Mostrando entradas con la etiqueta prensa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta prensa. Mostrar todas las entradas

martes, 24 de septiembre de 2024

De aceitunas y encargados

https://www.youtube.com/watch?v=SjIObpXyGSE 

 

 

El otro día compré en el mercado un puñado de aceitunas de Aragón. Cuando me dieron el ticket no pude menos que protestar: ¡a 14,50 el kg! Tenía que ser un error, pero la tendera me dijo que no, que este septiembre han subido mucho porque la sequía, blablablá, una mala cosecha, los precios han subido mucho en origen y todo eso.

Una cosa es la gasolina, la luz incluso, y otra los alimentos. La gasolina tiene un precio fluctuante. A veces está más cara que antes, pero a veces está más barata. En el largo plazo siempre sube, claro que sí, pero el hecho de que a veces baje de precio hace más comprensible cuando hay subidas. Los alimentos, en cambio, no siguen ese patrón: sólo suben, es rarísimo que bajen. Recuerdo, por ejemplo, los huevos y la subida desaforada que tuvieron cuando la invasión de Ucrania. Parece ser que Ucrania exportaba cereal, al faltar ese cereal hubo que tirar de las producciones patrias para el consumo humano y el perjudicado fue el pienso que comen las gallinas, que ante la escasez de oferta subió mucho de precio. En mi proveedor de huevos del mercado (un tendero que sólo vende huevos) los precios subieron en poco tiempo un 50%. Es un poco curioso que incluso con la energía disparada por esa época los pollos asados no subieron de precio en exceso, pero... En fin, que no sé si el problema se ha resuelto pero los huevos no bajan ni bajarán. Tampoco los pollos asados, claro está.

En el caso de las aceitunas, llevo muchos años comprándolas en ese puesto y he conocido precios mucho más bajos (les recuerdo que soy calculista y que lo mío son los números). Y nunca los he visto bajar. Supongo que una vez que el tendero descubre que los clientes siguen comprando con los precios aumentados, pues decide que los mantiene. Si el producto baja de precio en origen, mejor para él, y si acaso ya subirá cuando vuelvan a subir.

En el caso de las aceitunas negras, el precio lo habían subido un 50%. Curiosamente, también el aceite de oliva se disparó de precio hace unos años, y aunque ahora se ha estabilizado el precio (dicen que está bajando, pero yo no lo noto y bien que noté la subida) la causa era la misma que la de las aceitunas: sequía, malas cosechas y todo eso.

Lo que vengo a decir es que esto son cosas que se anuncian mucho antes de que ocurra: cuando hay sequía ya se puede saber que las cosechas serán malas, que lo cosechado subirá de precio y que los productos que dependan de esos productos subirán. Es algo lógico y comprensible. Precios altos y carestía tienen un origen que los explica.

A veces, somos nosotros los que generamos el problema en el futuro con nuestra actitud en el presente (o generamos el problema que ahora tenemos con nuestra actitud en el pasado).



"Las noticias de hoy envolverán el pescado de mañana".

La famosa frase tiene ya unos años: remite a cuando los periódicos se editaban en unas hojas enormes, más o menos de tamaño A0, y no había los papeles técnicos higiénico-sanitarios que se usan hoy en día en los mercados, carnicerías, pescaderías etc. En aquella época, se envolvía en papel. Sobre todo el pescado, que estaba siempre húmedo. Era costumbre que los pescateros envolvieran el pescado en papel de periódico, tal vez del día anterior. De ahí la frase, que alude tanto al que se preocupa por una noticia que no quería que se supiera (no te preocupes, porque en dos días se olvidará) como al que se da ínfulas por algo bueno (no te des tantas, porque en dos días nadie lo recordará).

Hoy las noticias o los artículos no se imprimen en papel, pero que se publiquen en internet no hace que se olviden, en seguida llegan otras que las tapan. Por esta razón tengo por costumbre guardarme enlaces a noticias o artículos que no quiero que se me olviden. 

Por ejemplo, este artículo que publicó en 2021 el digital La Información, en el que entre otras cosas se dice: 

«La falta de efectivos, según comenta Villares, es común a todos los cargos y ocupaciones en la jerarquía de una obra, aunque hay algunos cuya ausencia se hace muy palpable. “Hay una escasez tremenda, en todos los puestos: de técnico para abajo y también en lo referente a lo jefes de obra, pero es que encargados literalmente no hay” resalta el jefe de zona. Jesús Redondo, trabajador del sector de la demolición técnica e involucrado en las operaciones de las calles de los Reyes y Maestro Guerrero (junto a la Plaza de España de Madrid), asevera lo mismo que Villares. “Nos robamos los encargados de una obra a otra en cuanto podemos por que no hay apenas”, comenta.

...

Sobre la huida de empleados y la falta de formación actual, el jefe de obra de Alza Obras y Servicios, Nilo Gómez, es tajante: “Nos hemos saltado una generación en la que la labor de enseñanza que se impartía de mayores a jóvenes en una obra no se ha producido”, resaltando que esta es la forma más eficaz de formar a un nuevo empleado. Gómez comenta que se produjo un bajón del volumen de trabajo que llevó a que los obreros “se buscaran la vida fuera del sector”, y que, aunque durante 2021 se ha experimentado un aumento muy grande en el número de arranques de obra, “muchas veces no son asumibles”, pues “hay muy pocos trabajadores con formación especializada, y en obras que tenías que atender con tres equipos de albañilería, se emplea a solo uno y poco cualificado”».>

Si faltan aceitunas, eso tiene consecuencias. En las obras faltan obreros especializados y sobre todo encargados. ¿Y creen que eso no tendrá consecuencias?

Esta misma semana he comido con unos clientes y con un constructor. Uno de los clientes abrió la conversación contando que no encuentran trabajadores especializados en la construcción. Que necesitan, por ejemplo, alicatadores (los que colocan los azulejos) y sí, gente que colocan azulejos sí encuentran, pero que los pongan bien no. Mis clientes son mandos industriales, y para ellos es un problema porque a efectos prácticos ellos son responsables ante sus jefes de las obras de las que se encargan: la mala calidad, los retrasos, los aumentos de costes o los problemas de contratación son siempre culpa suya.

El caso es que esos clientes querían saber qué opinaba yo del asunto.

Por casualidades profesionales, he participado en dos de las principales obras de construcción urbana de Cataluña en los últimos 20 años. Esto no es algo especialmente difícil, pues en obras más grandes terminamos participando muchos, unos haciendo unas cosas y otros haciendo otras. En resumen: no hay color. La diferencia entre la obra antigua y la obra nueva es enorme.

