaba porqué ponemos un asno y un buey, no un mulo y una vaca, en los belenes).

Montar el belén, todo hay que decirlo, es fácil que se convierta en rutinario: se hace todos los años, generalmente en el mismo sitio siempre (yo fui cambiando cada año, pero llegó un momento que no pude acceder a otro espacio que no fuera el desde entonces empleado), la escena que se representa es siempre la misma y con los mismos elementos (las adiciones suelen ser pequeñas y esporádicas)... No es como el árbol de navidad, que cada varios años la santa decide que se ha aburrido de la decoración de siempre y que este año va a cambiarla toda. 

Pues bien, cada año yo monto el belén diferente. Y eso que siempre empleo los mismos elementos y San José siempre hace de San José. El truco mío es sencillo: mis belenes... no son planos. 

La gracia del asunto es que, a diferencia de la mayoría de la gente, yo no tengo una mesa o una tabla que dé la medida. Lo que tengo son varias tablas, de tamaños muy diversos. Viejas puertas de armarios, baldas, restos de trabajos de bricolaje, algún mueble que desmonté,... Voy guardando. Y cuando llega el momento, saco todo lo que tengo y decido. Unas encima de otras, un voladizo allá, otro acullá, unos sargentos por detrás impidiendo vuelcos,... Lo que hago es crear un espacio con varios niveles, y ni siquiera el conjunto tiene un acabado rectangular. Luego los habituales corchos disimulan los saltos (además de la línea de fondo, claro), y el resultado es que quedan espacios muy diferenciados con pasos (caminos) específicos, no hay una llanura por la que la gente converge. El clásico puente que no puede faltar, por ejemplo, suele permitir salvar uno de esos desniveles.

Pruébenlo. Es muy sencillo, y si no tienen tablas pueden usar libros. Monten una base no plana, y luego armen el belén con lo que tenga. Verán que se les abren muchas más posibilidades que las les da el belén plano. Y verán que se divierten mucho más armándolo. Y luego enseñándolo, que esa es otra.

jueves, 16 de diciembre de 2021

El túnel de Glorias

No acostumbro a coger el coche por Barcelona ciudad por motivos personales; ya se han encargado Colau y sus secuaces de que prefiera no salir de mi barrio. Por motivos profesionales es otra cosa: no queda más remedio.

El túnel de Glorias es uno de los orgullos urbanísticos de la hégira de Colau. No es que el proyecto fuera de ellos, de hecho creo que el proyecto original se escribió con caracteres cuneiformes sobre tablillas de madera, pero tras más años de obra de los que estuvo en pie en tambor anterior se empieza a ver la luz al final del túnel. Y yo he pasado un par de veces por ahí. Luz, lo que se dice luz... muy bien. Cómo se nota que es un túnel recién estrenadito. Pero...

El firme del túnel parece que lleve 30 años y que todos los días circulen miles de vehículos de gran tonelaje. ¡Madre del Amor Hermoso! Y cuando paso por ahí no puedo dejar de pensar en qué diantres habrá pasado, pues es evidente que quien ha sabido ejecutar el túnel sabe hacer un firme de calzada en condiciones. Y sólo se me ocurren dos explicaciones.

La primera es que, por razones presupuestarias, cuando llegó el momento de ejecutar la calzada ya no tenían dinero para pagar a trabajadores competentes y tuvieron que echar mano de los indocumentados que encontraran por ahí, y que los problemas vinieran de una mala ejecución por parte de la constructora. Es cierto que la obra ha tenido en todo momento problemas de presupuestos, sobre todo porque el proyecto era muy muy malo y no previó la cantidad de imprevistos que surgieron. A lo que, en defensa de la ingeniería que redactó el proyecto, cabría decir que apenas tendría presupuesto para hacer los estudios necesarios, pero también es cierto que ellos debían saber dónde se metían por el dinero que se metieron. Ya sé que las constructoras tienen muy mala fama en estos asuntos, pero la verdad es que en un caso como éste yo me inclino a favor de ellas y en contra del ayuntamiento. A las constructoras, como diría un arriero, las han puteado pero bien. Lo del ayuntamiento raya en el abuso ilegal, y casi que al otro lado de la raya. Así que si llegado el momento del firme la constructora se hubiera quedado sin dinero por los diversos imprevistos y atrasos, seguro que habría pedido más al ayuntamiento. Y habría sido el ayuntamiento quien lo hubiera negado.

