- ¡Me han detenido por ir circulando, tan tranquilo, con mi propio coche por la autopista! ¡Circular con el coche de uno por la autopista no es delito!
- No, no lo es, pero te falta explicar que circulabas a 190 km/h. Que la Guardia Civil te quiso dar el alto para pedirte que circularas más despacio. Que no paraste, arremetiste contra ellos de manera que uno tuvo que saltar a la cuneta, y que aceleraste aún más. Que te estuvieron persiguiendo con bocinas y sirenas, que los demás conductores tuvieron que echarse a los arcenes para dejarte paso y que consiguieron pararte justo cuando ibas a empotrarte con un autobús escolar lleno de niños discapacitados.
- No es verdad, me han detenido por circular en coche y porque no les caigo bien por ser catalán.
Señores, éste es el nivel del debate político en Cataluña. ¡Votar no es delito! ¡Ejercer un derecho, el derecho al voto, no puede ser delito! ¡Tengo derecho a decidir!
DIversos colegios profesionales, incluyendo de ingenieros y arquitectos, y asociaciones profesionales equivalentes como por ejemplo la Asociación de Consultores de Estructuras, por citar una de mi campo, han firmado un manifiesto. El manifiesto, como es de imaginar, es pro-referendum, y abunda en argumentos como los que he expuesto. Votar no es delito, etc. Se están conculcando (por parte de la policía) derechos fundamentales de las personas, etc. Situación muy preocupante, etc. Cada cual debe poder expresar libremente su opinión, etc. He leído una carta que uno de los presidentes de esas asociaciones ha escrito a sus asociados para justificar la firma. De nuevo,las mismas ideas: que son derechos fundamentales, que votar no es delito, etcétera, etcétera. Que él es consciente de que en la asociación hay personas de muy diversas ideas políticas, que estén a favor y en contra del referéndum, etc., pero que no tiene ninguna duda de que todos los asociados ¡están a favor de los derechos fundamentales, que están siendo conculcados, etc., etc.!
¿Por qué cuento esto? Pues porque así se hacen las cosas en Cataluña. ¿Consultó la junta del colegio de ingenieros a los colegiados si debía o no debía adherirse al manifiesto? No, claro que no (y además para qué, si todo el mundo iba a estar de acuerdo, estoy seguro de que pensaban los de la junta).
Esto es lo que pasa, aquí. Personas brillantes,con gran intelecto, incapaces de discernir las falacias que tienen delante de la cara. Incapaces de reflexionar. Incapaces de decir que no ante los que les presionan para que digan que sí. Y esto, en Cataluña, no hace falta explicarlo: los que presionan son siempre los mismos . Siempre. Y se les reconoce porque ¡son los que gritan sin presiones, en libertad! Y en el otro lado el pueblo llano, en este caso los profesionales colegiados y asociados, que se cuidarán muy mucho de discrepar en público. Porque ya conocen a los que no discrepan, los cuales, creánme, no son personas que acepten las discrepancias.
En fin. Mañana es el día anunciado. Muchas personas, que tildaríamos de normales, serias y responsables, intentarán votar que quieren la separación de España. Que no quieren ser españoles y que quieren renunciar a lo que supone. Y nosotros hemos de preguntarnos ¿qué está pasando por la cabeza de esta gente para que piense así? Yo, claro, no estoy en su cabeza, pero me atrevo a hacer algunas suposiciones.
En primer lugar, no tienen ningún vínculo emocional con el resto de España. Para ellos, Cataluña es el centro del mundo, el Paraíso en la Tierra. A España van de vacaciones, viajes turísticos. Sí, estuvimos por allí, comimos muy bien, muy bonito todo. Me viene ahora a la memoria algo que mi dijeron hace muchísimos años, en Aragón, cuando se enteraron que me venía a vivir aquí. Un ingeniero que trabajósusbuenos años en estos lares. No te aceptarán, me dijo. Nunca. Te dejarán progresar hasta un nivel, pero no más allá. Porque para ellos nunca serás de los suyos. Y es que no hay tierra menos acogedora que ésta. Aquí, usted, sus hijos, sus nietos, siempre serán identificados como venidos de fuera. Como no verdaderos catalanes.