Lo primero que me llamó la atención en la obra nueva fue la organización. La obra antigua estaba muy bien organizada, se notaba que los jefes sabían. La obra nueva la habían organizado como una obra normal de medio pelo. Es como gestionar una división de 3.000 soldados igual que un pelotón de 12, o como gestionar un presupuesto muchimillonario igual que la paga de la semana.

Luego, con el tiempo, fui percibiendo diferencias en otras cosas. Para empezar, el gerente de la obra (hay que pensar en una obra como una empresa que factura muchos, muchos millones al año). En la obra antigua el gerente era muy bueno, muy profesional. Y sabía un condrio de obra, no en vano llevaba en ese momento 40 años de experiencia. En la obra nueva la sensación que me daba es que el gerente sólo quería ganar dinero; con esa actitud no se gestiona una empresa, se liquida, y en la obra pasa lo mismo.

Pero luego eran todos los demás. El encargado general, los encargados, los ayudantes del jefe de obra, el personal de oficina, el topógrafo,...

Y no solo la constructora: la diferencia de categoría profesional entre los arquitectos y los calculistas de ambas obras era abismal.

No todo en la obra nueva era peor, claro: los agentes de seguridad de las puertas, los informáticos, los responsables de seguridad y salud, funcionaban muy bien.

Yo no sé si es una tendencia general, una bajada del nivel profesional en la construcción, o es simplemente que el gerente y los responsables (la Propiedad) de la obra nueva buscaron lo más barato que había en el mercado sin importarles que lo más barato fuera de mala calidad; diría que ambas cosas: que es cierta mi sensación de que el nivel profesional está disminuyendo, y de que en la última obra se regían por lo más barato fuera su calidad la que fuera. Pero luego leo el artículo de La Información de 2021 y me doy cuenta de que el futuro ya está aquí.

Por cierto, hoy se ha publicado una entrevista al presidente de Leche Pascual (nombre oficial, Calidad Pascual), y en ella expone lo siguiente:

«Ha habido una caída del consumo de leche muy importante. Cuando yo empecé a trabajar se bebían 117 litros de leche líquida por habitante al año y ahora estamos en 63 litros. Parte de esa caída puede ser por alternativas como las bebidas vegetales o porque la gente sustituya la leche bebida por queso, yogures, batidos... Pero el 80% de la caída de consumo per cápita viene por la desaparición del gran consumidor de leche, que es el niño... El gran consumidor de leche es el niño, desde que nace hasta la adolescencia. A partir de ahí dejan de consumir y la leche pasa a tomarse prácticamente sólo con el café. Por eso la caída de los nacimientos ha sido muy importante, aunque parte de la caída se ha venido compensando por el incremento de la población gracias a la llegada de inmigrantes, como por ejemplo los latinoamericanos, que consumen más leche y tienen más hijos que nosotros».

Cuando los números muestran una tendencia clara, la realidad es imparable y se puede predecir qué va a pasar, cual La Fundación, y una cosa es cierta: hemos invertido la pirámide demográfica, y eso tiene consecuencias. Ocurre que, como con todo lo que afecta a la demografía y a la sociedad, esas consecuencias se perciben años después de haberse producido las causas, y entonces ya es tarde para impedirlo. Los avisos agoreros es cuestión de tiempo que se hagan realidad.

Nos adaptaremos, lo hemos hecho siempre, pero.. ¡es que se veía venir!



Michael Nyman . Memorial

jueves, 23 de noviembre de 2023

Mis versículos favoritos XIX: el becerro de oro

https://www.youtube.com/watch?v=ljvTwbxrylc 

 

 

El otro día leí un artículo periodístico en el que el autor terminaba haciendo una referencia metafórica a un "becerro de oro". Sólo lo mencionaba, no explicaba qué quería decir con eso de un becerro de oro: no hacía falta. ¿No hacía falta? En la mente del periodista, sin duda que no, no le cabía en la cabeza que sus lectores no entendieran la referencia. Sin embargo, me da en la nariz que pocos de entre nosotros sabrán a qué se refería con eso de un becerro de oro. Y como este país se está yendo al carajo, mucho me temo que cada vez van a ser menos los que entiendan la referencia. Así que voy a intentar explicar qué es eso del becerro de oro.

Es una cosa de la Biblia. Se cuenta en el libro del Éxodo, el segundo libro. El libro primero, el Génesis, es una colección de relatos e historias, mientras que el segundo es el relato de una historia, la salida de los israelitas de Egipto y como llegaron a su Tierra Prometida, y lo del becerro ocurre en ese relato. Por cierto que "Tierra Prometida" es un concepto que también tiene su origen en este libro del Éxodo, pero ahora no viene al caso.

Primero, unos antecedentes esquemáticos:

  1.  Jacob (también llamado Israel, ésa es otra historia) tuvo 12 hijos.
  2. A uno de los hijos (José) lo vendieron a unos mercaderes egipcios. En Egipto José fue siervo, luego reo de cárcel y luego mano derecha del faraón. Ésas son muchas otras historias.
  3. Debido a una hambruna, los 11 hijos restantes emigraron con sus familias y esclavos a Egipto aprovechando que su hermano es un mandamás (esto es una síntesis, claro). Hasta aquí, el Génesis.
  4. Allí sus descendientes fueron, olvidada la época de José, tratados como tratamos nosotros a los que inmigran por hambre.
  5. Los israelitas se acostumbran a lamentar la mala vida que llevan.
  6. Dios le dice a Moisés que saque a los israelitas de Egipto. Como Moisés era más bien tímido y lo de los discursos no se le daban muy bien, Dios le dice que vaya con su hermano (de Moisés), Aarón, que (supongo) era de verso florido. Con el tiempo, Aarón se convertiría en el jefe de la casta sacerdotal.
  7. Moisés, las famosas 10 plagas de Egipto mediante, consigue que el faraón permita que los israelitas se vayan.
  8. Los israelitas, guiados por Moisés, se van... al desierto del Sinaí. Allí vagan arrastrando una vida miserable. A estas alturas, las 12 familias de los hijos son ya 12 tribus. Algunos historiadores opinan que 3 tribus habían salido ya de Egipto cuando lo de Moisés y que éste sólo lideró a las restantes, pero no vamos a parar en estas menudencias.
  9. En un momento dado, Moisés se va a un monte, a meditar. Supongo que perdería la noción del tiempo, porque los días pasaron y los israelitas, en el campamento, se fueron poniendo cada vez más nerviosos.

