https://www.youtube.com/watch?v=eurbVJy0gHQ
En 1989 una película lanzó al estrellato a Robin Williams y convirtió un hasta entonces desconocido latinajo en tal vez el más pronunciado desde entonces. La película se titulaba El club de los poetas muertos, y el latinajo era Carpe diem. Que significa "aprovecha el momento".
Lo que quería transmitir el personaje de la película a aquellos adolescentes es que aprovecharan su juventud, el tiempo en el que tienen esos dieciséis años, que no dejen que pase el tiempo y cuando haya pasado se den cuenta de que no los han vivido. Esto no es lo mismo que la interpretación que frecuentemente se le da, hedonista, de que disfrutemos ahora que podemos por si acaso luego no podemos. No, lo que quiere decir la frase es un "vive intensamente", sé consciente de cada segundo que vives, no dejes que pase el tiempo sin más. Que no ocurra que no sepas recordar qué has hecho esos días pasados porque no hayas hecho nada en realidad.
Vive hoy, no esperes al futuro. No des por sentado que mañana podrás...
Hay muchas interpretaciones, y las mismas explicaciones de esas interpretaciones se pueden interpretar de manera diferente. Tal vez un filósofo pudiera. Un poeta (Horacio, en concreto), sólo fue capaz de escribir "carpe diem".
Pero la idea ya existía antes de Horacio. Era un concepto filosófico tradicional de griegos y romanos. Horacio lo escribió en una de sus odas, en las que apremia a hacer lo que haya que hacer porque uno no vivirá eternamente ni sabe cuándo dejará de hacerlo.
El libro del Eclesiastés lo expresa mejor, en mi opinión:
Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo:
Tiempo de nacer, y tiempo de morir;
tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
tiempo de matar, y tiempo de curar;
tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
tiempo de llorar, y tiempo de reír;
tiempo de hacer duelo, y tiempo de bailar;
tiempo de arrojar piedras, y tiempo de recogerlas;
tiempo de abrazar, y tiempo de desprenderse;
tiempo de buscar, y tiempo de perder;
tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
tiempo de rasgar, y tiempo de coser;tiempo de callar, y tiempo de hablar;
tiempo de amar, y tiempo de odiar;
tiempo de guerra, y tiempo de paz.
Ecl 3, 1-8
El texto insiste: ¿qué provecho saca uno de afanarse tanto? Hay un momento en el que se debe trabajar, pero hay momentos en los que se debe descansar.
Pero también en lo contrario: hay un tiempo para sembrar y otro para cosechar: no pretendas sembrar en el tiempo de cosechar, así que cuando sea el momento de sembrar no pierdas el tiempo y siembra. Lo sabio, lo correcto, es reconocer cuándo es el tiempo de cada cosa.
Y también otro contrario: ojo, que hay un tiempo para cada cosa. No creas que algunas cosas no ocurrirán porque no tienen un tiempo. No creas que no habrá un tiempo para llorar, porque lo hay.
El Eclesiastés es un librito absolutamente magistral, que destila filosofía vital en todos sus versículos (aunque, como queda claro, es una filosofía expresada de una manera muy llana). Si tiene que resumirse de alguna manera, yo diría esto:
—Sabe, lector, que hay un tiempo para nacer, pero también hay un tiempo para morir. Entre tanto, decida el lector cómo, pero carpe diem.
Domenico Scarlatti - Sanctus, Misa de Madrid (Missa quatuor vocum)
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