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lunes, 15 de agosto de 2022

Un imperio de ingenieros

https://www.youtube.com/watch?v=WI7YCYR4EyM 

 

 

Durante la pausa de la comida en una visita a obra en Valencia aproveché para dar un paseo por el barrio. Encontré una librería (a punto de cerrar, era la hora de comer); entré, ví rápido un libro que pensé que podría gustarme y sin pensármelo mucho lo compré (ya a oscuras). El libro se titulaba "Un imperio de ingenieros", rezando el subtítulo "una historia del Imperio español a través de sus infraestructuras", y eran sus autores Felipe Fernández-Armesto y Manuel Lucena Giraldo. Cuando lleguen las vacaciones de verano lo leeré, pensé. Y a la cartera.

Llegadas las vacaciones, llegó el momento. ¿Fue un acierto comprarlo o una pérdida de dinero?

Fue un gran acierto.

El imperio español fue especial, único. Antes y después que él hubo imperios asombrosos, pero fueron imperios territoriales. Imperios donde podías ir con relativa facilidad de una punta a la otra, y aunque fueran extensísimos no había entre extremos las distancias que sí se daban en el español. Hablo, claro, de imperios preindustriales. También hubo imperios extensos, como el portugués, el inglés o el holandés, pero eran imperios "costeros": de las costas y de los puertos clave no salían. Sólo el español penetró en los territorios. Y no (sólo) con ánimo de explotarlos, sino también de desarrollarlos. Porque esa fue otra característica que los imperios costeros de su época no tuvieron: al igual que hicieron los romanos, modelo de imperio para aquellos españoles, ellos incorporaron los territorios a su monarquía, para ellos tan súbditos del rey eran los peninsulares como los no peninsulares.

Y para esa asimilación, los ingenieros resultaron fundamentales.

El libro, que cuenta todas estas cosas, es entretenidísimo. Supongo que en las próximas entradas traeré a colación cosas que cuenta, pero ahora quiero, a modo de introducción, referirme a dos detalles de cómo era, en la Edad Moderna, la profesión de ingeniero en España.

Según estudios, en el siglo XVI había 4 categorías de "ingenieros": teóricos, artistas, soldados y ejercientes.

Los teóricos en realidad no eran muy ingenieros: eran científicos y gente de despachos, no personas de obra.

Los artistas son lo que ahora llamaríamos arquitectos. Para ellos, la belleza del resultado era importante.

El tercer grupo, los soldados, son los ingenieros militares y navales. Gente que construye barcos, que mejora cañones, que prepara defensas o levanta puentes.

Y el cuarto grupo, los ejercientes, son los técnicos especialistas: niveladores, constructores, fundidores, relojeros, etc.

Como se intuye (y conté en una entrada hace años), los ingenieros descendemos, sobre todo, de la rama militar de la profesión. Y es lógico, ya que los ejércitos eran la mayor entidad organizada y la que tenía necesidades que resolver de manera expeditiva. Si había que construir un campamento, fortificar un perímetro o atravesar un río, la sociedad podía tomarse su tiempo para llevarlo a cabo, pero el ejército no. De ahí que en su seno se encontrase a los ingenieros. Pero lo importante es que ya entonces estaba la ocupación de ingeniero reconocida como tal, por más que el acceso no estuviera reglado.

Y una cosa que no sabía: los arbitristas, los que proponían arbitrios. Leo en el diccionario de la RAE que un arbitrista es una "persona que propone proyectos o soluciones quiméricos, especialmente en el ámbito de la política y la economía", claramente una degeneración de su significado original (y que el DRAE recoge como segunda acepción). Pero en la Edad Moderna el arbitrista era otra cosa: era un ingeniero (o no necesariamente) que proponía un arbitrio: una idea, un plan, un proyecto. Si la Corona, el Cabildo o quien fuera aceptaba acometerlo, y si tenía éxito, utilidad o beneficio, al arbitrista se le daba una merced, una ganancia. No hacía falta que fueran inventos, como las patentes actuales: si uno traía un proyecto (en ese momento, una ocurrencia) de un silo para el grano, una toma de agua para poner una fuente en la plaza Mayor o el trazado de un camino a alguna ciudad distante, por poner ejemplos, si conseguía convencer a las autoridades y luego hacerlo realidad, el proyectista (o sus herederos) recibía el premio correspondiente. Y yo me alegro de que así fuera.

