domingo, 26 de mayo de 2019

Cómo subir los impuestos sin que se note: caso práctico



No me gusta escribir sobre la situación política española. No me gusta nada. Son artículos ligados a un tiempo determinado, el tiempo en el que se escribieron, y que no interesan en absoluto releerlos después de ese tiempo. Como yo escribo para leer en el futuro lo que pensaba ahora, las entradas sobre temas políticos resultan... vanas. Mezquinas. Preocupaciones que el tiempo se encarga de situar.

A pesar de ello, escribo sobre política porque necesito canalizar mi frustración. Y mi desesperación por ser una voz que clama en el desierto, porque nadie se dé cuenta de que de estos polvos vendrán lodos.

Hoy, sin ir más lejos, se celebran elecciones municipales, autonómicas y europeas. Y los votos los van a emitir personas que no son conscientes, personas que no reconocen el populismo con el que los manipulan

Por ejemplo: hace no mucho el gobierno aprobó un decreto por el que imponía que serían los bancos los que pagarían los impuestos sobre actos jurídicos documentados. Y la plebe, faltaría más, aplaudió la medida. Por fin un gobierno que le apretaba las clavijas al gran capital. 

Y sin embargo ¿puede alguien, al reflexionar, no llegar a la conclusión que, fuera como fuera, ese impuesto lo iban a pagar los ciudadanos y no los bancos? ¿Tan difícil es percibir que lo que iban a hacer los bancos era cobrarlo al peticionario de una forma u otra?  Por cierto que en aquel momento aún nos tomaron más el pelo los políticos, al afirmar los promotores de la idea cuando se les planteó la objeción que he expresado, un simple "confiamos en que no lo hagan, apelamos a su responsabilidad social". ¿Tan tontos nos creían? ¿Se nos puede mentir a la cara con más desparpajo?

Pues bien, hasta aquí no dejaría de ser una medida estúpida e ineficaz como tantas otras a las que nos tienen acostumbrado. Pero no, cuando una medida es mala, es que es mala y eso se va a hacer notar.

En este caso de ejemplo: dado que los bancos son ya los sujetos pasivos del impuesto, varias comunidades autónomas han visto la ocasión ¡para subir el gravamen! ¡Total, es un impuesto a la banca! 

¿Ven a lo que nos lleva el populismo?

Por descontado que la plebe, estúpida por definición, alabará a los audaces gobernantes. Cuyos voceros alardearán a los 4 vientos que ellos sí están subiendo los impuestos a la banca y no a los ciudadanos (y a las ciudadanos, que esos voceros suelen ser de los que emplean estos artificios).

Y es que el resumen de la situación ha sido: que la comunidades autónomas van a recaudar más dinero vía impuestos; que a la banca le va a dar igual; y, por lo tanto, que los ciudadanos están pagando más impuestos. Sin saberlo, y aplaudiéndolo.

Y mi voto vale lo mismo. 




Manuel de Falla - El amor brujo (Danza del fuego)

The Coca-Cola Company

Coca-Cola, todos lo sabemos, es una compañía multinacional. Si comparásemos sus ventas con el PIB de un país, creo que estaría en torno al puesto 84 de los países del mundo, más o menos en la franja de Eslovenia, Lituania y Serbia. No es una empresa pequeña, y es innegable que tiene éxito y prestigio en todo el mundo. Algo debe hacer bien, digo yo.

La empresa, en España, hasta hace unos años  tenía siete subsidiarias, siete empresas representantes, cada una con un territorio propio. Por ejemplo, COBEGA mandaba en Cataluña, COLEBEGA en Levante, CASBEGA en Madrid, NORBEGA en las provincias vascas,...

Hace unos años, los jefes de Atlanta decidieron que ese reparto en satrapías y zonas de influencia a distribución era poco eficaz. Cosa del pasado diría. El caso es que juntaron a sus siete subsidiarias y les dijeron que se acabó lo de la autonomía de unas con otras: debían unirse en una sola empresa, una Coca-Cola España (nombre verdadero: Coca-Cola Iberian Partners).

