lunes, 24 de octubre de 2016

Los cordones discontinuos




A veces uno piensa que los que hacen las normas no pisan la calle. Porque hay prescripciones que son muy fáciles de enunciar, pero que no se cumplen porque son tremendamente restrictivas. Como si el código de circulación limitara la velocidad en autopistas a 20 km/h. Por seguridad, of course.

Un ejemplo de estos preceptos lo tenemos en la norma de estructuras de acero, en el artículo EAE-59.3.4 sobre los cordones discontinuos de las soldaduras. A veces, uno adosa una pieza larga a otra, y eso se hace mediante soldaduras. Pero claro: en seguida salen metros y metros de cordón de soldadura, y eso es caro. Así que el herrero pregunta si puede soldar sólo tramos; por ejemplo, tramos de 20 cm separados 40 cm. Es lo que se llama un cordón discontinuo, y habitualmente por resistencia es suficiente. Si por resistencia es suficiente, no debería haber objeción; más aún, en pro de la sostenibilidad, el medio ambiente y todo eso, cuantos menos metros de soldadura mucho mejor.

Pero los señores de la norma quisieron decir lo suyo al respecto. Y lo que dijeron fue que "se prohíbe el uso de cordones discontinuos en ambientes con grado de corrosividad superior al C2".

Esta frase es demoledora. Porque casi toda la estructura metálica se hace en ambientes superiores al C2.

Esto de los ambientes es una novedad de esta norma, antes no se tenía en cuenta, y cataloga los entornos de las estructuras metálicas:
  • C1 tiene una exposición corrosiva muy baja. Se citan como ejemplo interiores en edificio con calefacción y atmósfera limpia: oficinas, tiendas, colegios, hoteles,...
  • C2 es exposición baja. En exterior (en climas templados) sirven las áreas rurales y con poca contaminación, y en el interior de edificios es cuando no hay calefacción: almacenes, polideportivos, etc.
  • C3 es media, y ya no se admitiría una soldadura discontinua. Son los exteriores de las zonas urbanas e industriales con moderada contaminación, y zonas costeras con baja salinidad, y los interiores de las naves de fabricación con elevada humedad y algo de contaminación: plantas de procesado de alimentos, lavanderías, cerveceras, lácteas, cosas así.
  • C4, alta: exteriores de áreas industriales, y costeras con baja salinidad, e interiores en plantas químicas, piscinas, etc.
  • C5 es muy alta, y ya se imaginan qué casos son.
Ambos artículos, por separados, son inocuos, pero si se juntan resulta que en casi todas las industrias no se pueden hacer soldaduras discontinuas. Me dirán que sí en hoteles, colegios, etc., pero eso no consuela a nadie por la sencilla razón de que suelen ser con estructura de hormigón. Y precisamente se usa la estructura metálica en hoteles y colegios cuando se hace algo al exterior: fachadas, instalaciones en la cubierta, cosas así.

Uno, en su ignorancia, no acierta a saber porqué es tan estricto el 59.3.4. Podría, por ejemplo, permitir las soldaduras discontinuas en taller si luego se van a pintar, o incluso todas si luego se va a pintar encima. O exigir que se obturen los tramos no soldados para que no se cuele ese ambiente tan corrosivo. No sé, algo. Pero no. ¡Qué fácil es prohibir!

Por suerte, frente al vicio de pedir está la virtud de no dar. Y, como estas cosas no las inspecciona ninguna autoridad, pues ya se imaginan.




Mas bah! - Sólo le pido a Dios

domingo, 23 de octubre de 2016

Cataluña, parte de situación




Toca hoy dar el parte de la situación política en Cataluña.

El resumen es muy fácil: todo sigue igual. Por igual quiero decir que seguimos siendo españoles, sometidos a la Hacienda española, y (salvo los políticos) a las leyes españolas. Los políticos catalanes siguen haciendo lo de siempre, lanzan proclamas de lo independientes que somos y disfrutan de su impunidad. No se gobierna, ninguna administración hace nada que no sea para molestar al resto de españoles. Por lo demás, nada ha cambiado.

En el verano de 2010 salió la famosa sentencia sobre el estatuto. La reacción del PSOE/PSC y resto de partidos locales fue prohibir, al mes siguiente, los espectáculos taurinos (salvo los toros de fuego y ensogados del sur de Tarragona). La votación fue secreta, porque hay elecciones que no se pueden hacer a cara descubierta y que el pueblo sepa lo que han votado sus parlamentarios, y ganó la prohibición por 1 voto. Ahora, 6 años después, el Tribunal Constitucional ha dictaminado que no, que no se pueden prohibir localmente los toros, pero el daño ya está hecho. Ningún empresario se va a atrever a organizar una corrida de toros en Cataluña, más aún cuando el gobierno de aquí ha dicho que muy bien, pero que no habrá toros en Cataluña. Que en román paladino significa que ya se encargarán ellos de que nadie pueda organizar una corrida. Por lo civil o por lo criminal. A fin de cuentas, a Franco le gustaban los toros, ¿no? Pues por eso.

Es curioso, lo de los toros y lo de los animalistas. Si les seguimos dando cuerda, se prohibirán los mataderos de vacas, cerdos, pollos, etc. No digamos ya las matanzas por ritos islámicos, por degüelle del animal colocado patas arriba. Pero esto es tema para otro día; de momento, valga la constatación de que la mayoría de los políticos en Cataluña son tontos del culo.