Esto de los arbitrios, por cierto, me ha hecho comprender mejor la vida de un ingeniero sobre el que tratará una de mis próximas entradas: Blasco de Garay.

En definitiva, que yo sea un rollazo explicándome no significa que el libro no sea ameno e interesante, y recomiendo encarecidamente su lectura. En verdad, el dominio técnico de España en aquellos siglos es evidente, y fue causa necesaria para el mantenimiento del imperio. Un imperio, repito, como no ha habido otro.

Para terminar quiero recomendar la presentación que se hizo del libro en la Fundación Rafael del Pino (ya que el libro fue una iniciativa suya vehiculada a través de su fundación): https://frdelpino.es/video-frdelpino/un-imperio-de-ingenieros/. Da gusto oír a los dos autores.

Lo dicho, todo ingeniero que se precie debería leerlo. Siquiera para saber que una fanega era un rectángulo de 576 estadales cuadrados, información utilísima para quien sepa lo que es un estadal y que el libro dice: cuatro varas. La vara, explica también, equivalía a 3 pies. O a 4 palmos, como prefiera. Lástima que aquí comete el libro su error, cuando en el apéndice de unidades pasa éstas a unidades métricas, se nota que son hombres de letras y no les salta el error a los ojos: dicen que la vara son 0,835 milímetros, cuando querrían decir 0,835 metros o 835 milímetros. Lo que en definitiva nos lleva a decir que una fanega eran aproximadamente 0,64 hectáreas.

 

 

Ashley McBryde - A little bar in Dahlonega

 

domingo, 3 de abril de 2022

Los más grandes presidentes de EE.UU.

https://www.youtube.com/watch?v=7Q6WQVV1GxQ 

 

 

Nadie sabe, nunca se ha sabido, cómo elegir un buen presidente americano. Nadie sabe qué tienen los buenos presidentes que los hace buenos. Y sólo a posteriori se puede decir si ha sido un buen presidente o no. Pero nunca antes.

Dicho esto, ¿quién es un buen presidente? Dado que no sabemos qué hace que un presidente sea bueno o no, la discusión a toro pasado siempre será discutible; pocas veces habrá consenso general. Aunque hoy en día se tenga a Lincoln como el más grande (o uno de los más grandes), entre sus contemporáneos hubo quien quiso hasta matarlo.

By Carol M. Highsmith - Library of Congress
 

Por descontado, el que un presidente repita mandato es una buena señal. Pero no es definitivo, para lo que me ocupa: Clinton, Bush hijo y Obama repitieron mandato. ¿Están los tres entre los más grandes? Claro que no.

Si tuviera que decidirlo yo, es posible que el criterio que aplicase fuese: "el gran presidente es el que consigue que elijan para sucederle a alguien de su mismo partido". No solo que haya salido reelegido cuando tocaba, sino que además haya conseguido que la gente quiera que tras él siga alguien con las mismas ideas. Sorprendentemente, sin remontarnos a antes de su guerra civil, esta hazaña la consiguieron muy pocos. Sólo 5 presidentes, para ser exactos.

De más reciente a más antiguo, el primero de ellos es Ronald Reagan: su sucesor fue su vicepresidente, George Bush (padre). Ambos, republicanos. Ni Clinton, ni Bush hijo ni Obama consiguieron que repitiera uno de su partido. Y sí, es opinión generalizada de que Reagan fue un gran presidente. Sus mayores detractores, qué casualidad, son antiamericanos confesos.

