domingo, 5 de junio de 2016

Trump for president




Empezamos ya la campaña presidencial para los EE.UU. Trump versus Hillary Clinton. Vaya por delante que yo prefiero que gane Trump, pero eso no ha de influir en lo que sigue.

En primer lugar, ¿cómo está la cosa? Pues no está clara, pero de momento Hillary va ganando:
Ya saben, rojo repúblicano, azul demócrata, más oscuro más seguro. El mapa es de esta página, Realclearpolitics.com.

De acuerdo con el mapa, Clinton tiene 194 y Trump tiene 164, con 180 votos aún indecisos.

Bien, yo pienso que Trump ganará en el Cinturón de la Biblia, en las Rocosas, en Iowa y en Ohio. Clinton ganará en el Pacífico y en el norte industrial. Y la clave es quién ganará en Florida.

Si mi previsión se cumpliera y Clinton ganara en Florida, Hillary president:

284 frente a 254 es una victoria clara. Pero si Florida votara a Trump, habría un vuelco electoral:
La cuestión es qué votara Florida. El sur del estado es "cubano". En teoría, anti-Trump. Pero el norte del estado forma parte del Cinturón de la Biblia que antes he mencionado. El Cinturón de  la Biblia es un grupo de estados que tienen una cultura, digamos, evangelista. Muy cristiana evangelista, por así decirlo. Domingos de iglesia, y todos en la iglesia. Este Cinturón es, básicamente, el Sur hasta Texas. Se escapa la frontera con Méjico y el oeste de Texas, y el sur de Florida, pero por el norte muerde un poco, es casi todo Misuri, Kentucky, llega al sur de Ohio, parte de Kansas,... se hacen una idea. Pues bien, resulta que este "Cinturón" supone no menos de 183 votos electorales. Y suele votar en bloque, porque es bastante homogéneo. Quiero decir, si un candidato convence al votante medio de Arkansas, es bastante probable que también haya convencido al votante medio de Alabama y de Carolina del Sur. Así que sabemos que los dos candidatos van a ir a degüello a por estos estados (no creo que haya mucha pelea por Hawaii o por Montana, por ejemplo). Para Trump, no hay discusión, es vital ganar en esta zona, si Hillary gana en los estados industriales; en el caso de Clinton, no es tan importante si consigue un estado famoso por su alternancia en las elecciones y del que se dice que ningún republicano ha ganado si no ha ganado aquí. Sí, Ohio. Fíjense que en mis dos pronósticos anteriores Ohio es republicano. Hillary puede ser presidente si consigue Florida perdiendo Ohio, pero si Trump gana Florida pero pierde Ohio:
273 frente a 265, gana Hillary. Ganando Ohio.

Por supuesto, todo esto es una previsión mía, que me he inventado sin ningún fundamento. Bueno, sí, partiendo del primero de los mapas y cambiando Nuevo Méjico, que yo creo que cambiará. Aparte de eso, ya digo que está hecha sin ningún rigor.

Pero hablemos de mis preferencias. ¿Por qué quiero que gane Trump? Trump tiene una fama horrible en Europa, se le presenta como un bocazas populista, ignorante y faltón. Está claro que en Europa ni se conoce a Trump ni se han parado a reflexionar sobre Trump. ¿Qué sabemos sobre Trump?

Sabemos que tiene 69 años (Hillary 68). Es un dato importante, porque nos dice que ya podemos saber cómo es Trump, es difícil que vaya a cambiar.  Es España se presentan a presidente jovencitos de treinta y pocos, sin experiencia laboral apenas, sin un historial, sin nada que sirva para que sepamos cómo las gastan, qué piensan realmente, cómo luchan por sus objetivos, cómo crean y gestionan equipos, todo eso. En el caso de Trump, es todo lo contrario. Sabemos que ha gestionado empresas, que ha ganado y hecho ganar mucho dinero, que ha cerrado muchos acuerdos y establecido muchos negocios, que tiene una enorme red de contactos que, por alguna razón, trabaja bien con él,... Estoy seguro de que es así, porque tras más de 40 años haciendo negocios, sigue y está forrado: no puede haberlo conseguido sin crear equipos, sembrando cadáveres, rindiéndose ante los inconvenientes. Ha gestionado su patrimonio privado, y lo ha hecho bien. Mucho mejor que usted y que yo, me atrevería a decir.

De hecho, no encontraremos nada en el historial de Trump que no lo haya hecho un consejero delegado de una gran empresa en un mal día. Por lo que colijo que, si nos basamos en su vida y no en su campaña para la designación republicana, el tipo presenta unos avales irreprochables. Veamos entonces su campaña.

Lo más llamativo de la campaña de Trump es que ha ganado. En que era un don nadie, un tipo de fuera del partido, y ha arrasado. Se ha metido en el bolsillo a los votantes republicanos en un tiempo récord. Por supuesto que ha tenido que llamar la atención para lograrlo, ¿cómo si no iba a hacerlo? No pretenderán que hubiera intentado hacerse pasar por uno más, mimetizarse con todos los demás candidatos y no hacerse notar. Por favor. ¿Y cómo se ha hecho notar? Pues hablando claro. Diciendo las cosas sin diplomacias. Diciendo loque muchos piensan pero callan. ¿Le van a culpar por eso?

