jueves, 27 de marzo de 2014

El rastreador de recuerdos



No es lo mismo que una información sea pública y que el público esté informado.

En internet hay mucha información disposible, información que se ha dado a conocer; sin embargo, cada hijo de vecinos apenas sabe de una fracción infinitesimal de ésta. Y no sólo información intrascendente, como las estadísticas de Michael Jordan en su año de novato; también información que sí le interesa (o debería).

Por ejemplo: usted tiene entendido que lo que se publica en internet es permanente, pero esto lo cree así porque nopuede borrar lo publicado. Infiere, en consecuencia, que no se puede borrar y que lo escrito, escrito queda.

No obstante, es posible que usted crea que no es así, que algunas cosas se pueden borrar. Artículos de blogs, los blogs mismos, los pueden borrar sus titulares. Lo mismo piensa que ocurre con las páginas web.

¿En qué quedamos: ¿se pueden borrar, o no se pueden borrar?

La pregunta, claro, oculta la pregunta trascendente: ¿lo que se escribe en internet es para siempre?

Rememore usted (si es pre-LOGSE) sus tiempos de escolar. Sin duda elaboró redacciones y trabajos; en aquellos años los profesores eran muy dados a que los alumnos se esforzaran en sus casas, investigaran, ampliaran sus conocimientos por sí mismos: una redacción sobre la vaca, sobre Lope de Vega o sobre la ruta de la seda, da igual. Seguro que escribió montones de trabajos.

¿Qué pasaba con esos trabajos? A menudo, los profesores los devolvían a los alumnos, y unos meses después iban a la papelera o a la caldera, lo que tocara. Y si el profesor se los quedaba, seguro que a final de curso alimentaban una hoguera. Claro que sí. Estos documentos habían sido públicos (a su manera), pero con una vida muy breve.

En cambio, ahora (y dentro de unos años, mucho más), a los alumnos se les piden trabajos informáticos. Que escriban en blogs, powerpoints, todo eso. Ya hay libros de texto a los que el alumno accede por la red, y "libros" de ejercicio que el chico rellena on-line. Y constantemente se alzan voces contra los libros y los cuadernos+ sobre papel, pidiendo que todo sea informático, telemático. Todo por internet.

El otro día, por ejemplo, accedí al proyecto final de carrera de un panoli (otro día hablaré de éste). Dudo que lo publicara él, seguramente su Universidad cuelga todos los PFC que se hacen, que ya saben cómo piensan en las Universidades, más páginas publicas, más listo eres.

Estoy convencido que, dentro de unos años, el panoli querrá que su lamentable proyecto desaparezca de la exposición pública. ¿Creen que podrá? Quizá consiga pedir a la universidad de turno que lo elimine de sus servidores, y quizá alguien de esa universidad acepte que publicar una birria no les hace más inteligentes, y lo borre. ¿Misión cumplida?

Así describe la wikipedia (en español) el proyecto Wayback Machine:

Wayback Machine es una base de datos que contiene réplicas de una gran cantidad de páginas de Internet, es decir que si por alguna razón algún sitio no está disponible momentáneamente se lo puede consultar vía "Wayback machine". Lo "curioso" de este proyecto es que también se puede consultar dicha página a través de la historia.
Wayback Machine funciona de una manera simple: basta teclear la dirección (URL) de una página web para ver cuál es la última copia que hay guardada en el archivo. Si queremos ver como era hace un tiempo una página en cuestión, entonces Wayback Machine nos pedirá en que fecha y en año queremos visitar la página. Ahora existe una nueva barra en la parte superior de la pantalla, que permite ver gráficamente esos momentos a lo largo del tiempo. La longitud de las barras del gráfico indica en qué meses se hicieron más copias.
Lo que hace este sitio para almacenar todo el contenido de la página web, es muy simple pero ingenioso: almacena todo el contenido html del código fuente y guarda así no las imágenes sino solo los códigos, por eso, cuando un servidor de imágenes elimina alguna imagen del sitio web que visitamos, esta no es reproducida, sino que se marca como un error 404]. En 2006 contenía hasta 2 petabytes de información y crecía en torno a 20 terabytes por mes.
Y, sí, se hacen copias de seguridad especiales.

Y, sí, existen otros sitios similares.

Si usted tiene un blog y no quiere que terceros se hagan copia sin su conocimiento, puede hacer que estos programas no archiven su blog. Consulte el manual de su editor, que le indicará cómo hacerlo. O mire en los foros, si no es usted tan viejo.

Creo que todos estamos de acuerdo en que una de las cosas que más valoramos es la intimidad. Hasta el punto de que tomamos una violación de nuestra intimidad como un menoscabo de nuestra dignidad como personas. Hasta la popularización de Internet, las comunicaciones que hacíamos eran, bien orales - y por lo tanto efímeras, y por lo tanto íntimas-, bien por carta. Y las cartas se consideraban parte de la intimidad, nadie leía una carta que fuera para otra persona. Aparte quedaba lo que se publicaba, que como su nombre indica, se quería manifestar públicamente: un libro, un artículo en un periódico, incluso una carta al director del mismo. Además, contábamos con que no era fácil acceder a la mayoría de lo que se hubiera publicado, con lo que la pérdida de nuestra intimidad sería, en general, limitada.

Con Internet todo esto cambia. Y con los buscadores, más aún. La información es fácil de buscar, tan fácil que incluso se busca por buscar. Todo esto, la verdad, no sería ningún problema si la persona que ha introducido la información realmente quería hacerla pública. Pero la mayoría de las veces no es así. Sin ir más lejos, a menudo un correo electrónico enviado a X ha sido reenviado a Y y Z porque X ha considerado que también debían saberlo. Y a menudo se ha transmitido información que no debía haberse transmitido; esto nos ha pasado a todos, y hemos estado en los tres lados del triángulo.

Pues con lo que se escribe en la red ocurre otro tanto, y más. En fin, piense usted si le gusta que así sean las cosas.

Hace algún tiempo, vaticiné que una profesión requerida en el futuro sería la de eliminador de rastros en Internet. Pensaba que habría gente que pagaría para que se borraran determinados datos de su pasado, y que habría personas que sabrían cómo hacerlo realmente. Pues ahora creo que, aunque no conozco todavía a ninguno, estoy seguro de que, haberlos, ya haylos.



Rolling In The Deep - A Capella Cover - Adele - Mike Tompkins - Beatbox

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