La segunda posible explicación es que no dieran plazos para ejecutar bien el firme. Me imagino la escena: "venga, acabad ya, recogedlo todo y listos que inauguramos en dos horas". Montones de chapuzas se han cometido por hacer las cosas deprisa, y las que se cometerán. Bien podría ser ésta una de ellas, aunque cueste creerlo en una obra de esta magnitud. De nuevo, la culpa es del ayuntamiento, por primar la velocidad a la calidad.

En definitiva, el resultado final es lamentable. El ayuntamiento no debería haberlo aceptado, y el hecho de que sí lo haya aceptado e inaugurado me hace pensar que en verdad son ellos los culpables del zancocho, que lo sabían antes de ello y que lo aceptaron.

Una reflexión adicional. La urbanización de la plaza de las Glorias Catalanas es un problema muy difícil, si no irresoluble. El tambor anterior era una solución, pero no una gran solución. El túnel de ahora es posible que sea una buena solución, el tiempo lo dirá. La obra, desde luego, ha sido o la han convertido en faraónica. Colau y su tropa ya se encontraron el pescado vendido cuando llegaron al poder, y su responsabilidad es cómo lo han gestionado en los seis años y medio que llevan y lo que aún les queda, que sólo está abierto el túnel en un sentido. Lo que quiero decir, el túnel de Glorias no es una obra para que la gestionen aficionados. Y parte de los problemas es que al ayuntamiento llegan aficionados. En este caso concreto, aficionados fanatizados, sin inteligencia y llenos de prejuicios irrenunciables. No exactamente el gobierno de los mejores.

El caso es que el túnel está recién inaugurado y la calzada parece que lleva 30 años sin mantenimiento. Es indignante.


viernes, 10 de diciembre de 2021

La asombrosa realidad del periodismo

 https://www.youtube.com/watch?v=Hydd6Jp8iqo

 

 

Si hablo del niño de Canet, hoy todos sabemos a qué me refiero. Pero como en el futuro esto no será sino una anécdota más de las que se olvidan, resumo los hechos:

Al final, agotados todos los procedimientos judiciales, los tribunales han reafirmado que al menos el 25% de las clases se ha de dar en castellano, algo que llevaban años sentenciando. En una escuela de Canet de mar han sido los padres de un niño de 5 años los que han pedido que se cumplieran las sentencias judiciales. La Dirección de la escuela filtró convenientemente los hechos, presentándolos así: a partir de ahora, y porque un niño lo quiere, tendrían que dar clases en castellano. Lo que significaría la extinción del catalán, comprometería la cohesión social de la sociedad, etc. etc. La jauría lazi salió en tromba. Un exprofesor de la UAB, excandidato de uno de los partidos políticos de aquí y colaborador en un periódico digital de corte lazi publicó un tweet en la que se ofrecía voluntario para ir (se entiende que en grupo) a apedrear la casa del niño y conseguir que se vayan de Cataluña; no quiere, dice, "supremacistas que les odian". Literal, esto último. Otro hiperventilado, mozo de escuadra por más señas, pidió que se hiciera boicot al niño y se le dejara solo en clase y que nadie le hablara. Pintadas, etc. Ya saben.

