miércoles, 21 de mayo de 2014

No sé cambiar polares



Hay en la blogosfera muchos blogs que me gusta seguir. Por ejemplo, http://fronterasblog.wordpress.com/; el otro día, la entrada iba sobre banalidades geográficas, de ésas que van bien para hablar con Sheldon Cooper. De las curiosidades que presentaban un par me hicieron gracia especial: resulta que (el blog, además, cita la fuente) el país de América del Norte más cercano a África es Canadá, y que el estado de los EE.UU. más cercano a Somalia es... ¡Alaska!

(imagen obtenida de la misma fuente)

Por cierto, que la fuente nos dice que la distancia entre Wainwright, Alaska, y Bosaso, Somalia, es de 10650 km.

A lo que iba.

Si yo les digo las coordenadas de Wainwright y de Bosaso, ¿Sabrá usted calcular la distancia que separa ambos puntos? ¡Ah, no se lo he dicho! Sólo peude usar lápiz, papel y una calculadora no programable. No puede usar internet. No puede usar un programa de dibujo por ordenador, dibujar la tierra, marcar los dos puntos y pedirle al programa que nos dé la distancia entre ambos. No, ha de calcularlo usted. Calcularlo.

Bien. No espero que sepa hacerlo si es usted, pongo por caso, fontanero, tanatoesteticista, político o juez del Tribunal Supremo. La pregunta es... ¿sabrá calcularlo un topógrafo, un matemático, un físico o un ingeniero? Y concretando: ¿Sabe calcularlo un ingeniero?

Si esta pregunta se la hubiera formulado en 1974, no me cabe duda de que sí. Pero en 2014, lo dudo mucho.

Con suerte (no, seguro) el ingeniero sabe que el metro se definió como la diezmillonésima parte del cuadrante del meridiano terrestre, y por ahí calcula el radio de la Tierra. ¿Pero luego? Hay que hacer un cambio de coordenadas. Hay que pasar a unas nuevas coordenadas, de manera que el eje de los ángulos pase por Wainwright y que el primer plano también pase por Bosaso, calcular el ángulo de Bosaso en radianes y multiplicarlo por el radio. Fácil decirlo, pero ya no sabemos cómo hacer un cambio de coordenadas polares.

Y sin embargo, lo estudiamos (argumento que, aprovecho, contraviene a lo que dice Balibrea). Pero no recordamos cómo se hace, porque hace muchos, muchísimos años, que lo hicimos por última vez. Eso los antiguos, pues los ingenieros actuales ya han tenido ordenadores desde siempre.

En cambio, con un ordenador es facilísimo. Y con acceso a internet, más aún. Por ejemplo, accediendo a este blog se sabe la respuesta: 10650 km, más o menos.

Dirán: bueno, ¡y qué! Saber calcularlo es un conocimiento que ya no es necesario tener. Yo no. Yo pienso que es terrible. Es un botón de muestra de la pérdida de habilidades que sufrimos, en beneficio de nuestra dependencia del ordenador. Al igual que sin él no sabríamos decir la distancia entre Wainwright y Bosaso, sin él cada vez somos menos ingenieros. ¿Qué sabría proyectar sin ordenador?

Y si necesitamos un ordenador para ser ingenieros, ¿no será que cada vez más somos sólo operadores de ordenador? Metemos los datos, y el ordenador da la respuesta. Y ya, por cierto, se la pedimos impresa que sólo haya que encuadernarla. O en pdf.

Probablemente usted no sea ingeniero y esta reflexión le dé igual. Pues no, como parte de la sociedad debería estar preocupado también. ¿Querría que su médico no supiera realmente de medicina, y dependiera totalmente de máquinas para saber qué le pasa y cómo curarle?




Carlos Gardel - Volver

domingo, 18 de mayo de 2014

Una conversación espeluznante



El pasado viernes tuve una conversación con un excalculista, muy buen calculista por cierto hasta que un buen día se cansó de los gajes de este oficio y se metió a comercial de una oficina de cálculo de estructuras. Esta empresa era muy buena, pero básicamente calculaba estructuras. Quiero decir, en los años  del oro llegaron a ser unos 40, si no me falla la memoria, pero cuando se acabó el oro lo pasaron muy mal. Ya saben, EREs, despidos,... quedaron 13, con la jornada reducida, el sueldo reducido,... todo eso.

