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martes, 9 de abril de 2024

Marruecos 1803



«El carácter distintivo de aquellas gentes es la ociosidad: a cualquier hora del día se las ve sentadas o tendidas cuan largas son por las calles y otros parajes públicos. Son eternos habladores y visitadores, de manera que al principio me costaba mucho desembarazarme de ellos, mas luego, como me tenían respeto, se retiraban a la primera insinuación y así me dejaban tiempo para trabajar.

El traje de los habitantes es camisa con mangas anchísimas, enormes calzones de tela blanca, chaleco de lana, bonete rojo y puntiagudo, la mayor parte llevan alrededor de éste una tela o muselina blanca que forma el turbante. El hhaik los envuelve enteramente y cubre su cabeza a manera de cogulla, a veces el capote o albornoz blanco con su capucha encima del hhaik, y las babuchas o pantuflos amarillos. No falta tampoco quien en lugar de la chaquetilla lleva un caftán o levita larga abrochada por delante de arriba abajo con mangas muy anchas, pero no tan largas como la de los caftanes turcos. Todos llevan cinturón de lana o seda.

Las mujeres salen siempre tan completamente envueltas, que con dificultad se vislumbra un ojo en el fondo de un gran pliegue de su hhaik; su calzado consta de grandes babuchas coloradas, sin medias como los hombres. Cuando llevan un niño u otra carga, siempre es sobre las espaldas, de modo que no se puedan ver las manos.

El vestido de los niños consta de una simple túnica con cinturón.

El albornoz sobre el hhaik es el traje de ceremonia de los talbes o literatos, los imames o jefes de las mezquitas, y alfaquíes o doctores de la ley.»

Domingo Badía es uno de los más singulares personajes que ha dado la historia de España. Bajo el nombre de Alí Bey (y con este nombre tiene dedicada una céntrica calle en Barcelona), viajó por el mundo árabe hacia 1800. En aquella época, era un mundo vedado a los cristianos, así que viajó haciéndose pasar por un musulmán criado en Occidente porque su padre era un rico turco que había tenido que salir por patas. ¿Viajó o espió? ¿O ambas cosas: espió para que le pagaran lo que él quería hacer, que era viajar? No lo tengo claro, porque ya digo que era un tipo singular, lleno de claroscuros.

El caso es que en 1803 hizo un viaje por Marruecos; el fragmento reproducido es de su libro Viajes por Marruecos en la edición de Salvador Barberá Fraguas.

Es interesante la descripción que hace del carácter del habitante de Tánger. Piense el lector si se parece en la actualidad a como era hace 220 años.

Como datos curiosos, el editor apunta que las babuchas marroquíes se diferencian de las orientales en que dejan suelto el talón y que a ello se atribuye el que los marroquíes no padezcan de callos (no tenía ni idea). Y resulta que algunos descubrieron que Alí Bey sí los tenía, y eso hizo sospechar que su identidad era fingida.

El otro dato es sobre el albornoz blanco sobre la chilaba del último párrafo. Se cree que proviene de la época de los Omeya en España, pues ya entonces lo vestían los dignatarios. En la actualidad sólo la usa un número muy reducido de letrados, aunque es obligatorio para los altos funcionarios en las ceremonias civiles y religiosas en presencia del monarca. La próxima vez que den imágenes de recepciones reales en Marruecos intentaré fijarme.




Luigi Boccherini - Quinteto de cuerda op. 11 nº 5: minueto

lunes, 25 de marzo de 2024

El combate de los 30

https://www.youtube.com/watch?v=0raZer51wHA 

 

 

La historia parece falsa, extraída de una novela romántica (del periodo romántico, ha de entenderse) o una película clásica de Hollywood, pero es verdad.

En 1351 ingleses y franceses se disputan la soberanía de Bretaña. La ciudad de Ploërmel está bajo dominio inglés, comandado por el capitán Richard (según mi fuente pre-internet; según la wikipedia, Robert) Benborough, que se ha hecho fuerte en el castillo. El francés Robert (o Jean, si hago caso a internet) de Beaumanoir está al frente de las tropas francesas pero no consigue desalojar a Benborough de sus posiciones. Desesperado, Beaumanoir decide retar al inglés.

De acuerdo con la más pura tradición de la caballería, Beaumanoir envía un emisario para fijar las condiciones de un combate singular, que se celebraría (caramba, qué coincidencia, van a cumplirse 673 años) el 27 de marzo, en la llanura de Croix-Helléan, a 6 km de Ploërmel. Y se batirán 30 caballeros franceses contra 30 ingleses.

El día fijado aparecen en el lugar fijado los caballeros, bien pertrechados con sus armaduras, sólidamente afianzados en sus caballos, con sus escuderos y todo el cortejo. Los dos bandos se colocan en línea y empieza el combate.

En la primera pasada caen, heridos de muerte, cuatro franceses y dos ingleses; pero en la segunda, los franceses cobran ventaja, pues matan a Benborough y 8 compañeros. Los ingleses, eso sí, no flaquean, se revuelven, emplean sus lanzas, sus mazas de combate,... luchan sin tregua.

En un momento dado, Beaumamoir, herido, abandona el combate. La sed le atormenta, pero su amigo Du Bois le dice «bébete tu sangre, Beaumamoir, te refrescará». ¿Es posible un lance más caballeresco?

Hasta que los franceses, dirigidos por Guillaume de Montauban, rodean a los últimos ingleses, derriban a siete y hacen prisioneros a los supervivientes. Fin del combate, llamado desde entonces El combate de los Treinta

Y chascarrillo adicional. El MVP del partido... quiero decir, el mejor combatiente fue declarado, por el bando ganador, Alain de Titenáic; por el bando inglés, Croquart (un guerrero profesional que tenían), que tras la muerte de Benborough se había erigido en su capitán.

Otros tiempos, otras costumbres. Otros valores.

 

 

Joan Manuel Serrat - Lucía 

sábado, 9 de marzo de 2024

El pájaro azul

Malcolm Campbell nació el 11 de marzo de 1885, así que durante sus primeros años presenció la aparición y desarrollo de algunos artefactos fantásticos, como el automóvil y el avión. A su fascinación por ellos añadamos algo que sin duda llevaba dentro: la velocidad. No es extraño que en la Primera Guerra Mundial (era inglés) fuera piloto de aviación, y que terminara con obsesionarse con ser el hombre más rápido sobre la Tierra.

En 1924 Campbell construye un automóvil al que denomina "Sunbeam". Pero no era el típico vehículo de 1924 que tenemos todo en mente, no: era un bólido de 18 litros de cilindrada (¡18 litros!), y establece un récord de velocidad: 219,378 km/h. En 1924.

Y entonces ocurre lo mejor: un compatriota y amigo suyo, Henry Segrave, ¡le arrebata el récord! Era 1926 y Segrave alcanzó los 245 km/h. Empezó entonces una competición entre los dos por poseer el título: Campbell lo recuperó 4 veces antes de la muerte de Segrave en 1930. Antes, en 1927, Segrave había superado ya los 320 km/h, y en 1929 ¡los 372 km/h! Pero tras ese récord, Segrave se dedicó a los récords sobre el agua, lo que fue el motorismo.

Mientras tanto, Campbell construyó el fabuloso Blue Bird, un artefacto (llamémoslo así) con un motor de aviación Rolls-Royce de 12 cilindros con compresor, 36 litros de cilindrada y una potencia de 3.000 caballos. Actualmente los Fórmula 1 llevan motores de 1,6 litros a los que sacan una increíble potencia de (más o menos) 1.000 caballos. Pues bien, en 1931 Campbell superó con su Blue Bird los 400 km/h. 1931, insisto. Y en 1935 alcanzó 484,51 km/h.

