martes, 30 de noviembre de 2021

Empecinados con el catalán

Sé que el tema es cansino, pero es que si no, reviento.

El otro día, y a propósito de la sentencia sobre la inmersión lingüística, una voz (entiendo que autorizada) declaró en un programa de TVen3, la cadena del gobierno catalán, que hay que llevar la inmersión más allá y practicarla incluso con los padres y las familias.

Imagine que es usted padre y que no habla catalán. Si quiere comprar un coche o unas cortinas, no se preocupe: el vendedor cambiará en el instante en que perciba que usted prefiere hablar en español. Si tiene tratos con la administración, los tratos verbales los podrá tener en español sin problemas. Por escrito olvídese, que o no disponen impresos en castellano o se les han acabado o simplemente no se ha traducido. Salvo en el departamento de ingresos, claro que sí, que ahí los tienen en el idioma que haga falta. Si está en tratos con el sistema sanitario y no es privado sino público, no sabría que decirle; si insiste, seguramente le hablarán en español. Es triste que cuando uno acude con un fuerte dolor abdominal o un esguince de tobillo tenga que pedirle a la médico o a la enfermera que por favor le hable en su idioma, pero es probable que le pase.

Y luego está la escuela. La escuela es un lugar diferente a todos, porque allí usted no pide algo para usted, sino para su hijo. Y, como no puede coger a su hijo y llevárselo a otro sitio (no en ese momento), no tiene elección. Ha de tragar con lo que le echen, y andarse con ojo no vaya a molestar al profesor y éste decida pagarlo con su hijo. No, ha de ser un buen padre y esperar que pase todo cuanto antes.

Pues bien, lo que la voz autorizada ha declarado es que los maestros han de hablar siempre en catalán a los padres. Aunque éstos no lo entiendan; que, si no lo entienden, en el pecado tienen la penitencia. Yo no sé en qué piensa esta señora. ¿Para qué quiere tener una reunión con los padres? ¿Para exhibir su catalán? ¿Para saber si los padres son de los suyos o el enemigo? ¿O quizá es que quiere tratar algún tema con ellos? Esto último no debe de ser, porque si lo fuera la señora hablaría en el idioma que tanto ellos como ella tienen en común y que ¡caramba, qué coinsidensia! es la lengua oficial de este país.

Claro que no todos los maestros son así. Los hay que cambian al castellano, claro que sí. Pero mire, el colectivo de maestros y profesores es, de largo, el que cuentan con más porcentaje de independentistas en sus filas; si todos fueramos maestros, Cataluña ya se habría salido de España, de Europa y de la Tierra. A lo largo del ciclo escolar su hijo tendrá no menos de 30 maestros y profesores, así que al menos le van a tocar diez o doce talibanes. Y si tiene 14 tutores, cuente que cinco de ellos serán de los que no le hablarán en castellano. Y a usted más le conviene aguantarse y asentir con la cabeza, que no queremos que lo pague su hijo.

Tendrían que avisar de estas cosas, a los que estén pensando en establecerse aquí. A los jueces y médicos que tal vez escojan un destino en Cataluña. Han de advertirles antes de que lleguen, porque luego cuesta más y la oportunidad de echar raíces en otra parte se les habrá pasado.

Es cierto que esa voz autorizada por TVen3 no es Cataluña. Es cierto que los fanáticos hiperventilados del colectivo de enseñantes no son Cataluña. Pero también es cierto que es muy probable topar con alguno. Y que si se entra en el sistema educativo catalán se va a topar con más de uno. Y, sobre todo, lo más cierto es que estos fanáticos han sido creados y promovidos por el gobierno catalán y su brazo ejecutor TV3. Y también es cierto, y hay años de experiencia suficiente para demostrarlo, que nada cambia si en el gobierno está el PSC-PSOE o la ultraizquierda. Así que a veces uno piensa que si la única manera de que un pueblo bote a sus gobernantes es que le vaya tan mal a ese pueblo que se harte y les bote, entonces quizá lo mejor es que ese mal llegue cuanto antes para botarles cuanto antes. Vamos, que uno llega a pensar que lo mejor es que las cosas nos vayan muy mal para conseguir que la gente reaccione. Por nuestro bien.


domingo, 28 de noviembre de 2021

Dictadura y cesión de derechos

https://www.youtube.com/watch?v=00ezoTnw1HM 

 

 

Recientemente el Tribunal Supremo ha cerrado el recorrido judicial de la inmersión lingüística en Cataluña: al menos el 25% de las clases deben ser en español. Fin de la historia. El gobierno catalán se ha peleado como gato panza arriba, pero ya está. Y, sin embargo,...

Sin embargo, le ha faltado tiempo para anunciar que no piensa cumplir. Que no va a aplicar lo que han dictaminado los jueces primero, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña después y el Tribunal Supremo en última instancia.

Éste es un asunto peliagudo, en el sentido de que no es un tema baladí sino que a los ciudadanos nos afecta en lo más fundamental que tenemos: no estamos hablando de un nuevo impuesto sobre la gasolina. Estamos hablando sobre la educación de nuestros hijos. Lo que el gobierno catalán impone es que nuestros hijos sean escolarizados en catalán y sólo en catalán. No importa cuál es el idioma suyo y de sus hijos, o lo que usted quiera. El gobierno catalán quiere que sus hijos hablen en catalán y sólo en catalán; en castellano, como mucho, en la intimidad y sin que ellos se enteren, y la intimidad es donde puedan quitarse el velo. Ni en los patios de recreo, con sus amiguitos, les van a tolerar que no hablen en catalán. Hay que vivir en Cataluña y tener hijos en el circuito escolar para entender lo que digo.

Hay un detalle menor, y recalco que es menor, pero que coyunturalmente tiene una importancia decisiva: los maestros y profesores del circuito educativo catalán. Hace décadas aún quedaban profesores digamos buenos, editoriales honestas, libros correctos. Pero la cosa ha ido evolucionando y las escuelas son cada vez más madrasas y menos centros de enseñanza. Si la Historia de España se enseñara la misma aquí y en Canarias o Salamanca la situación sería una, pero no lo es: aquí se enseña una contrahistoria, una Historia falsa de Cataluña y una España a la que no pertenece Cataluña y que la ha invadido y domina. Y, claro, uno no quiere que a sus hijos les enseñen así las cosas, y la única manera que tienen los padres de luchar contra esto es luchar contra el catalán.

Volvamos al tema de las sentencias. Una de las cosas que más me llama la atención es la lucha hasta el final del gobierno catalán. Ha empleado todos los medios necesarios, durante todos los años que ha podido (y que ha intentado que sean los más posibles, pues durante el proceso ellos estaban en la posición victoriosa), con todos los subterfugios posibles para dilatar lo más posible el proceso. ¿Por qué esa resistencia de la parte ejecutiva de la Administración a hacer caso a la parte judicial de esa misma Administración, y que en definitiva lo que hace es explicar a la parte ejecutiva lo que había decidido la parte legislativa al crear las leyes? La respuesta es obvia: porque las personas que estaban en la parte ejecutiva consideran que ellos están por encima de la parte judicial y de la parte legislativa. Esto es, que no hay nadie por encima o al mismo nivel que ellos. Algo que, por cierto, dejaron por escrito en los sucesos del 6 y 7 de septiembre de 2017 al promulgar una ley que les ponía a ellos por encima de todo.

Pues bien, al anunciar a bombo y platillo que no van a cumplir las sentencias y decir a las escuelas que tranquilos, que no cumplan las sentencias que el gobierno catalán asumirá toda la responsabilidad (¡ja!: como si ordenar a alguien que mate a otro tipo eximiera de responsabilidad al sicario por el asesinato), lo que están diciendo es eso mismo: que ellos están por encima de las leyes y los jueces. Que ellos pueden hacer lo que quieran. Y, repito, no sobre nuevos impuestos a la gasolina, sino sobre en qué idioma han de hablar nuestros hijos (en este caso preciso; luego le vendrá el turno a usted).

A propósito sobre el inciso de que luego le vendrá el turno a usted, cada vez más la Administración catalana impone el catalán y elimina el castellano: por ejemplo, es imposible sacarse el pasaporte covid en español, todo el proceso es sólo en catalán. Las webs, todo. Los exámenes de Selectividad son en catalán: el alumno tiene derecho a, reduciendo su tiempo efectivo de examen porque es algo que ha de hacer después de entregar los exámenes en catalán, recibir las preguntas en español: pero a cambio se anota el hecho, con nombres y apellidos del díscolo, y se registra. Obviamente ningún alumno quiere jugarse el acceso a la universidad y traga, con lo que hay poquísimas peticiones de traducción y ése es el argumento que usa el gobierno catalán para no dar los exámenes en castellano: que casi nadie los pide. De nuevo, los tribunales han sentenciado que eso no puede ser y que han de dar los exámenes correctamente y por supuesto no registrar quién es  díscolo, pero de nuevo esto es Cataluña y el gobierno catalán hace lo que quiere. Cada vez más hay hiperventilados que exigen que entre particulares se emplee el catalán, y lo que hace el gobierno catalán es darle la razón a los hiperventilados obligando a los particulares a hablar en catalán si el otro lo pide: esto implica que los carteles de las tiendas han de estar en catalán (no entremos ahora que en la práctica se traduce en que no pueden estar en español, sí en cualquier otro idioma), que ha de haber dependientes en la tienda que sean capaces de atender en catalán (salvo que el de la tienda no sea hispanoparlante: por ejemplo, si es chino no está obligado a que atienda en catalán, basta que lo haga en español que es suficiente para entenderle), etc. etc. También obliga la Administración catalana a que cualquier empresa se dirija a ellos en catalán. Proyectos, ofertas, concursos, informes, todo ha de ser en catalán.  Así que al tiempo: si no se les paran los pies, claro que vendrán a por usted.