Hace algún tiempo, me lo encontré y le pregunté qué tal les iba.  Buf, estaba siendo duro, pero empezaban a remontar el vuelo. Habían tenido que cambiar su modelo, ya no trabajaban apenas para clientes locales, y estaban buscando la faena en el extranjero. Y ahí estaba, mi excalculista, peinando las posibles ofertas, buscando socios locales, intentando tejer una red internacional de contactos con la que presentarse a concursos. Muy diferente de lo que habían hecho siempre, el trabajar directamente para arquitectos. Muy duro, también. Pero era lo que había, y poco a poco estaban consiguiendo encargos. En sitios rarísimos, pero encargos a la postre.

Por eso me alegré, cuando el otro día me contó que las cosas les iban bien y estaban contentos. Ya eran 30. ¡30! Pero entonces me dijo el truco. Ya no es como antes. Nada de contratos indefinidos, eso por descontado. Es que ya ni siquiera contratos temporales. Contratos por obra, por proyecto. Contratan a la gente para un encargo específico, se realiza el encargo y adiós muy buenas. "¡Y qué gente!", me decía. "Buscando" me explicaba, "se encuentra de todo. Eso sí, no es fácil, hay que saber buscar. Y buscar en todos los sitios".

"¡Y a qué precios!", me dijo. "Encontramos gente buenísima, auténticos especialistas, que trabajan por ... por...".

Y me contó algunos casos. Es cierto, me confesó, que no siempre les sale bien la jugada; pero están encontrando - y explotando- auténticos chollos.
Quizá ustedes opinen que, en la práctica, estos trabajadores son como los autónomos, ejerciendo la profesión por cuenta propia. Les contratan para un proyecto, lo realizan, lo cobran y adiós muy buenas. Pero no. No es lo mismo. Un profesional independiente acepta encargos. Puede tener una racha en la que no le entre nada, sí, pero puede tener buenas rachas con varios proyectos encima de la mesa. Puede estar, al mismo tiempo, negociando otros proyectos para cuando se acaben esos. Puede intentar establecer sus honorarios. Con el tiempo, establece una red de contactos, y confía en que si no uno, de otro lado saldrá algo; si consigue trabajar para 20 arquitectos, es más fácil que alguno tenga algún proyecto en la fase de cálculo. Trabaja con la confianza de considerarlos "clientes", sabiendo que si ellos consiguen encargos, él también conseguirá encargos. Que cuentan con él para el futuro. Y aquí no. Aquí tenemos un proyecto. Dedicación exclusiva. El trabajador no puede trabajar al mismo tiempo para otro despacho, realizar otros proyectos, distribuirse el tiempo para cumplir con todos, hacer ofertas con los precios que cree que debe. Aquí se le encarga un trabajo, un cálculo, una semana, dos de trabajo, y adiós gracias. Para el siguiente cálculo no contaremos contigo, buscaremos a otro. Quizás este otro sea un poquito mejor que tú en el caso concreto del nuevo cálculo, o quizás nos salga aún más barato... o quizás, si lo quieres, te lo lleves si bajas aún más tu precio. Tú decides, pero rapidito.

¿Capitalismo salvaje? ¿Ley de oferta y demanda? Miren, no me vengan con historias. Hay casos en los que las cosas no funcionan así, y éste es, ha de ser, uno de ellos. 


Michael Jackson - Dirty Diana

Un mundo a la carta


Quedan menos de seis meses para el 9 de noviembre. El 9 de noviembre, ya saben, es el día para el que está anunciado un referéndum (una consulta, en el lenguaje que emplean los independentistas mientras no se haya consumado el hecho y necesiten parecer democráticos).

Bien. Quedan menos de seis meses, y esto es lo que ha pasado:

  1. Unos cuantos partidos: CiU - derecha conservadora catalanista-, ERC - izquierda republicana, antisistema e independentista-, CUP - ultraizquierda ultrasistema ultraindependentista antitodo-, e ICIV - agrupación de partidos comunistas representantes en Cataluña del partido comunista nacional-, han acordado que habrá un referéndum el 9 de noviembre, y han decidido la pregunta que se hará. Que será doble, bastante confusa en las consecuencias de cada respuesta, y que tendría que no contestarse con un escueto y claro sí o no porque la interpretación depende del que se otorgue la potestad de interpretar ese sí o no. Estos partidos representan el 62% de los votos de las últimas elecciones autonómicas en el parlamento.
  2. En nombre del Parlamento de Cataluña, representantes de estos partidos han pedido permiso a las Cortes Generales para celebrar la citada "consulta". Este permiso ha sido denegado por abrumadora mayoría.
  3. No ha pasado nada más.
Por el otro lado, esto es lo que no ha pasado:

  1. No se sabe quién podría votar.
  2. No se sabe cómo se sabrá quién podría votar.
  3. No se sabe cómo se interpretarán los síes y los noes.
  4. No se sabe qué recomiendan votar dos de los partidos convocantes, CiU e ICIV, que son el 70% de votos y diputados dentro del conjunto de los partidos convocantes.
  5. No se ha convocado la consulta/referéndum.
  6. No se ha reconocido que no va a haber nada el 9 de noviembre.
El Gobierno catalán (sí, el que presumía que iba a estar formado por los mejores) siempre ha alardeado de que las cosas hay que hacerlas bien y que ellos van a hacerlas bien. Momento en el que todos aplaudíamos, nos felicitábamos unos a otros y nos decíamos "¡qué machotes!". Lo de que las cosas hay que hacerlas dentro de la legalidad y que ellos van a hacerlas dentro de la legalidad no está tan claro, pues para ellos el concepto de "ley" es "lo que a mí me conviene", y su concepto de juez como "persona que interpreta en caso de discusión lo que les la ley", es más bien "persona que interpreta a mi favor en caso de discusión lo que es la ley". Aquí, esto es así y por lo que parece todo el mundo o no se da cuenta o lo considera normal, pero yo, la verdad, tengo mis dudas.

A lo que voy. A mí, lo que me gustaría saber es:
  1. ¿Creen sus señorías que va a haber votación ese día?
  2. ¿Es actualmente legal convocarla? Si lo es, ¿por qué no la convocan ya?
  3. Si no es actualmente legal convocarla, ¿están sus señorías intentando cambiar las leyes para que lo que ellos quieren hacer sí sea legal?
  4. ¿Cuánto tiempo consideran sus señorías que es un periodo razonable para discutir el tema y que todo el mundo pueda tener las cosas lo suficientemente claro? Por lo visto, creen que menos de 6 meses.
  5. ¿Cuándo van a resolver las incertidumbres que he planteado al listar lo que no ha pasado?
  6. Referente a las incertidumbres que he planteado al listar lo que no ha pasado y que resolverlas no depende de lo que pueden hacer sus señorías (como son los 4 primeros apartados), ¿a qué diantres están esperando para darnos las respuestas? 
  7. Y, sobre todo: si creen sus señorías que el periodo razonable para discutir el tema es superior al que van a darnos, ¿van a atrasar la consulta o se convertirá, a todos los efectos, de un referéndum a la ucraniana, tipo SMS "referéndum el sábado a las 11, pásalo"?
En mi opinión, o sus señorías creen que va a haber votación el 9 de noviembre o no lo creen. Si no lo creen, pienso que nos están mintiendo, pues sólo hablan de que se votará el 9 de noviembre; sólo hablan, y no gobiernan ni legislan absolutamente nada. Bueno, y ni gobiernan ni legislan, ni dejan gobernar y legislar a otros que no dedican su tiempo a la votación del 9 de noviembre. Como el perro del hortelano.

Y si realmente creen que sí, que va a haber votación… ¿pretenden que sea a la ucraniana? ¿Cómo se están haciendo las cosas es como creen sus señorías que se hacen las cosas bien hechas?

Más parece que sus señorías son unos inconscientes que se han liado en un tema sin saber si tenían lo suficiente para culminarlo. Y estas aventuras, si se prometen en nombre de otros, pues no deben correrse, pienso yo.

En fin, ya queda menos para saber con qué excusa saldrán el 9 de noviembre. No quedan ni seis meses.

Bill Withers - Ain't No Sunshine

martes, 13 de mayo de 2014

Presidentes, garrulos y periodistas



Lo siento, no puedo más. Tengo que soltarlo, o exploto.

Y es que el reciente asesinato de la presidente de la Diputación Provincial de León ha hecho que no aguante más, como me decía una amiga de niño, se me ha llenado el pirulí de la paciencia. Que se llenó con todo el peloteo a Esperanza Aguirre, y que la aparición de Susana Díaz ha llevado a su límite.