Pero lo mejor, para mí, es la silueta del Pájaro Azul. Repito, piensen en 1930, en los coches de la época, e imaginen a un inglés construyendo esto:

De Powerhouse Museum

 

lunes, 29 de enero de 2024

Ese país imaginario

https://www.youtube.com/watch?v=UIfiaF-tn6I 

 

 

El pasado 30 de diciembre, el Diario de Tarragona publicaba la siguiente carta de un lector:



Carta que traduzco así:

La boca de Miriam Nogueras

Leo la carta que le ha dirigido José Ángel Passolas Soberon, 'La boca de Miriam Nogueras', escribiendo: «Cuando el odio y el sectarismo se juntan, se forma la bomba». En desacuerdo le solicito la publicación de la respuesta. No es ni odio ni sectarismo. Es la respuesta al maltrato que Cataluña ha recibido durante siglos: lengua, déficit fiscal, bombardeos cada 50 años a Barcelona y el ataque a la idiosincrasia diferente de la española. El Sr. Passolas no conocerá el Decreto de Nueva Planta firmado por Felipe V, el año 1717, cuando destruyó el primer Parlamento democratico de Europa creado en  el siglo XIII y su gobierno, prohibiendo la lengua y desposeyendo de las leyes que habían regido durante siglos. Un santanderino de pro, nacido en Gandesa y amigo mío, Antoni Altadill, catedratico y presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, se lo explicaría. Siempre comentaba que desde el norte de España conquistaron los territorios de los árabes de cara al sur. Cataluña, país europeo, nacido el año 799, proviene del Imperio Carolingio. Tenemos bases diferentes y España ha impuesto la lengua, las leyes y ha ganado las guerras. ¡No es odio; es desacuerdo con el maltrato!

Anton Monner

Gandesa

Y se hizo el silencio. Todo el mundo meditó lo que acababa de pasar. El retrato que ha hecho una persona de sí misma.

Dejemos de lado que su gran amigo Antoni (yo más creo que Antonio, pero da igual) no figura en la relación histórica que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico proporciona en su web (https.../presidentes-y-jefes-de-unidad) sino como jefe de la oficina de planificación hidrológica: no tiene importancia y este pecadillo venial le puede pasar a cualquiera. Lo que nos asombra es que el sr. Monner cree sinceramente lo que dice. Y que, se infiere, fruto de ese entendimiento, él odia a España siquiera por reciprocidad.

Cuesta entender fuera de España a algunos catalanes, como el sr. Monner. Cuesta, porque no se sabe que esos catalanes, como el sr. Monner, por la razón que sea creen que la Historia fue así y las motivaciones de lo que creen que pasó fueron las que creen.

Y lo peor es que en Cataluña se sigue enseñando en muchas escuelas esta doctrina. La tesis del sr. Monner es la tesis oficial aquí, lo que propala el Gobierno autonómico y ese gran ejército de lacayos suyos sin mente que, como quedó patente en los sucesos del 2017, son la mayoría de los directores de escuelas e institutos públicos de las provincias catalanas.

En fin, yo no sé qué se ha de hacer en estos casos. ¿Desprogramarle el cerebro? ¿Tratarle como a un loco, ignorarle? ¿Decirle que se vaya a freir espárragos? ¿Expulsarles de España? 



Little Big Town - Next to you


jueves, 30 de noviembre de 2023

Tres efemérides II: Horacio

https://www.youtube.com/watch?v=Rc78j1yICps 

 

La palabra dicha no puede ser borrada. (Horacio)


Cuando yo era chaval, los curas de mi colegio albergaron a un cura polaco. ¿Cómo se entendían? En latín. Cuando yo era chaval, todos los curas - el polaco también- sabían latín. 

Cuando yo era chaval, los curas sabían latín; la población en general no. Nuestros mayores habían estudiado latín, claro, mi padre tuvo 7 años de latín en la escuela, pero no alcanzaban el dominio de generaciones anteriores. De 100 ó 150 años antes, no me extrañaría que las personas cultas de 1850 sí pudieran hablar en latín con cierta fluidez. A mí, por supuesto, no me llegó el interés por el latín de la época de mi padre (en librerías de lance he encontrado manuales escolares de la época que ¡caray!), pero por alguna razón estudié que los principales nombres de la literatura latina eran Virgilio, Ovidio y Horacio. Supongo que sería por, entre otras cosas, lo canónico de su latín: es curioso que los tres fueran coetáneos. Con el tiempo, ya mayor, supe de otros: Salustio, Suetonio, Marcial, Plauto, etc. Pero los nombres de pequeño eran esos. No sé los nombres que habrán estudiado los jóvenes hoy en día, y no me extrañaría que la lista se redujera a ninguno. Eso no significa que los jóvenes de hoy en día no hayan estudiado los datos fundamentales de la civilización romana (nadie estudia autores cartagineses), pero da que pensar acerca de la formación que estamos dando a nuestros menores.

Pero centrémonos en Horacio, porque el 27 de noviembre fue el aniversario de su muerte.

Para empezar, se llamaba Quintus Horatius Flaccus, pero todos le llamamos Horacio. Comprensible. Su padre era un liberto (un antiguo esclavo manumitido), que poseía un pequeño trozo de tierra, y su mayor deseo era que su hijo llegara a ser un ciudadano culto, instruido y virtuoso. Para cumplir su deseo, se trasladó a Roma, y allí Horacio supo sacar provecho de los sacrificios paternos, y a los veinte años fue a Atenas para completar su instrucción. 

De regreso a Roma se vio obligado a ganarse la vida como escribano. La necesidad le hizo audaz, y compuso sus primeros versos, los cuales le introdujeron en los medios literarios. Así fue como trabó amistad con Virgilio y, a través de éste, con Mecenas. En aquella época mecenas no significaba "protector de los artistas", sino que era el nombre de un patricio romano muy rico, que le regaló a Horacio una villa donde éste llevó una existencia tranquila y sin agobios económicos. Allí pudo dedicar todo su tiempo a escribir, y de esta historia surge la palabra mecenas y su significado. Por si no lo sabían.

Horacio tenía una filosofía de la vida basada en el justo medio de las cosas. El emperador Augusto le ofreció ser su secretario particular, pero rechazó la oferta: prefería la paz de su villa, sus escritos y sus amigos. Mecenas, claro, pero es que Horacio no tenía deseos de poder o de riquezas.

El poeta murió el 27 de noviembre del año 8 antes de Cristo, pocos días después que Mecenas. El emperador, que sabía del afecto que unía a ambos hombres, mandó que fueran enterrados uno al lado del otro, en el Esquilino. Dentro, por tanto, de las murallas de la ciudad.

No estoy versado en Horacio. Ni en Ovidio, ni en Virgilio. Empecé la Eneida (no en latín, por descontado), pero no la pude terminar: me pareció demasiado pedante, comparada con Homero. Pero eso no quita para que no sepa que Ovidio escribió el Ars amandi, y que recuerde los nombres de estos tres grandes. Cultura general, el nivel de cultura general que se entendía como imprescindible cuando yo era chico. Ahora... no sé. Creo que la cultura general que se considera imprescindible ahora es de menor nivel que en mis años mozos. No sé si porque los poderes consideran que no es necesario un nivel como el de entonces o porque no se considera adecuado tener que hacer el esfuerzo necesario. Sea lo que sea, es un signo de estos tiempos. Deberíamos reflexionar sobre ello, y por eso aprovecho la efemérides de Horacio para sacar el tema a colación. 

 

 

Por cierto: Horacio fue el autor de la famosa frase Carpe diem. Quizá les suene.

 

 

 

Enya - Cursum Perficio 

miércoles, 29 de noviembre de 2023

Tres efemérides I: El río Beresina

https://www.youtube.com/watch?v=3ou9GMaUYOw 

 

 

Es tema estos días la película "Napoleón", de Ridley Scott. No la he visto, y no creo que la vea (al menos en un cine), pero eso no viene al caso. La traigo a colación porque creo que en la película se habla de la batalla de Borodino, pero creo que no del cruce del río Beresina. Y aunque la batalla de Borodino fuera cruenta y cinematográficamente espectacular, yo creo que tiene más interés el cruce del Beresina: la primera fue una batalla como tantas otras, de hecho la ganó Napoleón (aunque no le saliera a cuenta el ganarla), mientras el cruce del río fue mucho más que una simple batalla.

Tras la mentada batalla de Borodino (7 de septiembre de 1812), Napoleón entró en Moscú. Era el 14 de septiembre. Los rusos habían abandonado la ciudad, sin dudar en incendiarla para que no le sirviera de nada: aplicaban la táctica de la tierra quemada, literalmente. El 29 de octubre, con el temible invierno ruso a punto, Napoleón se resigna y ordena la retirada: se vuelven a Francia. En la marcha, bajo las nevadas, el frío y el hambre causan miles de víctimas en las filas del ejército francés al que los cosacos hostigan sin tregua.

