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sábado, 23 de diciembre de 2023

Jirafas

https://www.youtube.com/watch?v=QbdCpi4qTNY 

 

 

En 2018 se produjo un descubrimiento asombroso: existen cuatro especies de jirafas. La jirafa del norte, la del sur, la del este y... la del oeste (ya sé, ya sé, pero es lo que pasa cuando las especies se descubren en los laboratorios). Lo asombroso, claro, es que ese descubrimiento no se hubiera hecho antes, porque además hay más diferencia genética entre ellas que entre un oso polar y un oso grizzly. Hay jirafas en multitud de parques zoológicos por todo el mundo, y en ellos las jirafas se mezclan (las mezclan) y tienen descendencia. Y nadie se había dado cuenta de que eran especies diferentes.

Una curiosidad de las jirafas, con esto de las especies, es que no se mezclan. Y a veces coinciden y conviven (en Kenia hay zonas con jirafas de tres especies distintas), pero en libertad no se mezclan: se han analizado multitud de excrementos, y nunca se ha encontrado ADN de elementos híbridos.

¿Por qué no se sabía que había jirafas de especies diferentes? Lo más probable es porque a nadie se le había ocurrido que lo fueran. Parece ser que no hay dos jirafas iguales, todas tienen manchas diferentes, pero que en los zoos no se percataran... Sí, tiene que ser que nadie lo pensó. 

¿A nadie le importaban las jirafas? Es asombroso: ¿en serio no era el animal salvaje favorito de nadie? Si hiciéramos un estudio entre niños pequeños, seguro que el elefante y la jirafa ocuparían los primeros puestos. El león, la cebra, el rinoceronte, la foca y los grandes simios estarían por ahí, en puestos de honor, pero la jirafa no bajaría del podio, imposible. ¿Entonces? ¿Es sólo una pulsión infantil, que a la hora de la verdad se pierde?

Es asombroso que desconocemos casi todo acerca de las jirafas. Sus deposiciones miden unos 3 cm de largo. ¿Animales tan grandes? Es por su sistema digestivo: es tremendamente eficiente. Beben agua, claro, pero se pasan meses sin beber. Y tienen una lengua de medio metro y un corazón de 12 kg. Pero no se saben muchas más cosas: que hay ejemplares, machos, que viven solitarios, y que hay manadas mixtas con madres y sus crías de hasta 2 años. ¿Cómo se comunican entre ellas? ¿Qué mensajes se transmiten? ¿Qué estructuras sociales tienen? Apenas sabemos nada de ellas.

Uno de los pocos animales que cualquiera sabría describir, uno de los que nos es más simpático (al menos, en los años en los que sentimos simpatía por los animales), y sin embargo.

Me encanta que haya personas que trabajen, investiguen y exploren en campos que a nadie le importan. Es una de las razones para tener fe en la Humanidad.

 

Blondie - Picture this 

martes, 26 de septiembre de 2023

Envenenar a los buitres

https://www.youtube.com/watch?v=Jwy4eIUBDvE 

 

 

El otro día me compré el libro de Amador Guallar Los últimos días del África salvaje. En el capítulo XIV cuenta su visita al museo Moholoholo, en África del Sur, que se dedica a mostrar otras facetas de la caza furtiva o de, por ejemplo, los atropellos de animales en las carreteras. La faceta que no queremos ver, por supuesto. El caso es que nos cuenta Guallar la práctica de envenenar a los buitres. Y es extraño, porque ¿qué interés puede haber en envenenar a los buitres? ¿Qué hacen de malo?

¿Por qué se envenena a los buitres? En nuestra cultura occidental asociamos los buitres a la muerte, con lo que son, para nosotros, aves siniestras, de mal agüero. Pero en África (donde, por cierto, la muerte..., en fin, ya saben) no es así. La creencia allí es que, como vuelan tan alto, pueden ver el futuro. Y por eso dan buena suerte. Así que existe un mercado oculto (y nada barato) de cabezas de buitre, también de sus patas, que se emplean para los ritos de magia, o para ponerlas debajo de su almohada y que eso les traiga suerte. Otros extraen el cerebro, lo secan para aplastarlo y convertirlo en polvo, y se lo fuman. Creen que así pueden ver el futuro.

Pero no es por eso por lo que se envenena a los buitres. Lo anterior es sólo un beneficio adicional, un "ya que estamos", pero no es la razón para envenenar buitres.

A los quince minutos de matar un elefante ya hay buitres sobrevolando la escena. Esos buitres se ven a muchos kilómetros, y son la señal clara de que ahí hay algo. Los guardabosques de las reservas y parques, cuando ven los buitres, siempre se acercan a investigar qué pasa. Sin experiencia y herramientas adecuadas, cortar los colmillos a un elefante adulto puede llevar un día entero, así que los cazadores furtivos no quieren que haya buitres. Y da igual que la presa sea un elefante o no, quieren tener el máximo tiempo para descuartizar la presa y aprovechar toda la carne o despellejarla.

Por eso envenenan a los buitres. No quieren que existan, quieren que desaparezcan. 

Como dice la cita con la que Guallar abre el capítulo, si los animales fueran capaces de formular una religión representarían al Diablo con forma humana. 

 

 

 

The Hollies - Long cool woman in a black dress 

viernes, 8 de septiembre de 2023

Homo sapiens puros

https://www.youtube.com/watch?v=HLvaZPdPYg4 

 

 

Como sabemos (salvo los estadounidenses), la humanidad surgió en África Oriental, en la quebrada del valle del Rift. Allí se daban las condiciones óptimas para evolucionar (en el sentido de mejorar), y evolucionaron de lo que fueran antes a los homo hábiles y listos que dominarían su entorno. Causas geológicas y climáticas (asociadas a la geología y también a la astrofísica de la Tierra) les indujeron a salir del valle y desplazarse hacia el norte a lo largo de los afluentes del Nilo y de los corredores más verdes del Sinaí, Próximo Oriente y Oriente Medio (el Creciente Fértil), y se desparramaron por Eurasia. Lo que pasa es que aún no eran homo sapiens. El homo erectus abandonó África durante una época de variación del clima de hace 1,8 millones de años, y llegó hasta China. Las teorías más modernas predican que estos evolucionaron para dar origen a los denisovanos en Asia central, y en Europa, el H.erectus evolucionó hasta dar origen a los neandertales, pero ¿y los que se habían quedado en África, en el valle del Rift? Estos siguieron evolucionando, y dieron origen a los humanos anatómicamente modernos hace entre 300 y 200 mil años.

Hace unos 60.000 años, los humanos del Rift volvieron a abandonar África y recorrer los caminos de sus antepasados. En ellos no se encontraron a los erectus, que ya se habían extinguido, pero sí a los denisovanos y a los neandertales (y tal vez a descendientes de alguna otra oleada de emigrantes intermedios). Y, claro. Desde hace unos 40.000 años, ya sólo quedamos los humanos modernos. Nos convertimos en una especie solitaria, el único superviviente del árbol genealógico de los homínidos. ¿Qué pasó, cuando se produjeron aquellos encuentros? No se sabe. Pero...

El código genético de los no africanos contiene alrededor del 2%  de los neandertales, se cree que producto del encuentro con ellos en Oriente Próximo, nada más salir de África. Los asiáticos orientales modernos tienen más ADN neandertal que los europeos, lo que sugiere que hubo al menos otro encuentro (cruce) en su ruta hacia el Este. Entre el 4 y 6 por ciento del ADN de los habitantes modernos de Melanesia y Oceanía deriva de los denisovanos; también hay ADN suyo en las poblaciones americanas nativas.No hay ningún pueblo indígena de los que quedan en África que tenga ADN de los neandertales o de los denisovanos. Siempre, claro, hablando de las poblaciones anteriores al año 1500, previas al gran mestizaje del imperio español y la mezcolanza de los tiempos modernos.

