Mostrando entradas con la etiqueta justicia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta justicia. Mostrar todas las entradas

viernes, 22 de julio de 2022

Propuesta para el CGPJ

Llevan ya años PSOE (Gobierno) y PP (oposición) "negociando" los nombramientos de los componentes renovados del Consejo General del Poder Judicial. Parece ser que no se ponen de acuerdo. Como el PP no acepta la propuesta del PSOE, el PSOE acusa al PP de no cumplir la Constitución (yo pienso que si no hay acuerdo es porque el PP no acepta la propuesta del PSOE y el PSOE no acepta la propuesta del PP, ya que si el PSOE aceptara la propuesta del PP se habría acabado la constitución, pero ya se sabe que en este país las cosas se deben contar desde la óptica del PSOE). El caso es que no hay nombramientos, el CGPJ está en funciones y eso repercute en el funcionamiento de algunas instituciones que interesan mucho a los políticos.

Pues qué quieren que les diga, yo les sugeriría aplicar la solución que la Iglesia Católica (el pueblo romano, en realidad) encontró hace siglos a este problema: se encierra en una casa a los que tienen que decidir, y no salen hasta que lleguen a un acuerdo (lo que nos harían saber quemando unos papeles que dan un humo blanco). La experiencia de siglos dice que en pocos meses el problema está resuelto. 

viernes, 28 de agosto de 2020

Diez negritos




La muerte de George Floyd por la brutalidad policial, gracias a que fue perfectamente recogida en vídeo puede que termine cambiando el pais. Pero el camino será largo.

La muerte más actual es la de Jacob Blake. De nuevo, el video muestra con claridad lo que ocurrió. Y es espeluznante.

Blake, 29 años, 6 hijos, 3 de ellos en el coche. Se topa con una pelea entre dos mujeres, para el coche, se baja y tercia. Llega la policía y... ¿quiere saber qué está pasando? Yo diría que no: estamos en Wisconsin, el estado contiguo a Minesota (el de George Floyd), y hay un negro en la escena. Para ellos, no hacen falta más datos. Blake se dirige a su coche y la policía le ordena que se detenga. Con las pistolas desenfundadas y apuntando al negrito, como sin duda les han enseñado en sus escuelas de polis. Y entonces...

Blake se sube a su coche en el que le esperan sus hijos. Abre la puerta del conductor y hace el movimiento de entrar y sentarse.

Y el policía que tiene justo a su espalda, a dos palmos, le descerraja 7 tiros en la espalda.

No uno. Siete. Uno detrás de otro. En los vídeos se aprecia con claridad.

Por cierto, era de día. La visibilidad era total. Claramente era un barrio residencial, amplias calles, sin tráfico. Nada estresante.

Y eran 4 policías. Con las armas desenfundadas, y la única manera que se les ocurre para detener a una persona desarmada ¡y que no es agresiva! es dispararle. No cogerle del cinturón del pantalón, de la camiseta, del brazo. No golpearle con la porra o con la culata de la pistola, no. 

La pregunta adicional es si hubieran reaccionado igual si no fuera negro.

Pero hablemos también de Breonna Taylor.

Lo de Breonna ocurrió en Kentucky, el pasado 13 de marzo. Breonna, 26 años, enfermera de urgencias, estaba en su casa con su pareja, durmiendo tan panchos (era de madrugada). Oyen ruidos extraños en la puerta de la casa, se levantan.  Preguntan quién es, no hay respuesta, el novio hace un disparo de advertencia (dijo, y además tenía licencia de armas), y los intrusos los ametrallan. Breonna muere al recibir ocho disparos. El novio llama al 911 alertando que alguien ha reventado la puerta de la entrada y ha disparado a su novia. Los intrusos, no hace falta decirlo, eran policías. Y Breonna y el novio, tampoco hace falta decirlo, negros.

¿Qué hacían los policías allí? Parece ser que investigaban un delito de drogas que no tenía nada que ver con Taylor, de hecho era lejos de allí y además los dos investigados ya estaban en poder de la policía, pero sospechaban de la casa y un juez les dio permiso para "entrar sin llamar" y sin avisar de que eran policías. Por cierto que a raíz de las protestas por este caso, en Kentucky han prohibido tales permisos. Excusatio non petita, accusatio manifesta.

Como chascarrillo, el informe de la policía sobre el incidente da los nombres de los agentes y los de la casa, declaraba que Taylor no había sufrido daños, que no se había forzado la entrada (¡usaron un ariete!)... y nada más. Posteriormente la policía declaró que lo de ese informe eran errores técnicos.

Pero hablemos también (¿por qué no?) de Daniel Shaver. 

Shaver, 26 años, ya saben: típico chaval de Tennessee que se casa al acabar el instituto y se va a vivir a Tejas, donde entra a trabajar en la empresa de su suegro: exterminador de bichos. El suegro, es normal, le da correa y le manda a Mesa, Arizona, a tratar con proveedores. Hacía el viaje dos o tres veces al mes, y en Mesa, en el hotel, se aburre. Típico americano, se toma unas copas en el bar del hotel, charlando con otros huéspedes. Luego sube con ellos a su habitación y les enseña una de las escopetas de balines para bichos; imaginémonos la escena, cómo se enseñan estas cosas: seguro que en algún momento haría el gesto de apuntar y disparar, digo yo que a la ventana o algún rincón de la habitación. Parece que alguien lo ve, no está claro, pero lo cierto es que se presenta la policía a reducir a un tipo armado en el hotel, peligroso. Seis policías se plantan en la puerta de la habitación, piden a los ocupantes que salgan, sale Shaver con una mujer, pero... parece ser, dice la policía, que Shaver no obedeció del todo las instrucciones. Que le estaban vociferando los seis policías a la vez, todos con las armas desenfundadas y apuntándole. Lo tumbaron en el suelo del pasillo del hotel, le hicieron cruzar las piernas, le ordenaron que se pusiera de rodillas, él lo hace pero descruzando las piernas, le ordenan que las cruce. Shaver, que si recuerdan había tomado unas copas, cree que le piden que cruce... las manos a la espalda. Y no, le ordenan que levante las manos. Le avisan que si vuelve a no hacerles caso le dispararán. Él clama que por favor no le disparen (insisto, un chaval de 26 años, trabajador, en un viaje rutinario para proveerse de material para exterminar bichos). Y en un momento dado, reajustando seguramente el cuerpo, un policía cree que es un movimiento sospechoso. En el juicio, el policía declaró que le recordó el movimiento de alguien que se saca una pistola de la pistolera. Claro que Shaver vestía un pantalón corto de baloncesto y una camiseta, pero quizá el policía creyó que llevaba una pistolera escondida no sé donde. Y eso que llevaban más de 17 minutos con él.

Shaver, por supuesto, fue acribillado. No llevaba armas, y en el registro de la habitación aparecieron las dos escopetas de balines para bichos. Los policías llevaban rifles semiautomáticos AR-15.

