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En 1995, siendo presidente del gobierno Felipe González (PSOE), se firmó el Pacto de Toledo, en el que entre otras cosas se decidió crear un fondo de reserva para las pensiones. El sistema se legisló formalmente en 1997 (José María Aznar, PP) y se empezó a dotar el año 2000. Consistía, en pocas palabras, en que en aquellos años las cotizaciones a las pensiones de la Seguridad Social superaban los pagos por ese concepto y se decidió guardar ese superávit en una "hucha de pensiones".
Antes de eso, las pensiones se aportaban y se pagaban como cualquier cotización a la Seguridad Social. Si un año el gasto era mayor que el ingreso, la tesorería general del estado cubría el déficit, y si era inferior, se quedaba el superávit (que se destinaba para otros gastos). Cuando se preveían, digámoslo así, "tensiones financieras", se recurría a aumentar las cotizaciones o cambiar las reglas de las pensiones, e incluso a impuestos especiales. Lo que se hizo en el Pacto de Toledo fue acordar separar financieramente el tema de las pensiones de los gastos generales y que los superávits fueran para los años de déficit.
Como todo el mundo sabe, hasta más o menos 2007 la economía fue como un tiro, y la crisis de 2008 fue devastadora. El fondo de pensiones acumuló mucho dinero hasta 2007 y a partir de ese momento empezó a vaciarse. La cosa se complicó en 2012 (Mariano Rajoy, PP), y en 2017 la hucha quedó vacía.
¡Oh!
¡Nadie nos avisó!
¿Y entonces? Bueno, a partir de ahí ha habido que recurrir a préstamos del Estado.
¿Las pensiones se están pagando con un dinero que se ha pedido prestado? Sí. La deuda actual de la Seguridad Social es de unos 136.000 millones de euros.
Estamos pidiendo dinero prestado para pagar a nuestros jubilados y que tengan una vejez cómoda. Esos préstamos se pagarán, pero otros, porque obviamente los jubilados no van a pagar nada. Y cuando esos otros, esquilmados, alcancen el momento de jubilarse ya veremos si convencen a sus descendientes para que sean ellos los que los mantengan a cuerpo de rey.
Como todos sabemos, cada vez hay más jubilados y menos trabajadores. Cada vez hay más dependientes de la Seguridad Social, si contamos con las paguitas y ayudas varias asimilables. Esta última anotación la quiero hacer, porque se está poniendo el interés en que las pensiones no son sostenibles. Las pensiones las están cobrando los que en su día cotizaron para tenerlas; lo que yo revisaría antes es lo otro, las paguitas y ayudas que se dan a los que no las han generado antes. Los jubilados se las han ganado, los otros no. Quiero decir, se están aumentando las cotizaciones y se está intentando retrasar las jubilaciones, y con esto se cree que el sistema será viable pongamos 15 ó 20 años más, pero es fundamental que se reduzcan otros gastos sociales que se "alimentan" del mismo sitio.
Como nadie le va a poner el cascabel al gato, el sistema se va a sostener a costa de los trabajadores, primero, y también de los jubilados después. Hasta que colapse, claro. Entonces ya veremos qué pasa. Y lo que opinan en ese momento los que tendremos acostumbrados a ser mantenidos.
Por cierto, el Pacto de Toledo sería inconcebible hoy en día. Cabe preguntarse el porqué.
Kellie Pickler - Didn't You Know How Much I Loved You