sábado, 26 de febrero de 2022

El fraude de Ucrania

https://www.youtube.com/watch?v=Ye7FKc1JQe4 

 

 

Seré sincero: me siento defraudado con lo de Ucrania. No me ha dado tiempo ni a escribir sobre la guerra: he hecho, en mis años mozos, paseos por la montaña que han durado más que lo que ha necesitado Rusia para conquistar Ucrania. Pero la brevedad de la campaña sólo ha sido la consecuencia lógica de que en el baluarte de jóvenes pechos, prietas las filas, de defensa que formaba Ucrania, Estados Unidos, el Reino Unido, los países de la Unión Europea y otros, en el momento de la verdad, cuando Rusia dio el paso hacia delante, el ucraniano miró a derecha e izquierda y se dio cuenta de que estaba solo. Los demás, cuando llegó el primer sopapo estaban ya en Kentucky. Los que decían que iban a estar, han resultado ser guerreros de salón. Sí, ésa es la definición exacta: guerreros de salón. Muy valientes, bravucones incluso, cuando pasan la bandeja de pastas de café a la dama de al lado u olisquean el habano con el que compartirán su coñac Napoleón en copa de balón. Pero cuando de verdad Rusia soltó el mamporro y todo el mundo miró a tan bravos paladines, estos se limitaron a exclamar "¡Jo, tío, te la vas a cargar!". Y el tío, lógicamente, se ríe al ver qué es lo mejor que esos defensores pueden hacer y sigue a lo suyo.

Y, claro, ahora todos miramos a nuestros bravos paladines, les oímos decir ese "jo tío, te la vas a cargar", y no podemos menos que preguntarles:

—¿Ya está? ¿Esto va a ser todo?

—Sí, porque mira, vas a ver, les vamos a poner unas sanciones que se van a cagar en los pantalones.

— Pues no sé, jefe, porque usted ha puesto sanciones a Cuba, a Corea del Norte y a otros durante décadas, y ahí siguen. Que vale que los cubanos sean más pobres con esas sanciones, pero es que a Putin le importan un bledo la pobreza de sus ciudadanos: ¡si ya son pobres! La verdad, no me lo imagino temblando de miedo y lamentando el día en que se metió en este asunto.

Y que además esto es un poco como si fuera Andorra quien pusiera sanciones a España. Se puede sancionar a un país pequeño, que dependa absolutamente del país sancionador, pero ¿creen que podríamos sancionar a Estados Unidos? ¿Prohibiendo, por ejemplo, sus exportaciones de Coca-Cola y quedándonos todos sin ella? ¿O prohibiéndoles que importen automóviles Reanult o Kia? ¡Pobrecitos, la que les caería...!

Pues en este caso es lo mismo. Rusia, que además tendrá el apoyo de China. Dado que en caso de guerra de verdad las sanciones serían aún mayores de por sí, está claro que Putin ya había descontado cualquier sanción que le pusieran ahora.

Y Ucrania, como se ha visto, no ha podido esperar los diez años que necesitarían las sanciones para hacer daño suficiente. Si ni siquiera ha resistido tres días, en dos se ha acabado la historia.

Pero lo del fraude del título no venía solo por la puesta en evidencia de la pasta de la que están hechos nuestros líderes. ¡Si los hemos elegido nosotros! No, viene porque lo que revela es que no hay una respuesta satisfactoria a cualquier frase que les formuláramos que empezara:

—Pero, entonces...

Pero, entonces... ¿para qué tanto gasto en armamento? Para defenderte de Nicaragua o de los piratas somalíes no lo necesitas, y para defenderte de quien sí te puede poner en aprietos, como no tienes los arrestos suficientes para empuñar las armas, ¿para qué los quieres?

¿Para qué necesitas la ONU? ¿Te importa darnos la lista de los países que, por lo que a ti respecta, pueden hacer lo que quieran?

Pero, entonces... ¿los europeos necesitamos que nos defienda Estados Unidos? ¿Sólo los países que tengan bases estadounidenses están a salvo? ¿Y si Estados Unidos, a la hora de la verdad en el momento en que Rusia ataque a un país en el que tenga bases, saca a sus soldados de ahí "para evitar problemas"?

