jueves, 22 de octubre de 2020

Charla con el barbero: política y fútbol

El programa Onze del canal Esport 3 trató, en un vídeo, al ex consejero Santi Vila de "traidor" y lo equiparó con Judas, Bruto o Luis Figo. TV3 puso al exconseller a la altura de los "grandes traidores de la historia". La pieza también trata de ladrones el Real Madrid, al que define como “la panda de Ali Babá". (sic, extraído de e-noticies.cat)

El otro día hablaba con mi barbero (es lo que toca hacer en las peluquerías de caballeros). Cómo no, hablamos de política. Yo argumentaba que uno de los males de España es que damos a los partidos políticos el mismo tratamiento que a los equipos de fútbol: hasta la muerte con ellos, hagan lo que hagan. Y además los seguidores de ciertos equipos, odio a muerte a otros equipos. Incluso deseándoles lo peor aunque a nuestro equipo ni le vaya ni le venga.

Y es que es así.

Mi barbero asintió. Y aportó un ingrediente más: en Cataluña, personalizada por TV3, te enseñan que has de odiar al Madrid. Y sí que es verdad: es constante la agresión de los locutores a lo que huela a Madrid, la chufla y el escarnio. Los que no son seguidores del FC Barcelona se quejaron, en su tiempo, de que TV3 era casi TV-FCB: no solo era una constante presencia del FCB en la programación, sino que todo eran loas hacia ellos y desprecio hacia los demás. Y, claro, al final es algo institucionalizado y con impunidad: el buen catalán es barcelonista y antimadridista, y ese dogma no se discute.

De hecho, recuerdo un personaje de caricatura, Jordi Culé, que aparecía sobreimpresionado en la parte inferior de la pantalla en los momentos claves. Su función, claro, es la dicha. Y a todo el mundo le parecía normal y lo celebraba (hay que decir que en aquella época, con Jordi Pujol rampante, "todo el mundo" no englobaba a todas las personas; algunos no teníamos derecho a ser tenidos en cuenta; y casualmente esto también a todo el mundo le parecía normal y lo celebraba).

Se me dirá que en todos los canales autonómicos se es fan del equipo local. Y sí, pero no. No al nivel de TV3, de eso estoy seguro.

Algún día alguien debería pasar cuentas a TV3 por todo el mal que han hecho. Y que conste que TV3 son sus periodistas, no un ente ficticio. 

miércoles, 21 de octubre de 2020

Diferencias entre unos y otros

Una diferencia entre el catolicismo y el islamismo es que para un católico, un pecado mortal significa que si mueres sin ser perdonado irás al infierno, y para un musulmán un pecado mortal significa que hay que matarte.

¿Pequeña diferencia? No, significativa diferencia.


domingo, 18 de octubre de 2020

Mis versículos favoritos VIII: el látigo

https://www.youtube.com/watch?v=AEVG_HIr-zI 

 

Y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre".

Jn 2, 15-16

El texto del evangelio de Juan (presente también en los otros tres: los cuatro recogen el hecho; y esto es significativo porque aparte de la Pasión y la Resurrección son pocos los pasajes comunes a los cuatro) es muy llamativo, muy chocante: Jesús llega a Jerusalén y entra en el templo. Y allí se encuentra un mercado de cambio de monedas, de venta de ofrendas, recuerdos, ovejas, bueyes,... Y lo que nos dicen los evangelios no es que Jesús les afeara a todos su actitud y les conminara a un mayor respeto, no. No, forma un látigo con unas correas que encontraría y los echa a todos de allí a golpes, vuelca las mesas con las monedas, espanta a los animales,... La barahúnda debió ser épica. Y estamos hablando de Jesús, la bondad y el perdón personificados. ¿Entonces? La respuesta es muy simple: Jesús es bondad, es perdón, sí, pero no es un pánfilo.



Ha ocurrido recientemente en Francia: un profesor de instituto, en el transcurso de una clase sobre la libertad de expresión enseña a sus alumnos de 13 años dos caricaturas de Mahoma, supongo que explicando el caso Charlie Hebbo, alumnos se escandalizan, padres de alumnos se escandalizan, y el profesor es decapitado.

Aparte del hecho puntual del suceso en sí, aquí hay un problema; todos estamos de acuerdo. En lo que no estamos de acuerdo es en cómo afrontarlo.

En tiempos pasados, la respuesta habría sido... contundente. Tan contundente que ni habría habido problema; de hecho, este suceso habría sido increíble hasta hace muy pocas décadas. 

Pero en este tiempo... Ahora, el buenismo lo gobierna todo. Y el buenismo es, y cito el DRAE, la actitud de quien ante los conflictos rebaja su gravedad, cede con benevolencia o actúa con excesiva tolerancia.

No es bueno rebajar la gravedad de los conflictos (tampoco exagerarlos); no es bueno ceder siempre, y no es buena la constante y excesiva tolerancia. Porque entonces no somos buenos: somos pánfilos. 

Ésta es, sin duda, una entrada Daniel Quinn: es una entrada que versa sobre la jaula que no podemos ver y de ahí su eficacia (para el que está fuera) o su peligro para el que está dentro. Y en este caso somos nosotros los que estamos dentro, en una jaula que nos está encerrando poco a poco cada vez más hasta que no podremos hacer nada... y entonces sí que la percibiremos pero de nada valdrán nuestros lamentos. Así que, dejando de lado este episodio concreto, conviene reflexionar sobre la actitud que estamos tomando en nuestra relación con los musulmanes. 

¿Y cómo reacciona el buenismo, aquí? Argumentando que no se puede catalogar a un colectivo por lo que hacen personas aisladas. Que no podemos demonizar a todos los musulmanes por lo que hace un musulmán. Y así nos va.

Me pregunto qué pasaría si diéramos al islamismo el mismo tratamiento que al nazismo. Porque lo peor del buenismo es que, en nuestra sociedad, viene siempre asociado a la ley del embudo. 

Y mientras discutimos si son galgos o podencos, los perros llegan.



W.A.Mozart - Ave verum corpus K.618

jueves, 15 de octubre de 2020

Podredumbre

Durante el juicio, todos nos quedamos asombrados por aquellos gerentes de empresas que, según se deducía, colaboraron pro bono. Por ejemplo, el de la empresa de publicidad Nothingad, que perdonó una factura de 80.000 euros a la Generalidad. Y se quedaba tan pancho; ni se lamentaba del mal negocio que había hecho.

Ahora se sabe que desde entonces ese publicista les lleva facturados 8,2 millones de euros.

Sin ir más lejos, y después de saberse eso, le han adjudicado otro contrato de publicidad, de 550.000 euros. Sin concurso público, adjudicación digital.