Unificada España, dijeron que había que ir más allá y obligaron a la de los países principales de Europa Occidental a unirse en una sola empresa. En ese momento, además de Coca-Cola España (que también incluye a Portugal y Andorra), tenían Coca-Cola Enterprises, que gestionaba Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Luxemburgo, Mónaco, Holanda, Noruega y Suecia, y Coca-Cola Erfrischungsgetränke AG (Alemania). Y ya está, obligaron a la fusión de las tres megaempresas y montaron una con cuartel general en Londres y la catalana Sol Daurella como presidente.

¿Porqué han hecho esto? Sin duda, porque creen que es lo mejor. Y viendo su historial de éxito, no se lo voy a discutir.

sábado, 18 de mayo de 2019

Desánimo político





Del todo desanimado, así estoy. Y el desánimo lleva al desinterés, ya se sabe.

Resumiendo: una vez más el Pueblo se ha equivocado y ha elegido una mala opción. Nada nuevo, ya pasó con Barrabás, pero... 

J. es un anciano de 75 años. Vive en un albergue para ancianos sin hogar. Votó al PSC (a Sánchez, decía él). ¿Porqué? Pues porque quiere que le suban la paga. Una pensión mínima de reinserción que cobra. Y dice que han prometido subirla. Quizá uno podría explicarle a J. que él está recibiendo mucho más (sin ir más lejos, la asistencia sanitaria y el tratamiento para el cáncer que padece) sin que él pague un duro desde ni se sabe cuántos años, y que todo lo que recibe sale del esfuerzo de uno, al que están cosiendo con impuestos, y del futuro de los hijos de uno, que están hipotecando. Pero para qué. Uno se asegura que en el sobre de J. esté la papeleta del PSC, que es lo que J. quiere, y le felicita por interesarse por la política. Pero uno no puede dejar de reflexionar sobre que se dé el mismo peso a la opinión de los millones que disparan con la pólvora del rey.

Pero en fin, así son las cosas. Dentro de ocho años la situación estará tan mal que igual a la población se le ocurre que sea la derecha la que arregle la economía, que cuando esté arreglada ya volverán a dar el poder a la izquierda. Así que mi objetivo, de momento, es prepararme para la crisis que viene e intentar pasarla con los menos dolores posibles.

Que viene una crisis es del todo cierto. No puede ser de otra manera, con los indescriptibles que ponemos al mando. 

Tres ejemplos, tres detalles.

1.- La obligación de fichar

Ha entrado en vigor una ley que obliga a que todos los trabajadores fichen la entrada y la salida. El objetivo es controlar las horas extras que hacen los trabajadores, para poder reclamar a los empleadores la cotización de éstas. La promulgaron en marzo, y ahora entra en vigor. ¿Y qué pasa? Que no se puede aplicar. En las empresas en la que se fichaban se sigue haciendo igual. En las que no, se sigue haciendo igual. ¿Por qué? Pues porque las razones que existían para no fichar siguen existiendo. Por ejemplo, los montadores de una empresa que están realizando un montaje en, digamos, Guinea Ecuatorial. O Nicarqagua, por aquello de incluso estar en un huso horario alejado. El ingeniero que está haciendo una visita de obra. O los viajantes de comercio. O los pintores de casas. O los pescadores. O... Hay tantos ejemplos, que se ha decidido que la ley entre en vigor... pero que no se aplique. Tal cual.

De momento, dicen que van a desarrollarla más (es decir, mejor), que prepararán un reglamento, que estudiarán a ver cómo se puede hacer, que de momento se concede una prórroga porque su entrada en vigor fue prematura y no dio tiempo a las empresas a prepararse... todas esas excusas que se dan en estos casos.

La verdad es que sólo hay una excusa: son unos chapuceros que hacen mal su trabajo, que es legislar, y que hacen mal su trabajo cuando promulgan leyes que están mal hechas y que no se corresponden con la realidad.

Sólo este caso debería haber bastado para hacer reflexionar a la población y darse cuenta de que quizás estos chicos no son los que deberían gobernar, pero no.

2.- El caso Iceta

Lo de Iceta es de traca.

