Mostrando entradas con la etiqueta lenguaje. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta lenguaje. Mostrar todas las entradas

viernes, 24 de octubre de 2025

El turno de los agresivos

https://www.youtube.com/watch?v=vjMgS0KaZz0 

 

 

Cuando escribo estas líneas comienza en Estados Unidos su liga de baloncesto, la NBA. Es, por tanto, la hora de que multitud de jugadores declaren que han de ser agresivos y que se les recrimine que no sean agresivos. Aunque en realidad ninguno de ellos declara que ha de ser agresivo y a ninguno se le recrimina que no sea agresivo: es en España donde se dice eso.

Todo empezó cuando a principios de siglo los deportistas españoles empezaron a participar en la NBA. Como era lógico, aquello atrajo la atención de la prensa patria y los periodistas aprovecharon la oportunidad de entrevistar a jugadores de esa liga. Impepinablemente, los españoles, voluntariosos y todo pundonor aunque aún por pulir deportivamente hablando, declaraban que el entrenador les había pedido que fueran más agresivos en ataque. Los periodistas españoles, ya se sabe, no dan mucho de sí y todos dieron por buenas las declaraciones de los jugadores: «Tengo que ser más agresivo".

Está claro que los jugadores españoles no entendían lo que el entrenador americano les pedía, sin duda porque se lo pedía en inglés, y los periodistas españoles no se daban cuenta del sinsentido de la declaración (tal vez porque los periodistas deportivos no dan  más de sí). 

Sí, el entrenador yanqui sin duda les decía:

    You! The skinny white boy! You have to be more aggressive in attack!

Claro, el esmirriado blancucho con su inglés de Almendralejo entendía que el míster le pedía que fuera más agresivo en ataque. Y cuando el periodista español le preguntaba, eso era lo que contaba.

Pero el entrenador no le estaba diciendo que se dedicara a soltar mamporros cuando atacara, sino que fuera más "aggressive". Que puede traducirse por 'agresivo', sí, pero que también significa que tuviera iniciativa y se atreviera. Que tuvieran ambición. Lo mismo que un "ejecutivo agresivo" no es un jefe que va chillando e insultando a todo el mundo, sino un jefe con iniciativa, con ideas propias, con ganas de mejorar las cosas, que lidera, lo contrario de un jefe champiñón que se escuda en el aquí las cosas las hacemos así, eso ya lo intentamos hace tiempo, no funcionó y no funcionará y se dedique a esperar la jubilación.

Uno puede esperar la confusión de un deportista profesional: no ha llegado donde está por sus notas en la escuela. De un periodista, la cosa ya es más criticable, y más aún si el periodista alardea de que "es de Letras". Pero que la masa haya recibido el vocablo sin rechistar y 25 años después aún lo siga aceptando tal cual, eso sí que no tiene perdón de Dios.

En fin, este año hay dos jugadores españoles en la NBA. ¿Qué se juegan a que van a hacer declaraciones en las que explicarán que el entrenador les ha pedido "ser más agresivos"? 

 

 

Faye Adams - Shake a hand 

miércoles, 15 de octubre de 2025

Catalán y español en Barcelona

https://www.youtube.com/watch?v=5fgA_yNCeq4

 

 

Según la Encuesta de Servicios Municipales 2025 de Barcelona, el 35% de los habitantes de Barcelona emplean el catalán como idioma principal en su vida diaria; el 57%, el español, y un 10%, idiomas extranjeros. Sí, ya sé que la suma de todo es el 102%, pero no voy a ser yo responsable de que los estadísticos no sepan matemáticas, los periodistas no entiendan o no sepan explicar lo que publican o las encuestas estén manipuladas para que digan lo que quieren decir. Lo cuestión es que más o menos los números reales deben ir por ahí.

Es posible que muchos catalanohablantes se sientan cada vez más solos, últimos mohicanos. Que se sientan invadidos, entiéndase. No, no es posible: es del todo cierto, es algo que tengo hablado con suficientes catalanohablantes. Es posible también que, siendo los catalanohablantes cada vez menos, los que hablan español vayan sintiendo que los catalanohablantes sean la casta dominante. Ya no son los paletos recién venidos del pueblo, sin educación, los que hablan catalán (bueno, aún quedan bastantes), sino los que tiene la pasta. Los que tienen los pisos, los negocios, los de buena familia. Los de aquí de toda la vida, los que nunca ha tenido su familia que emigrar. Ummm, no esperen los catalanohablantes que los que hablan español desarrollen amor por la casta dominante. Esto, insisto, es posible que ocurra.

