Todo empezó con Figatélix; creo que todos advertimos, en su momento, que el tipo se estaba cargando no sólo a España sino también al PSOE. Y que si bien España era fuerte y sobreviviría (no ilesa, pero sobreviviría), su partido iba a tardar 200 años en recomponerse. Tener como ministra de Sanidad a Leire Pajín o de Igualdad a Bibiana Aído (y establecer como principio máximo de la legalidad española una ley que discrimina brutalmente según su sexo), fomentar el independentismo (no dirá que no se le advirtió de lo que hacía) o negar que hubiera crisis, gastar como un manirroto para demostrarlo y proclamar urbi et orbi que aquí habría papeles para todos, con su educación, sanidad y apoyo económico... Todas esas boutades e insensateces no iban a salir gratis. Nuestra sociedad lo está pagando, porque le elegimos como nuestro líder, pero su partido también.
Si al menos el PSOE hubiera hecho como los alemanes, que renegaron de los nazis y adujeron que ellos no sabían, que no tenían elección, que también fueron víctimas... Pero no. Nadie renegó de él. Siguieron aclamándole como el más grande (Carme Chacón aún lo hace, y no sólo ella), y no han pedido perdón.
Y, sobre todo, insisten en apoyar el error más grande de Figatélix, aquel por el que debió haber sido estrangulado al nacer: trajo de vuelta el odio de la II República. El objetivo principal de Figatélix fue la revancha de los perdedores de la Guerra Civil; casi parecía que él creía que la guerra aún no había terminado y que podía obtener la victoria definitiva. No le importó que los odios hubieran muerto hace muchísimos años. No, en él no. Y, para él, quien se le opusiera era del otro bando. Gracias a él, cualquier chica que muestre las tetas en una misa gritando que arderán como en el 36 puede ser concejal y cargo importante en el ayuntamiento de Madrid.
Así que ahora el PSOE empieza a pagar sus deudas. No me dan pena; que aprendan a elegir mejor a sus líderes. Y estos, a las federaciones que les apoyen. Porque ¿donde van, si han de hacer campaña por España alardeando de su sintonía con el PSOE catalán y el balear?
No sé si habrá terceras elecciones. Yo creo que sí: Rajoy dirá que antes de ir a una nueva sesión de investidura, quiere llegar a un acuerdo con el PSOE, pero que para ello necesita que el PSOE se acuerde consigo mismo y presente una voz única, con garantía de continuidad y respaldo. Y que luego, cuando tenga ese acuerdo, volverá a negociar con Ciudadanos, no antes. Y luego deberá ir a hablar con el Rey, pedirle que éste inicie una nueva ronda de consultas para proponerle, que se convoquen las sesiones de investidura, y... ups, se pasó el plazo, qué mala suerte.
Y terceras elecciones. El PSOE, sin candidatos, sin discurso, habiéndose retratado como "a favor de Rajoy"... Miren, en este país, la teoría dice que votamos a diputados regionales, pero en realidad votamos a un único candidato de todo el país. El que vota a Podemos sabe que Iglesias nunca votará a Rajoy, pero el que vote al PSOE no sabe a quién está votando en realidad. Es muy posible que sospeche que su voto acabará siendo un sí a Rajoy, sabe que su candidato nominal (sea quien sea) no es de fiar y además no será el quien gobierne, seguro que apoyará a uno de los otros dos. Así que, si prefiere a Iglesias antes que a Rajoy, creerá que mejor votar directamente a Iglesias. Si prefiere a Rajoy, es muy probable que vote a Rivera, porque sabe que éste no apoyará a Iglesias y sí pondrá condiciones a Rajoy, menos da una piedra. El caso es que el PSOE no creo que saque más de 40 diputados. Al tándem PP-C's le faltaban seis diputados para la mayoría absoluta; si el PSOE suelta 45, raro será que no pesquen ellos los necesarios. Rajoy presidente, y con mayoría absoluta.
Visto así, ¿porqué iba Rajoy a forzar las cosas para tener un gobierno en minoría y darle aire al PSOE? Sobre todo porque, no nos engañemos, Podemos no es tan fiero como lo pintaron, no llegará a ser una alternativa de gobierno, como no lo fue el PCE (ya he contado en alguna ocasión el miedo que existía en 1977 a que sí lo fuera). Rajoy tiene una ocasión de oro para asegurar años de gobierno del PP, del PP con C's o quizás sólo de C's (¡quién sabe!), y no creo que la desaproveche.
Así que volvemos a la pregunta del título. ¿Quo vadis, PSOE? Pues yo te lo diré: al mismo sitio al que habéis ido en el Parlamento de Cataluña o en el Ayuntamiento de Barcelona: a la irrelevancia. Suerte tenéis de Andalucía, que si no...
Creedence Clearwater Revival - Have you ever seen the rain?