¿Qué valor tiene la palabra de Estados Unidos a Taiwán y a Corea del Sur de que los defenderá si los atacan?

Volviendo al suelo español, yo me troncho con los analistas que afirman que Putin no sabe dónde se mete, que va a ser un avispero, un nuevo Afganistán... Como si en Ucrania hubiera una montaña, no digo ya una cordillera inaccesible, donde esconderse y montar una guerrilla. Porque Vietnam era una selva, Irak un desierto de verdad, Afganistan unas montañas de aúpa, pero para todos los rusos Ucrania es un paraíso, el lugar al que ir de veraneo, el sitio en el que querrían vivir.

Bien, olvidémonos de los ucranianos. Ya son agua pasada, han tenido mala suerte, qué le vamos a hacer. Eso les pasa por haber confiado en nosotros. Miremos al futuro. Georgia, Armenia y Azerbaiyán no nos interesan, por nosotros como si se las queda que no nos molestaremos ni en afearle su actitud. Cuando se quede las repúblicas bálticas, pues era de esperar, no es algo que nos guste pero qué quiere usted que hagamos si no nos hacen caso. ¿Y en qué parará la cosa? No lo sé.

Lo que sí sé es que hemos retratado a los que nos han de defender. Y en esta frase hay una ambigüedad buscada que quiero deshacer: ¿a quiénes nos han de defender?

Se nos ha de defender a los ciudadanos de cada país. Cada país, entendemos, se encarga de defender a los ciudadanos de ese país. A cambio nos pedirá lo que quiera, pero ese lo que quiera es a cambio de que nos defienda. ¿Y si no nos defiende? Miremos a España, mirémonos a nosotros mismos. ¿Alguien cree que somos capaces de defendernos solos contra alguien que no sea Andorra, país contra el que no necesitaríamos más que unos antidisturbios? Que no es que no tengamos las armas necesarias ni los militares adecuados, es que no tenemos los gobernantes adecuados. Ni los tendremos mientras los escojamos de entre nosotros, porque como raza nos hemos echado a perder en lo que respecta a los buenos valores de la virilidad, entre ellas la dignidad. No, a nosotros, a nuestro país, y la verdad es que a todos los países de Europa, quien nos ha de proteger de verdad es Estados Unidos. Y llevamos décadas dando por hecho que ellos nos protegerían.

Ahora bien, Irak invadió Kuwait un 2 de agosto. Hasta enero del año siguiente, el día 16 creo recordar, no empezó Estados Unidos la invasión de Irak. País que les duró un par de horas, iba tan de farol como Estados Unidos. El caso es que la respuesta tardó 5 meses en llegar, entre afearles su actitud, amenazarles con invadirles, prepararse para invadirles, nuevos ultimatums, etc. Y era Irak y había petróleo de por medio. Ucrania y Rusia, ya vemos que mejor que no nos esperen. ¿Y si fuéramos nosotros los invadidos? ¿Cuánto tiempo tardaría Estados Unidos en responder, si de verdad estuvieran dispuestos a luchar por nosotros?

Y entonces uno piensa cómo es posible que en el siglo XX, quien más gasta en ejércitos tarda en movilizarse tanto o más que la Roma de la Antigüedad. Tantas escenas de películas con gabinetes de guerra, operaciones seguidas en directo y todo eso, y en realidad tanto el ejército como los gobiernos se mueven como una tortuga. Habida cuenta el gasto en Defensa, ¿esto es admisible?

Miren, la verdad es que los europeos, salvo no recuerdo qué barrio de Bruselas, las banlieues de París y he oído que ciertos barrios de Londres, nos hemos convertido en unos pisaverdes. Creemos que no tiene importancia porque para algo pagamos a los estadounidenses, hombres de verdad, pero acabamos de descubrir que ellos sólo son machos ante los débiles. Acaban de ponerse todas las cartas boca arriba.

Reconozcámoslo: somos un fraude. Guerreros de salón.

— Pero, entonces,...




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