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domingo, 10 de diciembre de 2023

Proyecto Artemisa

https://www.youtube.com/watch?v=9X_ViIPA-Gcr 

 

 

Artemisa es una de las principales diosas del panteón griego. Siempre me ha asombrado que se tilde de machista a un pueblo que tiene a mujeres entre sus principales dioses, pero eso no viene ahora al caso. Que Artemisa fuera la diosa de la caza, la virginidad y en general de las mujeres tampoco. Aquí se trata del Proyecto Artemisa.

Acostumbrados como estamos a las mezquindades nuestras de cada día, no nos damos cuenta de que es cierto, sólo son eso: mezquindades. Nada de lo que nos atañe importará dentro de cien años, y los más importantes de entre nosotros apenas serán unos renglones en vete tú a saber qué libros. Por fortuna, hay algunos que sí viven pensando en el futuro de todos dentro de cien años.

Por ejemplo, ir a Marte. ¿Seremos capaces de viajar con "normalidad" a Marte dentro de 100 años? Hace más de 50 que se llegó a la Luna, y aunque técnicamente se sería capaz de volver a pisarla, no podemos decir que un viaje a la Luna sea hoy normal. Pero si comparamos la situación actual con la de 1923: los vuelos con los escasos turistas "espaciales" son asimilables a la situación de los aviones entonces, y ya ven ahora. Pues si la Técnica avanza de manera acelerada, ¿acaso no sería una realidad entonces?

Pero no se puede ir a Marte sólo con desearlo. Hay que aprender a hacerlo, hay que desarrollar las técnicas adecuadas, hay que... hay que recorrer todas las etapas necesarias. Hay que gatear y luego andar antes de poder correr. Ese recorrido de las etapas, al menos de las primeras etapas a partir de ahora, es el Proyecto Artemisa. Una serie de misiones, cada una de mayor dificultad que la anterior, con el objetivo, de momento, de llevar a cabo exploraciones humanas en la Luna y futuro de viajar a Marte.

Actualmente está en marcha la misión Artemisa I.

El año que viene, en principio en mayo, Space X (sí, la compañía privada de Elon Musk de la que todo el mundo se reía cuando hacía sus pruebas hace unos años y cada vez que tiene un fracaso; luego, que no se queje la gente dentro de unas décadas porque unas pocas empresas acaparen todo el negocio de los viajes espaciales y no se pueda competir con ellas) llevará los primeros módulos de lo que se espera que sea una estación espacial pero en la órbita lunar. Un primer paso. Más adelante, se llevarán astronautas a esa estación y habrá unas lanzaderas que los bajarán a la Luna y vuelta, así los transportes se especializan cada uno en una cosa.

¡Un momento: vamos a crear un satélite de nuestro satélite!

La nave que hará el viaje hasta la estación lunar será la Orión. De momento, en un vuelo de prueba ha batido el récord de lo más lejos que ha llegado una nave que ha de ser tripulada por humanos; en ese periplo tomó esta preciosa fotografía con la nave, la Luna y más allá la Tierra:

Una vez "normalizada" la presencia en una estación orbital lunar, el paso siguiente (se habla de 2028) será crear una estación estable en la Luna misma.

Y hasta aquí puedo leer. Supongo que luego se intentará llevar astronautas a Marte con billete de regreso, luego montar una estación orbital marciana y luego una base en la superficie; la misma estrategia que en la Luna. Tal vez dentro de 100 años... Sí, ¿por qué no?

De momento, la misión Artemisa I ha sido llevar la Orión hasta allí y volver. Un vuelo de prueba, no tripulado. Del 25 de noviembre al 11 de diciembre de 2022. El año que viene para estas fechas, si todo va bien, despegará la misión Artemisa II: 4 astronautas (un negro y una mujer entre ellos, todos tranquilos), que no bajarán a la Luna pero sí la rodearán. A fin de cuentas, no pisa la Luna nadie desde 1072, y estamos un poco desentrenados.


Luego vendrán Artemisa III, Artemisa IV, etc. Ya veremos cómo evoluciona todo esto.

En fin, yo no iré a Marte (ni a la Luna), pero me alegra saber que hay gente que está pensando en ello. Como he dicho, las miserias nuestras pasarán y se olvidarán, pero los pasos que ellos están dando son necesarios para lo que el futuro tiene que ser. Y si alguna vez lee en los diarios o escucha en las noticias algo del proyecto Artemisa, preste atención. Es de lo más interesante que está haciendo la Humanidad ahora mismo.



Meat Loaf - I'do anything for love (but I won't do that)

jueves, 16 de noviembre de 2023

El futuro es imparable

https://www.youtube.com/watch?v=06o-EYH9svs 

 

Paradoja de Fredkin: cuanto más similares parecen dos opciones menos debería importar la decisión, pero más difícil elegir entre ellas. Como resultado, a menudo pasamos la mayor parte del tiempo en las decisiones que menos importan.

 

 

 

A estas alturas de la película, es que da igual. Ya no cabe discutir sobre el BIM, sobre si es bueno o malo, sobre sus ventajas o desventajas. El tiempo para discutir ya pasó, y se decidió que sus ventajas superaban a sus desventajas. Ahora, el BIM es lo que va a ser y es ya indiscutible. Hay que reconocer cuándo se ha perdido, y seguir adelante.

Así que toca aceptar el BIM y sacarle el máximo partido. Y para ello hay que entenderlo verdaderamente. Ahí es donde falla la mayoría de las personas, y es lo que quiero explicar.

El BIM es modelar en el ordenador lo que se quiere construir. Antes del BIM, o se hacían maquetas de lo que se quería construir o se dibujaban planos (PLANOS, es decir, superficies planas) en los que, con criterios de interpretación ampliamente divulgados y aceptados, se representaban las ideas que se querían transmitir. El BIM no hace eso, y hay que asumirlo.

Repinto, el BIM no es hacer planos. Es hacer un modelo de ordenador que contiene toda la información necesaria. Lo que pasa es que las personas que han de trabajar en la actualidad están acostumbradas a que la información se transmita en planos. En el futuro, cuando esa costumbre haya desaparecido, no habrá planos porque no serán necesarios, pero hoy en día es un peaje al cambio de paradigma que hay que pagar. Así que pedimos al BIM que haga planos.

