jueves, 30 de junio de 2016

Mide con micrómetro, marca con tiza, corta con hacha



Llega a mis manos un ejemplar de una revista de nuestro sector; quiero decir, especializada en el cálculo de estructuras. He leído (o intentado leer) los artículos, y… Soy un ingeniero del pleistoceno. Puede que el último en activo, además.

Verán, hay varios artículos en la revista. Uno de ellos lo escribe Fructuós Mañá, un gran calculista, ya jubilado. Es un artículo que se lee de corrido, que incluye perlas como por ejemplo cuando explica que para muchos arquitectos la cimentación no forma parte del edificio, porque el proyecto ha de atender a las funciones, al estilo y a las proporciones, y en consecuencia la cimentación es algo que ya resolverá el que haga la estructura. Es cierto: nadie, cuando ve una casa, salvo que sea del gremio, se interesa lo más mínimo por los cimientos, al igual que nadie se preocupa por el tipo de soldadura de las conexiones del chip de su teléfono móvil. Sin embargo, los estructuristas sabemos que si fallamos en los cimientos, nada va a tener arreglo.

Otra idea muy interesante del artículo es que, cuando llegan las patologías, cada técnico tiende a buscar la causa (y la solución) en el ámbito de su competencia, de lo que sabe.

Lamenta, en definitiva, que las profesiones se hayan ido superespecializando, pues se están perdiendo las personas con un saber general y una visión global de los proyectos y de los edificios. Porque, como concluye, construir es algo más que la simple sucesión del trabajo de especialistas.

Pero, como les decía, hay más artículos en la revista. Y éstos los escriben ingenieros más jóvenes que yo, que tienen muchos títulos debajo de su firma y muchos cargos universitarios. Y ¿saben qué pasa? Que no entiendo los artículos. Son, en mi opinión, una hueca exhibición de saber, en el que "explican" cómo resolver complejos problemas con ordenadores y programas de cálculo. Son artículos en los que una estructura es una matriz expresada con notación indicial, y que tras leerlos uno, como mucho, es consciente de que a) hay problemas muy difíciles, ahí fuera, y b) suerte que estos tipos tan listos han hecho programas tan geniales que los resuelven por nosotros.

Normal que me sienta un ingeniero del pleistoceno.

Alguna vez he escrito sobre mi profesor de estructuras de la carrera. El peor profesor de nada que he tenido jamás. Ese tipo se pasó todo el curso escribiendo matrices con notación indicial; nunca dibujó el esquema de una estructura. Se relacionaba con nosotros como una computadora (de las de entonces, con las de ahora las estructuras ya se las modeliza mediante esquemas gráficos y son los programas los que se encargan de generar las matrices). Y al acabar el curso yo no había aprendido apenas nada. Y lo poco que aprendí no fue gracias a él, que incluso cuando nos enseñaron el método de Cross (habría sido un delito no hacerlo) tuvo que venir un ayudante; el profesor titular volvió días después, cuando ya había acabado el "desagradable" capítulo del Cross.

Pues los articulistas son como ese gachó.

Yo es que ya no soy de esta época, me temo. Perdí el tren de los tiempos. Con todo, tengo una pregunta que hacerles: si esos problemas son tan serios y se necesitan tan complejos modelos informáticos para resolverlos, ¿cómo lo hacían antes? Porque los edificios no se caen nunca (bueno, alguno alguna vez, pero siempre porque es muy antiguo y ha sufrido ocho guerras e incendios, o porque en su momento se construyó mal, rayando en lo delictivo). Me dirán, tal vez, que es que antes los coeficientes de seguridad eran mayores… y sin embargo es fácil reconocer una estructura de hace cincuenta años porque todo es más ligero, más esbelto, con menos cimiento, con peor hormigón, peor acero y menos armado. Y con menos controles en las obras. ¿Cuándo es mayor el coeficiente de seguridad, antes o ahora? La verdad, probablemente, es que la respuesta es la del primer artículo: estos superespecialistas con sus superespecializados programas de cálculo no se han dado cuenta de que en los edificios hay muchas más cosas que también intervienen en el comportamiento de todo, no sólo la estructura.

Aparte, hay un dato que es incontestable: la obra es la obra. Quiero decir, la obra es el mundo del "mide con micrómetro, marca con tiza, corta con hacha". Uno puede hacer el modelo computerizado definitivo en el que refleja hasta el último detalle de la realidad, y luego vendrá el paleta analfabeto y hará lo que le parezca. Y suerte si se parece a lo que se había computerizado. Esto pasa tantas veces, y tanto más cuanto más exacto es el modelo, que uno se plantea si no es mejor trabajar a la antigua, con modelos simplificados y consideraciones fruto de la experiencia, y no perder tanto tiempo en los modelos informáticos en los que confiamos.

Ahora bien, es cierto que los calculistas sabemos cada vez menos de lo nuestro, por lo que si queremos proyectar algo complicado de verdad necesitaremos los programas de ordenadores, y éstos sí que mejoran a la velocidad del rayo. En un círculo vicioso, más usamos las máquinas, menos sabemos nosotros. Y estos artículos, lo que hacen, es mostrarnos a nosotros lo poco que sabemos nosotros, lo mucho que necesitamos a las máquinas.

Nos muestran cuan antiguos somos. En mi caso, del pleistoceno. 




Rickie Byars - Oyaheya

miércoles, 22 de junio de 2016

¿Hacia el fin de la ingeniería?




En la sociedad, todos los oficios son necesarios: el médico, el abogado, el fresador y el tanatoesteticista. Y sí, también el juglar y el fagotista (que es la persona que toca el fagot). Y, siendo todos necesarios, todos participan de los éxitos, al igual que toda la tripulación necesaria para la navegación del barco es responsable del éxito de la singladura.

Dicho esto, mi opinión es que hay unos que son más responsables que otros. Que la trascendencia de su buen desempeño es mayor que la de otros.

Como cualquier lector asiduo habrá deducido ya, lo que pretendo decir es que la ingeniería es la clave para el avance de las sociedades. Son los avances ingenieriles los que nos sacaron de las cuevas, los que lograron que nuestras casas no se incendien las noches de tormenta, los que consiguen fabricar todo lo que tenemos, los que lograron que, en definitiva, vivamos en condiciones inimaginables hace mil, dos mil o tres mil años. Sí, son importantes los avances en derecho, medicina o física, pero lo que define es el estado de la ingeniería.

De hecho, todos damos un caché a los países en función de su nivel de ingeniería, antes que todo lo demás.

El otro día hablé con F., que me contó que su hija estudia ingeniería. Yo soy ingeniero, así que era inevitable que le preguntara qué asignaturas estaba estudiando.

No entiendo muy bien el sistema de créditos, cuatrimestrales y todo eso, pero, haciendo una equiparación con lo que yo estudié, yo hice 4 asignaturas de matemáticas (de año completo) y ahora se hacen 2 (4 cuatrimestrales, que equiparo a 2 completas). Hice dos años de química como tal, ahora es 1 cuatrimestre. Mis dos cursos de física como tal (no cuento mecánica, termodinámica, etc) es 1 curso. El curso de mecánica de fluidos, el último gran escollo para sacar la carrera, se ha quedado en un cuatrimestre de la rama industrial (estoy mirando el grado de ingeniería mecánica de la Universidad de Zaragoza). Podría seguir, pero ya me vale.