El siguiente es Franklin D. Roosevelt. Éste no sólo ganó ¡cuatro! elecciones seguidas, sino que su sucesor, Truman, también ganó su propia reelección. Esto último es importante, porque Truman no llegó a presidente ganando elecciones, sino por la muerte en el cargo de Roosevelt. Truman era su vicepresidente. Pero cuando se le pudo votar a él, en el '48, ganó. Llevaban 16 años con presidentes demócratas, y aún querían más. Así que cuenta.

No voy a contar, con este criterio a Kennedy. Lyndon Johnson era el vicepresidente de John Kennedy y doce meses después de su asesinato Johnson ganó las elecciones (y no se presentó a las siguientes, las del '68). Estoy seguro de que Kennedy sí habría sido un gran presidente, pero lo cierto es que no llegó a estar 3 años en el cargo. No duró lo bastante. Una lástima.

El siguiente es Calvin Coolidge. Estuvo dos mandatos y cuando lo dejó ganó Hoover, también republicano. El pequeño detalle aquí es que Hoover ganó las elecciones de 1928. Un año después se produjo el crac del 29 y la Gran Depresión. ¿Fue culpa de la Administración Hoover? Puede que Hoover no lo hiciera bien, pero desde luego los 8 años de Coolidge tuvieron mucho que ver. Sí, fue el presidente de los felices años 20, pero hoy se opina que bajo su mandato se creó la burbuja que explotó el Jueves Negro. Y tan brutal fue la caída, que Coolidge está considerado entre los malos presidentes.

Acerca de Coolidge hay más tema: su antecesor fue Harding, también republicano, y muy popular. Pero Harding murió antes de terminar su primer mandato, así que como Kennedy, no debe contar. 

Chascarrillo: Una novela que leí hace años y me gustó mucho fue Carter engaña al Diablo, que versa sobre un mago famoso, Carter, que termina accediendo a una petición del presidente Harding para hacerle desaparecer porque está cansado de la vida de presidente, y parte del truco era hacer creer a la gente que había muerto.

Llegamos así a Ulysses Grant. Grant, por si alguien no lo recuerda, fue el general que consiguió cambiar el signo de la guerra civil y ganarla. Su prestigio, por lo tanto, era enorme, y tras la muerte de Lincoln en 1865 ganó las siguientes elecciones, las de 1868. Y las de 1872, claro. Pero no se presentó a las de 1876. ¿Por respeto? No, jajajá, todo lo contrario: para entonces los escándalos sobre la corrupción de su gobierno eran tales que era impensable que se presentara. Y aun así ganó uno de su mismo partido, Hayes, republicano como Grant. ¿Entonces? Las elecciones de 1876. Están consideradas como, siendo benevolentes, las más reñidas de la Historia. Siendo objetivos, fueron anuladas.

Aquel año se presentaron Hayes por los republicanos y Tilden por los demócratas. Tilden arrasó en los votos, y ganó 184 a 165 en los votos de representantes... pero quedaron 4 estados por decidir, que suponían 20 votos y por lo tanto la victoria, aparte de otro estado en el que "pasó algo". En los 4 estados que no había un resultado claro cada partido dijo que lo había ganado él, pero la revisión no era concluyente. Y al cabo de unos meses, hubo una componenda en el Senado, alucinen: los demócratas aceptaron que se nombrara al republicano Hayes presidente si a cambio el ejército federal se retiraba de los estados sureños, en los que estaba acantonado desde el final de la guerra. Al retirarse el ejército, los demócratas (recordemos que el Sur era demócrata y el Norte republicano) tuvieron las manos libres para "recomponer" las cosas en sus estados y configuraron el Sur de la segregación y el racismo que todos conocemos.

Dato divertido: en 1876 había todavía muchos territorios en el oeste. Los territorios no eran estados, y por lo tanto no votaban.

Dato divertido 2º: en aquellas elecciones Iowa suponía 11 votos, Tejas 8 y Florida 4. Hoy, Iowa son 6 votos, Tejas 40 y Florida 30.

