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viernes, 10 de octubre de 2025

Jiras

https://www.youtube.com/watch?v=YJwFz0Egin4 

 

 

Cuando la gente del espectáculo se va de viaje y en cada parada ofrece una actuación, eso se denomina gira. Habitualmente esa gente del espectáculo confía en regresar al punto de partida, y si es inteligente habrá intentado que el viaje tenga un recorrido lo más redondo posible, para minimizar las distancias de los desplazamientos; imagino que de ahí vendrá el que el "giro" se llame gira.

Una jira, en cambio, es una comida o merienda campestre con amigos o con la familia. Si el padre grita «¡Familia, nos vamos de gira!» quiere decir que la familia va a emprender una tournée en la que probablemente el padre exhiba a sus 5 hijos cantores. Pero si grita «¡Familia, nos vamos de jira!», lo que quiere decir es que ese día se van a comer al campo y los 5 chicos pueden explayarse subiéndose a árboles, tirando piedras o jugando al fútbol (a menudo, las tres cosas).

En cierta ocasión una jira dio lugar a una fotografía que luego se convirtió en famosa (y por lo tanto infiero que, a estas alturas, ya desprotegida de los derechos de propiedad):


Y es que de ese grupo de amigos, con el devenir de los años y sin que a ninguno se le hubiese pasado por la cabeza en el momento de la foto, salieron algunos de los hombres y mujeres más poderosos de España. A ese grupo se le conoció, entonces, como "el clan de la tortilla". 

Un grupo de amigos y/o familiares, unos manteles o mantas a guisa de manteles, unas fiambreras con tortilla de patatas, aceitunas, unas bolsas de patatas fritas, quizás unas pechugas empanadas,... Una jira como Dios manda. 

Una jira es también lo que se narra en la novela El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio (una de mis novelas favoritas): unos jóvenes que van a pasar un domingo al campo, en un ribazo del Jarama. Por salir de la ciudad, más que nada.

Es cierto que antes había una palabra, despectiva, para referirse a los que participaban en las jiras: domingueros.  Era un apelativo que había que soportar, como coste de la jira.

Y es que antes se iba de jira. El domingo en la ciudad es monótono cuando no se tiene el dinero suficiente para pagar por el ocio (ir al cine, a un Parque de Atracciones, al fútbol, qué sé yo). Y para salir de la monotonía, qué mejor que irse a comer fuera. Al campo, donde los chicos pueden estar a sus anchas sin los rigores que imponen los restaurantes, y donde la ausencia de etiqueta permite a los mayores relajarse. Sí, ir al campo a comer es una opción excelente.

El campo no solía estar muy lejos y no vale la pena perder el tiempo desplazándose. Media hora, una hora a lo sumo debería sobrar para llegar a algún sitio adecuado. Además el sitio no tiene muchas exigencias: cerca de una carretera accesible, con alguna sombra y con algo de terreno horizontal, y que no dé mucho el viento. Si hay una fuente cercana, miel sobre hojuelas. A partir de ahí, todo son mejoras.

Pero hoy ya nadie sale de jira. Tal vez por eso la palabra ha caído en desuso y usted no la conocía.

¿Por qué? 

En primer lugar, muchas personas tienen ya segunda residencia. La jira no deja de ser un recurso de clase media baja: con coche y material de picnic, pero sin segundas residencias o dinero para hotelitos o restaurantes. 

En segundo lugar, las familias tienen cada vez menos hijos. Una jira de una familia de hijo único no es ni de chiste tan divertida como una jira con una familia de 5 hijos y la abuela. Los niños cada vez juegan menos en juegos de ejercicio físico y más en juegos con equipos electrónicos. O ligados a una pantalla. Es lo opuesto al espíritu de las jiras.

Además, nos hemos vuelto muy señoritos. ¿Comer en el suelo, mal sentado, con hormigas llegando hasta la tortilla, comida fría y bebida tibia? ¡Cá! Ya no se bebe agua de la fuente ni se come sentados en el suelo con un mantel: hay que ir con mesa de camping, silla de camping, nevera de camping, etc. Por lo mismo, uno ya no acepta hacer sus necesidades alejándose un poco, hasta ahí podíamos llegar.

Otra razón es el exceso normativo. ¿Y si está prohibido? ¿Y si nos ponen una multa? ¿Y si el campo tiene amo y nos echa o nos denuncia? En muchos sitios se ha prohibido que allí se acuda a la brava, sin instalaciones sanitarias ni seguros de responsabilidad civil del propietario (no vaya a ser que a alguien le pase algo y demande al propietario del campo), o se exige que el propietario del campo se responsabilice de lo que allí pase (por ejemplo, que no se encienda fuego). Hay muchas trabas. Como ejemplo, en el entorno de Barcelona sí es común que grupos de sudamericanos realicen jiras. Y, claro: los ayuntamientos no quieren. Porque suelen ser grupos numerosos, que ponen música muy alta, a menudo en espacios muy solicitados (las playas, puntos oficiales de barbacoa,...). 

También, y no es un cambio baladí, ha habido cambios constructivos: antes las carreteras lindaban con el campo, no con un terraplén o una valla. De manera que cualquiera, en cualquier momento, podía parar y salirse de la carretera. Parece mentira, pero las carreteras modernas no invitan a parar: invitan a no detenerse. Así que salvo que uno conozca el destino, pues no. Antes, en cambio, uno veía una zona que podría estar bien, se detenía y dejaba el coche en algún acceso próximo. Por lo mismo, antes las carreteras atravesaban los pueblos y se conocían multitud de parajes y andurriales.

El caso es que me da la impresión de que cada vez menos familias salen de jira. Que se ha convertido en un entretenimiento del pasado.

Lo que sería una lástima, en mi opinión. 

 

 

Barbarito Díez - 20 años 

martes, 7 de octubre de 2025

Jóvenes contra viejos

https://www.youtube.com/watch?v=AknKIJi4jnI 

 

 

Últimamente se publican una gran cantidad de artículos que versan sobre el enfrentamiento entre jóvenes y viejos (a los jóvenes los llaman unos creo que milenials, otros generación Z, otros jóvenes a secas,... y la gran mayoría llama, a los viejos, boomers). No es que haya un enfrentamiento, sino que por lo visto los viejos viven muy bien y con grandes pensiones, y los jóvenes muy mal, sin poder tener casa ni familia propia.

Todos los articulistas que he leído, en mi opinión, dan una visión incorrecta del asunto. Diría que ninguno de ellos es viejo, lo que lo explicaría: sólo conocen la vida de unos, no la de los otros.

Se quejan los jóvenes de que los viejos viven muy bien y que, como no se mueren, les quitan las oportunidades. Se quejan de que tienen casa y además pagada, sin hipoteca. Se quejan de que muchos tienen una segunda residencia, buen coche, una pensión envidiable, y que ellos tienen que deslomarse para pagar los impuestos que permitan pagar esas pensiones. Sin poder acceder a una vivienda, porque no se la pueden permitir. Sin poder formar una familia porque no tienen vivienda. Y temiendo, además, que en el futuro ellos no recibirán las pensiones por las que están cotizando ahora.