Y entonces ocurre:

«Viendo el pueblo que Moisés tardaba en bajar del monte, se congregó ante Aarón y le pidió:

—Anda, haznos una divinidad que nos guíe, porque no sabemos qué habrá sido de ese Moisés que nos sacó del país de Egipto.

Aarón les contestó:

—Que vuestras mujeres, vuestros hijos y vuestras hijas se quiten los pendientes de oro que llevan en las orejas y me los traigan.

Todos se quitaron los pendientes de oro que llevaban en las orejas y se los presentaron a Aarón; éste los recibió de sus manos, trabajó el oro a cincel y fabricó un becerro de fundición. Ellos exclamaron:

—Israel, éste es tu Dios, el que te sacó de Egipto.

Aarón lo vio y construyó un altar delante del becerro. Después proclamó:

—Mañana celebraremos una fiesta en honor del Señor.

Al día siguiente se levantaron, ofrecieron holocaustos y presentaron sacrificios de comunión. El pueblo se sentó a comer y a beber, y después se levantaron a danzar».

Ex 32, 1-6

La adoración del becerro de oro, de Nicolas Poussin

Cuando Moisés regresa de su retiro y ve el becerro, se disgusta y manda que lo deshagan. Que se queme, que las cenizas se mezclen en el agua y que se beban ese agua. Que no quede nada de la escultura. ¿Por qué?

Para entender bien el por qué lo destruyó hay que entender el porqué de su fabricación. 

El Dios de los israelitas no tenía ninguna figura que lo representase. Por no tener, no tenía ni nombre, porque cuando Moisés le preguntó a Dios que quién era, éste le respondió que "yo soy el que soy". Con lo que los israelitas lo denominaron con el vocablo "Yahvé", que significa eso mismo: "el que es". Y esto chocaba abiertamente con la mentalidad de la época, no el adorar a un dios, que se adoraba a muchos y se admitía la existencia de muchos más, sino que ese dios no tuviera ni nombre ni representación.

El problema con esto de las figuras representativas es que se acaban convirtiendo en el objeto de la adoración, no lo que representan; algo de eso nos queda todavía, cuando algunos dicen que son de la Virgen tal y no de la Virgen cual, o del Cristo de nosequé y no del Cristo de nosedónde, y estas personas pierden la noción de que ambas figuras son representantes de lo mismo. Los sarracenos esto lo llevaron, como casi todo en ellos, al límite de lo absurdo, y prohíben cualquier representación de Alá o de Mahoma, y de hecho formalmente la de cualquier figura humana o animal aunque este tabú no siempre se haya observado. También fue este detalle el que llevó a los bizantinos a sus debates y luchas intestinas conocidas como la iconoclastia que acabaron debilitando fatalmente al Imperio.

El caso es que los israelitas, Moisés ausente, le pidieron a su hermano, Aarón, que les construyera una figura que pudiera representar a Dios. A fin de cuentas, también Aarón había interlocutado con Dios, ergo... 

Pero claro: si construían una figura y se dirigían a ella como si fuera Dios, y le rogaban como si fuera Dios y la trataban como si fuera Dios, seguro que acabarían creyendo que esa figura era Dios y que era esa figura la que les hacía los milagros. Esa figura pasaría a ser su ídolo, y caerían en la idolatría. Moisés cortó por lo sano.

Con el transcurrir de los años, como hijos de una cultura cristiana y por lo tanto de origen judío, hemos asociado el becerro de oro al dinero. Al dios Dinero, quiero decir. Esto es porque en cierto momento Jesús reprochó a los judíos que se afanaran en ganar dinero y las cosas que hacían para ello en vez de ser buenas personas. Para que vieran claro que por dinero estaban haciendo maldades (esto es, cosas que desagradan a Dios), les dijo esta frase:

«No podéis servir a Dios y al dinero».

Mt 6, 24b Lc 16, 13b

Y de ahí que culturalmente representemos al dios Dinero como el becerro de oro. Por extensión, el becerro de oro es cualquier otro dios al que atendemos; en el caso del artículo periodístico al que hacía referencia, podría ser el Poder, el Nacionalismo, la Apariencia o cualquier otra fuerza del Lado Oscuro a cuyo servicio parece que hayamos consagrado nuestra vida.

 

 

W. A. Mozart - Vísperas solemnes de confesor, K339: Laudate Dominum 

martes, 19 de septiembre de 2023

La zafiedad se pena con horca

 https://www.youtube.com/watch?v=Qy01R9CEFFs

 

 

Transcurría el mes de agosto con la atonía informativa general cuando la selección española femenina de fútbol ganó el campeonato del mundo. No había muchas más cosas interesantes en ese cálido agosto, y se hizo un seguimiento importante del transcurrir del campeonato. Campeonato que, por cierto, se estiró lo impensable en el masculino; imagino que para ayudarlo, considerarían que no tiene suficiente chicha para ganarse un sitio por sí mismo. El caso es que España se clasificó para cuartos, y fue una explosión informativa. Se clasificó para semifinales, y no se informaba de otra cosa. Se clasificó para la final, y madre mía la que se montó. Ganó, y... Sí, se proclamaron campeonas del mundo, pero para entonces eso a nadie le importaba.

Resulta que en la entrega de medallas el presidente de la RFEF decidió felicitar a una de las jugadoras estampándole un beso en los morros además de los "protocolarios" dos besos en las mejillas, una práctica que por cierto siempre he detestado y me da mucho reparo hacer. Pero volvamos al beso. El Beso.

A partir de ese momento dejé de ver las noticias en la televisión y de leer la prensa, tanto digital como escrita. No se hablaba de otra cosa. Agresión sexual televisada al mundo entero. Da igual que la agredida no le hubiera dado más importancia al asunto, la presión mediática fue tal que actualmente tiene estatus de víctima. Se presiona a la Audiencia Nacional para que Australia, donde se jugó el partido, investigue el acto por si allí fuera delito. La masa vio un beso en la boca a una joven, y no necesitó más. Bueno, sí, necesitó que unas cuantas personas espolearan al populacho, como cuando la liberación de Barrabás. Pero esto los manipuladores no van a reconocerlo. Huelga decir que, tengo entendido, las primeras o principales espoleadoras de la jauría han sido las ministras del Gobierno, Montero y cía. Y, claro.