El 25 de noviembre los regimientos quedan inmovilizados en la orilla del río Beresina, un río sin más de Bielorrusia. Claro que los ríos "sin más" de la llanura bielorrusa no son como los nuestros, y el 25 de noviembre de allí no es como el nuestro. El caso es que los rusos habían destruido los puentes, por lo que, durante la noche, 400 pontoneros  del general Éblé penetran en el agua, que arrastra témpanos de hielo, y construyen dos nuevos puentes de madera, uno para la infantería y el otro para la caballería y la artillería.

El 26 de noviembre 10.000 hombres consiguen pasar. Los cañones rusos abaten soldados y caballos y destruyen en varios bombardeos los puentes que los pontoneros franceses, con el agua helada hasta la cintura, van reparando poco a poco.

Durante dos días (estos días se cumplen 211 años), los soldados, medio muertos de hambre y de frío, cruzan el río en un desorden indescriptible. Ya no hay más que un fantasma de ejército que se retira lentamente sobre la nieve. ¿Napoleón? Probablemente, a toda prisa camino de París.  Baste decir que la palabra "bérézina" en Francia es sinónimo de catástrofe.

El fin de Napoleón tiene sus causas principales en sus fracasos en España y en Rusia. En España, sin duda porque despreció a los españoles y no le cabía en la cabeza que nos comportáramos como nos comportamos, sin aceptar civilizadamente que nos había invadido. Y en Rusia, porque estaba muy lejos - los ejércitos seguían moviéndose a pie- y no comprendió la enormidad de las distancias allí. El caso es que en los dos países sufrió, además de derrotas que le doliesen en el orgullo, una escabechina de personal, de jóvenes franceses que hacían de soldados. ¿Cuántos soldados podía permitirse perder Francia? Durante 20 años los que murieron fueron reemplazados por los que crecieron, pero en 1812 la situación hizo crac y a partir de ahí fue cuesta abajo y sin frenos. Ya no pudo competir con las demás naciones. Por simples razones demográficas, como Alemania en la 2ª Guerra Mundial.

Y además el paso del Beresina, desastre tal, marcó a Napoleón a los ojos de toda Europa. El mito era vencible, machacable y humillable. 

 

 

Coro del Ejército Rojo - Los cosacos 

viernes, 8 de septiembre de 2023

Homo sapiens puros

https://www.youtube.com/watch?v=HLvaZPdPYg4 

 

 

Como sabemos (salvo los estadounidenses), la humanidad surgió en África Oriental, en la quebrada del valle del Rift. Allí se daban las condiciones óptimas para evolucionar (en el sentido de mejorar), y evolucionaron de lo que fueran antes a los homo hábiles y listos que dominarían su entorno. Causas geológicas y climáticas (asociadas a la geología y también a la astrofísica de la Tierra) les indujeron a salir del valle y desplazarse hacia el norte a lo largo de los afluentes del Nilo y de los corredores más verdes del Sinaí, Próximo Oriente y Oriente Medio (el Creciente Fértil), y se desparramaron por Eurasia. Lo que pasa es que aún no eran homo sapiens. El homo erectus abandonó África durante una época de variación del clima de hace 1,8 millones de años, y llegó hasta China. Las teorías más modernas predican que estos evolucionaron para dar origen a los denisovanos en Asia central, y en Europa, el H.erectus evolucionó hasta dar origen a los neandertales, pero ¿y los que se habían quedado en África, en el valle del Rift? Estos siguieron evolucionando, y dieron origen a los humanos anatómicamente modernos hace entre 300 y 200 mil años.

Hace unos 60.000 años, los humanos del Rift volvieron a abandonar África y recorrer los caminos de sus antepasados. En ellos no se encontraron a los erectus, que ya se habían extinguido, pero sí a los denisovanos y a los neandertales (y tal vez a descendientes de alguna otra oleada de emigrantes intermedios). Y, claro. Desde hace unos 40.000 años, ya sólo quedamos los humanos modernos. Nos convertimos en una especie solitaria, el único superviviente del árbol genealógico de los homínidos. ¿Qué pasó, cuando se produjeron aquellos encuentros? No se sabe. Pero...

El código genético de los no africanos contiene alrededor del 2%  de los neandertales, se cree que producto del encuentro con ellos en Oriente Próximo, nada más salir de África. Los asiáticos orientales modernos tienen más ADN neandertal que los europeos, lo que sugiere que hubo al menos otro encuentro (cruce) en su ruta hacia el Este. Entre el 4 y 6 por ciento del ADN de los habitantes modernos de Melanesia y Oceanía deriva de los denisovanos; también hay ADN suyo en las poblaciones americanas nativas.No hay ningún pueblo indígena de los que quedan en África que tenga ADN de los neandertales o de los denisovanos. Siempre, claro, hablando de las poblaciones anteriores al año 1500, previas al gran mestizaje del imperio español y la mezcolanza de los tiempos modernos.

¿Por qué los sapiens eliminaron a los neandertales? Obviamente, eran mejores: los segundos eran más fuertes, pero los primeros eran más listos. ¿Y por qué eran más listos? Porque estuvieron más tiempo en el Rift. En la sabana africana, en un entorno increíblemente hostil (con parámetros actuales), donde se trataba de cazar o ser cazado y fajándose con leones, leopardos, guepardos, hienas y todos los depredadores que quieran. Una vez que abandonaron la zona y encontraron lugares más sencillos para ellos, se adocenaron y mejoraron menos.

Por cierto que no fueron los neandertales los únicos en sucumbir: hace unos 12.000 años un tercio de los mamíferos de cuerpo grande de Eurasia y dos tercios de los de Norteamérica se habían extinguido. La causa más probable fuera la llegada de cazadores humanos muy diestros y a los que no habían estado expuestos antes. Casualmente, el único continente que mantuvo su colección de animales grandes fue África: obviamente, se había ido adaptando a medida que evolucionábamos nosotros.

Da qué pensar.



Runrig - Protect and survive

 

martes, 5 de septiembre de 2023

Pinzón descubre el Amazonas

https://www.youtube.com/watch?v=jiU2lrGnT7U 

 

 

Antes de nada, conviene aclarar que todas estas cosas de "descubrimientos" son relativas. No faltan hoy en día cretinos que aducen que los españoles no descubrieron nada porque ya había allí gente que lo había descubierto antes; ésa es una discusión para necios, en las que ya se sabe que no debemos entrar porque nos tendríamos que poner a su nivel y nos ganarían por experiencia (creo que la cita original es de Mark Twain).

La prueba de que quién descubre qué es ridícula la tendríamos en el descubrimiento del Brasil. Sostiene la Historia que se enseña en los colegios que fue el portugués Álvarez del Cabral el que descubrió Brasil al alejarle una tormenta de su derrota el año 1500. Concretamente, el 22 de abril de ese año. Los portugueses habían descubierto que para rodear África tenían que navegar hacia el oeste, coger vientos y corrientes que les llevarían al sur y, cuando están a la altura adecuada, girar y navegar hacia el este. Todo esto se hacía a ojo, eran aguas ignotas (de las de Hic sunt dracones), y con este método se descubrieron, de manera indeseada al salirse de las rutas, Australia y Brasil entre otros lugares. Cabe destacar que esos descubrimientos fueron de chiripa, indeseados, diferentes de la mayoría de los españoles, que iban de verdad a descubrir (aunque hay excepciones: Ponce de León y la Florida, sin ir más lejos).

Vicente Yáñez Pinzón fue uno de los capitanes de Colón en 1492. En 1499 inició una expedición para explorar el sur (tal vez buscando un paso), y en enero del año 1500 llegó hasta lo que hoy es Recife:


Es decir, que descubrió Brasil. Antes que Cabral, y además queriendo.

El viaje en sí  fue una odisea, porque no siguió la estrategia conservadora que habrían seguido los portugueses (ir al Caribe por la ruta conocida y desde allí costear hacia el sureste), sino que fue a Canarias, de ahí a Cabo Verde y luego al suroeste. Y, claro: cruzaron la línea del Ecuador. Dejaron de ver la Estrella Polar, no tenían ni idea de cómo trazar los rumbos. Iban no sabían a dónde ni si habría un dónde, y además no sabían ni qué dirección llevaban. Sólo sabrían que era navidad y se estaban cociendo de calor.