¿Qué hacen los 4 años del grado y los 2 del máster? Pues muchas cuatrimestrales de temas muy diversos: diseño y arquitectura de vehículos, materiales industriales avanzados, logística o sistemas eléctricos de pintura (en el máster de ingeniería industrial). Y, sí, también asignaturas discutibles, como "emprendimiento y liderazgo" o "business intelligence".

Pero, verán, resulta que yo soy ingeniero industrial. Especialidad mecánica, plan del 64. Seré una antigualla, un residuo del siglo XX y todo lo que ustedes quieran, pero soy ingeniero y tengo conocimientos de lo que es la ingeniería. Y no estoy seguro de que me gusten estos planes de estudio.

El problema de la ingeniería, la ingeniería industrial por concretar, es que es un campo muy amplio. Un médico, un físico o un abogado siempre tiene algunas nociones de los otros campos. Pero un ingeniero de motores térmicos (de gasolina, por ejemplo) no tiene más idea de la instalación eléctrica de su casa que la que tiene cualquier hijo de vecino. Un ingeniero de organización industrial no sabe nada de aire acondicionado. Un ingeniero de métodos y tiempos no sabe nada de estructuras. Un ingeniero de patentes no puede estar en una central eléctrica. Tan es así, que prácticamente nada lo proyecta un ingeniero solo.

Añadamos a esto que la técnica es como el nadar: se aprende nadando. La técnica, aunque se tengan libros para estudiarla, se aprende de verdad ejerciendo.

Ante esta tesitura, la universidad lo más que puede hacer es dar una formación primaria. Una preparación base y un conocimiento general, con la esperanza de que el devenir profesional de cada uno será el que le aporte el verdadero conocimiento práctico. El cómo dar esta preparación base y conocimiento general no está claro, no en vano los planes de estudio cambian con una frecuencia sospechosa (de que no aciertan los que los diseñan).

Ahora bien: si uno siembra cebada, recogerá cebada, no tomates. En mi opinión, el plan de estudios de la ingeniería es un plan... para graduados en ingeniería. Para crear ingenieros técnicos, si son ustedes también de la vieja usanza. Los ingenieros técnicos son profesionales muy preparados y competentes, que dominan su especialidad. Pero no son ingenieros superiores. Y no porque los superiores sepamos más que ellos de lo que se trate, sino precisamente por lo contrario: porque ellos son especialistas (este tema lo desarrollé, como mínimo, en esta entrada). En su momento, cuando comprendí lo que era eso del plan Bolonia, dije que lo que se estaba haciendo era que los ingenieros superiores fueran antes ingenieros técnicos (también opiné que no me parecía una buena idea, lo que no viene al caso). Pero miro el plan de estudios de los ¡2 años! de máster, y no veo la formación que de ingenieros superiores les falta a los técnicos. Al contrario, lo que veo es más técnica. Más conocimiento especializado, aplicado.

Lo cierto es que los ingenieros van a estudiar la mitad de física, química o matemáticas que estudiábamos nosotros. Sumen a esto que, como defendía ayer, lo más probable es que los estudiantes ingresen sabiendo, de entrada, también la mitad de física o matemáticas que sabíamos nosotros, y... 

Como digo siempre: ¿ustedes creen que esto saldrá gratis?

Si lo creen, es que no tienen ni idea de lo que aporta un ingeniero superior.

A ver cómo se lo explico: el submarino no lo inventó un tipo que construía muy bien los barcos o que lo sabía todo sobre barcos, sino Isaac Peral.

Como les dije, los científicos, observando la Naturaleza, deducen la Ciencia. Y los ingenieros, conociendo la Ciencia, inventan la Técnica. Para poder dar este paso, los ingenieros han de tener una fuerte base científica. ¿Cómo podrían, si no? Imaginen una máquina funcionando, pongamos una trilladora. Un ingeniero puede verla en acción y se le pueden ocurrir mejoras, pero para desarrollarlas (o para que, al hilo de sus pensamientos, se le ocurra otra cosa también novedosa) necesita conocimientos sólidos de matemáticas, cinemática, metalurgia, física, no sé. Una base de Ciencias, en definitiva.

Pues mi temor es que, despreciando la formación teórica (el conocimiento de las Ciencias), no conseguiremos tener ingenieros superiores. 

Y España, careciendo de ingenieros superiores, dejará de jugar en la liga de los países con buenos ingenieros superiores (liga que no estábamos ganando, vale, pero sí competíamos). Y si quiere saber lo que supone, hágase una lista de los países que no son conocidos por sus ingenieros.

No, despreciar las ciencias en la formación de los ingenieros no saldrá gratis. Al revés, es un error muy serio. Y si porfiamos en ello, el país lo pagará durante mucho, mucho tiempo.





Cotton fields

El inglés como síntoma




Me cuenta M. que su hija, que va a cumplir 10 años, estudia inglés en la escuela, pero el nivel es tan bajo que la lleva también a una academia privada. Ahí sí le enseñan inglés, y M. nota que sí, que su hija aprende. Al mismo tiempo, ve los exámenes que le ponen en el colegio, y como aquello es ridículo, acudió a quejarse. EL profesor de inglés le explicó que en la clase hay niños que van a academias de inglés y niños que no, y que la diferencia se nota muchísimo, pero que él no puede tener dos baremos. Aparte, en el aula hay, como es normal, niños listos y niños tontos, niños a los que se les da bien y niños a los que no, niños que tienen el ambiente adecuado en casa y niños que en su casa... no tienen el ambiente adecuado (M. lleva a su hija a una escuela pública de su pueblo, no a un caro colegio privado como los líderes separatistas catalanes). Pues bien, el profesor pone el nivel para los torpes. Para los torpes que no van a una academia, claro. Él es consciente de que el nivel de sus clases es muy bajo, pero... bueno, aquellos que quieren que sus hijos aprendan inglés ya los llevan  a academias privadas.

M. está indignada con el profesor de inglés de la escuela.

La realidad es, todos la sabemos, que al acabar los 12 años de enseñanza preuniversitaria, aquellos chicos que no hayan ido a academias privadas chapurrearán un inglés macarrónico. Salvo los especialmente dotados o trabajadores, aquellos que destacarán, la inmensa mayoría no podría leer una novela de Jack London. No es un problema del profesor de inglés de la escuela de M. (aunque eso no quita que el hombre sea un ejemplo de incompentencia). Es un problema de cómo enseñamos el inglés en nuestro país.

Por otro lado, el inglés no es muy difícil: lo aprenden niños de teta, y el más tonto de Gran Bretaña. Desde hace siglos hay analfabetos que hablan inglés; incluso hay analfabetos que hablan inglés y otras lenguas. Hay gente sin cultura que ha llegado a Inglaterra (o a Estados Unidos, Australia,...) ya talluditos y, sin embargo, han aprendido inglés. Quien dice inglés, por supuesto, dice casi cualquier otra lengua. Vamos, que no es física cuántica o mecánica de fluidos.