El gobierno catalán lo primero que hizo fue apoyar a la escuela contra el niño y lamentar que el deseo de los padres de 1 niño se opusieran a los de todas las demás familias.  Con respecto a los mensajes de los hiperventilados, "es libertad de expresión". Ante las preguntas directas, responden que se comprende, que esa familia se lo está buscando. El mensaje está claro: resto de familias que os estéis pensando hacer algo parecido, ni se os ocurra porque convertiremos vuestra vida en un infierno. Esto, la postura del gobierno catalán. TVen3, como ya saben que es la emisora del gobierno, es fácil de imaginar: breve mención al asunto pero además para decir que el catalán corre peligro y que hay que ver la que está montando un niño en Canet que quiere privar a los demás de su legítimo derecho a una educación 100% en catalán. Les aseguro que esto se ha dicho. El derecho de los demás a una educación 100% en catalán, especialmente.

¿Y el Gobierno de Madrid? Pues entre un sí, está muy feo eso que usted me cuenta y un sí, no se preocupe que algo haremos al respecto, vamos a pedir públicamente que se acaten las decisiones judiciales, qué más quiere usted que hagamos. Parece ser que hace un rato ha hablado la portavoz: por lo que he entendido, culpa al PP del revuelo montado y lo que querría es que esto ocurriera sin saberse; vamos, que se deje sola a la familia del niño y allá se las componga. También ha dicho que se han puesto en contacto con la consejería de educación del gobierno catalán, para lo que necesiten

Bien, ésta es la situación ahora, diciembre de 2021.

Salvo unos pocos medios, antiprocesistas todos ellos, la postura de todos los demás la resume un fragmento de un editorial del periódico ARA, titulado "¿quién ataca la convivencia lingüística?":

«Però el pitjor de tot plegat és que la conjunció d’una justícia polititzada i insensible a la realitat idiomàtica de Catalunya i la coalició incendiària de mitjans i partits espanyols de dretes està enverinant la vida escolar, jugant amb l’educació dels infants i creant enfrontaments artificials entre famílies. No es poden comparar dues piulades desafortunades a Twitter contra els pares que volien més hores de castellà a l’Escola Turó del Drac de Canet –i que han obtingut una sentència favorable que efectivament ha imposat el 25% d’hores de docència en aquest idioma, contra el parer de la majoria de famílies i del claustre de mestres– amb la sistemàtica campanya de tergiversació que des de fa anys duen a terme partits com Cs (que ara torna a buscar la seva taula de salvació en aquesta disputa), el PP i Vox.«.

No voy a traducir, no creo que haga falta. Viene a decir que no se puede comparar un par de tweets desafortunados con el enorme mal que le están haciendo a la lengua catalana, a la sociedad catalana y a Cataluña... exacto, Ciudadanos, el PP y Vox: enfrentar a unos con otros, ¡qué vergüenza!

Otro dato curioso: el informativo de TV3, al dar la noticia, dice que la familia de Canet exigía la educación del niño en castellano. No es eso lo que piden, sino que el 25% sea en castellano y el 75% en catalán. No es lo mismo. Pero los periodistas de TV3, en una mentira descarada, lo dicen así. Y los que sólo se informan por TV3 y afines, es lo que acaban pensando. Plus el resto de mensajes, claro.

Todos dicen que hay una familia que quiere cambiar el modelo lingüístico de la escuela. Ninguno dice que lo que en realidad quiere esa familia es que se cumpla la ley y las sentencias. Así es como ven aquí las cosas, porque así es como las pintan.

No me extraña todo lo que está pasando con el niño de Canet, pobre. Antes que él ha habido muchos otros, y todos los que lo intenten después pasarán por lo mismo, ya lleva muchos años el gobierno catalán promoviendo el acoso. Lo que me asombra es que no haya periodistas que se asombren de cómo los demás periodistas están tratando el caso. No de que no haya ningún periodista que les hubiera dicho "no es esto, compañeros, no es esto" cuando el acoso estaba empezando, sino que no haya ninguno que se asombre de que ningún otro periodista lo dijera. Insisto, esto fuera de los medios antilazis es la norma.

Da igual lo del niño de Canet. Lo asombroso es comprobar hasta qué punto ha desaparecido el periodismo en la Cataluña "catalana" y se ha convertido en sólo propaganda. Y sus periodistas en propagandistas. El periodismo, entre ellos, ha muerto y no lo denuncia ningún periodista, por la sencilla razón de que entre ellos ya no quedan periodistas.