Luego fue circunvalando el subcontinente hacia el Caribe, y allí fue cuando descubrió el río Amazonas.

Pero todo esto no fue fruto del azar: el primo de Pinzón, Diego de Lepe, capitaneó una segunda expedición que salió veinte días o un mes después y fue siguiendo la misma ruta. Lepe costeó con más calma la costa de Brasil, y pagó el pato.

Resulta que cuando Yáñez descubrió la desembocadura del Amazonas, las bocas más bien, se acercó a investigar. Es fácil imaginar que les asombraría un río tan grande como no habían visto ninguno, luego otro más o menos igual, y otro... Lo mirarían de cerca, y encontraron las islas de la desembocadura. ¿Y qué se encontró? Isleños. Indígenas que vivían en las islas, y donde no había llegado nadie (por el mar) en toda la vida de la tribu. Indígenas muy confiados, y Yáñez decidió llevarse 36 de ellos. Sin preguntar. Total, que poco después llega al mismo río, entra en él, halla a los mismos indígenas... y por primera vez las aguas se tiñeron con sangre castellana. Seguro que el hombre estaría preguntándose qué le había hecho él a esa gente. Por cierto, y ya que estamos: no me atrevo a afirmar con rotundidad cuál fue de los dos fue el que llegó hasta el cabo san Agustín, ya que ¿cómo iba a identificar el Pinzón hasta dónde había llegado? Los portugueses, gente práctica, lo tenían resuelto y sus naves llevaban columnas de piedra en las bodegas para marcar hasta dónde llegaban en su circunvalación de África, pero Pinzón no. Yo diría que la versión actual es que Yáñez Pinzón llegó hasta allí y que Lepe llegó aún más al sur. No sé, es posible que sea una cuestión que se haya investigado a fondo en el pasado e incluso que esté publicado en internet; yo no poseo ahora mismo ese conocimiento.

Por supuesto, el primer nombre que le dieron al río no fue "río Amazonas", sino, coloquialmente, río Grande, y formalmente, Santa María de la Mar Dulce. Mar Dulce, para abreviar. Y así constó en el mapamundi de Juan de la Cosa, y así se le conocía: río Grande, o Mar Dulce. Nadie sabe porqué (aunque tiros al aire hay muchos), en 1513, dentro del legajo del pleito de Colón, se dijo «el río Grande y el Marañón», como si fueran dos ríos. Entre 1513 y 1515 se sigue hablando del río Grande, pero a partir de 1515 ya sólo se habla del río Marañon. Tras la gesta de Orellana, al Marañón se le empezó a llamar "río Amazonas" y también "río de Orellana", triunfando finalmente lo de Amazonas. Aunque no del todo: en la actualidad se llama río Marañón al río desde sus fuentes hasta su unión con el río Ucayali, y a partir de ahí Amazonas.

Pero a lo que iba. El libro que estoy leyendo contaba el descubrimiento así:

Navegaba Vicente Yáñez Pinzón hacia el norte de la línea equinocial por el mes de febrero de 1500, y habiendo encontrado agua dulce en la mar a cuarenta leguas de tierra, deseoso de saber la causa de un fenómeno para él hasta entonces nunca visto, tornando el rumbo hacia la cosa...

Es decir: que iban a más de 200 km de la costa, y encontraron agua dulce. ¿Cómo encontraron el agua dulce? El historiador no lo dice. El libro que estoy leyendo es una edición de 2020, de un historiador, y el pasaje es un capitulo de otro libro que escribió otro historiador en 1894 que va siguiendo los relatos de cronistas antiguos (por eso no cito la fuente, porque me lío). En el texto que yo tengo no se explica cómo encontraron el agua dulce, así que o bien la explicación es sencillísima o no se han hecho ellos la pregunta. Pero yo sí me la hice: ¿acaso probaron el agua del mar y descubrieron que era dulce? Si el agua fuera de otro color, pongamos marrón, o arrastrara troncos o cosas así, lo que le habría llamado la atención a Pinzón sería eso, no el sabor del agua. Pero si no había nada especial ¿a santo de qué la probarían? No es esperable que siendo los navegantes extremeños (es el mito) o de tierra adentro, presumiblemente españoles que no sabrían nadar en el océano, que habrían visto tiburones cerca del barco en su singladura, no es esperable, digo, que se dedicaran a bañarse y nadar en el mar. Pero no es creíble que cogieran agua del mar y la fueran probando por si alguna vez sabía dulce. Así que... ¿cómo lo supieron?

Lo confieso: esperando un ascensor con un arquitecto, se me ocurrió sacar el tema. Y la solución que me dio en seguida me pareció tan evidente que... no puedo menos que escribirla aquí. Por si alguien también se lo había preguntado.

Por las salpicaduras de las olas contra el barco. Claro, las carabelas eran barcos pequeños, y la borda no estaría a más de dos metros sobre el nivel del agua, menos si estaban cargadas. Fácil que sólo fuera un metro y que las olas mojaran a los que estuvieran en cubierta. Y si uno tiene la sal pegada al cuerpo, fruto de tres meses de navegación, un chorro de agua dulce se nota.

Normal que quisieran investigar ese fenómeno. 

 

 

 

Gordon Lightfoot - If you could read my mind 

martes, 7 de marzo de 2023

El fin de una civilización

https://www.youtube.com/watch?v=9RYy_8u4blk 

 

 

En la antigüedad, el cobre era fundamental. El cobre es la base del bronce, y antes de la cultura del hierro, el bronce era lo más preciado en todo el mundo conocido. Por lo que quien dominaba el cobre dominaba el mundo.

En la antigüedad, el cobre se extraía sobre todo en Chipre (hasta el punto  de que cuprum, el latín del cobre, viene de cómo los romanos llamaban a la isla). Chipre es una rareza geológica, en su formación quiero decir, pero sobre todo es una isla. Una isla aislada... a la que se llega desde Creta. Y, casualmente (o no), en la Edad de Bronce, Creta era la base de la civilización minoica. Uno de los que los antiguos denominaban "los pueblos del mar". Los minoicos eran marineros. Marineros y mineros: extraían el cobre de Chipre, y lo vendían por todo el Mediterráneo. Al precio que quisieran. Durante mil años fueron los reyes del mambo, y se hicieron inmensamente ricos.

Supongo que las leyendas de Minos, el tesoro de Cnossos y todo eso tenían una base real.

Al final todas las civilizaciones mueren, y la minoica no fue una excepción: los griegos de Micenas invadieron Creta y acabaron con los minoicos. Desgraciadamente, la escritura minoica no ha conseguido ser traducida, y no sabemos los detalles. Ni lo que de verdad ocurrió.

Pero, por otro lado, dejaron rastros. Y hay científicos que saben interpretar esos rastros. Los arqueólogos. Y los geólogos saben también el contexto en el que ocurrieron las cosas. Y entre todos se consiguen descubrir cosas muy curiosas.

Por la época en la que los micénicos vencieron a los minoicos se produjo la gran erupción del volcán Tera. Tera era una isla 110 km al norte de Creta (ahora se llama, o más bien lo que queda de ella, Santorini). El volcán Tera estaba activo, pero lo normal, como el Etna y todos esos. Salvo que hacia el 1.600 ó 1.500 a.C. produjo una de las mayores erupciones volcánicas de la historia. La isla, Tera, quedó destrozada, y lo que ahora se llama Caldera de Santorini se parece más bien a un reventón gigantesco de un volcán descomunal:


 

Curiosamente, no hay islas entre Tera/Santorini y Creta. Pues bien, la erupción cubrió Creta de cenizas, pero en especial produjo un tsunami. Que llegó a Creta y arrasó Amniso.

Amniso era el gran puerto de Creta, y estaba en la costa norte, enfrente de Tera. A 110 km.  Así que el tsunami y la lluvia de ceniza y piedra pómez arrasó Creta, pero en especial se llevó por delante Amniso. La ciudad quedó barrida por la explosión, y como en Pompeya y en Herculano, los arqueólogos se están poniendo las botas. ¡Si además supieran entender el minoico! 