No soporto los trabajos mal hechos. Y considero que la presentación es parte del trabajo. No soporto los trabajos mal presentados.

En español, existen unas palabras que se originaron como adjetivos (y que muchos mutaron a sustantivos), y que se denominan participios activos. Así como "amado" es lo que en el colegio se estudia como el participio de "amar", y significa "el que recibe el amor", "amante" es el participio activo, y significa "el que ama". El participio activo es el que realiza la acción. Por ejemplo, amante, cantante o ayudante.

El participio activo de los verbos de la primera conjugación se forman con el sufijo "-ante": atacante, ofertante y navegante, además de los citados. Los de la 2ª y 3ª conjugación, en cambio, se forman con el sufijo "-ente" o, a veces, "-iente": equivalente, conveniente, asistente, batiente.

Más ejemplos con el sufijo -ente: presente, ausente, silente, contante (y sonante), contrayente, celebrante (y concelebrante), comediante, o estudiante. Estudiante es el que estudia, y da igual si es hombre o mujer; para deshacer estas ambigüedades tenemos artículos y otras palabras. La estudiante modelo es la equivalente a la amante ausente, al igual que el estudiante modelo es equivalente al amante ausente. Y todos me han entendido.

Por lo mismo, la forma correcta de nombrar a la persona que preside un acto, una reunión, una junta, o lo que se pueda presidir, es presidente. Presidir, + sufijo -ente. Fin.

El sufijo es -ente. No -enta.
 
Por lo que no hemos de decir presidenta, sino presidente.
Esperanza Aguirre fue presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid, Susana Díaz lo es de la Comunidad Autónoma de Andalucía, y recientemente han asesinado a la presidente de la Diputación Provincial de León.

Por supuesto, no podemos exigir a un niño sin escolarizar, a un extranjero que esté aprendiendo español o a un analfabeto, que hable y escriba correctamente nuestro idioma, con buena sintaxis, ortografía y caligrafía, y con un vocabulario amplio y eufónico. Desafortunadamente, siempre ha habido paletos y las cosas malas se pegan mucho más fácilmente que las buenas, con lo que el término "presidenta" existe, pues físicamente es pronunciable y hasta el más lerdo entiende su significado, y esta cateta palabra ha hecho furor y arrasa con una rapidez inversamente propiorcional a la categoría intelectual del usuario. Hasta el punto de que la Real Academia de la Lengua (http://lema.rae.es/dpd/?key=presidente, y pulsen en las notas que lleva para ampliar la información) reconoce el vocablo.

Sin embargo, en mi opinión que la RAE reconozca la existencia y significado de un vocablo no acarrea que deba usarlo. Tampoco suelo decir "Nos ha jodido, el cabrón, yo qué coño voy a decir tacos, ¡copón de oros!", aunque todas estas palabras aparezcan en el diccionario con el significado que efectivamente tienen en tal frase. Hay una manera elegante y agradable de hacer las cosas, y también de decirlas, y, si no hay necesidad, no hay que ser soez, chabacano o chapucero. Al igual que si usted elije un gran regalo querrá que el envoltorio también lo sea y no lo entregará sin envolver en una bolsa de plástico de la farmacia, también cuando transmite una idea ha de querer que la expresión de la misma esté a tono con la altura del concepto y que refleje al tiempo su propia categoría personal. Al menos así pienso yo, y si usted me habla como si usted tuviera el raciocinio de un garrulo analfabeto, yo o pensaré que usted lo es, o pensaré que yo le merezco tan poco respeto que no se molesta en desplegar su intelecto más allá que el nivel del garrulo.

Dicho lo cual, los periodistas (o los becarios con título de Periodismo que escriben en nombre de los periodistas con nombre y oficio) constantemente dicen "presidenta". Estrictamente, no puedo reprocharles nada, la RAE les ampara. Pero cada uno es muy libre de pensar lo que quiera, y yo, cuando veo un trabajo chapucero considero que el autor es un chapucero, y cuando un periodista (y por extensión, un meido de comunicación) firma un artículo chabacano, soez, mal escrito o con vocabulario o sintaxis propia de analfabetos, suelo pensar en consecuencia. Y esta suele ser una de las razones por la que tengo la opinión de ese gremio que tengo.