Todos los periodistas, todos, tuvieron que pronunciarse al respecto. Si no calificaban lo sucedido de agresión y sólo decían que era una zafiedad propia de un zafio como el presidente de la Federación, eran automáticamente tildados de machistas, fascistas, xenófobos, homófobos, intolerantes y resto de calificativos de rigor. Pocos eran capaces de atreverse a ello, así que la mayoría convino. Agresión sexual, y de la peor especie. Por eso dejé de informarme, un brevísimo repaso desde lejos a las cabeceras para cerciorarme de que el monotema iba a ser El Tema una vez más, por supuesto siempre con el mismo enfoque. ¿Pa'qué seguir, pues?

A pocos leí (en verdad, creo que solo a uno) que aquí se estaba juzgando a una persona sin haberla juzgado, que eso de que se es inocente hasta que un juez lo declare culpable y todo eso nos lo pasábamos por la entrepierna, que ni derechos procesales ni nada, el acusado carecía de cualquier derecho.

Tras semanas y semanas no informándose de nada más (y mira que estaban pasando cosas, y que estaban pasando muchas cosas a escondidas que si se supiera de ellas no pasarían, vale decir lo que estaba haciendo el Gobierno mientras tanto) el presidente de la RFEF dimitió. Creo, ya digo que no sigo el tema. Creo que no va a volver a encontrar trabajo en la vida y está pensando cambiarse el nombre, operarse la cara y mudarse a Mongolia a ver si ahí... Es decir, se lo han cargado. Lo han convertido en el hombre más odiado de España.

Experiencia personal: ni se me ocurriría sacar el tema si hay una mujer delante. Pues ¿cómo no iba, entonces, a condenar de la manera más rotunda no sólo lo sucedido sino también al agresor?

Y todo por... ¿un beso en los morros a una chica que a esa edad ha recibido ya cientos de besos en la boca, sin duda muchos de ellos no solicitados? En un acto de euforia máxima, con los ánimos exaltados en grado superlativo, celebrando un campeonato del mundo, tras propinar los reglamentarios besos en las mejillas?

Bien, apliquemos entonces el principio de proporcionalidad. Robar una cartera en la calle es peor, diría. O que le roben a uno en el coche, o le desvalijen la vivienda. Es peor que le peguen a uno (o a una) un guantazo en la cara. Es peor que un patinetero te atropelle. Es peor que un jefe te toque el culo. Es peor que te encarcelen mediante un falso testimonio. Así que a todos esos, qué menos que cortarles una mano y expulsarles del país, expropiando todos sus bienes. Si se produce una agresión sexual, pongamos que alguien manosea lúbricamente los pechos de una mujer, ejecución en plaza pública. Si el manoseo se le realiza a una niña prepuberal, ejecución 2 veces en esa plaza (o una en esa plaza y otra después en otra). Si violación, ejecución del agresor y de toda su familia en 2 grados de consanguineidad. Si además de violar, mata a la mujer, ejecución en 6 grados de consanguineidad y de todos los habitantes de la población en la que estuviera el agresor censado. Digo yo, ¿no? Y, por supuesto, sin jueces de por medio. Que para algo están las redes sociales, no hay que ser un antiguo.

En algún titular leí a no sé quién que justificaba la cacería con el argumento de que el beso no solicitado era, obvio, el primer paso hacia la violencia sexual, el proxenetismo, el abuso, la violación y no sé qué más, por lo que lo mejor era, preventivamente, castigar al agresor como si hubiera cometido ya la agresión futura que cabe esperar de quien besa a una jugadora en un momento de euforia. Si aplicamos el criterio que aplica la autora, si se salta uno un semáforo, a la cárcel. Que ya sabemos, empieza uno saltándose los semáforos y termina atropellando a cualquiera, puesto de pastillas y alcohol. Claro que si uno se toma un culín de sidra... eso es lo que precede al alcoholismo, y cualquier día uno, borracho, atiza a la primera mujer que pille. Así que también ejecución en plaza pública a quien tome un culín de sidra. Si uno roba un bolígrafo en una oficina de un banco... se es un político en potencia, cualquier día desfalca 900 millones en drogas y putas. Ejecución preventiva.

¿Y si juzgamos a toda esa ralea con los mismos criterios que quieren aplicar al interfecto? Seguro que dirían que no, que qué barbaridad. Que lo que ellas declararon o escribieron o dijeron fue un calentón en un primer momento, algo dicho sin pensarlo bien. Qué casualidad, lo mismo que le ocurrió al agresor de esta historia.

Si me preguntan a mí, si se hubiera dejado el tema en paz la "víctima" habría olvidado ya todo el asunto (de hecho, hubo que "recordárselo" para que pusiera denuncia), y el patán habría quedado como el grandísimo zafio que es. Eso es todo. Fue una zafiedad lamentable, televisada a todo el planeta, y no da para más. Pero en esta sociedad tan woke, las más locas de todas tienen el mayor poder, y por eso pasa lo que pasa.

Ahora, que las jugadoras de la selección también han salido perdiendo. A nadie le importa ya el campeonato, eso está ya olvidado. Y eso que, en los primeros días, fueron ellas mismas las que más insistieron en que se dejara de hablar del beso, que lo importante era la gesta que habían logrado. Eso, a las espoleadoras, que no les gusta el fútbol ni el deporte, les dio igual. La mayor gesta que van a conseguir en su vida, y nada. Las jugadoras, no es discutible, no son culpables de nada y han salido perdiendo. Así que, además del zafio (que va a perderlo todo), también son víctimas las jugadoras. Pero eso, a las que se han autoerigido en sus "protectoras", les da igual.

 




Alabama - I'm in a hurry (and don't know why)

 

miércoles, 23 de agosto de 2023

Este país se va al carajo

Según leo en los periódicos, la tarde del 24 de octubre de 2016 en Estremera un hombre se acercó a una mujer y su hija (la muchacha contaba entonces 17 primaveras) y les dijo "tías buenas, yo os follaba" (podemos imaginarnos la escena). La madre recriminó al hombre su actitud, pero éste le tocó con la mano abierta el pecho izquierdo a la chica sin su consentimiento y con ánimo libidinoso. Alertado por los gritos de ambas, el padre de la muchacha, que estaba por las inmediaciones, afeó al agresor su actitud, a lo que parece ser que éste último le respondió que hacía lo que le salía de los cojones (sic), y se inició entonces una pequeña pelea entre los dos: el acosador intentó golpear al padre, éste lo esquivó y le propinó a su vez un puñetazo en el rostro, fin de la pelea.

