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domingo, 27 de junio de 2021

Puerto Rico

https://www.youtube.com/watch?v=74LXx0wSqMI 

 

 

Puerto Rico, ese hermoso país... Es un país especial: nunca ha sido independiente. Tras los 400 años de posesión española, ya saben, la guerra de Cuba, Estados Unidos,...

La guerra del 98 fue la de independencia de Cuba, sí, pero estaban los EE.UU. malmetiendo detrás: querían quedarse con todo lo español, Cuba, Puerto Rico, Guam, las Filipinas. Y a fe que lo consiguieron, pero como el pacto que habían establecido con los independentistas cubanos es que les ayudarían a conseguir la independencia tuvieron que permitirles ser independientes. A los cubanos; con los demás no habían dicho nada, y no fueron independientes.

Así que Puerto Rico pasó de ser español al dominio yanki.

Y la cosa fue a más: cuando entraron en la Gran Guerra necesitaban soldados, así que por ley se les "concedió" la ciudadanía estadounidense a todos los boricúas. Una cosa lleva a la otra, y tuvieron que ponerse el casco e ir a luchar y a morir. Aunque, como Puerto Rico no es un estado de los States, no tienen representantes en el Congreso ni en el Senado ni votan al Presidente, ni las enmiendas y leyes como la de la Ley Seca. Y, por cierto: fueron prácticamente una colonia hasta que en 1950 les dieron la "autonomía" y en 1952 se constituyó en lo que es ahora. Y aun así la jurisdicción en la isla la tiene el Congreso de Washington.

Ya ven, ni siquiera son independientes de nombre: son un Estado Libre Asociado. Como si lo pudieran dejar cuando quisieran.

Recientemente ha habido una votación (en Puerto Rico, no en los EE.UU.) para dejarse de zarandajas y pasar a formar parte de los estados de la Unión. A fin de cuentas, ser un ELA no tiene ninguna ventaja, fuera de decir que son un país y tener selecciones. El caso es que ha estado reñido, 52% frente al 48%, pero ha ganado el sí. El sí a ser un estado, se entiende. Que, también se entiende, no significa que sean un estado, sino que van a iniciar los trámites para solicitarlo. Y si los estadounidenses aceptan, entonces sí.

Puede que sorprenda, pero había argumentos para votar no. Uno, claro, es que es mejor (es discutible, pero es una posibilidad aceptable) ser independiente que uno de los estados de los Estados Unidos. Otro, más elaborado, es justo el opuesto: los EE.UU. no van a aceptar a Puerto Rico como estado, y eso dará argumentos a los independentistas, así que mejor no menear el tema. Y ya se me escapa los que acusaban de ser una treta para atraer votantes (el referéndum se hacía a la vez que las votaciones de los políticos), y en concreto a los votantes pro-Estado (el partido pro-Estado es el que está en el poder, y las acusaciones de corrupción e incompetencias son las habituales).

Como chascarrillo, he escrito que no tiene representantes en el Congreso de Washington; eso no es del todo cierto: tienen un delegado, que no pertenece al Congreso y no vota, pero puede presentar iniciativas legislativas y participar (y aquí sí votar) en comités. Algo es algo, aunque sea tan poco.

En fin. Esta historia es vieja: se ha votado ya varias veces. En 2012, con Obama, por ejemplo, el sí a ser un estado sacó el 61% de los votos (más o menos, es un poco más complicado). En 2017, el 97% votó que sí a ser estado (es que los que se oponían boicotearon la elección). La verdad es que aquello es poco serio. Hay 3 partidos políticos principales en Puerto Rico, y qué casualidad, uno defiende seguir como están, el otro quiere ser un estado y el tercero quiere la independencia. Y como pasa con los partidos políticos, la postura global del país ni está clara ni es invariable con el tiempo.

A veces uno no sabe si votar lo que pide el corazón... o lo que pide la cabeza.

 

 

 

Caro Emerald - A night like this


miércoles, 9 de junio de 2021

Los mercados pequeños de la NBA

Ganar el campeonato de la NBA es muy difícil. Sólo uno lo consigue cada año, y si miramos con una perspectiva de décadas vemos que apenas un puñado de equipos gana campeonatos. Por ejemplo, los Hawks lo ganaron ¡el 58!, y los famosos Knicks de Nueva York ganaron 2, uno en 1970 y el otro en 1973. Hace casi 50 años. Portland, Milwakee o Washington también remontan su título a los años 70. Los Sixers de Filadelfia ganaron el último en 1983. Abundan también los equipos que nunca lo han ganado. Phoenix, por ejemplo, con más de 50 años en la competición, o los equipos de Utah, Denver o Indiana.

Nada de esto, sin embargo, importa a la mayoría de los aficionados de estas ciudades. Para ellos, el simple hecho de tener equipo en la élite, que haya partidos, que vengan los Lakers o los Celtics a jugar a sus ciudades, es más que suficiente. Si además el equipo tiene una buena temporada y se juegan buenos partidos en los playoffs, genial. Pero es un extra, no una frustración el no pasar de ahí.

Pero no todos los aficionados piensan igual. En todas las ciudades hay seguidores que piensan que sus equipos han de ganar el campeonato. Que lo exigen, y que se enfadan cuando no lo consiguen. Esto es comprensible cuando el seguidor lo es de ciertos jugadores: de los últimos 40 campeonatos, 24 los han ganado Magic Johnson, Michael Jordan, Tim Duncan, Kobe Bryant y Lebron James (que aún podría ganar más), 16 el resto. Esos 5 jugadores se han llevado el 60% de los títulos, así que sí, es comprensible que el seguidor de su equipo dé por sentado que al menos ese año van a llegar a la final. Lo curioso es cuando el seguidor frustrado lo es de uno de esos equipos que todos sabemos que no van a ganar. Por ejemplo, los Utah Jazz.

Habitualmente, los Jazz son un equipazo. Consiguen muchas victorias, y es normal que jueguen los playoff. Pero no ganan. Hace 20 años llegaron dos veces seguidas a la final, y nunca hubo duda sobre el resultado. Y sin embargo abundan los aficionados que exigen al equipo que gane el campeonato. Y, claro, cuando ven que no se lamentan. La excusa más habitual es que ellos son un mercado pequeño.

Esta misma excusa se utiliza en casi todas las ciudades. Incluso en las que tienen varios títulos en las vitrinas. Hasta en San Antonio se lamentan de que ellos son "un mercado pequeño". San Antonio es la 7ª ciudad de los EE.UU. por población. En Phoenix ocurre otro tanto. Son un mercado pequeño: la 5ª ciudad de los EE.UU. Sólo por detrás de Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Houston. A pesar de todo, la idea cala y se acepta. Aunque Nueva York es el primer mercado, y no gana desde el 73. Los de Brooklyn no han ganado nunca. Filadelfia (6ª ciudad), ya he dicho que desde el 83, y Chicago sólo ganó con Michael Jordan. No ganan desde el 98. Por redundar en la idea, desde su último título los Knicks han jugado 2 finales, Brooklyn otras dos y los Sixers una. Chicago, ni ha vuelto ni se les espera.

Es decir, ser un mercado grande ni siquiera facilita llegar a la final.

En realidad, lo que se quiere decir con eso de ser un mercado pequeño es que la ciudad no es atractiva para las estrellas de este deporte. Y ahí sí tienen razón. No en el eufemismo empleado para no reconocer que viven en una ciudad fea de narices, sino en que ésa es la razón.

Claro que ¿qué esperaban? Si usted tiene 25 años y el dinero le sale por las orejas, ¿dónde preferiría vivir, en Salt Lake City con los mormones o en Los Ángeles o Miami? ¿Qué se le ha perdido a nadie en Oklahoma City o en Indianápolis? Pues eso.

Y esto sí es verdad. Llevo un rato intentando recordar qué estrellas han elegido ir a uno de esos "mercados pequeños" en las últimas décadas, y salvo un bicho raro como Pau Gasol y algún otro, es muy infrecuente. Algún caso hay (Nowitzki, por ejemplo) en que la estrella acepta renovar con el pequeño mercado, pero es mucho más habitual que ésta salga por patas en que pueda. Lo cierto es que casi todos los equipos forman sus plantillas con jugadores que no pueden elegir, por contrato, o con jugadores descartados por otros equipos.

lunes, 24 de mayo de 2021

La no-guerra de Vietnam

https://www.youtube.com/watch?v=Tdq4iilT-Js

 

 

Una reflexión sobre porqué perdió Estados Unidos la guerra de Vietnam: pues porque para ellos no fue una guerra. 

