https://www.youtube.com/watch?v=l0DjrXDBJnU
En mi anterior artículo deportistas-antideportivos.html glosaba la figura del deportista antideportivo y cómo en algunos deportes son más propensos a los comportamientos antideportivos. En general, decía, los deportes individuales no presentan este problema.
Tomemos como ejemplo el partido de tenis entre Garbiñe Muguruza y la checa Barbora Krecjikova. Iba ganando Muguruza, y la checa se retiró al vestuario acompañada por su entrenador y un médico o un fisio, no sé bien. Allí estuvo 8 minutos; fuera, en la pista, Muguruza esperaba. Cuando regresó la checa se renaudó el partido; pero fue del todo diferente: la checa arrasó.
¿Qué pasó en el vestuario? No se sabe. ¿Qué razones alegó la checa para ir al vestuario? No sabría decir. Parece ser que explicó, tras el partido, que no podía respirar, que empezaba a sentirse mareada, sin fuerzas. Y que por eso se fue al vestuario. Allí se repuso, por decirlo de alguna manera.
¿Es sospechoso? En mi opinión, como mínimo es inadmisible. Es como si un ciclista, a mitad de puerto, ordenara que se parase la carrera, que estaba cansado, se fuera él a descansar mientras los demás siguen esperando, y cuando regrese llegase con energías renovadas (por decir lo menos). Oiga, no es admisible. El boxeador que está recibiendo de lo lindo, y pide un receso. No es admisible. El corredor de maratón, que pierde y pide un descanso. Por mí, como si tiene fiebre: la competición es en ese momento y ha de ganar quien en ese momento esté mejor.
No entiendo que el reglamento admita estas cosas; ya tienen tiempos en los partidos para recuperar el aliento; si necesitan algo más, se siente muchísimo pero no.
Y un tema aparte sería lo que de verdad pasó en el vestuario. Para empezar, los jugadores de tenis, en los partidos, tienen a los entrenadores en la grada por una razón: así son las reglas, el entrenador no está a pie de pista aconsejando. Y digo esto por no explicar mis sospechas de lo que realmente pasó allí dentro.
A propósito de esta historia recuerdo, hace muchos años, cuando Arancha Sánchez Vicario ganó un Roland Garros ante Steffi Graf, en aquel momento la dominadora del tenis femenino. Lo que recuerdo es que en un momento dado Graf se retiró corriendo al vestuario y volvió poco después. Graf perdió el partido y el título, y en la rueda de prensa posterior afirmó que se había retirado al vestuario por, digamos, cuestiones femeninas. ¿Era una excusa para quitar méritos a la española, el aducir que físicamente ella no estaba al máximo? Pues no lo sé, pero lo señalo porque Graf perdió el partido. Si la checha hubiera perdido, su excusa de que estaba mareada y que por eso se retiró sonaría lógica. Si está hecha migas, es normal que pierda. Y si Graf hubiera remontado el partido suyo tras el vestuario, también habríamos sospechado de qué pasó en el vestuario. O, como mínimo, habría quedado feo.
Casualidad o no, en el tenis tenemos también a otro deportista que no termina de convencerme: Novak Djokovic. Que es fama que en los partidos que va perdiendo se retira un par de minutos al vestuario. Parece ser que lo hace para romper la concentración del adversario, senerarse él un poco y cortar el ritmo físico del rival; no quiero pensar que haya algo más, porque Djokovic es muy bueno y no debería necesitar nada más. Pero es muy feo, muy feo. Por cosas como estas Novak no es, para mí, un campeonísimo como Federer o Nadal sino un simple jugador sucio y marrullero con muchos éxitos en su palmarés. Allá él.
Bruce Springsteen - Point black