domingo, 16 de febrero de 2020

Mis versículos favoritos: introducción




Nos guste o no, vivimos en una cultura judeocristiana. Es decir, somos Pueblo del Libro. Esto debería bastar para que quisiéramos saber más sobre El Libro. Pero casi nadie tiene interés sobre el libro en cuestión. Lo que me parece un error: si no conocemos la base de nuestra cultura, ¿en qué nos basaremos cuando necesitemos nuestro juicio?

Una prueba sencilla. Diez historias que todos los que tenemos una edad, una cultura, seguro que conocemos. ¿Cuántas de ellas creen que conoce la juventud actual? Hagamos la suma:
  1. El origen del arco iris
  2. El sacrificio de Isaac
  3. Las diez plagas de Egipto
  4. Sansón
  5. David y Goliat
  6. Job
  7. Jonás y la ballena
  8. La estrella de Belén
  9. Una voz que grita en el desierto (la cabeza en una bandeja de plata)
  10. El buen samaritano
Hace sólo cuarenta años, sería imposible encontrar un español, y seguramente un europeo, que desconociera una sola de éstas. Hoy, en cambio, el panorama sería muy diferente: costaría encontrar quien conociera una, no digamos ya dos.

Aunque ahora, y sólo por mi puro divertimento, voy a pensar otras diez historias; pero éstas no tan conocidas. A ver cuántas conoce (es decir, sabría relatar):
  1. Las hijas de Lot
  2. El plato de lentejas
  3. Las vacas gordas y las vacas flacas
  4. Las murallas de Jericó
  5. Urías el hitita
  6. Salomón y la reina de Saba
  7. Judith y Holofernes
  8. Susana y los viejos (¡ésta la he contado en el blog!)
  9. Zacarías, el mudo
  10. La caída del caballo
En resumen, voy a escribir algunos artículos, bajo el título de "Mis versículos favoritos", sobre breves pasajes de la Biblia. En ellos incluiré alguna reflexión, pero AVISO: será una reflexión personal, en ningún momento pretenderá reflejar una postura oficial de la Iglesia; puede que acierte, pero puede que no. En cualquier caso, lo importante es que usted también reflexione sobre el pasaje. Qué le sugiere, o por qué cree que se ha conservado ese fragmento concreto. En la mayoría de los casos, esa reflexión la he realizado ya entrado en años, no de niño o de joven. Quizá precisamente por eso elijo ese fragmento en cuestión: porque descubro un matiz que se me había pasado por alto, y a lo mejor a usted también.

Un comentario final: las tres primeras entradas forman un paquete único. Las he incluido porque, en mi opinión, encierran la respuesta a una pregunta que me he hecho muchas veces, como todos sin duda, pero que es en estos últimos meses cuando, reflexionando sobre estos pasajes, se me ha hecho claro:

¿Cuál es el sentido de la vida?
 



Claudio Monteverdi - Vísperas de la beata Virgen: V: Deus in adjutorium meum intende

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