Quiero decir, Estados Unidos nunca declaró la guerra a Vietnam del Norte. 

Esto es algo sabido por todo el mundo, yo mismo lo sabía desde hace tantos años que ni recuerdo, pero no ha sido hasta el confinamiento que nos obligó el gran cantamañanas que no he entendido lo que eso supuso. En otro artículo contaré más de mi renovado interés por la guerra de Vietnam. 

La declaración de guerra de un país a otro es un acto formal. Estados Unidos no la declaró, y formalmente sólo ayudaba a Vietnam del Sur en su guerra contra Vietnam del Norte. Para Vietnam del Norte y Vietnam del Sur, el formalismo de declarar una guerra no significaba nada, pero Estados Unidos era (y sigue siendo) un país formal. Y en un país formal las formas importan, y tienen consecuencias.

La consecuencia de no declarar la guerra es que, no estando el país en guerra, no rigen las leyes de guerra.

Por ejemplo: los soldados, alistados por obligación, seguían haciendo sólo el servicio militar, y durante el periodo establecido. Como no había guerra, no se podía extender el periodo de servicio. Y al acabarlo el soldado era devuelto a su casa. Cuando el soldado estaba entrenado, cuando ya no era un recluta.  Cuando ya se convertía en un buen combatiente. Porque aún había más: puesto que era un periodo limitado, lo que se decidió fue que cuando le quedara poco tiempo de servicio, sesenta días o menos, ya no iría a Vietnam. ¿Cómo van a mandar a un soldado al que le quedan quince días de mili? O a un sargento al que le quedan quince días de contrato. O los enviaban de vuelta, si el tiempo de no ir les llegaba estando allí. Es comprensible, ¿no? A fin de cuentas, ellos no estaban en guerra. Claro que eso habría que preguntárselo a los que se quedaban. A los oficiales que les quitaban a los más experimentados y se los sustituían por reclutas recién llegados de Fort Benning. La política se extendió también a los oficiales, y tenientes y capitanes volvían a casa, ya que tampoco se podía extender el periodo de servicio de los oficiales. El efecto de esta medida fue devastador: piensen en unidades de soldados a los que les quitan su oficial de referencia y les asignan uno nuevo, recién llegado. Para más inri, como no había guerra no se podía llamar a los reservistas ni sacar unidades de la Guardia Nacional.

Como chascarrillo, el reclutamiento en el ejército de Vietnam del Norte duraba 5 años. Pero sólo formalmente, claro. En la práctica duraba todo el tiempo, y era universal de verdad porque alcanzaba a toda la población. 

 

 

Peter, Paul and Mary - Rock my soul 

domingo, 4 de abril de 2021

Construyendo el Golden Gate

https://www.youtube.com/watch?v=xMP2DY95Jv0 

 

 

A menudo se nos dan píldoras de información, puede que deslabazadas; sobre todo, durante los años de escuela. La gran mayoría de estas píldoras quedan sepultadas por el olvido - casi siempre instantáneo-, pero no todas. A los que conservan muchos de estos datos curiosos se les suele identificar como "bichos raros", "cerebritos", o así. 

Yo recuerdo, de mis años en la Escuela (cuando es con mayúscula es mi centro universitario), un par de píldoras sobre el Golden Gate. La primera de ellas, imagino que de las asignaturas de geometría descriptiva o de topografía, era que las torres principales son tan altas y están tan separadas entre sí que en el diseño hubo que tener en cuenta la esfericidad de la tierra: la distancia entre las bases no es la misma que entre las puntas.

El segundo dato vendría de alguna asignatura de estructuras o de materiales. Los materiales tienen un límite: no se pueden construir puentes de piedra con una separación entre apoyos superior a un cierto límite, porque la cantidad de piedra necesaria para permitir este salto entre apoyos genera tanta carga que la piedra falla más aún. Por razones como ésta no encontraremos catedrales de piedra con una separación entre columnas mayor que la de Gerona: 23 m. En el caso de la madera, el límite es mayor, pero el problema es el mismo. Y no deja de tener su gracia que estos límites, antes de las teorías de la resistencia de los materiales, necesariamente se descubrirían por prueba y error: irían construyendo las cosas cada vez más grandes, hasta que se les fueran rompiendo por sí solas mientras las construían. Pues bien, el dato que se quedó en mi memoria es que en el caso del acero el Golden Gate se acercaba a ese límite.

En wikipedia he encontrado esta foto sobre el Golden Gate en su fase de construcción en mayo de 1936:


Pero la foto que impresiona es ésta de 1935:

Y es que de alguna manera se tuvo que construir, ¿no? Eso sí, un golpe de viento, una súbita bajada de tensión o cualquier otra cosa... y se acabó. Y en la boca de la bahía, en el Pacífico norte, el viento es importante.

O no: Joseph Strauss, el ingeniero que diseñó el puente (aunque el diseño estructural corrió a cargo del ingeniero Charles Ellis, a la sazón el vicepresidente de la Ingeniería Strauss), estaba desde el principio muy preocupado por la seguridad de los obreros, y montó una novedosísima red de seguridad para intentar disminuir las consecuencias de un resbalón o una caída. Y funcionó: 19 trabajadores que cayeron salvaron la vida por la red. Aunque otros 11 no; desconozco por qué murió el primero, pero los diez siguientes fallecieron porque lo que cayó fue un andamio en el que estaban y el andamio rompó la red (los nombres de los 11 fallecidos se honran en una placa en la entrada sur).

La verdad es que Strauss consiguió un importante salto adelante en la seguridad en las obras al normalizar el empleo no sólo de la red, sino también de cascos, líneas de vida, mascarillas de respiración para los roblonadores (los roblones se hacen con el acero a unos 1000°C, y a esa temperatura se liberan gases), gafas para mejorar la visión de los trabajadores (por los destellos que causaba el sol en el mar), ¡crema protectora para caras y manos (por los fuertes vientos)!, instrucciones de dietas para que los trabajadores no sufrieran mareos,... e incluso montó un hospital de obra, con médicos de verdad. Pero la medida estrella fue su famosa red.


Por cierto: los 19 que sobrevivieron a la caída fundaron un club: el club "a mitad de camino del infierno".


Y otro por cierto: Strauss, el ingeniero director, acusó a Ellis, el ingeniero calculista, de haber desperdiciado tiempo y dinero, y Ellis no figuró como ingeniero en la placa que se puso en el puente. Aunque los planos, que se archivaron en la Librería del Congreso de los EE.UU, sí están firmados por él y en 2012 se le reconoció con una placa en el puente. Lástima que llevara 63 años muerto. Y es que siempre es el calculista el primero en pagar el pato.

Cabe preguntarse por qué despidió Strauss a Ellis. Calcular el puente llevó más de diez años. Y Ellis trabajó en ello sin descanso; hasta el punto de que en diciembre de 1931 Strauss obligó a Ellis a tomarse unas vacaciones. Y tres días antes de terminar sus vacaciones, Ellis recibió una carta de Strauss diciéndole que tenía que pasarle todo el trabajo a su ayudante porque él iba a tener vacaciones sin fecha de fin... y sin paga. No sé porqué lo hizo, y quiero creer que no fue porque Strauss tuviera cierto resentimiento contra él, porque el diseño original de Strauss del puente era éste:


Y las recomendaciones de Ellis (y de otros expertos en el tema) terminaron cambiando el diseño hasta su elegantísimo final:

Fuente: la Librería del Congreso

Aunque se dice el diseño se cambió porque la gente de la bahía opinó que el diseño de Strauss era feo. Pero lo cierto es que el comportamiento de los diferentes diseños (porque hubo varios) fueron analizados hasta la saciedad, y la razón del cambio fue siempre estructural.