Todo lo cual es cierto.

Los viejos, en cambio, acusan a los jóvenes de no ser como ellos, de tener vidas muy diferentes: no se desloman de sol a sol como hicieron los mayores, sino que a las cinco paran ya, que han de conciliar. Que tienen unas bajas maternales y paternales que para ellos las quisieran, y que viven como pachás a costa de esos mismos mayores que denuestan.

Todo lo cual tal vez sea cierto. Hay jóvenes muy trabajadores y que aún no se han cogido ninguna baja. Y no todos viven como pachás.

Lo que pasa es que es un debate que se plantea mal. Sobre todo por parte de los jóvenes. 

Antes de plantear, como plantean los jóvenes, si la culpa de los males de los jóvenes la tienen los viejos, lo que hay que hacer es establecer qué es comparable. Porque comparar lo que no se puede comparar es mala praxis. Y si se quiere saber si la vida de los jóvenes de ahora es mejor o peor que la de los viejos de ahora hay que precisar: ¿es mejor la vida de los jóvenes de ahora que la de los viejos de ahora cuando éstos eran jóvenes? Porque ya les adelanto que cuando yo era joven mis mayores vivían mejor que yo. Que yo cuando era joven, claro está. Y es que si cuando eres mayor no vives mejor que cuando eras joven, en la vida te ha ido mal.

De lo que no hay ninguna duda es que si se ofreciera a un joven de ahora la oportunidad de revivir la vida de un mayor de ahora cuando era joven ninguno aceptaría. Ninguno. La vida actual ofrece a los jóvenes comodidades y "derechos" que antaño eran impensables. Sí, toda la retahíla de diferencias que los mayores recitan a los jóvenes, como si fuera culpa de los jóvenes que ahora se pueda viajar un fin de semana a Copenhage por cuatro perras y ellos lo aprovechen. No recitan en cambio, esos mismos mayores, lo que tuvieron que aguantar de jóvenes y que los jóvenes de ahora no aceptarían, y mi tentación ahora es dar una lista pero no lo voy a hacer.

Hay que ser conscientes de que en los más o menos 30 años (diría) que separan a una generación de otra ha habido multitud de cambios tecnológicos, sí, pero también sociales y morales.

La gran diferencia entre los jóvenes de ahora y las generaciones anteriores es un principio que rigió la educación de antes, que los mayores de antes odiaron cuando eran chicos, y que decidieron que ellos no transmitirían a sus propios hijos:

«El que algo quiere, algo le cuesta».

Los mayores decidieron que sus hijos tendrían las cosas sin tener que pagarlas, sin que tuvieran que sufrir lo que les costó a ellos conseguirlas. Pero no por no enseñar ese principio deja de ser cierto. Y los jóvenes de ahora están descubriendo el precio a pagar por todas sus ventajas. Sí, su vida es fácil y cómoda... pero no tienen acceso a casa. Y si no hay casa, no hay familia, no hay futuro.

Los jóvenes tienen ventajas y recursos que en buena lid sólo deberían haber tenido de viejos: están viviendo ahora lo que debería ser su futuro. Tal vez por eso su futuro parezca ser el vivir de mayores como deberían haber vivido de jóvenes. Es decir, peor que cuando eran jóvenes, que viven como si fueran mayores. 

 

Unas pocas notas más:

1) Me llama la atención la edad de esos jóvenes que claman desesperanzados. Sí, algunos son de veintipocos, que es lo que a mí me parecería normal, correcto. Estos han de tener esperanza, no rendirse: lo conseguirán. Otros son de veintimuchos.  Buf, siempre ha habido jóvenes que se han independizado más tarde, pero con, pongamos, 28 años, deberían tener su vida enfocada. Ahora, el drama es cuando esos jóvenes son de treintaitantos. Que los hay, y muchos. Aquí sí que no: aquí hace al menos 10 ó 15 años que su vida la manejan ellos, por lo que cabe pedirles responsabilidades: ¿no tendrán parte de culpa, ellos, en lo que han hecho desde que salieron del colegio y tomaron ellos sus propias decisiones?

2) Lo de la vivienda, la falta de viviendas, es realmente dramático. Pero España es un país socialista, y aquí se hace lo que decide el Estado, que por cierto es, desde hace ya suficientes años, Pedro Sánchez (el que en actos varios prometió en torno a 700.000 viviendas en los entonces "próximos años", sin que ninguna promesa se intentara cumplir). Hay demasiadas trabas para construir, pero además hay demasiados problemas, que se vienen arrastrando desde hace años. Sí, hace años que se viene advirtiendo que faltan jóvenes en el sector de la construcción, que muchos oficios claves los desempeñan personas que se van a jubilar, que nos e encuentra personal capacitado. Se lleva años diciendo, y ya entonces se pintaba un futuro poco halagüeño si no se afrontaba el problema. Bien, no se afrontó y ahora tenemos ese futuro. En mi opinión, el Gobierno debería dejarse de zarandajas, cambiar la legislación en todo lo que sea necesario y dedicarse a promover la construcción de viviendas como si nos fuera la vida en ello. Porque nos va.

3) Ciertamente, la falta de viviendas es un problema insalvable. En las generaciones mayores, el ritmo de un joven era acabar con los estudios, conseguir ser L.S.M., encontrar pareja, encontrar trabajo y con todo ello encontrar casa. Encontrar casa puede casarse, que el casado casa quiere. Y una vez con casa y casado, el futuro es el a partir de entonces. Pero si no hay viviendas no se va a crear una familia. Y la sensación de que es un problema que el joven no puede superar es desmoralizador.

 

 

Al final, también los viejos pagaremos por el error de no haber construido viviendas: perderemos a los hijos, porque no teniendo viviendas cerca nuestra se irán allá donde éstas estén.

 

 

 

José Antonio Labordeta - Ya ves 

 

domingo, 5 de octubre de 2025

A propósito del reloj de saetas

https://www.youtube.com/watch?v=JwalgHmlTHQ 

 

 

Ha corrido como la espuma un vídeo que muestra a unos concursantes de Operación Triunfo (OT) discutiendo en una sala sobre cómo debía leerse la hora en un reloj de saetas: no sabían. Un resumen de lo ocurrido se puede leer aquí, por ejemplo. Uno ve el vídeo y comprueba que, en efecto, unos chavales (con talento suficiente para competir en el concurso) de en torno a los 20 años carecen del conocimiento necesario para saber la hora que marca un reloj de saetas.