Y el BIM hace planos, pero sólo lo mejor que puede. No sólo no es instantáneo, sino que ademas carece de los convenios de dibujo. Los convenios de dibujo son reglas de representación adoptadas con los años por las cuales se renuncia a que lo dibujado sea exacto a cambio de que se entienda mejor la idea. El BIM, claro, no tiene convenios de dibujo porque lo que hace es reflejar el modelo que imita la realidad. De ahí que muchos planos hechos a partir de modelos BIM se vean raros, mal dibujados, difíciles de entender por lo poco agraciado del punto de vista asignado.

Así pues, lo que tiene que hacer el ingeniero del pleistoceno es adaptarse él. El BIM no se va a adaptar a hacer las cosas como se hacían antes del BIM, porque es otra cosa. Es como si antes tuviera un coche de caballos y llegaran los vehículos con motor. Sí, el caballo tiene cosas que el coche no tiene, aunque sabemos que el coche se va a imponer. El desplazamiento en coche de motor es diferente, y no tiene sentido pedirle al coche que imite lo más posible al caballo porque me haya acostumbrado al coche de caballos. Mejor hacerse cuanto antes a la conducción del coche, ¿no?

Pues eso es lo que hay que hacer. Ya sé que (hasta ahora) el lenguaje del técnico es el plano, y ya sé que estamos hechos a representar nuestro trabajo en planos. Vale. Transitoriamente, los años que sean necesarios, habrá que seguir con planos; pero entendiendo plano una superficie de papel (o equivalente). Hay que olvidarse del Dibujo Técnico, y averiguar cómo expresar las ideas con las capacidades y las fortalezas del programa BIM. Probablemente, lo que salga será muy diferente de lo que se hacía antes. Es de esperar. Pero ya no se trata de que nos guste más o menos, es lo que hay y ahora depende de nosotros que lo que consigamos nos guste.

Es el futuro y nosotros, reconozcámoslo, no lo vamos a parar. Es el dicho, «si no puedes vencerle, únete a él». Yo creo que es lo más inteligente a estas alturas. 

 

 

 

Sara Evans - Suds in the bucket 

lunes, 25 de septiembre de 2023

Mil

https://www.youtube.com/watch?v=U4yH4B9deok 

 

 

Ésta es la entrada número mil de este blog. No me había dado cuenta, y ya tenía varias entradas programadas; pero tres minutos antes de que se publicase la que entonces sería la 1000 me entró la curiosidad por saber cuántas llevaba. Digamos que esa entrada programada no merecía la significación que conlleva ser la milésima.

Sé que debo escribir algo al respecto, pero no tenía nada preparado. No había pensado sobre el tema. Ayer, recuerdo, estuve pensando sobre el futuro de lo que se escribe en internet. Este blog, por ejemplo. Es gracias a un servicio gratuito de Google, pero si un día dejo de escribir... ¿se mantendrá? ¿Conservará Google las páginas escritas por tiempo ilimitado? Supongo que no, supongo que al cabo de 5, 10 ó 20 años de estar un blog sin actividad lo cerrarán. Como las cuentas de correo que no se usan y esas cosas. Quizás cuando adviertan que nadie ha accedido a leer alguna de las páginas escritas en años, tal vez. Pero llegará un momento en que se cerrará y no será accesible. Para entonces no le importará a nadie, pero es que en realidad tampoco sería importante si desapareciera ahora: el blog no aporta nada a nadie, fuera de que me guste escribirlo. Albergo la esperanza de que mis hijos y nietos quieran leerlo para saber más de mí, pero dado el nulo interés que hasta la fecha han demostrado, es una esperanza muy pequeñita. ¿Me echaréis de menos cuando yo no esté, cabrones? Por si acaso, registro en este blog lo que pienso, lo que me interesa y la música que me gusta. Saberlo o no es ya cosa de ellos, yo más no voy a hacer.

Volviendo al tema del borrado en internet, tampoco hay que echarse las manos a la cabeza: ha ocurrido desde que se inventó la escritura. Tal vez el primero que escribió un contrato de compraventa, un edicto o una efemérides pensaría que al hacerlo se conservaría ese recuerdo hasta el fin de los tiempos, pero hace mucho que la humanidad descubrió que no. Muy poco se conserva de la infinidad de cosas que se han escrito, una fracción ridícula. ¿Por qué iba a ser diferente en nuestro tiempo? Claro que las cosas en internet ocupan espacio y requieren energía, y cuando el escrito no interese a nadie ese espacio y esa energía multiplicarán su valor. Ocurre como con las fotos. Cuando nadie reconoce a nadie de una foto, cuando el nombre de los que aparecen no dice nada, si la fotografía no tiene un valor estético inusual, esa fotografía va a la basura. Los libros en papel acaban también allí, no nos engañemos: pocos se quedan la biblioteca de sus mayores, y apenas alguno acaba intentando venderla al peso. Lo mismo ocurrirá con las cosas digitales. Un día alguien cogerá un disco duro "antiguo", que resulta que tiene cien mil fotos de ya nadie recuerda qué persona, y decidirá que adiós al disco duro. Puede que incluso el que tire el almacenador sea la misma persona que hizo las fotos: pasados suficientes años, casi todas las fotos dejan de interesarnos. Sic transit gloria mundi, dijo un clásico, y nihil novum sub sole se escribió en el Eclesiastés, así que no nos hagamos ilusiones.

Con todo, mil entradas son muchas entradas. La gran mayoría son lo que esperaríamos que nos contara nuestro cuñado; muchas, también, de un ingeniero obsoleto, de un carrozón  y también prueba fehaciente de que no se debería dejar escribir en internet a cualquiera, pero no todos tenemos que estar dotados para esto, no pasa nada: basta con dejar de leer lo que no gusta. De todas maneras, intentaré en los próximos días recordar 10 entradas que me haya gustado publicarlas, que quiera recomendar que se leyeran de nuevo. Si encuentro 10, publicaré esa lista.

Por lo demás, reitero mi incitación a todos ustedes a que creen también sus blogs, piensen que vayan a ser buenos o malos. No se pongan el listón muy alto, y ya verán como lo disfrutan.


