domingo, 28 de febrero de 2021

Diana Trujillo

Dieron en el informativo de televisión la noticia de la llegada del rover Perseverance a Marte. Me quedé boquiabierto, y no pude menos que comentarlo: ¡qué birria de información! No el hecho, sino la cobertura informativa. Pondrían más énfasis y darían más contexto si el equipo nacional de guimnasia rítmica hubiera quedado 7º en los mundiales de la categoría B. A ver, lance usted un coche y consiga dar en el sitio exacto que quería, pero ese sitio estará a cientos de millones de kilómetros y el "aterrizaje" ha de ser completamente suave, con lo que no se ha de equivocar usted ni en medio metro. El conocimiento científico y el dominio técnico que esta proeza requiere es inimaginable. Y lo han conseguido, pero los periodistas son tan tontos que no saben reconocer un hecho de importancia. Aquel día, las noticias serían la entrada en prisión de un tipo infecto que representa la degradación a la que hemos llegado la sociedad catalana y del que nos habremos olvidado en dos meses o menos, y no sé qué mas. Lo del covid, claro, pero la cobertura informativa de ese asunto son quince minutos fijos, totalmente intercambiables con cualquier día. Cuando acabe el año, si resaltáramos los hechos acaecidos lo del rover de Marte estaría en los primeros lugares; desde luego, dentro de 40 años sí lo estará como hecho histórico del 2021.

Diana Trujillo es una colombiana, de Cali, que con 17 años y al día siguiente de terminar su bachillerato se fue a los Estados Unidos. Tenía un sueño. Y 300 dólares, ya ven para qué dan, pero sobre todo las ganas de salir adelante por sí misma que tienen las sociedades no anquilosadas. Y se puso a trabajar en una panadería. Y a limpiar casas. Así se sostuvo para aprender inglés y pagar los estudios en la Universidad de Florida (privada, no pública). Y se licenció en ingeniería aeroespacial. Y no se detuvo ahí. 

Una vez en la NASA, Trujillo pasó por varios departamentos, llegando a ser la jefe del departamento de ingeniería de los rover de Marte, y una de las personas clave del éxito de la misión del Perseverance. De verdad, miren el siguiente vídeo (es solo minuto y medio):


Diana Trujillo es una mujer. Ingeniera aeroespacial. Y con un cargo de mucha responsabilidad en un proyecto de muchos, pero que muchos, millones de euros.

Nada de esto, por supuesto, se dice en las noticias; como mucho, en las páginas de ciencia de los pocos periódicos que aún las tienen; pero ¿quién las lee?

En vez de dedicarse a quemar contenedores y a provocar algaradas callejeras, los jóvenes deberían fijarse en Trujillo. No ponerse excusas sobre lo difícil que lo tienen ellos para salir adelante.

Y en cuanto a la Administración... si de verdad quisiera que hubiera más mujeres ingenieras debería publicitar lo que ha hecho Trujillo. Es la prueba viviente de que sí se puede. Y pocas podrán decir que lo tienen más difícil de lo que ella lo tuvo.

sábado, 27 de febrero de 2021

Volviendo a los monasterios

 https://www.youtube.com/watch?v=mDZG-BM3AoI

 


Hace relativamente poco le criticaba a un joven ingeniero que el plano de sección que me mostraba carecía del sombreado que indica lo que se secciona. Cuál no sería mi asombro cuando el joven no entendía de qué le hablaba. Y es que, por lo que me contó, no sabía que era ese sombreado: nunca había estudiado Dibujo Técnico. Quizá fue entonces cuando comprendí lo que pasaba.

Desde hace muchos años vengo observando un descenso en el nivel de la enseñanza de los ingenieros. Pero siempre pensaba "bueno, ya les enseñará la vida". No me importaba que no aprendieran en la universidad, daba igual que un ingeniero no entendiera la fatiga de los metales; ya lo aprendería luego.

Poco a poco me fui dando cuenta de otro detalle: el arte del croquis se está perdiendo. El otro día me pasaron un plano de una escalera. Era incomprensible, así que el lunes, por pura diversión, le pediré a la arquitecta que me envíe el corte vertical de la escalera; y se lo pondré fácil, no le pediré un plano formal, sólo un croquis a mano alzada. Estoy seguro de que tardará unos días, pero me enviará un plano formal: no sabrá hacer croquis a mano. Me atrevo a decir que no conozco a ningún ingeniero menor de 50 años que haga croquis a mano alzada.