Pero no es eso lo que me interesa ahora, sino lo que quienes nos gobiernan piensan hacer, ante esta realidad.

Porque, no lo olvidemos, los que nos gobiernan pertenecen u obedecen a la casta dominante.

La postura de los que nos gobiernan ha sido, desde hace muchos años y nada parece que vaya a ser otra ahora, imponer el catalán. Es el único idioma que permiten en todos los ámbitos en los que pueden hacerlo: en la educación, en la administración pública, en los comunicados del pueblo con ellos, en la sanidad y en las conversaciones que se tengan con ellos. El objetivo, es obvio, es conseguir que el catalán aumente su uso y se convierta en la lengua habitual de cada vez más personas, que dejarían de hablar en español para usar la lengua correcta, el catalán.

La encuesta no parece que avale el éxito de sus políticas, pero...

Yo, lo que echo en falta es que los que nos gobiernan asuman de una vez la realidad: en Barcelona, el español se habla mucho más que el catalán. Es una realidad, y no la van a poder cambiar. ¿Por qué no gobiernan para el mundo real en el que viven y no como si el mundo fuera la Jauja que sueñan?

Si quieren conseguir que la población se anime a donar sangre, tal vez tendrían más éxito si los carteles a tal efecto los escribieran en español, en vez de sólo en catalán. Por ejemplo. O cuando animan a las participaciones públicas. Por ejemplo.

Yo, cuando veo que un cartel es en catalán, ya no tengo interés en él: entiendo que es un tema propio de la casta dominante, un asunto de ellos. Siempre pienso que si quisieran que el mensaje fuera para todos (ese 35% catalanohablante también entiende perfectamente el español) lo pondrían en español, que lo entiende perfectamente el español el 92% de la población.

Tendrían más éxito si aceptaran la realidad que no van a cambiar y se acomodaran a ella. Como hacen todos los ciudadanos y empresas privadas. 

 

 

Clout - Substitute 

  

miércoles, 20 de agosto de 2025

Las prioridades, claras

Leo que en Asturias hay 6 médicos alergólogos. Para toda la provincia (región, comunidad autónoma, Principado). No son muchos, ya que la población actual de Asturias ronda el millón de personas. Leo también que hay 278 profesores de bable. 

El gobierno asturiano ha decidido tomar cartas en el asunto: en septiembre se contratarán 104 nuevos profesores de bable. Y 0 (cero) médicos alergólogos. 

No sé si los asturianos difieren de su gobierno sobre cuáles son las prioridades que hay que atender y las necesidades que tienen; yo, desde luego, difiero.

sábado, 22 de febrero de 2025

Polisemia española

https://www.youtube.com/watch?v=E1tOV7y94DY 

 

 

Recuerdo que de niño me hacía gracia la palabra 'sierra', la palabra 'banco', la palabra 'hoja',... 

Es la polisemia: que una palabra tenga varios significados. 

Hay muchísimas palabras polisémicas. Y algunas palabras tienen muchas acepciones, solo que no nos damos cuenta. Por ejemplo, el verbo 'picar' tiene 57 significados distintos; por citar algunos: un pez muerde el anzuelo, un ingenuo cae en un engaño, el metal se oxida y a veces el Sol calienta mucho. Es decir, picar no es sólo golpear con un pico, que nos pinche un mosquito, que tengamos irritación tras aplastar a ese mosquito o que la mar se agite formando olas.

La palabra 'paso', según el DRAE, tiene 37 acepciones. Entre otros significados, el paso es el movimiento seguido con el que anda un ser animado, pero también un estrecho de mar y cada una de las mudanzas en un baile. Pero es que el verbo pasar tiene 64 acepciones simples. Normal, pues es un verbo que refleja movimientos físicos (cambios de un lugar a otro), pero también cambios de estado (se pasa de tener calor a tener frío), movimientos no físicos (se pasa información, por ejemplo) y muchas otras acepciones: se puede pasar sin coche, cita el diccionario como ejemplo del significado de 'no necesitar', se emplea para decir que no se continúa en un lance de cartas ("paso"), etcétera. Es el verbo más polisémico del español.

