Formalmente sí, esta claro. El discurso oficial de todos es que éste es un país democrático. Parece ser que se hacen unas elecciones, la gente va, vota a quien prefiere, se cuentan los votos y quien obtiene más votos gana y normalmente gobierna.
Pero si así fuera, España sería muy de derechas. El PP, de filiación indiscutible, ha ganado el gobierno estatal y el de casi todas las comunidades autónomas; en las que no, casi: en Andalucía fue el partido con más diputados, en Asturias no gobierna por su secesión en dos mitades, en el País Vasco sostiene al partido en el gobierno, y en Cataluña... no, ahí no, pero el partido que manda también es de derechas.
Además, es el partido principal en casi todas las capitales de provincias, en casi todas las ciudades importantes y en la mayoría de los municipios.
Sin embargo...
Consulto muchos medios de comunicación: televisión, radio, prensa escrita, Internet,... Salvo algunos julais tipo Intereconomía y unos cuantos medios, la inmensa mayoría son de izquierdas. Casi todos los periodistas que leo o escucho son de izquierdas. El 99% de los blogs de opinión son de izquierdas y el 120% de los blogs que repiten opiniones (fabulosa web www.meneame.net) son de izquierdas.
Si me salgo del ramo de los periodistas, también es muy habitual que den su opinión los ¿intelectuales? ¿artistas?... no sé describirlos pero sí que saben a quiénes me refiero: actores, directores de cine, grupos de jueces y fiscales, cantantes y cantautores, escritores de éxito y escritores malditos, diseñadores de moda, diseñadores de no sé qué es, ... la lista sería larguísima. Por lo general, estos colectivos son de izquierdas. Puede que haya alguno que apoye al PP, pero es que hay mucho intrusismo en la profesión. El verdadero artista o intelectual es de izquierdas.
Pero eso es "la opinión pública-da". ¿Y si hiciera una encuesta en mi entorno? Eso es más fácil. Salvando algunos familiares y un par de antiguos compañeros, yo diría que no conozco a nadie pro-PP. Conozco a mucho furibundo anti-PP, a mucho "de izquierdas, por supuesto", y a mucho "los políticos son todos iguales, que les vote Rita". Pero es que estos últimos son en realidad de izquierdas; para ellos no votar es no votar al PSOE, ya que votar al PP es una opción que no se contempla.
Y, por descontado, cualquier joven que conozco es anti-PP. Y no de ahora, cualquier joven que he conocido en cualquier momento era anti-PP. ¿Porqué? No me lo explico. Podría pensarse que es algo de la edad, que se pasa con el tiempo, pero como tampoco conozco a personas maduras que sean del PP, pues no creo que sea eso.
Sí es cierto que conozco a gente pro-PP. Padres de antiguos compañeros de mi infancia, lo que equivale a describir a personas que crecieron en la postguerra, medraron con Franco y consiguieron sacar adelante una familia en un mundo preconstitucional. Gente a la que le fue razonablemente bien, que sufrieron (supongo yo) penurias y contratiempos pero que estudiaron, trabajaron, y en general sobrevivieron con dignidad. Estas personas, ya digo, no percibieron aquellos años como el infierno en la tierra que nos describen los libros de historia escolares, y no han considerado que la derecha fuese una opción inaceptable.
Pero, como digo, éstos los percibo como apenas una minoría, una simple muestra de que en el mundo hay "gente pa'tó".
¿Entonces?
¿Es posible que yo me mueva en los ambientes más prorrevolucionarios posibles? Lo dudo. Más bien no. Es posible que yo me mueva en ambientes representativos pero que por pura mala suerte, sólo encuentre a los izquierdistas que son la excepción en esos ambientes, pero también lo dudo. Esto último más, pues por estadística lo considero sencillamente imposible.
Así pues, se me ocurren otras dos posibilidades.
La primera, que los resultados de las elecciones sean falseados sistemáticamente por una clase dominante que nos tiene engañados. Es una opción a tener en cuenta, ¿no? Cuadra con el hecho de que la inmensa mayoría de mis conocidos sean de izquierdas y con que los resultados de las elecciones son a favor de la derecha.
La otra opción sería que la gente me mienta. Que me muestre que son de izquierdas, pero que en el momento clave voten a la derecha. Y que luego niegue haberlo hecho, claro. Y no solo la gente que conozco, también los periodistas, los artistas-intelectuales, los blogueros y usuarios de internet,...
Esta opción también sería posible, cuadra con todos los datos que tengo hasta ahora. Sólo que no le encuentro explicación.
Otra cosa que tampoco entiendo de la política es que todo el mundo piensa - o como menos así se refleja en la mayoría de los artículos de opinión y manifestaciones públicas- que lo que nos pasa, los millones de parados, la crisis económica, el futuro sin futuro que vemos, el desprecio internacional que sufrimos, todo, es culpa del Gobierno. Del Gobierno de ahora, se entiende. Los que mandaban hace cuatro meses gritan que todo es culpa de los nuevos y que nos están llevando a la ruina; que si hubiéramos sido listos y les hubiéramos dejado seguir a ellos, nada de lo que está ocurriendo nos pasaría. Y todos estamos de acuerdo con ellos y les jaleamos.
Por otro lado, no sé porqué me meto en estas disquisiciones, en estos berenjenales. Yo soy ingeniero. Y un ingeniero muy ingeniero, por si hace falta decirlo. No entiendo a las personas y no sé porqué hacen lo que hacen; yo sólo sé de números.
Quizá esto explique por qué los ingenieros no somos los que controlamos el país. Ni éste ni ningún otro, por añadidura.
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