En fin, si quieren ver las fotos de los diseños iniciales y fotos espectaculares del puente: https://medium.com/urban-explorations/the-other-golden-gate-bridges-28e8512b1a08. Vale la pena.




Manuel Ruiz Vidriet y Manuel Pérez Tejera - Rocío (marcha procesional)

sábado, 2 de enero de 2021

La esclavitud es legal en los EE.UU.

https://www.youtube.com/watch?v=5Mvmw1H2NHM 

 

 

Haciendo un repaso de lo que se votó el pasado noviembre en los U.S.A., me guardé para los últimos puestos lo que votó mi Nebraska querida. Poca cosa: una enmienda sobre impuestos, una iniciativa para limitar el interés de los prestamistas a un 36%, algunas iniciativas sobre el juego... y abolir la esclavitud en el estado. La enmienda salió aprobada por abrumadora mayoría, así que ya solo quedan 12 estados en los que la esclavitud es legal. Además de otros nueve en los que lo que es legal es el "servicio involuntario", y Vermont, en donde al cumplir los 21 años queda prohibido salvo que el otro esté de acuerdo o...

¿O...?

O sea para pagar deudas, daños, multas, costes y cosas así.

El "servicio involuntario", huelga decirlo, es un eufemismo legal que se diferencia de la esclavitud en que el trabajador no tiene limitada del todo su libertad en el sentido de que sí la tiene un esclavo o un preso legal.

Vamos al grano: lo que se propone en Nebraska es eliminar la esclavitud legal. ¿La esclavitud legal? Sí, aquella en la que el juez te condena a la esclavitud. ¿Me repite, oiga?

Para que nos entendamos: ¿recuerda la clásica escena de película carcelaria ambientada antes de Kennedy? Ésa en que los presos van caminando en hilera por la carretera para arreglar una carretera o cultivar campos cercanos a la prisión? Bien, ahí los presos están trabajando y no son pagados. No son libres, no pueden elegir, nada de nada. Son esclavos, solo que el esclavista es el estado y los mantiene como tales en castigo por sus horrendos crímenes.

Fotograma de "La leyenda del indomable"

Ésta es la esclavitud que queda prohibida. ¡Ah!

Pues resulta que la constitución del estado de Nebraska en su artículo primero prohibía la esclavitud salvo como forma de castigo para criminales convictos. Por lo que habia que dejar claro en la actualidad que, como decían los promotores de la enmienda, la esclavitud no es uno de los valores del estado.

De todas formas, la constitución federal, la auténtica, sí permite la esclavitud en su decimotercera enmienda. Como ya conté en cierta ocasión, la constitución de los USA es el documento que elaboraron Jefferson, Madison y cía, más las famosas 10 enmiendas que forman la declaración de derechos, más las enmiendas que se fueron añadiendo. Lincoln consiguió la 13º, la que elimina la esclavitud, pero esa enmienda añade la excepción de los criminales. Así que la esclavitud es legal.

Me pregunto qué saldría en un referéndum en España acerca de permitir el "servicio involuntario" a los presos, por ejemplo a aquellos cuyo periodo de condena no podría cumplirse por exceder el máximo legal de estancia en prisión. Creo que más de uno votaríamos a favor.




Franz Schubert - La muerte y la doncella (2º mov)

martes, 22 de diciembre de 2020

La democracia a la americana

Reconozco que llevo unos días burlándome de las cosas que votaron los estadounidenses aprovechando la convocatoria de las presidenciales en noviembre. Pero que conste: sólo me burlaba de algunas cosas, y además lo hacía para ocultar una carencia mía. Nuestra.

Tomemos por ejemplo mi querida Iowa. En Iowa una de las cosas que votaron era si convocaban una convención constitucional.

Las constituciones de los estados americanos se pueden reformar de tres maneras: con enmiendas, con enmiendas a las enmiendas y con convenciones constitucionales. Una convención constitucional es reunir a un grupo de personas (¡no a políticos!) para que exploren posibles cambios y mejoras en la constitución. Ni siquiera se les pide una constitución nueva; quizás baste con enmiendas nuevas, o con enmiendas a las enmiendas.

Y no es tan extraño, allí. La última constitución de  Iowa es de 1857, pero cada 10 años se plantean la opción de una convención constitucional; esto también lo hacen en Alaska, Hawai, New Hampshire y Rhode Island, mientras que otros estados se hacen la pregunta cada 20 años y Michigan cada 16 (le toca en 2026, por cierto).

Una cosa más: lo normal es que no se apruebe la convocatoria de la convención (en esta ocasión la rechazó el 70% de los votantes), la última vez fue en 1996 en Hawai, pero resultó que hubo tantos votos en blanco que los jueces decidieron que el sí no tenía mayoría real. Así que desde 1984 (Rhode Island) no salen adelante estas propuestas.

Pero no se trata de eso. Al contrario. Se trata de eso, en realidad. Se trata de que allí se consultan las cosas. Se votan. Y se respeta lo votado. Las convenciones estatales las podríamos comparar con nuestros estatutos de autonomía, y recuerdo bien cuando se cambió el de Cataluña. Nadie lo quería, pero Maragall (PSC/PSOE) sacó la historia para darle caña al PP, entonces en el gobierno, y de paso parecer más catalán que Pujol. Zapatero, todo chulo, prometió que si era presidente aceptaría lo que propusiera el parlamento catalán; era un brindis al sol, pero el 11-M lo cambió todo y de golpe y porrazo se encontró presidente del gobierno... y esclavo de sus palabras. Y ¡ah! ERC y CiU se lanzaron como lobos a poner en brete esta vez no al PP como quería Maragall sino al PSOE. ¡Vaya bodrio legal salió! Ya lo he comentado en más de una ocasión, por ejemplo en esta entrada sobre el contraste de metales,  aquello era un sinsentido. Que a los ciudadanos nos importaba un bledo: montaron un referéndum de aprobación, y apenas lo votó nadie (y menos aún lo había debatido o siquiera leído). Ya saben que en España se vota contra alguien, y se aprovechó la ocasión. En fin, luego pasó lo que pasó y...

El caso es que recuerdo que se nos consultó lo de la OTAN, y no recuerdo más referendos. 

En los EE.UU., en cambio, se votan muchísimas cosas. Generalmente presupuestarias: cambios en los impuestos, nuevas partidas presupuestarias para fines varios, cosas así. Pero también cosas raras, como he estado resaltando estos días. Y cosas importantes, como derechos de los detenidos. Es igual, lo importante es que se vota. Y cómo se vota. Se dan argumentos oficiales a favor y en contra, con nombres y apellidos de los que los sostienen. Se muestra el dinero de la campaña, todo en general. Aquí, en Cataluña, jamás nos consultarán sobre la inmersión lingüistica, el monolinguismo administrativo o lo que hace TV3. Allí sería impensable no hacerlo.

Son maneras distintas de entender la democracia. Allí cada electo tiene que ganar su puesto en una elección personal, enfrentado a rivales directos, tú o yo. Aquí, como ganaron los tuyos ya tienes el puesto: la elección la gana tu jefe. Una única votación cada 4 años sirve para asignar todo, absolutamente todo, y hasta el último gerente de una empresa de limpieza de calles depende de las elecciones a presidente del gobierno, que eso en realidad es lo que llamamos elecciones al Congreso y al Senado. O a presidente de la comunidad autónoma. Y luego los cargos harán lo que les dé la gana sin dar explicaciones. Esto es a lo que nosotros llamamos democracia, y nos irrita que ellos se autoproclamen "mundo libre". ¿Libres, nosotros? ¡Qué sabemos nosotros lo que es la verdadera libertad!

lunes, 14 de diciembre de 2020

Derechos y derechos

 Seguimos con los temas que se votaron en las elecciones de noviembre. En Utah se votó una curiosa moción: reconocer en la constitución del estado el derecho de los de Utah a cazar y a pescar. Claro que también votaron, entre otras cosas, el reescribir la constitución empleando un lenguaje inclusivo. Sí, porque aunque creamos que en inglés no hay géneros, sí lo hay en la tercera persona del singular. Este detalle se nos suele escapar, porque precisamente en español no lo hay, pero es verdad. Nosotros decimos "su asiento", pero ellos dicen "su asiento de ella" o "su asiento de él", según el género. 