El verbo 'hacer' tiene 58 acepciones. La palabra 'bajo', que no es un verbo (los verbos suelen tener más), tiene 51 significados propios, aparte de las expresiones (como 'bajos fondos'). 

Un caso especial es la palabra 'mano'. Por sí misma tiene 36 significados distintos (por ejemplo, cada uno de los dos lados en los que se encuentra algo con relación a otro algo cuya derecha e izquierda están convenidas: a mano derecha, a mano izquierda). Pero es que además se emplea en locuciones, expresiones y frases hechas ('mano dura', 'mano izquierda',...) Por ejemplo, levantar la mano no significa sólo el acto físico de levantar una mano: cuando es a alguien tiene otro sentido ('se conoce que le levantaba la mano'), y 'me lavo las manos' puede no ser un acto de aseo, ¿verdad?. Contando estos significados, hay 371 interpretaciones de la voz 'mano'. Un récord.

Y punto. 

'Punto' es el sustantivo con más acepciones propias: 43.

 

 

Elis Regina y Antonio Carlos Jobim - Aguas de março


lunes, 11 de noviembre de 2024

Los guiones que ya no se usan

Hubo un tiempo, ya pasado, en el que se solía escribir con máquina de escribir, ya que para eso era. Es muy fácil reconocer un texto escrito con esas máquinas, tipo de letra aparte: los guiones. Cuando uno escribía no sabía cuánto espacio necesitaba y disponía para las palabras, y el espaciado era fijo: habitualmente las palabras no cuadraban con la longitud de la línea. La solución establecida era interrumpir la palabra con guiones, teniendo esta interrupción sus propias reglas.

El primer uso "personal" de los ordenadores fue el de procesador de textos. Quiero decir, existía el uso profesional, de los calculistas de estructuras, los que necesitaban otro tipo de cálculos y el de los que manejaban grandes cantidades de datos, pero fuera de ellos los ordenadores no hacían nada más. Hasta que aparecieron los procesadores de textos. Que tenían casi las mismas reglas que las máquinas de escribir (tipo de letra, espaciado de las letras), pero permitían justificar los párrafos mientras se escribía: podían aumentar ligeramente el espacio entre palabras. 

Pues bien: por ahí triunfaron y entraron en nuestras vidas. Un ordenador era una máquina de escribir mucho mejor que las máquinas de escribir, y máquinas de escribir necesitaba todo el mundo.

Con los ordenadores desapareció la necesidad de interrumpir las palabras. ¿Desaparecieron los guiones? No del todo: las personas que escribimos (en su época, no ahora) en las máquinas mecánicas mantuvimos la sensación de que las palabras largas había que interrumpirlas para que los espaciados entre palabras no fueran tan amplios. Y durante años, poníamos guiones en las palabras a medida que escribíamos.

Pero, la verdad, poco a poco hemos ido abandonando esa práctica. Los nativos digitales nunca sintieron la necesidad de emplear guiones, así que, sí, es cuestión de tiempo, pero a medida que los últimos mohicanos dejen de emplearlos, el guión para escribir palabras en dos líneas desaparecerá.

 

lunes, 29 de abril de 2024

The brass

El domingo se publicó esta foto:


El Líder Supremo de Corea del Norte, en una visita a una universidad militar. Supongo que la foto es de una reunión con la cúpula militar, e imagino que esa cúpula estará formada por lo más selecto del estamento militar norcoreano. 

Me ha llamado la atención al verla que los militares estén con libretitas, prestos a anotar cualquier instrucción o aforismo de su líder. Si nos fijamos en el que está sentado a su izquierda, ése no apunta nada. No lo necesita: ya tienen minions de pie que tomarán las notas por él. En fin, imagino que esos atentos amanuenses sólo serán tales en las reuniones con el líder, seguro que cuando están con cualquier otro son ladradores intransigentes.

También me ha llamado la atención que todos van de verde caqui. No estoy al tanto de la organización militar norcoreana, pero si es como en la mayoría de los países que sí sé, el verde caqui es el color de los ejércitos de Tierra. El azul suele ser el del Ejército del Aire y el blanco o el azul marino de la Armada. ¿No estudian los aspirantes a esas dos ramas en esa universidad, no se les dan nociones de esas dos armas a los cadetes de Tierra... o es que Corea del Norte no dispone de marina de guerra ni de aviones de combate? No me extrañaría que fuera esto último. Curioso, en cualquier caso.

