jueves, 26 de junio de 2014

Clase del 2014


Parte primera: antes del draft

Esta noche es el draft de la NBA. Escribí hace meses una entrada diciendo que este draft terndría tres nº 1 porque había tíos muy buenos; luego, el curso baloncestístico reveló que un compañero de Randle, Joel Embiid, era, además de pivot, muy muy bueno también. El caso de este Embiid está siendo de traca, porque, por un lado, tenemos la opinión generalizada de que los chavales de este año son muy buenos todos, pero el que tiene verdadera categoría para cimentar una franquicia es Embiid. Un Olajuwoon, vaya. Y el único gran pivot, especie, por cierto, que apenas produce gente.

Pero por el otro lado, tenemos años y años de experiencia. La que dice que a los tíos altísimos se les elige en primer lugar, y la inmensa mayoría resultan un fiasco. Un completo fiasco. Y más aún cuando el tío alto tiene las rodillas de cristal, o los talones, o lo que sea. La mayoría las tiene. ¿Y Embiid? Pues resulta que Cleveland, que elegía de nuevo en primer lugar, le llamó para hacerle una revisión médica, y resulta que el mozo tiene una lesión en un pie. Que requerirá cirugía y unos meses de rehabilitación, pero sobre todo, que siembra dudas sobre la fragilidad del muchacho. Y la confianza es como la porcelana: una vez se rompe, no se recupera. 

Así que nadie confía en el mozo. Pero, por otro lado, el tío es muy alto, muy bueno... Parece ser que se venden copias del historial médico del chico, para los equipos interesados. Están siendo, para los gerentes de los equipos y los agentes, unas horas de locura. Seguro que ya se apuesta en Las Vegas en qué puesto caerá el hasta hace unos días seguro nº 1: parece ser que del 8º no baja. ¿Quién lo comprará? No se sabe. ¿Quién será el idiota que lo compre? diría yo. ¿Mi consejo? Randle. Nadie se arrepentirá de haberle fichado a él y no a otro.

Dicho esto, he de hablarles de mi muchacho favorito, Doug McDermott. Es el que me interesa saber dónde irá a parar.

Probablemente estará entre los 10 primeros. ¿Qué aporta, para ello? Pues que no es un tirador, como los que saldrán entre el 20 y el 40. No, él es un anotador. Existe la convicción generalizada de que este chico va a ser una máquina de meter puntos. Pero suerte tendrá si sale el 8º, lo cual parece una paradoja y de esto quiero hoy hablar.

¿Qué tiene el chico que no arrastra pasiones? Bueno, aparte de que no es negro y de que juega en Creigthon, una universidad sin ningún caché, se le acusa de que no defiende y de que es fácil anotar cuando te enfrentas a panolis de los que pueblan la NCAA.

De hecho, se cree que McDermott sí será All-Stars algún día (lo que prueba la profundidad del draft), pero la opinión es que el tipo es muy bueno para ser un 12º o un 16º del draft. Esto se explica porque el draft es como el mercado, cada uno debe ir con la lista de la compra hecha y saber qué quiere. San Antonio, por ejemplo, elegirá el último. Si busca jugadores franquicia va aviado, debe buscar tipos que sirvan para calentar banquillos (que no quita para que si les caer la oportunidad de un robo tipo Ginóbili la aprovechen). Chicago, por ejemplo, que elegirá en 16º lugar, fliparía si McDermott está libre para entonces. Porque en esos lugares se elige a jugadores que formarán lo que ahora se llama "la segunda unidad", los reservas de toda la vida. Y sus cuentas son que si McDermott se las ha de ver, no con Lebron James, Kevin Durant o Carmelo Anthony, que son los que por puesto le corresponderían, sino con sus reservas, McDermott se los comerá.

Sí, la idea es que McDermott será un gran 6º ó 7º jugador. Saldrá cuando el partido esté atascado, cuando se necesiten otras cosas, y el tío meterá un par de triples que cambiarán el partido y defenderá el fuerte mientras su titular descansa. Èse es el nivel que se le presume, y por eso saldrá en torno al 10º.

Pero quizá alguno piense como yo. Realmente, la lista de aleros que machacarán a McDermott no es tan larga, y es cuestión de un par de años que se reduzca drásticamente: el chaval empieza ahora y no es justo pedirle que se faje con las superestrellas, pero en tres años, bien, sin duda las tornas habrán cambiado. El chico tiene cerebro y si va al equipo adecuado hará la progresión, estoy seguro. Así que, vale, que no sea titular su año de novato, pero no se le ha de juzgar por eso.

Y, desde luego, es cierto que cada noche se enfrentaba a panolis y no a estrellas de la NBA, pero... se enfrentaba a cuatro a la vez. Cada noche, el equipo rival sabía que tenía que cerrarse en McDermott. Y cada noche, McDermott les daba una paliza. En la NBA tendrá compañeros que obligarán a las defensas a abrirse, así que supongo que una cosa compensará la otra.

En cuanto a lo de que no defiende... lo dicen por su comportamiento en los partidos. Pero es que él, precisamente él, tenía la orden de no defender. Cuando juegas en un equipo de medio pelo que depende de tus puntos y de tu ataque, la primera consigna que recibes es que no te la juegues en defensa: cuídate de las personales. Nada de intentar tapones o robos que te puedan pitar falta, ya está el resto del equipo para defender por ti. Y fue lo que hizo el bueno de Doug. Una defensa correcta y... ¡oigan, qué caramba! Si miran el casillero de victorias del equipo, estarán de acuerdo conmigo en que la defensa de McDermott fue, como mínimo, mejor que la del tío que le defendía. De la de los cuatro que le defendían, si me apuran.