Para más inri: en Cataluña tenemos un Defensor del Pueblo. Un ombudsman que debe velar por los derechos de los ciudadanos frente al abuso de poder de la Administración Pública. Y ¿qué hace nuestro ombudsman? Pues lo que ha hecho siempre: ponerse de parte de la Administración Pública. En este caso concreto: exacto, clamar para que no se cumplan las sentencias.

Hay, eso sí, un Poder Ejecutivo que está por encima del Poder Ejecutivo catalán: el español. ¿Hará entrar en razón al catalán? ¡Quiá! ¡Si precisamente el gobernante español, Sánchez, lo es gracias al apoyo del catalán! Dada la catadura moral de Sánchez, podemos estar seguros de que el gobierno central va a mirar hacia otro lado: en Cataluña, el gobierno catalán puede hacer lo que quiera.

Y como "lo que quiera", en Cataluña, hemos podido comprobar que significa no hacer caso de leyes ni de tribunales, la cosa está clara: vivimos AL DICTADO de lo que diga el gobierno catalán. Esto es una dictadura. Y lo es desde hace muchos años. Muchísimos. Desde que Pujol entró por la puerta, concretamente, y decidió que él era la Administración Pública, primero, y Cataluña después.

Porque lo que está sucediendo no es que cedemos al gobierno catalán nuestro derecho a elegir en qué idioma se educan nuestros hijos, sino que estamos cediendo al gobierno catalán el poder que tenemos para controlar los abusos que cometen sobre nosotros, al tolerar/admitir que ellos estén por encima de cualquier tipo de poder sobre ellos.

¿Lo peor de todo? Que esto no es obra de un iluminado. Esto es obra de una casta política: da igual los nombres, los quiénes e incluso los cuándos: todos, fueran quienes fueran y gobernaran cuando actuaran, se han comportado así. ¿Y por qué pienso que es lo peor de todo? Pues porque, no nos engañemos, los gobernantes acceden al poder gracias a los votos. Y aunque la provincia de Barcelona debería tener, si se cumpliera lo de un hombre un voto, 100 diputados de los 135 en vez de los 85 que tiene (o lo que es lo mismo, las demás provincias aportaran sólo 35 en vez de los 50 que aportan), la cosa es la misma, tan tontos somos los de Barcelona como los de Mollerusa, y si alguien lo duda ahí está Colau para demostrarlo (y no hace falta centrarse en Colau: lo cierto es que jamás ha tenido Barcelona un alcalde que no fuera nacionalista, que el PSC lo es aunque lo nieguen porque son sus actos los que lo definen, no sus palabras). Así que o bien los catalanes son tan tontos como para no darse cuenta de que dan poderes de dictador a sus gobernantes, o no les importa (e incluso les parece bien). Y ambas alternativas son malas, malísimas. Desde luego, si alguna vez cambia el color del gobierno autonómico no será porque vayan demasiado lejos en temas de derechos, dicho de otra manera: porque abusen demasiado de su poder.

En Cataluña nuestros gobernantes tienen poderes dictatoriales porque a la mayoría de los catalanes les gusta que los tengan y ceden dichosos sus derechos. Ésa es la realidad. Y no la veré cambiar.

Aquí lo importante es lo que dice el vídeo: cállate y baila conmigo.



Walk the moon - Shut up and dance

sábado, 27 de noviembre de 2021

El árbol de los Mancholas

https://www.youtube.com/watch?v=-eqJAAi1kE8 

 

 

Cierto verano, cuando yo era pequeño, pasamos unos días en un chalet en Vilafortuny. Hace muchos años de aquello, sé cuántos y son muchos. El chalet de enfrente era de los Mancholas, que tenían hijos de nuestra edad; y es posible que nuestros padres o madres se conocieran, pues en aquellos años la Costa Dorada era territorio zaragozano y se notaba.

Aquellos chalets eran relativamente nuevos, no debían tener muchos años. Era una época en la que en la costa se empezaba a construir, el suelo debía ser baratísimo, y las perras que se ganaban algunos las invertían en un chalecito. El de los Mancholas era de su propiedad. ¿Cómo lo sé? Por un detalle que lleva persiguiéndome los muchísimos años transcurridos: el árbol que tenían en el jardincito.

Aquel árbol, me contaron los hijos, lo había plantado su padre. Para que creciera y le diera sombra cuando se sentara a su vera.

Hace muchos años ya que sé que yo moriré sin conseguirlo. Nunca tendré un chalecito, un jardincito rodeándolo, un árbol que habré plantado y que me dará sombra. Nunca veré un árbol crecer y del que pueda decir "este árbol lo planté yo cuando llegué".

En aquellos años veraneábamos en sitios diferentes, unos días en unos, otros en otros, ora en la playa, ora en la montaña o en el campo, a veces eran unos días en un hotelito, otros en una casa que nos conseguían o nos prestaban algún familiar o conocido o qué sé yo. Algunos veranos esos periodos eran largos, otros eran cortos, supongo que mis padres harían lo que pudieran; yo era pequeño entonces y no captaba todos los matices, pero sí recuerdo que en esos años mi padre tenía 4 trabajos y no creo que fuera por vicio. Por cierto, el verano en Vilafortuny fue, creo, el año anterior a esta entrada. Puedo estar equivocado, pero yo diría que mi método para fechar es, mientras tenga recuerdos (y por eso escribo), infalibles: las bicicletas. Su ausencia o su presencia. Pero volvamos a los Mancholas.

Cuando yo era pequeño, mis padres no tenían chalet (ni entonces ni nunca, la verdad), pero se las apañaron para conseguir que pasáramos unos días al año en alguno. Y para mí, mocoso que levantaba dos palmos del suelo, el chalet era lo más. El epítome de la riqueza. Aunque fuera un chalet de 50 m² en una parcela de 250 m². Un chalet es una casa donde la puerta siempre está abierta y los niños entran y salen sin problemas. Verano, sin colegio, la banda de hermanos y la banda de niños que hubiera por allí... Un chalet suponía, en realidad, la libertad absoluta, recuerden la entrada en la que corrí por mi vida y que les referencié más arriba. Mi sueño era tener chalet. Pero cuando los Mancholas me contaron la historia del árbol de su padre, lo tuve clarísimo: eso era lo que yo más querría. Y así pasaron los años.

Con los años conocí chalets con amplios jardines. Jardines de más de una hectárea, aunque con ese tamaño ya no se suele llamar jardín. Conocí jardines muy elaborados, jardines en los que se construían arroyuelos, puentecitos, lugares apartados, cenadores ocultos, zonas asilvestradas,... de todo. Y mis deseos evolucionaron, y deseé tener un amplio jardín en el que yo también pudiera introducir arroyuelos y puentecitos. No, en realidad lo que yo quería era crear una charca y que en la charca apareciera la fauna que estudiaba en el colegio que aparecía en las charcas: pececillos y ranas, patos, conejos y zorros... Pero siempre con un árbol señero. Un árbol que habría plantado yo y que vería crecer.

Los años que pasaron se convirtieron en muchos años. El jardín japonés con el que soñaba fue perdiendo interés, aunque permanecía como el ideal  de lo que tendría si pudiera tenerlo. El árbol, en cambio, permaneció. Me he convertido en un señor mayor, y aún sigo pensando en el árbol. Pienso si me daría tiempo a verlo crecer, o si serían mis descendientes los que lo vieran hacerse fuerte y les dijeran a sus hijos "mi padre (o mi abuelo) plantó este árbol...". De hecho, lo he pensado muchísimas veces, a lo largo de muchos años. Si valdría la pena, si me daría tiempo, si cuando por fin el árbol fuera una hermosura yo ya sería demasiado mayor para disfrutarlo. Pensaba cómo viviría aquellos años, con la premura y la tensión por las ganas de que creciera cuanto antes, que me diera tiempo. Por durar yo lo suficiente.

He pensado mucho sobre el tipo de árbol que querría. Un año veraneamos en un chalet que tenía una higuera enorme junto a la puerta de la cocina, y les garantizo que es una delicia desayunar y comer bajo su sombra. Una higuera es fabulosa, aunque no sé si crecería con la suficiente velocidad. Un olivo ya les digo yo que no: además, el entorno se llenaría de huesos de oliva, y el suelo sería incomodísimo. El sauce llorón está, en mi imaginario creado en la infancia, en el primer lugar de los árboles que dan fresca sombra, y el jardín que tenía uno inevitablemente pasaba a ser el jardín de un rico. Pero lo más curioso es que en realidad a mí me daba igual: yo quería el mismo árbol que había plantado el señor Mancholas. Se me quedó tan grabada su imagen, que no he podido desear otro.