Pero, por supuesto, lo que más me ha llamado la atención (a mí y a cualquiera) son las medallas de los que están de pie. En los países normales, salvo en las ocasiones de gran gala en las que la etiqueta exige la medalla formal, no se luce la medalla sino un pasador representativo. De hecho, diría que en Corea del Norte también: fijémonos de nuevo en el que no toma notas: la pechera está llena de pasadores. Tiene más medallas que nadie. También, probablemente, los que están sentados a la derecha del líder, pues si los mindundis que están de pie tienen medallas para cubrirles todo el pecho, los sentados tendrían más aún y sin embargo no se les ve. 

 

En inglés, brass significa latón. Pero en el argot militar, the brass ("los latones") significa "los jefes, el estado mayor". Y no con sentido admirativo sino (a menudo) despectivo. El origen de la expresión se explica perfectamente viendo la foto norcoreana.

 

sábado, 20 de abril de 2024

Rallar o rayar, rayar y rallar

(Nota previa: no soy filólogo. Puedo estar equivocado)

¿Rallar va con ll o con y? ¿Es rallado o rayado? ¿El queso es rallado o rayado? A veces me hago preguntas irrelevantes, y es que la respuesta a ésta es muy fácil: basta atender al significado.

La clave es la raya: una raya es una línea. Una ralla no, ralla no es un sustantivo. Por lo tanto, rayar es hacer líneas. Rallar es desmenuzar, reducir a virutas. Si lo que se quiere resaltar es el efecto de estar "roto", entonces rallar; si lo que se quiere resaltar es el efecto de tener líneas, entonces rayar. El queso es rallado y la hiena rayada. La cocaína se ralla y luego se forma una raya. Porque primero se desmenuza y luego se agrupa en forma de línea.

¿Y si uno ara un campo? ¿El campo está rallado o rayado? Depende de lo que uno quiera resaltar. Si quiere indicar que el labrador ha roto la capa superficial de la tierra al formar los surcos - que es además el propósito de arar-, entonces el campo estará rallado. Pero si lo que se quiere indicar es que el campo ha quedado lleno de líneas, entonces el campo estará rayado. Y lo mismo un camino, el asfalto, el hormigón, etc. Los cristales se rayan, porque el daño se produce en líneas y el cristal no se desmenuza. Los discos de vinilo se rayan, la mesa de la cocina se raya,... El rallar es un daño metódico, que genera viruta.

¿Y el cerebro? Ambas formas son válidas para indicar que algo se nos está  haciendo insoportable. Si algo nos está rayando, la metáfora es que el daño es como el que se hace en la superficie de un disco o un grano de arena o resalte concreto que a cada pasada nos hace una hienda mayor. Si algo nos está rallando, es que nos está desmenuzando el cerebro, volviéndolo virutas con una vuelta constante al mismo asunto.

Y, por supuesto, las rayas rojas son rayas y los tigres tienen rayas. No rallas. 

sábado, 27 de enero de 2024

De letras y alfabetos

P.  Al hilo de algo que cuenta en el último capítulo: ¿por qué todos nos sentimos inseguros de nuestro aspecto físico, pero nadie lo está de su capacidad intelectual?

R. ¿No será porque nadie te va a querer sólo y únicamente por tu capacidad intelectual?

Alberto Olmos, entrevistado por Víctor Lenore

 

 



La RAE define letra como:
1. f. Cada uno de los signos gráficos que componen el alfabeto de un idioma.
Cabe preguntarse qué es el alfabeto. La RAE lo define así:
1. m. abecedario (‖ serie, o lista).
No nos aclara gran cosa. ¿Qué es el abecedario? La RAE lo define como:
1. m. Serie ordenada de las letras de un idioma.
Genial: las letras son los componentes del abecedario, y el abecedario es el conjunto (la serie ordenada) de las letras. Cabe además puntualizar que las letras no son sólo signos gráficos, también son los sonidos con los que las asociamos.
 
Mi viejo profesor de Matemáticas del colegio, en una de sus primeras clases de Geometría, pidió a algunos alumnos que definieran punto, recta y plano. Todas las definiciones son circulares (la recta es la intersección de 2 planos, el punto es la intersección de dos rectas, etc.), así que cuando el profesor se cansó de la farsa exclamó "punto, recta y plano son elementos geométricos que se admiten sin definición". Esto es: no hace falta definirlos porque todas las personas saben qué son. No hace falta explicarlos.

