martes, 16 de abril de 2024

75 ingenieros navales

https://www.youtube.com/watch?v=1HoVF6iv7OE 

 

 

 

Se publicaba el otro día (aquí) que en España se licencian cada año 75 ingenieros navales. El equivalente, entiéndase. El lamento era que España necesita 300 cada año. Que muchos no acababan la carrera porque ya en 3º, no digamos en 4º, se colocaban en las empresas que no podían esperar más. Y que más jóvenes deberían animarse, una carrera con tantas salidas, tan demandada.

El año 2019 8.246 estudiantes terminaron el grado de Psicología en España y 4.867 el de máster. 

Criminología se puede estudiar en 46 centros universitarios por toda la piel de toro. Creo que producimos 2.464 al año. Criminólogos.

Pero sólo producimos, como país, 75 ingenieros navales al año.

¿Alguien más ve un problema aquí?

Por cierto: ¿qué futuro espera a esos 11.000 psicólogos y 2.400 criminólogos que producimos cada año? ¿Cuántos no trabajarán de psicólogos o criminólogos? Seguro que el porcentaje no es residual, así que ¿porqué les pagamos unos estudios universitarios a unos estudiantes que no los van a aplicar? No digo que enseñemos a esos estudiantes a elegir bien sus estudios, digo que no ofertemos tantas plazas. Si España necesita 1.000 criminólogos y 5.000 psicólogos más cada año, pues que se oferten sólo esas plazas.

No necesitamos 13.000 psicólogos y 2.400 criminólogos, pero sí algo más de 75 ingenieros navales. Creo que en esto estamos todos de acuerdo. Y creo que estamos todos de acuerdo también en que no es un problema de que falten mujeres que quieran ser ingenieras navales, si fuera un asunto de paridad se resuelve fácil prohibiendo a las mujeres ser psicólogas o criminólogas hasta que no completen su cuota de 37 ingenieras navales. El problema verdadero es que no conseguimos en España que los jóvenes quieran ser ingenieros navales. Me parece increíble, porque en mi opinión la ingeniería naval y la de minas son las dos ingenierías más fascinantes, completas y atractivas de todas. Y a pesar de todo, a la vista está: casi nadie quiere ser ingeniero naval.

Si las autoridades estuvieran por lo que hay que estar, en vez de tanta chorrada educativa deberían fomentar que los chicos (chicos y chicas) quieran ser ingenieros. Aunque no sean navales, pero seguro que alguno caería. Hay que fomentar que se estudie ingeniería. 

Para empezar, los chicos (chicos y chicas) en los colegios no saben bien qué hace un ingeniero. Saben que la profesión existe, pero no saben en qué consiste. Como mucho, lo asocian con los diseñadores de coches. Las más de las veces, con cosas que no son de verdad de ingenieros (al menos, de lo que yo entiendo que es cosa de ingenieros de verdad). Resolver este problema no es difícil: seguro que todas las escuelas pueden contactar con ingenieros que se ofrezcan a dar charlas sobre su profesión. Un ingeniero de caminos, uno agrónomo, uno industrial, uno aeronáutico,... Cuantos más tipos de ingenieros mejor. Un ingeniero especializado en centrales y redes eléctricas puede descubrir a los alumnos un mundo que ni se imaginaban, un ingeniero de fábrica explicar cómo es en verdad una fábrica y la importancia de los ingenieros en ellas. Y un ingeniero naval puede contar las múltiples ocupaciones que tienen, sus responsabilidades y los retos a los que se enfrentan. Estas charlas no tienen coste, y seguro que serían muy fructíferas. Sin conocimiento no hay vocación.

En segundo lugar, ha de cambiar el ánimo con el que se trata a la ingeniería. No es cosa de cerebritos incapaces de relacionarse con el mundo y ojalá hubiera más mujeres ingenieras, entonces sí que cambiarían las cosas con las mujeres empleando su cerebro. No. Los ingenieros somos la élite del país. La categoría del país no la dan sus atletas o sus futbolistas, y tampoco sus funcionarios, sus psicólogos o sus notarios. La dan sus ingenieros. Somos los que hemos sacado a la humanidad de las cavernas, qué caramba. No hay carrera más difícil que la nuestra, aunque algunas alardeen de requerir memorizar tochos enormes y cientos de palabras de 30 letras. Y así como debería animarse a los chicos a buscar la excelencia y a intentar ser los mejores, debería animarse a los chicos a intentar ser ingenieros si se ven capaces de ello. Desde luego, burlarse de los ingenieros no es el camino.

Y para terminar por ahora, tampoco estaría mal que los medios de comunicación reflejaran también la dificultad técnica de la noticia. Si una empresa española monta una plataforma petrolífera en el mar del Norte, si cualquier problema con un barco de transporte de contenedores, si se bota un submarino o se consigue un contrato de fabricación. Pero también si una lancha o un velero participa en una prueba de velocidad o resistencia. Por ejemplo. Un barco, desde un gigantesco superpetrolero hasta el más frágil esquife pasando por el prodigio técnico de los veleros IMOCA de 60 pies, todos son en realidad una obra de ingeniería. No estaría de más que alguna vez se hablara de ello.

En cualquier caso, me parece muy lamentable. 50 millones de españoles y sólo producimos 75 ingenieros navales al año. Psicólogos y criminólogos para aburrir, pero de lo que verdad importa, más bien poco. No sé qué decirles, hay países con un alto conocimiento tecnológico y países sin ello. No sé en qué grupo creemos que estamos, y en qué grupo queremos estar. 

 

 

Sam Cooke - Wonderful world 

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