martes, 17 de abril de 2018

Acta est fabula




Es el lema de Tabarnia, Acta est fabula. La farsa se ha acabado. Y viene que ni anillo al dedo en estos momentos.

Sí, lo confieso. Llevo dos, tres semanas, puede que más, sin leer las noticias de la prensa sobre Cataluña. Ya ni sé el status de Puchi, ni me interesa. Para mí, toda esta farsa ya está acabada, ya sé el final, he descubierto al asesino y el chico se va a casar con la chica; me he levantado y me estoy yendo, para evitar las aglomeraciones de cuando enciendan las luces. 

Hace tiempo que pienso que el prusés ha sido como una pelea de boxeo. Los indepes eran un boxeador cantamañanas, que habla y provoca al campeón mientras baila a su alrededor, siempre lejos de su alcance. El Estado, el campeón, quieto en el centro del ring. El aspirante lanza golpes y se aleja, pero el campeón apenas se inmuta. El público, enfervorizado, ruge y chilla al campeón que lo noquee de una vez, mientras la claca del cantamañanas no cesa de decir que lo tiene justo donde lo quería, en el centro del ring, y que apuesten por el aspirante porque en cualquier momento el campeón va a caer, ¿no ven que ni se mueve?

Y de pronto, cuando creemos que el aspirante está  haciendo daño de verdad (y no se ha dado cuenta de que se ha puesto a tiro), el campeón suelta un derechazo brutal al hígado del aspirante y acto seguido la izquierda le rompe la mandíbula. Esto, para mí, fue el discurso del rey el 3 de octubre, aquellos 20 minutos que dejaron claro que jamás se iba a llegar a Ítaca, y la manifestación del 8 de octubre que dejó bien claro a todos que "ellos" no son Cataluña, sino tan solo un puñado de catalanes.

Y el 27 del mes, el derechazo final, el 155, el aspirante cae a la lona. Empieza la cuenta del K.O., la claca del aspirante no sabe qué hacer. Unos gritan que se levante, otros creen que es un truco del aspirante para levantarse con más brío y desmoralizar al campeón, loss gritan que el combate está amañado y el árbitro comprado. Protestan porque el campeón está usando los puños, y eso no se vale, eso es violencia innecesaria y tampoco era para tanto, el aspirante no había hecho nada que mereciera esos golpes.

Entonces surgió Tabarnia, el gran invento catalán de este siglo. Y el lema que idearon, acta est fabula, se hizo realidad. Empieza la cuenta de diez... y sonó la campana en el nueve, un juez alemán la ha hecho sonar. Llevan al aspirante a su asiento, grogui perdido. Formalmente la pelea no ha terminado, quedan asaltos, pero todos sabemos, el campeón, el público, y también los del cantamañanas aunque se nieguen a reconocerlo, que la pelea sólo va a acabar de una manera, con el aspirante saliendo en camilla para jamás volver a siquiera caminar. Yo, ya digo, hace tiempo que me he levantado y me marcho del pabellón (en la época en la que se disputaban veladas de boxeo se denominaban "palacio de los deportes", a mí que me registren).

Ya no sigo las andanzas de Puchi, los aspavientos y las salidas de tiesto de los indepes, la política catalana en general. La veo como cosa pequeña, insignificante, mero pasatiempo para personas aburridas. Lo que a mí me preocupa es el futuro en general. ¿Qué va a pasar con la economía? Las mayores empresas, casi todas las de caché, se han mudado. ¿Tendrá consecuencias? ¿Qué vamos a hacer con los dos millones de catalanes que nos odian? ¿Tendremos que seguir conviviendo con ellos? ¿Va a crecer ese odio (no, más no es posible), se va a mantener, va a atenuarse?

¿Qué va a pasar con la escuela?

¿Qué va a pasar con TV3? ¿Seguirá siendo Cataluña el cortijo de los indepes?

¿Desmantelarán por fin a los Mossos, nuestra Gestapo?

¿Cambiará algún día la norma no escrita de que cualquier líder de cualquier organización de cualquier tipo ha de ser indepe y la organización también ha de serlo oficialmente? 

¿Cómo podemos conseguir que jamás vuelva a pasar nada parecido? 

¿Cómo saldremos de todo esto?

Cuestiones, todas ellas, para tratarlas otro día.




Europe -The final countdown (versión a capella de los Hullabahoos)