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jueves, 18 de marzo de 2021

El hombre y la Tierra

https://www.youtube.com/watch?v=JlRfQ4WKvdI 

 

 

 

 Anoche falleció Antón García Abril (Teruel, 1933). Requiescat in pace.

García Abril fue un compositor prolífico en grado sumo; pero su pieza más conocida, la que hace que todos (los que ya tenemos una edad, claro) sonriamos nada más oir los primeros acordes, fue la sintonía de El hombre y la Tierra.

¡El hombre y la Tierra!

La cima de la televisión española. Pero lo que me llama la atención es que ahora... no la vería ni el tato. ¿Una serie de doumentales sobre animales? ¿Que no son leones? ¿Sobre abejarucos, aguiluchos, alcotanes, lirones caretos,...? Ni el tato.

Y, sin embargo, en los 70 era una serie muy popular. Primero, Planeta azul; luego, El hombre y la Tierra. Y por muy popular me refiero a que todo el mundo la veía; todo el mundo esperaba el momento en que empezara el documental; y por todo el mundo me refiero a todo el catálogo de personas que usted nunca creería que querría ver un documental.

Y, por supuesto, se emitía en lo que ahora sabemos que es "prime-time".

¡Si lo emitieran ahora...! Y no, no me refiero a que ahora se hacen documentales que técnicamente dan mil vueltas al viejo español, sino que en la actualidad un documental sobre fauna no sienta a prácticamente nadie. Y me atrevería a decir que incluso los que no son de fauna.

¿Cómo hemos llegado a esta situación? Quiero decir, la televisión está facturando productos de una calidad altísima, de un interés claro, útiles, formativos,... y no se ven. En cambio, un Sálvame Tomate de Luxe triunfa porque Mari Jéssica, que tuvo un rollo con Eduardo Jonan, ya saben, un ligue de la hermana de no recuerdo qué cuñada de una folclórica y que participó con tal acreditación en un Gran Hermano Vip, pues resulta que la tal Mari Jéssica anuncia que lo va a contar todo, y por todo me refiero a nada de particular. ¿Y no vemos nada raro aquí? 

El hombre y la Tierra muestra también cuanto hemos cambiado, como sociedad. Porque ahora todo lo que huela a cultura nos repele. Ni jartos de vino con ésas. Y los pocos que seguimos consumiendo somos considerados unos bichos raros. Y pedantes; hasta hacen chistes sobre nosotros. No es que hayamos perdido nuestra cultura, nuestra erudicción popular (la que más o menos todo el mundo tenía), sino que ya hemos perdido hasta nuestro interés en tenerla.

Es decir: estamos ya más allá de todo arreglo.



Antón García Abril - El hombre y la Tierra (sintonía)

jueves, 2 de mayo de 2019

El cine es cosa del pasado




Acabo de ver en la tele la excelente, superior, Río Rojo. Con John Wayne y Montgomery Cliff. Y con Walter Brennan, por cierto, uno de los tres (con Nicholson y Daniel Day-Lewis) actores que ha ganado tres Óscar. Y a continuación emitieron Río Bravo, de nuevo de Howard Hawks con John Wayne y Walter Brennan. Dean Martin en vez de Cliff, me gusta más Cliff. Con el mismo autor de la banda sonora, los mismos guionistas,... Algún día escribiré sobre las películas de Hawks y John Wayne, hoy no era ése el tema que quería tratar.

No, se trata de que Río Rojo es una película soberbia que pasa sin pena ni gloria por la parrilla. Y no es una anécdota, es un botón de muestra de una actitud general. Río Rojo es de 1948, muy anterior a mi tiempo, y en mi mocedad eso nos daba igual. Era una película que había que ver. Como Casablanca, El Halcón Maltés o El día más largo, daba igual. Veíamos las películas de Charlot, de Hitchcock y del gordo y el flaco o los hermanos Marx. Las películas de Bogart, de Cary Grant o de James Steward. No se miraba la fecha de la película, sólo si era buena o mala. Y las buenas se veía, claro que sí.

Eso, ahora, es inimaginable. El cine sigue funcionando, pero diría que sólo las películas palomiteras. Las películas para adolescentes, trilogías, tetralogías y, sobre todo, series sin fin. De superhéroes, si se puede. Hay excepciones, no cabe duda, pero la inmensa mayoría de los taquillazos son películas que no soportarán el paso del tiempo. Se verán una vez, y punto, salvo las de superhéroes en serie, que se seguirán viendo como se releen las colecciones de tebeos. Y eso que se siguen haciendo grandes películas, e imagino que se pasarán por televisión, que se descargarán y se verán. Pero no se trata de eso, se trata de que nadie (quiero decir, jóvenes y no tan jóvenes pero que comparados conmigo sí que diría que son jóvenes) ve ahora películas que no fueran "de su época". No les cabe en la cabeza.

Y con la pérdida del Cine ellos pierden el disfrute de un arte que ha creado obras que deberían ser inmortales, pero también estamos perdiendo referencias culturales - entendiendo la cultura como nuestra visión del mundo- y, por qué no decirlo, referencias educativas - pues contribuyó a la creación de valores en los que nos criamos viendo cine de todas las épocas-. ¿Triste? Quizá, pero sólo desde mi punto de vista. Ellos, como no saben lo que se pierden... 

En fin, he sonado un poco a Arturo Pérez Reverte, ¿no es verdad? No era mi intención, pero es que al ver cómo se desprecian obras maestras por la mera razón de tener ya unos años...


Para terminar: el enlace que he incluido al principio del artículo es la escena final de la película El último mohicano (aunque en verdad la última escena es la siguiente, el discurso del último mohicano por la muerte de su hijo; es posible que su ausencia tenga algo que ver con que, por lo que parece, en Estados Unidos no se incluyó esa oración final). Es de 1992; me temo que cada vez van a ser más los jóvenes que no la habrán visto. Y es una película soberbia, toda ella. Lo que pasa es que se ha de ver en una sala de cine, con una pantalla gigante. Verla en una tableta o en un móvil... Pues sí que se entiende que no tengan interés en verla. Como ver el Gran Cañón del Colorado en fotos.

El final de la película: así culmina una obra maestra. Con siete minutos definitivos y sin palabras.



lunes, 1 de abril de 2019

En la muerte de Rafael Sánchez Ferlosio



Ha muerto Rafael Sánchez Ferlosio. Ya saben, el autor de Industrias y andanzas de Alfanhuí y de El Jarama. Yo, si tuviera que ordenar a los novelistas españoles (y Cervantes no juega), no sé si el primer puesto se lo daría a Galdós o a Ferlosio. Por El Jarama, claro. Una novela imprescindible de verdad, que se lee y se relee una y otra vez.

Hace un par de años escribí un artículo sobre El Jarama (aquí), y no lo voy a glosar de nuevo. Sólo diré una cosa: la descripción de la sociedad española de ese momento y, en definitiva, de la Humanidad, es perfecta. Tanto, que necesita de varias lecturas, lecturas reposadas y cargadas de reflexiones, para captar todo lo que se dice, se muestra , se deja entrever.

Pues sí, ha muerto uno de los más grandes de todos los tiempos. Pero España es como es y la noticia pasa sin pena ni gloria. ¿A quién le importa, Rafael Sánchez Ferlosio?

Ése, ¿quién dice que es?