Volviendo al 2010, la gestión del tripartito PSOE/PSC-ERC-IC fue tan nefasta que ese año hubo elecciones y las ganó Artur Mas. Increíble pero cierto. El astuto, aunque había publicitado que firmó ante notario que nunca se aliaría con el PP, gobernó con su apoyo y procedió a hacer numerosos recortes del gasto público. Al estilo catalán, es cierto, pero recortes. Y ¿saben? había manifestaciones diarias. Numerosos colectivos se manifestaban una vez por semana, hubo muchos cortes de la Diagonal, la crítica a CiU era brutal. El astuto no lo soportó, cambió al PP de aliado por ERC al precio de volverse independentista, y convocó elecciones; hasta alguno de sus consejeros ha reconocido que todo este lío separatista es para distraer de su gestión de los dineros. A partir de ahí, ya lo saben, cuesta abajo y sin frenos. La bola de nieve se hizo cada vez más grande, y a día de hoy:
  1. CiU ya no existe. Unió tiene tanta presencia como Falange Española, y Convergencia quiere desaparecer y que nadie sepa que ellos fueron un día Convergencia.
  2. Artur Mas es un cadáver político que no conseguirá ser ni presidente de su escalera.
  3. Los puestos visibles de los gobiernos locales los ocupan mindundis surgidos no se sabe de dónde.
  4. Los poderes que los pusieron ahí (y que por motivos de corrupción no pueden dar la cara) están intentando tenerlos controlados y poder apartarlos cuando interesen. Los mindundis cobran tanto dinero que se están rebelando contra los que los pusieron ahí.
  5. Aunque eran los políticos que más cobran de España, se han aumentado el sueldo. Que, como los deportistas, su vida profesional puede ser muy corta.
  6. Los patanes de la CUP (versión local de Podemos) irrumpieron con fuerza y parece que cortaban el bacalao, pero a medida que van cobrando cuantiosas mensualidades se van dando cuenta que no conviene estirar tanto, no vaya a romperse semejante bicoca.
  7. Es decir, nada de elecciones anticipadas. Ni mentarlo.
  8. Aparte de lo separatista, no hay nada más. No hacen nada. Nada de nada.
Mientras tanto, la consigna es la misma: el año que viene. El año que viene seremos independientes. Como todos los años. No, no, dicen, esta vez sí va en serio. La fecha, por descontado, no está fijada. Pero será el año que viene, en julio o septiembre. Dicen. 

Pero no dicen nada más. ¿Cómo se va a hacer? No se sabe. ¿Se nos consultará? No se sabe. ¿Qué se nos preguntaría? No se sabe. ¿Qué porcentaje del censo debe votar para ser un resultado válido? ¿Qué porcentaje del censo debe decir que sí para que lo sea? ¿Qué porcentaje de los votos? ¿Quiénes pueden votar? ¿Quién contará los votos? ¿Qué harán, nuestros líderes, en cada posible resultado? No se sabe. No se sabe nada de nada. Puede que se haga en secreto y que no nos enteremos ni nosotros mismos.

Esto, por no hablar de esos detalles menores que conlleva la creación de un nuevo estado. ¿Qué pasa con la nacionalidad? Cuando se independizó la provincia española del Sáhara, en 1976, se les dio a los saharauis un año de plazo para decidir qué nacionalidad querían, y punto. Que, por cierto, no bastaba con que el saharaui quisiera tener la española: se le podía negar, si había razones para ello. Un ejemplo en nuestro caso es querer ser juez, alto funcionario o ministro en el nuevo país y mantener la nacionalidad española. No, de esto no se habla.

¿Habría fronteras? No se sabe, no se habla. ¿Habría tratados de extradición? No se sabe, no se habla. ¿Y si España se opusiera? No se sabe, no se habla.

¿Y qué pasaría con la liga de fútbol, o con la lotería de Navidad?

¡Hay tantas cosas de las que no se sabe, de las que no se habla!

Y hay una razón para ello: porque no hay nada que saber. Todo lo que ha pasado hasta ahora son sólo palabras de los políticos, para justificarse y parecer imprescindibles. Para que creamos que luchan por un pueblo mejor. Y mientras, cobran las mensualidades y los extras, que es de lo que se trata. Pero de lo de verdad, no hay nada. Sólo palabras, sin intención de cumplirlas.

Y es que todo es teatro.

Ahora, que hay un problema: la Forco. Se la juzga por desobediencia. Pueden pasar tres cosas:
  1. Que la justicia no la condene. Huy, entonces esto es Can Pixa. Es decirles a los políticos que tranquilos, que tienen impunidad. ¡Lo que van a robar, estos tíos!
  2. Que la justicia alargue el tema unos añitos (pongamos ochenta, hasta que se muera). O, como mínimo, hasta que convoquen nuevas elecciones y ella deje el cargo de forma "natural", con lo que la sentencia no tendría ninguna trascendencia. Esto es lo mejor para nuestros líderes, porque así pueden seguir con su teatro.
  3. O que la justicia la condene. Si hay condena, como mínimo quedará inhabilitada para su cargo. ¡Por fin, algo! Si la inhabilitan, ocurrirá una de estas dos cosas:
    1. Que acaten la sentencia. Obeceden a los jueces. Es decir, se les ha visto el farol, y se retiran. Fin de la historia.
    2. Que no acaten la sentencia y se presente en el Parlamento, como si nada. Entonces:
      1. Los jueces se inhiben, dicen que eso es cosa ya del Poder Ejecutivo, y el Poder Ejecutivo (el Gobierno) negocia, justifica y no actúa. Can Pixa.
      2. Se ejecuta la sentencia "por las malas". Y entonces:
        1. Los políticos valoran el sueldo que pueden perder y se callan. Fin de la historia.
        2. La rebeldía es oficial y la cosa estalla.
Esto del juicio de la Forco es, por lo tanto, el hilo que verdaderamente debemos seguir; todo lo demás es atrezzo en la obra de teatro que nos han montado. Bravatas y declamaciones. Y yo tengo para mí que, de todas formas, Madrid conseguirá apañar las cosas para que haya una salida honorable para nuestros líderes; por ejemplo, que les avise con unos meses de cuándo saldrá la sentencia y que los líderes nos monten unas nuevas elecciones (creo que toca que sean "constituyentes", pero también podrían llamarlas "de posicionamiento", o algo así), y con esas elecciones apartan a la Forco del panorama político y ganan tiempo para inventarse algo.