Hoy, en la cola del Mercadona. Cuando me toca a mí, la cajera empieza a hacer aspavientos: la cliente anterior, que no se había portado con educación y eso, a la cajera, la sacaba de quicio. Se me queja, y tras el comentario de 'esto se va a ir al garete' yo le respondo que ya estamos cerca, que si no se ha enterado de lo del reloj de OT. Qué le voy a contar, me responde, si muchos chicos de ahora no saben ni pagar con monedas. Sí, sí, me aclara: le muestran todas las monedas a la cajera en la mano, para que ella coja la cantidad que necesitan. Y, si no, le pagan con un billete. Que no tienen ni idea, que son incapaces. Se conoce que es demasiado para ellos. Y esto me lo contaba una cajera de Mercadona, no un científico de la NASA.

Sumemos a estos ejemplos muchas cosas que ya tenemos asumidas: que no conocen los números romanos, que sus conocimientos de Historia son realmente limitados, que de Geografía apenas saben, que... en fin. ¿Qué está pasando? Lo que cabía esperar: que el tiempo trascurre y los niños que no aprendían, ahora, simplemente, ya no son niños sino jóvenes que se incorporan al mundo laboral. Y esos jóvenes serán en unos años los que marquen la pauta, los que sean poseedores de nuestro saber colectivo. Jóvenes, por cierto, que consideramos los bien formados frente a todos esos otros jóvenes que también nos pagarán las pensiones y que en realidad no sirven sino como mano de obra bruta. La pregunta que nos tenemos que hacer es, entonces, si se va a repetir otra caída del imperio romano y otro tránsito por las edades medias.

No, en realidad no es una pregunta que nos tenemos que hacer. No todos, al menos: los más mayores ya no, porque nosotros siempre seremos del imperio y no estaremos por aquí cuando lleguen las edades medias. Son los jóvenes los que se lo han de preguntar. Tienen que ser conscientes de sus carencias y ser listos: aprovechar que los mayores todavía están e intentar aprehender todo lo que puedan mientras puedan. 

 

 

Suzi Quatro - If you can't give me love 

miércoles, 10 de septiembre de 2025

El corazón de Barcelona

https://www.youtube.com/watch?v=WbE1QLvYgQs 

 

 

Esta mañana, por una sucesión de pensamientos, entré en Google Maps y luego en Street View para ver una imagen de una calle del Raval de Barcelona. El Raval antes se conocía como "El Barrio Chino", era el famosísimo barrio chino de Barcelona, pero siendo Maragall alcalde se decidió que aquello era infamante para el barrio y que lo suyo era darle un nombre sin esas connotaciones, y de ahí lo de conocerlo como "Raval". Como diría Miguelito, seguía siendo el último orejón del tarro, pero qué respeto. El caso es que elegí una esquina con el simple criterio de que no fuera una calle que diera a la Rambla o a algunas de las calles principales que delimitan el barrio.

Mi sorpresa fue que la imagen que me mostró, de entrada, Street View, fue:

 

El Raval es el corazón de Barcelona. Todo aquel que presuma de barcelonés viejo o bien ha vivido cuando era niño en ese barrio o bien iba mucho de niño con su padre o simplemente iba mucho. Yo no soy barcelonés viejo, pero recuerdo ir, hace muchos años, a jugar al billar en una mesa ¡redonda! También iba, por lo general, a ciertos comercios que ¿cómo decirlo? vendían productos "no main-streeam". Como cuando hace muchísimos años iba al Tubo de Zaragoza porque ahí había unas tiendas que vendían cosas que nadie más vendía. Que no hay que pensar mal, eran tiendas que tal vez seguían creyendo que estaban en 1940. Bueno, pues eso: el Raval es el corazón de Barcelona.

Viendo la foto, nadie lo diría. Si es la quintaesencia de la ciudad, la ciudad no es lo que creíamos. Aunque los que son como yo opinamos otra cosa: que la ciudad se está echando a perder, y que se está pudriendo desde el corazón; cuanto más cerca vive uno del corazón, antes le llega la podredumbre, y o la asume y se muere de asco o se larga de ahí. Cada vez más gente se ha largado. Sí, en Barcelona no es la gentrificación lo que expulsa a los vecinos, digan las autoridades lo que digan, sino podredumbre, que es justo lo opuesto.

Por otro lado, viendo los paseantes que salen en la imagen, uno se pregunta "pero esta gente, ¿de qué viven?". A mí se me ocurren cuatro posibilidades:

1) Son rentistas. Adinerados que viven de las rentas de sus bienes. Y han elegido vivir en el Raval porque no quieren hacer ostentación de su riqueza, son de natural humildes y pasan con poco. No sé: ¿qué probabilidades hay de que el coche de Street View fotografíe precisamente a tan raros ejemplares?

2) Son, digamos rudos trabajadores del sector del metal (o solicitados abogados de un prestigioso bufete), pero es su día libre y se han puesto la ropa de domingo (así se llama en España, ya supongo que ellos no). Ya, ustedes tampoco creen que sea eso y que no es así como se ganan la vida.

3) Se dedican al comercio, en el mismo barrio del Raval, y visten así porque son los dueños de su comercio y siempre visten así. Esta opción es más probable que la anterior, pero, qué quieren que les diga, yo creo que lo es menos que la siguiente.

4) No trabajan. Reciben ayudas públicas, y con esas ayudas ya les es suficiente. 

En España hay dos tipos de ayudas públicas: las pensiones de jubilación y las ayudas. Las pensiones de jubilación cuesta conseguirlas, hay que trabajar bastantes años cotizando parte del jornal en este concepto. No parece que estas personas sean barceloneses viejos que han estado 40 años cotizando. Las ayudas públicas reciben a veces el nombre de pensiones: pensiones de viudedad, de orfandad, de invalidez,... que se consiguen bajo ciertas condiciones y que permiten más bien poco. Luego hay otras ayudas, como la renta mínima vital, subvenciones a fondo perdido,... Y luego están las ayudas pasivas: la escuela gratis, la universidad gratis, la sanidad gratis, el transporte público, el asesoramiento de trabajadores sociales, todas las exenciones de pago que se les ocurran.

Yo no sé cuál es la realidad de estas personas. Pero me da a mí que no se ganan la vida como usted y como yo. Es más, creo que se la ganan a costa de usted y de mí. Por lo que pienso que mi vida sería más fácil si no tuviera yo que mantener también a los de la imagen.

 

 

Radio Futura - Veneno en la piel 

miércoles, 20 de agosto de 2025

Las prioridades, claras

Leo que en Asturias hay 6 médicos alergólogos. Para toda la provincia (región, comunidad autónoma, Principado). No son muchos, ya que la población actual de Asturias ronda el millón de personas. Leo también que hay 278 profesores de bable. 

El gobierno asturiano ha decidido tomar cartas en el asunto: en septiembre se contratarán 104 nuevos profesores de bable. Y 0 (cero) médicos alergólogos. 