- Zacarías , tú lo que podrías hacer es venirte en la bicicleta de ella.
- Lo había pensado. Pero después ¿qué os parece que haga con esa bici?
- ¿Eh... Pues no lo sé. No sé qué haríamos. Pero...
- Calla, Fernando - cortó Mely-; dejarlo ahora, por Dios y por la Virgen, luego lo pensaremos.
Tito se adelantaba hasta ellos.
- No, Mely - le decía excitado, casi gritando-, es ahora cuando lo tenemos que pensar, ¡ahora!, ¿quién es el que se va a decírselo esta noche a su madre?, ¡di!, ¿quién se presenta allí con la bicicleta en la mano?...
Se habían detenido en la carretera.
No grites, Tito, por Dios . le suplicaba Mely con un tono lloroso-; dejarlo ahora, dejarlo; luego se pensará, ¡no me agobiéis todavía!...
- Hay que pensarlo ahora, Mely, ¿quién se lo dice?, ¿quién?
- Tito, sosiégate - intervenía Daniel-; así será peor; desazonarse más, inútilmente.
- Pero es que te desesperas, Daniel, tan sólo de pensar en irla allí a su madre...
- Habrá que hacerlo - cortaba Zacarías.
- Sí, Zacarías - dijo Tito-, habrá que decírselo, ya lo sé. La cosa es el cómo. ¿Cómo se le dice?
Echaban a andar nuevamente.
- No creo yo que haya ninguna manera mejor que otra - contestó Zacarías-, para decirle a una madre que su hija se ha muerto. Todas son la peor.
- ¡Pánico es lo que me da! - gemía Tito-. ¡Pánico!

Rafael Sánchez Ferlosio - El Jarama (pasaje escogido al azar)



Lennie Niehaus & Clint Eastwood - Claudia (Sin perdón)

sábado, 9 de marzo de 2019

Música moderna, música clásica





Si, como recomiendo siempre, el lector ha pinchado en el enlace con el que empiezo el artículo, estará escuchando el tercer movimiento de la tercera sinfonía de Brahms. En este artículo en concreto es muy, muy recomendable que lo haga. Salvo que conozca y rememore ese movimiento, claro. Porque esta historia va sobre la música, también sobre Brahms, y conviene tener presente la perfección de Brahms.

Brahms es un compositor que siempre me ha chirriado. En su momento, en el colegio, yo estudié (creo recordar) que el Romanticismo alemán tenía 4 autores: Mendelsshon, Schubert, Schumann y Brahms. Pero uno miraba las fechas, y Brahms no cuadraba: era claramente posterior al periodo que denominamos Romanticismo. Otros autores románticos eran Chopin y Berlioz. Y los Liszt, Wagner y compañía ya no eran románticos.

Aparte, Brahms me ha parecido siempre demasiado sinfónico, elaborado. Mis padres tenían un estuche de discos de Brahms, pero por más que lo oía no me motivaba nada en absoluto.

Brahms no me cayó bien.

Y los años pasaron.

¿Qué es la música clásica? Philip Glass no es música clásica. O sí, depende. Como Michael Nyman. ¿Lo es Hans Zimmer? ¿Ha de morir un compositor para que su obra se considere clásica? ¿Cuántos años deben pasar desde su muerte? ¿Es George Gershwin un compositor clásico o todavía no?

Lo cierto es que esta discusión es vieja. Desde 1856, más o menos. Desde que murió Schumann. 

Todo viene de Beethoven. Muere en 1827; Goya, el Beethoven de la pintura (Beethoven fue el Goya de la música), murió en 1828. Con ellos se acabó el siglo XVIII y su neoclasicismo y el mundo se encontraba ya en un periodo nuevo, ellos hicieron el cambio. Después de ellos el mundo se encontró con un serio problema: ya no se podía hacer mejor. Por suerte, los románticos no intentaron hacerlo mejor: intentaron hacer cosas distintas. Mostrado por los gigantes lo que se podía lograr con la música o la pintura, se dedicaron a expresar con la música y la pintura. Y a estos autores se les seguía considerando "maestros". Eran unos genios reconocidos como tales. 

Pues bien, cuando en 1856 muere Schumann, los jóvenes autores, con Liszt a la cabeza, se atreven a decir que otra manera de hacer música es posible. Ocurrirá lo mismo en la pintura, con Monet como representante de los impresionistas: otra manera de pintar es posible. 

Monet: la catedral de Rouen (fuente: wikipedia commons)


Frente a esta opinión se alzó Brahms. Que tenía una "relación" con la viuda de Schumman, Clara, importante y reconocida compositora y concertista a su vez. Ellos dos, junto con otros, defendían la necesidad de mantener los patrones claśicos. De hacer lo que hubiera hecho Beethoven, supongo. Liszt y Wagner, en cambio, ponían el ejemplo de Berlioz. Y de Beethoven, pues éste demostró que se podían hacer muchas más cosas con la música, ya lo he dicho. Lo mismo que se diría de Goya.

La discusión fue pública, enconada y sostenida en el tiempo. Se ha conocido como "la guerra de los románticos", pero yo diría que no está resuelta.

Con la música pasó como con la pintura. El impresionismo abrió el camino al cubismo de Picasso, y tras el cubismo llegó el arte abstracto y la tomadura de pelo que vemos cada año en ARCO. Pues la música de Liszt y Wagner nos trajo el dodecafonismo de Viena (el cubismo musical) y éste la música concreta. Pero los resultados fueron diferentes. Hoy en día nadie se atrevería a escuchar música concreta, mientras que en pintura tenemos... ARCO.

Es curioso, lo que ha pasado con la música tras esa guerra: desde Liszt todos los compositores han sido "modernos"; desde Brahms ya no hay compositores clásicos. Sin embargo, lo que el público quiere y tiene por insuperable es la música de los clásicos. Se nos ha enseñado que las cimas son Bach, Haendel, Mozart, Beethoven, Brahms. No Mahler o Richard Strauss. A Barber, directamente, ni se le considera. Y nadie diría que Glass o Nyman hacen música clásica. 

Esto tiene su lado bueno y su lado malo. Gracias a la admiración por los clásicos, se conservan y se escuchan las obras de Monteverdi, Scarlatti, Purcell o Corelli. De lo contrario, sus obras se habrían olvidado y perdido. El último CD que me he comprado, por ejemplo, es de Pergolesi: es buenísimo, pero lo compré porque Pergolesi es un compositor barroco, ergo un maestro. Seguro que en algún sitio una radio clásica está programando ahora mismo música de Pergolesi o de Corelli.

El lado malo es que ya no queremos nada nuevo. El último gran compositor, para el gran público, fue Richard Strauss. Que nació en 1864 y murió en 1949. Para nosotros, cualquier autor que no hubiera muerto antes de Richard Strauss no es un clásico, es un compositor de bandas, musicales o música de películas. Y no se les programa en los conciertos, por descontado. Estamos en la época de alabar a los directores de orquesta y a los tenores y sopranos de ópera, no a los compositores contemporáneos. En muchos de mis últimos artículos he ido enlazando piezas de autores que no diríamos que es música popular ni mucho menos, pero tampoco es música clásica por el principio expresado aquí. Y sin embargo, ¡qué buenos que son! Sería terrible que su obra se perdiera por ser considerados "músicos modernos".

Y todo esto, lo bueno y  lo malo, es consecuencia de la guerra de los románticos.

Lo más curioso es que Brahms no sólo fue un clásico: fue un innovador, un explorador que fue más allá. Es decir, fue un moderno. Y Liszt y Wagner ¿no diríamos que son autores clásicos?

En realidad, a la postre rige el principio del famoso torero El Gallo: "Clásico es lo que no se puede hacer mejó". 




Johannes Brahms - 3ª sinfonía, 3er movimiento

viernes, 23 de noviembre de 2018

La hora de Religión



Reúne el Gobierno que tenemos en estos momentos las dos características definitorias de los gobiernos que solemos tener: son unos jetas impresentables que crean problemas donde no los hay, y no teniendo ni repajolera idea de lo que deben hacer se dedican a marear la perdiz sin intentar en ningún instante resolver los problemas que de verdad deberían afrontar. A todo lo cual añade otra que ellos poseen en grado máximo, superlativo, y que me temo que a partir de ahora vamos a sufrir en todos los gobiernos venideros, abierta ya la veda: son populistas y demagógicos ad nauseam.