No hay precisión suficiente para datar la caída de Minos y la erupción del Tera; posiblemente, la invasión fue algunas generaciones anterior y los minoicos estaban ya en franca decadencia. Como sea, la explosión el tsunami liquidó no sólo su principal puerto en Creta y Acrotiri, su principal puerto comercial, que estaba... ¡en Tera!, sino también su flota (la comercial y además y estratégicamente más trascendente, la pesquera), e inundó los campos agrícolas volviéndolos infértiles por el agua de mar. Y añadan la lluvia de ceniza. Por ello, no se sabe con seguridad si la explosión coincidió con el derrumbe de la civilización minoica, pero lo más probable es que la erupción fue la puntilla de la caída de Minos tras la invasión de los micénicos o viceversa, dejó a la isla a punto de caramelo para ellos. El hecho es que poco después de la erupción los minoicos, los reyes del mundo durante mil años, desaparecieron. Una civilización asombrosa, borrada de la noche a la mañana por un desastre natural.



Por cierto: el hueco dejado por los minoicos no lo llenaron los micénicos, sino otro pueblo mucho más marinero que ellos: los fenicios.

 

 

Y una curiosidad adicional: el bronce es cobre al que se le añade una impureza. El efecto de esa impureza es que sus átomos, más grandes que los del cobre, obstaculizan el libre desplazamiento de los átomos de cobre por la malla metálica, y el metal "impuro" resulta mucho más duro y resistente que el cobre original. La impureza ideal, estándar, del bronce es el estaño. Pero así como el cobre estaba por todas partes (y en cantidades y calidades brutales en Chipre), el estaño no. Cuesta creerlo, pero el estaño lo obtenían de los Montes Metálicos, que es la cordillera que separa Alemania de Chequia, pero sobre todo... de Cornualles. Hasta ahí se iban a buscarlo. Por mar, a través de Gibraltar: los fenicios eran asombrosos. Y la importancia de Cádiz para ellos se entiende un poquito más.




Leonard Cohen - The partisian

 

viernes, 3 de febrero de 2023

La guerra es el infierno

https://www.youtube.com/watch?v=EeoFiBizcyE 

 

 

Me comunican que se ha muerto Karl, un arquitecto alemán con el que trabajé hace años. Era ya mayor, aunque no demasiado, pero sé que estaba enfermo del corazón. Pero aun así. Siempre se van los mejores, a veces. Como ésta.

Por edad, Karl era, lógicamente, hijo de un excombatiente. Excombatiente alemán de la segunda guerra mundial, no hace falta decirlo. Era inevitable que existieran personas como Karl. ¿Hijos de nazis? Eso es mucho decir: era hijo de un alemán que, sí, luchó con los nazis. ¿Le convierte eso a Karl en nazi? En absoluto, salvo que los alemanes fueran como muchos españoles que siguen acusando a los españoles de hoy de cosas que quizá (sólo quizá) habrían podido acusar tal vez a sus bisabuelos.

Pero es que Karl, me contó un día, nunca habló de la guerra con su padre. Mejor dicho, su padre nunca le habló a Karl de la guerra. Y Karl creyó saber porqué. Un día descubrió una foto de su padre de cuando entonces. No sé qué tipo de foto era, tal vez alguna de carnet de algo, de un salvoconducto o qué se yo, pero la vio. Y entonces supo qué hizo su padre durante la guerra, porque reconoció las insignias del cuello. Las dos calaveras. 

Su padre había servido en las SS en los campos de concentración.

A su padre lo alistaron y lo destinaron allí, cosas que pasaban. Supongo que el hombre, el chaval más bien, hizo lo que tenía que hacer. Supongo que no le gustó nada, y supongo que por eso jamás habló con su hijo de la guerra.

Su hijo nunca quiso preguntarle. 

Algo tiene la guerra, que los que la conocen sólo quieren olvidarla, y los hijos que no la viven perciben el dolor de los que sí y no quieren, tampoco, saber más de lo imprescindible.

La madre de Karl era francesa. El chaval no sería tan malo, pues. Y aquella generación entendía.

 

Ya que nosotros no aprendemos de los nuestros, aprendamos al menos de los de los demás. 

 

 

Vera Lynn - We'll meet again

domingo, 1 de enero de 2023

Alháquem II

https://www.youtube.com/watch?v=4Vs6xB52B3s 

 

 

El segundo califa de Córdoba fue, entre 961 y 976, el omeya Alháquem II. Su padre, Abderrahmán III, había tenido un reinado largo, 49 años, en los que fue dominante frente a los reinos cristianos, y Alháquem mantuvo ese dominio, empezó dándoles unas palizas a todos y así consiguió una paz duradera, en la que se dedicó por completo a su afición a las letras y al desarrollo de la prosperidad del califato; de hecho, nunca había reinado en España un califa tan sabio ni había buscado con tanta pasión los libros raros y preciosos. Fundó 27 escuelas, donde los hijos de padres pobres eran instruidos gratis, y las academias cordobesas se convirtieron en las más famosas del mundo. 

También desarrolló la agricultura, hasta el punto de que los historiadores dijeron que había cambiado la lanza y la espada por la azada y el rastrillo. España le debe la aclimatación del arroz, del algodón, de la caña de azúcar, del azafrán y de la palmera. En todos los puntos de Al Andalus había manufacturas de seda, algodón y paño, y cobraron fama por el tinte de las pieles (los cordobanes). Consiguieron adelantos notables en la cerámica, y trajo la costumbre oriental de variar los pastos. Los árabes no eran comerciantes comparables a los fenicios o los cartagineses, pero la posición de Arabia en medio de Oriente y Occidente y las peregrinaciones que tenían por centro la Meca favorecieron las relaciones mercantiles. Córdoba se aprovechó de esa red, y la seda y la lana, en bruto o manufacturada, el aceite, el azúcar, el ámbar, la cochinilla, el hierro, los metales y las armas bien templadas fabricadas en Toledo y Córdoba arrasaban en Oriente, de donde obtenían objetos de lujo (de hecho, los únicos que se recibían en la península del extranjero).

Alháquem II también favoreció el cultivo de la historia, la poesía descriptiva y el panegírico, el cuento y la novela, la retórica, la gramática, la geografía, los estudios filosóficos,... Las escuelas se asociaban a la mezquita, con especial fama la de Córdoba, y surgieron además academias de "hombres doctos". En pleno siglo X, cuando mayor era la ignorancia en el resto de Europa. El gusto por los libros y por la ostentación de tenerlos llegó al punto de que en Córdoba había potentados que alardeaban de tener grandes bibliotecas, y para alucinar: el catálogo de la biblioteca pública de Córdoba constaba de 44 volúmenes en los que sólo se apuntaba el título del libro y su colocación.

Es la fama del nivel cultural de la España musulmana. Y lo que he escrito es cierto, pero... hay un pero.

Sí, desarrollaron la agricultura. Pero no trajeron el aprovechamiento de las aguas y los procedimientos de cultivo: eso lo aprendieron de los naturales. Y estudiaron y recopilaron, pero no desarrollaron un saber original. La verdad es que los árabes no tenían, cuando invadieron España, la superioridad cultural que se les supone, siendo además los que llegaron pocos y extraños a las ciencias y a las artes. Además, en Oriente, donde los árabes eran numerosos, salieron de su primitiva rudeza con el paso de los siglos y gracias a la influencia civilizadora de sirios, persas y griegos, pero los musulmanes que cruzaron a España eran en su mayoría moros africanos: no aportaron nada; basta comparar el pobrísimo desarrollo cultural que se produjo en el Magreb, de donde procedían. En España, en cambio, el desarrollo cultural se produjo por tres vías: por los mozárabes (los hispanos cristianos que vivieron en el califato hasta el siglo XI), los muladíes (los cristianos que se convertían al islam) y ¡las mujeres! Sí, las mujeres indígenas: al revés de lo que pasó en Oriente y en África, aquí las mujeres triunfaron sobre las preocupaciones religiosas y sociales que las esclavizaban, y brillaron a menudo como poetisas, como doctoras y como princesas, recabando homenajes tales de respeto y de consideración que al estudiar la literatura arábigo-hispana muchos autores sospechan que entre los árabes españoles nació el espíritu caballeresco.