Pero no del asunto. El agresor de la hija fue condenado por un delito de abusos sexuales a una multa de seis euros diarios durante veinte meses (esto es, 3.600 euros en total pagaderos en 20 plazos de 180 euros al mes) y una orden de alejamiento de la víctima durante una año.

¿Y el padre? El padre fue condenado por el juez de lo Penal a pagarle al agresor una multa de seis euros diarios durante siete meses. Esto, al abusador sexual le pareció poco, y apeló. Y la Audiencia Provincial de Madrid lo aceptó y castigó aún más al padre con una indemnización por los días que el abusador tardó en curar de las lesiones (las lesiones del puñetazo) y estuvo de baja, y por las secuelas que le hubiera podido propinar el puñetazo. Como es lógico, la cosa pasó al Supremo.

Y el Tribunal Supremo... ha rechazado el recurso del padre porque no respetó una cuestión de forma: el padre alegó que actuó por un reflejo natural como reacción pasional, y el tribunal respondió que eso no figuraba en el relato de los hechos probados, ergo hay un defecto de forma.

lunes, 26 de junio de 2023

El color del cristal

En este mundo traidor

nada es verdad ni mentira,

todo es según el color

del cristal con que se mira.

 

La estrofa de cuatro versos de arte menor con rima abab se llama cuarteta.

La cuarteta con la que he empezado no sé si es de Antonio Machado, pero no me extrañaría nada. El caso es que cuando era niño se recitaba con frecuencia.

Uno de los conceptos de moda en estos tiempos es fake news. Y se intenta advertir a la población de que existen y que hay que estar precavidos y atentos a identificarlas. También se habla mucho del posicionamiento político de los medios y cómo cuentan la misma cosa de manera tan diferente que parece que son otras.

Cuando era niño, la sabiduría popular ya sabía esto. Y se encargaba de que lo supiéramos.

jueves, 19 de enero de 2023

Una Tosca inaceptable

El arte es un concepto difícil de definir. Sí, el diccionario da varias acepciones de la palabra, pero ninguna de ellas valdría para responder en verdad a la pregunta de si algo es arte o no. De hecho, a menudo el objeto de la pregunta permanece inalterable y sin embargo la respuesta cambia con el tiempo. El ejemplo más claro es, para mí, Monet: sus cuadros no gustaron a nadie en su tiempo, se consideraron mamarrachadas, y sin embargo. O Van Gogh, del que creo que sólo vendió un cuadro suyo en vida. Es precisamente esta ignorancia ante la respuesta que dará el futuro ante la mamarrachada que tengamos delante lo que hace que no tiremos al puerto con un bloque de cemento en los pies a la miríada de mamarrachos que nos presentan sus mamarrachadas y pretenden que las aceptemos como si fueran inmortales obras de arte.

Pero ahora lo que me interesa son las otras creaciones, las que desde el primer momento fueron consideradas obras maestras. Indiscutibles.

Imaginemos que el Museo del Prado, aplicando una nueva política de seguridad, en vez de presentar los cuadros originales exhibiera copias. Copias, eso sí, realizada por falsificadores de novela, indistinguibles del original sin análisis químicos o espectrometrías de rayos X, esas cosas. ¿Nos importaría? La verdad es que no, al menos a mí. Claro que sabría que estoy viendo una copia, pero no admiraría la perfección de la copia sino la maravilla del original del que es copia fidedigna. O tal vez admiraría la perfección de la copia en cuanto copia, pero da igual: seguiría extasiándome ante ella. La clave, claro está, es la calidad de la copia: ha de ser suficiente. Si en vez de una copia perfecta se exhibiera la que yo pudiera hacer de Las meninas

Si eso mismo se hiciera en más museos, que exhibieran copias de cuadros de otros museos, tampoco pasaría nada siempre que uno supiera que no está contemplando el original. Y, como antes, la calidad sería fundamental para establecer su público, desde los más exigentes hasta los patanes que se conformarían con mi copia.

Esto que digo no es tan ridículo, y de hecho se hace en otros géneros. Por ejemplo, El pueblo español de Barcelona: un recinto en Montjuich que alberga una reproducción de las obras de arquitectura más características de España, una al lado de la otra. Supongo que válida sólo para turistas chinos y norteamericanos, los demás la contemplamos asombrándonos del cuajo que tuvo su promotor al pensar que algo así atraería a los turistas. O la exhibición Cataluña en miniatura, en un pueblo de las afueras de Barcelona: nunca he ido, pero creo que es lo mismo que El pueblo español pero de ámbito sólo catalán… y en maqueta. En miniatura. Pero publicitadísima de forma permanente en Barcelona, oigan.

O los restaurantes chinos: todos aceptamos que el Muralla feliz no es un verdadero restaurante chino, sino lo que nosotros creemos o aceptamos creer que es un restaurante chino. Por lo mismo, un restaurante chino en el Chinatown de San Francisco será para nosotros mucho más chino que nuestro Muralla feliz, aunque tampoco sea para un chino de verdad una verdadera casa de comidas china.

El ejemplo más claro, en realidad, se produce en la música. Lo que una orquesta nos ofrece no es la creación primigenia, sino la interpretación que consiguen hacer. Como si fuera una copia de un cuadro. Si la orquesta tiene la calidad suficiente para que nos satisfaga su interpretación, estupendo. Si no, pues depende: si han ido de cara y estamos avisados de que la versión de la novena de Beethoven va a ser interpretada con chuflainas, pues alabaremos su esfuerzo y nos reiremos de la parte cómica del resultado; si en cambio nos lo venden como el concierto de Año Nuevo de Viena, pues es normal que nos indignemos.

Dicho esto…

Está en cartel, en el Gran teatro del Liceo de Barcelona, la ópera Tosca. Así se publicita, así se vende. Pero he leído una crítica (https://metropoliabierta.elespanol.com/vivir-en-barcelona/tosca-exige-dimisiones_67288_102.html) que se resume en «actores desnudos de forma gratuita, estética que no viene a cuento, todo en la Tosca de Rodríguez Villalobos en el Liceu carece de sentido» además de una interpretación musical espantosa, que me llamó la atención por lo inusual. No de la crítica, sino de que el periódico digital en cuestión no acostumbra a publicar críticas: tengo claro, entonces, que aquello debió de ser inaceptable y sin atenuantes.

