jueves, 14 de mayo de 2015

¿Cuándo diremos "hasta aquí hemos llegado"?



¿Por qué no es lo de Mataró la gota que colma el vaso?

Lo de Mataró es que una familia solicita que a sus hijos se les dé algo más de educación en español conforme lo marcado por la ley y sentencias de tribunales, el colegio (con el apoyo de la Generalitat) se opone, se pleitea, la familia siempre gana, la Gene siempre pierde pero puede pleitear hasta que suenen las trompetas, y por fin el Tribunal Superior de Cataluña dice que sí, que ya vale de marear la perdiz y que a las clases de esos chicos se les dé en español una asignatura que no sea Gimnasia, aparte de Lengua española. A estas alturas, los chicos ya están creciditos, ya tienen 12 años.

Mataró es una ciudad de 124.000 habitantes a 30 km al norte de Barcelona, en la playa. No es una aldea de la Cataluña profunda que creen que seguimos a principios del siglo XVIII.

Pues bien, concejales de CiU, ERC y demás partidos independentistas lideraron una manifestación en la puerta del colegio para protestar contra esos niños. Exigen que no se aplique ni la ley ni las sentencias, que se siga impidiendo la voluntad de sus padres de que reciban educación en su lengua materna (que es el español, no urdu ni swahili). Que, en todo caso, en esa asignatura venga un profesor, se lleve al chico a una habitación y le imparta en solitario, separado de sus compañeros, la lección en español. Activistas de estos partidos y de la asociación de padres del colegio están pidiendo a los padres que den instrucciones a sus hijos para que los interfectos se queden solos en el patio y que nadie les dirija la palabra nunca. Claro que, según lo ven ellos, la culpa es de los padres españolistas, que con su actitud provocan que se les haga el vacío a sus hijos. Alguno opina, para más inri, que los niños ya tienen edad para oponerse a los padres y que por lo tanto también merecen el tratamiento, no son víctimas.

Por supuesto, hay que añadir el habitual acoso de carteles por doquier, señalamientos por la calle, etc.

Hace tiempo que no escribo de esto, pero... ¿cuándo hay que decir basta?

Además pregunto yo, ¿no era todo esto del prusés muy pacífico y festivo y que no quería dejar fuera a nadie y que no creaba ningún tipo de enfrentamiento en la sociedad?

¿Por qué un colegio que imparta una asignatura (por ejemplo, Ciencias Naturales) en inglés es un buen colegio y si la imparte en español está peligrando la supervivencia del catalán y provocando fractura social?

¿Por qué nuestro presidente, Artur Mas, lleva a sus hijos a un elitista colegio privado donde no sólo no se practica la inmersión lingüística sino que se enseña en español, catalán, francés e inglés? ¿Cree Artur Mas que lo mejor para sus hijos es que no se les eduque únicamente en catalán sino en otros 3 idiomas adicionales, precisamente entre los más importantes del mundo? ¿Por qué cree que es lo mejor para sus hijos pero no para los nuestros?

Antes que Artur Mas, nuestro presidente era José Montilla, de sereno liderazgo. Los hijos de José Montilla, el del sereno liderazgo, iban a un elitista colegio privado donde se practica la inmersión lingüística… en alemán. No se enseña en catalán, se enseña en alemán. Cuando se le preguntó al respecto, Montilla, de sereno liderazgo, respondió con su laconismo habitual "es una cuestión personal". Personal. Sí, es personal porque la decisión es suya, los demás no podemos influirle, pero como cargo público sí podemos juzgarle no sólo por lo que dice sino también por lo que hace. Y lo que hace es buscar que sus hijos no reciban una educación en catalán.

Más explícito que Montilla fue su mujer, la que tenía 17 cargos públicos. La señora declaró que sus hijos van al Colegio Alemán porque "está cerca de casa" y conoce a sus profesores, y por la importancia que le da a las lenguas extranjeras. "Los niños saldrán de allí dominando perfectamente el alemán y el inglés. Es una maravilla. Sólo por saber alemán ya encontrarán trabajo. Es como tener una carrera". Esto lo dijo en el 2007 y a mí se me quedó grabado, si quieren pueden leerlo en este enlace.

Los llevan al Colegio  Alemán porque sabrán dominando alemán e inglés, que es lo que consideran que hay que saber en el futuro. Se le preguntó también por el español y el catalán, y la señora respondió que esos idiomas ya los aprendían en casa, no necesitaban la inmersión. Terrible manera de pensar, y tengo derecho a suponer que compartida por su marido y padre de las criaturas y quien paga el colegio, el en aquel momento mi presidente gracias a su sereno liderazgo. Ellos creen que sus hijos tendrán enormes ventajas competitivas frente a los míos si los suyos dominan varios idiomas (inglés y francés o alemán) y consiguen que los míos sólo catalán (si no les enseño yo español, peor para ellos).

¿Acaso saben ellos cuál es la mejor educación y la quieren sólo para los suyos y que los nuestros no la reciban?

¿El Colegio Alemán y la Escuela Aula no están contribuyendo a la desaparición del catalán pero que un colegio de Mataró imparta Música en español sí?

Aquí ya no se trata de hipocresía. Se trata de que ellos que pueden están luchando para que la educación de mis hijos sea mucho peor que la de los suyos. No es como un Sig. Billonetti o un Mr. Dolarini, que les costean la más cara educación a sus hijos pero no se meten con lo que yo consiga para los míos, no. Es que luchan para que yo no les dé algo que se parezca a lo que ellos se quedan.

Y luego, por mediación de terceros, consiguen generar un asfixiante ambiente antiespañol. Ahora es el acoso social de Mataró. ¿Cuánto pasará hasta que les rajen las ruedas del coche? ¿Hasta que les peguen a sus hijos en el colegio? ¿Hasta que una noche le peguen fuego a su vivienda con ellos dentro?

Y la consejera de Educación, nombrada por Mas, insiste en que todo esto es una tormenta generada por un problema muy pequeño: sólo una familia de Mataró, nadie más quiere la educación en español. Dejando de lado que quitaron de los formularios la opción de pedir educación en español, ¡como para atreverse a solicitarla! Conozco un caso en el que fue colegio de mis hijos: aquella familia, años después, tuvo que largarse del colegio. En todos los años que pleiteó no consiguió nada más que el vacío de los demás padres, furiosos porque les harían comprar un libro de texto más, en español, y la predisposición en contra del profesorado.

Ya ven, así están las cosas en Cataluña, y no espero que cambien. Cada año votamos, este año lo haremos quizá 3 veces, y nunca cambia nada. A mejor, quiero decir. No nos rebelaremos, tragaremos carros y carretas. Tampoco los alemanes se rebelaron cuando lo suyo llegó al punto de funcionar Auschwitz.

Y el resto de España, como si esto no fuera con ellos. Quizá incluso piensen que mejor para ellos, que cuanto peor nos vaya a nosotros menos competencia seremos. Nos van a dejar que nos cozamos en nuestro propio jugo. Y lo peor es que creo que yo no puedo culparles.



Phil Collins - I Wish it Would Rain Down


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