Y que no se quejen, si no se les lee, porque probablemente en sus escritos tengan la culpa.


Juan Show - Tú lo que quieres






Mayores de 45: lo que se piensa



Una presentación muy sencilla de leer, de Infojobs y ESADE, sobre el estado del mercado laboral en España en 2013: http://orientacion-laboral.infojobs.net/mercado-laboral

En concreto, me gustaría repasar el epígrafe que analiza las expectativas de los demandantes de empleo de más de 45 años: http://orientacion-laboral.infojobs.net/mercado-laboral/valoracion-empresas

Para muchos puestos, es habitual que las empresas opten por personas jóvenes. Si yo tengo un taller de reparación de vehículos y busco un ayudante, suele ser buena idea que busque a alguien más joven que yo; hasta cierto punto, contratar a una persona mayor es pan para hoy y hambre para mañana, si el hambre la tengo hoy pase, pero si puedo aguantar es mejor pensar en mañana.

Claro que, por otro lado, hay que escuchar lo que opinaría el demandante mayor. En general, éste piensa que su mayor experiencia es su mayor ventaja: el 92% cree que es un plus. Curioso, las empresas no lo ven del todo así: el 14% no lo ve como una ventaja. Lo que enlaza con el inconveniente: los hábitos adquiridos, el 67% de las empresas lo ven como el mayor problema de estas personas. Y de nuevo curioso, sólo el 25% de los trabajadores cree que eso sería un problema. ¿Cómo es que no se dan cuenta?

En lo que se refiere a los conocimientos, el 75% de los trabajadores lo aducen como una ventaja, y desdeñan su obsolescencia: la reconoce apenas un 24%. De nuevo, los trabajadores desconocen lo que piensan las empresas: el 54% ve los mayores conocimientos un punto a favor, y al 42% les preocupa la antigüedad de dichos conocimientos. Con la excepción de los idiomas: a los mayores les da vergüenza no saberlo, y sin embargo las empresas no lo ven tan importante. Será que, en realidad, en las oficinas no se habla tanto inglés. Y que viajan los jóvenes.

Otro punto fuerte que ven los mayores: su estabildiad laboral. A esas edades no están para aventuras. Y, sin embargo, eso a las empresas les importa poco. Normal.

Más equivocaciones: los trabajadores creen que será un problema que no quieran viajar; a las empresas no les preocupa: no los quieren para viajes. Los trabajadores valoran imponderables como que saben lo que quieren, que pueden ayudar a otros ("mentoring"), y que están más motivados (¡lo que se llega a decir!). Y esto a las empresas les importa un pito. Valoran la red de contactos que puede aportar el candidato, y les preocupa su menor flexibilidad ¡Pues no saben ni nada, las empresas!

En resumen, me sorprende que los trabajadores, a pesar de su experiencia, no sepan lo que realmente valoran y preocupa a las empresas: sus hábitos ya adquiridos, su menor flexibilidad, su obsolescencia y su resistencia al cambio.

Moraleja: si usted tiene más de 45 años y busca trabajo, debería buscar en aquellos en los que la experiencia y la capacidad de aportar desde el primer día sea muy importante. Desde luego, nada en lo que necesite siquiera un par de semanas para adaptarse, mucho menos en algo en lo que necesite una formación específica. 

Aunque, no sé qué decirles. Yo, a igualdad de coste, prefiero a un trabajador con experiencia y que pueda probar su valía, que a un pardillo al que tenga que enseñarle y que, de hecho, es posible que no llegue a adaptarse, que no valga o que, simplemente, se me largue en que el de enfrente le ofrezca tres euros de más. Así que el verdadero problema sería que, para el mismo trabajo, el joven aceptaría hacerlo por menos que el viejo, por lo que si el joven cumple con los requisitos que he establecido para el puesto...


Loquillo - Feo, fuerte y formal

Sobre los estudios de ingeniería



Publica El Comercio de Asturias una amena entrevista a José Coca. Desde la autoridad que le confiere su dilatada experiencia, opina muy bien sobre tres temas que nos atañen a los ingenieros y, de rebote, a toda la sociedad; yo no tengo ninguna autoridad, pero este es mi blog y me van a permitir que eche mi cuarto a espadas en estos tres temas.