En el juicio posterior el policía que disparó fue declarado no culpable. Los abogados vieron las imágenes de las cámaras, que no se han hecho públicas, y las encontraron aterradoras por lo no sangriento, por lo frío que lo hicieron. Curtidísimos abogados de derechos civiles, y dicen que lo que se ve en los vídeos está a años luz de cualquier cosa que se habían topado hasta entonces. Fue una ejecución que provoca pesadillas. Por cierto, que según esas imágenes, a Shaver se le estaban bajando los pantalones cuando hizo el movimiento sospechoso, que era compatible con el gesto de subírtelos. Y lo cierto es que sólo 1 de los 6 policías decidió disparar ante ese gesto.

¡Ah! Shaver era blanco.

Floyd. Taylor. Shaver. ¡Blake!

Lo primero que hay que decir es que la falta de formación de la policía estadounidense es para echarse a temblar.

Lo segundo, lo suelto que tienen el gatillo. La mayoría de los policías europeos se jubilan sin haber empleado jamás su arma reglamentaria. Pero los americanos, ¡si nada más empezar ya la sacan! Normal que les pasen estas cosas. Es cuestión de probabilidades, de las veces que va el cántaro a la fuente.

Lo tercero, el racismo. Racismo de verdad. De nuevo, un chascarrillo relacionado con el caso. Con el caso de Blake.

Como era de esperar, tras la muerte de Blake se produjeron algaradas y protestas. Y... (se ve en vídeos, terrorífico) un chaval blanco, y seguidor de Trump (por si sirve para situarse en la escena) se dirige hacia los manifestantes armado con un rifle semiautomático, con su correa y todo eso. Dispara y mata a bocajarro a una chica, negra, que no estaba haciendo nada pero estaba ahí, y al blanco que acude a defenderla. Tras lo cual se levanta y se va. Apenas ha dado tres pasos aparecen varias tanquetas de la policía. El chaval levanta las manos con el rifle en bandolera y sigue caminando, cuando las tanquetas llegan a su altura se queda quieto para que las tanquetas le vean bien (que vean que es blanco, quiero decir), éstas prosiguen y él reanuda su camino. Luego declaró que lo hizo porque los polis no hacían su trabajo y alguien tenía que hacerlo.

El vídeo de Blake. Terrorífico. La frialdad con la que un policía dispara a bocajarro a un señor que se está metiendo en su coche. Un señor que apenas tenía nada que ver con el incidente que provocó la llegada de la policía, pero que era negro. Como Floyd, también asesinado a sangre fría (en el caso de éste, más aún: el poli estuvo ocho minutos asfixiándolo).

Brutalidad policial, digna de (no sé cuál es el país con la policía más brutal del mundo, pero ése). O más aún, digna de no sé dónde pero hace siglos.

Lo curioso es que el tema allí no se está centrando tanto en la brutalidad policial o en la evidente falta de formación de los policías para afrontar su día a día como en el racismo. A mí esto me parece un error, porque lo del racismo llevará muuuuchos años corregir, pero lo de la policía se puede resolver en menos tiempo y seguramente los negros se conformarían con que la policía les tratase correctamente.

Ahora, lo que creo que no sólo no arregla nada sino que además es un paso atrás en nuestro desarrollo como sociedad es lo de la novela de Agatha Christie Diez negritos. Primero, en la versión estadounidense le cambiaron el título a Y entonces no quedó nadie y la canción que ambienta el retrato, pasando de cantar sobre negritos a cantar sobre "10 indiecitos" (Ten little indians), que se conoce que con los indiecitos sí se puede. Y ahora han sido los franceses los que la han censurado: la novela se llama Eran diez, y se han suprimido las 74 veces que en la novela se dice negros. Lo justifican diciendo qu"cuando se escribió el libro, el lenguaje era diferente y se usaban palabras que ahora no se usan". Claro, alguien podría sentirse ofendido.

Lo de Floyd es indignante. Lo de Taylor y lo de Shaver. Lo de Blake es indignante hasta el extremo. Pero lo de Diez negritos, también. En este caso, por la imbecilidad que demuestra, que campa por sus respetos.




Os Resentidos - Galicia caníbal

domingo, 17 de mayo de 2020

El artº 100.2




En fechas recientes el govierno catalán ha promulgado una ley de medidas contra la epidemia de coronavirus covid-19. Dentro de una de las disposiciones adicionales, escondido entre párrafos, figura un aumento de la pensión vitalicia a la que tienen derecho los expresidentes catalanes tras 2 años en el cargo. No se sabe cómo subir la pensión de un cargo público específico y que ya de por sí está dotado con un sueldo doble del del presidente del gobierno de España ayudará a combatir la pandemia: la ley no lo dice. Pero esta ignorancia no es óbice para que la coalición en el poder apruebe la norma. A fin de cuentas, "son de los nuestros" y ése es el principio rector para esta gente.

También aprobaron los presupuestos, con una cláusula que exime del pago de impuestos a las donaciones a y de entidades sin ánimo de lucro. Cabe recordar que el que una entidad sea sin ánimo de lucro no significa que no tenga ánimo de lucro y tampoco que no se lucre, lo que pasa es que ese lucro... er... desaparece. Hasta ahora, esa desaparición era bajo mano, oculta. Ilegal. Pero resulta que últimamente hay cierto colectivo que debe recibir ese dinero públicamente, y se trata de que ese colectivo no pague impuestos por ese dinero. No hace falta decir que ese colectivo son los políticos separatistas, y las entidades sin ánimo de lucro son Omnium Cultural, la ANC y las cajas de solidaridad que tienen montadas en todas las provincias catalanas. Uno puede alegar que con esta exención se está blanqueando dinero, ya que nunca se sabrá de dónde ha salido. Otro podrá alegar que lo que tenemos que hacer todos es montar sociedades sin ánimo de lucro y transferirnos los unos a los otros los dineros a través de ellas. Y las herencias y transmisiones. Yo "dono" todo lo que quiera a la entidad X, definida sin ánimo de lucro, y la entidad X se lo "dona" a quien yo quiera, y así nadie paga impuestos. No me cabe duda de que muchos listos de los que tenemos por aquí van a hacer eso. Cualquier día el fontanero me dice que la reparación son 5 céntimos pero que he de donar 300 euros a la entidad sin ánimo de lucro de la que es titular él o su señora. Pero no, eso sería un fraude de ley, e imagino que se perseguirá. Lo que no se perseguirá, pueden estar seguros, es cuando el beneficiario sea "uno de los nuestros".

Por si acaso no quedaba claro el concepto que tienen de la cosa pública, han sacado otra norma: la Administración catalana se hará cargo de las necesidades judiciales que tengan los que actúen en su nombre. En otras palabras: si un alto cargo delinque, incluso si se apropia de caudales públicos, será la Generalitat la que se encargue de defenderle. Con nuestro dinero.