No es del todo sencillo reescribir en inglés sin género. Una cosa es sustituir "men" (hombres) por "people" (personas), pero expresiones como "su casa" cuestan un poquito más. Por no hablar del lío de la "mujer que declara contra su esposo" y cosas así, reconvertirlas en un lenguaje políticamente correcto...

En honor a la verdad hay que decir que propuestas semejantes a ésta no se votaron sólo en Utah; también en otros estados, en condados y en ayuntamientos de numerosas localidades. En las ciudades, por ejemplo, se pretendía cambiar "councilman" (concejal) o su plural por "councilmember" (miembro del concejo), y cosas así. En fin, es el signo de los tiempos: no se lo tengamos en cuenta.

En cuanto a lo de la caza y la pesca (propuesta que salió aprobada con el 75% de los votos, ahí es nada)... bueno, Utah es un estado de las Montañas Rocosas. Podemos imaginarnos la estampa. Pero lo bueno son los argumentos oficiales. El argumento a favor era del tipo "Cazar y pescar son consubstanciales a vivir en Utah; ¿cómo vamos a no tener a salvo por nuestra constitución el derecho a hacerlo?". O, dicho de otra forma, ¿qué sería de nosotros si alguien por alguna razón nos privara del derecho a cazar o a pescar?

Como ven, el argumento a favor es... bastante estúpido. El argumento oficial en contra de la enmienda era, en cambio, totalmente acertado (en mi opinión). En primer lugar, a nadie, ni por asomo, se le va a ocurrir el querer limitar el derecho de los habitantes a cazar o a pescar. Es algo que no cabe en la cabeza. No sé qué decirles, si les emigran unos españolitos y les montan un Podemos allí se van a meter las escopetas por donde amargan los pepinos.

Pero mi favorito es el segundo argumento: hay multitud de derechos, todos ellos importantísimos, pero los derechos reconocidos en la constitución son los más importantes de todos. El derecho a portar armas, por ejemplo, o el derecho a acogerse a la quinta enmienda. Incluir en la constitución estatal el derecho a pescar no hace sino devaluar los derechos recogidos en la constitución. En mi opinión, lo que devalúa es la constitución estatal: la federal, como es una constitución de verdad recoge derechos de verdad, y la estatal, con sus derechos de poca monta es... una constitución de poca monta.

En definitiva, "déjense de chorradas".

Pero no. El 75% de los votantes opinó que no eran chorradas y que más valía que la constitución las protegiera antes de que pasara algo.

Y no son los únicos: en el mapa, los estados en verde tienen en su constitución el derecho a cazar y a pescar, y los que están en azul el derecho a pescar. 



sábado, 12 de diciembre de 2020

Los pistoleros de Montana

https://www.youtube.com/watch?v=zhVXsBn1pOw 

 

 

Seguimos con los asuntos que se votaron en noviembre en el ámbito estatal en los EE.UU. Esta vez, una curiosa consulta que se hizo a los habitantes de Montana:

¿Está usted de acuerdo en que no se permita a las autoridades locales regular el llevar armas ocultas autorizadas?

Más o menos ésta era la cuestión que se les planteaba. Como todo lo relacionado con los States y las armas, las cosas no son tan sencillas como nos parece a simple vista desde la tranquila Europa.

En primer lugar, la constitución del estado de Montana otorgaba a los ciudadanos la libertad de tener y de portar armas.  Y esta libertad se la reservaban para sí los ciudadanos precisamente para prevenir que las autoridades pudieran poner algún tipo de pega.

En segundo lugar, uno de los argumentos oficiales a favor del cambio: imagine que está usted circulando por Montana, pasando de un condado a otro, y le para la policía de tráfico por alguna infracción menor. Como buen montanés, usted tiene un rifle de asalto semiautomático en el maletero, pues nunca se sabe cuándo va a necesitarlo; también, claro está, tiene licencia. Si cada autoridad local puede regular el portar armas en su territorio, es posible que usted esté cometiendo una infracción sin saberlo, y que esa pequeña infracción (que no lo lleva en una caja con cinco candados sino sólo 4, por ejemplo) supone que usted está llevando armas ilegalmente. O imagine que en su condado se autorizan los bazookas pero en el vecino no. Pues bien, usted recibiría una notificación del FBI que le prohibiría de por vida tener o llevar armas, ya que usted habría cometido (localmente) un crimen de armas. Y esto es lo que pretende evitar la iniciativa.

Además, por supuesto, de que el tipo que cometería un crimen y que ya está violando las leyes federales y las leyes estatales no va a cejar en su intención por el temor a violar las leyes locales.

Pero las cosas no son tan sencillas. Para empezar, la legislación del estado garantiza el derecho a llevar armas. Razonablemente. Es decir, el derecho básico a llevar armas no pueden ya regularlo las autoridades locales. Pero ese derecho ha de tener unos límites: un loco no puede poder entrar con armas en un colegio. O regular el tema de las armas ocultas, o las demostraciones en público de lo macho que es alguno, o qué pasa en los parques o en eventos masivos. Los únicos a los que las autoridades locales podían prohibir el tener y portar armas era a:

  1. Criminales convictos
  2. Enfermos mentales
  3. Menores de edad, y
  4. Aliens ilegales

En el fondo, es una lucha sobre quién es el poseedor del derecho. El ciudadano frente a las autoridades, pero también las autoridades locales (los ciudadanos del condado, en suma) frente a los politicos de Helena (la capital del estado). Y es también un debate sobre dónde se toman mejor las decisiones; recordemos que sólo Mongolia, como país, está menos densamente poblado que Montana: España tendría que ser más del doble de grande que toda Europa (Rusia incluida) para tener la densidad de población de Montana. Las comunidades locales frente a las estatales.

Curiosamente, el propio gobernador del estado se oponía a esta medida. Y aun así perdió: la moción salió aprobada con el 51% de los votos.

 

Por cierto, si no me cree lo de los aliens, les transcribo lo que dice el Montana Code Annotated (MCA) en su sección 45-8-351:

"A county, city, town, or local government unit has power to prevent and suppress the carrying of concealed or unconcealed weapons to a public assembly, publicly owned building, park under its jurisdiction, or school, and the possession of firearms by convicted felons, adjudicated mental incompetents, illegal aliens, and minors."



The Velvelettes - Needle in a haystack

viernes, 11 de diciembre de 2020

Cuando las iglesias no son seguras

https://www.youtube.com/watch?v=FaZQm4F8iQ4




Seguimos con algunos asuntos que se votaron en EE.UU. el día de las elecciones; hoy traigo un tema que se votó en el gran estado de Alabama:

"¿Está usted de acuerdo en que la gente tiene derecho a stand your ground en las iglesias en el condado de Franklin?".

El 72% de los votantes estuvo de acuerdo.  Por cierto, también se votó si también se concedía ese derecho a las iglesias en el condado de Lauderdale, y también se aprobó. Una vez ratificadas, serán enmiendas a la constitución del gran estado de Alabama.

El meollo del asunto, por supuesto, es el significado de la expresión Stand your ground. Literalmente significaría "estar de pie en tu suelo", lo que entenderíamos por "permanecer en tu sitio". Pero no es eso, es una construcción verbal que significa "mantener tu posición" en una discusión, es decir, "mantener tu punto de vista". Pero tampoco es exactamente eso, porque la misma expresión se aplica en el ámbito militar: mantener tu posición, literal y militarmente hablando. Y esto se parece algo más a lo que quiere decir aquí, aunque tampoco es eso.

No, esta expresión en Estados Unidos tiene un sentido especial. El derecho a "permanecer en tu sitio" es el derecho a emplear los medios que sean necesarios (armas, se entiende) para repeler cualquier ataque, incluso matando al adversario. En concreto, el derecho a "stand your ground" es el derecho a emplear medios para repeler un ataque que fuera de este derecho serían ilegales,  incluyendo además el matiz de que no es necesario que la otra parte ataque, sino que el sujeto del derecho perciba amenaza o posibilidad de daño físico. Literalmente, otorga inmunidad.