Lo que pasa es que incluso el que no sabe inglés es capaz de darse cuenta de que uno no sabe. Y por esto hay academias: porque los padres se dan cuenta de que sus hijos no saben, con sólo el colegio, y en cambio ven que yendo a las academias sí saben.

Está claro que el fallo está en el sistema de enseñanza.

Entonces, si en la escuela no consiguen enseñar inglés con un nivel adecuado, ¿por qué creen que sí consiguen enseñar las otras asignaturas? ¿Creen que los chicos salen con un nivel alto de Literatura, Matemáticas, Química, Historia o Gramática, por citar algunas asignaturas de mi época? ¿No es más probable que no, que su nivel sea bajo, pero que no nos demos cuenta?

A ver, volvamos al caso del profesor de M. Este hombre adapta el nivel de lo que enseña al nivel del más torpe de la clase. ¿Creen que es el único que lo hace? Yo diría que no. El mismo principio pedagógico que mueve al profesor de inglés mueve al de matemáticas, digo yo. De ser así, imagínense que el profesor de matemáticas también pone el nivel en el de los torpes. Imaginen a continuación que el siguiente profesor de matemáticas se encuentra un grupo con poca formación de matemáticas y en el que, para más inri (y esto es importante), hay un grupo de torpes a los que el sistema no los ha apretado, exigido y, de ser necesario, expulsado por el bien de la mayoría. El principio pedagógico sigue ahí, y el resultado es, por fuerza, que al acabar la enseñanza el nivel de matemáticas ha de ser parejo al de inglés. Pero ustedes no se dan cuenta, porque no saben multiplicar polinomios, distinguir permutaciones de variaciones  o calcular límites y series. Y no sabe que el chico desconoce las series de Taylor y no sabe trabajar con logaritmos.

Y quien dice matemáticas dice literatura o cualquier otra. Quiero decir, seguro que no somos conscientes de que los chavales acaban sin distinguir a Moliere de Rabelais o a Mateo Alemán de Baltasar Gracián, y sin saber quién escribió La Gaviota o como sigue "¿Qué es poesía, me preguntas...".

En resumen, si examináramos a los chicos al terminar el bachillerato con un rigor mínimo, no con la risa que es ahora el examen de selectividad y que aprueban casi todos los que se presentan, nos daríamos cuenta de que sí, de que en la mayoría de los casos en la mayoría de las asignaturas el nivel es tan paupérrimo como el inglés sin academias. 

Y ahora, ¿qué hacemos? Bueno, yo no soy muy listo, pero creo que si algo está cargándose el esfuerzo educativo de los maestros y profesores, el primer paso para solucionarlo es eliminar esa causa. Y, una vez eliminada, yo me atrevería a recomendar hacer justo lo contrario. Quiero decir, si algo es tremendamente nocivo, lo opuesto será beneficioso, ¿no? Imaginen un programa de gimnasia. Con las pautas pedagógicas de la escuela española, el monitor del grupo establecerá un programa de pesas que pueda superar el más alfeñique.  El alfeñique no se esforzará, y el monitor responderá adaptando la evolución del programa a la del alfeñique que no es esfuerza. Y da igual que el resto del grupo no consiga ningún beneficio de tan liviano programa (e incluso alguno se apunte, de forma paralela, a un programa privado en el que sí le trabajen). Sí, no se rían, porque esto es lo que está pasando en las escuelas. Volvamos a la gimnasia. Lo que debe hacer el monitor es:

1) En primer lugar, debe identificar a los mejor dotados (o entrenados) y preparar un programa para ellos. Por supuesto que los alfeñiques no podrán seguirlo, pero eso no ha de coartar al monitor. Ya preparará un programa especial para ellos.

No es casualidad que algo parecido ocurra en las academias privadas de idiomas: lo primero que hacen es identificar el nivel del alumno, y colocan al alumno en la clase más adecuada para su nivel. Si puede ser un nivel adecuado para su edad, mejor. Pero el criterio prioritario es el nivel, no la edad.

2) En segundo lugar, el monitor comprende que los más fuertes y los alfeñiques tienen objetivos diferentes. Cada uno ha de llegar a donde pueda llegar.

También en las academias de idiomas se hace lo mismo. Los objetivos de cada alumno son diferentes, y cada uno elige el curso que se adapta a su objetivo.

3) En tercer lugar, el monitor, a cada subgrupo, le propone un plan exigente. El monitor es consciente de que no todos lo cumplirán, muchos progeresarán menos de lo deseable e incluso habrá alfeñiques que renunciarán. Bien, no pasa nada, Dios no les ha llamado por el camino de la gimnasia.

Sí, también en las academias de idiomas hay fracasos. Pero las academias no bajan el nivel de sus cursos porque la gente fracase. Al contrario, es el alumno el que ha de ser consciente que ha fracasado porque no se ha esforzado lo suficiente (entendiendo que la academia le había dirigido al curso adecuado, claro).

¿Qué ha hecho el profesor de inglés de nuestra historia? Pues todo lo contrario. 

En primer lugar, aun siendo consciente de que había niveles muy diferentes, los puso a todos en el mismo grupo: la edad era el criterio clave. 

En segundo lugar, estableció para todos el nivel del más débil. Aunque eso suponga el aprendizaje de nada para la mayoría.

En tercer lugar, no exigió esfuerzo a los débiles, sino que fue adaptando el programa para que, no importa lo poco que aprendieran, siempre estuvieran en los parámetros del aprobado.

Y la verdad es que así funciona nuestro sistema educativo. Dirán que patatín y que patatán, que la culpa es esto o la cosa se fastidió cuando aquello, pero al final todo se reduce a los tres pasos que he dicho.

Y aún les diré más. Como M., la gente que de verdad quiere que sus hijos aprendan, si puede pagarlo, apunta a sus hijos en academias privadas para que aprenda inglés. La gente que tiene más posibles, los apunta a academias privadas para que les enseñen todas las asignaturas. Se llaman colegios privados.


Puede decirse que hay intereses espúreos en mantener al sistema educativo en la senda del fracaso. A fin de cuentas, el matrimonio (puede que civil o sólo de hecho) Montilla, cuando el sr. Montilla fue el mandamás de Cataluña, reconoció que enviaba a sus hijos al Colegio Alemán (privado), en el que no se enseñaba en catalán sino en alemán, porque saber alemán proporcionaría a sus hijos mejores expectativas de empleos futuros. Empleos de caché, por supuesto. Normal que el sr. Montilla quisiera que la educación pública fuera deficiente: sus hijos, al puentearla, obtenían ventaja frente a los demás. Este criterio, en el caso del Sr. Mas y el sr. Junqueras es descarado e innegable. Pero yo no voy a mantener ahora la tesis de que los políticos quieren que el sistema sea penoso. A fin de cuentas, la educación del país es demasiado serio. Digamos simplemente que es el resultado de equivocadas decisiones tomadas por ineptos y que era de esperar en un país donde en los puestos públicos se pone a las personas cuya incompetencia para ese puesto sea máxima (como, por ejemplo, el sr. Junqueras como consejero de Economía en una situación de vacas flacas). Y ya está, no hubo mala voluntad. Se hizo mal, y es lo que tenemos. En cualquier caso, esto es una crítica para otro día.