Tampoco hace falta decir que esta medida se ha hecho pensando en favorecer a cierto colectivo de personas. Cierto colectivo de personas que, al igual que los sueldos de los políticos, son los beneficiarios de decisiones que adoptan ellos mismos ¡con rango de ley!

Pero lo que a mí me saca de mis casillas es el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario. En pocas palabras, el artículo permite cambiar el estado de un preso en concreto y que pueda salir de la cárcel para ir a trabajar sin estar aún en el tercer grado. En el tercer grado, un preso puede salir a trabajar para facilitar su reinserción social, laboral y familiar, pero antes de eso ha de cumplir una parte importante de su pena. Pero el 100.2 permite que se acojan a ese régimen presos con mucha pena aún por cumplir; se sobreentiende que se está pensando en casos realmente extremos, sangrantes, obvios. Tan extremos, sangrantes y obvios que, hasta hace poco, si se había aplicado alguna vez era de uvas a peras (según me contó una amiga del sector, es realmente excepcional). En España hay más de 54.000 presos, más de 35.000 de ellos en segundo grado. Y, sin embargo...

Sin embargo, apenas "uno de los nuestros" entró en prisión, Oriol Pujol (hijo de Jordi), no tardó en aparecer un empleador milagroso que contrató a una persona que nunca había trabajado fuera de la administración pública (catalana, claro, que era en la que mandaba su papá) y para facilitar su reinserción el hombre al poco de entrar ya estaba más tiempo fuera que dentro (sólo iba para dormir). ¿Excepcional? En absoluto. Porque en cuanto ingresaron en prisión "los nuestros", todos encontraron "trabajo". Y todos ellos fueron catalogados como esos casos excepcionales con los que había que ser especialmente clemente y dejarles salir.

Y no sólo un trabajo: varios. Los que hiciera falta. Y si el confinamiento les impide ir a uno, se busca otro que se pueda ir en modo confinamiento. Como archivero del monasterio de Poblet, ya ven la importancia esencial de acudir al centro de trabajo en esta pandemia.

¿Increíble? No si en las juntas de evaluación de presos mandan "los nuestros".

¿Y porqué me saca de mis casillas? Porque ninguno de los más de 35.500 presos de segundo grado lo consigue, por más años que lleven intentándolo. Y ningún monasterio de Poblet, ninguna Universidad de Vic, ninguna de todas esas entidades que han contratado a "los nuestros" ha movido o moverá jamás un dedo por ninguno de esos 35.500. Porque esos, no hay que decirlo, "no son de los nuestros".

Hacen muchos años que digo que consideran Cataluña como su cortijo. Pero esto va más allá: son una mafia. Son a Cataluña lo que la Cosa Nostra a Sicilia. No, peor aún. Allí al menos los mafiosos están ilegalizados. Y no hacen ellos las leyes.



Me pregunto si habríamos llegado a este punto si cada vez que los políticos decidían, con ese estilo suyo tan característico, subirse los sueldos el Pueblo hubiera montado en cólera y los hubiera obligado a rectificar. Supongo que no. Pero descubrieron que ellos están por encima de nosotros y no podemos hacerles nada. Y así han conseguido acostumbrarnos a esto. Ahora ya lo vemos hasta normal. Hoy mismo, sin ir más lejos, se ha publicado en el digital que más informa sobre Barcelona ciudad que la alcadesa ha subido estos días el sueldo un 2% a sus asesores y altos cargos. Con efectos retroactivos al 1 de enero. Y no movemos ni una ceja.




The Hollies - Long cool woman in a black dress

jueves, 25 de abril de 2019

La farsa del juicio de la farsa

Y broma buena, la que le gastamos al boticario, que en paz descanse desde entonces. Tenía la botica de guardia, y despachaba por un ventanuco, le pusimos la receta un poco lejos, sacó la cabeza “pa” leerla, y con un cepo de cazar lobos, clack, jajajaja y su mujer se enfadó, la tía asquerosa. Como le dijo mi madre, si no sabe aguantar una broma, márchese del pueblo.
(Chiste que contaba Gila) 


Dos meses largos llevamos de juicio; es el turno de los testigos de las defensas. El último mes, las acusaciones habían traído como testigos a policías y guardias civiles, que habían explicado lo mal que lo pasaron en los sucesos del 20 de septiembre y del 1 de octubre, los obstáculos al cumplimiento de las órdenes judiciales que tuvieron que afrontar y las agresiones que sufrieron. El odio que les tenían las masas. Aunque se hicieron cansinos por la repetición de hechos similares, al observador extraño todo aquello no podía menos que impresionarle. Pero ahora hablan los que traen las defensas, y son (y lo reconocen ante el juez) amigos de los acusados. Y la cosa ha cambiado.

Al principio del juicio también hablaron testigos pro-acusados. Pero eran llamados por la acusación, y se tenían que enfrentar a preguntas incómodas. Trabajos que hicieron, que cobraron, que encargaron, que pagaron. Aquello fue un circo, hasta el punto de que a alguno el juez le llamó la atención para decirle que tanto olvido no era creíble, a otros se les apercibió de que se les deduciría falso testimonio al acabar el juicio (ya veremos), la mayoría no sabía nada, no recordaba nada. Trabajaron gratis, sin encargos, no cobraban, saltándose todas las normas de cada empresa pero sin saber porqué,... Aquello era La ley del silencio. A mí me indignó tanta mentira, tan evidente, soltada con tanta sinvergonzonería y, en aparencia, tanta impunidad.

Pero lo de estos días... Los testigos están declarando sobre lo mismo que policías y guardias civiles, los altercados del 20 de septiembre y el día del referéndum. Y lo que están diciendo es que ellos no vieron nada. No vieron ningún altercado, ningún mal gesto a la policía, nada de nada. Sólo colaboración, gente pacífica y democráta que sólo quería votar, que se reunía espontáneamente con aire festivo. Vamos, que sólo les faltaba decir, como Gila, que si la policía no sabe aguantar una broma...

Es una farsa, todo esto. Ya era una farsa el proceso separatista en sí mismo, y el juicio también lo es. Pero no por la desfachatez de muchos testimonios, sino porque creo que todos somos conscientes de que, al final, terminará en nada. ¡Oh, sí, los condenarán! Pero la condena serán sólo palabras sin hechos que las confirmen.