Es decir: lo que se votaba era si la gente tenía derecho a ir armado en las iglesias del condado de Franklin (y de Lauderdale) y a emplearlas para repeler agresiones o amenazas de agresiones en ellas.

Así que ya se puede ir con el kalashnikov colgado del hombro a la ceremonia, sin tener que dejarlo en consigna a la viejecita del anaquel de la entrada. Supongo que algún pastor, para ir a tono con su grey, llevará algunos revólveres y un par de cinturones cananas, como si lo viera.

Ahora, la pregunta que todos nos hacemos es porqué en el condado de Franklin (y en el de Lauderdale) quieren los ciudadanos poder utilizar su fusil de asalto o su lanzagranadas habitual (lo que sea que les guste). Se me dirá que así pueden defenderse del clásico loco que se esconde en el coro de la iglesia y se dedica a volar la cabeza a todos los de las primeras filas, que ya se sabe que estas cosas en los EE.UU. están a la orden del día. Pero no me termina de convencer: ¿qué está pasando en Franklin (y en Lauderdale) para que sientan que necesitan poder repeler agresiones hasta en las iglesias.

Vamos a reirnos: el argumento fundamental a favor de la norma, por supuesto, es el del loco que he indicado. Pero a este argumento le dieron un rizo más en el debate en la cámara: si hay un loco y se pone a disparar a la gente y yo sí tengo un arma (de donde deduzco que la buena gente del condado no estaba obligada a depositar su kalashnikov en la consigna de la entrada), con la ley vigente hasta que el loco no me apuntara a mí yo no tenía derecho a dispararle. Y, claro, si antes ha matado a 20 personas, pues no es plan: hay que autorizarme a disparar en que vea asomar el cañón.

Y por si esto fuera poco, les aseguro que dieron un argumento más: sin esta enmienda, un ladrón podría entrar en la iglesia y llevarse el dinero de todos. En fin, no sé qué ladrones tienen en el gran estado de Alabama, deben de ser tipo el Joker o los supervillanos de Marvel e imagino que comparados con los suyos los de aquí son unos rateros de tres al cuarto.

Por supuesto, también hubo argumentos en contra: unos decían que la ley actual de stand your ground (vigente desde 2006) ya autoriza a ejercer el derecho en las iglesias; de éstos, no sé qué decirles. Otros, más juiciosos, objetaban que a lo mejor el sujeto, al defenderse, le da por disparar a todo lo que se mueva y "a lo mejor" disparaba a alguien que no era el agresor. Con la coletilla, eso sí, de que eso sería tan malo para el disparado como si el disparador hubiera sido el agresor inicial. Con lo que no hay beneficio en dejar disparar primero. Éstos eran argumentos que daban los diputados estatales, ése es el nivel ahí. 

Más juiciosas eran entidades privadas. Alguna, por ejemplo, argumentó que disparar a matar no siempre es imprescindible. Que dar derecho a alguien a disparar a matar si se cree amenazado es dar carta blanca a que la gente se mate. Pero aún iban más allá: la ley estaba autorizando a criminales violentos a matar con impunidad a quien les diera la gana dentro de la iglesia. La objeción de los que se oponían, en general, podemos resumirla en que la ley fomentaba el espíritu de dispara primero y pregunta después.

Y este último argumento, en mi opinión, es totalmente acertado. Por desgracia, parece que cada vez más se está introduciendo en el alma estadounidense ese precepto, dispara primero y piensa después.

Lo curioso es que la norma se votó en su día en el propio condado, y como 3 personas votaron que no (imagino que dos buenas personas, y el loco del pueblo que estaba preparando su golpe) hubo que repetir la votación, esta vez en el ámbito estatal. Y la buena gente del estado de Alabama, siempre precavida, decidió que cómo no.



Julio Iglesias - Gwendolyne

jueves, 10 de diciembre de 2020

Rhode Island cambia de nombre

https://www.youtube.com/watch?v=ypJ3dP7qCpE 

 

 

Como de todos es sabido y más de una vez lo he dicho, en las elecciones norteamericanas no se vota sólo al presidente: también se elige n tercio del Senado, la mitad del Congreso, algunos gobernadores estatales, y ya que se acude a votar, pues también se votan enmiendas varias. De todo color y pelaje, según las necesidades de cada lugar.

Este año, por ejemplo, Rhode Island votó cambiar el nombre del estado. La misma propuesta que se planteó hace diez años, en 2010, y que rechazó el 78% de los votantes; pero esta vez con renovadas fuerzas... y triunfó. 

¿Así que ahora Rhode Island no se llamará más Rhode Island? Bueno, no exactamente. De hecho, al revés: a partir de ahora sí se llamará Rhode Island. Y es que Rhode Island no era el nombre oficial del estado. O sí. Me explico.

Las primeras colonias norteamericanas, como Rhode Island, no eran colonias al uso español, tierras del rey. Al contrario: eran tierras privadas, propiedad de corporaciones privadas. En este caso, el primer colonizador y sus compañeros crearon lo que llamaríamos una comunidad de bienes en torno a un lugar que llamó "Providencia", y luego un grupo de colonos disidentes de Massachusets les compraron la isla de enfrente, a la que llamaron isla Rhode, y a medida que todos se iban convirtiendo en disidentes de los demás (recordemos que estos colonos eran tan puritanos que no aceptaban que alguien pensara diferente) se iban estableciendo por ahí, creando lo que se llamaban "plantaciones"; otras colonias, como las vecinas Connecticut, Nueva York o Massachusetts, se fundaron por otros caminos. Es igual, el caso es que en 1660 el rey inglés les dió una carta en la que les aprobaba en ese territorio la libertad religiosa (entiéndase: ese rey era pro-católico, y permitía que personas de cualquier religión se pudieran establecer allí), y esa garantía era para la "Isla Rhode y plantaciones de Providence; porque es exactamente lo que era: la isla Rhode, la ciudad de Providence y las plantaciones alrededor de Providence". Y, claro, cuando la colonia se convirtió en estado y se dotó de una constitución, se dio ese mismo nombre. Y con este nombre figuraba hasta ayer en su Constitución, y es lo que se ha votado: que en la constitución del estado se sustituya la designación "Rhode Island and Providence plantations" por, simplemente, "Rhode Island".

Ha pasado mucho tiempo, sí. Pero si así son felices...




The Mavericks - Back in your arms again

domingo, 8 de noviembre de 2020

Biden contra Trump en imágenes

https://www.youtube.com/watch?v=8OJ01psE6wc



¡Vaya embrollo las elecciones norteamericanas! Parece ser que sí, que gana Biden. Pero Trump (de momento) dice que no, que ha ganado él, que una vez que se cierran los colegios electorales no pueden llegar más votos (no estoy seguro de si ése es su argumento, o que diga que los votos por correo son ilegales porque están sujetos a fraude, o...). La opinión de Trump importa porque (de nuevo, de momento) es el presidente actual y tiene el poder; pero supongo que es cuestión de días que asimile que ha perdido.

Ahora bien, como he dicho en muchas entradas, una cosa es lo que piensan los europeos y otra lo que piensan los estadounidenses, y los europeos no votamos. Aunque en Europa Trump no habría salido ni presidente de su escalera, en los EE.UU. la cosa no es igual.

Tres imágenes, tres mapas electorales.

El primero de ellos es el de la elección a presidente. Los estados en gris están todavía en disputa por lo reñido del resultado salvo Alaska, que por supuesto es republicana pero donde (es comprensible) aún no han terminado de contar los votos (5 días ya y están al 58% escrutado):


Recuerden, en rojo los estados republicanos y en azul los demócratas. El mapa es rojo en su mayoría, pero Biden tiene ya 259 votos electorales y Trump sólo 214.

Esto es porque los estados rojos del norte y del centro están casi vacíos y aportan pocos votos.

El desfase se ve más claro en la elección de la Cámara de Representantes:


Rojo, rojo y rojo, ¿verdad? Pues los azules han sacado 214 asientos y los rojos 200.

¿La explicación? Muy fácil, mi entrada de enero de 2018.

Como chascarrillo, en estas elecciones también se han elegido algunos gobernadores de estados:


Los republicanos se han llevado 8 de 11.

