miércoles, 24 de noviembre de 2021

Os Lusíadas

https://www.youtube.com/watch?v=dlYPGjXy_LA 

 

 

Hipérbaton es una palabra curiosa, y también representa algo curioso.

Primero, la palabra: es esdrújula, y se acentúa. Hi-pér-baton. Uno podría pensar que es aguda, por aquello de acabar en -batón, pero no. Y, sin embargo, la palabra en plural ¡es llana! Y por lo tanto no se acentúa: hiperba-tó-nes. El plural se acentúa con la tendencia que le daríamos en singular, y en singular no se acentúa como podría deducirse de su acentuación en plural y parece natural. Un lío, al menos para mí.

Lo segundo, que el hipérbaton designa un empleo curioso del leguaje: el cambio en el orden habitual de las palabras: de madera la cuna

Todo esto viene a cuento de que estoy leyendo Los Lusiadas, de Camoens. En verso, por descontado. La obra es la epopeya de los portugueses y de su establecimiento del camino a la India. En los primeros cantos (aún no he terminado el libro) vemos a Vasco de Gama sorteando las trampas que le tienden los musulmanes en el lado oriental de África, que dominaban cuando él llegó para explorarlo. En un momento dado llega a un sitio donde le acogen bien y le piden, en la mejor tradición de las epopeyas, que cuente quién es, qué le ha pasado de interesante en el viaje hasta allí, que cuente de su tierra, lo normal cuando acoges a alguien de lejos. 

Fijos estaban todos aguardando
lo que el sublime Gama contaría,
cuando él, después de estar un poco pensando,
alzando la cabeza así decía:
- Mándasme ¡oh Rey! que vaya relatando
de mi gente la audaz genealogía;
no me mandas contar extraña historia
mas de lo míos alabar la gloria.
De alabar gloria de otros el empleo
cosa es que se acostumbra y se desea,
mas la alabanza de los propios veo
que se tendrá por sospechosa y fea
y para referirte, creo
que cualquier largo tiempo corto sea;
mas todo, pues lo mandas, se te debe,
iré contra lo usado y seré breve.

¿Breve? Las narices. El tío se explaya que da gusto. Y en un momento dado (canto III, estrofa 111), para  explicar una batalla frente a los moros en la que el ejército moro es muy superior, dice:

 Como el membrudo bárbaro gigante,
del rey Saúl con causa tan temido,
viendo al pastor inerme de él delante
de esfuerzo y piedras solo apercibido,
con palabra soberbia y arrogante
desprecia al flaco mozo no vestido,
que de la honda al son lo desengaña
de que más puede fe que fuerza y maña:

Sí, al principio la obra cuesta un poco leerla: en el principio son constantes las referencias a la mitología ("Que si el facundo Ulises escapara de caer en la Ogigia eterno esclavo y si Antenor los senos penetrara ilirios y en la fuente de Timavo"), pero se capta la idea, y en cuanto a los hiperbatones uno se va acostumbrando a deshacerlos automáticamente. En ese sentido, resulta refrescante leer las estrofas y hacer el ejercicio mental de poner lo que se dice en un orden entendible. 

Los Lusiadas es una obra de estilo manierista, es decir, barroca dentro del Renacimiento y antes de que llegara el Barroco. No se limita a contar una historia, sino que la cuenta con todo tipo de adornos y detalles; aunque son precisamente esos adornos y detalles los que hacen atractiva la historia, así que no es algo superfluo. Es más, intente contar usted el encuentro entre David y Goliat, a ver si le queda tan bien como a Camoens.

Porque entiendo que habrá captado que la estrofa traída es, precisamente, esa escena. Sería una pena que, por carecer uno de cultura religiosa, careciera uno de la capacidad de apreciar el arte de Camoens.


Chascarrillo final: por razones que desconozco, en el colegio estudié esta obra con el título en portugués, Os Lusíadas, que incluye tilde en la i. Para escribir este artículo he empleado el título en español, y se me ha hecho rarísimo.



Mary Hopkin - Those were the days

 


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