Todo parece indicar que va a ganar Sánchez. Gobernará con un porrón de aliados, en una coalición Frankenstein unida tan solo por el odio al PP; no creo que el PP consiga la mayoría (ni aunque le apoyara Ciudadanos además de Vox), así que la alternativa (y no hay otra, ésa es la verdad) es que gobierne el PSOE. Y eso, en lo que afecta a los separatistas, se traduce en una de estas cuatro opciones:
  1. Despenalización de los delitos que se les imputan, con efecto retroactivo. Fin inmediato del juicio si no ha acabado, y los acusados vuelven a sus casas tan panchos.
  2. Ley de amnistía para los delitos que se les imputan. Los acusados vuelven a sus casas y sus condenas quedan anuladas. 
  3. Indulto general a los acusados. Porque sí.
  4. Cumplimiento de las penas en cárceles catalanas. El gobierno catalán aplica el mismo criterio que ha aplicado con Oriol Pujol, el hijísimo, y a la semana los acusados están ya de vuelta en sus casas, con el tercer o cuarto grado. 
Sí, como lo más probable es que el PSOE necesite los votos de ERC, PNV, Podemos y demás, y como los del PSC son (sus dirigentes, sus electos) tan separatistas o más que los de ERC -o los tienen tan acomplejados que quieren hacer todo lo que los de ERC quieren, a ver si así les aceptan como catalanes tan auténticos como ellos-, el PSOE buenista hará una de esas cuatro cosas; según lo apurado que esté. Sobre todo, ¿saben por qué lo harán? Porque es lo que no haría el PP. Y los socialistas no necesitan más motivo.

Y yo pienso que esto Marchena lo sabe. Y lo saben los fiscales, y lo saben las defensas, y lo saben los acusados. Y no está en nuestra mano impedirlo, así que... En fin, el juicio ha de seguir, pero la inutilidad de lo que va a trascender la tenemos todos clara. Y un juicio que no tiene consecuencias es una representación. Una farsa.

Ojalá me equivoque, por descontado, pero cuanto antes asumamos que así va a acabar todo antes pasaremos página. Total, una de tantas. 




The Knack - My Sharona

miércoles, 20 de febrero de 2019

La hora de la verdad






Estos días estamos de juicio. El juicio a la parte apresada de la cúpula de los separatistas catalanes. Dejando de lado los mensajes mendaces, manipuladores y torticeros que emiten los separatistas no apresados (TV3 y medios de comunicación separatistas, sobre todo, pero también políticos y opinadores por libre en las redes sociales), hay tres aspectos que me han llamado la atención en estos primeros días.

1.- El empleo del catalán

Es un tema del todo menor, pero arguyen algunos acusados y su claque que han de tener derecho a expresarse en catalán durante el juicio. Aducen que en español no se defenderían igual de bien.

Me sorprende. No que no sepan español, que podría ser (si se juzgara a Marta Rovira y a algunas consejeras, sería hecho cierto), sino que sean personas que han alcanzado altos cargos dentro de la Administración del Estado - un vicepresidente de comunidad autonómica, una presidente de parlamento autonómico, etc.- sin saber expresarse con suficiente soltura en español. Si no entienden las preguntas (de nuevo, sorpresa siendo cargos tal altos) se les pueden dar las aclaraciones pertinentes, pero su alegación es que no sabrían expresarse ellos.

Bien, pues que lo reconozcan. Que reconozcan que se puede tener un elevado cargo público en España, con derecho a chófer, sueldo más alto que el del presidente del gobierno y resto de canonjías, sin saber expresarse en español. Y entonces se buscará una solución. Luego, que vayan por ahí diciendo que el catalán está oprimido, el español impuesto y blablablá.

Todo lo demás son ganas de tocar lo que no suena. Y eso, a mí no.

2.- Las estrategias de defensa

Son variadas. Unos están empleando una defensa verdadera: yo no hice lo que usted dice que hice, pruebe usted que yo lo hice y que lo que hice es el delito que usted dice que es. De momento, Forn. Esta línea de defensa se combina y basa, además, en que "era todo mentira, señoría". La declaración de independencia era de mentira, no era de verdad. Por eso no cometieron ningún delito. Tal cual y sin pestañear.

Otros están empleando la defensa "esto es una farsa". Junqueras, y creo que Romeva. Se basa en no contestar a la acusación y aducir que todo es una farsa, un juicio político, que son presos políticos y resto de monsergas. Que votar no puede ser un delito y que en cambio impedir a porrazos que la gente vote sí que lo es. Falacia tras falacia, éstos son los que tienen a su claque en el séptimo cielo: joder qué tíos, les están dando sopas con ondas a esos estúpidos fiscales y jueces. Reconozco que nos están tocando las narices un rato con esas proclamas, sobre todo porque el juez jefe no está permitiendo a los fiscales responder a esos discursos políticos, pero… aún hay partido, y salvo que esto sea una farsa y un juicio político con el PSOE al mando, estos tíos se van a chupar más cárcel que Rudolf Hess.

Y los capitostes convergentes, Rull y Turull, están… haciéndose el tonto. Yo no sabía nada. Pero nada de nada. ¿Papeletas? Sí, había, yo las usé para votar, pero no sé de dónde salieron. ¿Urnas? Sí, había, yo hice la presentación en público. Pero no sé cómo se consiguieron ni dónde se guardaron. Sí, yo firme el decreto de convocatoria del referéndum, pero no organicé nada ni sé como se organizó ni quién lo hizo… Suena a chiste, pero estoy trascribiendo respuestas que de verdad han dado. Y que no, que no se gastó un duro público. Que todo fue espontáneo, voluntad popular, que era algo que organizó la gente motu propio sin ninguna dirección.

Y otro argumento que emplean: hicieron una ley (catalana) que legalizaba el referéndum, y antes de que el gobierno central la impugnara por inconstitucional ellos convocaron el referéndum. Por lo que estaban dentro de la legalidad en ese momento.

¡Te cojo las llaves del coche! Y antes de que te dé tiempo a decir que no, salgo por la puerta y me lo llevo. Son como niños.

Ya veremos qué tal les sale la jugada.

3.- El verdadero argumento

La verdadera defensa que esgrimen todos es que no importan las leyes: tenían un mandato del pueblo, estaba en su programa electoral (falso: sus programas nunca hablaron de un referéndum) y lo que hicieron fue cumplirlo. Quedaba así legitimado ese programa electoral al ganar las elecciones (¡el 47% de los votos válidos!). Dicen que, puesto que ningún tribunal les impugnó ni les prohibió el programa electoral, lo que éste proponía era, automáticamente, legal.

Y lo peor es que la masa de su claque se lo cree de verdad.

La masa separatista de verdad cree que el 47% de los votos es un mandato popular y que representa a la mayoría de Cataluña. Esto se puede entender por la sencilla razón de que ellos de verdad creen que quien no piensa como ellos no es catalán, es un español.

Pero lo alucinante es que crean que era legal por estar en el programa.

Si un partido, pongamos Vox, ganara las elecciones y en su programa electoral estuviera la supresión de la autonomía catalana y, ya puestos, la conculcación de los derechos políticos de los censados en las provincias catalanas o, por seguir en un terreno hipotético, la prevalencia del varón frente a la mujer en cualquier disputa o competencia, ¿podrían aplicarlo? El argumento que están empleando los separatistas es que sí porque al ganar las elecciones están por encima de la Constitución.