Vivaldi - Las cuatro estaciones (verano)

jueves, 16 de junio de 2016

Grecia y el Brexit




Si yo fuera británico, votaría sí al Brexit. Verán porqué.

El Reino Unido se adhirió a la CEE en 1973. En aquel momento los miembros eran Francia, Italia, Alemania Federal, Holanda, Bélgica y Luxemburgo. No me parece mal pertenecer a ese club. Con nosotros entrarían Dinamarca e Irlanda. Bien, es un grupeto bastante correcto.

Y así pasaron los años.

Pero en 1981 se incluyó a Grecia. Yo, lo confieso, no lo entendí entonces y no lo entiendo ahora. ¿Qué sentido tenía que Grecia se uniese a una sociedad mercantil con los países del mar del Norte más Italia (que al menos tenía mucha frontera con Francia)? Para que me entiendan: han pasado 35 años, y ¿verdad que todavía chirría la permanencia de Grecia? En este momento, en mi opinión, se jodió todo. El principio del fin.

En 1986 se unieron Portugal y España. Mal, pero tenía más pase que lo de Grecia.

En 1995 fue la vez de Austria, Suecia y Finlandia. ¡Por fin unos fichajes inteligentes! En aquel momento España ya se sostenía a sí misma y sólo había que sostener a Grecia y a Portugal.... bueno, la cosa todavía tenía un pase.

Pero en el 2004 entraron Chipre, Eslovaquia, Malta y toda la peña. Y en el 2007, Rumanía y Bulgaria. ¡Rumanía y Bulgaria!

Croacia, aunque nadie lo sepa, también se unió al club. Fue en 2013.

Y por si fuera poco, se está estudiando la adhesión de Ucrania, ¡Moldavia!, Turquía, Serbia, Macedonia, Kosovo, Albania, Bosnia,... Normal que Suiza y Noruega hayan decidido que no, que a ellos no les interesa.

A mí tampoco me interesaría el club, visto quién forma parte. ¿Qué interés tienen en ser parte Albania, Kosovo o Moldavia? ¿Qué interés tiene Turquía, que desde la guerra de Troya está en guerra con los europeos y tiene un odio ancestral (mutuo) con los búlgaros, los griegos y los chipriotas? ¿Cómo podemos decir que compartimos valores e historia?

¿Qué creen, seamos serios, que quieren esos países?

Pues eso. Está clarísimo.

Por si alguien no lo ve aún claro, tenemos el caso griego. Grecia, en 1981, era una nulidad absoluta, un cero a la izquierda. Un lastre. Pero, bueno, quizá los Nueve pensaron que podrían conseguir que cambiaran. Y, además, uno entre nueve parecía una carga soportable. 35 años después, los griegos han cambiado, pero a peor. No solamente no aportan, sino que gastan y exigen más que antes. En aquel momento se buscaban sus habichuelas; ahora exigen que se las demos nosotros. Ya masticadas, a ser posible.

Y lo peor de Grecia es que ya no es sólo Grecia. Su ejemplo ha cundido, y ahora hay bastantes Grecias en la UE. De hecho, es lo que quieren todas las Grecias del mundo, entrar a formar parte de la UE. Las Albanias, las Moldavias, etc.

Éste no es el club de 1973. Este no es el club al que nos adherimos en 1973.

Por eso, si yo fuera británico, votaría sí al Brexit.



The Kinks - Lola

martes, 14 de junio de 2016

Si no quieres polvo es mejor que no vayas a la era



Frase popular que avisa de las consecuencias de ir a un sitio, de manera que si, sabiéndolo, vas y sufres las consecuencias, la culpa es tuya. Si se dice antes de que ocurra, es un consejo: hijo, está lloviendo, no salgas (o lleva paraguas). Si se dice después, es todo lo contrario. Burla y acusación: si no querías polvo, no haber ido a la era. O (y ténganlo en cuenta para todo lo que sigue): si no quieres que te violen no lleves minifalda. ¡Que vas provocando!

Sirva lo dicho como introducción a la frase que pronunció el candidato principal de CDC y, durante los cinco años de Mas, gurú del proceso, más destacado palmero y pieza esencial en la degradación de la convivencia catalana. Quico Homs, el interfecto, dijo ayer: si no quieres polvo, no vayas a la era ("si no vols pols no vagis a l'era”).

¿Por qué lo dijo? Pues porque el sábado anterior, la señorita Alicia Sánchez-Camacho, candidata por el PP en la circunscripción de Barcelona, se había acercado a Vic, población de esa circunscipción, para hacer campaña. Y no pudo hacerla porque en que la vieron, dos verduleros empezaron a chillarle que se fuera, que era una mierda y que en Vic no querían mierdas. El resto de verduleros, por lo que parece, se sumó al griterío y la pobre candidata (quizá porque iba acompañada de una niña) decidió irse. Huelga decir que Vic es una de las plazas fuertes de la Cataluña nazi y su "revolución de las sonrisas", ya saben, ese autoproclamado "proceso inclusivo, festivo, pacífico, democrático y tolerante".

La escena de Vic es una más de las habituales aquí, desde hace muchos años. Hay un segmento de la población, siempre el mismo, que tiene derecho a insultar, escupir y acallar a los que no piensan como ellos, y desde siempre ese segmento ha alardeado que ellos y no los acallados son los pacíficos, inclusivos, demócratas y tolerantes. Y que por eso insultan y acallan a los otros: porque esos otros no son pacíficos, inclusivos, demócratas y tolerantes, y eso los pacíficos, inclusivos, demócratas y tolerantes no lo pueden tolerar, aceptar ni incluir y han de usar la violencia. ¡Qué quieren que les diga, así es Cataluña, señoras y señores!

Como escena cotidiana, insisto, no le habría dedicado más de diez segundos. Pero es que está Quico. Se suponen que son colegas (los dos son diputados), que los dos respetan al adversario, los dos son demócratas de verdad, etc. Y, sin embargo, en vez de condenar el acto y decir que la señorita Alicia tiene derecho a expresarse aunque no nos guste - y no estaría de más añadir que él estaría dispuesto a recibir todas las pedradas porque la señorita Alicia pudiera expresar su opinión-, respondió con la frase de marras. Si no quería polvo, no haber ido a la era. Que ella se lo ha buscado y le está bien empleado, a ver si aprende.

Yo, de vez en cuando, voy a Vic por motivos profesionales, hace ya años que ni se me ocurre ir por placer. Cuando he tenido que ir por su comarca, Osona, siempre he ido con el resquemor de que descubran que no soy uno de ellos y me insulten, me rajen las ruedas del coche o, como mínimo, me cobren el triple por la consumición. Que no todos son así, oigan, pero sí que hay suficientes como para que la probabilidad de que nos toque en suerte un pacífico, etc., no sea despreciable.

Sin duda, la señorita Alicia sabe que Vic es una plaza hostil. Pero también tiene votantes allí, y además está en su derecho. No, es que es su obligación. Pero el señor Homs no lo ve así. Homs está de parte de los insultadores. Homs es partidario de que los del PP no puedan moverse con libertad ni tampoco expresar sus ideas. No en balde Homs es de Taradell, muy cerca de Vic. Por cierto que ustedes no tienen ni idea de las burradas que ha dicho Homs mientras fue portavoz de Mas y del prusés. Sobre cuan demócratas eran ellos (Quico, Artur, y los pacíficos, etc.) y lo poco demócratas que eran los demás.