Tenemos un gobierno en el que el presidente no es diputado. Siendo un principio obligatorio según la CE (han usado un resquicio legal, enunciativo, para soslayarlo), esto bastaría por sí mismo para obligarles moralmente a convocar elecciones; algo, por cierto, que dieron a entender que harían, cuando la moción de censura. De la moción de censura podría escribir también mucho, y del proceso por el que se llegó a ese punto, pero para qué. Sin embargo, como botón de muestra de lo que quiero decir, analicemos brevemente la situación con la Justicia.

En primer lugar, y por encima de todo, debería el PSOE tener como criterio de actuación el defender el buen nombre del poder judicial, pasara lo que pasara. No por las personas, pues tampoco ellos hablan por las personas que son sino por los cargos que desempeñan, sino por concepto. La independencia de la Justicia jamás ha de ponerse en duda, al igual que el que un ministro sea corrupto no significa que en España la Administración Pública sea la corrupción hecha carne.

Así que si el Tribunal Supremo lía la cosa con eso de los impuestos sobre los actos jurídicos documentados, el Gobierno, en vez de criticar al TS y anunciar que va a hacer leyes contra lo que han dictaminado (¡y que su principal socio político, Pablo Iglesias, salga diciendo que él "ni acata ni respeta" la decisión de los jueces!), en vez de generar un estado de opinión pública que acusa a los jueces de estar vendidos a la gran banca, debería explicar unas cuantas cositas.

La primera de ellas, que es de ingenuos creer que si la banca paga un gasto (el impuesto) al conceder una hipoteca, ese dinero que adelanta la banca no se lo va a cobrar al hipotecado ¡y con intereses! Pero no, ellos intentan que la gente crea que sí, que si lo paga la banca es realmente la banca quien asumirá el gasto.

La segunda de ella, que fue el PSOE quien instauró este impuesto. Que fueron ellos, vaya. Y que establecieron que lo pagaran los ciudadanos, no la banca. Ya que hasta ahora lo único que se está haciendo es lo que ellos dijeron que se hiciera.

Y la tercera, por no extenderme: que son ellos quienes lo han subido recientemente. El 50% en Anadlucía, por ejemplo. Otro 50% en Aragón, con el apoyo de Podemos. En Extremadura, en Castilla la Mancha.  Vamos, que se están haciendo las vírgenes ultrajadas cuando han sido ellos los felones.

Pero no cabe esperar otra cosa de los del PSOE: la vicepresidente Calvo ha dicho en rueda de prensa que, como lo que dijo Pedro Sánchez antes de ser presidente del gobierno ("Lo de Cataluña fue rebelión") fue antes de ser presidente del gobierno, pues no importa y por lo tanto el presidente del gobierno nunca ha dicho que lo de Cataluña fuera rebelión. Ya que ahora defiende lo contrario de lo que defendió 5 meses antes de llegar al cargo, cuando estaba haciendo méritos y lo que fuera para conseguirlo. Esto es aterrador, y que no se les caiga la cara de vergüenza, ni se arrepientan ni dimita, es inaceptable:¿ustedes se imaginan que, de ahora en adelante, un cargo público haga lo contrario de lo que dijo que haría porque cuando lo dijo aún no había obtenido el cargo? De todo lo que han hecho y de todo lo que harán, esto es lo más. Lo que más los definirá, y lo que jamás deberemos olvidar al recordar cómo eran.

Por cierto: la vicepresidente, cuando era ministra, saltó a la fama por defenderse con el argumento de que "el dinero público no es de nadie". Siendo su línea de defensa el que, no siendo de nadie, nadie debía criticarla por el uso que hiciera de él.

Tampoco considero de recibo lo de los abogados del Estado. Les han forzado a cambiar su acusación a los indepes, ahora sólo les acusan de sedición.  Son los abogados del Estado técnicos (en Leyes, pero técnicos), y debe respetarse su criterio: han de dejarles trabajar y que hagan lo que ellos consideren más conveniente.  Pero se ve que no es éste el concepto que tienen los socialistas de la democracia y la independencia de la Administración Pública.

Otro apartado curioso es el de la tumba de Franco. Como Figatélix no tenía calles para cambiar los nombres, el recurso que empleó para distraer al personal fue sacar la Ley de Memoria Histórica. Y como el doctor Plagio sigue sin tener calles a las que cambiar los nombres, pues no ha encontrado otra salida que dedicarse al tema de la tumba de Franco. Dejando de lado la habilidad con la que la están gestionando (por primera vez ha tenido que salir el Vaticano a decir en público que lo que dijo la vicepresidente que habían hablado era falso.

Pero es que esto de Franco es como el alcalde que cambia los nombres de la calle: no sabe afrontar los problemas de verdad. ¿Qué están haciendo con la inmigración (indefendible su demagogia con el Aquarius)? ¿Qué están haciendo con la despoblación? ¿Qué están haciendo con la natalidad, con la pirámide demográfica, con la calidad de la enseñanza, con el pitorreo que la Administración Pública catalana tiene con respecto a las decisiones judiciales (y estoy pensado específicamente, en las normas sobre el español en las escuelas)? ¿Qué pasa con las fuentes de energía? Será que no hay problemas más importantes.

Cortinas de humo. La política española, en especial para los partidos de izquierda cuando gobiernan, se ha convertido en cuestión de cortinas de humo.

Una de las últimas que están montando es, creo, la de la hora de Religión en las clases. Se ve que una hora a la semana (nominal, real es menos) es demasiado.

Es una idea desastrosa y que tendrá consecuencia, todas ellas negativas. Es una idea que aumenta muchísimo la entropía.

El principal argumento para reducir las horas de Religión es que se cree que se hace proselitismo. Que los niños quedan marcados a sangre y fuego como opusdeistas irredentos. El argumento no se sostiene cuando los mismos denostadores tuvieron incluso más horas de Religión en su infancia: si a ellos no les ha convertido en píos fanáticos católicos, ¿por qué creen que sí les ocurrirá a los niños de ahora? Nadie puede en verdad sostener que el dar un par de horas de Religión a la semana en el colegio lo convierte a uno en aquello que más odian. 

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que la asignatura es voluntaria. No se le imparte Catolicismo a nadie que no quieran sus padres que se le imparta. En cuanto al argumento de que "es con dinero público y no quiero que los hijos de otros aprendan algo que no quiero que aprendan con dinero público", pues... Sí, yo tampoco quiero que otros niños aprendan Flauta con dinero público. O Ética, o lo que quieran. Pero a mí no me dan opción. Sólo tiene opción a usar ese argumento el que esté en contra de la religión católica, parece. Pero así son, los anticatólicos: quieren que no existan los católicos. El rasero que emplean con el catolicismo no lo usan con nadie más, y no sé porqué. No creo que sea por odio, mal pueden odiar lo que no conocen y tampoco hay muchas razones para odiar a la religión; más bien, creo que es porque ser anticatólico hace parecer antifranquista. Y ya se sabe que eso es lo que mola. Sí, es un poco triste que el motor de tu vida sea ir en contra de cualquier cosa que le gustara a Franco por ese único motivo, pero así somos nosotros, señora mía.

En cambio, ni se dan cuenta de que existe un poderoso argumento en contra en un momento en el que se intenta defender la presencia de las Humanidades en la enseñanza: la Religión es la más humana de las asignaturas de Humanidades. 

Veo también con asombro que quieren corregir lo de la Religión añadiendo más horas de Filosofía. ¿Van a explicarles a niños de diez años las teorías de Kierkegaard, por ejemplo? ¿No es más lógico enseñarles, a la edad en la que lo pueden aprender, las bases de la civilización judeocristiana que es, aunque les pesa y mucho, la nuestra? ¡Ah, pero suena bien la idea! De nuevo, populismo.

