sábado, 19 de marzo de 2016

La locura de 2016

El baloncesto universitario de los Estados Unidos es, según numerosos autores, aburrido. Es verdad que es una competición sin estrellas: en que aparece alguna, da el salto a la NBA. Lo que nos lleva al hecho incuestionable de que las verdaderas estrellas de la NCAA son los entrenadores de los equipos: Rick Pitino, John Calipari, Mike Kryzewski, Roy Williams o Bill Self, por citar algunos. Los entrenadores son mucho más conocidos que los jugadores, y así, decimos que se enfrentan los Cardinals de Pitino a los Wildcats de Calipari, no a los Wildcats de Jamal Murray.

Esta identificación de los equipos por los entrenadores se traduce en un insano control de ellos sobre el juego del equipo: el jugador que desobedezca una consigna será relegado al banquillo. Y el resultado es que los jugadores lo tienen difícil para desplegar su genialidad; se quieren soldados, no héroes. Sumemos a esto que estamos hablando del puesto de trabajo de los entrenadores, y que se les pide un buen rendimiento global, no éxitos y títulos como si fueran el barça o el Real Madrid, y entenderemos que la primera consigna del entrenador sea "muchacho, ve sobre seguro, no te la juegues".

Es cierto. Los partidos suelen ser aburridos. Partidos sin estrellas ni jugadores sobresalientes, tanteos bajos, posesiones muy largas, buscando tiros seguros. Es cierto.

Pero cuando llega marzo, el formato de liga cambia por el de eliminatorias a partido único, lo que se denomina la locura de marzo. Esto no cambia totalmente el juego, los partidos son largos y durante gran parte del mismo el ritmo es el normal en la categoría, pero cuando llegan los últimos minutos no hay tiempo para ser conservador y cada jugador tiene que sacar lo mejor de sí mismo. La emoción se dispara y llegan los momentos únicos.

Este año, en la primera ronda de eliminatorias se enfrentaron Texas y Northen Iowa. Texas, por supuesto, cabeza de serie y Northern Iowa como cenicienta. Pero ¡ah! en el partido salta la sorpresa y N.I. se pone por delante y controla el partido. Hasta que, faltando sólo 12 segundos para que termine, Northern Iowa falla un tiro y Texas tiene el balón, dos abajo. Tiempo para un tiro, Texas puede perder, empatar... o ganar.

Doce segundos para contemplar y entender lo que supone la locura de marzo. Como cabeza de serie, Texas va de blanco y N.I. de azul, aunque los de Texas son negros y N.I. es el equipo de los blanquitos: https://www.youtube.com/watch?v=SdFB3OGUaGU

Por cierto, no se pierdan al final al compañero del equipo con dos muletas. Eso, en la NBA, no pasa.


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