Es la tesis del profesor Coca que a) Bolonia está mal planteada para la ingeniería; b) la carrera de ingeniería, ya antes estaba mal planteada, y c) los incompetentes son los que están al mando.

Bien. En primer lugar: podemos formar ingenieros especializados o ingenieros enciclopédicos. ¿Qué opción es preferible? Como yo voy a hablarles desde mi experiencia, tengo que darles cuatro cinceladas previas sobre ella.

Yo soy del plan de 1964. Especialidad mecánica. Antes de este plan, la carrera era de 6 años, y ya en tercero se hacía una especialización brutal, directamente se entraba en la rama elegida. Créanme, había una diferencia enorme entre los ingenieros del plan del 64 y los anteriores. Si era debido a la diferente realidad de España entre ambas épocas o a la formación de los ingenieros, no lo sé. Pero la había, se notaba.

El plan del 64 éramos enciclopédicos. Generalistas, se diría en público. No aprendimos de nada, todo se estudiaba como por encima, sin profundidad. Sumen a esto que la regla de que los buenos profesores universitarios son minoría (en mi Escuela, clarísimamente), y tendrán lo que fuimos: ingenieros con título, sí, pero sin conocimientos. En nuestro caso, tuvimos suerte de que la Industria aún nos absorbía en una forma que nos curtía sin anestesia: yo, por ejemplo: a los 22 hice la mili; a los 23, entregué el proyecto que hice durante la mili, y me trasladé a Cataluña, donde empecé a trabajar en una consultoría; con 24, me contrataron como director de una fábrica... He tocado muchos palos, y por eso les digo que, creánme, los planes generalistas, para formar ingenieros no sirven.

La buena noticia es que el plan del 64 duró poco, en el 76 se volvió ya a una formación de seis años, con especialidades e intensificaciones de verdad. Sin embargo, ¿cree que salen buenos ingenieros de la Universidad? Mi experiencia personal es que conocimientos sí que traen, pero les faltan dos cosas: arrojo y razonamiento. El arrojo es generacional, es social: desde el momento en que consideramos que una persona de 30 años es joven y una de 25 un pipiolo, les estamos diciendo que no se arriesguen, que no tomen decisiones, que no sean responsables. Que tranquilos, que ahí estamos nosotros para ayudarles. Y pasa lo que pasa. 

Pero lo del razonamiento sí es una carencia de la Universidad. Les enseñan un montón de cosas, pero no les enseñan a discurrir por ellos mismos.Conocen las situaciones canónicas, pero no saben asimilar las reales. Saben qué se hace cuando es 7 y cuando es 8, pero no cuando es 7,05 ó 7,95. Y cuando uno, bragado por miles de horas de vuelo extremo, se topa con un mozo que no sabe discurrir, es inevitable que piense que lo que sale de la Universidad no son buenos ingenieros.

En éstas, que se implanta "Bolonia". La sensación general es que va a ser un desastre, y que si los ingenieros de ahora somos malos, los de mañana van a ser peor. Sin embargo, yo no estoy de acuerdo. Quiero decir, que la culpa de lo que viene sea del Plan Bolonia. 

Para empezar, por muy bueno que sea el plan de estudios, si los profesores son malos no hay nada que hacer. El catedrático de Estructuras que tuve que sufrir era como un veterinario de dinosaurios. Imagínense qué tipo de experto sería, qué tipo de experiencia sería, en qué mundo viviría. ¿Qué veterinaria le va a enseñar un experto en veterinaria para dinosaurios? Pues yo tuve a alguien así "enseñándome" estructuras. Gente así, en la Universidad hay mucha, porque El Sistema lo permite. Por lo tanto, antes que despotricar sobre un plan de estudios debemos reflexionar sobre si nuestro sistema para obtener profesores universitarios es el adecuado.

 Creo que mi opinión sobre los profesores universitarios ya la he dado antes suficientes veces. A su favor, empero, quiero decir que, con el tiempo, se desarrollan como buenos profesores de su asignaturas. Una manera un poco peculiar de ejercer la ingeniería, sí, pero quien se dedica en exclusiva al mundo universitario, lo que tiene que ser es un buen profesor.