Iceta es un conocido bujarrón catalán, socialista, que en su juventud empezó 1º de Químicas, y tras su fracaso intentó 1º de Económicas durante 5 años, hasta que agotó todas las convocatorias legales. Entonces dejó de estudiar y se dedicó al PSC, donde le pusieron despacho propio y todo lo demás. Corría el año 1984. En estos 35 años, nuestro héroe no se ha ganado un real por sí mismo fuera del Partido, y en los que se ha dedicado a gestionar la tramoya del PSC, quizás el partido en el que más golpes bajos y guerra sucia hay entre sus bastidores. Y así, ayudando a unos a hacer la cama a otros, fue medrando hasta conseguir el secretariado general. En ese puesto se distinguió por dos cosas: la primera, por apoyar a Pedro Sánchez en las duras y en las maduras; la segunda, luego lo digo.

El caso es que el apoyo a Sánchez por fin le iba a rendir réditos: Pedro anunció que Iceta sería el presidente del Senado, ahí es nada. Sólo había un problemilla técnico, que no era senador.

Pero eso no suponia ningún problema. Primero, se hizo dimitir a Montilla (ya ven, lo que se valora el ser senador), que era senador autonómico y luego se nombraba a Iceta en su lugar. Como cuando un senador autonómico dimite el sustituto es propuesto por el grupo que había nombrado al dimitido, estaba chupado. Y sin embargo hete aquí que ERC, en el Parlamento local, se negó a que fuera Iceta. Y votó en contra. Y los de Puchi, otro tanto. Y no ha salido nombrado senador.

La segunda característica que ha distinguido a Iceta es que todos estos años Iceta ha sido suave, cuando no condescendiente por no decir que les dio apoyo, con los separatistas. El golpe de estado que supusieron las sesiones del 6 y 7 de septiembre, el referéndum, las proclamaciones de independencia,... en todo momento Iceta ha defendido que "no saquemos las cosas de quicio", que esto se ha de dialogar, proclamó que habría indulto cuando gobernaran ellos  antes incluso de que empezara el juicio-,... Incluso defendió que debería haber un referéndum pactado e independencia con el 65% de los votos a favor. Y este tipo, sin estudios ni preparación ni experiencia laboral ni profesión iba a ser el presidente del Senado.

En sí, lo de ERC y JxC no tiene nombre. Entra dentro de lo que se denomina cortesía parlamentaria, al igual que nombrar a miembros de la oposición para formar parte de la Mesa del Parlamento o de comisiones de todo tipo, o el reparto de los asientos en el Pleno. No se aplica nunca la dictadura de la mayoría. Y sin embargo esta vez lo han hecho. Así estan las cosas en las provincias catalanas, en las que los separatistas ya no respetan ni las mínimas normas del respeto al otro y deciden que, puesto que son mayoría, ellos son el pueblo catalán, vae victis y todo eso. ¡Ay de ellos, como algún día no sean mayoría y decidan darles a probar su propia medicina!

Lo más curioso, por no decir lo peor, es que para Iceta que los separatistas den un golpe de estado y se salten las leyes a la torera merece comprensión y diálogo, pero que usen una argucia legal que le afecta personalmente es intolerable y la Justicia debe actuar y que no quede impune. Pues miren, yo me alegro. Que nombre el PSC al senador que quieran, pero que este tipo no se beneficie. No con mis impuestos.

La cuestión es que lo de Iceta ha sido una chapuza. Vendieron la piel del oso antes de cazarlo. Lo que tenían que haber hecho es callarse, que dimitiera Montilla e intentar nombrar a Iceta sin nada más, como un simple senador autonómico más. Hacer creer que -como les está pasando a tantos políticos catalanes no separatistas- está harto de sufrir lo que están sufriendo aquí y quiere poner tierra de por medio. Uno más de los políticos que se larga. Y luego, cuando ya es senador anunciarlo. Pero no. Creían que la realidad se amoldaría a sus deseos y no se les ocurrió que algo podría salir mal.

Ésta es la gente que nos va a gobernar. Pedazo de crisis se nos viene encima.

3.- Pisarello

Van a nombrar a Pisarello secretario de la Mesa del Congreso. No voy a glosar esta medida, pero no recuerdo ninguna otra que me pueda encorajinar más. Desde luego, les aseguro que mientras ese tío esté ahí me niego a saber nada del Congreso.

Nos vamos a la mierda, y no estamos viendo las señales.