Hace tiempo que ningún catalán me intenta disculpar a sus compatriotas diciendo que son una minoría, que ellos no son así. Es posible que no lo hagan ya porque son tantos los incidentes que es imposible defender que son cosa de una ridícula minoría de indocumentados. Y también es posible que no lo hagan porque, visto cómo piensa su ideólogo principal, no hay defensa posible.





Simon & Garfunkel - The sounds of silence (versión de Nouela)

domingo, 12 de junio de 2016

Los ingenieros de la planta 14

 


En la planta catorce del pozo minero, de la tarde amarilla tres hombres no volvieron. Hay sirenas, lamentos, acopasados ayes a la boca del pozo... Dos mujeres de luto, anhelando dos cuerpos, y una madre que rumia su agonía en silencio, es el tercero.

A las diez la luna clara se refleja en las sortijas del patrón recién llegado, con sombrero, gravedad y su aburrido gesto. Él ha sido el primero, vendrán gobernadores, alcaldes, ingenieros; tratarán de calmar, la presentida viuda que se muerde el pañuelo, no sabrán acercarse a la madre que les mira con los ojos resecos.

A las doce el patrón mirará su reloj (los otros ya se fueron) y en un punto y aparte esbozará un fastidio
mientras piensa ¿pero dónde están éstos? 

Ha llegado otro relevo de bomberos, y a la una menos diez verá la noche el primero muerto. Sentados en el suelo, los mineros se hacen cruces y reniegan de Dios: ¡quién diría les pillara de sorpresa la tragedia repetida! A veces el más bravo se le queda mirando fijamente al patrón con dientes apretados, y el patrón, con sombrero, tiene dos policías a su lado: no hay cuidado.

Tres horas lentas pasan a la luz de las linternas asustadas. El cura, con los ojos arrasados, al segundo le va uniendo sobre el pecho las manos, y un chaval de quince años, mientras llora impotente se abraza contra un árbol, y el chófer del patrón, con su gorra de plato, se siente desplazado: es un hombre prudente, bien domado.

El rocío ha calado hasta los huesos cuando sale el tercero: le recibe con sonrisa gris azul la madrugada, y con voces los mineros, mientras se abrazan todos y uno de ellos, el más fiero, por no irse al patrón, llora en el suelo.

La puntuación es mía, pero la letra es de la excelente canción de Victor Manuel "En la planta 14" (pulse en el enlace del encabezado para escucharla). ¿Porqué la traigo a colación? Pues porque no estoy de acuerdo con el tratamiento que da el cantautor a los ingenieros y por extensión al patrón. ¡Qué malos somos los ingenieros, según el autor! Nos importan un ardite los pobres obreros que se juegan la vida, es obvio, para que nosotros vivamos como reyes en nuestros palacios. ¡Ah, la muerte de algunos de ellos, qué asunto más desagradable que nos obliga a interrumpir nuestras cenas de smoking y partidas de póker!

Recuerdo todos los accidentes en los que he estado involucrado, en mayor o menor medida. Más aún cuando ha habido muertos. Pero más aún: los ingenieros nos preocupamos por la seguridad de los obreros muchísimo más que ellos. Diseñamos líneas de vida para subir a sitios altos, y les damos arneses para que se enganchen. Se asombrarían la cantidad de veces que deciden no usarlos y subir con sólo la seguridad de sus manos. Diseñamos las cimentaciones para que puedan ejecutarlas sin riesgo de derrumbes, y proyectamos las actuaciones para que impedir los derrumbes. Pero pasan. Sólo con multas les acostumbramos a que empleen tapones para los oídos, gafas de seguridad, guantes. Hace 25 ó 30 años, la pelea era por el casco. Recuerdo una fábrica en la que trabajé, en la que era obligatorio el casco. Pero los trabajadores de la nave habían llegado al acuerdo de que no lo llevaríamos cuando estuviésemos en nuestra nave; nos lo poníamos cuando salíamos de ella (por ejemplo, para pasar a la nave contigua). Algunos accidentes son eso, accidentes, como puede ser dar un traspiés y caer hacia atrás con la mala suerte de golpearse en la cabeza, pero otros se habrían evitado si el trabajador no fuera negligente. Señores, es verdad. Y hay muchos tuertos, mancos y cojos que pueden atestiguarlo.

Pero, además, los ingenieros nos preocupamos. Cuando hay un accidente salimos disparados hacia allí; a veces, rayando en lo inconsciente. Recuerdo una vez que volcó una grúa. Yo estaba en la caseta de obra, y en que me avisaron ya estaba allí. No había heridos, pero... de pronto, oí que el jefe de obra me llamaba. Mientras yo iba e inspeccionaba, habían encintado un perímetro de seguridad de la zona del accidente, todo el mundo estaba fuera (quiero decir con esto que el jefe de obra actuó con rapidez y prudencia), y yo me había quedado dentro. Igual había 100 ó 200 obreros, mirándome. Comprendí, y me acerqué al perímetro donde estaba el jefe de obra. Le dije que bien, que no pasara nadie, pero que yo iba a comprobar si había riesgo para que entraran las personas que debieran entrar. Por cierto que fui yo quien se dió cuenta que, con el accidente, se estaban vertiendo cientos o quizá miles de litros de aceite y había que controlar ese vertido.

Y tampoco es cierto que el patrón no se preocupe por los trabajadores. Vale, quizá los hay, pero también hay padres que violan a sus hijos e hijas. De hecho, cuando escucho la canción siempre pienso en el patrón. Que se espera hasta el final, aunque sea la noche entera, aunque el rocío le cale hasta los huesos como a todos. Porque, en estas situaciones, el patrón es uno más.

Y sí, los otros ya se fueron. Incluyendo a los ingenieros. Pero estoy seguro que alguno estaría con los equipos de rescate, otro estaría en la oficina estudiando los planos de la mina, otro estaría intentando movilizar más recursos para el rescate, otro...

Seguro que ningún ingeniero se había ido a su casa, a dormir tan pancho.  



Víctor Manuel - La planta 14 

Heisenberg (sí, el del principio)



Heisenberg es un tipo famoso: en mis tiempos, se estudiaba en el colegio, y supongo que aún se hace. Es el del principio de indeterminación de Heisenberg., ya saben. Lo que pasa es lo de siempre, en las escuelas no hay tiempo para enseñar todo y hay que seleccionar. En el caso de Heisenberg se eligió su principio, y se descartó su historia personal. Y su historia personal también merece un estudio, porque nos da unas enseñanzas que no deben caer en saco roto. No debió pasar lo que pasó en balde.

Heisenberg, alemán, nace en Wüzburgo en 1901. Desconozco las causas, pero tras la primera guerra mundial Alemania se convirtió en un auténtico hervidero cultural, y Berlín es la capital del mundo intelectual. De la literatura, la música, la pintura, el cine, el teatro,... Aquello era indescriptible. Pues bien, el estallido no se produjo sólo en las artes, sino también en las ciencias. Supongo que algo ayudaría que en la Universidad de Berlín impartieran clase Max Planck, Albert Einstein, Max von Laue y Walter Nerst...