¿Por qué los sapiens eliminaron a los neandertales? Obviamente, eran mejores: los segundos eran más fuertes, pero los primeros eran más listos. ¿Y por qué eran más listos? Porque estuvieron más tiempo en el Rift. En la sabana africana, en un entorno increíblemente hostil (con parámetros actuales), donde se trataba de cazar o ser cazado y fajándose con leones, leopardos, guepardos, hienas y todos los depredadores que quieran. Una vez que abandonaron la zona y encontraron lugares más sencillos para ellos, se adocenaron y mejoraron menos.

Por cierto que no fueron los neandertales los únicos en sucumbir: hace unos 12.000 años un tercio de los mamíferos de cuerpo grande de Eurasia y dos tercios de los de Norteamérica se habían extinguido. La causa más probable fuera la llegada de cazadores humanos muy diestros y a los que no habían estado expuestos antes. Casualmente, el único continente que mantuvo su colección de animales grandes fue África: obviamente, se había ido adaptando a medida que evolucionábamos nosotros.

Da qué pensar.



Runrig - Protect and survive

 

martes, 5 de septiembre de 2023

Pinzón descubre el Amazonas

https://www.youtube.com/watch?v=jiU2lrGnT7U 

 

 

Antes de nada, conviene aclarar que todas estas cosas de "descubrimientos" son relativas. No faltan hoy en día cretinos que aducen que los españoles no descubrieron nada porque ya había allí gente que lo había descubierto antes; ésa es una discusión para necios, en las que ya se sabe que no debemos entrar porque nos tendríamos que poner a su nivel y nos ganarían por experiencia (creo que la cita original es de Mark Twain).

La prueba de que quién descubre qué es ridícula la tendríamos en el descubrimiento del Brasil. Sostiene la Historia que se enseña en los colegios que fue el portugués Álvarez del Cabral el que descubrió Brasil al alejarle una tormenta de su derrota el año 1500. Concretamente, el 22 de abril de ese año. Los portugueses habían descubierto que para rodear África tenían que navegar hacia el oeste, coger vientos y corrientes que les llevarían al sur y, cuando están a la altura adecuada, girar y navegar hacia el este. Todo esto se hacía a ojo, eran aguas ignotas (de las de Hic sunt dracones), y con este método se descubrieron, de manera indeseada al salirse de las rutas, Australia y Brasil entre otros lugares. Cabe destacar que esos descubrimientos fueron de chiripa, indeseados, diferentes de la mayoría de los españoles, que iban de verdad a descubrir (aunque hay excepciones: Ponce de León y la Florida, sin ir más lejos).

Vicente Yáñez Pinzón fue uno de los capitanes de Colón en 1492. En 1499 inició una expedición para explorar el sur (tal vez buscando un paso), y en enero del año 1500 llegó hasta lo que hoy es Recife:


Es decir, que descubrió Brasil. Antes que Cabral, y además queriendo.

El viaje en sí  fue una odisea, porque no siguió la estrategia conservadora que habrían seguido los portugueses (ir al Caribe por la ruta conocida y desde allí costear hacia el sureste), sino que fue a Canarias, de ahí a Cabo Verde y luego al suroeste. Y, claro: cruzaron la línea del Ecuador. Dejaron de ver la Estrella Polar, no tenían ni idea de cómo trazar los rumbos. Iban no sabían a dónde ni si habría un dónde, y además no sabían ni qué dirección llevaban. Sólo sabrían que era navidad y se estaban cociendo de calor.

Luego fue circunvalando el subcontinente hacia el Caribe, y allí fue cuando descubrió el río Amazonas.

Pero todo esto no fue fruto del azar: el primo de Pinzón, Diego de Lepe, capitaneó una segunda expedición que salió veinte días o un mes después y fue siguiendo la misma ruta. Lepe costeó con más calma la costa de Brasil, y pagó el pato.

Resulta que cuando Yáñez descubrió la desembocadura del Amazonas, las bocas más bien, se acercó a investigar. Es fácil imaginar que les asombraría un río tan grande como no habían visto ninguno, luego otro más o menos igual, y otro... Lo mirarían de cerca, y encontraron las islas de la desembocadura. ¿Y qué se encontró? Isleños. Indígenas que vivían en las islas, y donde no había llegado nadie (por el mar) en toda la vida de la tribu. Indígenas muy confiados, y Yáñez decidió llevarse 36 de ellos. Sin preguntar. Total, que poco después llega al mismo río, entra en él, halla a los mismos indígenas... y por primera vez las aguas se tiñeron con sangre castellana. Seguro que el hombre estaría preguntándose qué le había hecho él a esa gente. Por cierto, y ya que estamos: no me atrevo a afirmar con rotundidad cuál fue de los dos fue el que llegó hasta el cabo san Agustín, ya que ¿cómo iba a identificar el Pinzón hasta dónde había llegado? Los portugueses, gente práctica, lo tenían resuelto y sus naves llevaban columnas de piedra en las bodegas para marcar hasta dónde llegaban en su circunvalación de África, pero Pinzón no. Yo diría que la versión actual es que Yáñez Pinzón llegó hasta allí y que Lepe llegó aún más al sur. No sé, es posible que sea una cuestión que se haya investigado a fondo en el pasado e incluso que esté publicado en internet; yo no poseo ahora mismo ese conocimiento.

Por supuesto, el primer nombre que le dieron al río no fue "río Amazonas", sino, coloquialmente, río Grande, y formalmente, Santa María de la Mar Dulce. Mar Dulce, para abreviar. Y así constó en el mapamundi de Juan de la Cosa, y así se le conocía: río Grande, o Mar Dulce. Nadie sabe porqué (aunque tiros al aire hay muchos), en 1513, dentro del legajo del pleito de Colón, se dijo «el río Grande y el Marañón», como si fueran dos ríos. Entre 1513 y 1515 se sigue hablando del río Grande, pero a partir de 1515 ya sólo se habla del río Marañon. Tras la gesta de Orellana, al Marañón se le empezó a llamar "río Amazonas" y también "río de Orellana", triunfando finalmente lo de Amazonas. Aunque no del todo: en la actualidad se llama río Marañón al río desde sus fuentes hasta su unión con el río Ucayali, y a partir de ahí Amazonas.

Pero a lo que iba. El libro que estoy leyendo contaba el descubrimiento así:

Navegaba Vicente Yáñez Pinzón hacia el norte de la línea equinocial por el mes de febrero de 1500, y habiendo encontrado agua dulce en la mar a cuarenta leguas de tierra, deseoso de saber la causa de un fenómeno para él hasta entonces nunca visto, tornando el rumbo hacia la cosa...