 

Las cosas hay que contarlas como son.



Johann Strauss - Galope de los bandidos


lunes, 19 de diciembre de 2022

Causa de la ruina de la monarquía visigoda

https://www.youtube.com/watch?v=LTyj856BtWY 

 

 

80. Causa de la ruina de la monarquía visigoda.— La verdadera y la única causa fue la forma electiva de la monarquía, que, poniendo el poder supremo al alcance de todas las ambiciones, animaba a todos los pretendientes, y daba calor a las intrigas, a las sediciones y a las guerras intestinas. Muza conocía la frecuencia y la periodicidad de estas luchas fratricidas, y esta fue la razón que explica por qué preparándose para aprovecharse de ellas, emprendiéndola sólo con los recursos de su Gobierno de África, no apresuraba sus preparativos hasta que en España estallara una nueva revolución. Y no tuvo mucho que esperar: el movimiento estalló en los primeros días de 711, y la lucha de los partidos presentó tal carácter de animosidad, que aun ante el común peligro el partido vencido no se reconcilió con el vencedor, ni se presentó con él en el campo de batalla sino para asegurar mejor su venganza, pasándose al enemigo en lo más empeñado del combate. La monarquía visigoda pereció, pues, porque estaba políticamente dividida, como Polonia sucumbió en el pasado siglo.

Félix Sánchez Casado, catedrático del Instituto de San Isidoro e individuo del Real Consejo de Instrucción Pública: Prontuario de Historia de España y de la civilización española, Madrid 1907.

 

Me han regalado, por mi cumpleaños, este libro de Historia de España, escrito en realidad en 1897 pero ampliado en la parte contemporánea en 1907 y que es, colijo, un manual para los profesores y maestros de las escuelas. En verdad tiene modos antiguos, que pueden entenderse mirando la época de composición, pero es muy interesante: cuenta muchas cosas que -en mi opinión- se han ido perdiendo por el proceso natural de degradación de la transmisión de los conocimientos. Así, mis mayores estudiaron la monarquía visigoda con mucho más empeño que yo (la famosa lista de los reyes godos, abandonada ya en mi tiempo pero citada como ejemplo del rigor y causa de los terrores estudiantiles de antaño), pero yo la estudié con mucha más profundidad que mis menores y estoy seguro de que muchos estudiantes de ahora dirían "¿visiqué?". 

El caso es que no recuerdo haber estudiado nunca, en ningún curso, un análisis de las causas de la caída visigoda, y me ha sorprendido el texto que reproduzco. Es que nunca me había parado a pensarlo.

Y, al mismo tiempo, el análisis me ha sonado no sólo lógico, sino también extrañamente familiar. Trece siglos después, aún nos reconocemos en el retrato de aquellos antepasados.



Richard Wagner - Tannhäuser (obertura)

 

lunes, 12 de septiembre de 2022

Carne de presidio

Los presidios no eran, originalmente, lo que todo el mundo cree, sino los fuertes fronterizos que los españoles empezaron a construir a medida que iban ampliando sus dominios, especialmente por el norte de Méjico y todo el vasto sur de los Estados Unidos que hay entre el Golfo y el Pacífico.

Ya conté, el otro día, que estaba leyendo un libro sobre los ingenieros en el imperio español (enlace aquí), y en él explica que los españoles, que querían que su imperio fuera réplica del romano que tenían idealizado, denominaron presidios a los fuertes fronterizos porque los romanos llamaban así a las fortificaciones que "presidían" el avance de las legiones. Solo que la frontera española estaba mucho más lejos que la romana, era mucho más larga y, sobre todo, contaban con muchos menos medios y hombres.

Estos fuertes, perdidos en las inmensidades de Tejas, Nuevo Méjico o Arizona, no eran destinos soñados, sino todo lo contrario. Guarniciones olvidadas, que recibían insuficientes soldadas, sin nada que hacer (ociosidad, madre de todos los vicios), sin medios para ser eficaces, a menudo con la subsistencia como objetivo fundamental, para defender a algún misionero loco (como es lógico, no hay comercio apenas en la frontera de Nuevo Méjico) o a los pueblos indios en los que hubiera habido éxito y se hubieran convertido al catolicismo. Hasta el punto que algunos presidios se clausuraron porque ¿para qué?

Pues bien, el libro cuenta que las guarniciones de los presidios empezaron siendo de 25 hombres, luego aumentados a 50 y finalmente a 100, y ésta era una cantidad que en la práctica no se conseguía. Porque había un problema: reclutar. Como he dicho, no eran los destinos soñados por nadie, no digamos ya por los que querían hacer una carrera de armas. Al final, y como es fácil de imaginar, las guarniciones se completaban "con toda clase de desesperados, perezosos e irresponsables -con toda franqueza la escoria del Imperio-".

Fácil es imaginar de dónde vendría la expresión "ser carne de presidio". 

viernes, 2 de septiembre de 2022

Los 50 españoles más importantes de la Historia

https://www.youtube.com/watch?v=jeCy_L02bFY 

 

 

¿Quiénes serían? ¿Con qué criterios? ¿Por qué 50?

¿Por qué 50? Porque menos es demasiado injusto, buscar un número redondo menor (¿los 25?) obligaría a dejar fuera nombres que tienen que estar, y un número redondo mayor (¿los 100?) metería a nombres que no deben compartir categoría con algunos de los 50. 

¿Con qué criterios? Atendiendo a los méritos de cada uno, faltaría más. Las razones para que esté Goya no tienen nada que ver con las razones para que esté Felipe II, por ejemplo. He intentado abrir el abanico lo más posible y meter, en cada subcategoría, sólo a unos pocos, así que muchos se han quedado fuera no porque no merecieran estar, sino porque en su categoría ya había demasiados que lo merecían aún más. Pensemos, sobre todo, en artistas como Manuel de Falla o descubridores como Jiménez de Quesada o Hernando de Soto; sin escarbar más, tampoco menciono a ningún prohombre de los siglos XVII y XVIII.

Y, por fin, ¿quiénes serían?

Un primer bloque lo forman 5 nombres que eran españoles pero no lo sabían, porque en aquel momento el mundo se estructuraba en romanos y no romanos:

- Viriato

- Séneca

- Trajano

- Adriano

- Marcial

El segundo bloque, lógicamente, lo forman reyes. 8. Los, en mi opinión, más importantes reyes de la Historia de España, puestos por orden cronológico:

- Recaredo

- Don Pelayo

 - Sancho III el mayor

- Fernando III el santo

 - Isabel, la Reina Católica

- Fernando, el Rey Católico

- Carlos I, nieto de ambos

 - Felipe II

El tercer bloque podría llenar una lista de 50: exploradores, conquistadores, jefes militares... La he reducido a 9:

- Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid

- Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán

- Vasco Núñez de Balboa

- Juan Sebastián Elcano

- Hernán Cortés

- Francisco Pizarro

- Pedro de Valdivia 

- Miguel López de Legazpi, en representación de todos los descubridores no nombrados, y

- Blas de Lezo, en representación de todos los grandes militares no nombrados.

El cuarto nombre son artistas, que tras una fuerte criba se han quedado en pintores y escritores, y sólo he podido reducir a 6 pintores y 8 escritores:

- Goya

- Velázquez

- Murillo

- Zurbarán

- Picasso

- Dalí

- Miguel de Cervantes

- Lope de Vega

- Pedro Calderón de la Barca

- Francisco Quevedo

- Luis Góngora

- Baltasar Gracián

- Gustavo Adolfo Bécquer 

- Benito Pérez Galdós 

13 personalidades, a saber:

5 médicos:

- Averroes, médico y filósofo en la España musulmana

- Miguel Servet, descubridor de la circulación menor de la sangre

- Fco. Javier Balmis, médico que llevó la vacuna de la viruela a todo el imperio español

- Dr. Ferran, médico e inventor de importantes vacunas

- Santiago Ramón y Cajal, que no necesita información adicional

4 ingenieros y arquitectos:

- Isaac Peral, inventor del submarino

- Juan de la Cierva, inventor del autogiro

- Eduardo Torroja, ingeniero de estructuras

- Antonio Gaudí, arquitecto

y 4... pensadores:

- Bartolomé de las Casas, sacerdote clave en el Descubrimiento de América 

- José Ortega y Gasset, filósofo

- San Ignacio de Loyola, en representación de todos los santos

- Santa Teresa de Jesús, en representación de todas las santas

Llevamos 49, falta uno. Y ese puesto, al ser la lista mía y hacer lo que yo quiera, se lo reservo a...