El increíble nivel de Alemania en esa época no se redujo sólo a Berlín. Heiseberg, por ejemplo, consiguió plaza en 1927 en la universidad de Leipzig. Allí coincidió con Peter Deybe (pueden leer la "polémica Deybe" en wikipedia), y juntos contribuyeron a que la Universidad de Leipzig fuera una potencia en el desarrollo de la física cuántica.

Pues bien, como todo el mundo sabe, en 1933 Alemania cambió como la noche y el día. En abril, los nazis promulgaron una ley "de restauración del servicio civil" que obligaba a que los funcionarios fueran de origen ario, con lo que muchos tuvieron que irse. Por ejemplo, Einstein. O los principales físicos de la universidad de Gotinga, que se largaron a Estados Unidos y, con el tiempo, estuvieron entre los principales científicos del "proyecto Manhattan", la bomba atómica. Y es que una de las cosas que los nazis consideraban que había que erradicar era lo que llamaban "la física judía".

Pero claro. Las cosas son más complejas de lo que se nos cuenta, y la Alemania nazi no es una excepción. Muchos científicos, como Heisenberg, Planck o Laue, se quedaron. Aunque no eran nazis, no hay que confundirse. Y, por descontado, también hubo científicos nazis. Como Philipp Lennard, premio Nobel de Física en 1905, y Johannes Stark, premio Nobel de Física en 1919.

El caso es que en 1935 se jubiló otro científico de relumbrón, Arnold Sommerfeld, y quedó vacante su cátedra de física teórica en la universidad de Munich. Hay que elegir sustituto, y Heisenberg encabeza una terna propuesta por el mismo Sommerfeld. La terna rival la forman tres candidatos mediocres pero afines al régimen nazi. Heisenberg debería haber ganado la cátedra de calle, pero el citado Stark publicó entonces en una revista del partido nazi un montón de acusaciones contra Heisenberg, entre ellas ser un "judío blanco".

Ocurría que Walter Gerlach, otro físico que para nosotros querríamos, había ganado en 1929 la cátedra de física experimental en la universidad de Munich por recomendación de Sommerfeld para sustituir a Wilhelm Wien (si, otro premio nobel de física, éste en 1911). Nuestro amigo Stark había competido también por ese puesto, y nunca perdonó a todos los que intervinieron creía él, en su contra. Por lo que si Sommerfeld apoyaba a Heisenberg, Stark odiaría también a Heisenberg.

¿Y qué pasó? Pues, por un lado, lo que cabía esperar: el rector de la universidad de Múnich eligió a uno de los mindundis propuesto por los nazis, y Heisenberg.... cometió el error de su vida. ¿Se lo pueden creer? ¡Apeló al Reichsführer de las SS, Himmler! El cual ordenó que se investigara el caso. Y, no me pregunten cómo, Heisenberg, además de acusado de propagar ideas contrarias a los nazis, se vio acusado también de sodomía. Por lo que aprece, se encerraba con frecuencia con jóvenes muchachos. Una prueba adicional era que se había casado de repente, lo que se interpretó como un matrimonio de conveniencia, para cubrir las apariencias. 

La cosa era seria: la sodomía se castigaba con reclusión en los campos de concentración. Claro, los de la Gestapo no se solían reclutar en las facultades de físicas, y no sabían que era habitual que los grandes profesores estuvieran rodeados de chicos jóvenes: estudiantes visitantes, de doctorado, ayudantes, etc. En el caso de Heisenberg, podríamos citar a Isidor Rabi, premio nobel de física en 1944, a Felix Bloch, 1952, y a Lev Landau, que lo ganó en 1962 (de verdad, yo no sé lo que comía esa gente).

¿Y lo del matrimonio intempestivo? Bueno, Heisenberg conoció a Fräulein Elisabeth Schumacher en enero de 1937 y se casó en abril. Él tenía 36 años, cono lo que no es esperable un largo noviazgo. Y creo que se pueden imaginar que Heisenberg era de los que pasaban más horas en los laboratorios que en los paseos, pelando la pava. Además, Heisenberg se había enamorado antes de la hermana de uno de sus ayudantes, pero el padre de la novio no veía futuro en el muchacho y la casó con un conde. El conde moriría después, en el frente ruso, y el ayudante hizo carrera con los nazis - embajador en el Vaticano de 1943 a 1945-, y tuvo dos hijos, uno se convirtió en (¡como no!) físico (pero luego filósofo) de talla mundial, y el otro... en presidente de Alemania entre 1984 y 1994. Sea por desengaño o porque no estaba para cuentos, Heisenberg se casó rápido. Ahora, que si fue por guardar las apariencias, es posible que forzaran un poco: tuvieron once hijos.

Pero aquí tenemos a la Gestapo, y todos sabemos que esto significa poco amistosos interrogatorios en duras sillas de madera con flexos de potentes luces en la cara y todo lo demás. Los papeles del proceso se perdieron durante la guerra, por lo que desconozco los detalles, pero ¡por fin algo sale bien! resulta que entre los investigadores de las SS ¡había un antiguo alumno de Heisenberg! Que, por cierto, para no perder la tradición, estaba preparando su doctorado con von Laue. Pero no ganó ningún nobel, que estaban contados. Total, que en 1938 Heisenberg recibió una carta del propio Himmlerdiciéndole que se le declaraba inocente de todas las acusaciones.

Eso sí, la cátedra de Múnich no se la dieron. A Heisenberg, su antiguo alumno aún tendría que ayudarle a salir de algunos líos con la Gestapo y, a su vez, tras la guerra Heisenberg logró que el mozo no fuera depurado por nazi. Su antiguo ayudante, el hermano de la chica que le había gustado, fue condenado a siete años en los Juicios de Nüremberg a pesar de que en su defensa ayudó su hijo (el que llegó a presidente de Alemania, que era estudiante de derecho entonces). Habría muerto en prisión, pero unos meses antes habían revisado su caso y le soltaron. En fin, digamos que el papel del ayudante (venga, lo nombro: Ernst von Weizsäcker) no estaba del todo claro: es muy posible que no fuera un nazi, sólo un alemán.

No queda nadie que lo recuerde, pero en uno de mis primerísimos artículos les contaba que la Historia es apasionante y está llena de sorpresas; en aquel momento lo decía a propósito de los griegos, pero ya ven que la vida de Heisenberg no desmerece en absoluto.

¿Y qué enseñanzas podemos sacar de este relato? Para empezar: es mala cosa que los partidos políticos (el partido nazi lo era) se metan en las cosas de la universidad. Aunque los políticos digan que ningún asunto del mundo les es ajeno y que ellos miran por los intereses del pueblo, en mi opinión deberían huir de intervenir u opinar de muchas de estas esferas; y la universidad es una de ellas.

En segundo lugar, ¿no deberíamos estudiar qué provocó semejante constelación de genios en Alemania e intentar que aquí nos acerquemos un poco. España ha dado 0 nobeles de física, 0 de química y 2 de medicina; los alemanes, en estas tres ramas suman 85. Y no, no creo que sea sólo el agua.

