lunes, 14 de marzo de 2016

House of cards (primera parte)


(En el aniversario del nacimiento y de la muerte de Félix Rodríguez de la Fuente)



El sábado ejercí de chófer y llevé a mi hija y sus amigos al cine de un centro comercial. Durante la película compré un kilo de sal, que nos faltaba, y estuve curioseando por la FNAC. Quería saber qué oferta tenían sobre la serie de televisión House of cards, que no he visto pero que por lo que he leído me va a gustar. Tenían las temporadas sueltas, a 29 euros, y las tres temporadas juntas, a 50. Podría haberme llevado la primera temporada, y si no me gusta sólo habría malgastado 29 euros, pero si me gustaba, como creo que ocurrirá, habría hecho el panoli. Me llevé el paquete de las tres.

No soy un agonioso. Puedo comprarme algo y tenerlo sin abrir meses, ya de joven me compraba libros, discos o comics y los tenía en la pila, esperando turno, y sigo siendo así. Alguno dirá que soy lo siguiente a pachorras, pues tengo ampliaciones de fotografías sin colgar y marcos para esas ampliaciones sin desembalar, o cortinas compradas hace cinco años pendientes de que las cuelgue. Pero en este caso se juntaron los hados y el domingo por la noche tuve tiempo y oportunidad, y me ví el primer capítulo. Dos veces.

La serie, creo, me va a gustar. Puede que, incluso, me guste tanto como El ala oeste de la Casa Blanca.

Es posible que me tilden de panoli: me he comprado los DVD de una serie de televisión. ¡En estos tiempos! Me dirán que ustedes se han bajado esta serie (y otras chorrocientas más, ya puestos) a través de las numerosísimas páginas de descarga ilegal que hay en internet. Que soy muy tonto, que si les hubiera avisado ustedes me la pasaban junto con veinte temporadas de Aquí no hay quien viva. 

Ya. Pero es que yo no me siento cómodo actuando así. Primero, miré en Amazon si la podía comprar sin ir a la tienda. En Amazon no decían que estuviera doblada al español, y tenía dudas porque nunca he comprado en Amazon, así que no hice nada.  Luego, en una tienda, encontré los discos. El precio me pareció razonable: 50 euros tres temporadas de trece capítulos, menos de 1,30 euros por capítulo de cincuenta minutos. Me he comprado discos muy malos por más dinero. Y lo mismo con libros, cines, restaurantes,... No me pareció un mal precio.

Además, considero justo que, si la serie es buena, los que la han hecho saquen un beneficio económico por ella. Como no iba a enviarles un cheque una vez vista, lo suyo es comprar los DVD. Si las series buenas se compran, tendrán rendimiento económico y eso moverá a los creadores de series a hacer series buenas: todos salimos ganando. Si todo el mundo hiciera como yo, se harían muchas menos series, pero serían muy buenas y seguiría habiendo de sobras.

Y luego está el factor barrio. O factor comercio, no sé. La librería está en el centro comercial porque vende productos. Si no los vende, no estará en el centro comercial. ¿Quiero un centro comercial sin librerías ni música, sólo alimentación y ropa? ¡Qué centro comercial más triste! Por cierto que aquí, en Barcelona, hay muchos de esos: sólo un hipermercado, muchas tiendas de ropa clónica, una tienda de mascotas, las tiendas de móviles obligatorias, bisutería y zapatos, y las consabidas cadenas de restaurantes de comida rápida. Plus los cines palomiteros, claro. No sabría decirles en cuál hay cafés donde tener conversaciones tranquilas, sitios donde poder jugar al futbolín o al billar (aunque conozco un par con bolera), cafés-librería, o ¡qué sé yo! tantas y tantas ofertas interesantes que hay en las calles de mi barrio.

El caso es que pienso que si estamos a favor de algo, hay que apoyarlo. Y que el que sólo habla pero no apoya no está en realidad a favor. Yo estoy a favor de que se hagan buenas series de televisión, que se publiquen en DVD y que se vendan en tiendas - sí, también en grandes tiendas en centros comerciales-. 

House of cards tiene una pinta estupenda. Desde que suena la sintonía, que por cierto les invito a escuchar pinchando aquí: sintonía de House of cards. Ya les contaré.




 Antón García Abril - El hombre y la Tierra (sintonía)

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