Por si acaso, les aviso que en su calendario hay un momento en que estaremos en una fase "post-autonómica", luego entraremos en otra "pre-independencia", y ya por fin la independencia. Como diría Don Juan, "muy largo me lo fiáis".

Por lo demás, la cosa sigue. Aquí se sigue promoviendo el odio a España, el somos diferentes, el Cataluña no es España. Así que me temo que a esta obra le quedan aún muchas representaciones.





Eagles - Take it easy

viernes, 14 de octubre de 2016

Nobel Dylan




Ha creado polémica la concesión del premio nobel de literatura a Bob Dylan. Mucha gente, por lo que parece muy alterada por la noticia, ha escrito que esto es el acabóse, que no se sabe dónde vamos a ir a parar y que esto es un pitorreo. No sé, la verdad, a qué viene tanta alteración; yo, cuando me enteré, me dije a mí mismo pues vale, y seguí con mis cosas. He ido a conciertos suyos, tengo muchos de sus discos (los buenos, creo) y todo eso, pero ya escribí aquí en otra ocasión sobre sus letras, pero esto del nobel... Pues vale.

Se dan seis premios nobel al año. Tres son científicos: de Física, de Química y de Medicina. Y tres son sociales: de la paz, de literatura y de economía.

Los tres científicos son a personas que realmente han hecho algo y que han conseguido avances de los que nos beneficiaremos todos. Pero nadie de entre nosotros sabe a quién se los dan ni porqué, ni seríamos capaces de entender lo que han hecho para merecerlo y mucho menos calibrar si el premio es justo o se lo merecía más otro.

En cambio, los tres sociales... Digamos que ninguno de los que ganan el nobel de economía se ha hecho multimillonario. Quizá porque no sabían tanto. O porque el nivel necesario para ganar un nobel en economío es menor que para hacerse multimillonario. Aunque tampoco es de extrañar: los economistas sólo saben explicar lo que ha pasado, pero no tienen ni idea de lo que va a pasar.

El nobel de la paz tampoco es que sea muy riguroso. Obama, por ejemplo, ganó el nobel sin quererlo; se lo dieron antes de que hiciera nada, y la academia explicó que tenían muchas esperanzas puestas en el muchacho. Vamos, para ir ganando tiempo. También se lo ha llevado otro que dedicó su vida a la lucha. Pero no a la lucha leal, en campos de batalla, sino a los atentados, los secuestros, los asesinatos... Y, por supuesto, nunca se arrepintió de aquello.

El nobel de la paz es un premio de risa. Al Gore tiene el premio nobel de la paz.

Y por último, tenemos el nobel de literatura. Este premio hay que entenderlo: no se premia a un coloso de la literatura mundial, alguien cuyas obras se vayan a seguir leyendo dentro de quinientos años; simplemente, no puede quedar desierto y hay que nombrar a alguien. Lo habitual es buscar algún escritor armenio, nigeriano o de las Fidji, alguien que nadie lea. Así uno puede fardar: yo sí he leído a este tipo, y tú no. Que no quita para que algunos de estos escritores valga la pena leerlos, pero también vale la pena leer a John Grisham: sus novelas son muy entretenidas.

El nobel de literatura es fácil de entender: por ejemplo, en España lo ganó Vicente Aleixandre. Éste es el nivel. El tipo pertenecía a la generación del 27, y en aquel momento estaba vivo. Para entonces yo ya había estudiado la generación del 27, y les aseguro que su nombre no figuraba por ninguna parte. Y no porque fuera antifranquista: sí estaban García Lorca y Rafael Alberti, sin ir más lejos. No, es que el tipo no tenía el nivel. El necesario para que los estudiantes supieran su nombre, digo. Para el nobel sí lo tenía.

Así que no me molesta que Dylan gane el premio nobel de literatura, porque para mí el premio nobel de literatura no significa ningún honor. Al contrario, creo que es otro motivo más de vergüenza para los premios nobel. Para los laureados, porque estar en una lista con la gente que están no es motivo de orgullo, y para la organización, porque cada vez se hunden más en el pozo del pitorreo.

La organización de los premios nobel, en mi opinión, debería establecer un nivel mínimo y tener el valor necesario para declararlo desierto todos los años que hiciera falta. 

Sin embargo, no es raro que en física, química y medicina el premio lo ganen varios a la vez: no hay premios para tantos como lo merecen.

Da que pensar, ¿no? 