Es decir: que iban a más de 200 km de la costa, y encontraron agua dulce. ¿Cómo encontraron el agua dulce? El historiador no lo dice. El libro que estoy leyendo es una edición de 2020, de un historiador, y el pasaje es un capitulo de otro libro que escribió otro historiador en 1894 que va siguiendo los relatos de cronistas antiguos (por eso no cito la fuente, porque me lío). En el texto que yo tengo no se explica cómo encontraron el agua dulce, así que o bien la explicación es sencillísima o no se han hecho ellos la pregunta. Pero yo sí me la hice: ¿acaso probaron el agua del mar y descubrieron que era dulce? Si el agua fuera de otro color, pongamos marrón, o arrastrara troncos o cosas así, lo que le habría llamado la atención a Pinzón sería eso, no el sabor del agua. Pero si no había nada especial ¿a santo de qué la probarían? No es esperable que siendo los navegantes extremeños (es el mito) o de tierra adentro, presumiblemente españoles que no sabrían nadar en el océano, que habrían visto tiburones cerca del barco en su singladura, no es esperable, digo, que se dedicaran a bañarse y nadar en el mar. Pero no es creíble que cogieran agua del mar y la fueran probando por si alguna vez sabía dulce. Así que... ¿cómo lo supieron?

Lo confieso: esperando un ascensor con un arquitecto, se me ocurrió sacar el tema. Y la solución que me dio en seguida me pareció tan evidente que... no puedo menos que escribirla aquí. Por si alguien también se lo había preguntado.

Por las salpicaduras de las olas contra el barco. Claro, las carabelas eran barcos pequeños, y la borda no estaría a más de dos metros sobre el nivel del agua, menos si estaban cargadas. Fácil que sólo fuera un metro y que las olas mojaran a los que estuvieran en cubierta. Y si uno tiene la sal pegada al cuerpo, fruto de tres meses de navegación, un chorro de agua dulce se nota.

Normal que quisieran investigar ese fenómeno. 

 

 

 

Gordon Lightfoot - If you could read my mind 

viernes, 23 de junio de 2023

Prometio

https://www.youtube.com/watch?v=1u2j9-0o3LY 

 

 

Si hay una tierra rara por excelencia, es el prometio. Porque ¿sabe usted dónde se encuentra? En la constelación de Andrómeda. Con un par, vaya usted allí a buscarlo. ¿Y más cerquita, pongamos en la Tierra? Pues... buena suerte: queda medio kilo.

¿Por qué sólo hay medio kilo? Porque es radiactivo. Es decir, se descompone de forma natural. Y su periodo de semidesintegración es de sólo 17 años, lo que significa que si teníamos una cierta cantidad de prometio, en 17 años sólo quedará la mitad.

Las tierras raras.. El término "tierra rara" no es una descripción literal, se refiere a una serie de elementos cuya característica principal, además de tener un nombre curioso (prometio, por ejemplo, pero también europio, holmio, lutecio, etc.), es que no se encuentran aislados. Uno, por ejemplo, puede encontrar hierro o cobre. Pero no se encuentra una mena de europio. En cambio, aparecen aquí y allá mezclados con otros metales en proporciones insignificantes. Esta escasez no significa, sin embargo, que no tengan utilidad: muchos la tienen, y algunos mucho.

El prometio, en cambio, no tiene utilidad. No la tiene porque, con medio kilo de producto en toda la corteza terrestre, ya me dirán quién se la va a buscar. Como se desintegra y al hacerlo genera energía y rayos X, pues sí hay quien le ha encontrado aplicación, en sondas espaciales y esas cosas, pero vamos.

Un dato divertido del prometio es que se dedujo que existía, pero pasaron muchos años hasta que se localizó. El número atómico del prometio es el 61, el 60 es el neodimio (utilísimo en la industria y descubierto en 1885), y el 62 es el samario, que es muy abundante y se descubrió en 1853. Una vez que Mendeleiev ordenó los elementos en su tabla periódica, el hueco apareció. Sin duda, tenía que existir un elemento 61, y seguro que se buscó, pero... nada de nada. El típico elemento que se anuncia haber descubierto y que luego se demuestra que el anuncio era falso. Hasta las bombas nucleares y la fisión del uranio no se descubrió. Y es que el prometio se genera en la desintegración de cierto isótopo del europio (ya se imaginan) y en la del uranio (del radiactivo). Curiosamente, el neodimio y el samario son elementos estables, no radiactivos. Pero el del medio no.

Lo verdaderamente curioso del prometio, para mí, es que haya aparecido en el espectro de la estrella GY de la constelación de Andrómeda. A 455 años luz de aquí. También, por lo que parece, se ha localizado en la estrella Przybylski (en la constelación del Centauro), a 365 años luz, y en alguna otra. Y sí, que haya aparecido prometio en una proporción tan inusual convierte a estas estrellas en interesantísimas, está claro que hay algo especial en su historia para que tenga tanto prometio y las demás estrellas no. Baste decir que hay quien opina que en la estrella Przybylski (en adelante, P) podría haber una civilización alienígena, no sé si por causa de la rareza de la estrella o como causa de la misma. Resulta que en la estrella P además de elementos muy raros (el prometio, pero también plutonio y otros) en cantidades muy altas, hay cantidades muy bajas de hierro o níquel, que sí tienen en cantidades mucho mayores las estrellas normales. Como he dicho, la mitad del prometio se ha desintegrado cada 17 años (17,7 para ser exactos), y algo parecido le ocurre a esos otros elementos raros, por eso las estrellas no suelen tenerlos: la cantidad que se hubiera formado en la creación de la estrella o en sus primeros millones de años ya debería estar prácticamente agotada.Así que no se sabe cómo diantres se está aún produciendo prometio en esas estrellas, y de ahí que hubiera quien pensara que el origen era artificial, alienígeno. Otra explicación sería que en la estrella P. hubiera en una proporción inaudita elementos cuya desintegración generara prometio, y que además su periodo de desintegración fuera tan largo que millones de años después aún hubiera enormes cantidades. ¿Qué elementos? Ahí estaría lo bueno: que no hay ninguno así en la Tierra, incluyendo en ese haber los que han sido artificialmente creados en laboratorios. Actualmente hay 118 elementos entre descubiertos y creados; que hubiera uno más pesado aún y tan estable como para aún existir parece... poco probable, cuando menos. Baste decir que el 118, el oganesón (no se preocupen si no lo conocían), creo que sólo se ha conseguido crear un puñado de átomos, menos de 10, y su periodo de semidesintegración es de 14 milisegundos: crearon 2 atomos, 14 milisegundos después sólo quedaba 1, y ése desapareció. Que un átomo más pesado sea estable es realmente dudoso. Entonces, ¿de dónde sale el prometio de la estrella P? Tal vez sí haya, más allá del átomo de 118 protones, un átomo con más protones y una cantidad tan grande de neutrones que sí sea estable, y que alguna explosión de alguna supernova o que sé yo. 

Son las preguntas que nadie sabe responder las que hacen avanzar la Ciencia. El prometio de la estrella Przybylski promete.



Geoffrey Oryema - Lapwony

martes, 20 de junio de 2023

Un verano de cambio climático

https://www.youtube.com/watch?v=P0DK-0fIKCw 

 

 

Este verano va a hacer calor. El cambio climático, ya saben. El cambio climático es la fuerza que mueve el mundo: ¿hace calor? ¡Cambio climático! ¿Hace frío? ¡Cambio climático! ¿Llueve? ¡Cambio climático! ¿No llueve? ¡Cambio climático! ¿Llueve en agosto y nos chafa unos días de playa? ¡Cambio climático! ¿Ya no llueve nada en agosto? ¡Cambio climático! ¿Nieva, no nieva, hay inundaciones, hay sequía, hay, hay, hay? ¡Cambio climático!