No sé si los asturianos difieren de su gobierno sobre cuáles son las prioridades que hay que atender y las necesidades que tienen; yo, desde luego, difiero.

sábado, 9 de agosto de 2025

Otra forma de ver el turismo

https://www.youtube.com/watch?v=E7zmRvhFEYo 

 

 

Esta mañana me encontré en el Metro con una turista. Digo yo que era turista, porque era una mujer jovencita, muy pelirroja, piel muy blanca, zona cercana al cuello y parte superior de los hombros enrojecida,... Sí, podía ser de Almendralejo, pero había algo más en su actitud: tenía mucho calor. Y se quitó la camiseta, se quedó en sujetador. Primero pensé que quería secarse el sudor y pasarse un desodorante, pero en realidad sólo bufaba. Luego vino el tren, y se subió al vagón. Siguió en sujetador.

El Metro de Barcelona es suficientemente seguro para que un día laborable en horas laborables una joven pueda viajar sola en sujetador por las paradas del centro. Pero ¡caray!: es un espacio público, no el salón de su casa.

Era una turista, lo tengo claro.

Y sí, miró el móvil y luego se lo metió debajo del pantalón. Supongo que en las bragas, pero es que no me importa. Yo nunca lo haría.

Muchos turistas se comportan aquí como no lo harían en sus lugares de origen. Tal vez por eso vienen, o es una razón más.

 

 

El turismo es probablemente la principal industria de España. En Barcelona, suponiendo una estancia típica de 1 noche (2 días), calculo que recibimos cada día 100.000 visitantes de media (entiéndase turistas: extranjeros que vienen a Barcelona, por ocio o por trabajo, dispuestos a gastarse dinero aquí). A esas personas hay que alojarlas, alimentarlas, vestirlas (la parte que toca), transportarlas, cuidarlas, protegerlas, entretenerlas,... y reparar lo que rompen o gastan, limpiar lo que ensucian, gestionar sus residuos, proporcionar el agua necesaria,... Mucho más de lo que parece.

La parte positiva es que trae el dinero de fuera. Es por eso que se llama industria, porque es lo que las industrias hacen.

Ahora bien: considere un momento lo que hacen las otras industrias.

En la agricultura, el agricultor además de dejarse los cuernos consigue extraer un producto de la tierra. Ese producto lo vende y obtiene dinero.

En la ganadería, el ganadero gestiona un establo para que los animales produzcan (miel, huevos u otros animales) y lo que producen lo intercambia por dinero.

En la minería se extraen productos que tenemos y se venden. Funciona mientras queden productos que extraer, eso sí.

La pesca es parte ganadería, y parte minería. 

En la industria propiamente dicha, el esfuerzo de los trabajadores y el saber de los ingenieros consigue mejorar las materias primas y conseguir que otros paguen por el resultado.

¿Ve un patrón común aquí? 

Siempre alguien vende algo a alguien.

¿Qué se vende en la industria del turismo?

Hay quien dirá que cerveza, que noches de hotel o camisetas. O nuestra gastronomías (risas sostenidas). Pero no, no es eso.

Le daré una pista. A ver si se reconoce en esta situación:

—Chico, no pudimos ni entrar. Había una cola de gente que no veas.

Cuando uno vive en un bloque de pisos acepta compartir una parte de su vida con sus vecinos: será a los que salude por las mañanas, con los que hable del tiempo en el ascensor, con los que comparta problemas comunes y el espacio que ya considera suyo y se sienta a salvo. En menor grado comparte su vida con sus vecinos de barrio, y también de ciudad e incluso de país. Cuando está en el bar tomando un café o una cerveza le importa que estén: no entrará a un bar en el que no haya nadie, por ejemplo. Son con los que acepta compartir un día de playa, una sesión de cine, ir a misa o simplemente coincidir en el transporte público.

Cuando viene un turista, usted acepta compartir con él su espacio vital. Él también irá a la playa, se subirá a los autobuses o trenes, coincidirán en las calles e incluso en la escalera de su casa si como me ocurre a mí hay pisos turísticos. No se trae al turismo como si fuera un resort caribeño, encerrados en un espacio del que no puedan salir ni nosotros entrar, porque no vienen en busca de sol y mar: vienen en busca de sol y mar con nosotros. Quieren pasear por nuestras calles con nosotros (de hecho, no creo que les cause especial placer cuando todos los que caminan son turistas como ellos, como en los pasillos de los aeropuertos o grandes estaciones), quieren estar en nuestros restaurantes, caminar por nuestros bosques o montañas, coincidir con nosotros en las piscinas. Y, como están dispuestos a pagar por ello, usted acepta.

Lo que se vende en el turismo es nuestro espacio vital. Y no pasa nada, está bien. El visitante llega a un pueblo, y los que están en él comparten ese día: coinciden en el bar de la plaza, se saludan, lo ven, él les ve, observa dónde viven y qué hacen, se ven mutuamente comerse un bocadillo,... Y no pasa nada. El visitante no quería llegar a un pueblo abandonado, no ver a nadie, que nadie saliera de sus casas. Quería que el pueblo hiciera su vida normal. A cambio de dejarle estar allí (con ellos haciendo su vida normal), el visitante ha hecho un gasto tal vez en el bar o el restaurante, a lo mejor en el cepillo de la iglesia o en la gasolinera o en la tienda que vende productos típicos. Lo que ha costado, lo que ha comprado, no ha sido tanto. Así que está bien.

¿Y si la cosa se saliera de madre? ¿Y si vinieran tantos visitantes a la vez que los vecinos no pudieran circular en coche, las calles estuvieran atascadas permanentemente, no hubiera sitio en el bar o en la iglesia o en el dispensario o en la tienda de alimentación o en la piscina? ¿Y si fuera constante? ¿Y si la demanda de alojamiento fuera tal que ni siquiera ustedes pudieran permitirse una vivienda porque todo se destina a los mucho más rentables visitantes? ¡Ah, entonces sería un sinvivir! Habría vendido usted más de lo que debería. Como si vendiera alimentos y se encontrara que había vendido hasta los suyos propios y ahora solo tiene para comer billetes con monedas.

Pues hay sitios donde eso ocurre.

En Barcelona la presión turística ha hecho que al parque Güell sólo se pueda entrar pagando. Y a la catedral. Y al templo de la Sagrada Familia. El turismo ha expulsado a los barceloneses de muchos de los lugares de los que solían disfrutar, de los transportes que usaban (hay líneas de autobuses que se pidió a Google que no informara de ellas para que los turistas no las emplearan) y de pisos en los que antes se vivía. De bares, tiendas y paseos, que ahora son, en la práctica, tourists only. Y era de cajón que esto iba a ocurrir: desde hace muchos años el empeño del ayuntamiento de la ciudad ha sido la promoción de la misma: somos los mejores, un lugar maravilloso, tenemos joyas que usted no puede dejar de visitar, venir aquí es lo más. Incluso se consiguió que Woody Allen filmara una película que hasta tenía Barcelona en el título. Venga ferias, congresos, salones, exposiciones, lo que sea. Usted, venga. 