Nadie sabe lo del árbol. Nunca lo he contado, nunca he hablado del tema. Simplemente, es. Y toda mi vida he pensado que no tenía un chalet con árbol, y que no lo iba a tener. Me temo que el sueldo de un ingeniero honrado no da para más sin ayuda adicional, en la época que me ha tocado vivir. Así que cuando echo la vista atrás veo que me he ganado la vida dignamente, sí, pero no he sido un triunfador. No tengo un árbol como el de los Mancholas. ¿Me ha afectado? La verdad es que no. Pobre entré y pobre saldré, y no me importa. Tener un árbol como el señor Mancholas ha sido, es y será el ideal de cómo me gustaría que fuera mi vida, pero no he valorado mi felicidad en función de si he obtenido o no aquello que quería. Casi diría que al contrario, pues no tener lo que era consciente de que no tenía me enseñó a apreciar lo que sí tenía y a ser feliz con ello.

Como dice la hermosísima canción que les he enlazado en la cabecera, si las cosas que uno quiere se pudieran alcanzar...



Silvia Pérez Cruz y Cástor Pérez - Veinte años

miércoles, 24 de noviembre de 2021

Os Lusíadas

https://www.youtube.com/watch?v=dlYPGjXy_LA 

 

 

Hipérbaton es una palabra curiosa, y también representa algo curioso.

Primero, la palabra: es esdrújula, y se acentúa. Hi-pér-baton. Uno podría pensar que es aguda, por aquello de acabar en -batón, pero no. Y, sin embargo, la palabra en plural ¡es llana! Y por lo tanto no se acentúa: hiperba-tó-nes. El plural se acentúa con la tendencia que le daríamos en singular, y en singular no se acentúa como podría deducirse de su acentuación en plural y parece natural. Un lío, al menos para mí.

Lo segundo, que el hipérbaton designa un empleo curioso del leguaje: el cambio en el orden habitual de las palabras: de madera la cuna

Todo esto viene a cuento de que estoy leyendo Los Lusiadas, de Camoens. En verso, por descontado. La obra es la epopeya de los portugueses y de su establecimiento del camino a la India. En los primeros cantos (aún no he terminado el libro) vemos a Vasco de Gama sorteando las trampas que le tienden los musulmanes en el lado oriental de África, que dominaban cuando él llegó para explorarlo. En un momento dado llega a un sitio donde le acogen bien y le piden, en la mejor tradición de las epopeyas, que cuente quién es, qué le ha pasado de interesante en el viaje hasta allí, que cuente de su tierra, lo normal cuando acoges a alguien de lejos. 

Fijos estaban todos aguardando
lo que el sublime Gama contaría,
cuando él, después de estar un poco pensando,
alzando la cabeza así decía:
- Mándasme ¡oh Rey! que vaya relatando
de mi gente la audaz genealogía;
no me mandas contar extraña historia
mas de lo míos alabar la gloria.
De alabar gloria de otros el empleo
cosa es que se acostumbra y se desea,
mas la alabanza de los propios veo
que se tendrá por sospechosa y fea
y para referirte, creo
que cualquier largo tiempo corto sea;
mas todo, pues lo mandas, se te debe,
iré contra lo usado y seré breve.

¿Breve? Las narices. El tío se explaya que da gusto. Y en un momento dado (canto III, estrofa 111), para  explicar una batalla frente a los moros en la que el ejército moro es muy superior, dice:

 Como el membrudo bárbaro gigante,
del rey Saúl con causa tan temido,
viendo al pastor inerme de él delante
de esfuerzo y piedras solo apercibido,
con palabra soberbia y arrogante
desprecia al flaco mozo no vestido,
que de la honda al son lo desengaña
de que más puede fe que fuerza y maña:

Sí, al principio la obra cuesta un poco leerla: en el principio son constantes las referencias a la mitología ("Que si el facundo Ulises escapara de caer en la Ogigia eterno esclavo y si Antenor los senos penetrara ilirios y en la fuente de Timavo"), pero se capta la idea, y en cuanto a los hiperbatones uno se va acostumbrando a deshacerlos automáticamente. En ese sentido, resulta refrescante leer las estrofas y hacer el ejercicio mental de poner lo que se dice en un orden entendible. 

Los Lusiadas es una obra de estilo manierista, es decir, barroca dentro del Renacimiento y antes de que llegara el Barroco. No se limita a contar una historia, sino que la cuenta con todo tipo de adornos y detalles; aunque son precisamente esos adornos y detalles los que hacen atractiva la historia, así que no es algo superfluo. Es más, intente contar usted el encuentro entre David y Goliat, a ver si le queda tan bien como a Camoens.

Porque entiendo que habrá captado que la estrofa traída es, precisamente, esa escena. Sería una pena que, por carecer uno de cultura religiosa, careciera uno de la capacidad de apreciar el arte de Camoens.


Chascarrillo final: por razones que desconozco, en el colegio estudié esta obra con el título en portugués, Os Lusíadas, que incluye tilde en la i. Para escribir este artículo he empleado el título en español, y se me ha hecho rarísimo.



Mary Hopkin - Those were the days

 


lunes, 22 de noviembre de 2021

El reglamentista (II)

https://www.youtube.com/watch?v=HAKnWi15ycs 

 

 

Hablaba en esta entrada sobre los responsables de seguridad y salud en las empresas. De cómo son personas necesarias pero a veces dan risa de lo rígidas que son. Y a veces la risa se convierte en exasperación cuando esa rigidez es un obstáculo infranqueable. A veces es bueno que sea infranqueable, pues obliga a mejorar, que conste.

El otro día realicé una actuación para la que, por rutina, avisaron al responsable de seguridad y salud: imagino que el protocolo de esa empresa dictará que se ha de hacer así, y que las actuaciones han de tener su visto bueno. En mi caso, el responsable pidió una serie de papeles, entre ellos un procedimiento de trabajo. Yo sólo iba a mirar una cosa, así que pensé que lo que ocurría es que no le habían dicho al reglamentista lo que en realidad se iba a hacer, así que en vez de un procedimiento de trabajo le envié un correo explicándole la sencillez de mi visita y cómo no creía necesario redactar un procedimiento; ya íbamos a incurrir en suficientes gastos extras para cumplir las normas incluyendo una persona que estuvo las 8 horas mirando el móvil, pero que por norma se nos exigía que estuviera vigilando. La norma que exige la presencia de esa persona, por cierto, tiene su lógica: en caso de accidente estando en un lugar apartado, por ejemplo, sirve para prestar o solicitar auxilio. O en una zona de tráfico puede vigilar el tráfico. En el caso que nos ocupaba, en cambio, era totalmente inútil, era una de esas condiciones en las que no era necesaria. Pero lo dice la norma, así que se realiza el coste y no discutimos más.

Resuelto el trámite del procedimiento de trabajo, el de seguridad envió las directrices a seguir a todos (él, claro, no iba a estar presente). Incluyendo la obligación de estar a más de 2 m de distancia unos de otros y de llevar una mascarilla de cierta calidad. Nadie hizo caso; y yo, por ejemplo, no habría podido: la actuación podría haberla hecho así, pero por seguridad me exigieron que tuviera un acompañante conmigo todo el tiempo (además del antes mencionado, que esperaba en otro sitio). Y el habitáculo en el que estábamos no medía 2 m de largo, así que malamente habríamos podido cumplir con la distancia. En cuanto a la calidad de la mascarilla, se lo pueden imaginar. Que llevé de ésas por si acaso, claro que sí, pero usé mi habitual; como todo el mundo. Ya no tenemos, las personas, la histeria del coronavirus que nos dominó como sociedad hace año y medio, y sobre todo: sabemos comportarnos y lo que tenemos que hacer en este tema, no necesitamos indicaciones. Esto de la mascarilla me sentó mal, lo reconozco, porque ¿qué más le da al señor de seguridad que yo enferme por covid? No voy a demandarles, no podría demostrar que el contagio se produjera estando en sus instalaciones, y lo mismo la persona que contrataron para que me acompañara. Con que nos recordaran las normas habituales y generales habría bastado, e incluso menos: no necesitan recordarnos el no estornudar en la cara de los demás o tantas y tantas normas que se dan por conocidas. Pero es que nos exigía incluso una calidad determinada de mascarilla.

Por nuestra seguridad, claro está. Es una norma bienintencionada que busca nuestro bienestar, tampoco es para tanto, etc. etc. Faltaría más: ya dije que con los reglamentistas no se puede discutir. Como he dicho, en el bolsillo llevé la mascarilla exigida, en su bolsa original, y como no estaba no la empleé.

Volviendo a casa, me acordé de unos reglamentistas que todos conocemos y hemos sufrido: los examinadores del carnet de conducir. Todos sabemos que nuestra conducción actual no aprobaría el examen, aunque conducimos mucho mejor que cuando nos examinamos. Y sabemos que si todos condujéramos como si nos estuvieran examinando el tráfico colapsaría. A mí me suspendieron porque una persona iba a cruzar por el paso de cebra, aunque juro que esa persona estaba suficientemente lejos como para que mi paso no la obligara a ninguna variación de su marcha. Pero sí estaba a la vista, y eso le bastaba al examinador. Todos entendemos que los examinadores son necesarios aunque no compartamos su exceso de celo; de hecho, estoy seguro de que ni ellos mismos se comportan así en su vida privada. Supongo que ellos se justificarán a sí mismos pensando que como todos nos relajamos tras el examen, exigir el doble de lo razonable permite suponer que tras el relajamiento nos quedaremos en lo razonable. No estoy de acuerdo con esta lógica, pero no se me ocurre otra explicación. Bueno, sí, el que son unos reglamentistas de cuidado: pero entonces en el pecado tendrán la penitencia, porque no habrá quien les aguante. O quizá es como les expliqué en la otra entrada: entran con el segundo comportamiento y acaban, con los años, teniendo el primero.

