Hace 3 años escribí esta entrada en la que contaba que en Venezuela habían depreciado el bolivar, llamado a partir de entonces "bolívar soberano" y que equivalía a 100.000 bolívares, hasta entonces llamados "fuertes" porque sustituían desde 2008 a los bolívares de toda la vida, en razón de 1 bolivar fuerte por 1.000 bolívares. El bolívar soberano equivalía, pues, a cien millones de bolívares de 2008.
El otro día crearon el "bolívar digital", que sustituye al "bolívar soberano". 1 bolívar digital es un millón de bolívares soberanos. Cien billones de bolívares de 2008. Aparentemente el cambio es porque es fácil dividir los precios de las cosas por millones. ¿Espeluznante? No, lo espeluznante es que el billete de valor más alto, el de millón de bolívares soberanos, valía 25 centavos de dólar. Ahora ese valor será una moneda, la de valor más bajo, y harán billetes entre 5 y 100 bolívares (digitales).
En 2008 tuvieron que dividir su moneda por mil. A los diez años, fue por cien mil. Tres años después ha tenido que ser por un millón. Vamos, que todo indica que el año que viene o el siguiente será por 10 millones. Ya da igual.
Hoy 1 bolívar digital vale 25 centavos. En 1998, esos 100 billones de bolívares equivalían a 200.000 millones de dólares. Si usted los tuviera en ese momento y hubiera guardado su enorme fortuna en una caja gigantesca y la hubiera guardado en bolívares, hoy tendría eso, 25 centavos. Ahora imagine que usted tuviera lo normal en una persona.
Por decirlo de otra forma: el ritmo seguido en Venezuela estos tres últimos años de bolívar soberano es como si cada día el banco, el gobierno o quien usted elija le quitara (repito, cada día) el 1,25% del dinero que usted tuviera. Puede que no le pareciera mucho, lo paso a mensual: cada mes le desaparecerá el 31% de lo que tenga. O anual: imagine que cada año viene el recaudador de impuestos y se le lleva el 99% de lo que tenga en ese momento. Tiene usted un millón de bolívares y le quitan el 99%: le queda el 1%, diez mil. Al año siguiente el recaudador vuelve a llevarse el 99%, ahora de sus diez mil: le deja cien. Y el tercer año se lleva el 99% de sus 100, dejándole... 1 bolívar. Bien, eso es lo que ha pasado. Pero, claro, a usted le importaría cuando tenía un millón, también cuando consideraba que sólo le quedaban diez mil. Cuando vió que tenía cien, cuando vio que sólo le dejaban 1 euro, la cosa ya dejó de importarle. Le habían quitado todo, ¿qué más le daba lo que pasara ahora? Da igual lo que pase con el bolívar, porque el bolívar, se llame como se llame, no tiene ningún valor. Ni para jugar al monopoly.
En realidad, los bolívares no valen para nada porque allí se trabaja en dólares: en marzo de 2019 hubo un apagón durante días y los comercios no pudieron cobrar con tarjeta. Como al mismo tiempo les faltaban billetes (es Venezuela) y además para cualquier gasto había que llevar una cantidad enorme de billetes encima (imagine que usted tiene que ir al mercado y sólo puede llevar monedas de 1 y 5 céntimos, pero en billetes), autorizaron los pagos en dólares. Los comerciantes entonces etiquetaron sus productos en dólares, porque si los etiquetaban en bolívares o cambiaban todos los días los precios o los artículos perderían su valor, y desde entonces, en la práctica, están dolarizados.
Así que la depreciación no afectará a la calle, allí no están los bolívares. Pero sí que nos indica cómo les van las cosas por esos pagos.
Lo que nunca he entendido de la política es qué lleva a un hombre que se da cuenta de que lo está haciendo mal a no renunciar y que lo intente otro. Que digo yo que se estarán dando cuenta.