La explicación más probable es que en Europa no tenemos la misma información de las cosas que ellos. Y que la cosa allí sea más compleja de lo que nos parece.





Gary Glitter - Rock and roll



viernes, 28 de agosto de 2020

Diez negritos




La muerte de George Floyd por la brutalidad policial, gracias a que fue perfectamente recogida en vídeo puede que termine cambiando el pais. Pero el camino será largo.

La muerte más actual es la de Jacob Blake. De nuevo, el video muestra con claridad lo que ocurrió. Y es espeluznante.

Blake, 29 años, 6 hijos, 3 de ellos en el coche. Se topa con una pelea entre dos mujeres, para el coche, se baja y tercia. Llega la policía y... ¿quiere saber qué está pasando? Yo diría que no: estamos en Wisconsin, el estado contiguo a Minesota (el de George Floyd), y hay un negro en la escena. Para ellos, no hacen falta más datos. Blake se dirige a su coche y la policía le ordena que se detenga. Con las pistolas desenfundadas y apuntando al negrito, como sin duda les han enseñado en sus escuelas de polis. Y entonces...

Blake se sube a su coche en el que le esperan sus hijos. Abre la puerta del conductor y hace el movimiento de entrar y sentarse.

Y el policía que tiene justo a su espalda, a dos palmos, le descerraja 7 tiros en la espalda.

No uno. Siete. Uno detrás de otro. En los vídeos se aprecia con claridad.

Por cierto, era de día. La visibilidad era total. Claramente era un barrio residencial, amplias calles, sin tráfico. Nada estresante.

Y eran 4 policías. Con las armas desenfundadas, y la única manera que se les ocurre para detener a una persona desarmada ¡y que no es agresiva! es dispararle. No cogerle del cinturón del pantalón, de la camiseta, del brazo. No golpearle con la porra o con la culata de la pistola, no. 

La pregunta adicional es si hubieran reaccionado igual si no fuera negro.

Pero hablemos también de Breonna Taylor.

Lo de Breonna ocurrió en Kentucky, el pasado 13 de marzo. Breonna, 26 años, enfermera de urgencias, estaba en su casa con su pareja, durmiendo tan panchos (era de madrugada). Oyen ruidos extraños en la puerta de la casa, se levantan.  Preguntan quién es, no hay respuesta, el novio hace un disparo de advertencia (dijo, y además tenía licencia de armas), y los intrusos los ametrallan. Breonna muere al recibir ocho disparos. El novio llama al 911 alertando que alguien ha reventado la puerta de la entrada y ha disparado a su novia. Los intrusos, no hace falta decirlo, eran policías. Y Breonna y el novio, tampoco hace falta decirlo, negros.

¿Qué hacían los policías allí? Parece ser que investigaban un delito de drogas que no tenía nada que ver con Taylor, de hecho era lejos de allí y además los dos investigados ya estaban en poder de la policía, pero sospechaban de la casa y un juez les dio permiso para "entrar sin llamar" y sin avisar de que eran policías. Por cierto que a raíz de las protestas por este caso, en Kentucky han prohibido tales permisos. Excusatio non petita, accusatio manifesta.

Como chascarrillo, el informe de la policía sobre el incidente da los nombres de los agentes y los de la casa, declaraba que Taylor no había sufrido daños, que no se había forzado la entrada (¡usaron un ariete!)... y nada más. Posteriormente la policía declaró que lo de ese informe eran errores técnicos.

Pero hablemos también (¿por qué no?) de Daniel Shaver. 

Shaver, 26 años, ya saben: típico chaval de Tennessee que se casa al acabar el instituto y se va a vivir a Tejas, donde entra a trabajar en la empresa de su suegro: exterminador de bichos. El suegro, es normal, le da correa y le manda a Mesa, Arizona, a tratar con proveedores. Hacía el viaje dos o tres veces al mes, y en Mesa, en el hotel, se aburre. Típico americano, se toma unas copas en el bar del hotel, charlando con otros huéspedes. Luego sube con ellos a su habitación y les enseña una de las escopetas de balines para bichos; imaginémonos la escena, cómo se enseñan estas cosas: seguro que en algún momento haría el gesto de apuntar y disparar, digo yo que a la ventana o algún rincón de la habitación. Parece que alguien lo ve, no está claro, pero lo cierto es que se presenta la policía a reducir a un tipo armado en el hotel, peligroso. Seis policías se plantan en la puerta de la habitación, piden a los ocupantes que salgan, sale Shaver con una mujer, pero... parece ser, dice la policía, que Shaver no obedeció del todo las instrucciones. Que le estaban vociferando los seis policías a la vez, todos con las armas desenfundadas y apuntándole. Lo tumbaron en el suelo del pasillo del hotel, le hicieron cruzar las piernas, le ordenaron que se pusiera de rodillas, él lo hace pero descruzando las piernas, le ordenan que las cruce. Shaver, que si recuerdan había tomado unas copas, cree que le piden que cruce... las manos a la espalda. Y no, le ordenan que levante las manos. Le avisan que si vuelve a no hacerles caso le dispararán. Él clama que por favor no le disparen (insisto, un chaval de 26 años, trabajador, en un viaje rutinario para proveerse de material para exterminar bichos). Y en un momento dado, reajustando seguramente el cuerpo, un policía cree que es un movimiento sospechoso. En el juicio, el policía declaró que le recordó el movimiento de alguien que se saca una pistola de la pistolera. Claro que Shaver vestía un pantalón corto de baloncesto y una camiseta, pero quizá el policía creyó que llevaba una pistolera escondida no sé donde. Y eso que llevaban más de 17 minutos con él.

Shaver, por supuesto, fue acribillado. No llevaba armas, y en el registro de la habitación aparecieron las dos escopetas de balines para bichos. Los policías llevaban rifles semiautomáticos AR-15.

En el juicio posterior el policía que disparó fue declarado no culpable. Los abogados vieron las imágenes de las cámaras, que no se han hecho públicas, y las encontraron aterradoras por lo no sangriento, por lo frío que lo hicieron. Curtidísimos abogados de derechos civiles, y dicen que lo que se ve en los vídeos está a años luz de cualquier cosa que se habían topado hasta entonces. Fue una ejecución que provoca pesadillas. Por cierto, que según esas imágenes, a Shaver se le estaban bajando los pantalones cuando hizo el movimiento sospechoso, que era compatible con el gesto de subírtelos. Y lo cierto es que sólo 1 de los 6 policías decidió disparar ante ese gesto.

¡Ah! Shaver era blanco.

Floyd. Taylor. Shaver. ¡Blake!

Lo primero que hay que decir es que la falta de formación de la policía estadounidense es para echarse a temblar.

Lo segundo, lo suelto que tienen el gatillo. La mayoría de los policías europeos se jubilan sin haber empleado jamás su arma reglamentaria. Pero los americanos, ¡si nada más empezar ya la sacan! Normal que les pasen estas cosas. Es cuestión de probabilidades, de las veces que va el cántaro a la fuente.

Lo tercero, el racismo. Racismo de verdad. De nuevo, un chascarrillo relacionado con el caso. Con el caso de Blake.

Como era de esperar, tras la muerte de Blake se produjeron algaradas y protestas. Y... (se ve en vídeos, terrorífico) un chaval blanco, y seguidor de Trump (por si sirve para situarse en la escena) se dirige hacia los manifestantes armado con un rifle semiautomático, con su correa y todo eso. Dispara y mata a bocajarro a una chica, negra, que no estaba haciendo nada pero estaba ahí, y al blanco que acude a defenderla. Tras lo cual se levanta y se va. Apenas ha dado tres pasos aparecen varias tanquetas de la policía. El chaval levanta las manos con el rifle en bandolera y sigue caminando, cuando las tanquetas llegan a su altura se queda quieto para que las tanquetas le vean bien (que vean que es blanco, quiero decir), éstas prosiguen y él reanuda su camino. Luego declaró que lo hizo porque los polis no hacían su trabajo y alguien tenía que hacerlo.

El vídeo de Blake. Terrorífico. La frialdad con la que un policía dispara a bocajarro a un señor que se está metiendo en su coche. Un señor que apenas tenía nada que ver con el incidente que provocó la llegada de la policía, pero que era negro. Como Floyd, también asesinado a sangre fría (en el caso de éste, más aún: el poli estuvo ocho minutos asfixiándolo).