Y todos sabemos que no se puede discutir con los examinadores de conducir, sólo sufrirlos. Todos los reglamentistas, me temo, parecen cortados por el mismo patrón. Aunque son buena gente, que conste.

 

Lo que pasa conmigo y los reglamentistas lo expliqué en esta otra entrada

 

 

Jorge Cafrune - No soy de aquí ni soy de allá

sábado, 20 de noviembre de 2021

A ciento sesenta grados bajo cero

-160° C. Es la  temperatura a la que debe transportarse el gas natural (metano) por barco, porque a esa temperatura es líquido.

¿Usted cree que transportar por barco manteniendo la mercancía a -160 grados es barato? ¿Barato en términos de dinero, barato en términos de energía necesaria para lograrlo?

Por no hablar de que no es tan sencillo: hace falta construir, en origen, una estación licuadora y, en el destino, otra gasificadora, porque llega y sale en formato gaseoso. Esta estaciones no son baratas; pero, sobre todo, tienen una capacidad límite. Que no puede superarse.

Pongamos además en la balanza que tanto Rusia como Argelia han alcanzado su pico de extracción de gas (no pueden extraer más del que extraen), que cada vez necesitan más para ellos mismos y que los gaseoductos que circulan por terceros países (Ucrania y Marruecos) tienen el problema de que estos terceros se quedan una parte del gas en concepto de peaje, y tenemos un gas más caro. ¿Importa? Sí importa, porque al final y en la práctica (y no se resuelve con molinos de viento o placas fotovoltaicas) el precio de la energía eléctrica (por fin algo que les interesa) lo determina el precio del gas. Que vale en España cinco veces más que hace un año.

Verán, en un sector como la energía las cosas no suceden de pronto como si fueran volcanes. No son hechos coyunturales, temporales de nieve imprevistos o pandemias o un barco embarrancado en el canal de Suez, eso son excusas que dan los políticos porque no quieren reconocer su ineficacia y porque ustedes se las creen. El de la energía es un sector en el que mandan los ingenieros y los técnicos y científicos del ramo (a diferencia, por ejemplo, de la demografía o la educación), y todo se estudia por adelantado. Se hacen previsiones a corto, medio y largo plazo, y esas previsiones se revisan casi continuamente. Hace años de sobra que se viene avisando que íbamos a llegar al punto de desabastecimiento de fuentes de energía en el que estamos. Años de sobra. ¿Y qué se ha hecho? Discutir sobre quiénes son mujeres y poco más, me temo.

¿Hasta cuándo, Catilina, estaremos hablando de idioteces en vez de atender los problemas serios de verdad?


Mientras, seguimos soñando con coches eléctricos. Que, por cierto, la verdadera razón de que insistan tanto en abandonar los vehículos de explosión es... que se acaba el diésel. Y hay que consumir menos como sea. Pero esto, ya digo, hace mucho que se sabía: yo, que soy un panoli, ya escribí sobre ello hace casi diez años.

 

viernes, 19 de noviembre de 2021

Veinte milloncejos

El Consorcio de Servicios Sociales es una entidad del ayuntamiento de Barcelona y de la administración autonómica de Cataluña. Su misión es prestar los servicios sociales en la ciudad de Barcelona y, como pueden imaginarse, tiene un gerente (nombrado a dedo), unos directivos, supongo que unos chóferes,... en fin, lo normal por estas tierras, que aquí todo el mundo tiene muchos parientes y muchos amigos.

La auditoría del ejercicio 2014 realizada por la Sindicatura de Cuentas auditó 27 expedientes, y 23 de los 27 no se manejaron conforme marca la ley. Que el dinero se lo dieron a quienes ellos quisieron y como quisieron, vaya, que hay que decirlo todo. Unos 20 milloncejos, que se entregaron a fundaciones (entidades opacas) y empresas privadas (de nuevo, opacas) sin publicidad, sin concurrencia pública ni nada. Se ve que los directivos del consorcio tendrían también muchos parientes y amigos, o quizá es que los que los pusieron aún tenían más parientes y amigos. No sé si la auditoría fue directa a por los 27 expedientes más sospechosos, o es que en total hubo 27 expedientes y el resultado es que sólo en 4 de ellos se hicieron las cosas como está mandado, pero 23 expedientes son muchos como para ser un error, un descuido: indican un patrón, una práctica.

Este asunto, con ser muy feo y más aún por tratarse del dinero que destinamos a ayudar a los más necesitados, no merece más de unas líneas en algún periódico, líneas que no llegarán a los 5 minutos de vida. Así somos, así hacemos por aquí las cosas, ¿dónde está la noticia?

Por supuesto, y en línea con lo que contaba en Ganas de fastidiar, la página web del Consorcio (https://www.cssbcn.cat/) está sólo en catalán. Si usted quiere enterarse de lo que hace o de lo que gasta (entiéndase "enterarse"), sólo podrá hacerlo en catalán. Aunque usted sea catalán y tenga el español como lengua oficial y quiera que las Administraciones Públicas se dirijan a usted en español. Eso, a ellos, les da igual. Pero es que es usted, si quiere el español, quien a ellos les da igual. Ellos no gobiernan para usted, que lo sepa. Ellos, sólo para los suyos. Es a ellos a quienes están robando, claro que sí.

Lo dicho, así funcionan las cosas en Cataluña. Son nuestras costumbres y hay que respetarlas, es lo que se dice. 

jueves, 18 de noviembre de 2021

Datos que no cuadran

Leo en la wikipedia que además del español, en Méjico se hablan 68 idiomas indígenas, que con sus dialectos son 364.

¿Qué genocidio, dice?

 

 

Por cierto: siguiendo con lo que dice wikipedia, parece ser que durante la dominación española las lenguas iban a su aire, pero que tras la independencia fue cuando se decidió castellanizar a todos los habitantes, especialmente en el siglo XX. No sé quién tiene que pedir perdón a quién, porque creo que se están vertiendo por ahí palabras muy gruesas acusándonos a nosotros de cosas que nosotros no hicimos y ellos sí. 

Y un segundo por cierto: ¿saben porqué se decidió castellanizar a los habitantes? Pues porque aquello no era práctico.

No era una broma

Anuncia su cierre Mahle, fabricante de pistones en Vilanova i la Geltrú. 345 trabajadores a la calle. Aducen la transformación de la industria del automóvil. Es obvio: se están fabricando cientos de miles de coches menos con motor de explosión, y el futuro, el coche electrico... no tendrá pistones.

Está chispeando, y cuando nos demos cuenta estaremos calados hasta los huesos y nos preguntaremos cómo ha sido posible.

martes, 16 de noviembre de 2021

También Almusafes

La semana pasada escribí sobre las declaraciones de Matías Carnero, la importancia que les daba y mi nula esperanza de que fueran escuchadas y atendidas. 

Y hoy leo que la planta de Ford en Almusafes este año fabricará 200.000 vehículos menos que en 2019 y reduce su plantilla en unos mil trabajadores. Lo segundo, consecuencia de lo primero y no al revés, porque Ford quiere fabricar coches, no despedir personal.

El drama de Almusafes es que esos mil que se van a la calle no son todos: también hay que contar con el efecto de la bajada de producción en las compañías auxiliares. Qué caramba, si por redondear un trabajador trabaja 1.600 horas al año, si sólo pararan mil significaría que fabricar un coche requiere 8 horas/hombre, y ocho hombres trabajando una hora (o cuatro trabajando 2 horas) no fabrican un coche. Lo que pasa es que la noticia es la compañía grande y los mil trabajadores, no es noticia que una empresa reduzca su plantilla en 5 ó 10 personas aunque esa reducción se produzca en cien empresas. 

Volvamos a leer el artículo sobre Matías Carnero, y reflexionemos. Cuando los romanos fueron conscientes de que el Imperio estaba desapareciendo ya era demasiado tarde.

lunes, 15 de noviembre de 2021

Finiquitado el proceso, pasamos al tema siguiente

https://www.youtube.com/watch?v=DWbHsRU_iNQ 

 

 

El prusés quedó finiquitado el día que un triste antidisturbios de los mozos de escuadra le espetó a un agente rural que se manifestaba de uniforme (algo prohibido, pero tolerado aquí si es "de los nuestros") aquello de "la república no existe, idiota". Aquel día quedó todo el mundo retratado; desde entonces, hay que ser muy muy muy rural para creer que la república existió. Y, si no existió, lo que sí existió fue una tomadura de pelo. En estos momentos todo el mundo sabe que se está peleando por imponer a Netflix más series con versión en catalán, como máxima aspiración política. Esto se ha acabado, no da más de sí.