Y a nosotros, ¿qué nos decían mientras tanto? Que el turismo es riqueza. Que trae mucho dinero que beneficiaba a muchas personas. No dijeron que la parte del león de ese dinero iba a las compañías de transporte y a las compañías hoteleras, eso teníamos que haberlo pensado nosotros. Y tampoco nos dijeron que lo que vendíamos era nuestro espacio vital, con lo que nadie sospechó si no iba a ser que venderíamos demasiado espacio.

Dejo, para terminar, una foto que ha aparecido hoy en el diario El Mundo: un montón de turistas delante de la salamandra del parque Güell. He estado allí muchas veces, estuve mientras se pudo, y no creo que vuelva nunca: es ya otro sitio tourists only.

Barcelona, la zona cero del colapso turístico: "Desde la pandemia la gente se ha vuelto loca"
(artículo completo aquí)

Las personas que usted se cruza forman parte de su vida y lo que el turismo vende es ser parte de su vida. Con el turismo, lo que usted está vendiendo es una parte de su vida. Mejor dicho: otros están vendiendo parte de su vida de usted. Ése es el problema del turismo, porque esos otros no sienten que estén vendiendo demasiado.

 

 

Barry White - You're the first, the last, my everything 

 

 

viernes, 1 de agosto de 2025

El Angelus

 

Multiple Artists, CC0, via Wikimedia Commons    

El Angelus es un cuadro de Jean-Francois Millet, pintor francés de mediados del siglo XIX. Se titula así porque, en principio, representa a una pareja de campesinos realizando una pausa en sus actividades para rezar el Angelus.

 Me temo que a no tardar mucho nadie entenderá qué es eso del Angelus. 

El Angelus es una oración (católica) que se reza a las 12 del mediodía y que versa sobre la Encarnación. Es un diálogo entre el director del rezo, que empieza diciendo «El ángel del Señor (en latín Angelus Domini, de ahí su nombre) anunció a María», el pueblo responde «y concibió por obra del Espíritu Santo», a lo que siguen 3 avemarías, el diálogo tiene dos entradas más (con sus correspondientes avemarías), una petición de cierre y una oración final que pronuncia el director del rezo. Es una oración muy sencilla y muy tierna para quienes la rezan.

Y que al ser en una hora concreta rezan millones de creyentes todos a la vez, al mismo momento (piense en Europa Occidental). Dudo que eso ocurra en la actualidad, pero en su momento debía de ser, desde un punto de vista religioso católico, impresionante. 

Pero en el cuadro es por la tarde, no las doce del mediodía. Esto es porque mi información inicial era falsa: tradicionalmente se rezaba a las 6 de la mañana, a las 12 y a las 6 de la tarde. El inicio de la jornada, la pausa para comer y el final. El cuadro recoge, pues, el rezo de la tarde y que marca, pues, el final de las labores del día. Pero yo siempre lo he conocido rezado a las 12 y, la verdad, me cuesta creer que alguien lo rece por la tarde. Cosas de estos tiempos, me imagino.

Como chascarrillo, creo que la COPE, la cadena de radio de la Conferencia Episcopal, todavía hace una pausa a las 12 para un ángelus radiado. Pero un ángelus, también he de decirlo, completamente capado: sólo se dicen (o decían) los tres diálogos, no sé ni siquiera la oración final. 

Tal vez usted piense en los cinco rezos diarios de los musulmanes, pero no es lo mismo. Aunque, bueno, un poco sí se parece. Salvando las distancias. 

En cualquier caso, lo dicho, en unos años nadie entenderá el mensaje del cuadro. 

miércoles, 30 de julio de 2025

Consejo para madres de adolescentes

 https://www.youtube.com/watch?v=ln7Vn_WKkWU

 

 

 

Este artículo va dirigido a las madres de hijos adolescentes que se preocupen por ellos.

 

Si usted no tiene hijos o no se preocupa por ellos, este artículo no es para usted.

 

Si usted tiene hijos pero estos ya han superado su proceso formativo, este artículo no es (estrictamente) para usted.

 

Si usted tiene hijos pero estos aún no son adolescentes, este artículo no es para usted porque cuando lo sean será más que obsoleto.

 

La IA, los chatgpt o como queramos llamarlos (el nombre que les voy a dar es LLM, acrónimo en inglés de Grandes Modelos de Lenguaje) son geniales y fantásticos. Son también el futuro, tanto porque se van a quedar como porque no hay escena de ciencia ficción sin ellos. Sin embargo, en su estado actual son como los coches: tienen también una faceta peligrosa, no para los veteranos ni para los niños, sino para los que viven con la L detrás. Para ellos, los LLM tienen dos peligros.

 

El primer peligro es el del que tanto se habla: su empleo en la escuela y universidad. Los LLM los emplean para los trabajos educativos. Cree el alumno que cuando el profesor le pide un estudio sobre la batalla de Verdún y su impacto en la cultura europea lo hace porque el profesor no sabe la respuesta y que su misión es informarle; acude a su LLM y problema resuelto. Lo que no se da cuenta es de que el objeto del profesor es conseguir que el alumno investigue, (y aprenda a investigar), analice, compare, forme opiniones, aprenda a expresarlas por escrito, aprenda a razonar, a exponer ideas de forma ordenada, a contraponer argumentos, conozca palabras nuevas o hechos curiosos o interesantes, etc. Cuando el alumno emplea el LLM, esa formación la pierde. Hay pensadores que han interrogado a los LLM sobre el particular, y les han preguntado sobre qué opinan los LLM de este uso que le dan y si están notando cambios. Lo que los LLM han contado es que sus usuarios adolescentes:

  1. Tienen un léxico paupérrimo
  2. Tienen una sintaxis abominable y parecen incapaces de formular frases elaboradas
  3. Sus razonamientos son casi inexistentes
  4. Parece que no son capaces de pensamientos complejos
  5. Su conocimiento general (su cultura) está al nivel de los neandertales

 

Probablemente cualquiera que haya querido explicar algo a un hijo adolescente habrá descubierto que su capacidad de comprensión de los argumentos es patética («¿por qué no puedo ir esta noche con la Meri a la macrodiscoteca de Badalona a la que va todo el mundo? ¿Pero por qué no? ¿Pero por qué no? ¿Pero por qué no? Etc.»). A veces parecen incapaces de entender cualquier razón que se oponga a sus deseos, son como quien encuentra una pared en su camino y se empeña en atravesarla o que la pared se eche atrás, sin ser capaces de afrontarla y buscar una puerta o el punto donde termina para poder rodearla. Sí, son cosas de la edad y eso significa que con el tiempo aprenden. Los LLM pueden tener varios usos, pueden enseñar a razonar, y explicar por qué hay que atender las razones que se oponen, pero pueden hacer lo contrario: dar la razón. ¿Qué opción cree que escogerá el adolescente? El resultado es que las LLM les proporciona una manera cómoda y fácil de evitar los rigores de la enseñanza, sin ser conscientes de que son esos rigores los que enseñan.