Es curioso: la vida no está enseñando a los ingenieros a hacer croquis a mano alzada. Y, sin embargo, el no saber croquizar no está deteniendo a los nuevos ingenieros. ¿Qué está pasando? Es simple: es un saber que ya no es necesario. Es como el joven ingeniero que no sabe representar un corte en sección. No sabe y no aprenderá, porque no lo va a necesitar. Con el diseño por ordenador, el BIM y todo eso, ese conocimiento es inútil. Teniendo en cuenta que el propio ordenador se comunica con las máquinas que fabrican, las representaciones y los criterios de dibujo destinados a facilitar que un operador humano entienda lo que se hace carece de sentido. Sé que suena pedante, pero es verdad: la cantidad de saberes de los que carecen los nuevos ingenieros nos haría enrojecer a los antiguos. Y si bien hasta ahora yo pensaba "es joven, ya aprenderá", hoy en día soy de otra opinión. Veo que todos los jóvenes son así, y veo que no aprenden. Y veo que con ordenadores que hacen el trabajo por ellos esos saberes no les son necesarios.

Entonces pienso que es un poco como la pérdida del saber que se produjo en la decadencia y tras la caída del imperio romano, que el saber de entonces quedó recluido en los monasterios, y ni siquiera todo, sólo una parte. Y que durante mil años apenas se produjeron avances y no salieron en esa sociedad genios que la hicieran avanzar.

Quiero decir, es algo que ya ha pasado antes. La pérdida colectiva de saberes. Nos cuesta creer, porque España fue el lugar donde menos se perdió el conocimiento tras la caída del imperio de Occidente (supongo que los visigodos fueron los menos bárbaros de todos, o también porque antes de las invasiones habían sido el pueblo que más había estado en contacto con los romanos y siempre se esforzaron en mantener la relación), pero por ejemplo en Inglaterra volvieron a la edad de piedra, ni si quiera a la del bronce. Hasta el punto de que perdieron el conocimiento de cómo hacer ladrillos y tejas.

Pues bien, pienso que ahora nos está pasando algo parecido. Por lo menos en España. España está perdiendo, como sociedad, saberes. Y es que el saber no va sólo por épocas, también por países: no es el mismo conocimiento tecnológico el que tiene Alemania que el que tiene Etiopía, por ejemplo. Pues España va perdiendo el suyo. Llegará un momento en el que el conocimiento nos vendrá de fuera. Y no nos vendrá todo: muchas cosas no sabremos hacerlas. No seremos capaces.

La trampa de esto es que es un proceso gradual. Lento. De manera que todos conocemos casos de ingenieros jóvenes que inventan, que desarrollan, que descuellan. Claro que sí. Pero cada vez serán menos. Cada vez estos se irán antes a Estados Unidos, a Alemania, a Japón. Llegará un momento en que seguiremos teniendo ingenieros españoles inventando, sí, pero estarán allí. Y, como los romanos, no lo veremos venir. Es lo que yo denomino una jaula Daniel Quinn, una en la que no te das cuenta que te estás metiendo hasta que ya no puedes salir.



Mariachi Chávez - El cascabel

domingo, 7 de febrero de 2021

Hacer campaña electoral en Vic

Siempre cree el ladrón que todos son de su condición, dice el refrán.

Imposible no rememorarlo al leer las noticias o ver los vídeos acerca de cómo catalanes separatistas, en Vic, apedreaban a unos políticos de Vox al grito de fuera fascistas de nuestros barrios y ciudades.

Claro que en realidad la turba no hacía sino plasmar en hechos lo que no paran de predicar sus representantes políticos.

Manipulando la educación

https://www.youtube.com/watch?v=5Mvmw1H2NHM 

 

 

Siempre cree el ladrón que todos son de su condición. Traigo a colación el refrán porque recuerdo que, cuando el confinamiento, el gobierno consiguió unos millones de mascarillas y en el reparto resultaron, redondeando, 1.714.000 mascarillas para las provincias catalanas. Pues bien, el consejero de interior del gobierno catalán montó en cólera diciendo que ese número había sido elegido a posta para burlarse de los catalanes, y su argumento fundamental era que "en política, nada es por casualidad". Cuando lo supe me quedé patidifuso, porque recordé el refrán y pensé que si el consejero piensa así es porque él actúa así.

En otras palabras, cuando los medios oficiales aquí dicen "estado español" en vez de España, demarcaciones o territorios en vez de provincias y tantos ejemplos que podrían citarse no es por casualidad: hay una voluntad clara, por razones no reveladas, de no decir España. Porque, como dice el gobierno catalán, "en política nada es por casualidad".

Valga este prefacio para centrar lo que ha denunciado un sindicato de profesores de secundaria: la tremenda manipulación que se está haciendo con los libros de texto. En Cataluña, no hace falta decirlo. He leído alguno de sus informes, y son... impactantes. Por cierto, los libros de enseñanza en cada comunidad autónoma ha de estar aprobado por la correspondiente consejería de educación y además ajustarse al contenido curricular y seguir las directrices marcadas por ésta.