Pero, pero pero. Un cosa es que se acabe el prusés, y otra que el lazi deje de quejarse: sin comerlo ni beberlo, el tema de los próximos años ya está aquí. Como el otro, nos dará tardes de gloria, provocará lemas y espontáneas manifestaciones norcoreanas, y sobre todo moverá dinero. Mucho dinero. Porque los engañados necesarios ya lo están, y ellos lo justificarán todo.

Hablo, claro está, del catalán. Que está a punto de desaparecer, claman. Eso es tan cierto como que, claman los mismos, el catalán es una lengua con 10 millones de hablantes (alguno, como en las manifestaciones, estira la cifra a 14), se habla en 4 países (España, Andorra, Francia, Italia), la inmersión lingüística es un modelo de éxito, TV3 arrasa (sí, sí, eso dicen ellos), etc. Pero está a punto de desaparecer y por eso es más necesario que nunca más dinero, más chiringuitos, más control, más imposiciones. Netflix en catalán.

El catalán va a ser el nuevo tema. Aquí se nos va a vender la idea de que somos una colonia a la que quieren exterminar quitándonos el idioma, esencia de nuestra cultura, y que esto no lo podemos tolerar. Al tema, pienso, le ven posibilidades. A diferencia de la independencia, se trataría de leyes que se pueden cambiar. Un tema en que poder involucrar a más: ya no solo vascos (y navarros), valencianos y de las Baleares amén de los gallegos, sino que saldrán afectados en Asturias - ya está pasando-, en Extremadura, no me extrañaría que en Canarias y León, chupado en Aragón, capaces son de pringar a los murcianos... Son capaces de intentar liarla en todos lados: mira, a mí me están agraviando por el idioma, pero es que a vosotros también porque vuestras lenguas milenarias patatín y patatán. El problema que van a tener es que la batalla internacional la tendrán perdida, y la moral también: la base de su estrategia va a ser imponer y prohibir, ellos que hasta ahora clamaban por la libertad de expresión y que esto va de democracia. Y que estamos todos un poco ya resabiados y en seguida se va a apuntar al dinero, a sacarlo a la luz. Ahora mismo, antes de empezar, el catalán es antipatiquísimo para un amplio sector de la población de las provincias catalanas, el desprestigio que tiene es tremendo: es el idioma de los lazis.

A pesar de todo, los lazis tienen el poder aquí. Y como la realidad la perciben ellos a su manera, vamos a tener el asunto del catalán para rato. Supongo que en el futuro escribiré en demasiadas ocasiones sobre el catalán, sobre el lloro sobre el catalán, sobre la imposición del catalán, sobre la salud del catalán y sobre la necesidad del catalán.

Por cerrar el tema de Netflix: hace años intentaron imponer cuotas de catalán en el cine. A Disney y compañía. Hicieron el ridículo, claro. Pero un dato curioso servía para entender porqué era un fracaso anunciado: los cines multisalas, cuando exhibían a la vez películas en castellano y en catalán tenían comprobado que siempre la sala en catalán se quedaba casi vacía. Cuando la gente podía elegir, elegía en español. ¿Por qué se hacía? Fácil: el pase en catalán estaba tan subvencionado que el exhibidor no corría ningún riesgo. Lo que pasaba también es que el exhibidor no quería eso, no quería que le pagaran por proyectar películas que nadie viera: quería que la gente llenara las salas, comprara palomitas y bebidas, cogiera el hábito de ir al cine, esas cosas. Y eso, por suerte para los contribuyentes, las subvenciones no lo arreglaban. En fin, lo importante de la anécdota es que cuando las personas pueden elegir eligen español. No hay más.



Manuel Penella - Todas las mañanitas (habanera de "Don Gil de Alcalá")

sábado, 13 de noviembre de 2021

¿Quién escuchará a Matías Carnero?

https://www.youtube.com/watch?v=6-7zuxo6qCo 

 

 

Matías Carnero ha hecho unas declaraciones en las que afirma que se avecina una "tormenta perfecta" en la planta de SEAT en Marorell y pide a las Administraciones Públicas que estén alerta para que no se produzca otro Nissan. Es decir, una paulatina reducción año a año de la producción hasta justificar el cierre de la planta.

¡Los pelos como escarpias! Y es que estas declaraciones no las hace un gurú en Davos, un catedrático en algún despacho o un político de tres al cuarto. Ni siquiera un empresario "en el ajo". No, son terroríficas porque las hace Matías Carnero, por lo no que no está diciendo y porque quizá no debería ni decirlas.

Matías Carnero es el presidente del comité de empresa de SEAT. Sí, un sindicalista; pero no uno cualquiera. Resulta que en calidad de tal es miembro del comité de supervisión del grupo Volkswagen, y ese comité es el que toma las decisiones que afectan a las plantas de producción. Y resulta que en ese comité el consejero delegado del grupo, Herbert Diess, les confesó que la transición al coche eléctrico provocará en Volkswagen una reducción de 30.000 puestos de trabajo. Que sí, que muchos serán en Alemania. Pero a España también le van a corresponder unos cuantos.

Está claro que Carnero sabe más de lo que cuenta. La planta de Martorell va a terminar produciendo unos 100.000 vehículos menos este año que el pasado, parece ser que por la carestía de microchips. Pero ¿tiene sentido desarrollar una planta fabril basada en motores de explosión cuando ese producto tiene los días contados? El cambio al motor eléctrico supondrá muchas reestructuraciones, fábricas del motor de explosión van a ser sustituidas por fábricas del motor eléctrico, y el cambio de unas fábricas por otras también puede conllevar la reubicación de las líneas de ensamblaje. Por no decir que no sería de extrañar que el ratio de coches por habitante disminuyera, que ya veremos qué pasa con los vehículos eléctricos y con el aumento de la edad media de la población. Tiempos revueltos, vaya. En esos tiempos revueltos, la planta de Martorell, productividad aparte, no creo que esté bien posicionada. Básicamente, porque el trato que les dan las autoridades locales es para largarse. La alcaldesa de Barcelona no puede ser más hostil. Es anticoches en grado máximo (salvo para ella, claro), e intenta que nadie tenga coche porque no le sirva para nada. Las autoridades regionales, qué les voy a contar, manga de impresentables. Además, emplean a SEAT para sus juegos políticos: cuando va el Rey, boicotean el acto, montan manifestaciones por el camino, dan plantones a los responsables de Alemania,... Ahí no vale decir que eso tiene nada que ver una cosa con la otra, que no se cierra una planta porque se insulte a los jefes, pero sí tiene que ver. Sumemos más cosas: por ejemplo, la tremenda resistencia en Cataluña a tener plantas de energía solar o eólica, porque son feas. O a que les monten un cable de suministro a 400 KV desde Francia o Aragón... Los jefes son humanos, y cuando han de reorganizar la producción y dudan entre llevar la producción a una planta en Alemania, en Chequia o en ese sitio donde les ponen tantos problemas (y les cosen a impuestos, que ésa es otra)... ¿ustedes qué creen que harán?

Yo creo que Carnero sí cree que pasará lo mismo que yo creo. Y por eso avisa: no puedo decirlo porque es un secreto, pero estad atentos porque va a ir bajando la producción y en unos años querrán cerrar la planta. Así que id montando ya las alternativas, porque las vamos a necesitar.

Quiero decir, si lo dijera cualquier otro sería una previsión, un vaticinio. Que puede cumplirse, o no. Pero lo dice Matías Carnero, así que no es una previsión: es un soplo. Es un plan que ya existe, y nos lo vamos a comer sin que nos demos cuenta.

Ahora pensemos un poquito más allá de Martorell: Volkswagen no es una empresa en solitario, se enfrenta a los mismos problemas que Ford, General Motors o PSA. Los tiempos revueltos lo son para todos, y los problemas de Martorell pueden ocurrir también en Figueruelas, en Almusafes, en Landaben, Vigo o en Villaverde. Puede que alguna de estas plantas siga adelante sin disminuir la producción, pero la mayoría reducirá. Y ya veremos cuántas cierran. ¿Y si no es sólo Martorell? Y si cierran, es un decir, Martorell, Villaverde y Vigo? ¿Y si al mismo tiempo las demás plantas reducen su producción al 50%? ¿Qué haría el gobierno central? ¿Intentar salvar el tejido industrial en todas las zonas? ¿O quizá dejará caer alguna? Si así fuera, ¿cuál dejaría? ¿Tal vez aquella situada en una comunidad que nunca gobernará y cuyos mandamases son realmente odiosos?

El efecto económico en Aragón si cerrara Opel sería devastador. No quiero ni imaginarlo. Y supongo que en las demás zonas sería similar. Es posible que los gobiernos regionales tengan planes de contingencia, pero dudo de que políticos sean capaces de enfrentarse a la idea de panoramas tan desastrosos como los que vendrían, así que seguro que son sólo unas cuantas ideas buenistas. Qué caramba, tenemos el ejemplo de las zonas mineras: en Andorra, tras tantas promesas y tantos años de preaviso, la única actividad industrial en la zona es la propia demolición de la central; el resto, a vivir de las palabras prometidas y que les aproveche. Pues si no son capaces de revitalizar las cuencas mineras, ¿cómo van a ser capaces de rehacerse de la pérdida de una planta de ensamblaje de vehículos? Es como pedirle a quien no sabe curar un corte con un cuchillo que haga un trasplante de cerebro con doble bypass.