 


Rafael Amor - No me llames extranjero

miércoles, 8 de diciembre de 2021

Nuklearrik? Bai, eskerrik asko

 

Fue el grito de guerra a finales de los 70 y primerísimos 80. Seguramente tuvo que ver en su popularidad el que los gobernantes estuvieran a favor de la energía nuclear, por lo que estar en contra era ser de izquierdas y molar. El debate sobre las nucleares podía tener entonces algo de enjundia, pues el accidente de Harrisburg (1979) estaba en la mente de todos. Sin embargo, más de 40 años después, tenemos el accidente de Chernobyl en 1987, que obviamente no puede equipararse a las centrales occidentales modernas, y el de Fukushima en 2011. No sé, yo diría que la técnica actual tiene esto de las centrales nucleares bastante bajo control.

Da igual, la opinión pública sigue en contra de la energía nuclear. Por los numerosos inconvenientes y peligros que comporta, aducen. A pesar de que todos los técnicos del sector energético insisten en que son necesarias, que no podemos prescindir de ellas. Pero ¿y si...?

¿Todo el mundo está en contra? ¡No! Hay un pequeñísimo sector que sí está a favor: los que trabajan en ellas, los que se benefician directamente de su presencia. Es curioso, porque se supone que en caso de accidente estas personas serían las primeras y las que más sufrieran las consecuencias. Y no obstante están a favor.

Me pregunto qué ocurriría si se pudiera decir que sólo las zonas que resultasen afectadas por un accidente nuclear o que sufrieran los efectos de la radiación serían las beneficiadas por la energía generada por las centrales. Y que cuando las centrales térmicas, las que queman petróleo, carbón o gas, parasen porque ya se hubieran acabado esas materias primas, sólo quien tuviera cerca una nuclear podría aprovecharse de su energía. Que pudiera hacerse que, por ejemplo, a la provincia de Barcelona no viniera electricidad de origen nuclear porque no hay centrales nucleares en esa provincia. Y por supuesto todo con la debida repercusión en el recibo: el que consume electricidad barata la paga barata y el que consume de la cara la paga cara. Me da en la nariz que habría una ola imparable de fervor hacia las nucleares: nosotros también queremos nuestra central, podría ser el lema.

martes, 7 de diciembre de 2021

El voto de la señora M.

https://www.youtube.com/watch?v=MMENlXLVrZI 

 

 

La vecina de debajo de mi casa se llama M.M., así que la llamaré señora M. La señora M. es catalana de toda la vida; es más, es catalanísima, ya me entienden. Curiosamente, tanto el nombre M. como el apellido M. no son de los que tildaríamos de catalanes, y de hecho diría que su apellido es el apellido español más común que empieza por M. he de decir, con todo, que a señora M. siempre ha sido amabilísima conmigo y siempre se me ha dirigido en un perfecto castellano.

La señora M. nació creo que en 1942, tal vez en 1943. Esto podría llevar a reflexionar sobre los muchos que chillan contra los M. de Cataluña, acusándolos de no ser catalanes sino invasores, porque M. y la familia de M., si realmente pudiéramos catalogarlos de "gente de fuera" ya estaban aquí cuando nacieron los que chillan, los padres de los que chillan y seguramente los abuelos de los que chillan. Pero no viene ahora al caso.

Lo que ahora me interesa de la señora M. es que ella ha votado en todas las elecciones. Porque, me dice, estuvo muchos años sin poder votar. No sé si algún día le explicaré que si con Franco hubiera habido elecciones cada cuatro años, como la mayoría de edad era a los 21 años habría podido votar en 1963 ó 1964; pongamos que no hubiera elecciones en 1963 pero sí en 1964, y de ahí en adelante cada 4 años: se habría perdido las elecciones de 1964, 1968 y 1972. ¿Y 1976? No, porque en 1976 ya se votó. Y de nuevo se votó en 1977. Y en 1978 y en 1979 dos veces, municipales y estatales. Así que en 1979 ya se habría puesto al día. ¿A qué quejarse por haberse perdido 3 elecciones? Sí, se lo podría decir. Pero no se lo diré, claro que no.