Y saldrá en las noticias: «ni los más viejos del lugar...». La memoria de los viejos, ya se sabe. «Antes sí hacía frío, no como ahora. Sí hacía calor, sí llovía, sí teníamos sequías...». Recuerdo la terrible, mortal (87 muertos) riada que se llevó por delante un cámpin en Biescas en 1996. Una riada inaudita, cambio climático 100%. Resulta que algún viejo del lugar sí se acordaba de una semejante... en 1928. Y es indiferente que hubiera ocurrido antes, en el mismo sitio (se le dio importancia, a posteriori, para tratar de culpar a todos los que habían aprobado el emplazamiento del cámpin, ya saben que el ser humano siempre ha de culpar a otro de todo lo que haga mal); podía haber ocurrido algo semejante a 50 km de distancia, y hace 150 años en otro sitio a 30, y lo que quieran.

Pero el mantra es "cambio climático", y eso lo justifica todo. Ya sabemos a quién echarle la culpa de que llueva o de que no, de que haga calor o de que no, de que nieve o de que no.

Como digo, este verano va a hacer calor. Y algún día se nos dirá que en cierto lugar se ha batido el récord de calor histórico, que nunca allí se había llegado a esa marca. Y todos diremos: ¡cambio climático!  Nadie se planteará que si no se hubiera superado la marca de temperatura en en ese sitio pero en otro sí también hubiéramos dicho todos... ya saben (¡cambio climático!, por si no lo habían pillado). Así que habría cambio climático tanto si en ese sitio se bate la marca histórica de temperaturas como si no.

Y nadie se planteará si lo que hemos cambiado es la medida de la temperatura. Es como con la resistencia del terreno, que tras la extrañeza porque los terrenos aguantaran menos que antes alguien se dio cuenta que la culpa era de las máquinas que medían esa resistencia, que habían cambiado una serie de detalles que alteraban el resultado. No es lo mismo cómo se mide la temperatura ahora de cómo se hacía en 1940: la misma tecnología del termómetro ha cambiado, no tiene nada que ver. Probablemente, en los extremos más fríos y más cálidos,  un termómetro de 1940 no marque lo mismo que uno de 2020, digo yo. También las propias estaciones metereológicas, las cabinas. Puede que hayan cambiado, y esos cambios afecten en algunas décimas de grado. O que se hayan deteriorado, o se hayan reparado, repintado, cambiado la madera o qué se yo. Puede que la hayan movido (de hecho, muchas se han movido), y alguna pasara de estar cerca de un bosquecillo a estar rodeada de asfalto, o que hubiera una charca cerca y ahora esa charca no existiera. Cuando hablamos de décimas de grado, esos detalles importan. Y, por descontado, puede haber cambios antropogénicos: puede que la estación estuviera, en 1940, en una zona campestre 100% y ahora esté rodeada de urbanizaciones, o haya una urbanización o un polígono industrial en la dirección de los vientos dominantes. Quiero decir, si Mark Spitz, en vez de nadar sin gorro, sin afeitarse el bigote ni depilarse el cuerpo, con los bañadores de 1972 y los cronómetros de 1972 hubiera nadado como ahora, con gorro, depiladísimo, bañadores especiales y todo lo demás, habría pulverizado sus propios récords. ¿Hace más calor o es que hemos cambiado cómo tomar las medidas? Y ese más calor que hace, ¿es global o es sólo debido a que hemos alterado las condiciones en el entorno del termómetro?

¿Y si no hiciera más calor? ¿Si no se batiera ningún récord? Lo más probable es que no pasara nada, que nadie dijera nada. Hasta que algún año se batiera, y entonces todos diríamos, al unísono:

  —¡Cambio climático!

 

 

Juice Newton - Queen of hearts

sábado, 5 de noviembre de 2022

Documentales de naturaleza

 https://www.youtube.com/watch?v=RpJ60dmR3OY

 

 

Escribí este artículo el 13 de abril de 2016; por alguna razón que no recuerdo, no lo publiqué. Bien, ahora parece un buen momento. La primera parte está desfasada, como suele ocurrir cuando se escribe sobre una noticia de actualidad (y más aún de algo tan efímero como el deporte), pero la segunda parte ha envejecido mejor.



Hace no mucho fue la final del campeonato de baloncesto universitario de Estados Unidos. Villanova contra North Carolina. Dentro de 30 años todavía se hablará de ese partido. North Carolina era el favorito, pero llevo toda la temporada siguiendo el campeonato y en todo momento se hablaba de Villanova como el equipo a batir. El baloncesto universitario se juega en ligas extrañas, de una manera muy rara, y para nosotros es difícil valorar el potencial de los equipos; por eso me extrañaba que se ya en diciembre se hablara de Villanova, pero en fin.

El partido fue histórico y muy emocionante. Villanova se puso por delante al principio, pero nunca se despegaba: se notaba que North Carolina tenía más caché y que en cualquier momento le iba a dar un arreón al partido que pondría las cosas en su sitio. Pero el arreón se retrasaba, y se retrasaba... Quedando 4,7 segundos, metieron el mejor triple de la historia. Y 4,7 segundos después pasó a ser el segundo mejor triple de la historia. Yo lo vi por televisión, y al acabar era consciente que había visto un partido para la Historia.

La televisión va bien para las retransmisiones deportivas. Si en el deporte hay emoción, la televisión lo capta y lo refleja. Aparte de esto, no hay muchas cosas que me gusten de la programación. Desde luego, no las películas (donde esté un cine...) o las noticias (la televisión es el peor medio para transmitir la actualidad, por favor).

Pero lo mejor de la televisión, lo mejor de lo mejor y donde da sopas con onda a cualquier otro medio y a cualquier otro programa, son los documentales. En especial, los documentales de naturaleza.

Me encantan. La fotografía es excelente, el guion está cuidadísimo, los efectos especiales son un alarde de la técnica. Sin olvidar la voz del narrador, esa masculina y bien modulada voz que nos va explicando cómo la mantis religiosa se suele distribuir con una densidad de una en un metro cuadrado...

Los documentales son los mejores programas de la televisión, y entre otras razones lo son porque son los que están mejor hechos. Y no porque sean fáciles de hacer, todo lo contrario. Quizá por eso: sólo los mejores se dedican a ellos.

Recuerdo, de cuando era mozo, unos reportajes de Félix Rodríguez de la Fuente sobre los abejarucos. Los abejarucos excavan sus nidos en taludes de tierra, en galerías que pueden medir un par de metros de largo. Pues en el documental, de alguna manera, habían conseguido cortar a lo largo una de las galerías, hacer una pared de cristal y meter una cámara junto al nido, y nos mostraban no sólo lo que pasaba fuera de la tierra sino también en el interior de la galería. Aquello fue espectacular, y recuerdo que al terminar Rodríguez de la Fuente explicaba cómo lo habían hecho y los meses que les había costado lograrlo.

Hace no mucho vi un documental sobre la caza en los océanos. En un momento dado, aparece un banco de peces, creo que arenques. Era un banco de quizá un millón de peces, un banco enorme. Los peces tiene sus razones para agruparse en bancos, y una de ellas es que los bancos son casi invencibles: cuando el pez está en un banco no hay manera de atraparles. Atacarles es como golpear en el aire.