Visto lo que pasó en el '76, no podemos considerar que Grant ganó las elecciones para su sucesor; pero para que conste, el juicio histórico sobre Grant es que fue un hombre bueno y honrado que puso su confianza en personas sin escrúpulos a los que se les llamó "carpetbaggers", que era como se referían en el Sur a los aventureros del Norte que bajaron al sur con todos sus bienes en un macuto (de ahí la palabra) y amasaron fabulosas fortunas a expensas de los infelices vencidos.

Y como he establecido que sólo nos remontaríamos hasta Lincoln, aquí termina la lista. ¡Ey, falta uno! Y no uno cualquiera: Theodore Rooselvet.

Teddy iba como vicepresidente de McKinley cuando éste ganó las elecciones de 1900, pero McKinley fue asesinado en 1901 y Teddy fue nombrado presidente. Como tal, ganó las elecciones de 1904 pero no se presentó a las de 1908; en la práctica, fue presidente casi 8 años y no quiso 4 más. En su lugar presentó a su gran amigo Taft y éste ganó, su aval era evidente.  El caso es que sobre Roosevelt no hay discusión posible: es uno de los grandes presidentes americanos, y su cara está en el monte Rushmore.

Como ven, el criterio que he presentado, que parece totalmente lógico, no es adecuado en absoluto: además de los dos Roosevelt, defiende a Grant y a Coolidge. Prueba evidente, en mi opinión, de que no podemos saber qué hace grande a un gran presidente.

Como chascarrillo final, no hemos de perder de vista de que estamos hablando de un tema que atañe a los EE.UU. Y, conociendo a los estadounidenses como los conocemos -son intelectualmente incapaces, muy posiblemente genéticamente incapaces pues no se me ocurre otra explicación para tamaña obsesión, de no hacer listas y categorías y ordenar todo en ellas-, no ha de extrañarnos que no solo no tengan listas de "los mejores presidentes..." sino que además tales listas han sido objeto de estudios públicos y organizados, como se detalla en esta entrada de Wikipedia. Quiero decir, revisan continuamente a cada presidente para valorar qué puesto le corresponde en la lista. Son partientes, aunque les quiero.

Eso sí, la lista definitiva es el monte Rushmore. Que serían "los más grandes de entre los más grandes de los más grandes presidentes".



A. Dvorak - Serenata para cuerdas op. 22, 2º mov.

martes, 22 de febrero de 2022

La llegada de Tiberio

https://www.youtube.com/watch?v=SS0J_YBjLrQ 

 

 

La llegada (al poder) de Tiberio fue un hecho natural, lógico. Nadie arqueó una ceja, nadie se extrañó. Sin embargo, la llegada al poder de Tiberio fue la culminación de una revolución histórica. Cabe explicar que uso revolución no el sentido sangriento de guillotinas en la plaza pública, sino como cambio radical del orden establecido y también de la manera de ver el mundo que supuso.

Por eso mismo, la llegada (al poder) de Tiberio debería ser de obligada enseñanza y reflexión en las escuelas, ya que es una de las experiencias más importantes que forman el bagaje que sirve para que la Humanidad aprenda escarmentando en piel ajena.

Como ocurre a menudo, el proceso es más largo que el propio Tiberio, empezó muchos años antes de que él naciera. ¿Cuándo?  Es una buena pregunta, ya que no hubo una estrella que marcara el hecho. O, parafraseando a Vargas Llosa, sería como saber cuándo se empezó a joder el Perú.

Quizá lo mejor es remontarse en el tiempo 100 años. Cien años antes, Roma estaba inmersa en una guerra civil entre los partidarios de Mario y los de Sila. Que hubiera una guerra civil en Roma, hasta ese momento, era inconcebible. Y sin embargo, una vez ocurrió... volvió a ocurrir, y a ocurrir... Pero la guerra civil, en ese momento, no fue un cambio radical. Tras la guerra Sila estuvo unos años como dictador, pero hay que saber que en la Roma republicana el estatus de dictador era legal, era una figura reconocida para momentos de crisis. Solo que se suponía que las crisis se resolvían en 6 meses y el dictador se volvía a su casa al terminar, y a Sila le gustó mucho el cargo y lo estiró todo lo que pudo. Al final lo dejó y se volvió al sistema de cónsules, pero ya no era igual.