Post Scriptum: 

Esto de la "ley" que obliga a fichar tiene más miga de la que parece. Dejando de lado la ley en sí. Resulta que, como casi todo lo que ha "legislado" el PSE de Sánchez, se ha promulgado mediante Decreto-Ley. Una fórmula que evita la discusión previa en el Congreso, y que está prevista por la Constitución para casos de extraordinaria y urgente necesidad. Tan urgente que se promulgó en marzo pero entrando en vigor en mayo, y que, como no han hecho un desarrollo reglamentario, aún no puede aplicarse.  Es el ejemplo perfecto de chapuza. Y a estos pájaros hemos elegido para que nos gobiernen y legislen. 

Dios nos coja confesados.




The War and Treaty - Love like there's no tomorrow

jueves, 2 de mayo de 2019

El cine es cosa del pasado




Acabo de ver en la tele la excelente, superior, Río Rojo. Con John Wayne y Montgomery Cliff. Y con Walter Brennan, por cierto, uno de los tres (con Nicholson y Daniel Day-Lewis) actores que ha ganado tres Óscar. Y a continuación emitieron Río Bravo, de nuevo de Howard Hawks con John Wayne y Walter Brennan. Dean Martin en vez de Cliff, me gusta más Cliff. Con el mismo autor de la banda sonora, los mismos guionistas,... Algún día escribiré sobre las películas de Hawks y John Wayne, hoy no era ése el tema que quería tratar.

No, se trata de que Río Rojo es una película soberbia que pasa sin pena ni gloria por la parrilla. Y no es una anécdota, es un botón de muestra de una actitud general. Río Rojo es de 1948, muy anterior a mi tiempo, y en mi mocedad eso nos daba igual. Era una película que había que ver. Como Casablanca, El Halcón Maltés o El día más largo, daba igual. Veíamos las películas de Charlot, de Hitchcock y del gordo y el flaco o los hermanos Marx. Las películas de Bogart, de Cary Grant o de James Steward. No se miraba la fecha de la película, sólo si era buena o mala. Y las buenas se veía, claro que sí.

Eso, ahora, es inimaginable. El cine sigue funcionando, pero diría que sólo las películas palomiteras. Las películas para adolescentes, trilogías, tetralogías y, sobre todo, series sin fin. De superhéroes, si se puede. Hay excepciones, no cabe duda, pero la inmensa mayoría de los taquillazos son películas que no soportarán el paso del tiempo. Se verán una vez, y punto, salvo las de superhéroes en serie, que se seguirán viendo como se releen las colecciones de tebeos. Y eso que se siguen haciendo grandes películas, e imagino que se pasarán por televisión, que se descargarán y se verán. Pero no se trata de eso, se trata de que nadie (quiero decir, jóvenes y no tan jóvenes pero que comparados conmigo sí que diría que son jóvenes) ve ahora películas que no fueran "de su época". No les cabe en la cabeza.

Y con la pérdida del Cine ellos pierden el disfrute de un arte que ha creado obras que deberían ser inmortales, pero también estamos perdiendo referencias culturales - entendiendo la cultura como nuestra visión del mundo- y, por qué no decirlo, referencias educativas - pues contribuyó a la creación de valores en los que nos criamos viendo cine de todas las épocas-. ¿Triste? Quizá, pero sólo desde mi punto de vista. Ellos, como no saben lo que se pierden... 

En fin, he sonado un poco a Arturo Pérez Reverte, ¿no es verdad? No era mi intención, pero es que al ver cómo se desprecian obras maestras por la mera razón de tener ya unos años...


Para terminar: el enlace que he incluido al principio del artículo es la escena final de la película El último mohicano (aunque en verdad la última escena es la siguiente, el discurso del último mohicano por la muerte de su hijo; es posible que su ausencia tenga algo que ver con que, por lo que parece, en Estados Unidos no se incluyó esa oración final). Es de 1992; me temo que cada vez van a ser más los jóvenes que no la habrán visto. Y es una película soberbia, toda ella. Lo que pasa es que se ha de ver en una sala de cine, con una pantalla gigante. Verla en una tableta o en un móvil... Pues sí que se entiende que no tengan interés en verla. Como ver el Gran Cañón del Colorado en fotos.

El final de la película: así culmina una obra maestra. Con siete minutos definitivos y sin palabras.