Nos guste o no, vivimos en una cultura judeocristiana. Es decir, somos Pueblo del Libro. Esto debería bastar para que quisiéramos saber más sobre El Libro. Pero casi nadie tiene interés sobre el libro en cuestión. Lo que me parece un error: si no conocemos la base de nuestra cultura, ¿en qué nos basaremos cuando necesitemos nuestro juicio?
Una prueba sencilla. Diez historias que todos los que tenemos una edad, una cultura, seguro que conocemos. ¿Cuántas de ellas creen que conoce la juventud actual? Hagamos la suma:
- El origen del arco iris
- El sacrificio de Isaac
- Las diez plagas de Egipto
- Sansón
- David y Goliat
- Job
- Jonás y la ballena
- La estrella de Belén
- Una voz que grita en el desierto (la cabeza en una bandeja de plata)
- El buen samaritano
Aunque ahora, y sólo por mi puro divertimento, voy a pensar otras diez historias; pero éstas no tan conocidas. A ver cuántas conoce (es decir, sabría relatar):
- Las hijas de Lot
- El plato de lentejas
- Las vacas gordas y las vacas flacas
- Las murallas de Jericó
- Urías el hitita
- Salomón y la reina de Saba
- Judith y Holofernes
- Susana y los viejos (¡ésta la he contado en el blog!)
- Zacarías, el mudo
- La caída del caballo
Un comentario final: las tres primeras entradas forman un paquete único. Las he incluido porque, en mi opinión, encierran la respuesta a una pregunta que me he hecho muchas veces, como todos sin duda, pero que es en estos últimos meses cuando, reflexionando sobre estos pasajes, se me ha hecho claro:
¿Cuál es el sentido de la vida?
Claudio Monteverdi - Vísperas de la beata Virgen: V: Deus in adjutorium meum intende
No hay comentarios:
Publicar un comentario