Hasta el punto de que unos años después se produjo otro cambio inconcebible antes: el triunvirato de César, Pompeyo y Craso. Inconcebible antes, y sin embargo se repetiría años después con otras personas.

El triunvirato suponía que los tres se repartían el poder; en realidad, que se repartían el imperio (llamémoslo así aunque aún no lo era), mandando cada uno en su área de influencia. ¿Y los cónsules, mientras tanto, qué? Los cónsules seguían siendo nominalmente los mandamases, pero obedecían los deseos de los triunviros. Aunque los triunviros (sólo Pompeyo y César, al final) mantenían las formas.

¿Cómo acabó la época del primer triunvirato? Con guerra civil y dictadura de César. Sí, durante la dictadura se siguieron eligiendo cónsules. Roma seguía siendo una república, aunque era César el que mandaba. Hasta los idus de marzo.

A la muerte de César se forma el revuelo lógico, búsqueda y castigo de culpables y todo eso. Y sigue habiendo cónsules, pero ya poco se parecen a los cónsules de 100 años antes. La cosa se degrada hasta el punto de que se forma un segundo triunvirato, que al igual que el anterior termina siendo una pugna de dos, Marco Antonio y Octavio, y... guerra civil y dictadura del vencedor. Con un pequeño matiz.

En este tiempo el consulado había cambiado. Para empezar, creo recordar que sólo se podía ser cónsul dos veces; quizás 3, como algo excepcional. Cuando llegó Octavio, hacía tiempo que esa norma no regía: por ejemplo, cuando se nombró emperador, Octavio Augusto ya había sido cónsul mandamás 6 años.

El caso es que, sin comerlo ni beberlo, los romanos se encontraron con un emperador. Y seguían nombrándose cónsules, se mantenían las formas, pero éstos eran sólo cargos honorarios: Augusto partía el bacalao, y además era oficial que lo partía. Era el emperador, y Roma ya no era una república sino un imperio.

O no. Roma llevaba 500 años siendo república, y había visto pasar a muchas personas por el poder. Tal vez Augusto fuera sólo uno más y tras su caída (que llegaría, porque nadie es eterno) se volvería a las andadas.

Lo que pasó es que la caída de Augusto tardó un poco más de lo conveniente. Murió de viejo, de muy viejo para los estándares de la época, y estuvo como emperador 40 años.

Y, claro, a su muerte pocos añoraban una época lejana. No se planteaban volver al viejo sistema de cónsules, mejor tener un emperador capaz. Tiberio era el designado por Augusto para sucederle, lo había nombrado 10 años antes y había compartido con él el poder en esos años. Era natural, era lógico. Tiberio fue nombrado emperador como Augusto, su reinado fue también largo (23 años, 64 entre los dos) y glorioso, y la esperanza de volver al sistema republicano se perdió para siempre.

Nadie se cargó la República de Roma. Duró 500 años, pero fue cambiando lentamente hasta que había cambiado tanto que no hubo más remedio que concluir que ya no era república, que era otra cosa. Esos cambios fueron siempre legales y promovidos por los que mandaban. Y aún diría más: algunas cosas que se hicieron no fueron legales, el ejemplo más famoso es el cruce del Rubicón, pero se aceptaron. Habría quien protestase ante el cambio ilegal, pero también habría quien protestase ante el cambio legal, es lo mismo.

Y no sé cuándo los romanos se acostaron republicanos y se levantaron imperiales, y sin duda ellos ni se dieron cuenta, pero ocurrió.