Por ello, no les causa ningún trauma no ser españoles.
En segundo lugar, ellos no perciben que deban su bienestar a ser parte de España. Al igual que no les causa traumas no ser franceses. Y como se sienten cómodos siendo vecinos de Francia pero no franceses, piensan que lo mismo será con España. Como piensan que los franceses están encantados con los catalanes, también creen que los españoles seguirán encantados con ellos. De hecho, sería peor para España no llevarse bien con Cataluña, discurren. No, de verdad que creen que no habrá ningún inconveniente.
En tercer lugar, lo de la Unión Europea. No es importante, porque nadie percibe ninguna ventaja en ser de la Unión Europea, y como además son ricos (sí, los separatistas son ricos, y los pobres no. De hecho, es facilísimo reconocer a un independentista: le va muy bien. La opresión, el que te roben, es lo que tiene, que medras más y vives mucho mejor que los que te oprimen y te roban), seguirán viajando igual a todos los sitios, que el dinero abre todas las puertas. Además, será sólo cosa de unos meses. ¡Somos tan ricos, que no nos expulsarán de verdad!
En cuarto lugar, el PP. Lo que sea, para chinchar a los del PP. Y si la separación de Cataluña les disgusta, adelante con ella. De verdad que muchos, muchísimos, lo piensan. Si alguien quiere discutir con alguno de ellos, se lo aseguro: en minuto y medio, si no antes, han sacado el tema del PP. Y en todas las discusiones es su argumento principal. Así que mi conclusión es lógica, lo hacen por el PP.
Y en quinto lugar, muchísimos creen realmente que España les roba y que vivirían aún mejor si fueran otro país. Al igual que muchísimos creen que la famosa sentencia sobre el Estatut les ha cercenado sus libertades y viven con sus derechos recortados. Da igual que ni se hayan leído el Estatut ni la sentencia, dicen que es así y para ellos es bastante.
Lo demás, no lo sé. El fin justifica los medios cuando es uno mismo el que persigue el fin, y por lo tanto saltarse las leyes es correcto cuando es uno mismo el que quiere hacerlo. No les genera ningún escrúpulo. Lo mismo la corrupción (no es corrupción si son de los nuestros), la manipulación informativa (¡es tan fácil creer que son los otros los que manipulan!) y el escándalo de la lengua: antes, los niños tenían que aprender en su lengua materna; ahora, en la catalana. ¿Problema? Ninguno, siempre que la lengua sea la catalana... y los alumnos sean los de los otros: los de los de fuera. La inmersión nunca ha regido para sus niños.
Bien, mañana estas personas intentarán votar. No tendrán muchos problemas para digerir su frustración, porque una de las características de su personalidad es que la culpa siempre es de otros. En este caso, un Estado opresor les ha oprimido y les ha impedido ejercer sus derechos y libertades, una vez más. No importa, seguirán intentándolo.
De verdad se lo digo: cuando les miro a la cara, me dan ganas de que se separen con todas las consecuencias. Como el que se burla del torero porque se arrima poco al toro: habría que dejarle que bajara él al ruedo y nos enseñara a todos cómo se torea de verdad.
En fin. Mañana es el día anunciado. Muchas personas, que tildaríamos de normales, serias y responsables, intentarán votar que quieren la separación de España. Que no quieren ser españoles y que quieren renunciar a lo que supone. Y nosotros hemos de preguntarnos ¿qué está pasando por la cabeza de esta gente para que piense así? Yo, claro, no estoy en su cabeza, pero me atrevo a hacer algunas suposiciones.