Bob Dylan - Masters of war

sábado, 8 de octubre de 2016

Geoscan





Cualquier lector habitual de este blog pensará que los calculistas tenemos dos enemigos naturales, los arquitectos y los geólogos. Formalmente, por supuesto, no es así: caray, formamos equipo, colaboramos para sacar adelante los mismos proyectos. Nos ayudamos unos a otros, ¿no? Quiero decir, es nuestro trabajo. El calculista ayuda al arquitecto, el geólogo al calculista, el arquitecto al calculista, el calculista al geólogo,... ¿Entonces?

Pues la verdad, tenemos una relación cordial, colaboramos y todo eso... pero que mi trabajo sea más o menos fácil depende mucho de lo bien que los otros hagan el suyo. Y no siempre remamos en la misma dirección: las opciones que les facilitan a ellos el trabajo pueden ser las que complican el mío. Sí, es comprensible que eche pestes de los geólogos. Que piense que viven en otra realidad (porque no es la mía, claro). Que no me entiendan.

Pero luego uno trabaja con Geoscan, y ve las cosas diferentes. Ve que no es que el cocinero no me hiciera la carne a mi gusto, es que la carne era mala. Es que los geólogos con los que había trabajado eran malos, leches. Pero claro, hasta que no conoces a un buen geólogo no notas la diferencia.

En lo que a mí respecta, el trabajo de un geólogo más o menos funciona así: tengo necesidad de un conocimiento técnico del terreno, llamo al geólogo, este va allí, extrae muestras para analizar en un laboratorio, toma medidas, y prepara un informe, el EG: Estudio Geotécnico. A su vez, los EG tienen todos el mismo esquema: primero, nos cuentan lo que pasó en el Mesozoico en esa comarca, después lo que han hecho, nos dicen los resultados de sus experimentos y dan sus recomendaciones. Los médicos no siempre aciertan, ¿verdad? Pues los geólogos no suelen clavarla en sus recomendaciones. Y lo normal es que se pasen siete pueblos: como si yo les recomendara un John Deere, porque "toma muy bien las curvas".
El coche que me recomienda mi geólogo

Con Geoscan es diferente. Lo primero que uno nota es que ellos no tienen las máquinas de extraer muestras niel laboratorio. Ni son topógrafos. Todo eso lo subcontratan (bajo su estricta dirección, cuidado). Su interés no es vender metros y metros de sondeos o un porrón de ensayos. Ellos, lo que aportan, es el estudio. Aportan la ciencia geotécnica.

Puede que un médico rutinario le recete las pruebas acostumbradas y le despache con el diagnóstico habitual. Ellos no. Parece que se lo toman como una cuestión personal. Primero plantean la campaña de mediciones para saber todo lo que se necesita saber, y buscan los medios necesarios. Ahí uno ya se da cuenta que juegan en otra liga. Luego, estrujan los ensayos para sacarles toda la información posible. Y después la analizan, gran diferencia con los geólogos normales, que suelen ir a tiro hecho - ¡ah, cómo odio cuando el dato vital que les pido lo obtienen de las enciclopedias!-, y realizan complejas simulaciones por ordenador del terreno; con respecto a los demás, Geoscan parece de ciencia ficción.

En mi caso concreto, discutimos las opiniones que teníamos y las simularon en sus ordenadores para descubrir sus efectos y la configuración óptima. Y entonces, y sólo entonces, redactaron su EG. Que, a diferencia de las habituales 30 páginas, tenía 480. Y no eran de relleno, era el mejor estudio que he visto nunca. ¡Y sólo era un muro de contención de tierras!

¿Son caros? No los encontrarán en un bazar chino, y si sólo necesita un EG para cumplir un expediente no les llame. Pero si se arrepiente de haber gastado el dinero en el que le recomendó el John Deere, descubrirá que la combinación geólogo+cimentación siempre es más barata si el geólogo es Geoscan. Y, como mínimo, sentirá que el geólogo no se ha aprovechado de usted.

Que no son sus enemigos, sino sus amigos.




Etta James - Something's got a hold on me

miércoles, 5 de octubre de 2016

A todos nos gustan las listas





Al menos, a todos los usuarios de Internet. Las diez mejores, las diez peores, las lo que sea. Preferiblemente, 10, aunque se aceptan otros números.

Yo, también: voy a elegir las 10 mejores entradas de este blog. Por mejores quiero decir mis entradas favoritas, claro, pues no sé medir la calidad de una entrada. Desde luego, el favor popular no lo es, y sin eso sólo quedan intangibles. Así que elegiré las que quiera. 

¿Por qué?

Bueno, este blog tiene ya 5 años y, lo que es más importante, se acerca a las 500 entradas. Con ésta son 487, con lo que en noviembre debería caer la 500ª. Yo no apostaría a que haya otras 500 más ni a que dure otros cinco años, así que no creo que tenga muchas más oportunidades, y siempre me ha apetecido, desde que en 2012 superé la barrera de las 100. En realidad, la de las 50, lo confieso. Casi desde siempre he querido hacer esta lista.

Da todas formas, y aunque sé que en este blog nunca ha habido muchos comentarios, si ustedes quieren sugerir alguna, estoy abierto a considerarla. A fin de cuentas, ustedes son lectores asiduos y es imposible que todas las entradas les hayan gustado por igual: alguna ha debido agradarles o interesarles más que las otras. Si es el caso y su timidez no es insuperable, les invito a que lo digan en forma de comentario en esta entrada - o con un correo personal, un mensaje de Whatsapp (sí, tengo), o como prefieran. El plazo, ya saben, termina cuando publique la 499ª, que será cuando empiece la glosa de las elegidas.