El caso es que teníamos un banco enorme de arenques, y una manada de delfines iba a por ellos. Previamente el documental nos había mostrado ataques a bancos y que estos siempre fallaban, pero parecía que esta vez iba a ser diferente. Los delfines eran muy listos. Estaban sincronizados y tenían una táctica. En primer lugar, los iban rodeando para que el banco se hiciera más y más compacto. Pero aún no podían hacer nada. En segundo lugar, tenían que conseguir que el banco no se sumergiera, para lo que nadaban continuamente por debajo de los arenques. Pero no podían, ellos solos. Entonces, de algún modo, surgió un ejército de atunes que venían de las profundidades. Eran muchos, y atacaron al banco que los delfines tenían compactado y atrapado. Entraron por abajo como el cuchillo caliente en la mantequilla. Los arenques intentaron huir por la superficie, pero resultó que había miles de gaviotas, pelícanos y esos bichos ahí fuera, y cazaban a todos los que subieran demasiado. En esto, una manada de tiburones ataca también, como los delfines, por los flancos: aquello fue ya el despiporre absoluto. Les daban por todas partes, y el banco se rompió. Un banco de peces es como una masa enorme compuesta por un millón de peces, y todos moviéndose de una manera coordinada, al igual que las células se mueven con nosotros. Pero al romperse el banco, lo que pasó a haber fue un millón de peces en un espacio muy pequeño, cada uno tirando hacia donde podía, sin saber hacia dónde huir o qué hacer. Era una carnicería, se los estaban comiendo a miles. Y de pronto apareció una ballena enorme, no recuerdo si azul o de qué tipo, que, simplemente, abrió la boca y se tragó lo que quedaba del banco. Y fin de la fiesta. Fue alucinante.

Pues bien, los que más alucinaron fueron los que estaban rodando el documental. Resulta que llevaban cuatro años intentando filmar a esas ballenas cazando, y no habían logrado nada. Uno puede seguirle el rastro (y el ritmo) a un escorpión, pero no a una ballena. La ballena se sumerge, y en tres segundos nos ha dejado atrás y no volvemos a verla. Pues parece que ya lo habían dado por imposible y se estaban dedicando a otra cosa. Y cuando están filmando lo del banco, desde el barco de apoyo ven llegar la ballena pero sólo tienen tiempo de decirle "¡mira!" al cámara, que se da la vuelta y... la ballena se le echa encima. No se lo comió con los arenques, pero no me habría extrañado. Suerte del cámara que estaba filmando al buceador que filmaba a los delfines, que pudo filmar algo más.

Este documental resume las virtudes de estos programas. Guion, técnica, fotografía, esfuerzo. Además son muy instructivos y son para todos los públicos. No son ofensivos, no generan malestar, no nos hacen enfadarnos. Sin embargo, apenas se ven. Quizá es que sólo los televidentes inteligentes pueden apreciarlos.

 

 

P.S., 2021: no puedo evitar sonreir al releer lo de la ballena. Sí, recuerdo el documental y el asombro. Pero lo cierto es que desde entonces he visto más documentales parecidos. Hasta el punto de que no me extrañaría de que el primer documental diera la clave de muchas cosas: de cómo se atacan los bancos de peces, de la colaboración entre las especies cazadoras, y la alimentación de las ballenas. De manera que quien quisiera hacer un documental sobre esas cosas lo tuviera ya más fácil, y por eso ahora hay tantos de ese estilo.




Wilf Carter "Montana Slim" - My Swiss Moonlight Lullab

domingo, 14 de agosto de 2022

Mis versículos favoritos XIII: la teoría del caos

https://www.youtube.com/watch?v=AXywYpUs83M 

 

 

Una mariposa bate sus alas en el Amazonas y se produce un huracán en Nueva York. Se llama Teoría del caos. Teoría que, por cierto, se debe al escritor de ciencia ficción (me encanta la ciencia ficción) Ray Bradbury, pues en uno de sus relatos un hombre pisa accidentalmente una mariposa y aquello termina deparando lo inimaginable.

Si usted tiene un vaso con agua y gira 180° la mano que sostiene el vaso, tendrá sólo un vaso boca abajo: el agua se habrá derramado y estará por el suelo. Esto es el universo newtoniano, el que percibimos: toda causa tiene un efecto, todo efecto tiene una causa. Si usted gira el vaso, el agua se derrama; el agua se derrama porque usted gira el vaso. Para la vida cotidiana funciona bastante bien. Pero ¿qué ocurre si nos salimos de los vasos con agua? La vida es más complicada de lo que parece, y darle una patada a un balón no significa que se marque un gol: influyen miles de factores, esos factores a su vez están influidos por otros miles, y así sucesivamente. En el perfecto mundo newtoniano, podemos predecir la trayectoria de un planeta y creemos que de una bala, pero no: de hecho, lo habitual es fallar el tiro. Con el planeta podemos, porque son muy pocos los factores que afectan (y la precisión de nuestro vaticinio), pero una bala, fuera del papel, en un mundo real...

Lo que la teoría del caos viene a decir es que la realidad es demasiado compleja para que controlemos la relación causa-efecto de muchas cosas. Como un huracán en Nueva York, por ejemplo.

O, en otras palabras, que somos seres insignificantes que no podemos controlar el mundo que nos rodea. Ni podemos evitar el huracán en Nueva York, ni sabemos porqué es en Nueva York y no en Baltimore. ¿De verdad el aleteo de una mariposa puede cambiar las cosas? No tenemos ni repajolera idea, y lo disimulamos diciendo que influyen muchos factores.

Esto, como se imaginarán, lo expresaba muy bien la Biblia. En uno de mis libros favoritos, por cierto: el casi herético Libro de Job.

Recordemos los antecedentes: Job, hombre bueno, sufre de pronto todos los males: se arruina, sus hijos mueren, su mujer le abandona, sufre una enfermedad (¿un cáncer de piel?) terrible, sus amigos y la comunidad le dan la espalda y le vilipendian,... Para los judíos de la época, estaba claro: Dios estaba castigando a Job, que sin duda había sido increíblemente malvado. Job debía, por tanto, arrepentirse de sus crímenes, confesarlos y pedir clemencia, y su obcecación en negar su culpabilidad no era sino otro delito a añadir a la lista (por lo que suponía negar el correcto juicio de Dios). Para la mujer, lo que tenía que hacer Job era maldecir de una vez a ese Dios que tan cruel estaba siendo con él y morirse. Pero Job ni maldecía a Dios ni admitía que él hubiera hecho algo malo.

Al final, Job hace lo que cualquiera de nosotros habría hecho desde el principio: "¿por qué a mí, Señor? ¿Qué he hecho yo para merecerme esto?".

Y, de pronto, Dios le responde.

Esa respuesta ha sido siempre, para mí, incomprensible. Y del todo insatisfactoria, porque no veía cómo eso respondía a la pregunta que todos nos hacemos: ¿porqué sufre el hombre justo?

Con los años (muchos), y tras meditarlo mucho, alcancé a entenderla (creo). No es éste el momento en el que la explique (y además creo que ya lo he hecho en anteriores entradas de esta serie), pero lo interesante ahora es que, si nos damos cuenta, cuando Dios intenta hacer entender a Job su incapacidad para saber las cosas que están más allá de lo que él puede llegar a saber no hace sino formular la teoría del caos:

"... ¿Has llegado hasta la fuente de los mares? ¿Has pisado en las honduras del abismo? ¿Te han mostrado las puertas de la muerte? ¿Has visto los umbrales de las sombras? ¿Has abarcado la anchura de la tierra? Habla, si es que lo sabes todo. ¿Sabes dónde habita la luz, y cuál es la mansión de las tinieblas, para que puedas llevarlas a su sitio y enseñarles el camino de su casa? Lo sabrás, pues tienes tantos años que para entonces ya habrías nacido. ¿Has llegado hasta los depósitos de la nieve? ¿Has visitado los graneros de granizo que yo guardo para el tiempo de desgracia, para el día de la batalla y del combate? ¿Por dónde se difunde la luz, por dónde se expande el viento solano? ¿Quién prepara cauces al aguacero y señala camino a la tormenta, para traer la lluvia a tierras despobladas, a lugares desérticos e inhóspitos, para regar los desiertos desolados y hacer brotar hierba verde en las estepas? ¿Tiene padre la lluvia? ¿Quién engendra las gotas de rocío? ¿De qué seno procede el hielo? ¿Quién da a luz la escarcha del cielo, cuando las aguas se endurecen como piedras y congelan la superficie del mar?..."