El método seguido es sencillo: eligen un libro de texto, lo identifican (queda claro qué libro es), y lo analizan. Y, claro, cuando un libro enseña la historia de España pero no menciona la palabra España sino que siempre se refiere a "Estado español", "monarquía hispánica" o "península ibérica"... 

Pero no son sólo las palabras con que se denominan las cosas. Denuncian que se enseñan cosas que son falsas: por ejemplo, cuando dicen que el estatuto de autonomía es la máxima norma en Cataluña. Claro que si el libro nunca dice que cataluña es parte de España, mal va a mencionar que existe una constitución y que ésta está por encima del estatuto. 

Y el informe que leí es de libros de 5º y 6º de primaria, dirigidos a niños de 10 y de 11 años (accedí al informe en pdf aquí). Es interesante leerlo, porque lo cierto es que ninguno de nosotros lee los libros de texto. Unos porque no tenemos hijos con esos libros, y los que sí los tienen... ¡por favor! Y además es interesante porque estos profesores lo leen con espíritu crítico: detectan que siempre se presentan las cosas españolas como malas y como buenas... iba a decir las catalanas, pero no: sólo las de una parte de los catalanes. Lo que le gusta a los de ERC, por decirlo ya.

Y no sólo es que notemos que se enseña, por omisión, que España no tiene nada que ver con Cataluña, es que además el informe nos recuerda que no se puede querer lo que se desconoce (esto es, el chico catalán no podrá así sentirse parte de España). Enseñándole al niño que es catalán y a lo sumo europeo, se le está enseñando que no es español; esto no hace falta decirlo explícitamente, pero también nosotros aprendimos que no somos franceses o portugueses.

Me llama la atención, también, lo pobre que es la enseñanza de la Historia en Catalaña. Está tan centrada en Cataluña y en su "enfrentamiento" con España que se dedica un porcentaje excesivo del tiempo a hechos que en realidad son bastante insignificante. En especial, la guerra de 1640 y la guerra de Sucesión. Dicho esto con independencia de lo manipulado que se enseñen esas guerras. Me hace gracia, en especial, la visión que un libro presenta de los bandoleros, algo que no debería merecer más que tres palabras (la traducción que sigue es mía):

"Las partidas de bandoleros, formadas sobre todo por campesinos desesperados o incluso por nobles arruinados, asaltaban y robaban a los ricos en los caminos. Los bandoleros actuaban al margen de la ley pero, en cambio, muchas veces eran considerados unos héroes y unos representantes de la justicia por parte de la sociedad rural, que a menudo les daba apoyo".

Recapitulemos: saltarse las leyes está bien porque en realidad los que se las saltan son los verdaderos representantes de la justicia, etc. Enseñado a los niños de 10 años por los que se saltaron las leyes, proclaman constantemente que son héroes del pueblo y que por lo tanto están por encima de las leyes, etc. etc. 

Podría seguir y seguir, pero si funciona el acceso al informe no es necesario. Baste tan solo un último par de ejemplos sobre lo que está sucediendo en estos pagos.

El primero de ellos es el contenido de un libro de 6º de la editorial Edelvives ofrecido para Madrid, comparado con un libro de la editorial Baula, que es la marca de Edelvives en Cataluña; ambos libros con portadas idénticas:

Uno debería empezar a pensar que quizá no debería haber 17 ministerios de Educación, sino que quizá conviniese que con 1 bastase y luego cada maestro añadiera las pecuiliaridades de su zona según su criterio. Claro que si también se está de acuerdo en que no ha de haber 17 ministerios de Sanidad, 17 de Justicia, 17 policías, 17 de gestión de cárceles, 17 de transporte, etc. etc... 

El segundo ejemplo lo es de cómo se manipula. Es en un libro de 6º. Dedica un espacio a comentar la constitución española, y al referirse a los derechos individuales incluye esta imagen:


(notése, por cierto, el contraste entre el ídolo y la modernidad de los edificios al fondo).

El libro, no cabe duda, se burla del tener una religión. Insisto, el libro no es El Jueves, es un libro con el que se enseña a niños de 11 años. Insisto también: como dijo el político catalán, "en política nada es por casualidad". Por muy agnóstico que sea el lector, se ha de reconocer que esto es manipular a los niños. Podría haber mostrado tal vez fotos de los presidentes del gobierno catalán comulgando en Montserrat; pero como he dicho al principio, hay determinada ideología detrás.

Y todo esto no son incidentes aislados, hechos esporádicos. No, es un chorreo constante.

Yo creo que algo hay que hacer.

 

 

Silvio Rodríguez - Sueño con serpientes