Y sin embargo es aterrador. Que lleguemos al punto en el que sólo los muy cultos conocerán la historia de Noé, de Adán y Eva, el sacrificio de Isaac, las leyendas de la Torre de Babel o Lot, de José, de Moisés, de Jonas, de Job o de David y Goliath, de Sansón y de Gedeón o del juicio de Salomón. Que no entenderán los grandes cuadros de nuestra pintura, las esculturas o el porqué de las catedrales, el sentido del Camino de Santiago o la importancia de Jerusalén. O, sin más: que no entienden la fuerza que mueve a millones, cientos de millones de sus conciudadanos, que no serán españoles, claro, pero sí franceses, portugueses, italianos, etc., y hemos de pensar en un futuro global, no en una España aislada del mundo.

A mí, supongo que como a todos, la política me aburre. No espero nada bueno de mis gobernantes, por lo que poco me interesa lo que hacen y menos lo que dicen. Los considero un mal que hay que sufrir, como la humedad cuando llueve o los catarros con los cambios de tiempo. Tengo asumido que no tienen ninguna estrategia demográfica, así que los grandes problemas del país no los van a resolver; como mucho, lograrán poner algún parche local y temporal. También comprendo que no ha de ser la sociedad la que resuelva el asunto demográfico. Pero el tema de la Educación es otra cosa. Porque ahí sí pienso que los políticos se mueven según interpretan que quiere la sociedad (ya que ellos, los políticos, quieren sus votos). Estoy seguro de que todos los políticos, en privado, estarían de acuerdo conmigo en muchas cosas de este asunto. Pero en público, que es lo que cuenta, lo negarán: se apuntarán al carro que creen que es lo que pide el pueblo. Como Pilatos cuando soltó a Barrabás, que también creyó que lo que gritaba el gentío congregado ante su palacio era lo que realmente querría Israel entero. Una referencia, por cierto, que los chicos que están educando no entenderán jámás. Ellos se lo pierden, sí, ¿pero no lo perdemos todos nosotros con ellos también?




Joni Mitchel - Both sides now

lunes, 30 de abril de 2018

Cosas que quiero saber




Es conocido, se estudiaba en el colegio (creo), que la Vía Láctea forma un pequeño grupo de galaxias con las Nubes de Magallanes y la galaxia de Andrómeda. Y puede que con alguna más. Ese grupo de galaxias se denomina "Grupo Local".

Pues resulta que no. Sí, pero no del todo. La Vía Láctea, junto con las dos Nubes de Magallanes y otras once galaxias forman el Sistema de la Vía Láctea. La galaxia de Andrómeda y otras once forman el Sistema de Andrómeda; y la galaxia del Triángulo y la pequeña galaxia Enana de Piscis forman el Sistema del Triángulo. Y los tres sistemas forman, ahora sí, el Grupo Local.

Esta treintena de galaxias se encuentran a su vez dentro del Supercúmulo de Virgo, de unas 1.500 galaxias. El centro gravitatorio del supercúmulo recibe el nombre de Gran Atractor (o El Muro), y el Grupo Local se dirige hacia él. 

Esto del Gran Atractor, que (de momento) se cree una de las mayores concentraciones de galaxias del Universo, es algo que se propuso en 1986, cuando yo ya llevaba unos años fuera del colegio: normal que no lo estudiara.

Y por cierto: el Supercúmulo de Virgo, no podía ser de otra manera, es a su vez un parte de otra entidad más grande: el Hipercúmulo Lanikea, que está compuesto con cien mil galaxias.

Y yo no tenía ni idea.

Lo que quiero decir es que, como dijo don Hilarión hace 125 años, "hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad". Y ya lo creo que lo es, hasta el punto de que a menudo me siento como un auténtico neardental, un ingeniero del pleistoceno que conoció un mundo antiguo y que está más obsoleto que una pluma de ganso.

Por eso intento aprender. Pero como no puedo abarcar ni la mitad de lo que querría, en la práctica mi interés se centra en tres temas: la Astronomía, la Evolución y la Historia. Me gustaría saber más de Física de Partículas (es alucinante de lo que me voy enterando, las partículas que forman los protones y todo eso) y de Geología, y de tantas y tantas disciplinas, pero soy consciente de que no llego. 

Y ésta es la razón por la que me compro libros de divulgación y por la que prefiero leer libros que me enseñen algo. Sí, soy un tipo raro.

Chascarrillo final: la galaxia del Triángulo, M33, se ve a simple vista en una buena noche, sólo hay que saber dónde mirar (yo no lo sé). Está a 3 millones de años luz, por lo que es el objeto más lejano visible sin ayuda óptica; la galaxia de Andrómeda (ésa sí la he visto) está a 2,5 millones. Con unos prismáticos se aprecia como una nube, queda claro que ese punto luminoso no es una estrella. Y con un telescopio, más o menos se ve esto:

Fuente: Archivo NASA / CHANDRA-HARVARD
 Una galaxia espiral de libro. Con 40.000 millones de estrellas dentro.





Elenco de Pitch Perfect 3 y gente de The Voice - Freedom!'90 & Cups

miércoles, 21 de junio de 2017

En la muerte de Iván Fandiño




Leo en El Periódico un breve que dice que Ivan Fandiño ha muerto. Que estaba haciendo un quite, tropezó y el toro le enganchó por detrás. Un pitón le atravesó un pulmón.

Haciendo un quite. Que un torero muera haciendo un quite es... la más espeluznante de todas las muertes de un torero.

Un quite es una ayuda. La palabra viene de la jerga taurina, pero es lo que significa. Lamentablemente, la jerga taurina se va perdiendo, y con ella me temo que también se perderá la palabra quite. El caso es que al leer que estaba haciendo un quite, pensé que el torero titular de ese toro habría tenido algún percance, quizás el toro lo habría volteado, y Fandiño habría salido presto a distraer al toro mientras el titular se recuperaba. El torero que ayuda no tiene que torear a ese toro. Imagino que mientras ve la faena de su compañero estudia al mismo tiempo al animal, pero en un quite como el que digo el torero reacciona en décimas de segundo. Sin pensarlo, salta a ruedo y cita al toro, que vaya a por él. Que muera en ese lance...

Luego me enteré que no fue exactamente así, que estaba en el turno de quites.

La lidia de un toro consta de tres tercios. En el primero, el torero tantea al toro. Lo hace correr de aquí para allá, intenta cansarlo un poco, pero sobre todo lo cala. Luego va el tercio de banderillas y el picador, y el último tercio es el de muleta, cuando el torero se enfrenta ya con el toro y hace la lidia que espera el público, hasta que decide que el toro no da más de sí y lo mata. En nuestro caso, el quite se produce en el lance del picador.

Un toro de lidia es un animal de más de 500 kg, puro músculo que se diría, que tiene dos cuernos afilados y un cuello "de toro" con los que los mueve con una fuerza y velocidad increíble. Antes de los pases de muleta, el torero necesita que al toro lo piquen, porque si no el toro aguanta más que el torero y no es plan. En este tercio, toreros a pie y a pecho descubierto citan al toro, y cuando éste les embiste lo recortan y le clavan dos banderillas. Las banderillas imponen si se ven de cerca, pero no es un gran daño para el toro, como no lo es una picadura de avispa para usted. Pero luego interviene el picador, y eso es ya otra cosa. Porque el picador le clava al toro una garrocha, y se la clava bien, cebándose. Busca hacer daño, que el animal sangre, que quede herido.

En tiempos, el lance del picador se hacía a caballo descubierto. La habilidad del picador con el caballo, con la garrocha y con la doma permitían que el toro no alcanzara al caballo; por desgracia, a menudo ni la habilidad del jinete ni la del caballo podían superar la lucha del toro y éste acababa despanzurrando al equino; nunca mejor dicho lo de despanzurrar, porque es exactamente lo que hacía, reventarle la panza con los cuernos. Parece ser que la muerte del caballo no era de interés y en 1928 (creo) se legisló que el caballo llevaría una coraza de mimbre que le protegería el cuerpo.

Fuente: Centro Etnográfico del toro de lidia

Sí, ahora el caballo es un tanque. Puede esperar la embestida del toro, y de hecho conviene que sea un caballo fuerte para aguantarla. ¡Qué diferencia con los caballos de los rejoneadores! 