Por un lado, me parece bien la crítica. A un montaje de Calixto Bieto (que no era el director de este montaje, pero que sí acostumbra a ofrecer funciones "peculiares"), uno ya sabe o debería que no va a asistir a una representación fidedigna de la obra sino a una interpretación personalizada, a una variación sobre el tema. Como Las meninas de Piccaso. Si luego gusta el montaje es como si gustan Las meninas, cosa de cada uno: pero nadie se llama a engaño y sabe qué tiene delante. Aquí lo que ha pasado es que lo que el director ha presentado es una mamarrachada que además se vendió como si fuera la original (y probablemente los intérpretes lo intentaron, pero son los directores los que mandan y definen el producto). Una engañifa, pues, e inadmisible viniendo del Liceo; no el presentar una mamarrachada, pues bien que programan a Bieto, sino por no avisar de lo que en verdad iban a exhibir y que sí sabían ellos.

Pero, por otro lado, esta crítica envolverá el pescado mañana. Tosca terminará su programación y nadie (salvo el crítico) habrá arqueado siquiera una ceja. Es el paisaje de esta ciudad, de esta sociedad. En esto nos hemos convertido. Si hubiera ocurrido algo semejante en el Madrid galdosiano, seguro que hubiera habido un escándalo y no se hablaría de otra cosa: puede, incluso, que hubiera caído el gobierno o al menos el ministro, como propietarios y responsables últimos del teatro. Pero hoy en Barcelona, en Cataluña, el arte no pinta nada. Lo que tenga que ver con el arte no pinta nada.

Y esto nos retrata. 
 
 
 
Giacomo Puccini - Tosca (Te Deum)

viernes, 18 de noviembre de 2022

El Mundial de Qatar

https://www.youtube.com/watch?v=oG85zhpgmJY 

 

 

No hace falta especificar ni el deporte, ni la categoría. De cualquier otro deporte o categoría sí, pero ser la competición principal a nivel mundial por antonomasia tiene estas prebendas.

El caso es que o vivo mucho más desconectado de lo que creía, o hay - al menos en la piel de toro- un cierto boicot encubierto por parte de los medios de comunicación y quizás de todos a este mundial. En cualquier otro, tendríamos noticias hasta en la sopa y abriendo los telediarios: que si los ha recibido el rey, que si los ha ido a despedir el Líder Supremo, que si les ha deseado suerte, que si han llegado bien, que si han merendado bien, que si han dormido bien,... Nos habrían hablado de dónde se van a alojar, de quiénes son sus rivales, de dónde se están alojando sus rivales, de quiénes forman sus equipos y en qué fontanería o tahona suelen trabajar, ¡en quiénes forman nuestro equipo!...

Pero no. No sé si en las secciones de deportes de las noticias, que suelen salir en momentos en los que ya he desconectado o ya estoy sesteando, pero tampoco en los titulares de los diarios, ni se palpa emoción por las calles o se oyen conversaciones de que este año sí o tampoco y que habrían debido llevar a Golazarrieta III en vez de a Paquito. Nada.

En cambio, sí se leen artículos de opinión y "noticias" de las propias de los canales de twitter y similares, sobre boicots al mundial, de porqué no hay que verlo - y menos, ir- y todo eso. Que si los medios como consiguieron la designación, que si los métodos de construcción de los estadios, que si el país esto y lo otro (los países del Golfo Pérsico, ya se sabe). Y la RFEF, para más inri, que si siempre ha sido una casa de tócame Roque, con el mandamás actual es el patio de Monipodio a lo bestia; que la selección compita en representación de la RFEF, que es lo que formalmente hace contribuye a que no queramos saber nada de ella, por asociación.

Yo, les diré: a estas alturas de mi carrera, el mundial me importa un pito. Me han desilusionado en tantos, que ya no me queda ilusión. Pero no me parece bien el boicot. Me explico:

Qatar es una nación independiente. O forma parte de una nación independiente, no lo sé. Pero es independiente de nosotros. Nosotros no mandamos en Qatar. Por otro lado, hemos aceptado a Qatar en el concierto global de las naciones. La aceptamos y reconocemos su independencia para gobernarse con sus normas y principios. Aceptamos tener tratos con ella y le reconocemos los mismos derechos que a las demás naciones. Aceptamos a su federación en la FIFA y al hacerlo le otorgamos el derecho a organizar competiciones, incluyendo el Mundial. No damos rangos, al aceptar países y federaciones. Por lo tanto, otorgamos o reconocemos, tanto da, a Qatar el derecho a organizar el Mundial.

El mensaje implícito (o explícito) en el boicot es que Qatar no debería organizar el Mundial. Que no debería tener derecho, que no deberíamos mezclarnos con ellos. Porque, como no son como nosotros, no deberían, en realidad, tener derecho... a la existencia.

Lo que en verdad deberíamos decir (y no lo hacemos, porque no decirlo es parte fundamentalísima de ello) es que NO ES UN PAÍS WOKE COMO NOSOTROS. Y ya se sabe: para un woke, quien no es woke no debe existir, ha de ser exterminado.

 

 

Southern raised - Ghost riders in the sky 

viernes, 4 de marzo de 2022

Entrevista a una experta



P. Dice que la prostitución es estructural, que “abogar por la abolición es chistoso cuando no se ha pedido en casa”.
R. Yo no soy de las feministas que están en contra de la prostitución, estoy en contra de cualquier explotación. También de las mujeres, obviamente, pero nuestra sociedad se ha estructurado sobre la prostitución. Las mujeres se han prostituido en los matrimonios y sin cobrar: tú te casabas para que alguien te mantuviese, a cambio le dabas favores sexuales, descendencia y no hacías el amor siempre que quisieras. Esto era lo normal. Empecemos a reconocer que eso ha sido estructural para todas.
P. ¿Es “ilusorio pensar que alguna vez tendremos derechos plenos”?

El fragmento que reproduzco es parte de una entrevista a Laura Llevadot (Barcelona, 1970) que el diario El País publicó el pasado 27 de febrero. Aproximémonos como lo debería hacer un ingeniero.

Vamos a por sentado que la declaración hecha es tal cual, que realmente dijo eso.

Laura Llevadot es profesora de Filosofía Contemporánea en la Universidad de Barcelona, universidad en la que se licenció y en la que obtuvo su doctorado (no, este artículo no versa sobre la endogamia de la universidad española). El diario El País es un respetado (no digo respetable) periódico nacional, y una entrevista de este periódico no es algo que el entrevistado se lo tome a la ligera, máxime cuando se es sólo un profesor de universidad. También asumimos que el diario El País no envía a indocumentados en busca y captura a entrevistar a profesores de universidad.