Antonin Dvorak - Canción a la luna (ópera Rusalka)

sábado, 22 de enero de 2022

Desencanto

https://www.youtube.com/watch?v=xMQFz7vFCCI 

 

 

Cobrar sin trabajar

Ha sido noticia estos días que el año 2008 ERC firmó a una serie de trabajadores del Parlamento de Cataluña lo que se llamó "licencia por edad", y que consistía en que como tenían ya los 60 cumplidos, se les mandaban los cheques a casa sin necesidad de que trabajaran. Si estando en casa acumulaban trienios, se les tenía en cuenta. Como cualquier otra prebenda que les hubiera correspondido si hubieran acudido a su puesto de trabajo. Y luego, cuando se quisieran jubilar, se jubilaban como si no hubiera pasado nada.

Y no eran sueldos menores. Casi 4.000 euros al mes, una telefonista. A partir de ahí vaya subiendo.

Estos sueldos y esta política de licencias, por supuesto, siguen vigentes.

La respuesta de ERC es que el año 2008 parecía una decisión correcta.

¿Y la del Parlamento catalán? Montar un debate monográfico sobre las brujas en la España de los Austrias.

Vamos, que lo dejemos correr y pasemos a otra cosa.

Uno puede entender que los políticos catalanes quieran que los trabajadores del Parlamento no les pusieran pegas, por si los necesitaran. Pero esto sólo significa que entiendo qué movió a los gobernantes de entonces (PSOE, ERC y los ahora Podemos) a comprar a los funcionarios.

Los que luego han llegado al poder (ERC y los de CiU, ahora Junts) han mantenido y callado estos privilegios.

Que, ahora que se han hecho públicos... siguen.

Código ético

Ha sido noticia estos días que la alcaldesa, Colau, ha sido imputada en un juicio por corrupción.

La alcaldesa, huelga decirlo, no dimite.

El clamor viene porque antes de llegar al poder su partido alardeó de que ellos eran honradísimos, a diferencia del PP que era la definición de la corrupción, y para demostrarlo exhibieron un código ético que se comprometían a cumplir y que decía, entre otras cosas, que si alguien era imputado en un juicio de corrupción dimitiría.

El tema de la corrupción era un escándalo público permanente: Colau y su gente han resultado ser una banda de ladrones que están desvalijando el ayuntamiento quedándose ellos la caja bajo diferentes excusas. Por ejemplo, lo primero que hizo Colau al llegar fue nombrar a su marido asesor y ponerle un sueldo estratosférico. Pero a partir de ahí, y como no pasaba nada, ni se imaginan. 

La alcaldesa dice que no dimite porque ganará el juicio y será declarada inocente o la causa será desestimada.

Y puede. Pero es que lo que el código ético del que ellos alardeaban no dice eso. Dice que se dimitirá al ser imputado. No si se es condenado, sino imputado. Y Colau está imputada.

Nada de esto, por descontado, importa a quienes la votan.

Más que indultos

Ha sido noticia estos días que el Gobierno central ha decidido no reclamar a los malversores golpistas el dinero que malversaron durante el prusés y que el Tribunal de Cuentas, ejerciendo su función, les reclama. 

Es un dinero que pertenecía a la Generalidad y que ellos emplearon en cosas ilícitas, por lo que el Tribunal les exige su devolución. La Generalidad dijo que no hacía falta reclamar el dinero, que ellos les perdonaban, pero el tribunal les respondió que no podían perdonarlo, que era su obligación. Bueno, ahora es el gobierno de Sánchez el que lo va a perdonar. Solo que esta vez no va a hacerlo diciéndolo públicamente, sino por un método mucho más eficaz: va a dejar pasar el plazo para reclamarlo.

Digo yo que el Tribunal de Cuentas debería, entonces, perseguir al Gobierno por renunciar a un dinero de los ciudadanos al que tenemos los ciudadanos derecho y que unos delincuentes nos han levantado para fines ilícitos. Pero no va a ocurrir.