 

 

 

Paul Dukas - El aprendiz de brujo 

lunes, 3 de abril de 2023

La tecnología de 2035

https://www.youtube.com/watch?v=2lMHv6Ipxzg 

 

 

Como es ya vox populi, el año 2035 se dejarán de vender coches con motor de combustión propulsados por gasolina o por gasoil. Dicen que tranquilos, que no pasará nada: unos dicen que tendremos coches eléctricos para todos, que los podremos recargar donde queramos, que los tiempos de recarga serán como los de la gasolina, que las baterías para entonces durarán los años que haga falta, que se sabrá cómo reciclarlas. Otros dicen que podremos seguir con los coches de ahora, porque habrá combustibles sintéticos equivalente a la gasolina, y que ésos sí se podrán fabricar y vender, que todo seguirá como hasta ahora pero sin la contaminación.

«Salicio juntamente y Nemoroso...»

Así empezaba una égloga de Garcilaso de la Vega que, por ese verso, se me quedó taladrada en el cerebro en mis años de escuela. Las églogas, me temo que es algo que ya no se estudia, son composiciones poéticas de temática bucólica. Y como seguro que tampoco se estudia, lo bucólico se refiere a una idealización de la vida rural. La maravillosa vida de los pastores, Salicio y Nemoroso en este caso.

¿Y a qué viene, aquí, lo de Salicio (juntamente con Nemoroso)? A que a mí me parece que esos que dicen están pensando en un futuro bucólico, ideal. Que conseguiremos. A fin de cuentas, quedan aún 12 años para el 2035, en esos 12 años la Técnica habrá avanzado tanto que lo que prometen, será.

Yo, qué quieren que les diga. Cuando uno está en la cuesta abajo de la vida se vuelve de natural escéptico, pesimista. Cuando se tienen años suficientes, 12 son un parpadeo. Porque ¡chas!, parpadeo y estoy recordando cómo eran las cosas hace 12 años. Y ¡chas!, parpadeo de nuevo y las recuerdo hace 24, hace 36, hace 48,...

Y les diré: tengo la sensación de que en los últimos 12 años apenas hemos tenido avances tecnológicos en nuestra sociedad.

Pongámonos en 2011, hace 12 años. ¿Qué avances pueden citar con respecto a ese año? El iPhone de Apple es de 2007. Ha habido avances informáticos, sí, pero si lo piensan las bases de todo estaban ya en 2011; desde entonces, todo lo más se han refinado. Ahora los coches se manejan sin llave de contacto, ya ven qué avance. Algunos productos, muchos productos, tienen un comportamiento algo mejor: los pegamentos pegan un poco mejor, o un poco más rápidos, o hay que apretarlos menos o durante menos tiempo, cosas así.  Pero ¿saltos que recuerden? ¿Que les afecten perceptiblemente en el día a día?

Salten 12 años desde el 2011. 1999. No smarthphones, no fotos con los teléfonos, no google, no música en mp3, no youtube, no redes sociales, no coches eléctricos. No televisores de pantalla plana, no teléfonos conectados a internet. Salten otros 12 hasta 1987. No internet, no ordenadores en las casas, no windows, no ordenadores personales conectados a una red. En cuanto a los coches... ni les cuento la cantidad de avances. Acababa de inventarse el ABS, pero apenas empezaba la electrónica. ¿Quieren saltar 12 años a 1975 o captan la idea?-  O empiecen el salto cuando se presentó el iPhone, en 2007: 1995, 1983. Los avances tecnológicos en esos periodos fueron asombrosos. Pero desde el iPhone... Vaya, miro por la ventana. Las pantallas de los semáforos son mejores, los carros de la compra de los que van al mercado o vuelven, las farolas de la calle ya tal vez tengan bombillas LED, pero... no gran cosa.

¿Es posible que estemos decelerando en nuestro avance técnico? ¿Que las décadas prodigiosas se hayan acabado?

No sé, yo tengo la sensación de que en los próximos 12 años no habremos progresado tecnológicamente lo suficiente para que el futuro fantástico que nos pintan no sea eso, una fantasía. Tal vez la fusión nuclear, pero ¿ustedes creen que habrá avanzado lo suficiente para entonces? 

 

 

 

Coda: es posible que la línea argumental sea correcta, pero no es todo tan negro como lo pinto. Sí ha habido avances en estos años, es sólo que ahora no los recuerdo. Salvo algunos, y por ello los cito:

En primer lugar, se está avanzando en la fusión nuclear. Aún es muy pronto, pero hay que tener esperanzas.

En segundo lugar, ChatGpt, la inteligencia artificial que imita el discurso de los humanos. Aún está por ver su incidencia, si toman las máquinas el control del desarrollo o se convierte en un entretenimiento inútil. El tiempo lo dirá. 

En tercer lugar, tenemos los coches autónomos, otro avance debido a la informática. Y es un avance que se plasma en todas las novelas y películas de ciencia ficción. Aquí la pregunta es si son los coches los que tienen futuro, no si lo tiene la conducción autónoma. Si los coches dejan de tener futuro, ¿qué más da? Sí, los pocos coches que queden para los ricos serán conducidos por ordenadores. Aunque hay un peligro: si los coches desaparecen como elemento de masa y en vez de un mercado de cientos de millones pasamos a tener un mercado de decenas de miles... ¿llegará a desarrollarse del todo?

Estos tres ejemplos muestran que sí se producen avances. Si triunfan, los asignaremos a estos años que nos parecen infecundos.

 

 

W.A. Mozart - La reina de la noche (aria de la Flauta mágica) 

viernes, 17 de marzo de 2023

Y ahora, los granjeros holandeses

El otro día me hacía hueco de las noticias de que en Alemania empezaban a pensar que quizá se estaba yendo demasiado rápido con eso del coche eléctrico. Y ahora son los holandeses: en síntesis, el Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB), un partido nacido en 2019 en el mundo agrícola contra los planes medioambientales del Gobierno holandés y la Unión Europea, ha ganado esta semana las elecciones provinciales, que sirven para configurar el Senado. Es interesante, porque el primer objetivo del BBB es parar los planes para reducir las emisiones de nitrógeno, que incluyen una reducción de la ganadería y prevén expropiaciones cerca de zonas naturales protegidas. Vale que no tiene peso suficiente (de momento) para impedirlos, pero sí para retrasar las medidas.

Lo significativo para mí es que por fin la gente le está viendo las orejas al lobo y está reaccionando. Que está muy bien el no contaminante mundo que quieren los políticos y los ecologistas, pero cuando se quiere pasar del dicho al hecho se descubre lo que no nos habían dicho que acarrearía. Y, claro.