Lo cual, por supuesto, no quita para que el plan de estudios no tenga su importancia. En mi opinión, como he dicho, la ingeniería debe enseñarse de forma especializada, cuanto más mejor. No sirve de nada que se dediquen en la carrera 60 horas a la metalurgia o 120 a los motores, y que esos conocimientos se mezclen con nociones de electrónica, electrotécnia, aire acondicionado y organización de la producción, por mencionar algunas materias, y pretendamos que el estudiante salga como especialista en estructuras de hormigón. No. Yo creo que si, por ejemplo, queremos un especialista en estructuras, éste debe aprender geotecnia y mecánica del suelo, pero no si se va a dedicar a la organización de la producción.

Parece ser que Bolonia se va a basar en una etapa de 4 años en las que se impartirán conocimientos técnicos (entiendo que con un primer curso de formación científica básica), y después una etapa de 2 años, "máster", en la que el técnico graduado profundiza en una especialidad, ahora ya más con una mayor insistencia en la ciencia en la que se base esa técnica. Miren, si es así, a mí no me parece mal. Como ahora, seguirá existiendo el doctorado, que no es sino la posibilidad de una especialización aún mayor, hasta un grado tal que, me atrevo a decir, la cosa raya en lo ridículo e inútil.

No sé. Aquí, por ejemplo, veo el plan de estudios de la Universidad de Zaragoza para un título ¿de ingeniero?. Muchas optativas, parece. Lo cual está muy bien, pero veo también muchas chorradas: parece que será posible conseguir el título sin apenas aprender. Aunque imagino que, en la práctica, estas asignaturas las elegirán para desahogar un poco los programas, las "marías" que siempre han existido. Y allá la responsabilidad del estudiante, si pudiendo cursar "Cálculo y selección de elementos de máquinas" prefiere "Ética profesional y RSC". Y, por si les interesa, aquí el plan de estudios para una ingeniería civil. Lo de los máster, en la UZ, parece que no lo tienen muy elaborado; aquí les pongo el programa para un ingeniero mecánico. Que, por cierto, me llama la atención que hacen un máster consista en especializarse más aún en una rama en concreto; chocante, cuando menos, si se piensa que la tendencia general hasta ahora ha sido que los ingenieros superiores tengan una visión más amplia y menos especializada, en la línea de lo que escribí hace algunos años.

Y, a todo esto, ¿irá bien o irá mal? La partitura parece buena, oigan, pero irá mal, porque -pienso- el fallo viene de origen. En la Universidad creen que la Ingeniería se aprende sentado en un pupitre, y no. Pero ellos lo creen, al igual que se creen ingenieros, y no hay nada que hacer. Antes de enseñar, el aspirante debería conocer el mundo de la ingeniería. Vale que tiene 18 años, pero tiene que salir de los colegios. Entrar en una oficina de ingeniería fotocopiando planos, organizando archivos, encuadernando proyectos, haciendo de secretario o telefonista. En una fábrica, como peón. Al lado de un oficial, pelando cables o desengrasando ejes. En una obra o en un almacén, ayudando a llevar las cuentas o el inventario. Ayudando en mantenimiento, cuidando los vehículos de una flota, lo que sea. Ha de ver el mundo laboral, ver a ingenieros de verdad, cómo se mueven, cómo hablan, cómo dirigen. Conocer qué ramas existen en la técnica, saber qué es la regulación automática y en qué se diferencia de la electrónica. Saber qué les gusta, saber por qué quieren ser ingenieros. Y entonces ir a los pupitres, a aprender. A que les expliquen lo que han visto. Sí, creo que quizá así habría alguna posibilidad de éxito. 

Pero sabiendo el pelaje de los que cortan el bacalao en los planes de estudio y el de los que han de enseñar la teoría de la profesión a pie de aula... me temo que tendremos que seguir como hasta ahora, confiando en que sean los profesionales en el ejercicio los que enseñen a los novatos titulados.

Por lo tanto, y volviendo a lo que plantea Coca:

a) ¿Está Bolonia mal planteada para la ingeniería? No, mejora lo presente. El modelo español de formación de ingenieros, técnicos y superiores, es caótico. Parte del problema estriba en la autonomía de cada Universidad y su facultad de hacer de su capa un sayo y "personalizar" su plan de estudios; yo no sé mucho, pero confío en que la convergencia europea lleve a la renuncia a estas autonomías y que el plan de estudios sea único para todos los países adscritos, y eso me parece bueno. Parte del problema es también la división entre Ingenieros Técnicos e Ingenieros Superiores. Esta división no es como Médicos y Enfermeros, es una división tipo "Yo sé de mecánica y de electricidad y tú solo de mecánica", y como ese conocimiento es sólo oficial y no real, de esa división no sale nada bueno. Con Bolonia, la división será entre grados y master (entre master y doctores, como a un doctor únicamente se le requiere a efectos de fardar de título, pues no importa). 