Por lo demás, con esta entrada termina también mi serie de canciones de la Creedence. Podía haberla alargado - hasta incluirlas todas-, pero pienso que una selección (¡de diez!) es suficiente para mostrar lo buenos que eran. Les dejo con una de mis favoritas de siempre, la definición del rock'n'roll que es Travelin' band.





Creedence Clearwater Revival - Travelin' band

martes, 4 de octubre de 2016

El quiosco de Santa Eulalia





En la boca de metro de la estación de Santa Eulalia, la que da a la Torrassa, hay un quiosco de prensa. Esta boca de metro da servicio a los muy populosos barrios de la Torrassa y Santa Eulalia, y por allí pasan todos los días miles de personas. Por la boca de metro, y por delante del quiosco. Desde las cinco de la mañana. Sin embargo, el quiosco…



Se encuentra cerrado. Está claro que no sale a cuenta, que no debe vender suficiente número de periódicos y revistas. Y, sin embargo, los bloques que rodean al quiosco son altísimo, y aunque en general los dos barrios son obreros, esos bloques en concreto no lo son.

A ver, como ingeniero del pleistoceno ahora corresponde un lamento por aquellos antiguos quioscos, lo que suponían para los chicos - con el amplio surtido de tebeos de la época-, no tan chicos - con el amplio surtido de revistas: lo menos cuatro de motos, tres de camiones, ocho de coches, de lo que fuera-, y en general de todos los vecinos. Pero hoy no quiero hablar de los quioscos, sino de los periódicos. No sé si los quioscos cierran porque los periódicos bajan sus ventas, si los periódicos bajan sus ventas porque los quioscos cierran, si una cosa no tiene que ver con la otra o si son dos manifestaciones del mismo fenómeno. Yo, a lo que voy ahora es a que los periódicos cada vez venden menos. Y tiene su miga, porque se supone que los periodistas son los más enterados de todo. ¿No vieron venir, lo que venía? Pues se conoce que no.

Y eso que internet lleva 20 años aquí. ¿Saben que, al principio, algunos periódicos - El Mundo, por lo menos- publicaba un día a la semana listados de direcciones en internet, para que los internautas tuviéramos algún sitio interesante al que ir? Lo hacían porque, si no, no valía para nada: era como tener un teléfono pero no saber el número de nadie. Pues ya entonces decían que internet iba a ser el futuro. Y al poco, también los periódicos tuvieron su página web, y fueron poniendo noticias. Años después, empezaron a sospechar que quizás aquello les podía traer problemas. Vieron cómo se hundía la industria musical, cómo desaparecían los videoclubs, como la cinematográfica las pasaba canutas,… ¿y no creyeron que a ellos les iba a golpear duro?

Y, si lo creyeron, tan listos y tan enterados como son, ¿cómo es que no han sabido dar la respuesta adecuada? Porque lo cierto es que van cuesta abajo y sin frenos. Intentaron reconvertirse en buhoneros, como los bancos, y nada. Se les ocurrió poner de pago sus páginas en internet, y siguen cayendo. Tienen páginas web lamentables (como El Heraldo de Aragón), y tampoco. Llenan sus redacciones de becarios, y ni por esas. Para mí, que no saben qué hacer. No son tan listos.

Yo soy ingeniero, pero si fuera editor de un periódico, mi periódico sería muy diferente a los de los demás. Caray, yo intentaría ofrecer lo que mis lectores de verdad quieren. No lo que siempre les he ofrecido. Porque ambas cosas no son lo mismo.

¿Qué es lo que usted quiere cuando compra un periódico de papel? Anuncios por palabras. Bien, dejemos eso de lado por ahora. ¿Qué es lo segundo que quiere? Noticias. ¿Seguro? No, opiniones. ¿Seguro? ¿Un poco de ambas? No exactamente.

Usted quiere noticias, pero no quiere noticias. Que se ha caído un árbol en la calle Legazpi, que el pedrisco ha arruinado la feria de calabazas de Quintorrincón y que los vecinos de El Mantecar piden que Fernández haga caso a sus demandas de más papeleras. Que han violado a una niña en Catecarruyos y que han asaltado un banco en Gorostiz. ¿Para que le digan eso, compra usted el periódico? Para eso ya está la web. Usted lo que quiere es estar informado de lo que pasa, y no es eso. Usted lo que quiere es que le informen del hecho, y que se lo expliquen. Que le digan qué consecuencias puede tener, o cómo hemos llegado hasta aquí; si es un buen síntoma o malo, o cómo se relaciona ese hecho con otros cercanos en el tiempo o en el espacio.

Yo, cuando leo la prensa, veo dos tipos de noticias: las de agencias y las firmadas. Las de agencias, en mi opinión, se las pueden ahorrar: esa información está en internet desde mucho antes. Aportan un conocimiento inútil, sin interés y caduco.  Y las firmadas, oiga, las firma un periodista. Puede que incluso un licenciado en periodismo. Seguro que puede dar su opinión, ¿no? Que si es un pardillo, ya aprenderá.

Ademas, ¿saben? Cuando leo los artículos que se limitan a resumir (o engordar por repetición) declaraciones de mindundis, y "entrecomillan" para que sepamos que esas fueron "sus exactas palabras",... yo me siento estafado. Me han tomado el pelo, porque me han hecho perder un tiempo precioso (cuando menos) para leer una mierda de artículo.

Así que el periódico que yo quiero tendría pocas noticias, pero bien tratadas. No quiero que un becario vaya a una rueda de prensa del parlamento local y tome nota de lo que se diga: quiero que me cuente cómo están las cosas allí, qué está pasando de verdad. Quiero que me diga cómo lo ve él.