Prueba gráfica de que no se necesita la coraza


El caso es que hoy en día el picador se sube a un caballo que apenas puede moverse y el toro lo embiste. Muy de vez en cuando, el toro puede más que el caballo y lo levanta y lo tira al suelo, y entonces el caballo tiene un problema, pero lo normal es que el toro se quede ahí, enganchado en el mimbre, mientras el picador aprovecha que tiene al toro donde quería para clavarle la garrocha donde más daño hace y cebarse, que el toro no se le va a ir. Jamás me ha gustado este lance.

Pues bien, cuando el toro ya está bien picado, el torero del siguiente toro tiene derecho a citar al toro y darle un pase, apartándolo del caballo y pasándoselo ya al torero titular. Esto es lo que se llama el turno de quites, y en este lance fue donde cayó Fandiño.

El turno de quite es un derecho; el torero puede cederlo, o mandar a alguno de su cuadrilla. O no esmerarse, citar al toro, un volantazo y a otra cosa, pero Fandiño había sido figura durante unos años, y ahora estaba intentando volver a lo alto del escalafón: estaba dando lo mejor de sí en todas las corridas, sin menospreciar ninguna plaza y a ningún público. Por eso, estaba en una pequeña plaza de un pueblecito francés. Trabajándoselo.

No he visto el vídeo, pero supongo que haría un bonito pase, con giro, y resbaló; creo que el toro le tocó con los cuartos traseros, y eso le desequilibraría dándole la espalda al toro. Y el toro era un toro de lidia.

No era su toro. Fandiño no iba a torear a ese toro. Debía cuidarse del siguiente, no de ése.

Admiramos a los deportistas porque consiguen hazañas que nosotros sólo soñamos. Gracias a su capacidad, su esfuerzo, su talento, hacen cosas ante las que sólo podemos decir ¡qué tío!

Y, sin embargo, nadie es más digno de admiración que un torero.

Los toros, en Cataluña, están prohibidos. Por españoles, es decir, por franquistas y antidemócratas. Parecido nivel de razonamiento tienen los antitaurinos, muchos de los cuales, sin duda, estarán ahora mismo dejando detalles de su elegancia en twitter y facebook, que parece que para eso están. ¡Ah, si meditaran sobre lo que es el toreo!



W. A. Mozart - Dies irae

martes, 10 de enero de 2017

Cosmocaixa





En Barcelona tenemos Cosmocaixa y el Museo de Historia Natural. El Museo de Historia Natural, les diré, es interesante pero se nota que no han puesto mucho cerebro en su configuración. Esto, unido a que lo sacaron del parque de la ciudadela y lo llevaron más allá del Fórum, malcomunicándolo - al menos conmigo-, hace que vaya poco. Mi favorito es, pues, Cosmocaixa, y no hay año que no lo visite una o dos veces.

Me encanta Cosmocaixa.

Ahora bien, cuando voy a Cosmocaixa no puedo evitar darme cuenta de que la mayoría de los visitantes son niños y los adultos que los acompañan. Y recalco el hecho de que los adultos están porque acompañan a niños. Hay, sí, turistas adultos que acuden sin niños; pero son los menos.

Lo mismo ocurre en otros equipamientos "de conocimiento", como el Museo de Historia Natural, el zoo o el acuario. Ignoro cuál es la situación en los museos culturales, caixafórum y similares, y no recuerdo cuál era el público la última vez que fui al museo egipcio. Sí sé que la audiencia del principal museo de Barcelona, el del F.C. Barcelona, está formada en su mayoría por adultos y jóvenes que viajan solos, y si hay niños lo son en su calidad de acarreados por sus padres. También es cierto que el coste de la entrada del museo del FCB es tal que cualquiera pensaría que llevar a un niño es un derroche excesivo, mientras que Cosmocaixa es casi gratis y, para los niños, gratis del todo.

Esta actitud no es sólo de Barcelona: también la he visto en los diversos centros de Dinópolis y (por citar sólo mi último viaje) la Cité de l'Espace de Toulouse.

Da la impresión de que la gente cree que la ciencia - incluyendo las ciencias naturales- es sólo para los niños. Que cuando uno alcanza una cierta edad, en torno a la legal para hacer lo que uno quiera, uno está ya libre de tener que aprender. Y que pasa a ser ya un usuario de "la cultura". Lo cierto es que los grandes centros culturales están, por todos, considerados "para adultos" (en el sentido de que no son sitios a los que llevar a niños), y los centros "de conocimiento" lo son para niños. Esto es un sentimiento general, por supuesto, pues no faltará quien me diga que el museo del Prado, por ejemplo, es recomendabilísimo para niños. Y es cierto que mejor nos iría si ya de niños acostumbráramos a pasear por esos centros o asistir al teatro o a conciertos de música clásica.

Pero los centros científicos son para niños, dicen. Demasiado bajo para mi nivel, supongo que pensarán. Y a los que vamos motu proprio nos miran como bichos raros. Frikis, nos llaman. Cerebritos, empollones. Bichos raros.
 
 
Lo más curioso de todo es que, cuanto mayor se es, cuanto más se sabe, más entretenidos son los equipamientos de conocimiento. Más interesante es Cosmocaixa, un centro de dinosaurios o un museo militar. Al igual que cuanto más olores y sabores sabe uno diferenciar, más intensa es una cata de vinos, y cuanto más entiende uno de pintura más disfruta uno en el Prado, cuanto más sabe uno de ciencias más disfruta en estos sitios. Cuanto más sabe uno de animales más disfruta en el zoo, el acuario o un museo de historia natural. Pero no, a nadie se le pasa por la cabeza que uno pueda pasar un buen rato en un planetario, un museo técnico o uno científico.

En fin. Yo creo que lo triste no somos los bichos raros, sino los que no lo son. Los que se lo pierden. Los que eligen vivir sin saber, sin comprender el mundo que les rodea. Y les aconsejo a todos ustedes que cambien. Acudan a los museos técnicos y científicos. Visítenlos a fondo, hasta que les echen. Lean los paneles, participen en las experiencias interactivas, apúntense a las sesiones extra, intenten comprender lo que les enseñan y lo que supone. Parecen centros para niños, pero no: son para adultos. Lo de los niños sólo es un gancho para atraerles a ustedes.

Y, desde luego, si tiene usted niños, programe ya el año para visitar al menos 3 ó 4 de estos sitios. Al menos. Usted no se arrepentirá y sus hijos se lo agradecerán.



Navajita Plateá (y Alba Molina) - Noches de bohemia

martes, 14 de julio de 2015

Farenheit 451



Hay dos maneras de comer en un restaurante. Uno puede llegar, sentarse, pedir la carta, elegir unos platos y comérselos. O bien uno puede llegar, sentarse, y cuando viene el camarero le dice "Pierre, ¿qué nos recomiendas?" (en mi juventud frecuentaba un restaurante en el que el maitre se llama Jean Francois y el camarero Pierre; tanto me daría Elías o Isidro). Ahí Pierre nos recomienda unos cogolitos con roquefort y unos medallones de solomillo con salsa de setas, por ejemplo. ¿Y vino? Claro que sí, también nos recomienda un vino. Y nos advierte que de postre tienen profiteroles de nata con chocolate caliente, para que vayamos reservando sitio.

Hasta hace unos años, también así se podían comprar los discos. Uno podía ir a Linacero, Cara2 o 33rpm, y hablar con el vendedor. Le explicabas qué te gusta, qué buscas, qué has oído, o el vendedor te anunciaba algo nuevo, te proponía. Solían tener unos platos, le podías pedir que te pusiera el disco y lo oías... También podías ir, sacar un papel que dijera "El último plástico de los Chunguitos", enseñarlo, pagar e irte. Pero las tiendas ofrecían la posibilidad de que comprar un disco fuera algo placentero. O ni siquiera comprar, el hecho de ir ya gustaba. Las recuerdo en mi juventud, siempre llenas.