Censurar a la vista

Ha sido noticia estos días de que el Gobierno, en un determinado acto, ha vetado la presencia de todos los medios de comunicación que no le son afines. La razón esgrimida ha sido el aforo de la sala donde iban a desarrollar el acto. Uno podría pensar que entonces deberían haber buscado una sala más grande, aunque con anterioridad han desarrollado actos en esa sala y cabían todos (y de hecho los va a seguir habiendo, ya están convocados). También podría pensar que el método de selección no ha sido el azar, pues qué casualidad el resultado.

Pero como la censura es a los medios que no son progubernamentales, a los votantes de la coalición Frankestein les da igual. Incluso afirmaría que les parece bien.

Estudiar Historia sin Historia

La propuesta del ministerio es que la Historia se estudiará empezando en 1812. Si se cuenta algo de antes, que sea sólo para poner en antecedentes. Por otro lado, el enfoque de la Historia no será saber hechos, sino analizar los hechos desde un punto de vista político. Político escorado hacia cierto lado, no hay que especificar.

Estoy seguro de que habrá profesores por todo el país que intentarán enseñar algo a sus alumnos. Que les hablarán de los árabes, quizá incluso de la Reconquista o de los Siglos de Oro. Algún valiente les mencionará a los visigodos y tal vez a los romanos, no sé si alguien les contará lo de Sagunto. Pero serán profesores aislados aquí y allá, y serán cada vez menos. Y serán cada vez más los españoles que no tengan ni idea de quién fue Julio César, don Rodrigo o Hernán Cortés. Almanzor, Viriato o el conde-duque de Olivares.

Leo que un enfoque parecido se va a adoptar en Historia del Arte.

Pienso en las Matemáticas enseñadas con perspectiva de género, y preveo el bajón en el nivel de los conocimientos que se van a enseñar.

Nada de esto me afecta, claro. Yo ya estoy educado y mis hijos también; en cuanto a mis nietos, cuando les llegue el momento de ejercer esos conocimientos yo ya no estaré. La Educación, como es algo que sólo rendirá en el futuro, es un tema que no nos interesa de verdad a ninguno. Si nuestros hijos sacan buenas notas ya estamos contentos; que sea a costa de que no tengan conocimientos apenas, eso nos da igual.



Y podría seguir, y seguir y seguir. Pero ¿para qué? Estamos tan hechos a la clase política que tenemos, que hace tiempo que hemos desconectado de ellos y no relacionamos sus mundos con los nuestros. De lo contrario nuestras vidas serían insoportables.



Delta Spirit - Yamaha

domingo, 10 de octubre de 2021

Usptah el arquitecto

https://www.youtube.com/watch?v=11Q5a0q--98 

 

 

Usptah fue el arquitecto de Neferirkará, sucesor inmediato a Sahurá. Lo que se sabe de Usptah es que era muy amigo del faraón, y se sabe porque hay una curiosa inscripción en su tumba que traducida dice así: "El rey fue a visitar la obra y la alabó extraordinariamente. El rey le prodigaba elogios cuando se dio cuenta de que éste no le escuchaba. Los príncipes y personajes del séquito se espantaron al oir los gritos. El enfermo fue llevado a palacio y el rey hizo venir los sacerdotes ritualistas y los médicos de cámara. Su majestad hizo traer una caja con escritos. Pero el enfermo estaba muerto sin remedio. El corazón de su majestad queda lleno de tristeza; decía que daría cualquier cosa para retornarlo a la vida. Por fin se retiró a sus aposentos. El rey hizo tallar un ataúd de ébano; estuvo presente cuando lo embalsamaban". Parece ser que al arquitecto Usptah le dio un síncope cuando departía con el faraón, pero los conjuros que intentaron (los escritos que guardaba el faraón) no funcionaron porque Usptah estaba muerto y requetemuerto. La lápida acaba con una descripción del sepulcro del fallecido arquitecto y la dotación de un beneficio para funerales.

Y no se sabe más de Usptah el arquitecto.  