Aparte pueden estar los popes y vacas sagradas. Los que no aportan ninguna noticia, pero dan los artículos de opinión. Artículos de estos los hay muy buenos, pero por desgracia se cuelan de vez en cuando algunos infumables. A menudo, de firmas invitadas: expertos en un tema, pero que no saben escribir un relato. Estos artículos habría que quitarlos. Para que alguien merezca un espacio de opinión, ha de merecerlo; de lo contrario, que aporte una noticia. Una noticia, o un hecho. Algo importante y que desconozcamos, y nos ilustre. Por ejemplo, que nos informe sobre las extracciones de petróleo, de gas o de cualquier tierra rara, y luego nos explique bien lo que implica esa información. Quiero decir, que se busque un tema de interés (que deba interesarnos, aunque ahora no nos interese).

¿Cuántos artículos interesantes le presenta su periódico, a la semana, sobre el cambio climático? ¿Es que el tema no tiene interés? O sobre la evolución demográfica, la gestión de los recursos naturales, la hidrología de nuestra región… Hay muchísimos temas que son importantes y merecen el espacio, por delante de que una mujer de 64 años haya sido atendida por intoxicación de humo en Valencia.

Yo no pido que mi periódico me informe de todo. Para informarme tengo internet. Yo quiero que me informe bien, aunque no se llegue a todo. 



La Contraportada: muchos periódicos dedican la última página a una entrevista chorrona a alguien peculiar. Alguien sin ningún interés salvo su peculiaridad: por ejemplo, un tipo que dice que lleva seiscientos años sin hacer caca y que ése es el secreto de su longevidad. El entrevistador le hace una serie (a menudo numerada) de preguntas ridículas y que son las mismas sea quien sea el entrevistado, un cuestionario fijo, o son preguntas que animan al personaje a contar su extravagante historia. Y ya está. Quiero decir, en la última página del periódico un tipo dice que el secreto de la vida eterna es no hacer caca, y el periodista no dice absolutamente nada. No tiene nada que decir. Un personaje puede opinar que la medicina china cura el cáncer, que a las niñas no se les debería enseñar Matemáticas o Gimnasia, o que Cervantes escribió el Quijote en catalán pero hubo una conspiración, y el periodista no dirá nada. 

Y al acabar la página, yo pienso: menuda imbecilidad me acaban de hacer leer.

Por eso no leo nunca la última página de los periódicos.





Creedence Clearwater Revival - Up around the bend

domingo, 2 de octubre de 2016

Q V O V A D I S P S O E



Todo empezó con Figatélix; creo que todos advertimos, en su momento, que el tipo se estaba cargando no sólo a España sino también al PSOE. Y que si bien España era fuerte y sobreviviría (no ilesa, pero sobreviviría), su partido iba a tardar 200 años en recomponerse. Tener como ministra de Sanidad a Leire Pajín o de Igualdad a Bibiana Aído (y establecer como principio máximo de la legalidad española una ley que discrimina brutalmente según su sexo), fomentar el independentismo (no dirá que no se le advirtió de lo que hacía) o negar que hubiera crisis, gastar como un manirroto para demostrarlo y proclamar urbi et orbi que aquí habría papeles para todos, con su educación, sanidad y apoyo económico... Todas esas boutades e insensateces no iban a salir gratis. Nuestra sociedad lo está pagando, porque le elegimos como nuestro líder, pero su partido también.

Si al menos el PSOE hubiera hecho como los alemanes, que renegaron de los nazis y adujeron que ellos no sabían, que no tenían elección, que también fueron víctimas... Pero no. Nadie renegó de él. Siguieron aclamándole como el más grande (Carme Chacón aún lo hace, y no sólo ella), y no han pedido perdón.

Y, sobre todo, insisten en apoyar el error más grande de Figatélix, aquel por el que debió haber sido estrangulado al nacer: trajo de vuelta el odio de la II República. El objetivo principal de Figatélix fue la revancha de los perdedores de la Guerra Civil; casi parecía que él creía que la guerra aún no había terminado y que podía obtener la victoria definitiva. No le importó que los odios hubieran muerto hace muchísimos años. No, en él no. Y, para él, quien se le opusiera era del otro bando. Gracias a él, cualquier  chica que muestre las tetas en una misa gritando que arderán como en el 36 puede ser concejal y cargo importante en el ayuntamiento de Madrid. 

Así que ahora el PSOE empieza a pagar sus deudas. No me dan pena; que aprendan a elegir mejor a sus líderes. Y estos, a las federaciones que les apoyen. Porque ¿donde van, si han de hacer campaña por España alardeando de su sintonía con el PSOE catalán y el balear?

No sé si habrá terceras elecciones. Yo creo que sí: Rajoy dirá que antes de ir a una nueva sesión de investidura, quiere llegar a un acuerdo con el PSOE, pero que para ello necesita que el PSOE se acuerde consigo mismo y presente una voz única, con garantía de continuidad y respaldo. Y que luego, cuando tenga ese acuerdo, volverá a negociar con Ciudadanos, no antes. Y luego deberá ir a hablar con el Rey, pedirle que éste inicie una nueva ronda de consultas para proponerle, que se convoquen las sesiones de investidura, y... ups, se pasó el plazo, qué mala suerte. 