(Job 38, 16-30)

Causa sonrisa leer las grandes incógnitas que se planteaban los antiguos, qué conceptos creían que estaban más allá de lo que podrían llegar a saber. Pero al menos eran conscientes de su insignificancia.

 

 

 

F. Mendelssohn - Laß, o Herr, mich Hülfe funden (op. 96 c. 1)

martes, 19 de julio de 2022

Incendios forestales



Consecuencia de la ola de calor (y de la sequía previa de este invierno y primavera) han sido los incendios forestales. Muchos, muy grandes, todos a la vez. Estábamos acostumbrados a que ocurrieran en California, en Grecia también, en Portugal si me apuran. Pero no aquí.

Miles y miles de hectáreas quemadas.

Seguro que a usted eso de las hectáreas no le dice nada. Pues a eso voy, porque es muy fácil.

Una hectárea es un hectómetro cuadrado. Lo que en mi época de escolar se escribía Hm². Un cuadrado de 100 x 100 m.

Lo importante es que 100 hectáreas (100 Ha) es 1 km².

Así que hay que dividir el número de hectáreas quemadas por 100 y tendremos la superficie quemada en km². Si es usted de letras, no divida: quite 2 ceros.

Si un incendio quema 6.000 Ha, ha quemado 60 km².

A partir de ahí, hágase usted la composición que mejor le parezca. 60 km² es una franja de 60 km de largo y 1 km de ancho, ahí es nada. También es una franja de 12 km de largo por 5 de ancho, o como prefiera. 

O quédese con la copla que si un incendio quema 6.000 Ha, es muy grande.

Por supuesto, y entrando ahora en la crónica política, nuestro Amado Líder no podía dejar de visitar algunos. Ayer o anteayer, creo, estuvo en uno en Extremadura.

Fue abucheado por los lugareños.

No como el Rey, que también estuvo en algún otro cercano, y fue muy vitoreado.

El caso es que, aunque el incendio estaba a dos horas en coche de la Moncloa, Sánchez cogió el helicóptero para ir a Torrejón y allí usar el Falcon, para hacer el último tramo de nuevo en helicóptero (que había hecho el mismo camino, pero de vacío). El regreso, también en Falcon, que hay que aprovechar el tiempo que le queda. Y lo mismo para ir a León.

¿Porqué es relevante? Por el discurso que dio Sánchez. Que no le echó la culpa del incendio a sus culpables habituales, el coronavirus, la guerra de Ucrania o la oposición. No, esta vez la culpa era del cambio climático. Que "mata gente", dijo el tipo que va a los sitios en helicóptero y Falcon.

Y luego está la foto de recuerdo que distribuyó su equipo de Prensa:

La pose lo dice todo: está encantadísimo de estar ahí y de poder hacerse esa foto.

Porque los incendios, para él, son sólo eso: una excusa para volar en helicóptero y en Falcon, y la oportunidad de hacerse fotos estupendas.

Pero ey, él no tiene culpa alguna: todo es por el cambio climático.




Oak Ridge Boys - Leaving Louisiana in the broad daylight


 

Aquel verano del '87

Hace un calor espantoso. Estamos sufriendo una ola de calor que...

El cambio climático haciendo de las suyas. Y yo me acuerdo del verano de 1987. Aquel verano hizo calor más allá de lo que entonces nos parecía soportable, era el tema estrella. Como la ola que tenemos ahora, la de entonces también asolaba a toda Europa: en Atenas murieron 750 personas.

Yo lo pasé en el norte de Suecia, donde trabajaba. Allí fue noticia que el termómetro callejero de la población alcanzó los 33°, totalmente insólito. La tropa local de boy scouts estaba de campamento en Escocia, y según informaba la prensa también se estaban cociendo. En Francia. Y, por supuesto, en España, donde los que me carteaban, duros aragoneses hecho al calor de allí, me lo contaban asombrados.

Yo diría que ése fue el primer verano en el que se habló de personas muertas por el calor. Claro, cuando en una ciudad mueren en una semana 750 personas más de las habituales, los técnicos lo tienen fácil para achacar una causa a tal mortandad: ha sido por el calor extremo. La noticia saltó a los periódicos, y al año siguiente cada ola de calor (hay un par cada año, aunque no tan extremas) venía acompañada de la consiguiente relación de fallecidos. Y así al año siguiente morirían en Francia nosécuantas personas por las olas de calor, y ya para siempre.




jueves, 10 de marzo de 2022

Copito de nieve

Durante años, Copito de nieve ha sido el símbolo de Barcelona. Salvo el año de Cobi, Copito fue omnipresente. Quien quisiera ver un gorila albino, tenía que venir al zoo de Barcelona. Quien viniera a Barcelona, tenía que aprovechar y ver a Copito de nieve. Copito de nieve era nuestra estrella del rock. Todos los escolares conocían a Copito de nieve. Todos sabían que sólo en Barcelona hay un Copito de nieve.

Yo mismo vi varias veces a Copito de nieve. De paso, visitaba el zoo; pero el objetivo era ver a Copito.

A Copito de nieve lo encontraron unos cazadores en la selva en 1966 y se lo vendieron a Jordi Sabater Pi, que vivía entonces en Río Muni (ahora, la parte continental de Guinea Escuatorial) y lo envió al zoo de Barcelona. En marzo de 1967 la revista National Geographic lo puso en su portada, y convirtió al gorila en una estrella mundial. Había surgido el símbolo mundial de Barcelona.

Cuando murió de viejo algo se apagó en Barcelona. Puede que no fuera por la ausencia del gorila que todos queríamos, quizá sólo una coincidencia, pero la vida no ha sido igual desde entonces.

Hace no mucho, alguien promovió una iniciativa pública para pedir al ayuntamiento que se le dedicase una calle o alguna cosa, algún tipo de homenaje. Una empresa de aquí que se dedicaba a cosas tecnológicas se ofreció al ayuntamiento para fabricar una escultura robotizada de Copito, que se pondría en el zoo para que interaccionara con los visitantes.

Y por fin ha llegado la respuesta del Ayuntamiento de Barcelona. Negativa. No habrá homenaje al único gorila albino que se ha conocido. Y razonaron su negativa; reproduzco:

"La reflexión central del pleno en torno a esta cuestión y que sustenta la decisión que se tomó es que a pesar de que la figura de Copito de Nieve pueda resultar amable y despertar nuestra empatía, al fin fue el resultado del colonialismo en Guinea Ecuatorial". 