De momento son solo resistencias y retrasos, no se consigue detener el plan general. Pero yo albergo la esperanza de que algún día se consiga. Cuando estemos más cerca, supongo.

Suerte tenemos de los europeos del norte para salvarnos. 

domingo, 5 de marzo de 2023

Coches eléctricos: ¡vaya!

https://www.youtube.com/watch?v=8A3zetSuYRg 

 

 

Dentro del aluvión de noticias de estas semanas ha pasado desapercibida. En pleno escándalo diario por la chapuza legislativa de la ley del sólo sí es sí (que tapaba el escándalo de la despenalización de la malversación que tapaba el escándalo de la despenalización de la sedición que...), el escándalo del FCB pagando millones de euros a un jefe de los árbitros, el escándalo de los trenes cántabros que no caben en los túneles (que intentaron tapar sacando un escándalo del director de carreteras del gobierno cántabro), el de los trenes alicantinos que pesan demasiado para los puentes, la comisión europea que viene a ver si los fondos se están gastando bien y se fue diciendo que no han averiguado nada porque el gobierno se las ha apañado para tapar todo lo de los fondos, el cambio de sede de Ferrovial a Holanda, el escándalo "tito Berni" de los diputados del PSOE corruptos, puteros y cocainómanos (y que se iban de putas en pleno confinamiento por el coronavirus),... En pleno aluvión diario de escándalos, digo, la noticia ha pasado desapercibida. Y sin embargo, es lo más importante del año hasta ahora. A ver si se dan cuenta los medios de su importancia y ponen el tema en el tapete. Que se hable de ello, porque es lo que de verdad debería interesarnos:

Alemania ha parado el proceso legislativo europeo que iba a prohibir la venta de motores térmicos en la Unión Europea a partir de 2035. Junto con Italia, Hungría y Polonia ha conseguido la minoría suficiente para paralizar el proceso.

Da igual las razones, si se quieren mirar nacionales. La causa verdadera es sólo una: por fin políticos al mando (en Alemania e Italia) han escuchado a personas sensatas. Que les han dicho que quizá estamos corriendo demasiado, con eso del coche eléctrico, y que mejor pensar con calma las cosas antes de tomar decisiones que causen daños irreparables.

Por fin.

No sé si el parón durará mucho, porque vender un mundo eléctrico sin humos saliendo de gases de escape ayuda a ganar elecciones y todos los políticos tienen una tarde o temprano, pero algo es algo. Es el momento en que las voces que intentan poner un poco de sensatez van a ser escuchadas: quizá hay aún esperanza.

 

 

 

Guiseppe Verdi - Rigoletto (la dona e mobile)

jueves, 9 de febrero de 2023

'Sumisión' es una distopía... o tal vez no

https://www.youtube.com/watch?v=dzymcUk5XXk 

 

 

He leído Sumisión, de Michael Houellebecq. 

Una distopía es una imaginación de una sociedad futura de características negativas, un futuro distópico es lo opuesto a un futuro utópico. Por ejemplo, Los juegos del Hambre, y tantas películas por el estilo. 1984 es una distopía, Un mundo feliz es una distopía, Blade Runner es una distopía, Desafío total, Perseguido, Mad Max,...

Las distopías están muy bien como novelas o películas, pero en la medida que alguna de sus características se convierte en realidad... 1984, sin ir más lejos. 

Pues bien, cabe preguntarse si Sumisión va a ser sólo una distopía, una novela, o si llegará a convertirse en realidad.

El argumento es muy sencillo: cual Episodio Nacional, a través del transcurrir cotidiano de un personaje somos testigos de los cambios en la política nacional francesa. La hipótesis de partida de esos cambios es la constatación de que en las elecciones al presidente de la república, lo normal desde hace años es que partido más votado sea el Frente Nacional, con mucha ventaja pero no la suficiente para tener más del 50% de los votos. Al no alcanzarlos, ha de realizarse una segunda vuelta, sólo el Frente Nacional y el segundo partido más votado, e impepinablemente los franceses, como si fueran españoles, votan al segundo partido sea el que sea con tal de que no gane el Frente Nacional. Pues bien, lo que ocurre en la novela es que en la primera vuelta, por unas pocas décimas de ventaja sobre los otros partidos, el partido que queda segundo es la Hermandad Musulmana (partido ficticio). El líder del partido islamista proyecta una imagen de persona moderada y amante de la cultura francesa, y promete cargos políticos y ministerios a los líderes de los demás partidos a cambio de su apoyo. Lo obtiene, y en la segunda vuelta gana al Frente Nacional. El presidente de Francia pasa así a ser un islamista. Una vez en el poder, las mujeres vuelven a sus casas abandonando el mercado laboral, con lo que el paro disminuye. Menos subsidios de paro, pues. Y ese dinero lo invierte en subsidios familiares, para ayudar a las familias cuyas mujeres se quedan en casa criando hijos. En síntesis, los islamistas se quedan con las carteras de Educación y de Familias, la economía les importa poco.

En política exterior, lo que promueve el presidente francés es favorecer la adhesión a la UE de Turquía y de Marruecos, con vistas a que luego se unan Argelia, Egipto,... Como al poco también ganan los islamistas en Bélgica y creo que en otros países, pues la cosa evoluciona favorablemente. Y si uno se imagina al panoli de nuestro líder oponiéndose, se convence de que la adhesión sería más rápida que la de Austria. En general, y aparte de que los judíos huyen del país apenas se huelen lo que va a pasar, la gente... se acostumbra. Unos primeros disturbios del Frente Nacional, y luego cada uno sigue con su vida. Socialistas, comunistas, derechistas, nacionalistas, musulmanes, ¿qué más da quien gobierne mientras me deje tranquilo?

El protagonista de la novela es profesor universitario, ateo e indiferente a todo, con el único interés en tener sexo. Ese mismo ateísmo e indiferencia le ha impedido tener una pareja estable y formar una familia, así que suele nutrirse de las alumnas universitarias. Con los islamistas en el poder tiene que abandonar la universidad porque ha de hacer profesión de fe islámica, pero poco a poco descubre que los que la hacen... tienen esposas. Investiga, y resulta que él tendría 3. Que se las asignarían, no tendría que ir a ligárselas. Y la verdad, la oferta... es muy tentadora.