Y terceras elecciones. El PSOE, sin candidatos, sin discurso, habiéndose retratado como "a favor de Rajoy"... Miren, en este país, la teoría dice que votamos a diputados regionales, pero en realidad votamos a un único candidato de todo el país. El que vota a Podemos sabe que Iglesias nunca votará a Rajoy, pero el que vote al PSOE no sabe a quién está votando en realidad. Es muy posible que sospeche que su voto acabará siendo un sí a Rajoy, sabe que su candidato nominal (sea quien sea) no es de fiar y además no será el quien gobierne, seguro que apoyará a uno de los otros dos. Así que, si prefiere a Iglesias antes que a Rajoy, creerá que mejor votar directamente a Iglesias. Si prefiere a Rajoy, es muy probable que vote a Rivera, porque sabe que éste no apoyará a Iglesias y sí pondrá condiciones a Rajoy, menos da una piedra. El caso es que el PSOE no creo que saque más de 40 diputados. Al tándem PP-C's le faltaban seis diputados para la mayoría absoluta; si el PSOE suelta 45, raro será que no pesquen ellos los necesarios. Rajoy presidente, y con mayoría absoluta.

Visto así, ¿porqué iba Rajoy a forzar las cosas para tener un gobierno en minoría y darle aire al PSOE?  Sobre todo porque, no nos engañemos, Podemos no es tan fiero como lo pintaron, no llegará a ser una alternativa de gobierno, como no lo fue el PCE (ya he contado en alguna ocasión el miedo que existía en 1977 a que sí lo fuera). Rajoy tiene una ocasión de oro para asegurar años de gobierno del PP, del PP con C's o quizás sólo de C's (¡quién sabe!), y no creo que la desaproveche.

Así que volvemos a la pregunta del título. ¿Quo vadis, PSOE? Pues yo te lo diré: al mismo sitio al que habéis ido en el Parlamento de Cataluña o en el Ayuntamiento de Barcelona: a la irrelevancia. Suerte tenéis de Andalucía, que si no...



Creedence Clearwater Revival - Have you ever seen the rain?

sábado, 1 de octubre de 2016

La construcción tras la guerra (y III)




En esta tercera entrega de la serie me interesa saber cómo vivían los obreros en la posguerra. Según la verdad oficial establecida en España desde la hégida de Figatelix, en aquellos años se vivía muy mal, no podía ser de otra manera. Hambre, esclavitud, fusilamientos, trabajos forzados, represión. Llanto y rechinar de dientes. ¿Es cierto, eso? Yo no lo voy a resolver; tan sólo traigo el apartado del libro, les recuerdo que escrito en 1943, que tiene como objeto el que el personal de las constructoras pueda saber lo que va a costar una obra. Es decir, les ayuda a estimar los costes reales que van a tener; no tiene sentido engañarles en ese momento. De esta información, deduzcan ustedes el resto.

Los precios simples de jornales que hay que considerar para la deducción de los precios de las unidades de obra se componen de la parte que el obrero percibe por su trabajo más la correspondiente a los gastos sociales, muy importante en la actualidad, como veremos a continuación.
Aquí tengo que hacer una advertencia: se pagaba en jornales: a tanto el día. Hoy trabajas, hoy te pago. Mientras haya trabajo, tu vienes y trabajas y yo te pago; cuando se acabe el trabajo, esperaremos a la siguiente obra. 

¿Es esto anacrónico? En absoluto: he trabajado en fábricas en las que se seguía pagando los viernes en metálico (en un sobre marrón, seguro que mucha gente sabe a cuáles me refiero), y el sector de la cosntrucción sigue siendo así, contratos denominados precisamente "por obra". Se extinguen cuando se acaba el tajo contratado: te contrato para que alicates diez cuartos de baño, cuando estén hechos te vas. Sigue existiendo la figura del listero, que apunta los que ese día se han presentado en el tajo y por lo tanto cobrarán (en las obras pequeñas esta tarea la hace el encargado), y la verdad es que las cosas no han cambiado demasiado. En el sector de la construcción, me refiero. Y, si lo piensan, sigue habiendo muchos trabajos en los que la paga es por día. La mujer de la limpieza, por ejemplo. Músicos de orquesta, camareros de temporada, recolectores en el campo, trabajadores de ETT,... hay muchos ejemplos. 

Y, sí, sigue presentándose cada día en las obras gente en paro para saber si hay necesidad de lo suyo: caravisteros, yeseros, encofradores, peones,...
Los gastos y seguros, hoy vigentes en España, son los siguientes:
1) Seguros de accidentes, invalidez y muerte: Este seguro es obligatorio y pagado totalmente por el patrono, que suscribe pólizas de seguro con Compañías especiales; el obrero cobra, en caso de accidente, el 75°% del jornal con asistencias médica y farmacéutica gratuitas; en casos de invalidez y muerte, el Estado tiene marcadas las indemnizaciones a pagar por las Compañías aseguradoras. El importe de este seguro es variable con el riesgo, o sea con la profesión, aunque para obras de albañilería puede estimarse en un 7% del importe del jornal, pagándose sobre jornal trabajado.
Bien, lo primero que vemos es que el ingeniero avisa que los gastos sociales (lo que no es directamente el jornal del obrero) son una parte importante del gasto que supone el obrero. Esto es, el jornal del obrero no es sólo lo que cobra, sino lo que cobra más los gastos sociales que el patrono no paga al obrero sino a terceros, en su nombre. Por ejemplo, seguros de accidentes, invalidez y muerte. ¡Vaya, como ahora!