Y eso, las autoridades regionales, las que están cerca de la planta y perciben su importancia. Las que seguro que se preocuparían. El gobierno central... Es la diferencia entre que te enteres que el vecino del 5º se ha quedado sin trabajo y ser el vecino del 5º. ¿De verdad alguien cree que un gobierno de Sánchez (lo digo porque es el que está ahora) se va a preocupar por lo que dentro de unos años pase en Vigo, Martorell o Figueruelas? Y si se preocupara (que ya les digo que no) ¿creen que serían capaces de llevar a cabo acciones eficaces? En la España de las autonomías, la industria es siempre un tema regional. Y en consecuencia, las regiones están solas. El único que las ayudaría es el Rey, pero a éste me temo que el gobierno no le va a dejar meter baza en nada, lo quieren convertir en una figura decorativa (lo digo por lo que veo que hacen).

¿Estamos a tiempo para adaptarnos a las modificaciones que vienen? No lo sé. Sí, creo que sí estamos a tiempo. Pero habría que echar a Sánchez y poner un gobierno centrado en la industria y la innovación, que no le importe que sus actos rindan cuando ellos ya no estén, que genere plantas de energía con centrales nucleares si es preciso, cambiar los ciclos educativos para tener más técnicos formados en las nuevas tecnologías, que genere los entornos propicios para que se establezcan las nuevas empresas que necesitamos, algunas que cierren y otras que lo consigan... Demasiadas cosas, demasiadas para no ser pesimista.

De hecho, fíjense en la repercusión que han tenido las palabras de Carnero y piense en ello.

Lo dicho: los pelos como escarpias.



Silvio Rodríguez - Canción del Elegido

jueves, 11 de noviembre de 2021

La realidad según algunos

Dice el consejero de economía del gobierno catalán que la culpa de todo es de Rajoy, por haber promovido la marcha de empresas con aquel decreto que permitía el cambio rápido de la sede social.

Ese decreto permitía la marcha de empresas de Cataluña (al día siguiente se largó el Sabadell, y dos después la Caixa; se cree que se fueron entonces más de 5.000), pero también la de empresas de Murcia a Galicia y de Extremadura a Cataluña. Y sí, también el retorno a Cataluña de las empresas que se fueron. Pero nada de eso se ha producido, sólo la marcha de empresas de Cataluña. Que además no para: el año pasado se fueron unas 700, este año van ya unas 300. La mitad se va a Madrid.

¿Y la culpa es de Rajoy? Buen análisis de la realidad, va a ser un gran consejero de economía.

lunes, 8 de noviembre de 2021

El caso Rius: anatomía de la posverdad

 https://www.youtube.com/watch?v=KDJ6Wbzgy3E

 

Nota preliminar: todo lo que viene a continuación es tan nauseabundo que recomiendo la escucha del primer concierto para violín de Max Bruch. Para compensar.

 

El otro día, unos mindudis salieron en TV3. TV3, que merece capítulo aparte (y condena aparte, pues la mayoría de los males de este país de opereta que son las provincias catalanas tienen su origen, propagación y/o engrandecimiento en esa televisión de país de opereta que es TV3), es una televisión en la que sólo aparecen los que no pueden aparecer en otra televisión. Los cómicos que allí aparecen, puede estar seguro, carecen de la calidad suficiente para aparecer en otra televisión, y además -y de eso no ha de estar seguro, es del todo punto indiscutible- son lazis hasta la náusea. El caso es que los mindundis en cuestión, que tienen título local de cómicos porque dijeron "Puta España" y cosas por el estilo, hicieron un chiste en el que uno le preguntaba al otro qué haría si fuera millonario, y el otro respondió que haría que la reina Letizia le hiciese cierta grosería. A lo que el primero responde que eso es de poco rico, que tenía que haber pensado que se lo hiciera Leonor (en ese momento, de 15 años de edad).

Groserías aparte, tenemos la calificación pública de la reina como prostituta, ídem para su hija y además una exaltación de la pederastia. Pero como es TV3, no pasa gran cosa. Hubo algunas protestas (fue todo muy grosero) y TV3 emitió una tertulia o algo así entre uno de los mindundis y el director de TV3, el mindundi atacó al director por no defenderle y censurarle, ataque que terminó cuando el director, sin ninguna sonrisa, le recordó al mindundi que el mindundi gozaba de tiempo de pantalla porque él, el director, así lo quería. El mindundi lo entendió y calló. Pero eso fue todo.

Poco después, en la rueda de prensa que acostumbra a seguir a la reunión del gobierno catalán, el periodista Xavier Rius preguntó a la consejera por la degradación de los medios públicos en Cataluña, y qué pensaría ella (la consejera) si él (Rius) dijera que le gustaría que (la grosería) se la hiciera ella o un menor. A lo que añadió que es lo que habían dicho los dos mindundis en TV3. La consejera consideró que la pregunta de Rius era intolerable, que TV3 es totalmente independiente y que el gobierno catalán no pinta nada en lo que haga TV3, y que en cualquier caso es libertad de expresión. El vídeo de la pregunta está en youtube y se puede ver aquí: https://www.youtube.com

Tras lo cual le quitaron a Rius la acreditación para acceder a las ruedas de prensa del gobierno catalán.

En la rueda de la semana siguiente, un periodista de El Confidencial preguntó si la retirada de la acreditación a Rius sería permanente y la portavoz del gobierno (que hablaba, por lo tanto, en nombre del gobierno catalán) tildó públicamente a Rius de racista y de machista. Toma delito de injurias.

Para entender el contexto hay que saber quién es Xavier Rius. Rius es, en pocas palabras, e-noticies. Un medio informativo por internet que lleva más de 20 años. Fundado, dirigido y casi escrito en su totalidad por Rius. Rius, como tantos catalanes de la quinta del 63, perteneció a las Juventudes de Convergencia, donde coincidió con muchos de los luego capitostes cuando aún eran jóvenes, y fue catalanista, nacionalista y hasta cierto punto independentista (independentista en la concepción anterior al proceso, entiéndase). Si leen páginas de e-noticies de hace una docena de años verán esa línea. Pero poco a poco fue cambiando. De su entusiasmo inicial pasó a ciertas dudas sobre si "vamos bien", luego a preguntarse si "vamos bien" (cuenta que se lo preguntó a Artur Mas al coincidir en un lavabo), luego a declarar que no íbamos bien, declarar que no vamos bien y ellos lo saben y finalmente declarar que todo esto es una tomadura de pelo para que los políticos, sus familiares y sus conocidos se lleven el dinero de todos y se peguen la buena vida a nuestra costa. Una vez llegado a ese punto, el medio fue ferozmente crítico: una y otra vez, fue el niño que gritaba que el rey estaba desnudo. Pero no sólo arremetía contra los políticos, también contra los que estaban viviendo del régimen, y contra los periodistas que saben la verdad y sin embargo callan a cambio de seguir chupando del bote. Criticaba a los políticos que rehúyen a la prensa, que se niegan a contestar a las preguntas y a decir las verdades, y al resto de la prensa que tolera y bendice esa actitud de los políticos.

Inciso: hace unos años, el gallego Pepe Rubianes promulgó las famosas palabras "Puta España", convirtiéndose así en un héroe de la parroquia lazi, hasta el punto de que la simpar Ada Colau le dedicó una calle, la más importante del marinero barrio de la Barceloneta y en la cual había residido Rubianes cierto periodo. La calle estaba dedicada al almirante Cervera, ya saben, el héroe de la guerra de Cuba, y la justificación que adujo Colau para el cambio es que Cervera fue un fascista. Cuando se le explicó que Cervera había muerto antes del surgimiento del fascismo en Italia, Colau respondió sin rubor "bueno, pero lo habría sido". El caso es que proclamar "Puta España" quedó, en el subconsciente lazi, como una de las mayores hazañas que puede realizar un hombre, y ante la carencia de nada mejor que ofrecer, uno de los mindudis lo hizo en TV3. Sin que pasara nada, a pesar del revuelo parlamentario que se creó y que Xavier Rius utilizara su púlpito en e-noticies para decir ¿ustedes (por los políticos lazis y los lazis en general) se imaginan cómo habrían reaccionado sin en la televisión pública española alguien hubiera proclamado "Puta Cataluña" y se le hubiera consentido? Aquel día el mindundi en cuestión vio claro el camino que tenía que seguir para continuar recibiendo su parte del presupuesto de TV3. El detalle que no les he dicho: que Rubianes dijo la frasecita en una actuación en un teatro en Madrid, no en un plató de TV3. Les aseguro que ninguno de los mindundis se atrevería a repetir su frasecita en Madrid. Para que se hagan una idea de la calidad humana de los dos mindundis. El caso es que Rius, desde luego, sí tenía calados a los mindundis y les iba siguiendo la pista. Cuando dijeron lo de la reina Letizia, estaba claro que Rius no se iba a quedar callado.

Digamos que Rius es una mosca cojonera que políticos y la prensa comprada (es decir, casi toda la de aquí) preferiría que desapareciera.

Y, como era de esperar, tras la broma de los mindundis en TV3 la postura de Rius fue cómo de bajo tenía que caer TV3 antes de que este tipo de cosas no tuvieran cabida, y no sólo por lo indecente de los mensajes sino por la zafiedad de la actuación.