Mas o menos, esto es lo que pasa en la novela. Hay, claro, descripciones detalladas del protagonista y de la vida que lleva, con lo que me parecen a mí muy ácidas críticas soterradas al mundo cultureta de los profesores de Letras (el protagonista vive de ser una autoridad mundial en Joris Karl Huysmans, ya ven, como si un español fuera una autoridad mundial en Ramón de Campoamor), pero la esencia aterradora es la perspectiva de que un partido musulmán gane las elecciones.

Lo más terrorífico al leerla es darse cuenta de que ¿y si sí? ¿Sería posible...?

¿Sería posible?

Lo primero que tendría ocurrir es... que los musulmanes votaran. Que hubiera un partido musulmán, y que se presentara un musulmán. De momento, ninguna de estas cosas suceden. Pero podría ser. Que apareciera un líder musulmán que creyera en conseguirlo y que montase el partido correspondiente, y arrastraría a los jóvenes musulmanes de las banlieues. ¿Y si ocurriera? Supongo que, por demografía, es cuestión de tiempo que ese partido quedara... en segundo lugar.  Y si quedara en segundo lugar... bien, en la novela queda claro que es muy posible que ganase.

¿Y luego? ¡Quién lo sabe! Pero precisamente. La clave de lo que ocurre en la novela, de los cambios que se producen, es que nadie reacciona. Nadie se lo espera (sí, los servicios secretos, pero a estos los callan), nadie sospecha, luego nadie ve los peligros. Y se implantan poco a poco, y un día te das cuenta que apenas se ven chicas con minifalda por las calles y que las tiendas de ropa para adolescentes están desapareciendo de los centros comerciales.

 

 

 

Estopa - Ya no me acuerdo

 

miércoles, 21 de diciembre de 2022

Micropercepciones de que el futuro ya está aquí

https://www.youtube.com/watch?v=E1x8wouy3mE 

 

 

1ª) Leo en un periódico un artículo sobre lo difícil que es conseguir que el personal de la Seguridad Social atienda a los particulares, hasta el punto de que muchos, derrotados, terminan contratando gestorías para que hagan en su nombre los trámites. Un lector, en los comentarios, apunta que una de las causas (no entremos ahora en la tradicional diligencia de los funcionarios españoles) está en los programas informáticos que usan para concertar las citas y su trabajo en general; parece ser que van muy mal. Otro lector explica cómo se hacen esos programas y su gestión, obviamente programas a medida, y alguien, quizá el mismo, expresa que, dado que los programas los hacen informáticos españoles, que sean tan deficientes no hace sino revelar el bajísimo nivel de nuestros informáticos. Lo que era de esperar a tenor de la deriva de la Educación en España.

2º) En fechas recientes se ha celebrado en Barcelona un congreso de calculistas de estructuras (ellos prefieren llamarse consultores en vez de calculistas). En varias ponencias se habla de las barbaridades estructurales que se planean, y de que esto es debido a que no sólo todo es muy bonito en ordenador, sino que también los usuarios de los programas de ordenador (los calculistas) en realidad es muy posible que no sepan bien qué es lo que están haciendo. En una de las conferencias, en concreto, el conferenciante no se cortó y presentó ejemplos de risa, además de indicar que la conjunción de ignorantes y los modernos programas BIM es receta segura para el desastre. Pero aún dijo algo más: había dado clases en la Facultad de Arquitectura (o ETS, no sé) 42 años, y podía asegurar que el nivel de la docencia había bajado escandalosamente. Yo no sé si se refería a que los docentes eran cada vez peores o a que, dado que el nivel con el que llegaban los alumnos era cada vez más bajo, los docentes estaban rebajando sus niveles.

3º Un ingeniero me ha contado que hace poco entrevistó a una chica para un puesto de becaria. La moza estaba a punto de terminar sus estudios de grado en Ingeniería de Caminos (o lo equivalente, no sé las denominaciones actuales), pero pronto se dieron cuenta de que, de estructuras, no tenía ni repajolera idea. Como venía con recomendación, intentaron salvarla: «Bueno, pero el hormigón armado sabes lo que es, ¿no?». Bastaba con que dijera que es hormigón y acero, podría haber añadido que el hormigón es una mezcla de cemento, arenas y gravas y agua. Pero es que nada, oiga. Farfulla, pero... Y entonces se excusa: resulta que hizo un año de Erasmus en Italia, otro estuvo en los EE.UU., y claro, las palabras y los términos se los sabe, pero en inglés. No problema: los entrevistadores cambiaron ipso facto al inglés... y nada, como era de imaginar. A ver: que un estudiante de ingeniería de caminos no sepa qué es el hormigón armado es como si un estudiante de Derecho no supiera que es un juez o qué es un juicio. O que un estudiante de Medicina no sepa qué es una operación. Y da igual el curso del estudiante, esas cosas las han de saber antes incluso de empezar esos estudios.

4º) Leo un artículo en un periódico digital. Da igual el periódico, el artículo: está lleno de erratas. Probablemente lo ha escrito un joven periodista, pero al fin y al cabo profesional de la tecla. Y cuando digo erratas, debería decir fallos: una errata es escribir 'errtaa', pero escribir 'hecho' en vez de 'echo' o viceversa no es errata, es una falta de ortografía como un piano. O 'cómo' con acento cuando no debe o sin él cuando sí, esos fallso que los autocorrectores no detectan porque ambas formas son palabras reales. Artículos que se nota que los han traducido del inglés, y que los han traducido mal, españolizando las palabras inglesas o traduciendo de manera literal expresiones que se dicen de otra manera en español. Frases sin sentido, sujetos y verbos que no concuerdan, frases cuya proposición principal carece de verbo... Y eso, en cuanto a la forma. Porque a menudo el fondo es penoso: el artículo es una colección de palabras vacías, no informa o explica nada, no se sabe qué quiere transmitir el periodista...


Bien, parece que el futuro ya está aquí. O acercándose. Y así como tener un título de Primaria no significa ya que la persona tuviera un nivel de conocimientos semejante al de hace décadas, un título universitario tampoco implica que el titulado tenga el nivel de un titulado de hace décadas.


Me estoy volviendo viejo. Cada vez más.