Unos años después de los CD apareció el top-manta y las tiendas de discos empezaron su declive. Luego, entre los años 2000 y 2005 más o menos, el negocio de la música cambió. Entre los MP3 e internet se cargaron el sistema tradicional. Todos recordarán a las discográficas y a los cantantes quejándose que se estaban cargando la música y a las discográficas, que de seguir así no habría canciones... Pero nadie avisó que antes desaparecerían las tiendas de discos. Estamos en 2015, los cantantes siguen ahí, muchas compañías siguen ahí; quizá no era para tanto. Pero ahora, si alguien quisiera comprarse un disco, tendrá que ir al Corte Inglés, a la FNAC o al Carrefour. Y en esos sitios es como sentarse y pedir el menú del día. Hoy en día apenas se venden discos en España. Los grandes, los poderosos, no dudo que lo estén pasando "mal". Los pequeños, el comerciante del barrio, aquellos a los que la venta de música no les hizo millonarios,... imaginen ustedes. Esos hace años que desaparecieron.

Algo parecido pasa en la industria del cine (aún queda algún videoclub por ahí). Pero hay otro sector en el que el sistema tradicional se resiste como gato panza arriba; por el título del artículo, muchos ya saben que hablaré de él.

El libro.

Las ventas de libros en España nunca han sido espectaculares. A igualdad de puestos en listas de ventas, el escritor siempre cobra mucho menos que el músico. Algunos viven desahogados y tienen barco y todo, pero son los menos (aparte del innegable hecho de que hace falta mucho más talento para vivir de las letras que de las notas). Pues bien, con el libro pasará como con la música: primero cerrarán los libreros y tendremos que comprar en la FNAC y esos sitios.

Hablo con la librera de mi barrio. Me cuenta que paga 2.500 euros al mes por el alquiler del local. Estuve casi una hora de cháchara, y en ese tiempo sólo entró un julai despistado. ¿Ventas? ¿Qué ventas? Acaba de salir el último de "Grey" e imagino que venderá unos quince, es una librería de barrio. No tienen ayudante, no podría pagarle, y hace cuatro años que no cierra por vacaciones; doy fe. Está desesperada. 20 años allí, toda su vida como quien dice, y va cada día pensando cuánto aguantará. Me cuenta que mucha gente le pide información sobre libros, los hojea... y le dice que gracias, que se los bajarán de internet.

Yo hay cosas que me callo. No le cuento (bien lo sabe ella) que mi familia, que quizás le compraba 50 libros al año, ya apenas le compra. Y no le cuento que leemos el triple que antes. Por lo menos. ¿Cómo puede competir ella? Yo no quiero que mi librera desaparezca. No quiero depender de la FNAC para comprarme libros en papel.  Quiero que comprar un libro sea una experiencia placentera, que incluya frases amables, sensación de comunidad, algo de capazo incluso. Pero claro. Aparte de comprarle a ella los libros en papel que me compro, más no voy a hacer. Me temo que, con gran dolor de corazón, un día veré el LOCAL EN ALQUILER en la persiana de la librería. Y ese día, mi barrio estará más cerca de ser un barrio dormitorio y no un barrio vivo.

Porque ¿tiene alguna oportunidad? ¿O es un negocio que ha de desaparecer como la venta de carbón, la de hielo y tantos otros?

¿Y es así como tiene que ser?





The Doors - The end

domingo, 12 de abril de 2015

Una prueba de ¿cultura general?



Les escribí el otro día lo del test de cultura literaria. Se me ocurrió también qué pasaría si participara en un concurso donde las preguntas son multidisciplinarias, pero sobre cosas aprendidas en el colegio. Y como en algo hay que entretenerse mientras se pasea, me lancé a imaginar qué preguntas podrían ser. Intenté elegir una por asignatura, intentando que fueran de los cursos más básicos: no es una vergüenza no saber una pregunta de matemáticas de COU, no saber formular el teorema de Lorentz o resumir el pensamiento de Hegel. 

Y éstas son las preguntas que espontáneamente me vinieron a la cabeza. ¿Cuántas sabe responder usted?
  1. La primera pregunta es de Matemáticas. Algo que estudié desde los 10 hasta los 15 años, al menos: ¿qué propiedades tiene un grupo abeliano?
  2. La segunda pregunta es de Geografía: ¿cuáles son los tejidos de origen vegetal? Una pista aclaratoria: la lana es un ejemplo de tejido de origen animal.
  3. Vale, es posible que se queje: no es de Geografía. Pero le aseguro que yo lo estudié en Geografía. De todas maneras, aceptamos pulpo, así que a ver ésta: ¿de dónde es capital Managua?
  4. Ahora, una de Historia: ¿qué año fue la batalla de las Navas de Tolosa? Venga, ¡la sabía yo con nueve o diez años!
  5. Una de Latín. Es cierto que latín sólo se estudiaba en el bachillerato, pero incluso siendo usted de ciencias debería ser capaz de responder a una pregunta tan fácil: ¿cuántas declinaciones hay en latín?
  6. La siguiente es de Inglés: ¿cuándo se usa 'whom'?
  7. Por supuesto, una de Literatura: ¿quién escribió el Libro del Buen Amor?
  8. Si opina que Lengua no es Literatura, venga una de Lengua: ¿cuál es el presente de indicativo del verbo Asir?
  9. Fui a un colegio de curas, así que no puede faltar una pregunta de Religión. Incluso si usted tuvo una educación laica, vivimos en Occidente, y debería ser capaz de ésta: ¿quiénes fueron los Profetas Mayores?
  10. Ciencias Naturales: ¿qué es el axón?
  11. Y como las asignaturas no son las mismas, una de Física: ¿cuál es la velocidad de un cuerpo en caída libre a los diez metros?
  12. La de Química es muy fácil, debería saberla: ¿cuál es la fórmula del ácido sulfúrico?
  13. No todos los conocimientos que se enseñan en la escuela son científicos, también tiene cabida el Arte: La catedral de Chartres es románica o gótica? Si no está seguro de la respuesta, no conteste al tuntún: falseará el resultado.
  14. Y junto al Arte, la Música: ¿Bach fue contemporáneo de Haendel o de Haydn? Le digo lo mismo que en la pregunta anterior.
  15. Y la última, de Filosofía, así que reconozco que se estudia en el último curso del colegio. Pero yo creo que también entra dentro de lo que consideramos "cultura general": ¿qué diferencias hay entre Parménides y Heráclito?
¿Qué le parecen, fáciles o difíciles? Yo, se lo confieso, de entrada no me sabía la primera, y en dos o tres más, como la de Managua, dudaba: sí sabía la respuesta pero no tenía la seguridad total de haber acertado.