Copito de nieve es "el resulado del colonialismo". Da igual que Fernando Poo y Río Muni fueran provincias, con su diputación provincial y todo (la matrícula de Río Muni era RM), que los habitantes tuvieran nacionalidad española y demás zarandajas: era colonialismo. Un colonialismo peculiar, porque recuerdo ver a los cadetes de Guinea, alumnos de la Academia General Militar y que por lo tanto se preparaban para ser oficiales, paseando sus cadeteras rojas por las calles de Zaragoza. Un colonialismo que permitió que la región redactara una Constitución y que votó en referendum su independencia. Todo eso no importa, porque lo importante es que fue en 1966. Y al igual que para nuestra alcaldesa el almirante Cervera fue un franquista porque si hubiera vivido en tiempos de Franco lo hubiera sido, el gorila era un símbolo de Franco (no lo dice, pero no hace falta decirlo) y por lo tanto no se le puede homenajear.

Es impresionante el odio que alberga en su interior Ada Colau. Ni Copito de nieve se libra.




 

domingo, 4 de julio de 2021

El arbol de la buena suerte

https://www.youtube.com/watch?v=Jy3vzdtiXF4 

 

 

Antiguamente así se le consideraba. Hoy, usted probablemente solo sabrá que es un árbol, no sabe cuál. Y sin embargo, ¡qué maravillosos son!

Hablo, claro está, del fresno. Y puede que no se lo haya planteado nunca, pero seguro que es uno de sus árboles preferidos. Por eso escribo este artículo: para intentar explicarle cómo saber cuál es.

Las primeras pistas: árbol alto (llega a los 20 m), de hoja caduca, y que da una sombra enorme. Uno de los que usted elegiría para dormir la siesta.

Más o menos, este:



Más pistas: el tronco es recto y de madera oscura. Las múltiples hojas, de un color verde brillante en primavera y amarillas en otoño, se entremezclan entre sí, y por eso la sombra que proporciona es muy fresca.

Pero, para distinguirlo bien, coja una hoja. La hoja del fresno es, en palabras técnicas, imparipinnada de 9 a 13 foliolos. En palabras normales, la hoja se subdivide a su vez en hojas más pequeñas, llamadas foliolos, que se disponen de forma simétrica en ambos lados de la hoja y con un foliolo adicional en el estremo (por eso es impar). Entre 9 y 13; en la hoja del dibujo, son 9. Con la forma fusiforme y los bordes dentados.

Y si aun así, quizá con los frutos. Se llaman sámaras, y parecen vainas en apretados racimos colgantes.

Hummm... Creo que no he conseguido enseñarle a identificar los fresnos. En realidad, eso no importa mucho. Pero cuando pasee por la campiña, intente fijarse en los árboles. Todos son muy interesantes. E intente averiguar cuáles son.




Mark Knopfler - Our Shangri-La (con Emmylou Harris)

 


jueves, 18 de marzo de 2021

El hombre y la Tierra

https://www.youtube.com/watch?v=JlRfQ4WKvdI 

 

 

 

 Anoche falleció Antón García Abril (Teruel, 1933). Requiescat in pace.

García Abril fue un compositor prolífico en grado sumo; pero su pieza más conocida, la que hace que todos (los que ya tenemos una edad, claro) sonriamos nada más oir los primeros acordes, fue la sintonía de El hombre y la Tierra.

¡El hombre y la Tierra!

La cima de la televisión española. Pero lo que me llama la atención es que ahora... no la vería ni el tato. ¿Una serie de doumentales sobre animales? ¿Que no son leones? ¿Sobre abejarucos, aguiluchos, alcotanes, lirones caretos,...? Ni el tato.

Y, sin embargo, en los 70 era una serie muy popular. Primero, Planeta azul; luego, El hombre y la Tierra. Y por muy popular me refiero a que todo el mundo la veía; todo el mundo esperaba el momento en que empezara el documental; y por todo el mundo me refiero a todo el catálogo de personas que usted nunca creería que querría ver un documental.

Y, por supuesto, se emitía en lo que ahora sabemos que es "prime-time".

¡Si lo emitieran ahora...! Y no, no me refiero a que ahora se hacen documentales que técnicamente dan mil vueltas al viejo español, sino que en la actualidad un documental sobre fauna no sienta a prácticamente nadie. Y me atrevería a decir que incluso los que no son de fauna.

¿Cómo hemos llegado a esta situación? Quiero decir, la televisión está facturando productos de una calidad altísima, de un interés claro, útiles, formativos,... y no se ven. En cambio, un Sálvame Tomate de Luxe triunfa porque Mari Jéssica, que tuvo un rollo con Eduardo Jonan, ya saben, un ligue de la hermana de no recuerdo qué cuñada de una folclórica y que participó con tal acreditación en un Gran Hermano Vip, pues resulta que la tal Mari Jéssica anuncia que lo va a contar todo, y por todo me refiero a nada de particular. ¿Y no vemos nada raro aquí? 

El hombre y la Tierra muestra también cuanto hemos cambiado, como sociedad. Porque ahora todo lo que huela a cultura nos repele. Ni jartos de vino con ésas. Y los pocos que seguimos consumiendo somos considerados unos bichos raros. Y pedantes; hasta hacen chistes sobre nosotros. No es que hayamos perdido nuestra cultura, nuestra erudicción popular (la que más o menos todo el mundo tenía), sino que ya hemos perdido hasta nuestro interés en tenerla.

Es decir: estamos ya más allá de todo arreglo.



Antón García Abril - El hombre y la Tierra (sintonía)

domingo, 8 de marzo de 2020

Leones, hienas y licaones

 



Como todo el mundo sabe, las leonas son las cazadoras y el león macho se come la parte del león. Los leones macho sólo duermen, comen y disfrutan, mientras las leonas hacen todo el trabajo. Pero hay algunos datos que no todo el mundo sabe.

Fuente: Wikipedia

Los leones macho suelen pesar más del doble de las leonas. También cazan, salvo que su concurso no sea necesario. Por ejemplo, si quieren cazar un búfalo y hay machos allí, los machos acostumbran a ser decisivos, por razones obvias. Y si quieren cazar elefantes o hipopótamos, o hay machos colaborando o la cosa está realmente difícil. Mientras que si quieren cazar un pequeño facuóquero, una leona se basta y sobra. Pero, además, lo normal es que los machos no estén allí. Porque el macho tiene otro trabajo: patrulla el territorio. Lo recorre, lo marca para que otros machos no entren, y si encuentra a alguno ha de matarlo o expulsarlo. O ser él el muerto o el expulsado. Y es que a la manada le va la vida en que no entren otros machos: si un macho "de fuera" consigue expulsar al macho local  - o cuando llega, el macho local está lejos-, lo que hará será matar a todas las crías. Sólo sobrevivirán las hembras adultas o adolescentes. Los machos adolescentes, desde luego, o huyen rápido o también los matará. Como la vida de los leones es finita, cuando el macho ya no tiene el vigor de antaño es corriente que el recién llegado le gane. Así pues, las leonas necesitan un macho que tenga el vigor suficiente para defender a sus crías.

Por otra parte, cuando los leones macho llegan a la adolescencia, tienen un nuevo peligro: el macho titular acabará matándolos o expulsándolos. No así las leonas adolescentes: éstas tienen su tranquilidad asegurada. Y si el joven león tiene suerte y sólo lo expulsan, tampoco ha de celebrarlo: va a vagar solo, confiando en que no lo encuentre nunca ningún león adulto, y cazar solo. Joven, solo, sin experiencia. Lo tiene complicado.

Por suerte para el joven león, si ha sido un buen año para la manada es probable que hayan sobrevivido más leones machos de su quinta y el león padre los haya expulsado a todos a la vez. En ese caso, los hermanos forman lo que se llama una coalición. Y estarán juntos toda su vida. Si se convierten algún día en leones titulares de una manada, lo serán todos los hermanos a la vez. Eso les aportará grandes ventajas, porque si en todo lo que he mencionado ponemos varios leones macho en vez de uno, la situación cambia. Si esa coalición llega a un territorio donde el león titular es uno solo o una coalición de menos leones, lo tienen más fácil. Y si una coalición ha de defender un territorio, también. Y lo mismo para cazar.