Hubert Parry - Jerusalem

 

domingo, 11 de diciembre de 2022

Preguntas sobre el diésel

¿Alguien recuerda la última vez que se informó de las reservas mundiales que quedan de diésel? ¿Alguien sabría decir si alguna vez los poderes públicos hablan del tema? Creo que todos estamos de acuerdo en que no, es un tema del que no se habla. Pero entonces ¿por qué? ¿Porque las reservas son inagotables y por no lo tanto no es un tema preocupante? ¿Porque no son inagotables pero sí son enormes, que nos queda diésel para seguir consumiento pongamos 50 años más? ¿O quizá porque al ser un tema sobre el que no se puede hacer nada no tiene sentido alarmar a la población?

Si las reservas mundiales dieran para 30 años al ritmo actual, ¿cuándo cree usted que habría que poner el tema encima de la mesa?

¿Y si sólo quedara diésel para 10 años más al ritmo actual?

Si así fuera, ¿estaría usted de acuerdo en permitir que africanos y chinos, asiáticos en general, siguieran motorizándose cada vez más y consumiendo el diésel que queda?

Imagine que queda diésel para 10 años. ¿Cuándo cree usted que alertarían las autoridades? ¿Cuándo cree usted que se empezaría a restringir el acceso al diésel?

¿Y si resulta que en 5 años se acaba y nadie dice nada para no generar pánico porque ya no tiene arreglo? ¿Y si el diésel que quede queda reservado para usos esenciales y usted queda excluido?

¿Cómo cree usted que sería un mundo sin diésel? ¿Y cuánto cree usted que falta para que ese mundo llegue?

jueves, 10 de noviembre de 2022

El tamtam del coche eléctrico

 https://www.youtube.com/watch?v=_x3zwrwczyY

 

 

En los años 70 había una serie de televisión que se llamaba "Un hombre en casa". Inglesa, naturalmente: iba sobre tres jóvenes, un hombre y dos mujeres (una rubia y una morena), que compartían piso. Unos personajes secundarios eran sus vecinos los Roper, un matrimonio mayor representantes de todos los estereotipos de lo británico en su grado máximo. Al acabar la serie se creó un spin-off, "Los Roper", sobre las andanzas del mencionado matrimonio. Yo no veía Los Roper.

Y no los veía, porque lo emitían entre semana a las 5 de la tarde, y a esa hora yo tenía mis quehaceres. Un compañero mío, en cambio, sí los veía: tenía un grabador de vídeo, y ése era su truco. Fue mi primer contacto con los grabadores de vídeo, aunque tuvieron que pasar unos 6 años o así hasta que en mi casa entrara uno.

Los grabadores de vídeo fueron una revolución, pues cambiaron nuestra relación con la TV: ya no era necesario estar delante del televisor cuando emitieran algo, y ese algo se podía ver no sólo cuando se quisiera, sino también cuantas veces se quisiera.

La revolución fue además universal: en poco tiempo todo el mundo tenía vídeo, los videoclubs surgieron como setas y ver películas en el sofá por las noches se convirtió en el nuevo pasatiempos nacional.

Otro cambio importante en nuestro estilo de vida fue la telefonía móvil. Fue un poco más lenta que el vídeo, entre el ser un objeto de sólo unos pocos a tenerlo casi todo el mundo pasaron más de 15 años. Y no hay vuelta atrás, pero les aseguro (quienes no lo vivieron no se lo creerían) que al principio todos echábamos pestes de los celulares, considerándolos una pérdida inadmisible de nuestra libertad, una fuente segura de muerte por cáncer, una ridiculez y además una falta de respeto el hablar en público primero, el ponerlo encima de la mesa después,...

Y un tercer antes y después fue la explosión de la informática. En concreto, la toma de los hogares por los ordenadores personales.

Ingenieros aparte, los ordenadores personales eran máquinas de escribir. De verdad que durante años ése fue el uso que tuvieron en la mayoría de despachos y en las casas en las que entraban. Luego vinieron las hojas de cálculo y las bases de datos (sintomático: todos los manuales de bases de datos para hogares usaban como ejemplo... una base de datos de cintas de vídeo).

Con el tiempo surgió internet, pero eso no importó demasiado: salvo para copiar juegos, la red no ofrecía gran cosa útil. El boom definitivo fue la coincidencia en el tiempo de dos avances tecnológicos: la música en archivos mp3 (y Napster), y las cámaras de fotos digitales. Ambos elementos requerían un ordenador, y desde entonces son parte inseparable de nuestras vidas (un teléfono inteligente de 2022 hace muchas más cosas, mejor y más rápido, que un PC de 2002).

La informatización, por supuesto, ha creado un nuevo ludita, pero son sobre todo personas demasiado mayores para querer integrarse en el nuevo orden.

Estoy escribiendo estas notas a mano, en un cuaderno y con un bolígrafo Cross, mientras tomo un café en una terraza: la reunión de obra se ha atrasado hora y media, y estoy haciendo tiempo. Pero no soy un ludita.

 

Todo lo dicho hasta aquí no es sino la introducción a la siguiente pregunta: ¿es el coche eléctrico otra revolución?

Aparentemente, sí. Un cambio radical con una implantación más o menos rápida según se mire, y que cuenta con muchos detractores en sus comienzos, personas sobre todo que no lo han utilizado y que cambiarán de idea cuando lo hagan.

Creo que podemos dar por seguro de que el vehículo basado en el motor de explosión va a desaparecer. Al menos, en Europa Occidental, que es lo que me importa. Razones para pensar así hay muchas, pero en mi opinión la más importante y la definitiva es que ningún político va a defender estos motores. Al contrario, están todos convencidos de que han de ser antimotores, y no hay nada que hacer.

El problema es que yo no creo que tengan, los coches eléctricos, una implantación generalizada. Y no creo que la tenga porque, en primer lugar, la tecnología eléctrica no va a ser capaz de dar las prestaciones de los motores térmicos en el uso intensivo y universal que ofrecen los térmicos. Pero, sobre todo, porque no se va a poder crear una red de recarga equivalente a la las gasolineras, con el volumen que demandaría un parque móvil europeo como el actual en número de vehículos, e kilometraje, en disponibilidad y en extensión. Tener un punto de almacenamiento de gasolina es fácil: la misma carretera sirve para llevarla hasta ahí. Pero el suministro eléctrico... es como si las cisternas de gasolina sólo pudieran viajar por sus propias y específicas carreteras, y hubiera que construirlas aún... y además no hubiera "gasolina" para esos camiones.