Por otro lado, ingenieros industriales hay muchos. ¿Sabe usted lo que sabe un ingeniero industrial? No, no lo sabe. Ese ingeniero será especialista en algo y gran desconocedor de muchas cosas sobre las que también tiene compentencias, y nadie lo sabe. ¿Se sentiría usted cómodo si supiera que el anestesista de su operación de trasplante de cerebro con doble by-pass es en realidad estomatólogo y que el cirujano es otorrinolaringólogo pediatra? Pues en el sector de los ingenieros, esto es el pan nuestro de cada día. Así que, como no sé qué título se atribuirán los ingenieros en el futuro, espero que incuyan el título del máster o grado que hayan obtenido. Claro que esto no es Alemania, sino el país de los pícaros: mejor, no nos hagamos ilusiones.

b) ¿Está mal planteada la carrera de ingenieria? Absolutamente. Pero no. Lo que está mal planteada es la enseñanza en general, y también la Universidad en su concepto. Así que, con los mimbres que hay, se teje lo que se puede.

Y, c) ¿Son incompetentes los que están al mando? Pues... el mejor médico de un hospital no suele ser el gerente, ¿verdad? Ni el mejor técnico de una fábrica el presidente de la empresa. El Presidente del Gobierno rara vez es nuestro mejor legislador, diplomático, jurista o policía. No estoy diciendo que sean malos en lo suyo, pero que no se titulen como médicos, ingenieros,

The Boxer (Simon & Garfunkel cover) - Mike Masse and Sterling Cottam

 

 

P.S. (20 de mayo): http://www.elcomercio.es/v/20140513/asturias/pymes-pueden-tener-ingeniero-20140513.html

Parece ser que hay quien no está de acuerdo con lo que dice Coca y como tal lo publica El Comercio. La clave de lo que dice el respondiente, Tomás Balibrea, es que «nuestra formación universitaria, al menos antes de Bolonia, era completa, compleja, profunda, generalista y cimentada sobre una base científico-tecnológica, que capacita para dar una respuesta ágil a situaciones imprevistas y desconocidas». Muchas afirmaciones, aunque parezca una sola, y me temo que no todas correctas. Formación completa, formación profunda,... Creer eso es como creer que, por haberlo estudiado en el colegio, todos recordamos "A un olmo seco..." y los principales productores mundiales de yute, cáñamo, lino y algodón.
Malamente curamos un mal cuando diagnosticamos mal. Ahora, yo no sé si Balibrea cree que nuestra realidad es la que dice, o dice que es porque por su cargo debe defender que es.

lunes, 12 de mayo de 2014

Floja de remos



Mi cuñado solía tener la costumbre de buscarse siempre novias de entre 18 y 20 años. Yo, claro, al principio lo encontraba normalísimo; con el tiempo, me parecían demasiado jóvenes y, lo confieso, acabé choteándome de ello. El vicio, por supuesto, le duró hasta que se lió con una de 37 (o le cazó, ahí ya no entro), la veteranía es un plus, y la ya no tan moza supo encandilarlo de verdad, y fin de sus veleidades.

El caso es que en cierta ocasión, describiéndome cómo era una de sus novietas, la calificó como "floja de remos", pero acto seguido añadió: "aunque, claro, a esas edades todas lo son". Me hizo tanta gracia la expresión y encontré la observación tan aguda y acertada que, desde entonces, cuando miro a una mujer me fijo siempre en esa característica. Y, en mi cuestionario subconsciente de valoración, ése que instantáneamente rellenamos todos los hombres como un reflejo, ese epígrafe se formula siempre como "Floja de remos: sí/no/un poco". Y, sí, tengo que convenir con él que las mayorías de chicas, a esa edad, son flojas de remos.

No sé si usted es taurino o no lo ha necesitado, pero, en cualquier caso, ¿verdad que tenía razón?



Los Sabandeños - La muralla

 (por mi cuñado, que era un fan de los Sabandeños)