Por lo tanto, hemos de dar por cierto que la entrevista tuvo lugar en un ambiente sosegado y con el entrevistado encontrándose cómodo para hablar. Dado que el entrevistado es una profesora universitaria de filosofía, y que además es licenciada y doctora en filosofía, y que en la entrevista se hablaba de temas de filosofía, será también cierto que la entrevistada era consciente de lo que decía y que verbalizaba sus pensamientos. También, que se expresó con propiedad y que lo que el vulgo pueda entender de sus palabras es lo que ella quería que se entendiese. Sin duda, su dominio del lenguaje y del arte de conversar es suficiente para que si hubiera querido que se entendiese otra cosa lo hubiese dicho diferente.

No cabe, pues, que corrijamos nosotros a la entrevistada para que creamos que ha dicho lo que no ha dicho.

Por otro lado, la entrevistada puede cometer errores en lo que dice (es como si yo dijera "soy el contertulio más simpático del mundo"), pero eso no significa que ella no crea que ella esté en lo cierto. Así que cuando hace una afirmación universal podemos estar seguros de que se cumple en el entorno que ella conoce; quizá no se cumpla en las selvas del Amazonas, pero eso ella no lo sabe.

Dado que nació en Barcelona en 1970, lo más probable es que sus padres estuvieran casados entre sí. 

La conclusión es que la madre de la entrevistada le confesaría a su hija que el matrimonio de ella, su madre, con su padre, era sólo una cuestión de negocios: ella le daba al marido sexo, y el marido la mantenía vestida, alimentada y cobijada.

Otro tanto habría sido el acuerdo de sus hermanas o hermanos, si los tuviera, con sus cónyuges. Y, por supuesto, si la entrevistada está o ha estado casada (lo ignoro), esos matrimonios son sólo sexo por comida y casa.

Como ella dice, es lo normal.

Lo que también sería normal es que yo pensase que, si ella no está casada, es porque ella se tasa a sí misma por encima de lo que el mercado la tasa a ella. Vamos, que no es tan buena en la cama como ella se cree, caballerosos que son los amantes que haya tenido.

Ahora bien, como ya he dicho, que ella crea que algo es cierto no significa que lo sea, así que no cabe más que decirle: "no pluralice, hable por usted".

Pero ¿y si negamos la mayor? 

Supongamos que lo publicado no es lo que la señora Llevadot dijo. Que lo que ella dijo no es "las mujeres" sino "algunas mujeres". Eso podría ser rigurosamente cierto, lo más probable es que en India, China o en el mundo antiguo haya habido mujeres que se han casado con hombres para que estos las mantuvieran. Pongamos, por ejemplo, que voy a Cuba y me traigo una mulatita caribeña de quitar el hipo: mientras ella me satisfaga, yo la mantendré y seré su llave para que viva en un país mucho mejor que Cuba. Sí, la afirmación de "algunas mujeres" puede aceptarse.

Pero un momento.

Si realmente dijo "algunas mujeres", entonces la entrevistadora ha cambiado la declaración de la entrevistada, y el cambio ha sido sustancial. La entrevistadora ha manipulado la entrevista para hacer decir a la entrevistada lo que la entrevistada no había dicho. Es posible que ese cambio sea un error, pero hoy 4 de marzo El País no ha corregido aún la entrevista. Es posible que la entrevistada aún no haya leído la entrevista que le hicieron y no sepa que hay un error, pero ¿ustedes creen? ¿Tantas entrevistas da la señora, que no puede revisarlas todas? ¿Tan poco le interesa la entrevista que haya dado a El País?

En resumen: no creo que sea un error.  Tampoco creo que sea una manipulación de la periodista, porque -imagino- la entrevistada habría exigido una rectificación so amenaza de demanda. No, yo creo que dijo lo que se publicó. Lo que me lleva a...

¿Cómo es que la entrevistadora (Noelia Ramírez) aceptó tal cual la declaración de la entrevistada? Yo no sé cómo funcionan las entrevistas y cuál es la ética del periodista en ellas, pero pienso que cuando un entrevistado dice una burrada (supongamos que hubiera declarado: "lo mejor para la educación de los niños es darles una somanta palos cada noche") el entrevistador no lo hubiera dejado tal cual, sino que habría pedido una explayación sobre el asunto para que se comprenda mejor. Si la entrevistada hubiera declarado "las mujeres han de dejarse de historias, buscar un marido que las mantenga y pagarle en sexo cuando él lo reclame; es lo normal y lo mejor para todas", digo yo que la entrevistadora no lo habría dejado ahí. O, cuando menos, se habría esforzado en que quedara claro que lo dicho es sólo una opinión del entrevistado, no una verdad absoluta: recordemos que el entrevistado lo es en calidad de experto en la materia.

Esto ya lo he denunciado en otras ocasiones, pero porque pasa mucho. A veces los periodistas entrevistan a lunáticos, son gajes del oficio, pero queda claro (o debería) desde el principio que el tipo está chiflado. Cuando esto no queda claro desde el principio - más aún, cuando se nos vende que el entrevistado sabe de lo que habla-, el periodista no puede ser un simple vocero de las tonterías que se le digan.

Y si la periodista estuviera, fuera su objetivo, o hubiera estado casada (lo ignoro) y sus padres también, lo correcto es que le hubiera rebatido a la entrevistada allí mismo. Salvo que también fuera el caso de ella y de sus padres, no hay que descartarlo.

Existe una posibilidad adicional: que la entrevistada lo hubiera dicho, pero que ella misma supiera que no era verdad. Que lo dijera con intención de engañar al lector. ¿Con qué objeto? Supongo que con el de llamar la atención y que hubiera más idiotas que quisiesen comprar su libro.

 

Se preguntarán ustedes porqué me empecino tanto en lo que parece ser una declaración hecha para llamar la atención y a la que no hay que darle más importancia. Pues porque un grano no hace granero pero ayuda al compañero, y así cambian las cosas. Muchas entrevistas con declaraciones como estas, y en el imaginario colectivo (recordemos, las adolescentes son taaan crédulas) el matrimonio será un trato de sexo por comida. Nos preguntamos cómo hemos evolucionado socialmente hasta la decadencia en la que vivimos: pues con declaraciones que no han sido respondidas.

Sea usted inteligente y reflexione. Me temo que tanto la entrevistada como El País confían en que no lo sea y que no lo haga.

