jueves, 16 de junio de 2016

Grecia y el Brexit




Si yo fuera británico, votaría sí al Brexit. Verán porqué.

El Reino Unido se adhirió a la CEE en 1973. En aquel momento los miembros eran Francia, Italia, Alemania Federal, Holanda, Bélgica y Luxemburgo. No me parece mal pertenecer a ese club. Con nosotros entrarían Dinamarca e Irlanda. Bien, es un grupeto bastante correcto.

Y así pasaron los años.

Pero en 1981 se incluyó a Grecia. Yo, lo confieso, no lo entendí entonces y no lo entiendo ahora. ¿Qué sentido tenía que Grecia se uniese a una sociedad mercantil con los países del mar del Norte más Italia (que al menos tenía mucha frontera con Francia)? Para que me entiendan: han pasado 35 años, y ¿verdad que todavía chirría la permanencia de Grecia? En este momento, en mi opinión, se jodió todo. El principio del fin.

En 1986 se unieron Portugal y España. Mal, pero tenía más pase que lo de Grecia.

En 1995 fue la vez de Austria, Suecia y Finlandia. ¡Por fin unos fichajes inteligentes! En aquel momento España ya se sostenía a sí misma y sólo había que sostener a Grecia y a Portugal.... bueno, la cosa todavía tenía un pase.

Pero en el 2004 entraron Chipre, Eslovaquia, Malta y toda la peña. Y en el 2007, Rumanía y Bulgaria. ¡Rumanía y Bulgaria!

Croacia, aunque nadie lo sepa, también se unió al club. Fue en 2013.

Y por si fuera poco, se está estudiando la adhesión de Ucrania, ¡Moldavia!, Turquía, Serbia, Macedonia, Kosovo, Albania, Bosnia,... Normal que Suiza y Noruega hayan decidido que no, que a ellos no les interesa.

A mí tampoco me interesaría el club, visto quién forma parte. ¿Qué interés tienen en ser parte Albania, Kosovo o Moldavia? ¿Qué interés tiene Turquía, que desde la guerra de Troya está en guerra con los europeos y tiene un odio ancestral (mutuo) con los búlgaros, los griegos y los chipriotas? ¿Cómo podemos decir que compartimos valores e historia?

¿Qué creen, seamos serios, que quieren esos países?

Pues eso. Está clarísimo.

Por si alguien no lo ve aún claro, tenemos el caso griego. Grecia, en 1981, era una nulidad absoluta, un cero a la izquierda. Un lastre. Pero, bueno, quizá los Nueve pensaron que podrían conseguir que cambiaran. Y, además, uno entre nueve parecía una carga soportable. 35 años después, los griegos han cambiado, pero a peor. No solamente no aportan, sino que gastan y exigen más que antes. En aquel momento se buscaban sus habichuelas; ahora exigen que se las demos nosotros. Ya masticadas, a ser posible.

Y lo peor de Grecia es que ya no es sólo Grecia. Su ejemplo ha cundido, y ahora hay bastantes Grecias en la UE. De hecho, es lo que quieren todas las Grecias del mundo, entrar a formar parte de la UE. Las Albanias, las Moldavias, etc.

Éste no es el club de 1973. Este no es el club al que nos adherimos en 1973.

Por eso, si yo fuera británico, votaría sí al Brexit.



The Kinks - Lola

No hay comentarios:

Publicar un comentario