Con las letras (la voz 'letra' y cada una de las letras: la 'a' es el sonido 'a' y la representación del sonido 'a', y viceversa: es el sonido de la letra 'a', al menos en español, que la 'a' siempre suena 'a'; otras letras se asocian a sonidos diferentes en función de las letras que las sigan) ocurre lo mismo. No es necesario definirlas. El que en el momento de leer o de escuchar su definición no las conoce es imposible que las entienda. Para que no las conociera, una persona tendría que ser del todo punto analfabeta. Pero no solo que no fuera capaz de leer o escribir, sino que además se tendría que comunicar sólo con sonidos (guturales) o, si supiera hablar con palabras (pensemos en un bebé que está aprendiendo a hablar) aún no tendría que ser consciente de que está hablando (un bebé sólo es consciente de que se comunica, no de que habla). Otras opciones sería una sociedad completamente ágrafa y con un conocimiento lingüístico rudimentario al máximo (tendría que desconocer además el concepto 'palabra', ya que aunque la RAE no la define así, una palabra es la letra o yuxtaposición de letras cuando alcanza un significado), o cuyo sistema de escritura fuera ideográfica (no escribe letras sino conceptos: por ejemplo, jeroglíficos). Podríamos decir que las letras son las unidades que componen ciertos sistemas de comunicación (y de pensamiento: no podemos pensar sin letras), siendo el que estamos empleando uno de ellos. No es una definición, pero sí una explicación de lo que es. Y ya está. Es decir, si usted entiende la explicación entonces sabe qué es una letra, no necesita más. No toque las narices.

En cualquier caso, pienso que los lingüistas de la RAE no han estado muy acertados en la voz 'letra'.

sábado, 18 de noviembre de 2023

Redacciones

https://www.youtube.com/watch?v=C-z-IckrQK8 

 

 

Despacho del financiero Ricardo Jordán. Lujo frío. Sobre la mesa, "ticker" y teléfonos. En las paredes, mapas económicos con franjas de colores, banderitas agrupadas en los grandes mercados y cintas indicadoras de comunicaciones. Una gran esfera terrestre, de trípode. Reloj de péndulo. Invierno.

Enriqueta, sentada. Ricardo acude de mal humor al teléfono que llama desde que se levanta el telón. Mientras él habla, ella retoca su maquillaje.

Alejandro Casona - La barca sin pescador (descripción del escenario inicial)

Esta mañana me he topado, por casualidad, con un artículo escrito en un blog personal; y he leído, también, otros artículos en el mismo. El autor se declara nacido en los 50 y con un título universitario en una de esas ciencias que no sé si son de Letras o de Ciencias; pero como la ciencia versa sobre el Hombre, la daré como de Letras. El caso es que el blog me ha hecho pensar: la redacción de los artículos es horrorosa. Vale, quizá no fuera horrorosa; pero sí malísima. Sé que provengo de un mundo antiguo, ya casi olvidado, pero ¡la redacción!

Cuando yo iba a la escuela, además de los conocimientos curriculares de las asignaturas había muchas cosas que nos enseñaban sin darnos cuenta. Por ejemplo, ya conté en mi entrada sobre el Chino que en la asignatura de Geografía e Historia, en el Bachillerato, cada día dos alumnos tenían que ponerse de pie y desarrollar la lección oralmente, delante de todos. "Domínguez" (porque el Chino, como casi todos nuestros profesores, siempre nos trataba de usted), "háblenos sobre la Guerra de los Treinta Años". Y Domínguez se levantaría, fastididado por haber sido el afortunado, y contaría lo que supiera sobre ese periodo. En su caso muy poco, pero allá él con el ridículo que hiciera ante sus compañeros; otros sí se sabían la lección y hacían un papel más o menos digno. El caso es que allí no sólo se aprendía sobre la Guerra de los Treinta Años, también se aprendía a hablar en público. A elaborar un discurso, a pronunciar, a pensar y hablar a la vez. Y lo mismo todos los profesores que nos sacaban a la pizarra.

Una de las cosas que recuerdo de mis años infantiles era la insistencia de los maestros en los temas de Lengua. Caligrafía, sobre todo. Ortografía, también. Leer en voz alta, una herramienta fundamental para el maestro valorar cómo lee el niño pero también fundamental para el niño, que es el que a la postre ha de salir beneficiado. Y las redacciones.

