viernes, 2 de diciembre de 2022

El turno de los funcionarios de élite

https://www.youtube.com/watch?v=ipYAT8l6ueo 

 

 

 

En el no apreciado transcurrir de las cosas, el Gobierno ha llegado a un acuerdo con los sindicatos para cambiar el sistema de acceso al cuerpo superior de funcionarios. A los funcionarios de élite: abogados del Estado, inspectores de Hacienda, letrados y auditores superiores del Tribunal de Cuentas,… La crème de la crème (y también hay ingenieros, en esa crema). Como no cabía esperar otra cosa de un gobierno de Sánchez, todo parece indicar que va a ser una muesca más en su hacha de derribo del sistema institucional español. Y lo digo así porque, la verdad, tantas muescas no pueden ser casualidad: ha de ser porque hay un plan y un objetivo, que no puede ser otro que cargarse todo el andamiaje del Estado.

 

Hasta ahora, a esos niveles se accedía por oposición. Y una oposición especialmente dura. Pero con el nuevo acuerdo, cuando se acceda por promoción interna (lo que interesa, en verdad, a los sindicalistas) el nivel de los conocimientos que se exigirán se reduce al 20% del exigido hasta ahora, y la prueba oral (tan temida siempre por todos los opositores) se sustituye por un cuestionario tipo test (me niego a llamarlo examen). A cambio, se consiguen puntos (y no pocos) por antigüedad, cursos de formación interna y méritos similares.

 

Yo, ya saben, soy muy crítico con respecto al nivel de formación que otorga la universidad, y me río de los títulos. Pero es porque yo me muevo en niveles muy bajos de la profesión, más cercanos a la técnica práctica. Eso no implica que considere que un delineante con los trienios que sea pueda suplantar a un ingeniero superior senior.

 

Para que nos centremos: imagine que el médico que le hace el trasplante de corazón es en realidad un enfermero (o un celador, quién sabe) que lleva 20 años en el hospital y ha asistido a varios cursillos y seminarios (esto suena muy bien, salvo para los que hemos asistido a cursillos y seminarios varios y sabemos lo que realmente se aprende en esos cursillos y seminarios). Y no creo que le tranquilice saber (aunque dudo que llegaran a decírselo nunca) que el tal cirujano es amigo de la infancia del hermano del director del hospital, a diferencia del otro que se quedó sin la plaza porque había sido exnovio de la actual mujer del mismo director. Pero es que todo huele a eso. A intereses personales. A mangoneo.

 

Todos sabemos que rebajar el nivel de las pruebas de acceso rebaja el nivel de los que acceden. Todos sabemos que el cuerpo de funcionarios de élite es la clave de la Administración. De su competencia y de su independencia. Rebajar los estándares necesarios para ingresar rebajará su competencia. Permitir la inclusión de criterios no técnicos que faciliten el mangoneo afectará a su independencia. Facilitará el colocar a fieles peones en los puestos en los que interesa que estén. Ojo, que no digo que ésta sea la intención de este Gobierno, sino que aviso de que esta posibilidad lo permitiría a un gobierno con menos escrúpulos morales que el de Sánchez.

 

Entiendo el interés de los sindicatos, en esta jugada. Es obvio, les permitirá llegar a puestos a los que jamás llegarían por sus méritos. Pero no alcanzo a vislumbrar el interés del Gobierno, fuera de tener contentos a los sindicatos en año de elecciones. Y si este Gobierno no se mueve por intereses electoralistas ni busca tener una herramienta para controlar al funcionariado, no sé por qué lo hace. Lo que sí sé es que es una mala idea.

 

 

 

John Denver - Season suite: winter (versión de Parker Lanier)

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