Ítem más: se les llena la boca a todo el conjunto separatista que "lo que es inadmisible es el Estado usando los tribunales contra la voluntad democrática". En otras palabras: los políticos estamos por encima de la Ley y no sujetos a ella. Esto, en España, ni en la Edad Media.
Llegados a este punto, lo único que puedo decir es que sobran las palabras.
Ainda dúo - Recuerdos de Ypacaraí

lunes, 30 de abril de 2018

La manada y la plebe




Es de actualidad estos días la sentencia a "La Manada": cinco hombres (no les doy el beneficio de denominarlos "jóvenes" o "muchachos", pues tenían entre 24 y 27 años, y a esa edad ya se ha de ser responsable de sus actos) que en los pasados sanfermines forzaron a una chica de 18 años (lo de la manada es porque se autodenominaban así). ¿Qué idea tenía la muchacha al irse de madrugada ella sola con esos mostrencos? Lo ignoro; sin duda no se esperaba lo que le iba a pasar. Por qué no lo vio venir, cómo es que no estaba en guardia, tampoco lo sé. Creo que uno se la ligó y ella creía que iba sólo con él, no sabía que los demás les estaban siguiendo como parte de un plan. Y qué hace una chica de 18 años sola de madrugada en una ciudad que no es la suya, en unos días en los que es fama que por fiestas la ciudad es un despiporre sexual con abusos a la orden del día y donde acuden cada vez más mostrencos con la idea de pillar cacho, pues tampoco lo sé. Tengo entendido que es un signo de estos tiempos, el que las chicas jóvenes empiecen las noches como quieran y las acaben con quien quieran, pero qué quieren que les diga yo,me parece de idiotas: si haces una actividad de riesgo, corres el riesgo de que te salga mal. Y a quien me diga que a lo que no hay derecho es a que salir por la noche e irse por ahí con un desconocido sea una actividad de riesgo, pues... también cierro la puerta de casa al salir, subo las ventanillas del coche cuando lo dejo y no recomiendo a mis hijas que viajen de Caracas a Tijuana solas en auto-stop. No hay derecho a que no puedan hacer ese viaje así, pero es la vida y lo inteligente es no hacerlo. 

El caso es que se ha dictado sentencia y creo que los condenan a 9 años de cárcel. No me he leído la sentencia, no lo voy a hacer y por eso no la voy a criticar: no sé si es correcta o si es injusta. Estoy seguro de que se va a recurrir,como permite la ley española, y no sé si cambiará a más o a menos o se confirmará. No es esto lo que me importa ahora.

También sé que hubo un voto particular de un juez del tribunal, partidario de una condena menor; he leído que este voto estaba incluso más razonado que la sentencia. De nuevo, me da igual si este voto era más justo o menos que la sentencia; lo que trasciende es que hubo un juez que incluso consideró excesiva la condena de 9 años.

Lo importante, en este caso, ha sido la reacción de la plebe. Y digo plebe a propósito; podría decir populacho, pero quiero que incluya un matiz de contar también a los líderes de ese populacho. Por ejemplo, la portavoz (ella quiere que la llamen portavoza, ése es su nivel) de Podemos, que no tardó en declarar que "no he leído la sentencia, pero no estoy de acuerdo". En una carrera por ser más feminazi que nadie, todo el mundo ha clamado contra la sentencia, contra los jueves (llegan a pedir que se empapele a los jueces del tribunal y que se enchirone al discrepante) y contra el mismo sistema judicial. Contra el CPGJ, contra el sistema de designación de jueces, contra la profesión de jueces, contra todo.Y contra la ley, claro: debe cambiarse a la voz de ar, para permitir la ejecución en plaza pública de los cinco mostrencos.

No, la plebe, como la portavoz Montero, no se ha leído la sentencia. Ni lo va a hacer. La plebe no necesita esclarecer hechos, examinar pruebas y tomar testimonios para dictar sentencia. La plebe sabe, y punto. En caso de duda, regirá el principio de que la plebe nunca se equivoca y que además eso es la democracia: quien discrepe, es un facha y merece el exterminio.

Pero así es como funciona la plebe. Compra el argumento más fácil, el que les promete un mundo más feliz sin problemas (ése es el argumento en este caso: una condena altísima para los malvados, sin pensar en la justicia de las decisiones). Y lo hace sin reflexionar: plebe y reflexión son incompatibles.

Uno podría esperar esto, la toma de decisiones sin conocimientos previos, sin reflexión, de los votantes de Podemos y de los del lazo amarillo, que ya queda retratada su capacidad en su vida diaria. También en personas que tengo en el whatsapp, que a fin de cuentas conozco a personas de todo pelaje y jaez. Pero me llama la atención la cantidad de periodistas que se han puesto a la vanguardia de la masa, que en vez de intentar explicar que no es eso, compañeros, que la cosa es más compleja de lo que creéis, se dedican a azuzar sus bajos instintos. Como, por ejemplo, este artículo que he leido en la prensa de hoy. Un artículo con frases como ésta:
Los jueces intervienen en el escenario fuera de las reglas de la narrativa social, sin tener que dar explicaciones, con una altiva superioridad que los convierte en el último reducto de la civilidad. La crítica, pues, es para ellos (todos, porque quien habla es el TS o el CGPJ) un menosprecio.
La tesis del articulista es que ¿quiénes se han creído los jueces que son? ¿Quién les ha nombrado a ellos jueces?, en definitiva. Éste es el nivel de muchos periodistas que escriben en periódicos de gran tirada; éste es boton que explica muchas de las cosas que pasan entre nosotros. 

Hará unas tres semanas, una conductora que dio positivo en el test de drogas arrolló en Mallorca a un pelotón ciclista, matando a uno. La conductora está en libertad provisional a la espera de juicio, y la pena máxima que le puede caer creo que es de cuatro años. La moza de Pamplona está en su casa sin un solo moratón (las secuelas psicológicas dependen de su fortaleza mental; no sé por qué, pero me da en la nariz que una guatemalteca o una ugandesa ya habría superado la experiencia). El ciclista, en cambio, está muerto. A la que lo mató le caerán como mucho 4 años; a los que le hicieron pasar un mal rato a la moza, 9. Y, sin embargo, la plebe está indignada porque sólo sean 9 años y no dice nada de lo de Mallorca.