Hay otro dato acerca de la señora M. y las votaciones: siempre, me dice, ha votado a los mismos. Formalmente no me dice cuales, eso sí. Por supuesto no necesito que me lo diga, la conozco lo suficiente y desde hace suficientes años y he hablado de política con ella o con su difunto marido en suficientes ocasiones. Pero no voy a especular ahora con quiénes son esos mismos, no quiero distraerme de lo principal: el "siempre". M. siempre ha votado a los mismos. Y casi puedo afirmar que su difunto marido también votó siempre a los mismos, y que los mismos de uno eran los mismos del otro.

La señora M. es una buena vecina. En muchas cosas estamos en desacuerdo (aunque a medida que envejecemos estamos de acuerdo en más), pero no pasa nada. La acepto tal y como es. Nos iría mejor si hubiera entre nosotros más señoras M. y menos de los que chillan. Pero vota a los mismos, hagan lo que hagan.

Hagan lo que hagan. Y como tienen una base suficiente de señoras M., les da igual lo que hacen, porque les van a votar igual.

El caso de la señora M. es mucho más frecuente de lo que parece. En 1977 (en realidad, antes) decidieron quiénes eran "los suyos", y desde entonces no importa lo que hicieran, eran "los suyos" e iban a tener su voto. No importa lo que hicieran. Por ejemplo, conozco a otra señora, llamémosla señora G. y también vecina mía, que nunca vota. Teniendo en cuenta que en tiempos de Franco era de la CNT (con nombre clandestino y todo eso), diría que no ha votado jamás. 

Esto es lo que me irrita de mis compatriotas. Son fieles hasta la muerte y no se plantean si ser fiel les lleva a no hacer lo correcto, porque para ellos lo correcto es ser fiel. Para ellos, no ser fiel sería una incorrección mayor que la incorrección que estuvieran tratando de corregir. De manera inconsciente, claro. Porque nunca se lo plantean.

Tal vez me digan que estoy hablando de personas mayores, que los jóvenes no son así. No sé qué decirles: conozco  a muchas personas de mediana edad que me parece que están en el mismo camino, y no me extrañaría que muchos jóvenes también estén dispuestos a votar siempre a su partido porque es su partido. 

Estamos hablando de personas que no piensan a la hora de votar. No juzgan lo hecho, no valoran lo prometido, no razona. Votan a los suyos, como han hecho siempre, y punto. Y están todos orgullosísimos.

 

 

Madredeus - A estrada do monte

domingo, 5 de diciembre de 2021

El vuelco del muro del túnel de Tarrasa

https://www.youtube.com/watch?v=bpNw7jYkbVc 

 

 

Se ha volcado un muro de contención de tierras en la línea de FGC en la entrada de Tarrasa:


La verdad, me sorprendió porque yo trabajé en la prolongación de esa línea y allí se mataban moscas a cañonazos.

Para entender mejor qué ha pasado en realidad hay que verlo desde el ángulo opuesto:


¡Ah, ahora se explica todo mejor! ¿No lo ven? 

El túnel.

Vamos por partes.

En primer lugar, ésta es una obra seria. De envergadura, de las que no se encargan cantamañanas. Con un estudio geotécnico concienzudo.

En segundo lugar, el muro no se ha partido. Si se fijan en la foto, la sección del muro se ve íntegra y la coronación mantiene la línea recta. El muro, lo que se dice el muro, ha aguantado perfectamente.

¿Entonces?

