domingo, 12 de octubre de 2014

¡Ébola!



El año 1346, los mongoles están asediando la ciudad de Caffa, en Crimea. Dentro de la ciudad brota una epidemia de peste. Visto el panorama (y sabiendo cómo las gastan los mongoles), los comerciantes genoveses de ese avanzado puesto del Mar Negro deciden volverse a casa. Izan velas y se largan; siguiente parada, Messina, donde llegan en el otoño de 1347. Luego, Génova y Marsella.

Si usted fuera el capitán del puerto de Messina cuando llega el primero de los barcos y supiera que en las bodegas, en las ratas que se esconden allí, con total probabilidad ya en la tripulación, viaja una enfermedad que en tres años va a matar a uno de cada cuatro europeos, ¿qué haría? ¿Recibiría al barco, o mandaría que lo interceptasen en alta mar, le lanzasen flechas incendarias  y comprobasen que se hundiesen sin que sobreviviera uno solo de los tripulantes y pasajeros?

La peste es una enfermedad antigua; sin embargo, llevaba 800 años sin aparecer por Europa; la población había perdido ya todo el temor y los hábitos de lucha. Pero estos genoveses, sin saberlo y por supuesto sin quererlo, la trajeron de vuelta. En la fase final, en el enfermo aparecían pústulas y bubones de color negro, con lo que pareció apropiadísimo llamar a la plaga "la peste negra". Y como tal la conocemos. Por cierto: la infección la causaban las pulgas. Las pulgas en cuestión solían estar en las ratas domésticas y, como todo el mundo sabe, en el siglo XIV no era raro que ratas y hombres se cruzasen en sus caminos.

La peste negra fue devastadora. En tres años mató al 25% de la población europea; si juntamos la que murió en los primeros rebrotes de años después, los más fuertes, al 40%. Durante doscientos años se convirtió en una epidemia recurrente y aún pasarían otros doscientos hasta que se erradicara de Europa. Pero que matara a 1 de cada 4 es sólo un dato estadístico: en Castilla y Portugal, por ejemplo, apenas tuvo importancia - aunque murió Alfonso XI de Castilla, curiosamente el único rey que murió por la peste-, en Bohemia, Hungría ¡y el Bearn francés! prácticamente no apareció, como si la población fuera inmune. En casi toda Francia e Inglaterra, en cambio, fue devastadora. Y duró 4 años globalmente. En realidad, cuando llegaba a un sitio duraba unos seis meses: los justos para cargarse a casi todos; luego, aparecía en otro lugar.  Así, los primeros países, Italia, Francia y España, la reciben a principios de 1348, Inglaterra a finales de ese año, al siguiente el centro y norte de Europa y en 1350 llega a los países del Báltico. Y en cada sitio la muerte campaba libre durante seis meses.

Se podría escribir, se ha escrito mucho y se ha de escribir mucho aún, sobre la Peste Negra. Sobre cómo ocurrió, sobre cómo la afrontaron los europeos (sí, con esas respuestas que hoy nos dan tanta risa cuando nos las cuentan; pero es que no sabían qué más hacer, y estaban desesperados) y sobre cómo cambió Europa con la peste. De hecho, si va usted a Siena y se interesa por la Catedral, descubrirá que es "la original", del siglo XIII. Poco antes de la Peste Negra se empezó su ampliación, que prometía ser espectacular, pero llegó la peste. Al irse descubrieron que se había llevado con ella al 50% de la población, entre ella a los maestros de obra, a los trabajadores y a las ganas de construirla, demasiados recuerdos. La obra nunca se renaudó.

Ahora, por supuesto, las cosas serían distintas. Sabemos cómo se transmite la peste y tenemos una tecnología inimaginable siquiera para nosotros mismos. Aislaríamos el barco. Sacaríamos a los humanos, uno a uno, y los descontaminaríamos. Nos aseguraríamos de que ninguna pulga saliera con ellos; luego, hundiríamos el barco. Los que iban a bordo serían aislados; los que manifestaran la enfermedad serían cuidados y, si morían, sus cadáveres serían tratados debidamente. 

Sí, ése sería el plan. ¿Cree usted que lo conseguiríamos? ¿O preferiría no jugársela y bombardear ya ese barco, antes de que se acercase más aún?

Es posible que se haya contestado que "apretaría el botón". Pero es que le he dicho que se trata de la Peste Negra, que va a matar a decenas de millones, a la cuarta parte de los europeos. ¿Y si esto último no lo supiera? ¿Y si sólo se le dijera que con el barco viene una enfermedad nueva y mortal de la que aún no se conoce cura, pero que tranquilo, que podremos con ella y que lo tendremos siempre todo controlado?

¿Qué haría usted?

¿No le daría al menos una oportunidad al siglo XXI?





Crosby, Stills, Nash & Young - Find the cost of Freedom (Hartley Brothers cover)

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