Por cierto, en aquel momento no había una Tesorería de la Seguridad Social que pudiera hacerse cargo; para eso existían las Mutualidades. ¿Anacrónico? En absoluto: yo sigo teniendo mis seguros de accidente, invalidez y muerte con la Mutua de Ingenieros. Los profesionales liberales siguen teniendo las mutuas, y otras profesiones también. Es cierto que el PSOE, ante la enorme cantidad de dinero que llegaron a amasar algunas mutualidades (como la de empleados de Telefónica), decidió expropiarlas y que pasaran los mutualistas a ser de la Seguridad Social, en régimen general (fue un robo descarado, pero el PSOE de González hacía cosas de estas todos los días, porque era lo progresista, y a los empleados de Telefónica, que les den), pero aún quedan. Sin ir más lejos, MUFACE, la de los funcionarios. Porque a los empleados de Telefónica se les podía robar, pues aunque miles son sólo unos pocos, pero los funcionarios son demasiados.
2) Subsidio familiar: Seguro estatal obligatorio, en virtud del cual el obrero percibe gratificaciones mensuales que dependen del número de hijos menores de 14 años que tenga. Este subsidio es de pago mixto, verificándose a razón del 5% del jornal por el patrono y del 1% por el obrero. Se paga sobre jornal trabajado.
No sé si han oído la expresión, refiriéndose a los recién nacidos, "venir con un pan debajo del brazo". Desde luego, tras la guerra civil era importante fomentar la natalidad.
3) Subsidio de vejez: Seguro estatal obligatorio para todos los trabajadores con sueldo menor de 6000 pesetas anuales y desde los 18 a los 60 años. Al llegar a esta edad el obrero percibe 3 pesetas diarias. El importe de este subsidio es del 3% de los jornales trabajados.
Sorpresa: la jubilación de los obreros era a los 60 años. Tres pesetas no era mucho, es verdad, pero hay que preguntarse si en 1943 España se podía permitir más.
4) Cuota sindical: Importa el 2% del jornal, pagándose por el obrero el 0,5% y por el patrono el 1,5%.
No es el momento de entrar sobre el carácter político de los sindicatos de entonces. De hecho, ¿qué más da? Lo importante es que el sindicato tenga un carácter social, de intentar mejorar las condiciones de los obreros. Así que no sé si los sindicatos de ahora ganarían la comparación con los de entonces.
5) Subsidio de enfermedad: Seguro estatal que garantiza la asistencia médica y farmacéutica, así como la indemnización por falta de retribución, en caso de enfermedad o accidente ocurrido fuera del trabajo. Se paga por partes iguales entre el patrono y el obrero, a razón de un tanto por ciento del jornal, que varía con el importe de éste, pero para los jornales corrientes en la construcción puede estimarse en un 6%.
Vaya. Parece ser que el obrero de la época no estaba tan desprotegido como creíamos.

Pero aún hay más:
Aparte de estos seguros y gastos el obrero tiene derecho a las siguientes mejoras:


Curioso, ¿verdad? El obrero tenía derecho a ocho días de vacaciones pagadas al año (el jornal se le prorrateaba entre los días útiles máximos del año), y a los domingos: se trabajaba los sábados, y aún se hace - aunque sólo por las mañanas. Los domingos, eso sí, se los tenía que ganar semana a semana: si una semana no trabajaba, tampoco cobraba la parte de ese domingo, y si trabajaba tres días de los seis, se le pagaba medio domingo. El otro medio, en esta obra en concreto, no se lo había ganado. Era cosa del obrero buscarse otra obra, en la que le pagaran el medio domingo restante (y el jueves, viernes y sábado que aquí no iba a trabajar). 

Los festivos decretados por el Estado (entonces "unos 10", ahora 14) el obrero también tenía derecho a cobrar su jornal, en función de lo que hubiera trabajado.

Y luego están los días de lluvia. Eso sí, debe empezar a llover una hora después de empezar, no antes. Por cierto, si no son ustedes del gremio: los días de lluvia se anotan en el registro de la obra, porque son causa justificada de retrasos en los plazos. Pero para que el día se considere de lluvia, el servicio metereológico local ha de declararlo (en función del agua caída ese día), no vale el capricho del encargado o del obrero. Y sí, hay veces en las que el patrono quiere que llueva, pero por esto de los retrasos: porque permite ganar tiempo (para recibir material, para que fragüe el hormigón, o, no les voy a engañar, para que los ingenieros y arquitectos terminemos los proyectos y desarrollemos los detalles que faltaban, me ha pasado) sin penalizaciones.

Lo de la fiesta voluntaria también se hace hoy en día. Si ir más lejos, san Antonio de Padua, el 13 de junio. El lunes siguiente, si no es lunes, en Cataluña. O san Eloy, el 1 de diciembre. O san José Obrero, el 19 de marzo... No son festivos del Estado, son días que es fiesta en el sector. Otros ejemplos, en empresas pequeñas, es cuando se casa el hijo del dueño. O se muere (en un accidente de motocicleta, la misma semana en la que empecé a trabajar).

Total, que vemos que el obrero cuesta, en realidad, vez y media lo que aparentemente gana. No 16 pesetas diarias, sino 23. Esto, que pasaba entonces y sigue pasando ahora, muchos obreros, y muchísima gente en realidad, no lo ve. Es curioso.

Otra historia es si las 6.633 pesetas que cobraría un peón de la construcción al año (si trabajara todos los días útiles del año con los días de enfermedad lógicos) son muchas o pocas pesetas. Yo, para lo que es un peón de la construcción, no creo que fueran pocas. No en vano, la gente dejó los pueblos y se fue a vivir a las ciudades y a otras regiones. Por algo sería. 



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