- Ruy López.

Que usted no lo conozca no es raro: es del siglo XVI. Pero sepa que su nombre se recordará siempre y en cualquier lugar del planeta. Allá donde una persona sepa de ajedrez. Debería bastar decir que es el primer nombre asociado al ajedrez, el primer teórico "mejor jugador del mundo", uno de los pocos que ha dado su nombre a una apertura. Pero por si eso no fuera suficiente, digamos que hasta que se desarrolló la variante del dragón de la apertura siciliana se consideraba que si las blancas empezaban con 1 P4R., tenían la partida ganada. Porque así empezaba la apertura Ruy López, también llamada apertura española, o también partida española, y esa apertura daba una ventaja tal que mal debían hacerlo las blancas para no ganar. Y era una apertura muy sencilla: 1 P4R P4R. 2 C3AR C3AD. 3 A5C. Ruy López es la prueba indiscutible de que en el siglo XVI España dominaba el mundo en todos los ámbitos. Y el ajedrez se divide en anterior a Ruy López y posterior.

 

¿Podría haber reducido esta lista a, pongamos, 10? Sí, podría, aunque cometería 40 injusticias. Y sería la injusta lista de los 10 españoles más importantes de entre los más importantes de la Historia. Que, en mi opinión, serían: los Reyes Católicos, Carlos I, Felipe II, Elcano, Cortés, Cervantes, Velázquez, Goya y San Ignacio de Loyola.  

 

Antes de terminar...

Como he dicho, esta lista es mía y puedo hacer lo que me dé la gana, y lo que hago es dar un nombre adicional. Como un áccesit.

Con doble trampa, además, porque no es un nombre, son dos. Y no son dos personas reales, son:

- Don Qujote y Sancho Panza

Convendrá conmigo que ese par ha de estar, por fuerza, en cualquier lista de los españoles más importantes de la Historia.

 

 

 

Manuel de Falla - El sombrero de tres picos. Danza del molinero (a la guitarra)


miércoles, 31 de agosto de 2022

Mijail Gorbachov

Ha muerto Mijail Gorbachov. Impacta la noticia, porque no era un cualquiera sino un hombre que hace que uno se pregunte cuándo volverá a haber alguien como él. Cambió el mundo, y lo hizo en sólo 6 años. Lo que pasa, el problema, es que para entender lo que significa hay que saber cómo era el mundo antes de 1985. No se puede explicar, en realidad: nos quedaríamos cortos, hay muchas más cosas de las que podríamos decir. Pero lo cambió. No hay comparación entre antes de él y después de él.

Es curioso que durante su mandato sus interlocutores fueran Ronald Reagan (luego, George Bush), Helmut Kohl, Margaret Tatcher, Francois Mitterrand. Den Xiao Ping en China, aunque entonces China no pintaba nada. Incluso Felipe González, en España. Y es curioso, porque uno compara los mandamases de entonces con los de ahora, y... menuda comparación. Y me falta un nombre muy importante de su época: Juan Pablo II. Si lo comparamos con Francisco... mejor me callo. Pero es cierto que fue una gran fortuna que los grandes cambios de Gorbachov los peleara - o los trabajara- con esos estadistas. 

Sólo mandó seis años, de 1985 a 1991, pero le bastaron. Es uno de los grandes nombres del siglo XX. Y sin un muerto.
 
Irrepetible. 

 

viernes, 26 de agosto de 2022

Con la barba sobre el hombro

...Pues viendo Cortés que para socorrer a unos pueblos de los que le demandaban socorro e ir a ayudar los de Chalco para que viniesen a nuestra amistad no podía dar recaudos a unos ni a otros, porque allí en Tezcuco habíamos menester estar siempre la barba sobre el hombro y muy alerta, y lo que acordó que... 

Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España

Bernal Díaz del Castillo fue un soldado de Hernán Cortés que participó en la conquista de Méjico y que años después escribió sus recuerdos de esa conquista. Y es importante recalcar que era un soldado, porque a diferencia de los oficiales pasa las penurias, que fueron muchas, en grado máximo.

Y una de ellas es que tenían que estar siempre con el arma a punto, temiendo que en cualquier momento les agredieran los indios. En el pasaje concreto están en Tezcuco, pueblo próximo a la ciudad de Méjico y hasta poco antes aliado de los aztecas, y que Cortés había sabido ganar para su causa. Pero, a pesar de que se suponía que eran amigos de los españoles, estos no se fiaban: había demasiados entre ellos que tendrían amigos y parientes entre los mejicanos, por ejemplo. Además esta etapa de la conquista sucede después de la Noche Triste, cuando tuvieron que salir de Méjico luchando por su vida. En cualquier momento podía la población de Tezcuco alzarse contra ellos.

Por lo que, como dice Díaz, estaban siempre "la barba sobre el hombro".

No se puede decir más claro.

 

martes, 16 de agosto de 2022

Blasco de Garay

https://www.youtube.com/watch?v=q8AuPWZNxpY 

 

 

Mi enciclopedia infantil no hablaba bien de Blasco de Garay: decía que debía su fama al error de un erudito, un tal Navarrete, que en 1825 creyó que Garay había inventado la navegación a vapor en el siglo XVI. La cosa, sin embargo, es más compleja.

Nada, en la vida de Garay, es en realidad seguro. No se sabe cuándo nació, se cree que hacia el año 1500, ni cuando murió, se habla de 1552. Se cree que era de Toledo, que sería de familia hidalga, esto último, aparte de por su rimbombante apellido, por la anécdota de que tuvo que empeñar su espada por hambre.

Lo cierto en Garay es que presentó un arbitrio al rey Carlos I. Ya conté en mi entrada anterior que gracias al libro "Un imperio de ingenieros" conocí qué era un arbitrio: una propuesta, que si salía bien podía acarrear un beneficio al arbitrista. Y la propuesta de Blasco de Garay era... barcos movidos por ruedas.

Retraigámonos a 1538: la batalla de Préveza. Como todos sabemos, "la más alta ocasión que vieron los siglos" fue la batalla de Lepanto, el año 1571. Sorprende un poco lo retrasado de la fecha, ya que españoles, venecianos y turcos llevaban décadas combatiendo entre sí; la explicación fue la batalla de Préveza. Para definirla, baste saber que Lepanto fue la repetición de Préveza, pero con los errores bien aprendidos. Entre ellos, que el mando absoluto lo han de tener los españoles y que a los venecianos hay que ponerlos en posiciones en las que no puedan escaparse y tengan que pelear. Pues en Préveza los españoles descubrieron que los venecianos, aparte del compromiso de colaborar con el resto de coaligados (España y el Papado), tenían la orden secreta de no hacer nada que pudiera perjudicar a la Serenísima, y perder barcos en una batalla era perjudicarla. En Lepanto, por si acaso, además llenaron las galeras venecianas de soldados españoles. Por si acaso.

¿Pero qué pasó en Préveza? En el siglo XVI los barcos de guerra básicos eran las galeras y los galeones. Los galeones eran grandes, capaces de estar bien artillados y con abundancia de tropas dentro. Pero sólo iban a vela. Las galeras, en cambio, tenían remeros (galeotes). Eran más ligeras, no tenían tanta artillería, pero eran mucho más maniobrables. Sobre todo si no hacía viento, que condenaba a los galeones a la quietud y los convertía en presas fáciles de las galeras. Tanto en Préveza como en Lepanto, para atacar al turco España, Venecia y el Papado habían formado un Liga a la que aportaban medios, barcos, soldados y marineros, mandos y dineros (España, siempre la mitad, Venecia un tercio y el Papado un sexto; tengamos presente que Venecia era la principal afectada de la expansión de los turcos e iba perdiendo gradualmente todas las posesiones que había ganado en la época de los bizantinos). En pocas palabras el caso es que la flota de la Liga trabó combate con la flota turca en Préveza, y que en un momento dado, que se paró el viento y los galeones españoles quedaron inutilizados, por razones sobre las que existen disparidad de criterios las galeras venecianas se acobardaron y se largaron, dejando a los galeones españoles inmovilizados. Es un resumen muy simplificado, claro está, y baste decir que no nos fue bien. Aunque en la batalla se produjo una de las defensas más heroicas de la Historia de España.