Hay burradas que no podemos dejar pasar.



Pat Benatar - We belong


sábado, 22 de enero de 2022

Desencanto

https://www.youtube.com/watch?v=xMQFz7vFCCI 

 

 

Cobrar sin trabajar

Ha sido noticia estos días que el año 2008 ERC firmó a una serie de trabajadores del Parlamento de Cataluña lo que se llamó "licencia por edad", y que consistía en que como tenían ya los 60 cumplidos, se les mandaban los cheques a casa sin necesidad de que trabajaran. Si estando en casa acumulaban trienios, se les tenía en cuenta. Como cualquier otra prebenda que les hubiera correspondido si hubieran acudido a su puesto de trabajo. Y luego, cuando se quisieran jubilar, se jubilaban como si no hubiera pasado nada.

Y no eran sueldos menores. Casi 4.000 euros al mes, una telefonista. A partir de ahí vaya subiendo.

Estos sueldos y esta política de licencias, por supuesto, siguen vigentes.

La respuesta de ERC es que el año 2008 parecía una decisión correcta.

¿Y la del Parlamento catalán? Montar un debate monográfico sobre las brujas en la España de los Austrias.

Vamos, que lo dejemos correr y pasemos a otra cosa.

Uno puede entender que los políticos catalanes quieran que los trabajadores del Parlamento no les pusieran pegas, por si los necesitaran. Pero esto sólo significa que entiendo qué movió a los gobernantes de entonces (PSOE, ERC y los ahora Podemos) a comprar a los funcionarios.

Los que luego han llegado al poder (ERC y los de CiU, ahora Junts) han mantenido y callado estos privilegios.

Que, ahora que se han hecho públicos... siguen.

Código ético

Ha sido noticia estos días que la alcaldesa, Colau, ha sido imputada en un juicio por corrupción.

La alcaldesa, huelga decirlo, no dimite.

El clamor viene porque antes de llegar al poder su partido alardeó de que ellos eran honradísimos, a diferencia del PP que era la definición de la corrupción, y para demostrarlo exhibieron un código ético que se comprometían a cumplir y que decía, entre otras cosas, que si alguien era imputado en un juicio de corrupción dimitiría.

El tema de la corrupción era un escándalo público permanente: Colau y su gente han resultado ser una banda de ladrones que están desvalijando el ayuntamiento quedándose ellos la caja bajo diferentes excusas. Por ejemplo, lo primero que hizo Colau al llegar fue nombrar a su marido asesor y ponerle un sueldo estratosférico. Pero a partir de ahí, y como no pasaba nada, ni se imaginan. 

La alcaldesa dice que no dimite porque ganará el juicio y será declarada inocente o la causa será desestimada.

Y puede. Pero es que lo que el código ético del que ellos alardeaban no dice eso. Dice que se dimitirá al ser imputado. No si se es condenado, sino imputado. Y Colau está imputada.

Nada de esto, por descontado, importa a quienes la votan.

Más que indultos

Ha sido noticia estos días que el Gobierno central ha decidido no reclamar a los malversores golpistas el dinero que malversaron durante el prusés y que el Tribunal de Cuentas, ejerciendo su función, les reclama. 

Es un dinero que pertenecía a la Generalidad y que ellos emplearon en cosas ilícitas, por lo que el Tribunal les exige su devolución. La Generalidad dijo que no hacía falta reclamar el dinero, que ellos les perdonaban, pero el tribunal les respondió que no podían perdonarlo, que era su obligación. Bueno, ahora es el gobierno de Sánchez el que lo va a perdonar. Solo que esta vez no va a hacerlo diciéndolo públicamente, sino por un método mucho más eficaz: va a dejar pasar el plazo para reclamarlo.

Digo yo que el Tribunal de Cuentas debería, entonces, perseguir al Gobierno por renunciar a un dinero de los ciudadanos al que tenemos los ciudadanos derecho y que unos delincuentes nos han levantado para fines ilícitos. Pero no va a ocurrir.

Censurar a la vista

Ha sido noticia estos días de que el Gobierno, en un determinado acto, ha vetado la presencia de todos los medios de comunicación que no le son afines. La razón esgrimida ha sido el aforo de la sala donde iban a desarrollar el acto. Uno podría pensar que entonces deberían haber buscado una sala más grande, aunque con anterioridad han desarrollado actos en esa sala y cabían todos (y de hecho los va a seguir habiendo, ya están convocados). También podría pensar que el método de selección no ha sido el azar, pues qué casualidad el resultado.

Pero como la censura es a los medios que no son progubernamentales, a los votantes de la coalición Frankestein les da igual. Incluso afirmaría que les parece bien.

Estudiar Historia sin Historia

La propuesta del ministerio es que la Historia se estudiará empezando en 1812. Si se cuenta algo de antes, que sea sólo para poner en antecedentes. Por otro lado, el enfoque de la Historia no será saber hechos, sino analizar los hechos desde un punto de vista político. Político escorado hacia cierto lado, no hay que especificar.

Estoy seguro de que habrá profesores por todo el país que intentarán enseñar algo a sus alumnos. Que les hablarán de los árabes, quizá incluso de la Reconquista o de los Siglos de Oro. Algún valiente les mencionará a los visigodos y tal vez a los romanos, no sé si alguien les contará lo de Sagunto. Pero serán profesores aislados aquí y allá, y serán cada vez menos. Y serán cada vez más los españoles que no tengan ni idea de quién fue Julio César, don Rodrigo o Hernán Cortés. Almanzor, Viriato o el conde-duque de Olivares.

Leo que un enfoque parecido se va a adoptar en Historia del Arte.

Pienso en las Matemáticas enseñadas con perspectiva de género, y preveo el bajón en el nivel de los conocimientos que se van a enseñar.

Nada de esto me afecta, claro. Yo ya estoy educado y mis hijos también; en cuanto a mis nietos, cuando les llegue el momento de ejercer esos conocimientos yo ya no estaré. La Educación, como es algo que sólo rendirá en el futuro, es un tema que no nos interesa de verdad a ninguno. Si nuestros hijos sacan buenas notas ya estamos contentos; que sea a costa de que no tengan conocimientos apenas, eso nos da igual.



Y podría seguir, y seguir y seguir. Pero ¿para qué? Estamos tan hechos a la clase política que tenemos, que hace tiempo que hemos desconectado de ellos y no relacionamos sus mundos con los nuestros. De lo contrario nuestras vidas serían insoportables.



Delta Spirit - Yamaha