Más aún, el tema de actualidad antes de la sentencia es el juicio de Alsasua: dos guardias civiles, uno con su esposa y el otro con su novia, fueron apaleados por una turba en un bar de Alsasua. ¿Qué opina la plebe de esto? Si escuchamos a sus portavoces, nada: lo de Alsasua fue solo una pelea de bar, una chiquillada a la que no hay que darle más importancia. Apalearon a la esposa y a la novia por ser esposa y novia, pero a la plebe eso les da igual: se lo buscaron ellas, enamorándose de quienes no debían (si sabían lo que les convenía). Y que conste que nadie está acusando a la chica de Pamplona de haberse buscado ella sus problemas, ¡eh! Pero llama la atención la disparidad entre las dos posturas, porque la emiten las mismas personas en fechas muy cercanas. Y sin que se les caiga la cara lo más mínimo.

Me gustaría, si alguien me protesta a la cara, que esa persona me hiciera un baremo de las penas que considera adecuadas para cada delito. ¿Cuánto le echaría a los de la manada? ¿Y si le hubieran cortado la lengua al terminar? ¿Y si le hubieran dado una paliza de campeonato? ¿Y si la hubieran matado? No me extrañaría que acabaran pidiéndome la pena de muerte. O que saliera gratis matarla, ya puestos a lo que estaban. Y es que éste es uno de los dilemas de la justicia: ser justo requiere ser proporcional.

Y si dar una salvaje paliza sin razón a cuatro personas es sólo una pelea de bar y matar a un ciclista y atropellar a unos cuantos más se salda con 4 años de cárcel, 9 años me parecen a mí más que suficientes. Así que antes de criticar los nueve años, revisemos lo de Alsasua o lo del ciclista muerto.

Por coherencia.



Chascarrillo final: nuestro Siempre victorioso Líder, Puigdemont, ha manifestado su opinión al respecto al retuitear un mensaje de un periodista afín, que decía que "la cultura española es tan violenta que ni los jueces ven violencia en una violación en grupo". Sí, la Cataluña que promete Puchi es tan guay que no habrá delitos en ella, de felices que seremos todos (y porque no habrá españoles, que ya se sabe que estamos todos hechos de la piel de Satanás). Pero lo que me hace gracia es que está diciendo algo tan importante que ni él ni sus creyentes se dan cuenta de que lo dice: está diciendo que la intimidación de un grupo a particulares es violencia. Que es justo lo que han hecho sus huestes. Lo que él pidió públicamente que hicieran: me viene a la memoria, sin ningún esfuerzo, cuando antes del 1/octubre, y ante la negativa de algunos alcaldes a ceder espacios municipales, hizo una declaración solicitando a los habitantes de esas ciudades que acosaran por la calle a esos alcaldes y les pidieran explicaciones. Como suena.



Geoffrey Oryema - Makambo

lunes, 19 de junio de 2017

La Ética en los informes de parte




Todo el mundo tiene derecho a un abogado, a alguien que le defienda. Da igual lo que haya hecho, da igual si es culpable o no. La misión del abogado es que su cliente reciba tan sólo lo que le corresponde, no más. Puede que, en ocasiones, el abogado decida que sus instintos personales de castigo puedan más y se niegue a representar a ese violador reincidente asesino de niñas, y recomiende que se busque a otro abogado que sí pueda defenderle. Pero si le defiende, no critique al abogado.

Digo esto, porque es habitual que se echen pestes de los abogados, siempre sin escrúpulos, siempre capaces de venderse a aquel que paga más. De afirmar una cosa o su opuesta, según quién le contrate. Y lo digo, porque a veces los ingenieros nos encontramos también en la tesitura de tener que ver las cosas según quiera nuestro cliente.

Por ejemplo, con los informes de parte.

Los ingenieros, por lo general, hacemos muchos informes. En ellos decimos las cosas como son, y nos da igual quién nos paga. Nuestro criterio técnico prevalece sobre todo, y sólo nos basamos en los hechos. A menudo, los informes responden a una pregunta, a un problema que tiene nuestro cliente y que nos pide una solución. Un análisis de opciones, o un análisis de una opción concreta. Pero ¡ay!, a veces los informes se piden porque hay una tercera persona afectada, y el informe versa sobre la posición de nuestro cliente con respecto a ese tercero. Son los informes de parte.

Ejemplo A: Un accidente. Sea un accidente de trabajo, un operario manipulando una prensa pierde un brazo. El empleador nos contrata para que analicemos técnicamente el accidente.

Ejemplo B: Un problema estructural. Una estructura que se ha deteriorado con el paso del tiempo y el uso, o una estructura que ha fallado. Supongamos, por ejemplo, un muro que separa la propiedad del cliente de la del vecino.

Los informes de parte pueden ser internos o externos. Los internos son los que pide el cliente para su uso propio. Son los mejores, quiere saber todo. Qué ha pasado, porqué, se podía haber evitado o no, tiene arreglo o no, qué responsabilidades tiene cada parte... Desde el punto de vista ético, no representan ningún problema. Mejor aún, es incluso adecuado cargar un poco las tintas contra nuestro propio cliente, que ya será él quien en su interior equilibre la balanza.

En el ejemplo A, el ingeniero acentuará las responsabilidades del empleador, la formación que no dio, el mantenimiento que no hizo, las medidas para evitarlo que se podían haber adoptado.

En el ejemplo B, el ingeniero buscará qué actuaciones anteriores por parte del propietario pueden haber minado la resistencia estructural del muro, y justificará el efecto del paso del tiempo y el derecho del vecino al uso de su lado del muro.

No, no son estos los informes que crean un conflicto ético en el ingeniero. Son los informes externos: los que el cliente empleará contra la otra parte. ¿Hay que tergiversar las cosas, en estos informes? Y, si se hiciera, ¿sería ético?

En primer lugar, una cosa debe quedar claro. No somos unos lilas. Nos debemos a nuestro cliente, y trabajamos para él. Así que el informe no puede perjudicar a nuestro cliente.

Pero hay una serie de reglas que no podemos saltar.

La primera de ellas es que no podemos mentir. Podemos callar cosas, si decirlas perjudica a nuestro cliente, pero no mentir. En el ejemplo A, podemos ocultar que no se había hecho el mantenimiento adecuado o que al operario sólo se le había impartido una sesión de 2 horas como formación, pero no podemos decir que se acababa de pasar una estricta inspección y el operario estaba borracho como una cuba, si no es cierto. En el caso B podemos ocultar que se ha excavado un depósito enterrado junto a la cimentación del muro (entendiendo que no es la causa del fallo del muro), pero no negarlo.

En segundo lugar, podemos omitir información sólo si al hacerlo no cambiamos la culpabilidad. En el ejemplo A, podemos ocultar que no se hacía el manteniemiento, pero no que se habían eliminado ciertas medidas de seguridad o que se había manipulado la prensa para que fuera más deprisa. O, en el ejemplo B, podemos callarnos que se apilaban palets por encima de la altura del muro, pero no que antes se almacenaban productos muy agresivos hacia el hormigón del muro y que eran frecuentes los escapes de producto. 