Sí, ya sé, hay un porrón de tíos con mejor cartel: negros, atléticos, reboteadores y con brazos muy largos. Tengo curiosidad por saber cuántos de éstos elegirán antes que a mi amigo. Quién sabe, igual dentro de unos años nos reímos por los que le dejaron pasar.


Parte segunda: después del draft

Esta parte la escribiré mañana, cuando ya se haya celebrado el draft. Simplemente, me hace gracia poder comparar mis elucubraciones del "antes" con las del "después", y me dije ¿porqué no?

¡Qué caramba!

Tras el sorteo, todos sabíamos qué número iba a salir. Bien, el draft ha sido y corresponde un primer análisis. 

Como ayer acabé con McDermott, empezaré con McDermott. ¿Qué tal le ha ido? Pues lo eligieron el 11º, Denver, pero - según declaró el chico después- antes de ponerse la gorra ritual de los Nuggets él ya sabía que lo habían traspasado a Chicago. Y es que fue instantáneo: Chicago quería desde hace mucho a Doug, y estaba dispuesto a hacer lo que fuera para tenerlo. Y la oferta a Denver fue de las que no se rechazan: os damos nuestras elecciones 16 y 19 (que en este draft significan jugadores sólidos) y que elegiréis vosotros, y nos quedamos además con Anthony Randolph, que es un contrato penoso que os quitamos de encima, ya veremos nosotros cómo lo largamos. Y, claro, Denver aceptó. Dice la costumbre que. en la noche del draft, todos los jefes de equipo dicen que han obtenido lo que querían, como los políticos las noches de elecciones, pero parece ser que en esta ocasión el de Chicago dijo la verdad. Y el míster, Thibodau, estaba que no cabía en sí (y cuida que es ancho). Por cierto que dice Thibodau que quien crea que McDermott sólo anota es que no sabe ver; y no me cabe duda que en el equipo que mejor defiende y con el defensor del año detrás, McDermott no desentonará.

Ahora bien, hay otro rumor a tener en cuenta. Desde hace semanas se dice, se oye, se comenta, que a Chicago le da igual el draft, que ellos lo que quieren es a Carmelo Anthony. El corolario que se hace es que a Doug lo quieren cambiar por Carmelo. Para quien se quede a Melo será un desastre, porque todos sabemos que ese tío exige el balón para hacer estadísticas y que nunca ganará nada. Pero es que mandar a McDermott, de Iowa y que lo más grande que ha conocido es Omaha (Nebraska) a la Gran Manzana para que ejerza de alero estrella del equipo... ¿qué quieren, matarlo?

Aunque hay quien opina que sí, que ése era el plan de Chicago... salvo que pudieran elegir a McDermott. Veremos, a mí desde luego me gustaría que mi chico se quedara en los Bulls.

Y por lo que atañe al resto, lo mismo de siempre:

a) Primero eligen los equipos que, da igual lo que elijan, no les servirá de nada. Son los equipos que todos, todos los años, están reconstruyendo el equipo. Cavs, Bucks, Sixers,... Han elegido a jugadores buenos porque todos lo son, pero... claro, es que lo que realmente necesitan no se presentaba en este draft: Kareem salió en el de 1969.

b) Luego hay equipos que han elegido a jugadores sorprendentes por lo que han dejado pasar. Supongo que los quieren para cambiarlos por jugadores de otros equipos.

c) Y, como siempre, el que sabe, sabe. Se alaba el acierto de Boston: normal. Se habla de robo descarado lo de San Antonio: elegían los últimos y han elegido a un especialista en tirar y en pasar el balón. Petróleo una vez más. Normal. Los Heat de Riley también elegían de los últimos, y han salido con el base titular del equipo que ha ganado este año la NCAA. ¿En qué pensaban los demás? Y Utah, ¡vaya robo! Esos tíos saben elegir, lástima que sea un mercado tan miserable que nadie quiera jugar allí.

Y luego está lo de los Lakers. Elegían los séptimos, y se han llevado a Julius Randle. ¡A Randle! ¿Qué hacía Randle libre el 7º? Ni idea. Así que, por un lado, los Lakers se han llevado un robo de campeonato. Pero por el otro, los Lakers ¿es que no tienen ni idea? Han empezado la casa por el tejado, porque ¿quién va a surtir de balones a Randle? Lo primero que han de hacer es buscarse un base de calidad, y cuando tengan la base del equipo armada, conseguir los tíos altos. Aunque por otro lado, es más fácil conseguir en traspasos a un buen base, que hay muchos, que a un figura como Randle (y a ese precio). Si el año que viene cazan un superbase, éstos sí reconstruyen de verdad. O quizá ya este año, porque en el puesto 46 han elegido a un base que tenía que haber estado en la primera ronda. ¿Cómo puede ser? Pues porque no tira triples, supongo. Precisamente lo que no les importa a los Lakers. Sí, es el otro robo. Por algo los Lakers nunca están mucho tiempo abajo.


Bueno, así son los drafts. Un porrón de equipos se ha pasado el año perdiendo para luego elegir un buen jugador, y otros equipos se han dedicado a ganar y ahora eligen... buenos jugadores. Aunque, quién sabe, quizás esta noche algún equipo haya puesto las bases para un futuro brillante. 

El tiempo lo dirá.



We Don't Need Another Hero - Tina Turner



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