Ha ganado Trump. ¿Sorpresa? Un poco sí, pero, claro: ha sido la lucha de un hombre contra el sistema. Incluso en la prensa americana se titula el hecho como la mayor remontada electoral de su Historia.
A lo que vamos: en primer lugar, he de recordar algunas ideas que escribí en el blog.
El 1 de febrero expuse un dato que me pareció muy curioso: cuando empezaron las primarias, todos los estudios indicaban que Clinton ganaría a cualquier republicano menos a Trump. Y uno de los argumentos a favor de Sanders era que él sí ganaría a Trump. Estaban empezando las primarias, y Trump ya parecía un juggernaut imparable.
Fue entonces cuando me intrigó cuál era el secreto de Trump. Porque lo suyo no es populismo, eso que quede claro. Así que el 3 de marzo escribí un artículo con mi opinión sobre Trump.
Y el 20 de marzo escribí otro, diciendo cómo creía yo que Trump ganaría a Hillary.
Cuando la fase de primarias quedó vista para sentencia, escribí mi Trump for president. En este artículo ya aportaba las tendencias electorales de cada uno. Hillary era la favorita, pero Trump no podía ser descartado. Tenía sus opciones. El artículo resultó largo, pero también incluía más opiniones mías sobre el hombre.
Finalmente, el 28 de agosto escribí que Hillary ya tenía los votos. En ese momento, las encuestas ya daban que tenía los estados suficientes para ganar. Trump no sólo debía convencer a los estados indecisos, sino también a estados que apoyaban claramente a Hillary.
Menos de una semana después de aquel artículo, ocurrió el hecho clave de la campaña: Hillary se desmayó en un acto electoral. Tuvieron que sacarla de allí, y no era capaz ni de caminar por si sola. Y lo peor: dijeron que estaba enferma. Que llevaba mucho trajín encima, y que eso le podía pasar a cualquiera. Vuelvan a leer mi articulo del 20 de marzo, y sonrían. A partir de entonces, todos los días miraba las encuestas. Cada día que pasaba, Hillary perdía votos. LLegó a estar a la par que Trump... pero había algo raro: Trump no ganaba los estados que Hillary perdía. Yo escribí un artículo sobre la remontada de Trump, pero en realidad sólo había un hundimiento de Hillary. Pasó septiembre, y no lo publiqué porque no lo veía claro.
El 7 de octubre saltó el escándalo: las frasecitas de Trump. Las encuestas cambiaron de tendencia: Hillary se recuperaba y Trump se hundía. Pero quedaban tres puntos a favor de Trump: primero, que nadie haría caso, llegado el momento, a esas frases desafortunadas; segundo, que el voto oculto que no sale en las encuestas lo es a favor de Trump; y tercero (esta opinión la leí en un blog americano), que sí, que si todo seguía como hasta ese momento Hillary seía la ganadora, pero... que las cosas no iban a seguir como hasta ese momento. Quedaban 4 semanas e iban a pasar cosas, porque Trump tenía que hacer algo. Yo pensé que sacarían trapos sucios sobre Hillary y esperé, pero si los han sacado yo no me he enterado.
Con todo, sí salió un escándalo: más emails que el FBI investigaba en no sé qué lío con Hillary. No sé bien de qué va esa historia, pero parece ser que el FBI investiga a Hillary. Lo que dio a los trumpistas un argumento: ¿iba usted a votar al primer presidente investigado por el FBI, algo que no lo fue ni Nixon? Ya sé que a los españoles la honradez de nuestros políticos nos da igual, como si su historial de penales tiene siete páginas, pero por lo que parece, a los americanos sí les importa.
Así que no sé por qué en concreto, pero ha ganado Trump.
Algunos datos sobre el cómo lo ha hecho:
En muchos estados, Trump ha ganado de paliza: En Kentucky, 62,5(%) frenta al 32,7 de Hillary. En Alabama, 62,9/34,6. En Wyoming, 70,1/22,5. Que ya sé que Wyoming da pocos votos, pero es un botón de muestra de lo que es el interior del país. En general, en el Cinturón de la Biblia ha arrasado.
En estados importantes, Trump ha ganado con claridad. En Tejas, 52,7/43,4. En Georgia, 51,3/45,6.
Pero también ha habido estados ajustados, donde Trump ha ganado por apenas un puñado de votos. En Pennsylvania, un estado muy importante, ganó 48,8/47,6. En Wisconsin, 47,6/46,9. En el vital Florida, 49,1/47,8. Si llega a ganar Clinton en Florida, o en Pennsylvania y Wisconsin, sería presidente.
Ahora, que también es cierto que en algunos estados Hillary ha ganadopor los pelos: en New Hampshire ganó 47,5% frente al 47,3%. De hecho, éste es uno de los estados en los que aún no se han dado datos oficiales, porque el margen es tan estrecho que se impone un recuento. Aunque no cambiará el resultado global, claro. Y en el importante Michigan Trump ha sacado el 47,6% y Clinton el 47,3.
Pero es que aún hay más: en todo el país Hillary Clinton ha obtenido el 47,7% de los votos y Donald Trump el 47,5% (otros candidatos minoritarios, el resto; el que más, Johnson, el 3,2%). Es decir, Hillary ha ganado en votos populares. Más americanos han votado a favor de Clinton que de Trump. Lo que pasa es que a Clinton no le interesaba arrasar en California (61,5/33,2) o Nueva York (58,8/37,5), estados muy poblados donde le habría bastado con el 51% de los votos; tenía que haber traspasado esos votos a Florida y Michigan, por ejemplo. Es lo que tiene, el sistema americano.
Por esta razón hay una iniciativa, que ya les he expliqué en este artículo, que promueve que al presidente se le elija mediante una votación única por todo el país en vez de emplear delegados estatales. Dentro de unos días miraré qué tal va esta iniciativa, y les cuento.
Y también hablaremos de más cosas que se votaron ayer: algunas son bastante divertidas. E increíbles.
Bruce Springsteen - Born in the U.S.A.
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