 

Este peligro es real.

 

El segundo peligro es que los LLM son un gran amigo. Siempre están ahí, y están programados para dar la razón al usuario y para que la experiencia (la interacción con el LLM) sea gratificante para el usuario. Sororidad, creo que se llama esto. A nosotros esto no nos afecta, porque notamos cuándo nos están haciendo la pelota, pero los/las adolescentes no. Cuidado, que pueden contarle todo lo que quieran y el LLM se encarga de devolverle sentimientos positivos. ¿El peligro? Que se encierren. Que pasen cada vez más tiempo chateando con su LLM, en vez de ser adolescentes y correr la calle, ir a comerse el mundo y recibir los sopapos pertinentes.

 

Los deberes que sugiero para estas vacaciones, madre preocupada, es aprender a usar los LLM. Coja uno cualquiera de los accesibles por ahí y dedicarse a chatear. Chatee todos los días un rato. Pida cosas, pregunte, pida opiniones, cuéntele lo que ha hecho o la discusión que ha tenido con su hija adolescente, pídale consejos,… Lo que sea. El objetivo es conocer los LLM. Lo que hacen, lo que no hacen, el efecto que pueden tener. Su hija (o hijo) va a acceder a los LLM, eso no puede impedirse, así que mi consejo es que sepa (usted) qué está empleando (él o ella).

 

Es como conocer a los amigos de tus hijos, saber con quiénes se junta. Los LLM son sus nuevos amigos. En estas vacaciones, el deber de toda madre de hijos adolescentes y preocupada por estos es conocer a sus nuevos amigos.

 

 

 

Stealers wheel - Stuck in the middle with you 

domingo, 11 de mayo de 2025

Un vistazo al sistema de pensiones

https://www.youtube.com/watch?v=55YCddMBlqA 

 

 

Un tal Michael A. Arouet publicaba en la red social X el siguiente mensaje (traduzco):

«España e Italia tienen las pensiones no financiadas más grandes de Europa, en torno al 500% del PIB. Además, son los dos países con las tasas de fertilidad más bajas de Europa Occidental. 

Queridos amigos españoles e italianos, no contéis con poder vivir cómodamente durante la jubilación».

¿Porqué hacía ese comentario? Pues porque acompañaba su mensaje con el siguiente gráfico:


El gráfico muestra el dinero comprometido en pensiones como un porcentaje del PIB de cada país; en azul, los fondos que ya están ahí, el dinero que se ha ahorrado y que ahora mismo está en fondos de inversión: es decir, los fondos de los sistemas privados de pensiones. En dorado son los derechos de pensión no financiados (unfunded entitlements), es decir, los sistemas de reparto donde las pensiones actuales se pagan con las contribuciones de los trabajadores activos, sin un fondo acumulado.

En España, como era de esperar, los fondos privados son irrisorios: aquí todo el mundo cuenta con la pensión del gobierno.

Si se fijan, España está al principio de la lista. Con el sistema de pensiones actual, el número de pensionistas y próximos pensionistas y la esperanza de vida media existente en España, si se sumaran todas las pensiones que el Estado debe pagar en el futuro a quienes ya han generado derechos y se trajeran a valor presente, esa cifra sería cinco veces el PIB anual españoles 5 veces el PIB español.

¡Ah, pero en España tenemos junto con Italia las tasas de fertilidad más bajas de Europa Occidental!

La conclusión de Arouet es lógica: que no confiemos mucho en que la pensión que de verdad recibamos sea la que nos prometen. 

Y es innegable: tiene razón.

Opción a) Hay, en España, un optimismo rayano en lo patológico.

Opción b) Hay, en España, una inconsciencia generalizada, una despreocupación por el futuro que raya en la temeridad.

Opción c) Hay, en España, un nivel de ignorancia tal que hace que no sepamos que nuestro sistema es inviable y nos creamos a los que nos dicen que estemos tranquilos.

Opción d) Hay gente que está engañando al pueblo. Esta opción es compatible con todas las anteriores.

¿De verdad alguien puede aceptar que lo importante es que no gobierne la derecha? ¿Que crea que nada es más importante que si el gobernante es de derechas o de izquierdas? 




Donna Summer - Last dance

 

 

 

miércoles, 2 de abril de 2025

La evolución demógrafica explicada en 4 líneas

«A lo largo de la historia evolutiva humana, puede haber habido algunas mujeres de mente independiente que se pensaron bien las cosas y decidieron evitar el dolor y los riesgos de la maternidad. Esas mujeres no son nuestras antepasadas.

También puede haber habido familias que decidieron acabar con las reglas y costumbres que fomentaban la crianza de los hijos. Nuestros antepasados no pertenecían a familias como ésas.

Nuestros antepasados formaban parte de familias que creían en la importancia de los niños y trabajaban duro para producir la siguiente generación».

 

La cita es de "A Story of Us: A New Look at Human Evolution" (2021) de Lesley Newson y Peter J. Richerson, un matrimonio de la Universidad de California que se dedica a la investigación en evolución humana y antropología evolucionista. 

Su tesis es que los humanos no triunfan por ser los más fuertes, sino los mejores colaboradores en la tarea interminable de criar a la siguiente generación.

Y no les falta razón.

lunes, 31 de marzo de 2025

El cambio de hora

 
 
 
Dos veces al año, la misma historia. El cambio de hora. Que si patatín, que si patatán. A mí me gusta, el cambio de hora; pero yo soy raro. Por lo visto, a todo el mundo le sienta mal, y los periódicos se llenan de informes sobre enfermedades y dolencias asociadas al cambio de hora. Yo no entiendo qué les pasa, cómo es que son tan sensibles, pero... Claro, a fin de cuentas esto es un invento de Franco, y no hace falta decir más.

Por supuesto, no es un invento de Franco, y se aplica en muchos países. Antes, en España, el cambio de invierno se hacía el último domingo de septiembre, no de octubre, pero desde que entramos en la CEE cambiamos en octubre. Sí, con Franco había 6 meses de horario de verano y 6 de invierno, pero desde que somos europeos tenemos 7 meses de horario de verano y 5 de invierno. Como toda Europa, por lo demás, con excepción de Islandia, Rusia y Bielorrusia. Lo de los rusos es comprensible, porque son rusos, pero ¿por qué no en Islandia?

Pues porque el cambio de hora persigue adaptar nuestro reloj al sol, a la hora de amanecer: que se parezca un poco a cuando nos levantamos. Pero, claro, si en Islandia, en verano el sol se pone apenas una hora, y en ese tiempo hay crepúsculo y amanecer, nunca hay oscuridad: ¿qué sentido tiene buscar más luz? Por el contrario, en invierno casi no hay sol. ¿Qué más da que amanezca de noche o de noche?