En estos casos, la posición del ingeniero es delicada: es mejor mantener la integridad, pero no hemos de perjudicar al cliente sin su consentimiento. Hay que explicarle la situación antes de emitir el informe, y ver cómo se puede enfocar el hecho. En el ejemplo A, si se eliminaron medidas de seguridad, quizás se adoptaron otras (como una mayor formación, o medios para que el operario recordara siempre que se habían eliminado esas seguridades). En el B, quizás se decidió aplicar un plan de revisiones periódicas para detectarlas agresiones químicas en el hormigón. O las razones que llevaron a tomar esas decisiones.

En tercer lugar, existe una excepción al apartado segundo: que al hacerlo no cambiemos las cosas. Busquemos la mejor situación del Bien Común. En el ejemplo A, sabemos que el operario va a ser indemnizado por una compañia de seguros, ya que la empresa tiene una póliza a tal efecto y además la empresa tomará medidas para que no vuelva a producirse un accidente de ese tipo. En ese caso, no hace falta explicar que el encargado había retirado una medida de seguridad sin el conocimiento del operario (o de los jefes). ¿Qué gana, la víctima, si dictaminamos que en vez de un accidente "accidental" ha sido causado por la imprudencia de otro trabajador? Esto exoneraría quizá a la empresa que nos contrata, pero no había ningún perjuicio para ella. Convertir la cosa en un pleito entre el operario y el encargado es peor para la víctima.


En cierta ocasión se me encargó un informe. Para hacerlo tuve que viajar a Bermeo y a no recuerdo qué pueblo de La Rioja, y tras conseguir todos los datos, mis conclusiones eran inevitables pero muy perjudiciales para mi cliente. Como temía que si le daba el informe a mi cliente no cobraría, encargué a mi Colegio el cobro de los honorarios - en aquella época, con tarifas oficiales, era muy habitual-. De algún modo, mi cliente se olió la tostada, y nunca acudió al Colegio a retirar el informe. Y nunca cobré.



Harry Belafonte - Day oh!

domingo, 28 de agosto de 2016

Lo de Otegui, y los ingenieros



¡Bueno, bueno, la que se ha liado con lo de Arnaldo Otegui!

Resulta que el tipo fue juzgado por jueces de la Audiencia Nacional, encontrado culpable y condenado. La condena que se le impuso fue trimodal, entiéndase el palabro: fue condenado a cárcel, fue condenado a no poder desempeñar cargo público, y fue condenado a no ser votable.

Obtenida la libertad tras el paso por la cárcel, Otegui manifestó su intención de presentarse a mandamás del País Vasco en las próximas elecciones del 25 de septiembre. Y se ha montado el lío: gente con estudios de la cosa y cargos públicos dicen que no puede, y gente también con estudios de la cosa y cargos opina que sí. A los profanos se nos hace extraña esta discusión, pero por situarnos, creo entender que el tema va así:

En primer lugar, la pena de cárcel. Un periodo en el talego. Pero resulta que el juez condena a pasar dentro una determinada cantidad de tiempo, y... en fin. Que si ha pasado un tiempo antes del juicio, que si ese tiempo computa de una determinada forma, que si se cuenta desde tal fecha, que si beneficios penitenciarios que suponen menos tiempo en la trena, que si permisos ¡qué se yo!, lo importante es que el periodo de condena no coincide con el tiempo en prisión. Cosas de leguleyos.

En segundo lugar, lo del cargo público. Parece ser que el juez, en su sentencia (que no he leído) no explicita qué cargo público no podía ejercer, y no han faltado picapleitos que digan que, si no dice explícitamente el cargo que no puede ejercer, entonces puede. Peor aún, no han faltado jueces o altos cargos del sistema judicial que les han comprado la idea (digo peor aún, porque el picapleitos que lo defiende no necesariamente ha de creer que la idea sea correcta). Desde luego, por cosas como éstas pensamos los españoles lo que pensamos de los jueces, pero en cualquier caso no nos viene de ahí.

Porque lo que ahora se discute es si es elegible o no. Se le condenó a no ser elegible, pero ¿ha cumplido ya la pena? Esa es la cuestión que se debate, creo. ¿Los beneficios y descuentos sobre la pena de privación de libertad (la cárcel) se aplican también a las demás penas? ¿Se han de aplicar las penas una detrás de otra? Parece lógico que la pena de no desempeñar cargo público es a continuación de la de cárcel, ¿no? Además, creo que el tipo tenía aún otra condena anterior (sin carcel, quizás) que lo inhabilitaba, y es lógico que la segunda condena de inhabilitación empieza a cumplirse cuando se acaba el primer periodo, ¿no?

Yo no lo sé, ya digo que yo no entiendo de estos temas, y mi opinión de profano es asimilable a su opinión sobre lo bien que he calculado yo una estructura.

Pero no traigo a mi blog este tema para hablar de Otegui, sino de los jueces y los ingenieros.

Porque a ver si lo entiendo: trincan al interdecto y llevan ante el juez. Que, si ya de por sí es un titulado superior de élite, lo es de la AN: entiendo que de lo mejor en su profesión. Delante del juez, todo el mundo expone, funda y razona sus argumentos. El juez, es su oficio, toma su decisión y dicta su sentencia. La cual se debe cumplir, y fin de la historia. Pero entonces ¿a qué viene todo el jaleo actual? Porque lo que se está discutiendo es si la sentencia está cumplida o no y a qué se refería el juez cuando la dictó. Que no se sabe si se ha hecho ya lo que el juez quería y tenía en mente, o su intención era que fueran consecutivas, o qué sé yo. Uno, en su desconocimiento de cómo funciona la cosa, no entiende porqué no se pregunta directamente al juez que dictó la sentencia. Pero tampoco entiendo cómo es que la sentencia del juez es interpretable cual vahído de pitia, que se discuta el significado de sus palabras, que no esté claro cuál es el tiempo de las condenas y a qué se le condena, etc.

Y, claro, siempre comparo con los ingenieros, y me encorajino. Porque me es evidente que el juez no ha hecho bien su trabajo, pues no se trata sólo de que la sentencia sea justa (algo sobre lo que siempre habrá división de opiniones), sino sobre todo que sea una sentencia clara. ¿Qué mierda de sentencia es ésta, si entendidos están discutiendo hasta qué quiere decir y cuál es su significado? ¡Si resulta que se le puede dar la vuelta para que signifique todo lo contrario de lo que el juez pretendía (pues es posible que, de facto, no lo inhabilite para coger cargo público alguno)!

Insisto: no me he leído la sentencia. No sé del tema. No he seguido la polémica. Lo que sí sé es que el tipo quiere presentarse, que hay voces que dicen que sí puede y que esas voces son de personas que, aunque por su categoría personal no merezcan atención, por los cargos y las profesiones que ejercen es de suponer que hablan con conocimiento de causa. De lo que deduzco que la sentencia no está pulida del todo. Dejémonos de historias, si se ha llegado a la polémica actual es porque alguien ha fallado, y ese alguien es el juez.