Pero esta historia en concreto nos habla, sobre todo, de la universidad. ¿Ustedes creen que Heisenberg habría tenido alguna oportunidad en España? Más aún: Heisenberg estudió en la Universidad de Munich, y empezó de ayudante en la de Gotinga; sólo ese cambio ya habría sido casi imposible en España. Pero es que después de Gotinga trabajó en la Universidad de Copenhague, luego en la de Leipzig, Berlín, de nuevo Gotinga y finalmente en la de Munich (años después de esta historia, de 1958 hasta su muerte en 1976. Si algo caracteriza a la universidad española es que si entra un profesor de fuera será por encima de muchos cadáveres. ¿Qué prima en verdad en nuestras universidades para elegir a sus profesores y catedráticos? Pues eso. 

Lo cierto es que no conozco ninguna universidad española que presuma de los profesores que tiene. 

Lo dicho. Quizá deberíamos preguntarnos cómo es que ellos tienen dinero, en vez de pedirles que nos paguen nuestros gastos.





Ayer un descerebrado le soltó 4 tiros a Christina Grimmie. Luego se pegó un tiro antes de que supiéramos porqué lo hizo. En la campaña electoral que se les avecina, seguro que se plantea el tema de las armas. Pero no creo que el país reflexione en serio.



Christina Grimmie y Mike Tompkins interpretan en modo "mash up" - My songs know what you did in the dark (Fall out boy) y Girl on fire (Alicia Keys)

jueves, 9 de junio de 2016

Begonias




Ayer, un vecino (ya jubilado, por supuesto) plantó begonias en un alcorque a la vuelta de la esquina. Lo cercó, le echó tierra abonada, las plantó y las está cuidando.



En Barcelona tenemos miles de alcorques, quizá centenares de miles. Y dan pena. Un alcorque que hay a la vuelta de la esquina de mi casa, en cambio, no la da. Da alegría. 

En fin, veremos lo que dura. Lo que los vándalos permitan, imagino. Porque, ya saben, hay mucha gente que tiene que probar ante los demás su valor, lo macho que es. ¿Y qué mayor prueba de masculinidad y osadía hay, que pisotear unas begonias en una noche oscura?

Yo, que nadie lo dude, apoyo a mi vecino.



Creedence Clearwater Revival - Who'll stop the rain?

lunes, 6 de junio de 2016

Nueva Jersey, el Estado Jardín





Leyendo un artículo sobre Hillary Clinton, que mañana martes conseguirá el puñado de delegados que le faltan para tener la designación matemática, me enteré de que Nueva Jersey es "the garden state", el "estado jardín". El artículo hablaba de la importancia de que Hillary arrase en California (donde ya ganó en el 2008 a Obama, y donde ¡cielos! la mayoría de la población es... latina. El 40% de los californianos son latinos, no blancos anglosajones. 

El caso es que las primarias de Nueva Jersey terminan unas horas antes que en California, por eso de la longitud de ambos estados, y por lo tanto, teniendo en cuenta que NJ siempre ha sido un bastión de Hillary, es de esperar que cuando aún se pueda votar en California se sepa que Clinton ya ha ganado, y se especulaba con lo que pasaría en the golden state. En el artículo, NJ era the garden state, y me chocó, porque no es la imagen que uno tiene de Nueva Jersey. El tema había que investigarlo.

Resulta que no se sabe porqué es el estado jardín. Se sabe que lo es, porque figura en las matrículas desde 1954. Ese año la propuesta de incluir el lema en las chapas superó el veto del gobernador, y se puso. ¿Porqué lo vetó el gobernador? Pues porque el hombre no sabía porqué había que llamar a Nueva Jersey el estado jardín, y le parecía una tontería dedicar espacio de las matrículas para una designación tan tonta. Por lo visto (recuerde que estamos en 11954), en 1926 se había escrito en un libro que en 1876 un tipo de Nueva Jersey se quejó de que el estado parecía el jardín de Nueva York y Filadelfia (de hecho, el estado es el espacio que está exactamente entre esas dos ciudades), que obtenían lo que querían de ellos, como si fueran el jardín o huerto de su casa. La cita, lo más seguro, era inventada, porque parece ser que esa idea ya la había dicho Franklin cien años antes, con lo que el gobernador no veía la idea nada seria.

Lo más probable es que algunos ciudadanos influyentes de Nueva Jersey tuvieran envidia de que en otros estados sí tuvieran una designación propia (como California, the Golden State).

En fin. Aquí en Cataluña se han inventado historias mucho más burdamente y en absoluto inofensivas como ésta, así que no voy a criticar a los new jerseyans.




Tom Waits - Jersey girl (by Bruce Springsteen)

domingo, 5 de junio de 2016

Trump for president




Empezamos ya la campaña presidencial para los EE.UU. Trump versus Hillary Clinton. Vaya por delante que yo prefiero que gane Trump, pero eso no ha de influir en lo que sigue.

En primer lugar, ¿cómo está la cosa? Pues no está clara, pero de momento Hillary va ganando:
Ya saben, rojo repúblicano, azul demócrata, más oscuro más seguro. El mapa es de esta página, Realclearpolitics.com.

De acuerdo con el mapa, Clinton tiene 194 y Trump tiene 164, con 180 votos aún indecisos.

Bien, yo pienso que Trump ganará en el Cinturón de la Biblia, en las Rocosas, en Iowa y en Ohio. Clinton ganará en el Pacífico y en el norte industrial. Y la clave es quién ganará en Florida.

Si mi previsión se cumpliera y Clinton ganara en Florida, Hillary president:

284 frente a 254 es una victoria clara. Pero si Florida votara a Trump, habría un vuelco electoral:
La cuestión es qué votara Florida. El sur del estado es "cubano". En teoría, anti-Trump. Pero el norte del estado forma parte del Cinturón de la Biblia que antes he mencionado. El Cinturón de  la Biblia es un grupo de estados que tienen una cultura, digamos, evangelista. Muy cristiana evangelista, por así decirlo. Domingos de iglesia, y todos en la iglesia. Este Cinturón es, básicamente, el Sur hasta Texas. Se escapa la frontera con Méjico y el oeste de Texas, y el sur de Florida, pero por el norte muerde un poco, es casi todo Misuri, Kentucky, llega al sur de Ohio, parte de Kansas,... se hacen una idea. Pues bien, resulta que este "Cinturón" supone no menos de 183 votos electorales. Y suele votar en bloque, porque es bastante homogéneo. Quiero decir, si un candidato convence al votante medio de Arkansas, es bastante probable que también haya convencido al votante medio de Alabama y de Carolina del Sur. Así que sabemos que los dos candidatos van a ir a degüello a por estos estados (no creo que haya mucha pelea por Hawaii o por Montana, por ejemplo). Para Trump, no hay discusión, es vital ganar en esta zona, si Hillary gana en los estados industriales; en el caso de Clinton, no es tan importante si consigue un estado famoso por su alternancia en las elecciones y del que se dice que ningún republicano ha ganado si no ha ganado aquí. Sí, Ohio. Fíjense que en mis dos pronósticos anteriores Ohio es republicano. Hillary puede ser presidente si consigue Florida perdiendo Ohio, pero si Trump gana Florida pero pierde Ohio:
273 frente a 265, gana Hillary. Ganando Ohio.