Resulta que en un momento dado se habían quedado retrasadas tres naves, paradas sin viento, con dos galeras del Papa con ellas, y el turco Barbarroja lanzó 50 galeras contra ellas. Las dos galeras papales fueron abordadas, y dos de las naves incendiadas. Quedaba una, inmóvil. En esa nave estaba el capitán vizcaíno Machín de Munguía, con una compañía de soldados viejos (veteranos) españoles, unos 200 arcabuceros y unos 100 coseletes (infantería que acompañaba y protegía a los arcabuceros y que llevaban coraza y pica). Se llegan a juntar unas 85 naves turcas en torno suya, cañoneándola; como no lograban hundirla, la abordaron, y los españoles... se dejaron abordar. Y cuando tuvieron a los turcos a bordo, les dieron las del pulpo. Los turcos se retiran e invitan a Munguía a rendirse a cambio de grandes partidos y mercedes del Sultán. Munguía responde que él ya tiene señor al que servir, que no va a rendirse y que va a defender la nave hasta la muerte. Ante tal respuesta, se dedican a cañonearla. La nave es un cascajo, pero al caer la noche los españoles, muchos de ellos vascongados y con conocimiento de las artes del mar, reparan la nave, achican sin parar el agua que los está hundiendo, y con una pequeña vela que consiguen izar se largan de ahí. 13 galeras descubren la maniobra y se lanzan en su persecución, pero les llega el rumor (incorrecto) de que se acercaba la armada española, y dan media vuelta. Los españoles escapan y por último al cabo de 5 días consiguen llegar a Corfú, donde se había refugiado la flota de la Liga, que les daba ya por hundidos.

La batalla de Préveza ocurrió en 1538, y después de ella seguir con la Liga era una tontería; hicieron algunas escaramuzas para salvar el honor de los jefes, y poco más (también, la toma y defensa de Castelnuovo, pero ésa sí que es otra historia, de la que valga como aperitivo la entrada de wikipedia, y un pequeño detalle: entre los españoles que defendieron la plaza estaba... Machín de Munguía. Tras la caída de la plaza y hecho prisionero Munguía, Barbarroja volvió a ofrecerle el entrar al servicio del Sultán, Munguía volvió a negarse... y no les quedó otra que decapitarlo). En definitiva, hasta la caída de Chipre (veneciana), no volvería España a atender los ruegos de la Serenísima.

Por cierto que en Préveza aprendieron una enseñanza que encontraron fundamental y que aplicaron en Lepanto: hay que combatir siempre teniendo al enemigo entre nuestra flota y tierra. Porque ocurre que muchos marineros, viéndose en peligro, cuando no perdidos, y con la costa cercana, abandonan los barcos en barcas y esquifes. En Préveza fue suerte que entre nuestras tropas había gente avezada en las cosas de la mar y en el oficio de marinería y conseguían manejar los barcos.

Pero volvamos a Blasco de Garay.  1539. Estaba claro que las naos y galeones, en ausencia de viento (o con viento desfavorable) tenían un serio problema de movilidad. Y las galeras no eran la panacea: los galeotes ocupan mucho espacio, requieren mucho, y, obvio, su esfuerzo no puede ser sostenido. Además, la maniobra de la ciaboga era lenta y amplia. Y a Blasco de Garay se le ocurre que si las naves llevan dos ruedas laterales con paletas, accionadas a través de árboles desde el interior, todos los problemas antedichos desaparecerían. Eleva su arbitrio de una máquina “para hacer caminar las galeras y grandes embarcaciones, aun en tiempo de calma y sin velas” a Carlos I, y éste le cede algunas naves para sus experimentos (y le promete mercedes si los resultados son positivos).

Las primeras pruebas se hicieron en Málaga, en 1539, 1540 y 1542, y sirvieron para subsanar algunos defectos. Y el 17 de junio 1543 se monta la gran prueba en el puerto de Barcelona. Tendrían que haber asistido el rey Carlos y el príncipe Felipe (luego, Felipe II), pero por problemas de agenda no asisten ellos sino sus representantes, entre ellos el tesorero Rávago. Quedémonos con este último nombre.

En el puerto barcelonés está la nao Trinidad, con 200 toneladas de grano, poca broma, a la que le han acoplado las ruedas de Garay.

La comisión, en la que había marineros expertísimos, acreditó que la nao navegó más rápido que las naves normales, recorriendo 3 leguas en una hora y haciendo ciabogas mejor que las galeras. Pero a Rávago, que había sido hostil al proyecto desde el principio, no le convenció, e informó al Rey que mejor se olvidase del asunto, por complicado, costoso y tal vez peligroso. Carlos I, qué se le va a hacer, otorgó algunas mercedes y una única dotación económica a Garay, y se aparcó el asunto. El ingenio de Garay se desmontó, no había planos, Garay no explicó a nadie cómo hacerlo funcionar (además, desde el exterior sólo se veían las paletas)... Vamos, que lo que se montó en el barco no se sabe a ciencia cierta.

Tras esta historia, no le fueron bien las cosas a Garay. Pasó necesidad, empeñó su espada, acabó solicitando que se le concediera algo "por amor de Dios" y, desengañado, muere en la pobreza.

¿Cuál era la clave del invento de Garay? ¿De verdad movió el barco con la fuerza del vapor? 

Navarrete era un estudioso de los archivos de Barcelona y encuentra, referido al experimento de Garay, la mención de "una gran caldera de agua hirviendo". Casemos esto con el peligro que veía Rávago de que "había mucha exposición a que estallase con frecuencia la caldera", y con menos información que esta  los neohistoriadores catalanes afirman que las pirámides las construyeron los catalanes.

Aunque... Rávago estuvo en el Trinidad. Y en su informe del 22 de junio a Carlos I no habla de ninguna caldera. Un exceso de celo de los historiadores, achacable quizás al Romanticismo imperante. A fin de cuentas, también todos los mitos catalanes se los inventaron un padre y un hijo, a mediados del siglo XIX, fingiendo que habían encontrado documentos originales.

En mi opinión, puede que un crédulo historiador crea posible que en 1540 un ingeniero desarrollase la tecnología del vapor y la aplicase a escondidas a un barco de la época, pero ningún ingeniero, ningún conocedor de las complicaciones tecnológicas, lo creería por un segundo. Esto no es como hacía mi viejo profesor de Estadística, que cuando las demostraciones matemáticas se embrollaban escribía el resultado final diciendo "esto, se coge, se opera y sale todo". No, hay muchísimos problemas que se han de resolver antes de mover un barco por vapor.

¿Entonces? ¿Qué inventó? Está claro que las ruedas se movían desde el interior por medios mecánicos: fuerza bruta, fuerza de personas accionando cigüeñales (puede que ése, el cigüeñal, fuera el gran secreto de Garay). ¿Y qué salió mal? Supongo que la estimación de las personas necesarias. Supongo que pensaría que 4 personas podrían mover 100 toneladas, y se encontraría que no, que necesitaría muchas más. Que las personas se cansasen antes de lo previsto, yo qué sé, seguro que fueron cosas de esas. El rendimiento del invento, en definitiva. Quizás (ni idea) se inspiraría en algún relato de que en China o los sumerios o alguien en la antigüedad había tenido barcos que navegaban por paletas, y no caería en la cuenta de que sería en ríos tranquilos, no en mar abierto, y se haría ideas equivocadas. Ya digo, no sé de dónde le vino la inspiración o qué tenía en mente. Y tal vez Rávago se diese cuenta de que sí, la música sonaba muy bien, pero en la práctica no era viable por agotamiento.

Pero ¡ey!, en 1539 un ingeniero español, Blasco de Garay, construyó barcos movidos por ruedas de paletas. Alucinante. No es la imagen que teníamos de los muy brutos, ¿verdad?




Antonin Dvorak - Canciones que me enseñó mi madre