Y, sin embargo, el juez no va a pagar por su error. Nadie le va a demandar, no le van a llevar ante ningún otro juez para que éste dictamine si hizo bien su trabajo o no y qué castigo debería recibir. Si un ingeniero de estructuras comete un error equivalente en su campo, el juicio está asegurado. Y el juez será implacable. Y oigan, que me parece bien que lo sea. Lo que me encorajina es cuando el error lo comete uno de ellos.




Amaral - Cuando suba la marea

miércoles, 1 de mayo de 2013

Boston, Massachusetts

Por fuerza nos ha llamado a todos la atención cómo ha resuelto la policía el atentado del maratón de Boston, y con "policía" me refiero a todos: el departamento de policía de Boston, la policía del estado de Massachusetts, el FBI, y a saber cuántas agencias más de las muchas que tienen en ese grande y hermoso país.

Confieso que al principio lo expeditivo de sus métodos me causó repulsión, pero luego se transformó en envidia al constatar cómo, remedando las palabras de uno de nuestros Amados Líderes, "tenían un problema y lo han solucionado". Sí, porque para resolverlo se ciscaron en los derechos civiles de quien fuera, pero lo cierto es que, una vez resuelto, retornanon los derechos de todos y volvieron a ser el país de libertad y respeto que conocemos.

Creo que todos nos sonrojaremos si pensamos qué habríamos hecho aquí y nos comparamos con ellos. Está claro que tendríamos algunas pequeñas diferencias en el procedimiento a seguir y en la respuesta de la población.

Me viene a la memoria, por cierto, aquella ocasión en que poderosas bandas de piratas tenían atemorizados a los barcos españoles que surcaban las aguas del Índico norte, y secuestraron un pesquero, el Alakrana. Un barco de nuestra Armada acudió en su ayuda y consiguió capturar a dos piratas que estaban en una chalupa; los dos piratas, por ser nosotros españoles, fueron traídos aquí, a España, y puestos bajo la égida de uno de nuestros jueces estrella de la Audiencia Nacional, Pedraz. Y, ya saben, uno de los piratas adujo que era menor de edad... y allí se encalló todo el proceso. Lo primero era determinar con certeza si era mayor de 18 años, porque en España hemos decidido que ésa es la barrera oficial para todo el orbe. A ver si el pirata era menor y había que localizar a sus padres para que se hicieran cargo del chico y le reprendieran adecuadamente, un mes sin tele por lo menos.

La pregunta es el porqué de estas diferencias. La clave, me atrevo a asegurar, está en lo que denominaríamos "el ADN" de los americanos. Una de las cosas que me llama la atención es la cohesión sociual que tienen, a pesar de la tremenda disparidad de sus orígenes, estilos de vida y creencias. Son como una manta de patchwork, multitud de pequeños retales, todos diferentes entre sí, cosidos y umbricados de forma que los retales desaparecen como tales y sólo se percibe ya una divertida manta.



Lo más curioso,y la explicación quizá, es que EE.UU. es un país de retales. De deshechos, me atrevería a decir. Desde sus orígenes a principios del siglo XVII hasta al menos mediados del siglo XX, a esa tierra viajaban los que no encontraron su sitio en Europa, fuera porque no tenían espacio para vivir con sus creencias, fuera porque sufrieron persecución (por ejemplo, muchos hombres de gran vaĺía huyeron de Francia durante la revolución para establecerse en esos recién independizados EE.UU., entre ellos el señor Eleuterio du Pont, sí, el fundador de la inconcebiblemente grande multinacional DuPont), fuera porque su entorno les impedía su crecimiento personal, o simplemente por necesidades de subsistencia, no había vida para ellos aquí.

Aora, imaginemos a ese "expulsado de Europa" que llega allí, con una mano delante y otra detrás. Desembarca, ¿y qué hace? Seguramente, deambula de aquí para allá, intentando conseguir algo de comida, un techo, su primera subsistencia. Probablemente, en su vagar cruce alguna plazuela donde vea mecerse los cuerpos de dos o tres ahorcados... "¿Y ésos?" preguntará al más próximo. "Los colgaron por ladrones", le responderán. Aprenderá así que debe salir adelante sin robar. Entonces, debe trabajar. Alguien le dirá "aquí tienes tu hacha, el bosque de fuera de la ciudad te espera. Ve y sal adelante por ti mismo. Si necesitas ayuda, pídela y te la daremos; eso sí, si la necesitamos nosotros deberás ayudarnos tú". El hombre, en ese momento, se interna en los desiertos americanos (dicho en el sentido Feminore-Cooper-iano del término, pues son grandes extensiones sin población), y se emplea duro. Lo que consiga, lo conseguirá por él; no habrá un papá-Estado que le provea de lo que necesite.

Pero también sabe que no está solo. Forma parte de un batallón de hombres que, como él, luchan por salir adelante - o ya lo han logrado- en circunstancias parecidas. Es miembro de una comunidad, y esa comunidad responderá como un solo hombre ante las agresiones exteriores (que se lo pregunten a los indios) y resolverá internamente las interiores. Y, a su vez, esa comunidad se sentirá parte de otras similares, agrupándose en territorios y en estados, y todos los estados a su vez mancomunados en el país, los Estados Unidos, suma así de sus estados y éstos de sus comunidades.

Ocurre entonces el atentado de Boston, y la comunidad reacciona de manera automática: uno de los nuestros nunca haría esto; por lo tanto, el autor, aunque viva entre nosotros, no es uno de los nuestros, y por lo tanto hemos de localizarle y tratarle adecuadamente. Con este sentir, sus cuerpos de seguridad se movilizan - y no se detienen en zarandajas- y la población permite que sus cuerpos de seguridad "hagan lo que tienen que hacer".

El resultado ya lo conocemos: a los pocos días, como habría dicho un Amado Líder que tuvimos, "tenían un problema y lo han solucionado". Da igual si eran galgos o podencos, oye. Y a otra cosa, mariposa.


Por cierto: es posible que el nombre de DuPont no les diga nada. Es quizá la mayor empresa química del planeta. Inventó el neopreno, el nylon, la licra, el plexiglas, el teflón o el kevlar de los chalecos antibalas. Vale, quizá el nombre de la empresa no les suene. ¿Algún material de ellos, tal vez? El señor du Pont huyó durante la revolución francesa, cuando los jacobinos se fueron adueñando de la situación.

Otra nota: en los viejos westerns, era corriente que a los cuatreros los ahorcaran. Sólo habrían robado caballos, pero en aquellos desiertos robarle a un hombre su caballo era condenarle a una muerte segura. En las situaciones de gran pobreza o de gran dureza, el robo a menudo se castiga sumarísimamente, porque en definitiva lo que han robado es todo lo que un hombre posee o lo que necesita realmente para vivir.