Brutalidad policial, digna de (no sé cuál es el país con la policía más brutal del mundo, pero ése). O más aún, digna de no sé dónde pero hace siglos.

Lo curioso es que el tema allí no se está centrando tanto en la brutalidad policial o en la evidente falta de formación de los policías para afrontar su día a día como en el racismo. A mí esto me parece un error, porque lo del racismo llevará muuuuchos años corregir, pero lo de la policía se puede resolver en menos tiempo y seguramente los negros se conformarían con que la policía les tratase correctamente.

Ahora, lo que creo que no sólo no arregla nada sino que además es un paso atrás en nuestro desarrollo como sociedad es lo de la novela de Agatha Christie Diez negritos. Primero, en la versión estadounidense le cambiaron el título a Y entonces no quedó nadie y la canción que ambienta el retrato, pasando de cantar sobre negritos a cantar sobre "10 indiecitos" (Ten little indians), que se conoce que con los indiecitos sí se puede. Y ahora han sido los franceses los que la han censurado: la novela se llama Eran diez, y se han suprimido las 74 veces que en la novela se dice negros. Lo justifican diciendo qu"cuando se escribió el libro, el lenguaje era diferente y se usaban palabras que ahora no se usan". Claro, alguien podría sentirse ofendido.

Lo de Floyd es indignante. Lo de Taylor y lo de Shaver. Lo de Blake es indignante hasta el extremo. Pero lo de Diez negritos, también. En este caso, por la imbecilidad que demuestra, que campa por sus respetos.




Os Resentidos - Galicia caníbal

jueves, 28 de mayo de 2020

George Floyd

Alguien en Minneapolis llamó por teléfono a la policía. Algo de un billete falso de 20 dólares o algo así en un supermercado. La policía acude y ve a un negro subido a un coche azul. Dicen que cuadraba con la descripción, así que le detienen. Le esposan y lo tiran al suelo. Allí, uno de los agentes le sujeta arrodillado encima de su garganta, que está presionando con todo su peso. El hombre intenta hablar: "no puedo respirar". La gente - es pleno día - se encara con el policía, le avisa que está asfixiando al hombre. El compañero del policía se encara con las personas, para proteger a su compañero. El negro es problema de su compañero, no suyo. A los cinco minutos el hombre no se mueve, no dice nada. No respira. Alguien del público pide que le comprueben el pulso. El policía sigue presionando. A los siete minutos llega la ambulancia y los sanitarios atienden al hombre en el suelo. El policía, mientras tanto, sigue presionando con su rodilla la garganta del hombre esposado del suelo que hace ya tiempo que ni se mueve ni habla ni nada.

Se lo llevan en ambulancia. En todo el proceso el hombre no se mueve.

Más tarde, la policía declaró que el hombre había muerto "por una complicación médica durante una intervención policial".

Empiezan las protestas populares. Se concentran en la comisaría en la que trabajaban los dos policías. Los antidisturbios lanzan gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.

Los cuatro policías implicados han sido despedidos. Nada más. Imagino que podrán ejercer de policías en los vecinos estados de Wisconsin, Dakota o Iowa, o donde quieran.

George Floyd tenía 46 años.


Los agentes, aparte de ser despedidos, se irán de rositas.

¿Cómo lo sé?

Eric Garner. Un negro que estaba vendiendo cigarrillos sueltos en Nueva York el 2014. Tenía 43 años y un policía le hizo una llave de estrangulamiento. Consiguió decir 11 veces "no puedo respirar" antes de morir. La autopsia indicó que había muerto por el estrangulamiento, pero "que tenía asma".

Al policía lo despidieron 5 años después, pero no se le acusó de delito alguno. De hecho, el policía ha demandado a la ciudad de Nueva York.

Hablamos de policías entrenados para aplicar las técnicas de inmovilización que emplearon. En pleno dominio de sus facultades mentales, no estaban borrachos ni drogados. Quiero decir: sabían lo que hacían.

Y su castigo por matar es ser despedidos.

Hace unos meses, Ahamaud Arbery, un joven 25 años (no hace falta decir que era negro) hacía deporte cerca de su casa en Brunswick, Georgia. Lo vieron un expolicía de 64 años y su hijo de 34, y les pareció sospechoso. Se armaron con escopetas y pistolas, se subieron a una camioneta y salieron tras él. Dicen que le dijeron que se detuviera, que "querían hablar con él". En los vídeos se ve cómo los matan.

Antes de que el vídeo grabado por un particular se hiciera público, el fiscal del distrito declaró que no había razón alguna para detener al padre y al hijo.

El expolicía y su hijo se acogen a que la ley de Georgia permite el arresto ciudadano si el ciudadano es testigo de un crimen o tiene conocimiento inmediato de un crimen cometido por el sospechoso. Era negro y corría calle abajo, no hay más que explicar.

Yo... no sé qué decir. Lo único que puedo hacer es avisar de estos hechos. Que cada cual, si quiere, se informe por internet de qué pasó y qué circunstancias concurrieron, y se forme su propia opinión. La mía ya la dí, aquíaquí dentro de mi serie Armas en América.

Pero en Estados Unidos los matan por mucho menos que eso. Aunque, claro, los policías van a tener lo que le negaron a George Floyd, a Eric Garner, a Ahmaud Arbery: un proceso judicial.


P.S.: Parece ser que las protestas habituales están teniendo eco, y parece ser que sí, que esta vez las autoridades hablan de juzgar al policía. Pero si miramos el caso de Freddie Gray...

Hace cinco años, Freddie Gray era un negro de 25 años que vivía en Baltimore. Ahora no importa por qué razones la policía lo detuvo, da igual. El caso es que lo detienen, lo meten en la furgoneta policial y se lo llevan a comisaría. Lo habían detenido casi a cuatro pasos de la comisaría, en la misma calle, a unos 500 m. Pero el trayecto les llevó más de media hora (incluyendo una parada para ponerle grilletes en los pies al mozo) y cuando llegó Gray se había roto la columna vertebral y estaba en coma. Murió unos días después, y los médicos dictaminaron que fue a causa de las lesiones de la columna. Sí, se acusó a los 6 policías. Sí, hubo juicios. Pero fueron absueltos o se acabaron desestimando los cargos, los polis se fueron de rositas. Y eso que fue en Baltimore, y que el presidente era Obama.

En Minesota los negros son el 18% de la población y el 63% de los que son tiroteados o muertos por la policía.