Durante mis años de escuela escribí infinidad de redacciones. De todas las asignaturas, me parece, de tantas como escribí. Y las redacciones puntuaban, era parte de la nota. Leyendo el blog mentado me pregunto: ¿acaso no era así en todas las escuelas?

Redactar es poner por escrito unos pensamientos. Una redacción correcta ha de basarse en unos pensamientos ordenados, claros, y ha de plasmar esos pensamientos con frases lógicas, con una sintaxis adecuada, respetando las reglas de ortografía - en mis tiempos, también las de caligafría, pero eso ya...- y siguiendo un esquema básico de planteamiento, nudo y desenlace. Luego, según cada cual, aparecen las veleidades artísticas. Pero saber redactar debería ser una base ineludible para todo lo que tenga que venir después, y es algo que solo se aprende con la práctica. Con mucha práctica. Y esfuerzo.

«¡Qué tontería!», me responderán. Que cualquiera sabe redactar, que ese arte se adquiere sin esfuerzo, al mismo tiempo que se aprende el idioma. ¿Seguro? Prueben a escribirse, para ustedes mismos... pongamos un relato sobre sus días de escuela. O sobre su último viaje, o sobre su padre, lo conocieran o no. Si el texto que les resulta es ordenado, lógico, con una sintaxis correcta, con un vocabulario ajustado a lo que se quiere decir, sin faltas de ortografía, aprueban raspado. Raspadísimo, porque convendrán conmigo que menos es inaceptable. Pero sigamos repasando el texto: ¿siguen el hilo del relato? ¿Captan lo que quiere decir? ¿Tiene un argumento, un planteamiento, un final?

—Cuando despertó, el dinosaurio todavía seguía ahí.

El famoso relato de 7 palabras de Augusto Monterroso tiene un planteamiento ("Cuando despertó,"), un nudo "el dinosaurio todavía seguía") y un desenlace: "ahí". El desenlace es demoledor, sorprendente, y da la auténtica categoría al relato. Pero no traigo a colación este relato para alabar a Monterroso - que no lo necesita-, sino para que vean que tiene que haber un final. Un último pensamiento que nos haga rememorar toda la redacción y volverla a examinar bajo la luz de esa última idea. 

Si su redacción tiene el hilo argumental, estupendo. No sólo será un texto lingüisticamente correcto, sino que también estará intelectualmente armado. Un bien. ¿Un bien? ¿Que más le falta? Pues algo que, por si le consuela, echo también en falta en la mayoría de los artículos de opinión de periodistas y escribientes varios: ganas de leer hasta el final.

Una buena redacción tiene que querer que la lean. De cabo a rabo. Tiene que interesar al que la lee. "Cuando despertó" provoca que todos queramos saber más: cuando despertó, ¿qué? Pues nosotros, igual o casi. En cierta ocasión trabajé en un proyecto de reparación que requería bastante presupuesto: iban a tener que gastarse mucho dinero (un par de millones de euros) en reparar una cosa que no parecía muy rota. Claro, tuve que hacer informes. Y para el jefe de mi cliente. Y para los jefes del jefe de mi cliente. Recuerdo esa reunión, tenía que durar quince minutos y no más porque eran personas muy ocupadas que no se iban a interesar por los detalles de lo que pasaba. Aparte, el tema era árido como pocos, no digamos ya los detalles, la geología, las pruebas hechas, los ensayos de laboratorio... Pero trabajé la presentación, intentando contar una historia con suspense: que estuvieran atentos a los detalles, que intentaran en su cabeza formarse el cuadro de la situación y que quisieran saber cómo acabaría. EL cuarto de hora fue una hora y cuarto. Con gran asombro del personal de mi cliente, que sus grandes jefes estuvieran de verdad tan interesados. Y al final éstos me pidieron "3 diapositivas" para presentar el asunto ellos al presidente de la compañía (a esa presentación yo ya no asistí; pero conseguí el dinero).

Y lo que me desespera es que no creo que esté pidiendo ningún imposible. No me parece que haga falta una habilidad sobrehumana sólo al alcance de muy pocos. Lo único que hace falta es que el que escribe quiera escribir bien. Oigan, que yo soy de Ciencias, ingeniero. Escribir no es lo mío, y sin embargo me esfuerzo. Y dado que mis clientes y colegas alaban específicamente lo que escribo... pues eso, que pienso que todos deberían hacer lo mismo.