Entonces, dos opciones: o se ha partido en su unión con su cimentación, o la cimentación ha volcado. Que se parta en la unión con la cimentación es posible, pero es casi imposible, sobre todo porque mucho antes de partirse volcaría; muy burro hay que ser, y aquí no creo que lo fueran, para diseñar una unión que se parta antes de volcar. Además, antes de partirse el muro deformaría mucho, y esa deformación debería en principio reducir el empuje del terreno: el muro habría fallado desde el punto de vista estructural y desde cualquier punto de vista, pero no habría partido. Que la cimentación vuelque, en cambio, es mucho más probable: ¿qué creen que fallaría antes, el hormigón armado o la arcilla? Pues eso.

La cimentación del muro puede ser de dos formas: horizontal (una zapata corrida), lo normal, o vertical, una prolongación del muro exterior que se hinca en el terreno hacia abajo. Esto último no parece que sea, porque no volcaría. Así que probablemente tenga una cimentación tipo zapata. Hacia la vía, hacia las tierras o hacia ambos lados, no lo sé. Probablemente, sólo hacia las tierras, quizá un poquito apenas hacia las vías.

Cuando la cimentación es una zapata hacia las vías es muy difícil que el muro vuelque, precisamente porque las tierras que empujan el muro también pesan sobre la zapata y contribuyen a estabilizar el conjunto. 

La verdad es que podría llenar páginas sin fin especulando sobre lo que podría haber pasado, y serían sólo eso, especulaciones. No tengo ni idea, ni sé cómo era el muro ni cómo estaba armado ni las características del terreno ni si de verdad se construyó como se proyectó (se sorprenderían las burradas que los constructores cometen cuando son avariciosos y no tienen la calidad como principio). Pero sí sé una cosa: hay un túnel. 

Insisto, lo que voy a decir es una especulación y no tengo ningún dato que me apoye; en realidad, es lo mismo que diría si estuviera en el bar tomando una ración de gambas con mi cuñado y dieran la noticia por la tele.

La ingeniería que diseñó la línea se concentró en el túnel. Todos sus esfuerzos  y su análisis del terreno se enfocaron al túnel. Y, resuelto el túnel, quedarían los flecos, los muros exteriores. Pero los muros exteriores son cosas sencillitas, las resuelven los becarios. El ingeniero sénior echaría un vistazo, sí, pero si era una ingeniería normal casi seguro que estarían fuera de plazo y el hombre estaría intentando resolver mil cosas a la vez. Y no miraría el geotécnico con la suficiente atención, y no se daría cuenta de que había un asunto latente, y que a su ayudante se le había pasado el tener en cuenta algún otro aspecto, y cosas por el estilo.

Y ¡ey!, tampoco salió tan mal la cosa, pues el muro llevaba suficientes años en funcionamiento. Lo que pasa es que esto último, en el caso de los muros, no es excusa. Porque el terreno, cuando se contiene, no se comporta como lo imaginamos. Creemos que sabemos, pero no sabemos. En realidad, el terreno no empuja. O sí empuja, pero empuja poco. Pero cuando empuja de verdad, algo que a veces hace, entonces átate los machos porque hay que contener muchas toneladas. Y eso es lo que debió haber previsto el ingeniero sénior. Que el terreno iba a empujar mucho más, que se iba a producir un círculo de rotura mayor del que se considera en los muros, que iba a volcar porque no estaba rompiendo ese círculo de rotura.

Imagino que ahora esa ingeniería va a tener que dar explicaciones. No sé si el ingeniero sénior las dará, porque quizás esté ya jubilado. También tendrá que darlas la ingeniería que revisó los cálculos (porque en estas obras los cálculos de una ingeniería los revisa otra ingeniería), y desde luego no me gustaría estar en el pellejo del responsable de ninguna de las dos, ni de los ingenieros que hubieran participado. Pero estoy seguro que lo que más lamentan los dos ingenieros es lo que he dicho: que debido a estar concentrados en el túnel, no prestaron la suficiente atención a los muros de fuera.

Lo digo porque a mí me ha pasado en infinidad de ocasiones, resolver lo difícil me ha tapado las dificultades ocultas de lo fácil, y lo dice el refrán, sabiduría de toda la vida: 

El diablo está en los detalles.

 

 

Joan Jett & the Blackhearts - I hate myself for loving you