domingo, 26 de abril de 2020

Creía que mi padre era Dios



CREÍA QUE MI PADRE ERA DIOS
Lo que voy a contar sucedió en Oakland, California, al final de la Segunda Guerra Mundial. Yo tenía seis años. No sabía entonces lo que era la guerra, pero sí era consciente de alguna de sus consecuencias. El racionamiento, por ejemplo, ya que yo tenía una libreta de racionamiento con mi nombre. Mi madre la guardaba junto con las libretas de mis hermanos. Recuerdo los apagones, las alarmas antiaéreas y los aviones de combate volando sobre mí. Mi padre era patrón de un remolcador y recuerdo que hablaba de buques de transporte de tropas, de submarinos y de destructores.
También recuerdo a mi abuela llevando tocino a la carnicería para ser reciclado y acudir al edificio federal que estaba en el centro de la ciudad para arrojar los restos de papel de aluminio por las ventanas que habían acondicionado para tal fin en la fachada que daba a la calle.
Pero lo que mejor recuerdo es al señor Bernhauser. Era nuestro vecino de atrás y era especialmente malvado y antipático con los niños, además de ser grosero con los mayores. Tenía un ciruelo italiano cuyas ramas colgaban por encima de la valla trasera de nuestro jardín. Si las ciruelas colgaban de nuestro lado, podíamos cogerlas, pero Dios nos librara de traspasar la valla. Se desataban truenos y centellas. Nos gritaba e insultaba hasta que alguno de mis padres acudía a ver qué era todo aquel alboroto. Normalmente venía mi madre, pero aquella vez lo hizo mi padre. El señor Bernhauser no le caía bien a nadie, pero mi padre le tenía una manía especial porque nunca nos devolvía los juguetes y las pelotas que caían en su jardín. Así que allí estaba el señor Bernhauser gritándonos que nos fuéramos al infierno y dejáramos su árbol en paz, cuando mi padre le preguntó qué era lo que pasaba. El señor Bernhauser tomó aliento y lanzó una diatriba contra los niños ladrones, los transgresores de la ley que robaban fruta y contra los monstruos en general. Creo que a mi padre se le colmó la paciencia, porque lo que hizo a continuación fue gritarle al señor Bernhauser que se muriera. El señor Bernhauser dejó de gritar, miró a mi padre, se puso colorado, después morado, se llevó la mano al pecho, se puso gris, se fue doblando lentamente y cayó al suelo. Que mi padre le gritase a un viejo miserable ordenándole que se muriera era algo que escapaba a mi comprensión. Creía que mi padre era Dios.
Recuerdo que Ray Hink vivía al otro lado de la calle. Estábamos en el mismo curso y su abuela vivía en el piso de arriba. Era una ancianita pequeña que siempre llevaba un vestido de cuello alto. Se sentaba al lado de la ventana con unos prismáticos de ópera y vigilaba el vecindario. Si nos portábamos ben, nos dejaba mirar por los prismáticos y oler los pétalos de rosa que guardaba en un jarrón de alabastro encima de una mesa. Decía que los pétalos de rosa venían de Alemania y que el jarrón era de Grecia. Una tarde me dejó sus valiosos prismáticos y me puse a mirar la calle. Llegó un taxi y un joven alto y delgado, vestido de marinero, descendió del coche. Estrechó la mano del taxista, que acababa de sacar su petate del maletero, y supe inmediatamente que se trataba de mi tío Bill que volvía de la guerra. Mi abuela bajó la escalinata del portal y le abrazó. Estaba llorando. Recuerdo las estrellas que colgaban en las ventanas de las casas de nuestros vecinos. Mi abuela me dijo que era porque habían perdido a un hijo en la guerra. Yo estaba contento de que no hubiese ninguna estrella en nuestra ventana. Aquella noche celebramos una gran fiesta en honor del tío Bill. Me fui a dormir feliz porque mi tío había vuelto a casa sano y salvo. Nunca volví a pensar en el señor Bernhauser.
Robert Winnie
Bonners Ferry, Idaho
Creía que mi padre era Dios
Relatos verídicos de la vida americana
Edición de Paul Auster

El día de Reyes del año 2003 recibí como regalo el libro Creía que mi padre era Dios, de Paul Auster (Anagrama). No es que Paul Auster hubiera escrito el libro sino que, como él explica el el prólogo, un programa de la Radio Pública Nacional de los EE.UU. le pidió una colaboración regular; por ejemplo, que les leyera uno de sus cuentos una vez al mes. Por educación no se negó, pero estaba atareado con su trabajo diario, por lo que su mujer le sugirió que lo que podía hacer es pedir que la gente escribiera sus propias historias y se las mandase, y que él las leyera por la radio.

Y así lo hizo. El asunto se llamó Proyecto Nacional de Relatos convocado por la NPR. La única restricción que puso a los oyentes es que los relatos tenían que ser verídicos y breves (para poder leerlos por radio). Recibió más de cuatro mil relatos. Y, para hacer justicia a los relatos, decidió publicar un libro que tituló como uno de sus relatos, el que he incorporado como entrada. Para el libro seleccionó 179 relatos representativos de los cuatro mil, y a mí... me gustan todos. Como a Paul Auster.

Recuerdo que cuando leí el libro hace 17 años me daba cuenta de que los relatos en sí no contaban nada, pero todos juntos daban un lienzo fidelísimo del alma de esa nación. Algunos relatos eran anécdotas, como la que fue testigo de un accidente de carretera; otros, recuerdos de la infancia, la abuela o la maestra. Algunos eran síntesis de trayectorias vitales o historias como la de un coche o una bicicleta. Y todos eran relativamente chorrones, como el breve relato de Steve Lacheen, de Filadelfia (Pensilvania), que perdió nadando en la playa una Estrella de David hecha a mano y muchos años después la encontró en una tienda de antigüedades. Como el relato del principio: no sabemos decir bien de qué iba, parece que recuerdos más o menos inconexos de cuando el autor tenía 6 años, el ciruelo de un vecino cascarrabias (está claro que presenciar su infarto le impresionó mucho) y la abuela de un compañero de clase. Pero nos ha hablado de cómo vivían durante la guerra (libretas de racionamiento, el esfuerzo colectivo del reciclaje). Nos ha contado el recuerdo de la abuela de su amigo, y les aseguro que yo he conocido a señoras así cuando era niño, la señora mayor que se entretiene mirando a la gente pasar por la calle. La alegría cuando el familiar regresa del frente. Y las estrellas. En su día no me dí cuenta de ese detalle, pero hoy es lo que más me llama la atención.

Lo tenemos asociado como una estampa typical USA. La bandera americana, en el jardín de la entrada. Como en las películas de Clint Eastwood. También en las escenas de entierros militares, los marines de honor plegando la bandera y dándosela a la desconsolada viuda con sus dos hijos al lado... Curiosamente, al menos yo nunca había relacionado ambas imágenes. Y el relato lo explica: indica que un miembro de la casa ha muerto en combate. Je, ahora ya sé de dónde sale la bandera (imagino que en tiempos de la segunda guerra mundial no daban banderas sino las estrellas que cita el relato).

El libro agrupa los relatos en diez categorías: animales, objetos, familias, disparates, extraños, guerra, amor, muerte, sueños y meditaciones. El que he seleccionado pertenece al grupo de guerra. Lamentablemente, el libro está descatalogado, por eso he incluido un relato entero. Quizá puedan conseguirlo en formato electrónico, no lo sé. En cualquier caso, si lo encuentran de segunda mano no lo duden y cómprenlo. No se arrepentirán. Seguro que hacen como yo y lo guardan cerca del cuarto de baño, para leer relatos al azar.

En fin, permítanme como despedida un relato más (uno de los cortos). No es especialmente bueno, pero en estos momentos ese azar ha jugado en su favor.

SAVENAY
Durante la Primera Guerra Mundial mi padre estuvo estacionado con el ejército norteamericano en Savenay, una pequeña ciudad del oeste de Francia. Hace pocos años visité Savenay llevando conmigo algunas fotografías que mi padre había sacado allí. Una de ellas mostraba a mi padre acompañado de dos chicas jóvenes en un camino rural. Había una casita al fondo. Siguiendo el camino, no lejos de Savenay, encontré aquella casa, una pequeña cabaña de ladrillo, rodeada por un murete de piedra. Crucé la verja y llamé a la puerta. Una anciana asomó la cabeza por la ventana del piso superior y me preguntó qué deseaba. Le mostré la fotografía y le pregunté en mi mejor francés si la reconocía. Desapareció dentro de la casa y después de una larga discusión en el interior con otra mujer, me abrió la puerta. La anciana me preguntó de dónde había salido aquella foto. Le dije que era de mi padre y que creía que la había tomado desde el camino frente a aquella casa. Sí, por supuesto, me dijo. La fotografía había sido tomada desde el camino y ella y su hermana mayor (la otra mujer que estaba dentro de la casa) eran las dos chicas que aparecían en la imagen. La anciana me dijo que su hermana recordaba el día en que se hizo la foto. Dos soldados pasaban por el camino y se habían acercado para pedir agua. Yo le dije que uno de aquellos soldados era mi padre (o mejor, que se convirtió en mi padre muchos años más tarde). Desgraciadamente, dijo la anciana, su madre no había permitido que les dieran agua a los soldados. Me dijo que su hermana lo había sentido mucho. Le agradecí su amabilidad y me dí la vuelta para marcharme. Un instante después la mujer me llamó y dijo: "Mi hermana quiere saber si no querría usted un poco de agua".
Harold Tapper
Key Colony Beach, Florida
Creía que mi padre era Dios
Relatos verídicos de la vida americana
Edición de Paul Auster




Pink Floyd - Wish you were here (versión de Reina del Cid)