¿Sabe usted qué burradas ha dicho? No creo. Sabe que está en contra de la inmigración. Que quiere poner un muro en la frontera con Méjico, blablablá. Pero resulta que Trump lo que quiere es acabar con la inmigración ilegal. ¿Qué hay de malo en eso? ¿No es lo que debería defender cualquier candidato? ¿Cómo va a estar un candidato a favor de la inmigración ilegal?

Pero es que resulta que Trump ha declarado en varias ocasiones que es importante exagerar. Que él empieza las negociaciones poniendo un techo muy alto, casi imposibles. Trump tiene un historial larguísimo de negociaciones y sabemos que ha ganado muchísimas, así que lo que tenemos es una persona que sabe cómo es la gente, lo que tiene que hacer y decir para conseguir lo máximo de lo que quiere. No hay que creer al pie de la letra lo que él dice, sólo captar la dirección. Por ejemplo, que quiere combatir la inmigración ilegal. Para él, es un tema importante.

Una burrada muy citada sobre el hombre es que quiere prohibir la entrada de musulmanes en los Estados Unidos. ¡Caray, sólo por eso yo le votaría! Ojalá no entraran musulmanes en España. Pero aquí no tenemos lo que hay que tener, para ello. Veamos de todas formas el caso americano. En primer lugar, quiere prohibir la entrada de musulmanes no estadounidenses. En segundo lugar, la prohibición sería temporal, hasta que resuelvan el problema. Ahora, dése cuenta de una cosa: el estilo de vida de la mayoría de los musulmanes no americanos es contraria a la Constitución Americana. Las creencias de los musulmanes son contrarias a los principios constitucionales. ¿Es una mala idea impedir que personas cuyos principios y estilos de vida son opuestos a los nuestros - y que nos los quieren impedir, además- se establezcan entre nosotros? Antes de contestar, piense si de verdad no le importaría que una familia de gitanos de su localidad se mudaran a su misma escalera, y a su rellano, a la puerta de enfrente.

También dice que está a favor de torturar a los terroristas y de tomar represalias incluso con sus familiares. De nuevo, piense qué preferiría usted si fuera norteamericano: que su presidente anunciara que no torturaría a los terroristas del ISIS que mataran norteamericanos y que, por descontado, respetaría a sus familiares, o todo lo contrario. ¿Qué prefiere, el profesor que anuncia a principio de curso que quien no estudie suspenderá y que no le temblará el pulso, o el profesor que dice que tranquilos, que será comprensivo con los "contratiempos" que hayan podido tener los alumnos, que habrá exámenes de recuperación y que de todas formas ya se verá cada caso por separado?

Si se dan cuenta, durante la campaña Trump ha hecho y ha dicho lo que tenía que hacer y decir. Y, sin embargo, no ha dicho ni hecho nada que sea en verdad reprobable. Insisto en que Trump presenta una imagen que no es su fondo. Su imagen es parte de su estrategia. Y él lo ha dicho y lo ha explicado en los momentos adecuados para ello; no está engañando a nadie.

Por el otro lado, en cambio, tenemos a Hillary Clinton. Una despiadada abogada que lleva muchos años en la política americana. Que es parte de su establishment, por decirlo así. Digamos que la exsenadora es un bicho, pero será otro día cuando escriba sobre ella.

En cualquier caso, piense dos cosas: primero, que yo no sé (y usted tampoco) quién va a ganar las elecciones. Y si en el pasado he acertado, también he acertado de qué lado cae una moneda en el 50% de las ocasiones.

Y, en segundo lugar, que ni usted ni yo sabemos si Trump o Clinton serán buenos presidentes. De hecho, ni siquiera cuando acabe el mandato del que gane sabremos si han sido buenos. Piense que los americanos tienen mucha más información que usted y yo, y van a pensar sobre el tema mucho más que usted y yo. Miren, cuando Reagan se presentó contra Carter, yo creía que Reagan era poco más que un payaso. A fin de cuentas, no era más que un mal actor de Hollywood, ¿cómo iba a ser pejor que el presidente Carter? Pues le dio mil vueltas y demostró ser un gran presidente. Y todos los europeos nos beneficiamos muchísimo de ellos, por cierto. Así que si un patán como Trump arrasa en las primarias de los republicanos, de una cosa estoy seguro: no es un patán. Es la visión que nos muestran, eso es todo. Pero con internet podemos acceder directamente a lo que pasa en Norteamérica, sin filtros, y al hacerlo y reflexionar nos damos cuenta de que tal vez sí sea Trump la persona idónea para el cargo.

De todas formas...

En realidad quiero que gane Trump porque pienso que va a ser más divertido tenerlo ahí que a Hillary.



Lynyrd Skynyrd - Sweet Home Alabama

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