Por la misma razón, no hay cambio horario en los países cercanos al ecuador, ya que en ellos no hay diferencia solar entre verano e invierno. Y tampoco tiene sentido en los países subdesarrollados, en los que no es el reloj el que mide el paso del tiempo.

Pero estamos en España, y aquí sí hay diferencia entre invierno y verano.

Para aclarar lo que sigue, voy a dar unos horarios centrados en Madrid, que por algo está en el centro. Luego está la variación por la latitud y la longitud; por dar un orden de la diferencia, en La Coruña el sol sale 42 minutos más tarde que en Barcelona. Y de norte a sur influye además si es verano o invierno: en Oviedo y en Cádiz amanece a la vez cuando el equinoccio de marzo, pero en el solsticio de verano en Oviedo amanece ¡52 minutos antes!

Una cuestión más es que el amanecer no es un momento exacto. Se puede hablar del amanecer astronómico, que se produce cuando el Sol está entre 12 y 18 grados por debajo del horizonte: aún no ha salido, pero ya se empieza a apreciar la claridad. Eso sí, aún se ven todas las estrellas. Otro amanecer es el náutico, con el Sol entre 6 y 12 grados por debajo del horizonte. Es de interés para los marinos, porque el horizonte se ve claramente pero las estrellas más brillantes también, por lo que los marinos podían calcular su posición con un sexante. Y también está el amanecer civil: el Sol por debajo del horizonte pero no más de 6 grados. Con el amanecer civil hay claridad más que suficiente para realizar cualquier actividad normal y ya no se ven las estrellas, sólo falta que salga el Sol. El momento en el que sale el Sol es, obviamente, el momento de la salida del Sol, que se define por sí solo. Pero, por si acaso: es el momento en el que el punto superior del disco solar aparece por el horizonte.

Por la noche, la puesta del Sol es el momento en el que el extremo superior del disco solar desaparece por el horizonte.

Pues bien, en Madrid la salida del Sol fue, el 21 de marzo, a las 7:17; el 21 de junio, a las 6:46; el 21 de septiembre, a las 8:02 y el 21 de diciembre, a las 8:34. Pero, claro, hay un cambio de hora. Si no se cambiara la hora, con el horario de verano las salidas del sol serían, respectivamente, 8:17, 6:46, 8:02 y 9:34. Estamos diciendo que en invierno el sol saldría pasadas las 9:30, sí. Y si el horario fuera el de invierno, la salida del sol sería a las 7:17, 5:46, 7:02 y 8:34. En verano amanecería realmente pronto.

En cuanto a la puesta del sol, con los horarios ajustados son, esos 4 días, a las 19:27, 21:47, 20:28 y 17:58. Si se siguiera el horario de verano, serían 20:27, 21:47, 20:28 y 18:58 respectivamente. En diciembre el Sol se pondría casi a las 7 de la tarde. Con el horario de invierno, el sol se pondría a las 19:27, 20:47, 19:28 y 17:58. En verano se pondría a las 9 menos cuarto, a mí no me parece tan mal; hay que tener en cuenta que el anochecer civil ocurriría a las 21:22, hasta ese momento tendríamos la luz normal del día y sería entonces cuando empezaría a mitigarse la claridad.

En definitiva, el día es 6 horas más largo en San Juan que en Navidad.

Pues bien, todos los años se escuchan las mismas monsergas contra el cambio de hora. ¿Y si no se cambiase la hora? ¿Qué horario preferiría usted, el de verano o el de invierno? 

A mí no me molesta que se cambie la hora; de hecho, me parece mejor que mantener el mismo horario todo el año. Pero, si se decidiese que debía haber un único horario, preferiría el de invierno. 

Un problema adicional con un horario único lo tenemos en que vamos "con Europa" cuando no nos correspondería, sería mejor ir con Portugal y el Reino Unido. En Budapest el Sol sale el 21 de junio a las 4:45 (con el horario de invierno hay que quitar una hora), y se pone el 21 de diciembre a las 4 de la tarde (con el horario de verano sería a las 5). No creo que los húngaros quieran que amanezca antes de las 4 de la mañana, así que creo que Europa preferiría pasarse al horario de verano. Que en verano suena muy bien, pero con ese horario, en La Coruña amanecería en diciembre a las 10 de la mañana. ¿No, verdad?

 

 

Ocean - Put your hand in the hand

martes, 25 de marzo de 2025

Los billetes de euro (y II)

¿Hizo la lista de la entrada anterior?

A ver en cuántos coincidimos.

 

 

El billete de 5 euros es para...

 


Dante Alighieri, Italia.

 

El billete de 10 euros es para...

 


Fernando de Magallanes, Portugal.

 

El billete de 20 euros es para...

 


Miguel de Cervantes, España.

 

El billete de 50 euros es para...

 


Rembrandt, Holanda (Rembrandt se llamaba en realidad Rembrandt Harmenszoon van Rijn pero su apellido no ha pasado a la Historia).

 

El billete de 100 euros es para...

 


Antoine Lavoisier, Francia.

 

El billete de 200 euros es para...


 

Wolfang Amadeus Mozart, Austria.

 

Y el billete de 500 euros es para...


 

Ludwig van Beethoven, Alemania.

 

 

Felicidades a los ganadores.

 

Por cierto, si hubiera incluido en la lista a Grecia, éste habría sido su representante:

 



Sócrates. 

 

 

 

Nota final: sí, como representante de Francia podría haber elegido a Moliére, a Montesquieu, a Rousseau,... Pero quería un científico. Y Lavoisier es de los más grandes.

lunes, 24 de marzo de 2025

Los billetes de euro (I)

Once fueron los países de la primera tanda que adoptó el euro: Alemania, Austria, España, Francia, Finlandia, Irlanda, Italia, Portugal y el BENELUX. Esto ocurrió en 1999, que fue cuando apareció el euro (como moneda ficticia, aún no física). Antes de la aparición física en el 2002 se unió Grecia, en el 2001, pero no es un país fundador. Y con posterioridad se han unido Eslovenia, Eslovaquia, Malta, Chipre, Croacia, Estonia, Letonia y Lituania. Sí, ya sé que ha bajado el nivel y que quizá los socios fundadores no tenían en mente a esos países cuando pensaban en nuevos socios, pero hoy no quiero discutir.

Hoy traigo una pregunta: si en vez de los insípidos puentes que ilustran los billetes se hubieran empleado rostros de europeos ilustres (como se acostumbraba a hacer en España), ¿qué europeos serían? 

Éstas serían las reglas:

En primer lugar, hay 7 billetes: de 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500. El de 500 ya no se hace, pero sigue siendo de curso legal y además se hizo.

En segundo lugar, el criterio de selección es que han de ser europeos que hayan hecho una importante contribución a aquello que llamamos civilización occidental (la nuestra). Y, además, que no generen rechazo: eso descarta a grandes guerreros de un país (que normalmente es a costa de otro país europeo), políticos y líderes religiosos (unos rechazarian a Lutero, otros a San Ignacio de Loyola). 