En sus primeros días, el automóvil térmico era un bien exclusivo, sólo para pudientes. El vehículo eléctrico, en cambio, yo creo que será siempre de uso exclusivo, no creo que todo el mundo acabe teniendo uno. Quizá, si tuviera los 70 años que tuvo el térmico antes de su popularización. Pero no los tendrá, porque si en 12 años nos quitan los térmicos, el cambio, la revolución, será que quitaremos los automóviles de nuestras vidas. Y nos acostumbraremos a ello.

Y, por cierto: cuando sólo tractores, camiones y autobuses usen la gasolina (el diésel), ¿creen que rentarán las refinerías, los petroleros, la misma extracción de petróleo? Se seguirá haciendo, por los plásticos y los demás derivados, pero ¿no creen que afectará a su precio dejar de comercializar el componente gasolina y el componente diesel del petróleo? ¿Y creen que la subida de precio del gasoil de los camiones y tractores no nos va a afectar?

No recuerdo quién lo dijo, pero en mi opinión: «¡Qué error, qué inmenso error!».

Albergo aún, sin embargo, una pequeña llamita de esperanza como supporter del motor de explosión: que no ocurrirá. Que cada vez más personas, al igual que están despertando contra la opresión de los wokes, están dándose cuenta de la tomadura de pelo que es la apuesta suicida por sólo lo verde. Ahora que les está afectando con claridad al bolsillo, con el precio de la electricidad impagable, cada vez más personas opinan que nucleares sí, gracias. Que nada de cerrarlas, que han de seguir. Y que es una tontería que nos muramos por ser limpios, si China, la India, Rusia y los demás contaminan muchísimo más que lo que contaminaríamos nosotros y además aprovecharán nuestra reducción de contaminación para aumentar la suya. Ahora es sólo un rumor, un runrún que recorre las tabernas y los billares, pero a medida que se acerque el día, cuando en 8 o 10 años la gente sea consciente de que no sólo les cobran una pasta por el recibo de la luz sino que además les van a dejar sin su coche... mi esperanza es que ese sentir llegue a los políticos y estos se den cuenta de que tendrán más votos si defienden el gasoil antes que lo verde, y paren este sinsentido. 

El diésel presenta muchos problemas de suministro y la situación actual es tal vez insostenible, pero la Técnica ha de avanzar a su ritmo, no a golpe de ley.

 


Jonhy Cash - I still miss someone (versión de The high bar gang)

lunes, 24 de octubre de 2022

Hidrógeno verde: nociones básicas

https://www.youtube.com/watch?v=b9WpDlqN-iI 

 

 

Es la idea de moda, hidrógeno verde. La fuente de energía del futuro. Y más en España, porque, dicen, aquí hace mucho sol.

Lo primero que tenemos que saber, del hidrógeno, es que no es una fuente de energía. No en realidad. Todo se basa en que Hidrógeno + Oxígeno = Agua (H2O) + energía. Es decir, se mezcla el hidrógeno con el oxígeno (lo hay en el aire) y se obtiene agua; en el proceso, se libera energía. Como el carbón (carbono) cuando arde: se combina con el oxígeno del aire para formar CO2, y al combinarse libera energía. El que se refiere al hidrógeno como forma de energía se está refiriendo a esta faceta del hidrógeno.

¿De dónde se obtiene el hidrógeno? Pues fácil: del agua: Agua (+ energía) = Hidrógeno + Oxígeno. Es decir, se obtiene de la descomposición del agua. Esta descomposición se consigue... con energía. Así que, en realidad, el hidrógeno no aporta energía: la que libera es la necesaria para obtenerlo.

¿Entonces? Entonces, lo que es el hidrógeno es... un contenedor de energía. Yo mo puedo darte unos julios para que te los lleves a tu casa, pero con esos julios puedo obtener unos gramos de hidrógeno que sí puedo darte y luego tú extraes esos julios de esos gramos de hidrógeno. 

Es posible que, así expresado, no parezca un negocio muy bueno, esto del hidrógeno, pero falta la segunda parte: "verde".

¿Qué quiere decir que es verde? Quiere decir que la energía necesaria para descomponer el agua y extraer el hidrógeno se obtiene de placas solares. Y, si me apuran, de molinos de viento.

¿Y porqué es un buen negocio? Pues porque la energía que se obtiene de las placas solares es malísima: tener unas pocas placas está muy bien, pero tener miles de placas (pensemos en clave regional, o nacional) es un problemón. Las placas solares conllevan muchos problemas. Ya expliqué en la entrada del 9 de julio que la conexión de muchas placas solares a la red eléctrica, por la tremenda (tremendísima) irregularidad y poca fiabilidad de la aportación solar, obliga a las centrales de gas a estar a todas y a un sobreesfuerzo que implica un coste importante. Pero ¿y si pudiéramos dedicar las placas solares a otra cosa? Por ejemplo... a extraer hidrógeno. ¿Que las placas están aportando electricidad en ese momento? Descomponemos agua. ¿Que se ha nublado y no aportan? No descomponemos. Y a la electricidad normal, que se dediquen las nucleares, las centrales de gas y las demás. Ésta es la idea.

¿Y con el hidrógeno, qué hacemos? Fácil, darle el mismo tratamiento que a la gasolina. Trasladarlo a plantas de suministro junto a las carreteras, y que los vehículos funcionen con hidrógeno y reposten allí. Lo que hacía la gasolina, pero ahora con un producto "verde". A nivel marcoeconómico, suponfría que en vez de importar energía en forma de petróleo, como hacemos hasta ahora, la "extraeríamos" nosotros mismos produciendo hidrógeno con la energía solar. Y, de rebote, nos ahorraríamos tener que generar eléctricamente la energía que compramos como petróleo, que nuestra capacidad de generar electricidad es limitada.

La clave de todo, se habrán dado cuenta, es que tener el parque móvil eléctrico no funciona. No es viable a gran escala. Nunca se reconocerá, pero es verdad.

Tampoco se reconocerá el problema que suponen las fuentes renovables (salvo las hidráulicas) en la red eléctrica. Así que la idea de moda mata dos pájaros de un tiro.

Salvo...