En cualquier caso, son los machos los que se están jugando el tipo, así que, si se piensa, comer el primero (comer lo mejor y en cantidad suficiente) es un precio pequeño por la labor vital que desempeñan. 

El caso de las hienas es diferente. En las hienas, la hembra es más grande que el macho, y los clanes de hienas los dirige una hembra. Estos clanes tienen todo un escalafón, que puede resumirse en hembra dominante, hembra lugarteniente, resto de hembras, crías y los machos. Los machos son los últimos. A menudo, una hiena solitaria se incorpora a un clan. Si es un macho, su lugar será el último, por debajo de todos. Pero si es una hembra, su lugar será el último... de entre las hembras. Estará por encima de todos los machos (es curioso cómo este desprecio se produce, sin duda de manera no deseada, también en el idioma español: hay leones y leonas, pero no hienas y hienos; siempre "las hienas").

Fuente: Wikipedia


En las hienas, esto del escalafón es importante. Porque determina a rajatabla el orden en que se come y la cantidad que se come.

Como ya he dicho, las hienas hembra son más grandes que las hienas macho. Más fuertes, más rápidas, más salvajes. Pero son más pequeñas que las leonas (aunque una leona no suele pesar más del doble de una hiena).

En la sabana, los grandes enemigos de las hienas manchadas son los leones. Nadie más. Pero es que los grandes enemigos de los leones (aparte de los leones macho  para los otros leones macho) son las hienas. La cosa funciona así:

Una hiena siempre vence a los guepardos, aunque éstos sean varios. Una hiena siempre vence a un leopardo solitario (el caso común). Si por la razón que sea hay dos leopardos (por ejemplo, porque son los días en que machos y hembras están cortejándose), se necesitan dos hienas. Una leona vence a una hiena, pero dos hienas vencen a una leona (mejor si son tres). Las leonas, a menudo, van en grupo, pero las hienas también. Como los grupos de hienas suelen ser más numerosos, lo habitual es que si hay suficientes hienas, éstas venzan a las leonas.

Estos enfrentamientos entre depredadores de la sabana no suelen terminar en muerte sino en huida del perdedor (salvo las crías, que no pueden huir ni defenderse, y se las mata por si acaso). Lo normal es que si no hay nada por lo que luchar, el que tiene las de perder rehúye el enfrentamiento; pero si una parte ha cazado, entonces hay algo por lo que luchar. Si un leopardo o unas leonas han cazado un ñu, puede aparecer un grupo de hienas que quiera aprovecharse. O si el ñu lo han cazado las hienas, sean las leonas las que lo quieran. Por lo general, como nadie quiere recibir una herida que lo incapacite para cazar otra presa, suele bastar una exhibición de poderío y dentadura, algo que sirva para que el bando perdedor calibre las fuerzas a las que se ha de enfrentar; además, el bando fuerte suele aplicar el principio de que a enemigo que huye, puente de plata, por lo que la cosa acostumbra a acabar en retirada antes de que todos se hagan demasiado daño. Pero dado que hienas y leones comen las mismas presas (incluyendo animales que mueren de viejos, de enfermedad o de hambre o sed) y vive en los mismos espacios, los enfrentamientos son frecuentes. Y, como he dicho, lo normal es que ganen las hienas. 

Salvo que haya leones macho. Si los hay, la cosas cambia. Porque un león macho vale por varias leonas, y por lo tanto se necesitan bastantes hienas para superarlo. Y si es una coalición de leones machos, lo normal, se necesitan muchas más hienas. Y un clan tan numeroso no es frecuente. Aunque llega a haber clanes de 80 hienas y las coaliciones suelen ser de 2 ó 3 leones, raramente de 4 ó 5, clanes tan grandes son difíciles de mantener: el territorio ha de ser feraz en demasía, y la hembra dominante ha de ser extraordinaria. Las hienas se pelean a menudo entre sí, y la hembra dominante se pasa el día batallando con los otros 79, recordándoles su lugar y defendiendo su parte de león. Con lo que tenemos que, en realidad, cuando los leones macho se ganan el jornal es después de la caza, cuando han de defender lo cazado frente a las hienas. Esto, por descontado, también es válido cuando las cazadoras son las hienas y la manada de leones quiere lo cazado, o nadie ha cazado y el elefante ha muerto de viejo; como sea, se trata de la comida.

Por cierto que cuando hay leones macho implicados, aquello del enrfentamiento sin sangre no rige. Al león le gusta que quede claro que ése es su territorio, y es demasiado rápido, fuerte y poderoso para que la hiena o el leopardo huya sin más. Como además al león macho le gusta matar "por si acaso" (por si acaso tienes crías que crecen, por si acaso algún día no estoy, por si acaso algún día te comes un animal que me gustaría comerme yo), lo mejor que se puede hacer es, cuando se sabe que hay un león macho, largarse corriendo; otro día será. Hay que ser muchas hienas, tener mucha hambre, para enfrentarse a los leones macho.

Viéndolo así, las leonas cazan y comen. Los machos, si están también cazan, pero sobre todo defienden. Lo cazado, y también a las leonas y a las crías. Y si han de arrebatar comida a las hienas, también. Y son los que se juegan el cuello, los que acostumbran a morir.  La contrapartida es llevarse la parte del león; pues vale. En el caso de las hienas, las hembras se llevan la parte del león... simplemente, porque pueden.

Pero de todos los animales de la sabana mis favoritos son los licaones (o perros salvajes africanos). Los licaones son de la familia de los perros, pero no son perros (los lobos sí son perros, o mejor dicho: los perros son lobos). Y no se pueden adiestrar; pero, aparte de eso, podemos considerarlos como perros. Salvajes, eso sí.

Fuente: Wikipedia
 
Las jaurías de los perros salvajes son diferentes de las de los leones y las hienas: en ellas mandan un macho y una hembra. Son la pareja alfa, y no importa quién de ellos dos consiguió antes el grado alfa y quién lo obtuvo en cuanto que consorte.

Los perros salvajes son más bastante más pequeños que las hienas, no digamos ya que los leones. Pero los grupos de perros se comportan de manera diferente a los de leones y hienas: se ayudan todos entre sí. No hay uno o una que coma más, mejor, antes. Todos comen. De hecho, cuando hay crías se queda siempre un perro de guardia, vigilando las crías, y los cazadores, a su regreso, le llevan comida también al guardián. Donde en los otros clanes hay luchas, disputas y expulsiones, en los perros todo es armonía. Como si los perros supieran que cuantos más fueran y mejor se lleven, mejor para todos. Y es cierto que necesitan ser muchos. Han de sobrepasar ampliamente en número a la hienas para vencerlas  - expulsarlas o defender su comida-, y realmente muchos para defenderse de las leonas (de los leones macho es pedir un imposible). Como no es frecuente que las jaurías sean tan numerosas, lo normal es que los licaones pierdan.

En fin, hay sociedades en las que mandan los machos, sociedades en las que mandan las hembras, y sociedades que no distinguen entre machos y hembras a la hora de mandar, y manda una pareja. Éstas últimas viven en armonía y nunca son sus enemigos los de su misma especie.

Los que más peligro corren de extinción son, no hace falta decirlo, los perros salvajes. 





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