Un criterio adicional es que los nosotros han de ser de originales de los países fundadores; todo lo más, Grecia podría tener alguna opción, pero los otros llegaron cuando se habían definido ya los billetes, se siente. 

Y sólo un representante por país. Un país no puede tener dos representantes.

En la medida de lo posible, el representante ha de tener un rostro (real o atribuido) reconocible por la mayoría de los europeos cultos.

Dado que tenemos europeos de sobra, estas condiciones no son nada restrictivas. 

Piense el lector a quiénes habría incluido. Yo, mañana, diré mi selección.

Como criterio adicional, la asignación de valores la haré por antigüedad: el que tenga una fecha de nacimiento anterior a otro tendrá un billete de inferior valor.

 

jueves, 20 de marzo de 2025

Sufragio universal

https://www.youtube.com/watch?v=kd5dcirhjoQ

 

 

Leo una entrevista en prensa a un economista, y no he podido menos que recordar el relato de Isaac Asimov "Sufragio universal", escrito en 1955. Sorprendente además que la acción transcurre en 2008 (en 1955 eso estaba muuuuy lejos), y diría que en 2028 sí podría ser. Que no será, pero desde un punto de vista técnico sí podría ser.

El relato imaginaba que en 2008 (y antes, pero la acción pasa ese año) las elecciones presidenciales de los EE.UU. no se hacen como siempre, votando muchos millones de estadounidenses, sino que las supercomputadoras (en los relatos de Asimov es siempre MULTIVAC, un supercomputador central con datos de todo y todos; en 1955 creo que le parecería demasiado fantasioso que todo el mundo tuviera varias en su casa y una en el bolsillo) elegían a un ciudadano típico, y era ese ciudadano el que elegía al presidente. MULTIVAC sabía los gustos, las preferencias, los deseos y los intereses de todos, y establecía quién era el ciudadano más promedio posible; este ciudadano era el día de las elecciones sometido a un intenso interrogatorio, y de ahí salía el designado. La idea base es que la elección del ciudadano seleccionado sería a la postre la misma que si hubieran votado todos los votantes. 

¿Por qué digo que en 2028 podría ser? Internet ya lo sabe casi todo de nosotros, y cuando la IA entre de verdad, el conocimiento de la psique humana que tendrán las máquinas (todas las máquinas del mundo, conectadas, es lo mismo que un MULTIVAC, o en cualquier caso los servidores de Silicon Valley dan el pego) será tremendo. 

¿Y por qué me he acordado de este relato al leer la entrevista? Por respuestas como ésta:

«La idea central de [su libro] El mito del votante racional es que cuando tus errores tienen consecuencias directas sobre ti mismo, tiendes a ser más racional. No perfectamente racional, pero sí más cuidadoso. Si gastas tu propio dinero y tomas malas decisiones, tú sufres las pérdidas. Esto aumenta la probabilidad de que actúes racionalmente. Por el contrario, cuando las decisiones no tienen consecuencias personales directas, la racionalidad disminuye de forma drástica. Lo vemos en política: la gente muestra su peor versión, actuando de forma dogmática, irracional e injusta. Ocurre porque el voto individual apenas tiene consecuencias prácticas. Si votas por políticas nefastas, las consecuencias para ti son iguales que si hubieras votado racionalmente, porque eres solo una persona entre millones. Imagina que vas al supermercado y llenas tu carro con productos que no te gustan. Al salir, lamentarás haber gastado tu dinero así. Pero el sistema democrático parece diseñado precisamente para animar a la gente a defender ideas extremas o absurdas con consecuencias mínimas».

El votante actual (al menos en España, en Iowa no sé) vota sin pensar. No sabe qué vota. No conoce el programa electoral, no cree siquiera que tengan intención de cumplirlo, no conoce siquiera a los que se presentan (¿alguien puede decir los nombres de los que se presentaban por el partido que votó al Congreso por su provincia?),... Por lo general, en nuestra piel de toro se vota a la contra: al partido que más detesta el candidato al que más detestamos. Los que ése no quieren que gane, esos son los nuestros. ¿Es racional esto? Claro que no.

Además, visto cómo votamos, a veces pienso que daría lo mismo que las computadoras eligieran una persona al azar y que esa persona fuera la que votara por todos. 

Por cierto: el relato de Asimov lo pueden leer en este enlace: https://lecturia.org/cuentos-y-relatos/isaac-asimov-democracia-electronica/16953/ 

 

Little big town - Tornado 

jueves, 13 de marzo de 2025

Barcelonesas

 https://www.youtube.com/watch?v=8V1bQXBugDo

 



 

Es un cartel publicado por el Ayuntamiento de Barcelona. 

Supongo que el cartel lo que quiere es difundir un espíritu integrador: todos somos barcelonesas, hablemos el idioma que hablemos. Y, para que todo el mundo se sienta integrado, el mensaje se escribe en su idioma. En 6 de ellos, en realidad: supongo que los que los autores del cartel y sus encargantes (los jerarcas del Ayuntamiento, socialistas) consideran más relevantes. Pues eso: tan barcelonesa como la barcelonesa catalanoparlante es la barcelonesa que habla en inglés, la que creo que habla en ruso y algunas otras que no sé de dónde son.

En letra muy pequeña, debajo de todo, se indica (en catalán) que el 21 de marzo es el día internacional contra el racismo. Este mensaje no está en todos los idiomas, no: sólo en catalán. Supongo que es a quienes entienden los autores y jerarcas que hay que concienciar de que es un día contra el racismo.

Por descontado, huelga decirlo, el que hable español no tiene que considerarse barcelonés y no hay que considerar barcelonés a quien habla español. 

Y si alguien cree que estoy hilando muy fino, he de recordar que fueron políticos catalanes que ejercían en Cataluña los que protestaban contra mensajes subliminales que creían que se transmitían de tapadillo; por ejemplo, que las mascarillas contra el covid que se dieron a Cataluña en aquella famosa primera entrega fueran "aproximadamente 1.714.000". Y clamaban, los políticos catalanes, que «en política, nada es por casualidad». Esa regla se les ha de aplicar sobre todo a ellos, así que hemos de entender que en ese cartel nada es por casualidad, ellos mismos lo dicen. 

Es triste decirlo, pero que sepa quien quiera venir a vivir a Cataluña cómo son las cosas por aquí. Y sí, hay gente muy simpática y encantadora, que te dirá que todo esto son tonterías de los políticos y que no hay que hacerles caso, que no nos lo tomemos a la tremenda. Aquí todo es así y la marginación y el esfuerzo por hacerte sentir "de fuera" es constante, pero no nos lo tomemos a la tremenda.

 

 

 

Gabinete Caligari - Al calor del amor en un bar