El caso es que tras la pregunta a la consejera (hay que recordar que Rius había denunciado con todo tipo de pruebas hasta qué punto el gobierno y los políticos controlaban todo lo que pasa en TV3), el gobierno vio su oportunidad. Y al acabar le envió una carta en la que le retiraba la acreditación por, entre otras razones, su constante falta de respeto, el menospreciar la figura de la portavoz y por denigrar a las mujeres en general. Todos sabemos que le tenían ganas y que iban buscando ocasión desde hacía tiempo, y también sabemos que la ocasión que aprovecharon no incluye nada de lo que se le acusaba; pero eso a ellos les da igual.

Y los demás medios ¿qué han hecho? Unos pocos, como El Confidencial, denunciaron la censura y persecución. Otros lo denunciaron pero sin insistir demasiado, porque a fin de cuentas compiten con e-noticies por los lectores. Los de Madrid informaron, pero no deja de ser una cosa más que sucede en Cataluña. La Vanguardia...

La Vanguardia no hizo nada. Bueno, sí: un periodista escribió una columna de opinión denunciando el hecho. Una entre muchas. Pero el periódico lo dejó correr.

¿Y los medios descaradamente lazis (TV3 al frente)? Esto es lo mejor: compraron la versión del gobierno catalán y la propagaron, cuando no clamaron que ya era hora y que Rius era todo lo que se decía y mucho más.

Recapitulemos: el gobierno catalán veta el acceso a un periodista muy seguido y sobre todo muy crítico con ellos, para justificar el acceso se inventa una sarta de mentiras, públicamente le insulta y califica de machista y racista y afirma que no merece el acceso de periodista, y los medios de comunicación afines jalean y repiten las consignas.

Acabamos de asistir al nacimiento de una posverdad más. Porque, claro está, todos aquellos que sólo se informan a través de los medios lazis recibirán los mensajes que estos transmiten, y creerán que son ciertos. Es decir, para ellos la verdad será que Rius es un machista impresentable y que no hubo más remedio que retirarle la acreditación. ¿Censura, el gobierno catalán? Eso es una invención de Madrid, como todo. ¿Ataque a la libertar de prensa en Cataluña? ¡Pero si somos lo más libre que hay! Nada, todo mentiras de gente que nos quiere mal.

Convendrán conmigo en que este caso reúne todas las características de la posverdad que expliqué en mi entrada del 28 de julio. Una posverdad de libro. Y a nadie se le cae la cara de vergüenza. Porque además todo está recogido. Las intervenciones, en vídeo. Los comunicados del gobierno catalán son públicos. Las respuestas de cada medio  y de cada columnista ahí quedan. Cualquiera con dos dedos de frente puede consultar y decidir si mienten o tienen razón.

Es evidente que al gobierno catalán, lo que piensen los no lazis les da igual, sus votos vienen de los lazis y es a ellos a quien hay que engañar. Es evidente, también, que los medios de comunicación lazis saben a quién han de tener contento, y no son sus lectores quienes les riegan con incontrolables subvenciones e ingentes cantidades de publicidad institucional. En cuanto a los lazis, ellos mismos no van a consentir que una verdad les estropee una bonita historia, la realidad en la que viven y que tanto se ajusta a sus deseos. Qué caramba, los lectores lazis son como los miembros de una secta, las cosas como son.

Y sí, los mindundis del principio siguen gozando de todos los beneficios de TV3. Libertad de expresión, oigan.

Si alguien dice que en Cataluña no hay total libertad de prensa miente, ésa es la verdad. No, la verdad no: la posverdad. 



Me viene ahora a la cabeza el recuerdo de unas declaraciones que realizó Jordi Pujol, entonces mandamás. La cosa iba de que se habían concedido unas licencias de radio para nuevas estaciones, y aunque oficialmente se habían seguido criterios impecables, el mundo convergente había sido escandalosamente beneficiado, mientras que -creo que era- la COPE había sido castigada sin licencias. El caso es que Pujol estaba en algún acto no sé si en L'Hospitalet u otra población del cinturón, y se le arremolinó la gente y los periodistas, y al final el prócer perdió los nervios y contestó que la libertad de expresión es para decir verdades, no para decir mentiras, y que por eso no se daban licencias a la COPE.

Y a mucha gente le pareció bien.


La posverdad es conseguir que una sociedad crea que una mentira es la verdad. Lo que puede conseguir un gobierno sin escrúpulos y una prensa comprada.

 

 

Max Bruch - Concierto para violín nº 1



 

viernes, 5 de noviembre de 2021

El cerco se estrecha y cada vez quedamos menos

Terry Gilliam es un Monty Python, lo arrastrará toda su vida.

La vida de Brian es una película de 1979 escrita, protagonizada y dirigida por los Monty Python.

La película es absolutamente descacharrante, una obra maestra entre las comedias y seguro que está arriba del todo en las listas de mejores comedias de todos los tiempos. Es además una obra tremendamente blasfema, que hace burla y mofa de todo lo que se cuenta en los Evangelios. No se me ocurre ninguna película más blasfema y sin duda los autores y a la par actores arderán en el infierno. ¡Cómo me río cuando la veo! Pero es importante que quede claro que la película es una constante burla y parodia de todo aquello en lo que creemos muchos millones de personas y que está en la base de nuestra cultura y de nuestra visión del mundo (incluso en la de aquellos que se declaran agnósticos o ateos).

En su momento, La vida de Brian suscitó las críticas de sectores muy religiosos en los países no católicos; en España, en aquel momento se clasificó como apta para mayores de 18 años, y tira que te va. A los pocos años ya era una película de lo más normalita.

Pero eso era hace 40 años, más incluso. Cabe pensar que hoy somos una sociedad más abierta, no tan reacia a nuevas visiones o a limitar la expresión de los demás, aunque a nosotros nos suponga irreverente. Sin embargo...

Hace tres años, Terry Gilliam, en una rueda de prensa en la que presentaba una película, declaró que estaba harto de ser un hombre blanco y en consecuencia culpable de todos los males del mundo, y que a partir de entonces era una negra lesbiana transexual a la que había que conocer como "Loretta". Loretta, por si no han visto La vida de Brian, es un miembro de la banda (partido / organización terrorista) que era un hombre (Stan) pero que quería ser una mujer y que la llamaran Loretta, y que protagonizó un hilarante diálogo porque clamaba por su derecho a ser madre:

La frase de Gilliam es divertida y mueve a la risa, y seguramente todo el mundo en la rueda de prensa se rio con la broma.

Por cierto, la escena de la película explica más de lo que parece: hay que tener presente que era 1979, y las cosas estúpidas que ahora defienden muchas personas eran, entonces, estúpidas sin más y se podía señalar lo estúpido de la idea (no como ahora). Stan quiere ser mujer y tener hijos; el cabecilla le hace ver que es una estupidez desear eso, pero la mujer apunta que no se centren en tener hijos, que no es algo de lo que pueda culpar a los romanos (de no poder), sino de tener derecho a querer tener hijos. ¿Y eso de qué sirve?, pregunta el jefe. Y el otro secuaz da la solución: es un símbolo de la opresión de los romanos. Es decir, los romanos le negarán el que se la considere mujer (porque es estúpido), y como los romanos son nuestros enemigos nosotros estamos a favor de que se la considere mujer (y dejamos pues de plantearnos si es estúpido).

Este año un teatro de Londres había programado para el año que viene un musical que dirigiría Gilliam. Pero la frase de la negra salió a la luz, y el revuelo causado ha sido tal que el teatro ha decidido cancelar la obra, lo que muchos celebran.

Lo de la negra no es nada comparado con La vida de Brian. Lo que pasa es que pisa callos de gente distinta. Y la miga del asunto es que la gente a la que le ha sentado mal lo de la negra me juego el cuello y no lo pierdo a que estuvieron (o estarían, según su edad) a favor de la irreverencia de La vida de Brian. Estaban (o estarían) a favor de la burla de los ideales católicos y de la misma figura de Jesucristo, seguro que piensan que "si les pica, que se rasquen; y si no quieren ver la película, que no la vean, pero que no nos impidan a nosotros verla en paz". Eso sí, para ellos la broma de la negra lesbiana trasgrede todos los límites admisibles, faltaría más. Conviene recordar que en la película los Monty Python se burlan de todo, y en la escena de Loretta se burlaban de la patulea que apuntaba que ahora nos intenta dominar. Era 1979, y burlarse de ellos era entonces tolerable.

Ítem más: no basta con obligar a Gilliam a disculparse por hacer una broma de algo que no hay que tomarse en broma (lo de la negra, no lo de la crucifixión de Jesús, que eso sí), no: hay que arruinarle profesionalmente, impedirle que haga nunca nada más.

Me pregunto (y esto se puede tomar como un chascarrillo intercalado en la reflexión, pero si se piensa a fondo se convendrá conmigo en que no y además es importante) si los defensores de las negras lesbianas transexuales se han preguntado qué le ocurriría a una negra lesbiana transexual en una verdadera cultura negra (lo que hay en América o en el Reino Unido no es cultura negra, son negros inmersos en sociedades de cultura blanca, con costumbres blancas, valores blancos y leyes blancas). ¿A qué estamos jugando, entonces?

