lunes, 7 de abril de 2025

Olivia Dunne

https://www.youtube.com/watch?v=FtB66PPkgW0 

 

 

Hablé en esta entrada sobre el efecto NIL en el deporte universitario norteamericano. Desde luego, ha habido impacto: la NCAA ha decidido que sí, que a partir de ahora las universidades pueden pagar a los atletas, e incluso ha destinado 2.700 millones de dólares (ya ven, tenían tanto dinero que no les supone apenas nada) a indemnizar de manera retroactiva a los estudiantes deportistas de los últimos 10 años.

Para la mayoría de los estudiantes-atletas, los ingresos derivados de los acuerdos NIL se mantienen en un rango moderado pero significativo. El estudiante-atleta promedio puede esperar generar entre $1,000 y $10,000 a través de diversos acuerdos y actividades promocionales. Estas cifras, aunque no resultan transformadoras, representan un complemento económico valioso para jóvenes que anteriormente tenían prohibido capitalizar su popularidad o talento mientras competían en la NCAA. Algunas universidades han comenzado a establecer programas más estructurados para garantizar ingresos mínimos a sus atletas. Por ejemplo, la Southern Methodist University (SMU) informó recientemente que cada uno de sus deportistas ganará aproximadamente $36,000 anuales. Esta cifra representa un punto medio interesante, superior al promedio general pero significativamente inferior a lo que perciben las grandes estrellas.

Porque en esto, la fama cuenta. 

En primer lugar, los estudiantes que practican los deportes con más tirón, fútbol americano y baloncesto, lo tienen más fácil. Con datos de hasta septiembre de 2024, 34 estudiantes habían alcanzado ya el millón de dólares en ganancias. Si la Universidad está en un entorno NIL potente y el jugador es bueno...

El hijo de Lebron James, Bronny, ganó 4,9 millones de dólares. Shedeur Sanders, futbolista de Colorado, 4,7. Y el caso de Bronny James sacando partido a su apellido no es único: Arch Manning, sobrino-nieto de los legendarios quarterbacks Peyton y Eli Manning, ha capitalizado su apellido para asegurar acuerdos NIL valorados en 2.8 millones.

Un caso sorprendente (o no tanto) es el de Caitlin Clark. Caitlin Clark ganó 3,1 millones de dólares. En la modesta Universidad de Iowa. Pero es que el salario promedio de una jugadora profesional de baloncesto femenino es de 78.000 dólares. Normal que Clark agotara su periplo universitario aunque hubiera sido la número 1 del draft se presentara el año que se presentase. Por cierto, su gran rival universitaria y ya para siempre de la WNBA, Angela Reese, ganó con el sistema NIL 1,8 millones.

Otro caso notable es el de Quinn Ewers, actual quarterback titular de la Universidad de Texas. Ewers dejó la escuela secundaria South Lake Carroll High School después de su tercer año para firmar acuerdos NIL por 1.4 millones ¡sin haber lanzado nunca un pase a nivel universitario! Desde luego, la grieta de los derechos NIL ha provocado un derrumbe colosal de la presa NCAA.

Hay un factor adicional que no he mencionado, y que sin duda también cuenta. En el caso de las mujeres, tenemos a deportistas sanísimas, en su apogeo físico, completamente en forma... Si además son guapas, en sistema NIL parece diseñado especialmente para ellas.

Lo que nos lleva a Olivia "Livvy" Dune. Estrella de LSU (Universidad Estatal de Luisiana):


Sí, es la estrella del equipo ... ¡de gimnasia! Y (datos de septiembre de 2024) recaudó con el sistema NIL 3,6 millones de dólares. Que ya me dirán cómo va a ganar ese dinero una gimnasta profesional. Pues resulta que es conocida como "la atleta de la NCAA más seguida en las redes sociales", y ha construido un imperio digital con más de 9 millones de seguidores entre sus diferentes plataformas, incluyendo 5,3 millones en Instagram y 8,1 millones en TikTok.

En definitiva, el sistema NIL beneficia a todos los estudiantes atletas. Poco o mucho, si algo valen consiguen monetizar ese valor. En el caso de los mejores, mucho dinero. Y teniendo en cuenta que la mayoría de los deportes no se practica por dinero y que la mayoría de los deportistas de la totalidad de los deportes no lo hace por dinero, a mí me parece estupendo. Y ojalá hubiera llegado antes.

¡Hurra por Livvy Dunne! 



Dion - Runaround Sue

 

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