Salvo que, de momento, todo esto es un sueño. Cuando llegue el momento de implementarlo, entonces aparecerán los problemas de escala. Que no aparecen en un laboratorio, pero en un país es la realidad.

Otra cuestión es si es lógico construir un gaseoducto para hidrógeno "verde" entre Barcelona y Marsella, cuando el Midcat, que también puede transportar hidrógeno, está muy avanzado. Pero, sobre todo, si es lógico que el hidrógeno verde salga de Barcelona, estando Cataluña a la cola en la producción de energía renovable (y para largo, que los catalanes quieren que haya, pero no en sus tierras). Por no hablar de la demanda: ¿qué demanda hay, actualmente o a pocos años vista, de hidrógeno?

Vamos, que ya se lo adelanto: esto del hidrógeno verde... está muy, muy verde, y el político que le hable de eso quiere, en realidad, engañarle. No se crea ni una palabra de lo que él le diga.




REM - Losing my religion (versión de Ian Storm)

 

miércoles, 9 de febrero de 2022

Las deudas se pagan en el futuro

https://www.youtube.com/watch?v=JAdvIwbXyo0 

 

 

Imaginemos una cuadrilla de amigos que deciden hacer un viaje. Pongamos que quieren celebrar algo. Supongamos también que deciden dar una cierta cantidad de dinero a uno de los amigos, y que ese amigo organice el viaje. Llamemos a ese amigo el amigo tesorero.

No nos cabe duda de que todos los amigos confían que el tesorero gestionará los caudales como mejor sepa. Pero ahora pongámonos en la piel del tesorero. Supongamos que se estaba pensando en un viaje a Viena. Y, claro, una vez allí por qué no ir a la ópera. Y a un crucero por el Danubio. El hotel de 3 estrellas que primero miró, hay uno de 4 estrellas que es mucho mejor y qué caramba, y el Circo del Sol actúa en Budapest, no está muy lejos, y el hotel en Budapest lo coge de 5 estrellas, y ese crucerito por el Danubio en vez de ser dar una vuelta se transforma en un crucero Viena-Budapest-Viena, y en vez de ir a Viena en avión de línea podemos contratar entre todos un vuelo chárter, que no sale por mucho mucho más, y podemos darnos unos regalos personalizados recuerdo de tan maravilloso viaje, y esos regalos…

Y supongamos que el tesorero, que no tiene que rendir cuentas día a día, va contratando, ya se pagará.

Y cuando presenta a la cuadrilla el viaje que van a hacer el que pregunta por si lo dado era suficiente es tildado de aguafiestas, con lo fenomenal que va a ser el viaje…

Pero el dinero del principio justo llegaba para el avión a Viena y un hotelito de 3 estrellas; con el presupuesto que habían hecho, el viaje debía haber sido a Sevilla o a Portugal. Y aunque todos asumían que el presupuesto podía quedarse corto y hubiera que hacer una derrama nadie imaginaba que el viajecito les iba a suponer una carga económica que tardarían años en pagar.

Si la cuadrilla de amigos es todo el país, la deuda contraída se denomina deuda pública.

Aparte del propio concepto de deuda en sí, la deuda pública tiene dos problemas.

El primero de ellos es que no somos conscientes de ella. Aunque se hable de ella, no la asumimos como una deuda verdadera, como un dinero que habrá que pagar en el futuro (¡que tendremos que pagar, ya ven, incluso yo al escribir no la siento como propia!). No la sentimos como propia, no es una deuda que tengamos nosotros.

El segundo problema es que cuando se piensa en la deuda pública, incluso los más sabios economistas la miran con una mente ceteris paribus. Este latinajo se usa mucho en asuntos económicos, y significa “siendo todo lo demás igual”. Esto es, cuando pensamos en la carga que supone la deuda suponemos al mismo tiempo que siempre estaremos como ahora. Y no.

Grosso modo, la deuda pública de España ronda 1.432.200 millones de euros. Como somos (también aproximadamente) 47 millones de personas, nos tocan 30.500 euros de deuda a cada uno. Por si quiere comparar, Felipe González se encontró una deuda de 1.270 euros por persona y la dejó en 10.500 euros por persona; Aznar la mantuvo más o menos en la misma cantidad; Zapatero la subió a 22.000 euros, y Rajoy a unos 28.000. Críticas a la gestión aparte, ¿dónde está el problema?

El problema está en que ceteris paribus es una entelequia, sólo una hipótesis de trabajo para facilitar la comprensión de las cosas. Y en el caso de la deuda, hay algo que puede variar y es clave: el número de amigos que tocamos a pagar. La población española. Una cosa es que esos 1,4 billones los paguemos entre 47 millones, y otra es que la población española en pongamos 30 años se haya reducido a (un suponer) 30 millones: si los gestores consiguieran mantener la deuda atada, sin aumentarla, tocarían a 46.700 euros por cabeza, no a 30.500. La carga que nos correspondería a cada uno de nosotros sería mucho mayor.

Y podríamos ver los números de otra forma: actualmente la población activa es el 50% de la población total. La deuda de 30.500 por persona, como la pagan los trabajadores, se transforma en 61.000 euros por trabajador.

Cuando pensamos en los problemas de la demografía pensamos en que una población envejecida tendrá que gastar más en servicios de atención (aunque tal vez menos en jardines de infancia y colegios, por si ayuda), y en quién nos va a pagar las pensiones cuando nosotros nos jubilemos. Pero pensemos en la deuda. Sólo por la variación demográfica la deuda que hemos de pagar aumenta mucho. Si se mantuviera el porcentaje de población activa (más jubilados, pero menos niños) la deuda sería de 96.000 euros por trabajador, pero si el envejecimiento se traduce en un menor porcentaje de población activa (pongamos que baja del 50% del total de la población al 40%), esa deuda cambia a 120.000 euros. Una deuda que el trabajador no sería consciente de que tendría, pero la estaría pagando. Obviamente, vía impuestos. El trabajador notaría que paga unos impuestos muy altos, rayando tal vez en lo insoportable, pero no notaría mejoras en los servicios públicos. Claro que no, porque el alza en sus impuestos se iría en pagar la deuda pública.

En resumen: atentos a la demografía. Pero atentos también a la deuda pública. La conjunción de ambas puede ser un problema de la leche.

Claro que si nuestros gestores públicos se preocuparan de disminuir la deuda…

 

 

 

Hometown - The night we met