 

En las escuelas deberían poner el foco en las redacciones. No recuerdo a mis hijos en sus años de escuela escribir redacciones, y por eso me huelo que hace tiempo que se abandonaron. Y así nos va.

 

 

Taylor Swift - Say don't go 

 

 

 

.

jueves, 2 de noviembre de 2023

Dominio del lenguaje de una periodista

"Hojeando" un periódico en internet me encuentro este titular con el que encabezan su portal:


Mi primera reacción fue intentar arrancarme los ojos. ¿Cómo puede una periodista, con la suficiente importancia como para que el digital le conceda encabezar su portada, cometer un fallo semejante? Porque no es una errata, no es un error de ortografía, no es de sintaxis. Es, sin más, que la periodista no domina su idioma lo suficiente, pobre conocimiento tiene de su herramienta de trabajo.

Intrigado por quién comete el error, consulto la noticia para saber si la cita es una declaración textual de alguien. Y no, es una referencia a un texto: según la noticia, es un comunicado que, dice «...supone la "abolición del Estado de derecho"».

Ocho vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han pedido a su presidente interino, Vicente Guilarte, que convoque un Pleno Extraordinario ante la inminente aprobación de la ley de amnistía. Los firmantes hablan de una "intensa preocupación y desolación" con la norma que el Gobierno ha pactado con ERC y Junts la cual, dicen, supone la "abolición del Estado de derecho".

Luego el error es de la periodista, que además hace decir a quien dice que dice lo que no dice. Y que no lo dice porque en verdad no puede decirlo. Menuda periodista.

Un periodista debería, debe, saber que el verbo abolir es defectivo. Sólo se conjugan las formas que incluyen la letra -i. Por eso yo nunca "abolo", ni tú "aboles" ni él "abole", pero sí es posible "nosotros abolimos". Yo derogo, tú derogas y él deroga, pero nunca abolir. 

Esa periodista se defenderá de no saber que 2x3=6 diciendo aquello de "es que yo soy de letras", pero está claro que cualquiera que realmente sea de letras debería decir que no, que a ésa no la cuenten entre los suyos.

Este país se está yendo al carajo.

miércoles, 4 de octubre de 2023

Mis versículos favoritos XVIII: págame lo que me debes

https://www.youtube.com/watch?v=IUZEtVbJT5c 

 

 

Al salir, el criado se encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo «Págame lo que me debes».

Mt 18, 28

Casualmente se leyó el otro domingo en la misa. Es uno de mis versículos favoritos por la tremenda viveza  y la sorpresa que causa en el texto, por lo demás comedido y reposado, de la imagen.

Es un versículo de una parábola en la que Jesús está hablando sobre el perdón. En el ejemplo, explica que el reino de los cielos se parece a un rey que quiere ajustar cuentas con sus criados. Uno de ellos le debe 10.000 talentos (un talento, ya de por sí, era una cantidad enorme en aquel tiempo), y el hombre no los tiene. El rey, por tanto, ordena que lo vendan, a él, a su mujer, a sus hijos y todas sus posesiones y así quedaría pagado (dado que no iba a recuperar más). El criado se arroja a sus pies y le pide un poco más de plazo, que se lo pagará todo, y el rey accede. Al salir de la audiencia, el criado se encuentra con otro compañero que le debía 100 míseros denarios, y...

El compañero también le pide más tiempo, pero el criado ordena que lo metan en la cárcel hasta que pagase. Por supuesto, el rey acaba enterándose y nuestro protagonista acaba entregado a los verdugos.

 

 

Hablemos de Cataluña. Hablemos de la inmersión lingüística. Hablemos de las lenguas autonómicas en el Congreso.

Todo empezó cuando, en la Transición, los diputados catalanistas pidieron poder enseñar a los niños catalanes en catalán. El argumento, una tesis creo que compartida también entonces por la UNESCO (aunque ya se sabe que este tipo de organizaciones tiene tesis para cualquier cosa y su contraria) es que lo mejor para los niños es que sus primeros años de enseñanza se realicen en su lengua materna. El bien de los niños es lo primero, lo importante es que aprendan, y su tesis salió adelante. O, para ser precisos, su objetivo salió adelante: su tesis se podría haber convertido en norma, pero no lo hizo. Y luego, pasó lo que pasó: en que pudieron, se olvidaron del asunto y catalán para todos los niños, sea su lengua materna la que sea. Su nuevo argumento fue la cohesión social, paradoja máxima donde las haya pues lo que se busca es la descohesión social con el resto de españoles y catalanes que no tienen el catalán como lengua materna, también se quería descohesionar a esos niños de esas personas e integrarlos en el mundo catalanista. Y de esos polvos estos lodos.