En primer lugar, no tienen ningún vínculo emocional con el resto de España. Para ellos, Cataluña es el centro del mundo, el Paraíso en la Tierra. A España van de vacaciones, viajes turísticos. Sí, estuvimos por allí, comimos muy bien, muy bonito todo. Me viene ahora a la memoria algo que mi dijeron hace muchísimos años, en Aragón, cuando se enteraron que me venía a vivir aquí. Un ingeniero que trabajósusbuenos años en estos lares. No te aceptarán, me dijo. Nunca. Te dejarán progresar hasta un nivel, pero no más allá. Porque para ellos nunca serás de los suyos. Y es que no hay tierra menos acogedora que ésta. Aquí, usted, sus hijos, sus nietos, siempre serán identificados como venidos de fuera. Como no verdaderos catalanes.
Por ello, no les causa ningún trauma no ser españoles.
En segundo lugar, ellos no perciben que deban su bienestar a ser parte de España. Al igual que no les causa traumas no ser franceses. Y como se sienten cómodos siendo vecinos de Francia pero no franceses, piensan que lo mismo será con España. Como piensan que los franceses están encantados con los catalanes, también creen que los españoles seguirán encantados con ellos. De hecho, sería peor para España no llevarse bien con Cataluña, discurren. No, de verdad que creen que no habrá ningún inconveniente.
En tercer lugar, lo de la Unión Europea. No es importante, porque nadie percibe ninguna ventaja en ser de la Unión Europea, y como además son ricos (sí, los separatistas son ricos, y los pobres no. De hecho, es facilísimo reconocer a un independentista: le va muy bien. La opresión, el que te roben, es lo que tiene, que medras más y vives mucho mejor que los que te oprimen y te roban), seguirán viajando igual a todos los sitios, que el dinero abre todas las puertas. Además, será sólo cosa de unos meses. ¡Somos tan ricos, que no nos expulsarán de verdad!
En cuarto lugar, el PP. Lo que sea, para chinchar a los del PP. Y si la separación de Cataluña les disgusta, adelante con ella. De verdad que muchos, muchísimos, lo piensan. Si alguien quiere discutir con alguno de ellos, se lo aseguro: en minuto y medio, si no antes, han sacado el tema del PP. Y en todas las discusiones es su argumento principal. Así que mi conclusión es lógica, lo hacen por el PP.
Y en quinto lugar, muchísimos creen realmente que España les roba y que vivirían aún mejor si fueran otro país. Al igual que muchísimos creen que la famosa sentencia sobre el Estatut les ha cercenado sus libertades y viven con sus derechos recortados. Da igual que ni se hayan leído el Estatut ni la sentencia, dicen que es así y para ellos es bastante.
Lo demás, no lo sé. El fin justifica los medios cuando es uno mismo el que persigue el fin, y por lo tanto saltarse las leyes es correcto cuando es uno mismo el que quiere hacerlo. No les genera ningún escrúpulo. Lo mismo la corrupción (no es corrupción si son de los nuestros), la manipulación informativa (¡es tan fácil creer que son los otros los que manipulan!) y el escándalo de la lengua: antes, los niños tenían que aprender en su lengua materna; ahora, en la catalana. ¿Problema? Ninguno, siempre que la lengua sea la catalana... y los alumnos sean los de los otros: los de los de fuera. La inmersión nunca ha regido para sus niños.
Bien, mañana estas personas intentarán votar. No tendrán muchos problemas para digerir su frustración, porque una de las características de su personalidad es que la culpa siempre es de otros. En este caso, un Estado opresor les ha oprimido y les ha impedido ejercer sus derechos y libertades, una vez más. No importa, seguirán intentándolo.
De verdad se lo digo: cuando les miro a la cara, me dan ganas de que se separen con todas las consecuencias. Como el que se burla del torero porque se arrima poco al toro: habría que dejarle que bajara él al ruedo y nos enseñara a todos cómo se torea de verdad.