martes, 30 de diciembre de 2025

Villamanín y el Gordo

 https://www.youtube.com/watch?v=CiRO_G4rXNQ

 

 

Villamanín es un pueblecito de menos de mil habitantes en el norte de León. Estos días es noticia porque los jóvenes de la comisión de fiestas, 15, vendieron participaciones de la Lotería de Navidad y les ha tocado el Gordo. Lo noticiable del caso es que vendieron participaciones de 9 series completas a 4 € la participación más 1 € de donativo para la comisión, y parece ser que sólo tienen 8 series completas. El premio que falta es el de 1 serie: 4 millones de euros. Por error, se imprimieron y vendieron 50 papeletas de más. Faltan, pues, 4 millones de euros.

Ante el panorama, parece ser que la mayoría de los agraciados están de acuerdo con una propuesta de la comisión de fiestas, que consiste en que los miembros de la comisión renuncian a sus papeletas y el premio correspondiente (suman 2 millones, quedan otros 2), y todos los demás renuncian a la parte proporcional, unos 5.000 € aproximadamente por papeleta: en vez de cobrar 80.000 € por papeleta, unos 75.000. Algo es algo, me dirán.

Ocurre, sin embargo, que no todos han aceptado el acuerdo. Y si uno solo de ellos reclama su premio íntegro ante un juez, la cosa se paraliza y nadie cobra hasta que el juez decida. Aunque tarde 10 años.

El problema que tendría un juez es averiguar qué es lo que realmente ha pasado. Porque, si uno lo piensa, existen varias posibilidades. Las que se me ocurren, de más pensar bien a más pensar mal, son:

1) ¡Todo ha sido un error sin ninguna mala voluntad! Todo es tal cual afirman los de la comisión: se equivocaron e imprimieron (y vendieron) papeletas de más.

2) Bueno, vale: sabían que habían imprimido y vendido papeletas de más. El exceso suponía 250 € de beneficio extra, todo por la Comisión. España es un país de pícaros, señora mía, pero de verdad que sólo se trataba de 250 €, en una comisión formada por 15 personas. Además, mire, la Comisión se ha quedado sin premios.

3) Sí, los de la Comisión han renunciado a sus papeletas premiadas. Pero no sus padres, sus hermanos o cuñados si los tuvieren, sus abuelos tal vez, parejas o amigos muy íntimos,...Algo va a quedar en sus hogares, a pesar de todo.

4) De hecho, no es cierto que la Comisión se haya quedado sin premio. Reconocen los 15 que entre todos ellos reúnen 25 papeletas. ¿Usted se lo cree, que no se han quedado más participaciones (a 4 € netos cada una, les recuerdo)?

5) Una sospecha aún peor: el talonario extra se imprimió después de tocado el premio (y, claro está, no se vendió). Todo es una añagaza para sacar dinero (ya que hay 2 millones a los que colectivamente se renuncia). Con esto, los poseedores de esas papeletas amañadas obtienen 75.000 € por cada una.

6) ¿Y si no hubiera habido ningún error y efectivamente se hubieran comprado las 9 series de números y los de la Comisión se hubieran quedado una entera y ahora se hacen los tontos? 

Pues en ésas anda la gente. Unos compran la 1ª idea, otros la 2ª o la 5ª, cada cual según su malicia. 

Personalmente, si yo tuviera papeletas, aceptaría el acuerdo. Prefiero equivocarme por pensar bien, y además nada tenía antes: si me han robado, me han robado algo que no tenía en realidad. Allá los culpables y su conciencia. Y, además siempre es mejor un mal acuerdo que un buen juicio, con nuestra Administración de Justicia. No voy a hacer mala sangre de lo que podría haber tenido.

Por lo demás, creo que convendría que se estableciesen reglas claras para este tipo de situaciones: participar en la Lotería es una práctica demasiado extendida como para que no ocurra algo parecido de vez en cuando. 

Lo único que es seguro es que el ambiente en el pueblo y la comarca se va a pudrir por años. El efecto del vil metal.

 

 

Regina Carter - Kothbiro 

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