Ahora muchos diputados, los catalanistas y los necesitados de los votos de esos diputados, han implantado que en el Congreso se pueda hablar en catalán, gallego o vasco. Dejemos también de lado la paradoja de que al Congreso se va a precisamente ponerse de acuerdo unos y otros y que todos los diputados representan a todos los españoles con independencia de por qué circunscripción han resultado elegidos, y fijémonos en la situación en Cataluña. Aquí, ¡ay del que pretenda que a hijo se le enseñe con al menos un 25% de las asignaturas en español! Muerte civil, para el niño y para toda su familia. ¡Ay del que pretenda que sus tratos con la Administración sean en español! O, en muchos casos, con la escuela, el ambulatorio. Hablemos de todos esos políticos catalanes que, sabiendo que no va a venir ningún rey a reprenderles, piden a los ciudadanos que no hablen en español con nadie, aunque el otro no sepa catalán: que lo aprenda, carajo. Y donde se intenta adoctrinar en la escuelas (en muchas) en el odio a lo español en general y al idioma español en particular.

Para muchos, el derecho a hablar en la lengua materna y a ser educado en la lengua materna es sólo si esa lengua materna es el catalán. En español, ese derecho no existe en Cataluña.

Yo, qué quieren que les diga. Ojalá exista algún rey que, enterado de la situación, mande llamar al despiadado criado y lo entregue a los verdugos.



Georg Friedrich Händel - El Mesías: Aleluya (coro) 

jueves, 29 de junio de 2023

Pido disculpas si...

https://www.youtube.com/watch?v=0lN-iL3hz4g 

 

 

La presidente del Congreso de los diputados ha realizado unas declaraciones públicas, en el curso de las cuales ha hecho una afirmación cuando menos polémica. Además de polémica, es falsa y revela que esa señora o desconoce la realidad del español que no tiene la vida resuelta o no piensa lo que dice. Como es comprensible, todos pensamos que es lo primero y que ese desconocimiento de la realidad es fruto de las incontables prebendas de la sinecura que disfruta, y se armó la marimorena.

Y, como era de esperar, la presidente no tardó en rectificar, a la manera de los políticos:

—Pido disculpas si no me he expresado bien.

Ya estamos. Si no se ha expresado bien, pide disculpas por no haberse expresado bien. Pero ¡eh!, si se ha expresado bien entonces no hay nada por lo que disculparse. ¡Eh!

Señora, mire usted sus declaraciones y decida si se expresó bien o no; si se expresó bien, pida disculpas por lo que lamente haber dicho si lo lamenta, y si no lo lamenta reafírmese. Y si no se expresó bien, pida disculpas de la forma correcta:

—Pido disculpas por no haberme expresado bien: lo que quería decir es... (y aquí diga lo contrario de lo que dijo, que por cierto fue una afirmación muy clara).

El problema se complica si, como es el caso y es lo habitual, en la afirmación no hay ambigüedad alguna o posible doble interpretación, no es como si hubiera dicho «como presidente del Congreso he tenido que hacer muchas cosas desagradables», o «trabajando con Pedro Sánchez me he visto forzada a adoptar posturas que no quería, muchas situaciones en las que no podía decir no y tener que tragar». No, normalmente las declaraciones no son interpretables, su significado está claro. Así que, salvo que la declarante explique que fue un lapsus linguae, o un desajuste en su medicación ese día pero que ya se la han corregido, o (la señora tiene 50 años) fruto de algún desajuste hormonal excesivo o qué sé yo, estas disculpas no son sinceras.

En España hubo una vez que alguien dio una disculpa sincera, y medio país se le echó encima; han pasado diez años y siguen haciéndose burlas:

—Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a pasar.

Pobre Juan Carlos I, como para disculparse de verdad.

No, las disculpas de los políticos casi nunca son sinceras. Su arrepentimiento sí, porque se dan cuenta de que han metido la pata, pero eso no lo van a reconocer.

—Pido disculpas si alguien se ha podido sentir ofendido.

—Pido disculpas si alguien ha interpretado que...

—Pido disculpas si no me he expresado bien.

 

 

 

Les Colporteurs - Korobeiniki