Por supuesto, todo esto es una previsión mía, que me he inventado sin ningún fundamento. Bueno, sí, partiendo del primero de los mapas y cambiando Nuevo Méjico, que yo creo que cambiará. Aparte de eso, ya digo que está hecha sin ningún rigor.

Pero hablemos de mis preferencias. ¿Por qué quiero que gane Trump? Trump tiene una fama horrible en Europa, se le presenta como un bocazas populista, ignorante y faltón. Está claro que en Europa ni se conoce a Trump ni se han parado a reflexionar sobre Trump. ¿Qué sabemos sobre Trump?

Sabemos que tiene 69 años (Hillary 68). Es un dato importante, porque nos dice que ya podemos saber cómo es Trump, es difícil que vaya a cambiar.  Es España se presentan a presidente jovencitos de treinta y pocos, sin experiencia laboral apenas, sin un historial, sin nada que sirva para que sepamos cómo las gastan, qué piensan realmente, cómo luchan por sus objetivos, cómo crean y gestionan equipos, todo eso. En el caso de Trump, es todo lo contrario. Sabemos que ha gestionado empresas, que ha ganado y hecho ganar mucho dinero, que ha cerrado muchos acuerdos y establecido muchos negocios, que tiene una enorme red de contactos que, por alguna razón, trabaja bien con él,... Estoy seguro de que es así, porque tras más de 40 años haciendo negocios, sigue y está forrado: no puede haberlo conseguido sin crear equipos, sembrando cadáveres, rindiéndose ante los inconvenientes. Ha gestionado su patrimonio privado, y lo ha hecho bien. Mucho mejor que usted y que yo, me atrevería a decir.

De hecho, no encontraremos nada en el historial de Trump que no lo haya hecho un consejero delegado de una gran empresa en un mal día. Por lo que colijo que, si nos basamos en su vida y no en su campaña para la designación republicana, el tipo presenta unos avales irreprochables. Veamos entonces su campaña.

Lo más llamativo de la campaña de Trump es que ha ganado. En que era un don nadie, un tipo de fuera del partido, y ha arrasado. Se ha metido en el bolsillo a los votantes republicanos en un tiempo récord. Por supuesto que ha tenido que llamar la atención para lograrlo, ¿cómo si no iba a hacerlo? No pretenderán que hubiera intentado hacerse pasar por uno más, mimetizarse con todos los demás candidatos y no hacerse notar. Por favor. ¿Y cómo se ha hecho notar? Pues hablando claro. Diciendo las cosas sin diplomacias. Diciendo loque muchos piensan pero callan. ¿Le van a culpar por eso?

¿Sabe usted qué burradas ha dicho? No creo. Sabe que está en contra de la inmigración. Que quiere poner un muro en la frontera con Méjico, blablablá. Pero resulta que Trump lo que quiere es acabar con la inmigración ilegal. ¿Qué hay de malo en eso? ¿No es lo que debería defender cualquier candidato? ¿Cómo va a estar un candidato a favor de la inmigración ilegal?

Pero es que resulta que Trump ha declarado en varias ocasiones que es importante exagerar. Que él empieza las negociaciones poniendo un techo muy alto, casi imposibles. Trump tiene un historial larguísimo de negociaciones y sabemos que ha ganado muchísimas, así que lo que tenemos es una persona que sabe cómo es la gente, lo que tiene que hacer y decir para conseguir lo máximo de lo que quiere. No hay que creer al pie de la letra lo que él dice, sólo captar la dirección. Por ejemplo, que quiere combatir la inmigración ilegal. Para él, es un tema importante.

Una burrada muy citada sobre el hombre es que quiere prohibir la entrada de musulmanes en los Estados Unidos. ¡Caray, sólo por eso yo le votaría! Ojalá no entraran musulmanes en España. Pero aquí no tenemos lo que hay que tener, para ello. Veamos de todas formas el caso americano. En primer lugar, quiere prohibir la entrada de musulmanes no estadounidenses. En segundo lugar, la prohibición sería temporal, hasta que resuelvan el problema. Ahora, dése cuenta de una cosa: el estilo de vida de la mayoría de los musulmanes no americanos es contraria a la Constitución Americana. Las creencias de los musulmanes son contrarias a los principios constitucionales. ¿Es una mala idea impedir que personas cuyos principios y estilos de vida son opuestos a los nuestros - y que nos los quieren impedir, además- se establezcan entre nosotros? Antes de contestar, piense si de verdad no le importaría que una familia de gitanos de su localidad se mudaran a su misma escalera, y a su rellano, a la puerta de enfrente.

También dice que está a favor de torturar a los terroristas y de tomar represalias incluso con sus familiares. De nuevo, piense qué preferiría usted si fuera norteamericano: que su presidente anunciara que no torturaría a los terroristas del ISIS que mataran norteamericanos y que, por descontado, respetaría a sus familiares, o todo lo contrario. ¿Qué prefiere, el profesor que anuncia a principio de curso que quien no estudie suspenderá y que no le temblará el pulso, o el profesor que dice que tranquilos, que será comprensivo con los "contratiempos" que hayan podido tener los alumnos, que habrá exámenes de recuperación y que de todas formas ya se verá cada caso por separado?

Si se dan cuenta, durante la campaña Trump ha hecho y ha dicho lo que tenía que hacer y decir. Y, sin embargo, no ha dicho ni hecho nada que sea en verdad reprobable. Insisto en que Trump presenta una imagen que no es su fondo. Su imagen es parte de su estrategia. Y él lo ha dicho y lo ha explicado en los momentos adecuados para ello; no está engañando a nadie.

Por el otro lado, en cambio, tenemos a Hillary Clinton. Una despiadada abogada que lleva muchos años en la política americana. Que es parte de su establishment, por decirlo así. Digamos que la exsenadora es un bicho, pero será otro día cuando escriba sobre ella.

En cualquier caso, piense dos cosas: primero, que yo no sé (y usted tampoco) quién va a ganar las elecciones. Y si en el pasado he acertado, también he acertado de qué lado cae una moneda en el 50% de las ocasiones.

Y, en segundo lugar, que ni usted ni yo sabemos si Trump o Clinton serán buenos presidentes. De hecho, ni siquiera cuando acabe el mandato del que gane sabremos si han sido buenos. Piense que los americanos tienen mucha más información que usted y yo, y van a pensar sobre el tema mucho más que usted y yo. Miren, cuando Reagan se presentó contra Carter, yo creía que Reagan era poco más que un payaso. A fin de cuentas, no era más que un mal actor de Hollywood, ¿cómo iba a ser pejor que el presidente Carter? Pues le dio mil vueltas y demostró ser un gran presidente. Y todos los europeos nos beneficiamos muchísimo de ellos, por cierto. Así que si un patán como Trump arrasa en las primarias de los republicanos, de una cosa estoy seguro: no es un patán. Es la visión que nos muestran, eso es todo. Pero con internet podemos acceder directamente a lo que pasa en Norteamérica, sin filtros, y al hacerlo y reflexionar nos damos cuenta de que tal vez sí sea Trump la persona idónea para el cargo.

De todas formas...

En realidad quiero que gane Trump porque pienso que va a ser más divertido tenerlo ahí que a Hillary.



Lynyrd Skynyrd - Sweet Home Alabama