Bueno, voy a darle las respuesta, y luego diré mi valoración sobre los puntos obtenidos:
  1. El grupo abeliano debe, en primer lugar, ser un grupo, y para ello ha de tener la propiedad asociativa, un elemento neutro y siempre ha de existir un inverso. Por ejemplo, los números enteros y la propiedad de la suma: la propiedad asociativa exige que (a+b)+c=a+(b+c); el neutro de la suma, está claro, es el cero, y para todo numero entero 'a' existe otro número entero 'b' que cumple a+b=0 (el neutro). Y que sea abeliano significa, sin más, que tiene la propiedad conmutativa: a+b=b+a. Por cierto, a mí me faltaba lo de la propiedad asociativa.
  2. Cáñamo, lino, yute y algodón. Los aprendí en ese orden, en las clases del Chino. Que eran unas clases muy de memorizar y que siempre tenían el mismo orden: primero, 20 minutos de estudiar la lección. Luego, recogíamos los apuntes - con este hombre nunca se usó libro alguno- y preguntaba a cuatro o cinco durante otros 20 minutos. Y los últimos 20 minutos, pronunciaba la lección siguiente, y cada uno se tenía que espabilar en tomar los apuntes, que el hombre no se preocupaba de si le seguías el ritmo o no. Ahí aprendías a pasar de la cuartilla al folio, para perder menos tiempo girando páginas y pasando al renglón siguiente, y como escribías deprisa, en pocos días te dabas cuenta que te convenía pasar los apuntes a limpio cada día en casa o estarías vendido. Digamos que imprimía un nivel muy exigente a su asignatura, y dado que la Dirección del colegio lo autorizaba, el alumno sabía que no tenía que actuar como un niño de teta, sino como un verdadero estudiante. Y, desde luego, nadie le guardó rencor ni tuvo una mala opinión de él. ¿Qué sería en cambio de este hombre, en la actualidad?
  3. Managua es la capital de Nicaragua.
  4. El año 1212. La batalla de las Navas de Tolosa marcó el fin del dominio árabe y el inicio del dominio cristiano. Pocos años después caerían Córdoba, Sevilla,... Aunque, eso sí, los musulmanes resistieron todavía 280 años más. Pero como los alemanes tras Stalingrado, ya estaban vencidos.
  5. Cinco. Otra cosas es que algunas declinaciones, como la segunda y la tercera, tengan  sub-declinaciones (no se declinan igual puer, pueri y ager, agri, por ejemplo).
  6. De manera resumida, 'whom' equivale a "de quien..." o "a quien...", como por ejemplo "la persona a la que escribí..." o "la persona de quien recibí...".
  7. El Libro del Buen Amor lo escribió el arcipreste de Hita. Aunque, lo confieso, yo dudaba si no sería del Marqués de Santillana. Pero me incliné por el Arcipreste, y acerté.
  8. Yo asgo, tu ases, el ase, nosotros asimos, vosotros asís, ellos asen.
  9. Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel. Por este orden.
  10. El axón es la prolongación longilínea de las neuronas.
  11. La velocidad de un cuerpo en caida libre es raiz(2·g·h). Como g=10 aprox., la velocidad es 10raiz(2), 14 m/s. Como chascarrillo, recorrer esos 10 primeros metros y alcanzar la velocidad de 14 m/s requiere... 1,4 segundos.
  12. ¡Inolvidable! H2SO4. O, si es usted muy mayor, SO4H2.
  13. La catedral de Chartres es gótica. Amiens, Reims y Chartres son como nuestros Burgos, León y Toledo, por hacer una competición; me temo que juegan en ligas diferentes.
  14. Haendel. Bach nació en 1685 y murió en 1750. Haendel nació en 1685 (¡caramba, qué coincidencia!) y murió en 1759 (¡uy, casi!), y Haydn nació en 1732 y murió en 1809. Haendel y Bach son cimas de la música barroca, y Haydn es neoclásico. Parece ser que fue amigo de Mozart y mentor de Beethoven, así que tengo claro que es de otra época. Cuando muere Bach, Haydn tiene sólo 18 años y, podría decirse, no era nadie.
  15. Y la última, de Filosofía, es un poco compleja de explicar. Groseramente, podemos decir que Heráclito se resume en "Nada es, todo cambia" (recordemos su aforismo "nadie se baña dos veces en el agua del mismo río"), mientras que Parménides sostiene todo lo contrario: la esencia de las cosas es inmutable, y por lo tanto eterna. Y no se ría: hielo, agua y vapor de agua son, en esencia, la misma cosa. Incluso la sal (NaCl), si la disuelve en agua, puede decir que sigue sin cambia: en realidad la sal es la asociación de sodio y cloro, y los átomos de sodio y de cloro siguen en el agua, ¿no? De hecho, si quita (evapora) el agua, le queda... la sal.
¿Qué tal le ha ido? Convendrá conmigo en que no eran preguntas dificiles en realidad, pero... la memoria, es lo que tiene. Me dirá. Bueno, ésta es mi valoración:
  1. Ninguna:vaya, le he pillado en un mal momento. ¿Ni siguiera sabía la de Bach? ¿Cómo conjuga el verbo asir? ¿Yo cojo, tú coges,...? Mire, no le voy a decir nada. Sólo reflexione usted si no le avergüenza siquiera un poquito no saber responder a una de quince preguntas de colegio y si no cree que debería intentar saber algo más. No sé, dice el dicho que nunca hay que irse a la cama sin saber algo nuevo.
  2. Entre tres y una: ¿qué le puedo decir? Al menos, ha acertado usted alguna: muchos no habrán logrado ni eso. En realidad, la única diferencia entre usted y los del escalón siguiente es que usted debería leer un poco más. ¿Mi consejo? Lea mucho más de lo que lee hasta ahora. Saber más es bueno, no es una inutilidad. Le permitirá, por hacer una analogía, captar más matices, más sabores a la vida en general, al igual que el experto enólogo saborea mejor que usted el vino. Tanto él como usted beben la misma cantidad del mismo vino, pero él reconoce muchos más matices. Pues con la información es lo mismo: tanto usted como los de quince reciben la misma información del mundo, pero ellos la comprenden mejor. La lectura le ayudará. Y si usted ya lee mucho, debería variar más su rango de lecturas. Dicho con el mayor de los cariños, oiga.
  3. Entre siete y cuatro: ¿sabe qué? Está usted por encima de la media, así que le doy mi enhorabuena.
  4. Entre once y ocho: hombre, yo creo que lo ha hecho bastante bien. Es posible, además, que en algunas de las que no ha sabido dudara de la respuesta correcta. En cualquier caso, va a estar usted muy por encima de la media. Puede usted codearse con los siguientes.
  5. Entre catorce y doce: también mis albricias. No es que usted tenga una memoria elefantiásica, es que tiene usted una cultura amplísima. Porque estoy seguro que usted olvidó en su momento muchas cosas, pero luego, con los años, ha vuelto a adquirir estos conocimientos y ahora sí se le han quedado. Quien le diga que no, que lo suyo es que es un memorión, lo que le pasa es que no tiene una cultura tan vasta como la suya. A fin de cuentas, es la nota que debería sacar cualquier licenciado universitario. Algunos han de necesitar haber estado en Managua para saber que es la capital de Nicaragua y otros no, y usted es de los que no, qué caramba.
  6. Quince respuestas acertadas. Enhorabuena también a usted, se las merece porque es usted un monstruo. Pero tenga cuidado: los pedantes no caen bien a nadie. 
Pienso que sería curioso someter a este test a un alumno aventajado de la LOGSE, un hijo de la ESO. Debería acertar todas, porque se supone que es un estudiante modelo de un gran sistema educativo, pero lo dudo. Así que podemos dividirnos en dos grupos: los que creen que un estudiante modelo no tiene porqué saber de tantas disciplinas (latín, física, química, religión...) y los que creemos (porque yo me incluyo aquí) que sí, que conocimientos básicos en todo sí hay que tener.

Por cierto, rogaría al lector que tuviera un hijo que haya sido buen estudiante, que le sometiera a este test y nos informara en un comentario cuántas respuestas ha acertado su hijo. Favor que a usted le pido.



Joseph Haydn - Cuarteto de cuerda nº 62 (op. 76) "Emperador" 


Chascarrillo final: si ha escuchado la pieza de Haydn propuesta y le ha sonado familiar pero no la identifica, ¡es el himno de Alemania! Aunque no en ese orden: el himno de Alemania es desde 1922 esta pieza de Haydn a la que luego le pusieron letra, el famoso "Deutschland über alles".

viernes, 10 de abril de 2015

Test sobre cultura literaria



Paseando el otro día, me imaginé que me paraban, de algún concurso de televisión o radio, y me sometían a un test de 9 preguntas literarias:
  1. ¿Cómo se llamaba el padre de Ulises?
  2. ¿Quién era Cecilia Böhl de Faber?
  3. ¿Quién escribió Robinson Crusoe?
  4. ¿Y cuándo?
  5. ¿Quién escribió El sí de las niñas?
  6. Cite tres novelistas españoles del siglo XX;
  7. Cite una novela de cada uno de los citados;
  8. Hable en castellano antiguo;
  9. Y recite un soneto.
¿Cómo lo haría usted?