No voy a decir nada más sobre este tema: reflexione usted. Todo lo más me voy a permitir relacionarle una entrada de hace 10 años, sobre el buenismo (he escrito otras, si le interesan búsquelas) y, como ya he dicho en alguna ocasión, si leyó, como recomendé, Ishmael, sabrá que la mejor jaula es aquella en la que uno no sabe que está dentro.

En verdad estamos empezando a perder los papeles.

- ¿Yo? ¿Por qué? ¡Si no he hecho ni dicho nada!

- Pues precisamente. 

miércoles, 3 de noviembre de 2021

Cuestión de caracteres

https://www.youtube.com/watch?v=StJ9PHU8C8g 

 

 

Soy, no lo niego, un zote para las relaciones sociales; supongo que esa parte de mi cerebro no se desarrolló bien. Como me dicen muchas personas, la empatía no es lo mismo. Tal vez por eso me han interesado mucho las personas como concepto. Y durante la carrera, en la asignatura de administración de empresas, nos expusieron una que me impactó sobremanera hasta el punto de que la he venido aplicando desde hace años (¡y han pasado!), y siempre con éxito: siempre ha explicado todo (*). Tras tanta prueba la tengo por cierta, y voy a intentar exponerla.

La idea base es que hay tres caracteres en la personalidad de cada uno. Dos de ellos tienen una vertiente positiva y una negativa, con lo que podemos hablar de cinco caracteres. Pues bien, cada uno de nosotros es una mezcla de esos cinco caracteres, como los colores son mezclas de los colores primarios. Y el secreto para conocer o entender a una persona es establecer la mezcla que forma su personalidad.

El primer carácter es el de niño. Pensemos en niños: ¿cómo son? La faceta positiva de los niños es su creatividad, su entusiasmo, su curiosidad, sus ganas de aprender, su capacidad de jugar, el aceptar a todos, el no ver la maldad de las personas,... piense usted los rasgos positivos: es el niño positivo. El niño negativo incorpora la incapacidad de admitir la frustración, los berrinches, la incapacidad de razonar, el malcriado, el echarse a llorar, el comportamiento impulsivo,... Creo que se hacen una idea.

El segundo carácter es el adulto. El adulto es neutro, no tiene una parte positiva y una parte negativa. Es frío y racional, el que siempre pregunta qué, cómo, cuándo, dónde, quién, cuánto, porqué, etc.

El tercer carácter es el padre. El padre positivo enseña, protege, ayuda, muestra, guía. Pensemos también en las cualidades maternales, el cariño, la comprensión. El padre negativo es intolerante, exige, no tolera el error, castiga, impone, descalifica, nunca lo conseguirás, nunca serás nada. También el fatalismo, el esto no tiene arreglo, ya se ha intentado y no ha funcionado.

Bien, todos somos una mezcla, pero cada uno es una mezcla distinta. Los artistas tienen un fuerte componente de niño; también los cocineros. Los médicos y enfermeros o los maestros tienen un fuerte componente de padre. Los ingenieros somos adultos. Los abogados son adultos y también padres, según el porcentaje unos se dedicarán más a unas labores y otros a otras.

Se preguntará para qué sirve todo esto. Para comprender mejor a las personas, es más fácil si sabe la mezcla que es, cuáles son sus tendencias, de qué adolece. Piense que solemos juzgar a los demás según nuestros propios baremos, y eso no es justo, porque están hechos para reaccionar de otra manera. Por supuesto hay más factores, sin ir más lejos su nivel de conocimiento o cultura, pero saber estas cosas no está de más. Y hay veces que el retrato queda clavado.



*: Pensándolo bien, creo que el éxito de esta teoría conmigo es que me transmite la idea clave: que somos mezcla de características. La trampa es que como adulto caigo siempre en la tentación de intentar determinar la mezcla de los demás, y es ese esfuerzo el que me da el éxito: al intentar desentrañarles lo que estoy haciendo es intentar comprenderles.Quizá la teoría es sólo un truco para que haga el esfuerzo.




Jean Sibelius - Finlandia

 

lunes, 1 de noviembre de 2021

Los 75 de la NBA

https://www.youtube.com/watch?v=6vOUYry_5Nw 

 

Está en la mentalidad de los estadounidenses. Hacen listas, ordenan, priorizan. Hace muchos años trabajé para una empresa norteamericana; era una época en la que aún no se había producido la globalización, y eso funcionaba en los dos sentidos: ellos aún no se habían globalizado. Quiero decir, por lo tanto, que tenía muchos comportamientos estadounidenses. Y una de las primerísimas cosas que me enseñaron fue que cada día debía empezar redactando una To do list, una lista de las cosas que tenía que hacer ese día. Les encantan las listas, no conciben que no las haya.

Se cumplen 75 años de la NBA, y han hecho una lista de los 75 mejores jugadores que ha habido a lo largo de estos 75 años. Era de esperar, pues a su pasión por las listas hay que añadir su manía de clasificar, de establecer quién es mejor que quien. Cada año las ligas celebran sus All-stars, en los que eligen a los mejores de ese año; y también eligen a sus Hall of Famers, lo que vendrían a ser los mejores de todos los tiempos; me parece que el país está lleno de salones de la fama, porque cualquier cosa los tiene. Baste decir que hay una categoría en la que participan muy pocos, creo que unos 45 a lo largo de 250 años, y se apañaron para crear su "salón de la fama" especial: el monte Rushmore. Que cualquier día esculpen una montaña más.

Hacer una lista de los 75 mejores deportistas de los últimos 50 años es muy difícil: de hecho, ni ellos lo han conseguido, porque está formada ¡por 76 jugadores! Cada año eligen a 24 jugadores para su partido de las estrellas (y normalmente eligen a 27 ó 28), y nunca saben elegirlos sin polémica, cada año hay un montón de ausencias clamorosas y de elecciones discutidísimas, de esas que nadie entiende qué hace ése ahí. Pues si no nos ponemos de acuerdo para elegir los 24 de ese año, ¿cómo elegir los 75 de 75 años? En realidad sería facilísimo, pues cada año eligen (como no podía ser de otra manera, tratándose de ellos) al mejor de cada año, e incluso a los 5 mejores de cada año (y a los 15 mejores). Pues bien, los 75 mejores deberían ser los mejores de cada uno de esos 75 años. Claro que algunos jugadores han sido los mejores más años que otros - señal de que quizá eran muy buenos- y ha habido años con muchos jugadores muy buenos frente a otros que no los había apenas. Y creo que lo que intenta la lista es precisamente paliar esa anomalía. Un error, si me preguntan, pues por lo general los jugadores muy buenos terminan consiguiendo algún entorchado de esos, y pocas veces esa lista no elige al mejor (excepción clamorosa, Russell Westbrook, y no clamorosa Bob Mcadoo); pero eso se puede resolver eligiendo, en los años en los que el ganador repetía, al siguiente del mejor quinteto de ese año sin premio. Esto último tendría la ventaja de que el mejor quinteto se elige desde siempre y el mejor del año no.

¿Qué diferencias arrojaría el método mío? Habría muchos pioneros. Jugadores que descubrieron que se podía saltar para tirar, el bloqueo del tiro o tirar con el balón por encima de la cabeza para impedir el tapón, pero que desconocían el "pick and roll", las estrategias de defensa, los bloqueos a los defensores, los cortes por la zona... Son jugadores que en comparación con los de ahora saldrían a la cancha apenas habiéndoles explicado las reglas del juego cinco minutos antes. Jugadores que no conocerían la alimentación correcta, que no tendrían ni las zapatillas ni las camisetas de hoy, ni los entrenamientos físicos. Las oportunidades de hoy en día. También es verdad que no tendrían las presiones de hoy en día. En contrapartida, faltarían muchos jugadores modernos, de los últimos 40 años. Pero es que habría que preguntarse - yo lo haría si conociera la lista, porque reconozco que ¡no la he visto!- si todos los nombres del final son realmente tan buenos como para compartir lista con los Jordan, Kareem o Russell. No creo que hubiera muchas más diferencias, pues raro sería que alguno realmente bueno tuviera que dejar su sitio a un pionero: para que así fuera, el jugador no solo no tendría que haber sido nuinca el mejor de ese año sino que además no hubiera estado en el mejor quinteto de ese año o que lo hubiera estado pero que ese año también hubiera otros jugadores de calidad similar - no seleccionados ya para esta lista- delante suya. Es decir, que no sería tan bueno.

Y es que elegir una lista de los mejores es ridícula. Hay comparaciones que no se pueden hacer, como si es mejor soldado el hoplita ateniense, el soldado español de los Tercios o el marine norteamericano. Una lista de los 75 mejores ciclistas desde el final de la Segunda Guerra Mundial sería ridícula. Lo mismo la de los mejores futbolistas, tenistas o lo que se quiera, y existen lo son.

Pero está en el carácter norteamericano, el hacer estas listas. Y también el, a partir de ahora, indicar que tal jugador "está en la lista". Como si eso nos convirtiera en indignos de tocar las puntas de sus vestiduras. Esta lista habría que tomarla como un divertimiento, un pasatiempo. Lo que no me gusta es que para ellos es su monte Rushmore del baloncesto, y querrán que la consideremos como tal.

 

 

Glenn Miller - In the mood