Yo:
  1. Laertes, Ulises es el "laertíada, de ilustre linaje";
  2. Fernán Caballero (novelista española del siglo XIX);
  3. Daniel Defoe;
  4. Hacia 1709 (error o imprecisión mía: 1719);
  5. Leandro Fernández de Moratín;
  6. Rafael Sánchez Ferlosio, Camilo José Cela y Miguel Delibes;
  7. Industrias y andanzas de Alfanhuí, Viaje a la Alcarria y Los santos inocentes;
  8. Moza tan fermosa non ví en la frontera, como una vaquera de la Finojosa. Faciendo la vía del Calatraveño a Santa María, vencido del sueño, por tierra fragosa perdí la carrera, do ví la vaquera de la Finojosa;
 (de La vaquera de la Finojosa; el principio me lo sé de memoria)
Y el soneto... aquí fallo. Porque me sé dos, pero incompletos. De uno me salían 11 versos, del otro, más difícil, sólo recordaba 8.
Caí entonces en la cuenta de que esto es algo que no se puede consentir: ¡no saber ni un solo soneto! Total, que me prometí a mí mismo el volverlos a aprender, y aquí los incluyo, para que también usted los disfrute.

El primer soneto, por supuesto, es el famosísimo Ciprés de Silos, de Gerardo Diego:
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño,
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,
como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
Y el segundo lo "recuerdo" porque siempre me ha hecho mucha gracia: Lope de Vega, cuando quería, era todo un guasón:
Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante,
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.
Y a usted, ¿qué tal le ha ido?




Amancio Prada - Adios, ríos, adios, fontes
-

domingo, 2 de noviembre de 2014

Bécquer



31 de octubre, Halloween. Ya saben, murciélagos, calabazas, disfraces de brujas del bosque para ellas y de La noche de los muertos vivientes para ellos. No en vano la cultura estadounidense ocupa un lugar predominante en nuestros hogares, en el centro del salón y con la atención de las principales horas del día que dedicamos a "la cultura". Halloween mola, vende (digo yo, porque todos los supermercados se decoran dos semanas antes) y si no eres prohalloween eres un carrozón o un sieso. Y además resuelve la papeleta a muchísimos maestros sobre qué hacer para entretener a nuestros hijos en Octubre.

No obstante, en general no nos apasiona Halloween. Salvo como excusa para disfrazarnos - siempre es divertido- , no le vemos la gracia. Claro que todo esto se debe a que lo que sabemos de Halloween es lo que nos cuentan las series y películas americanas; truco o trato, casas adornadas y disfraces. Un año pasé Halloween en Chicago, y había fiestas en casi todas las casas, y la gente acudía disfrazada y se lo pasaban pipa. La gente de verdad. Era un día de fiesta popular, de la que celebra la población, no era una fiesta ordenada por el ayuntamiento del lugar, como pasa por aquí mucho más a menudo de lo que creemos.

Por supuesto, en público todos lamentamos la invasión cultural y la pérdida de nuestras tradiciones. Nos sentimos ridículos si nos declaramos ilusionados por la fiesta de Halloween y lamentamos el que la cultura americana nos invada.

El problema, en general, es que no sabemos cuál es nuestra cultura que nos está sustituyendo la americana.

Los cultos citan a Zorrilla. Don Juan Tenorio. No en balde, es tradición la representación de la obra el 1 de Noviembre: wiki:Representaciones de Don Juan Tenorio. Es, hay que reconocerlo, una obra incardinada ya en nuesra cultura: aunque usted no ha leído la obra y seguramente no ha asistido a alguna representación, sabe el argumento o algunas partes cuando menos.  Y no es verdad, dulce amor, etc., etc.

Yo, sin embargo, soy de Bécquer. De Gustavo Adolfo, por si algún lector es de la ESO. Y el 1 de Noviembre, de todas todas, lo que procede es releer sus leyendas. El monte de las ánimas, por ejemplo. No hay relato más aterrador, se lo digo por si a usted le causa alergia leer a un escritor de verdad, pero le encantan las historias de miedo o de muertos. O El miserere. O Los ojos verdes. Se lo digo de verdad. Estos días, lea a Bécquer. E intente apagar la luz para dormir, si es tan valiente. Yo las leí cuando era pequeño, y todavía me despierto gritando.

En fin, es lamentable que Bécquer sea un autor ya olvidado (¿será porque ya no circulan sus billetes?), porque pienso que, en español, es de lo mejorcito que ha existido. Pero imagino que esto no es sino un signo más de estos tiempos en los que la ignorancia campea por doquier. En cualquier caso, yo poco más puedo hacer que recomendarles a Gustavo Adolfo Bécquer. Léanle. Y con más razón estos días, si de verdad no le gusta Halloween.



Larry Bagby - Counting my lucky stars


lunes, 11 de marzo de 2013

No hablamos latín

Hace tiempo leí este artículo:

Me llamó la atención y decidí guardarme el hipervínculo para poder leerlo más veces. Y también ¿porqué no? comentarlo en este mi blog. Que es un blog de un ingeniero, pero eso no quita para que me puedan interesar temas diversos, como ya advertí al crear este blog.
La tesis es rompedora: las lenguas latinas no provienen del latín. Si provinieran del latín se daría la paradoja de que todas las lenguas latinas abandonaron las declinaciones y evolucionaron hacia los artículos y preposiciones de la misma manera, todas a la vez. Con el agravante de que ninguna lengua de esa época (o más antigua) habría evolucionado tanto y tan rápido. Y que en 800 años se pase del latín a un castellano, italiano o francés arcaico tan diferente, y en los mil años siguientes estas lenguas no evolucionen tanto... Y ¡caray!, todos captamos que el portugués, el castellano, el catalán, el francés, el italiano, el rumano,etc., todas son parecidas y esos parecidos no están en el latín.Tenemos una gramática similar y no es la gramática del latín. Curioso.

El caso es que hubo un francés al que esto le llamó la atención y al que llamó la atención precisamente que fuera curioso y no le hubiera llamado a nadie la atención antes. Decide entonces intentar ver la evolución de las lenguas sin la idea preconcebida de que todas provienen del latín. Por usar sus propias palabras, decide hacer lo que hizo Copérnico para formular una nueva visión del mundo:
Presento a continuación los dos esquemas de filiación de las lenguas romanas. El esquema “antiguo”, el que se enseña en todas las universidades, y el esquema nuevo, el que voy a demostrar en este libro.

En el esquema antiguo, la lengua primitiva, el indoeuropeo habría dado origen al latín. Desde la época romana, el latín habría evolucionado hacia un bajo latín, el cual habría dado nacimiento a las lenguas romances.

En el nuevo esquema, que voy a demostrar en este libro, el indoeuropeo habría dado origen al latín, por una parte, y por otra, al italiano antiguo, mucho tiempo antes de la época romana; luego, el italiano antiguo habría dado a luz las diferentes lenguas romances, mientras que el latín no tuvo descendencia.
No hay textos escritos en italiano antiguo y sí todos los que ustedes quieran en latín. Pero sostiene el autor que esto, en realidad, sólo demuestra que existía el latín. También es cierto que hay idiomas que se hablan y no se escriben. En luxemburgo se habla luxemburgués (entre ellos, claro), pero todos los escritos son en francés y en alemán.

¡Qué caramba, lean el artículo completo! Yo no digo que el autor tenga razón, pero la verdad es que otra realidad es posible, si no aplicas unos clichés no demostrados que te han inculcado desde pequeño.



Cuando se enfrente a un problema, no lo haga con la solución ya preconcebida: tenderá a falsear las cosas para que su primera solución se ajuste como un guante. Y será un ajuste falso. Por el contrario, quítese todos sus prejuicios e ideas de lo que ha de ser correcto, y examine el prblema. Vaya paso a paso, sin prever el destino ni dirigirse a donde quiera llegar, y encontrará la solución más apropiada.