En el antiguo Egipto, Manetón es un personaje clave: fue un sacerdote e historiador egipcio del siglo III a.C. Es clave, porque sabía entender las inscripciones y los textos antiguos de los egipcios y sin embargo, por suerte para nosotros, escribía en griego. Que es un idioma que los modernos sí somos capaces de entender (los expertos, quiero decir), pero sobre todo los de la época romana y preislámica sí entendían. La obra de Manetón se perdió, pero se conserva citada por otros autores; un problema menor es que tenía mucho prestigio y, tratándose nada menos que de una historia del Egipto faraónico, fueron muchos los que quisieron manipular los textos para que pareciera que Manetón les diera la razón, pero ahora no viene al caso. Lo importante es que fue Maneton el que montó las listas de reyes y los dividió en dinastías.

El faraón Neferirkará era de la V dinastía, con lo que estos sucesos son realmente viejos: de hace unos 4.500 años. Sorprende saber que el faraón era tan amigo de personas normales (el faraón era un ser que se le creía divino o casi divino, y a los arquitectos todavía no), y cómo debió de ser su dolor para quedar recogido.

Por otro lado, no hay muchos arquitectos que puedan presumir de que 4.500 años después de su muerte se siga sabiendo algo de ellos. 

Y yo ¿cómo he llegado a saber de Usptah? Para empezar, ya les adelanto que no tuvo nada que ver con internet; de hecho, habría sido imposible.

Resulta que alguien encontró vaciando unas cajas (los detalles no los sé bien) un diccionario de arquitectura y pensó que a mí me gustaría tenerlo. Lo tengo delante, y fue escrito por Joaquín del Soto Hidalgo, expresidente de la antigua Federación Nacional de Ingenieros Diplomados (y otros cargos) en 1960. Si alguien quiere adquirirlo, se supone que ha de dirigir su petición al autor, en la calle del Desengaño nº 11, pero creo que podemos darlo ya por obra perdida y de la cual sólo se conservan unos pocos ejemplares, seguramente cada vez menos.


 Pues bien, en el glosario de términos el sr. del Soto introduce algunos arquitectos célebres (y no tan célebres, al menos para mí; por ejemplo, Bennon, que hizo la catedral de Spira bajo Enrique IV, y del cual dudo que encuentren información en internet). Y uno de esos nombres era el de Usptah.

Si usted quiere saber más sobre Usptah y lo busca en internet no hallará gran cosa, al menos si como yo se mueve en un rango de idiomas reducido. De hecho, lo único que encontrará es que se le cita en el libro Historia General del Arte de José Pijoan, libro que escribió en 1950, y del que seguramente el sr. del Soto extrajo la información sobre Usptah. El libro está más o menos disponible en internet, pero su conservación no invita a su lectura. Está claro que alguien, en su momento, decidió que sí era un libro que debía conservarse para los anales, pero también lo es que alguien decidió que ya no hacía falta conservarlo y lo borró; lo que se conserva es la copia internetera de cuando estaba en internet, y ya veremos lo que dura. También existe una referencia a nuestro arquitecto en otro libro: el catálogo de la colección Mayer, en concreto la parte egipcia, babilónica y asiria, realizado por Charles T. Gatty, ayudante del conservador; pero este libro en inglés es aún más difícil de localizar: está simplemente escaneado como imágenes, no está el texto pasado a texto como el libro de Pijoan. Aunque sí se lee más fácil que el de Pijoan.

Y ya está; yo no he encontrado más, y no creo que se me pueda acusar de haberme rendido demasiado pronto.

Lo que me lleva a...

Usptah ha sobrevivido, su recuerdo, 4.500 años. ¿Sobrevivirá 4.600 o hasta aquí ha llegado y su nombre se borrará del conocimiento humano en los próximos 100 años?

No sé qué responder. Es posible que algún novelista recoja la historia, escriba una obra de éxito y el nombre de Usptah obtenga miles de citas en el ciberespacio y así se asegure la inmortalidad (entiéndase); pero no creo que ocurra. Las personas normales, como usted y como yo, desde luego que no conocemos a nuestro protagonista; para nosotros no es que hubiera muerto hace 4.500 años, es que ni siquiera llegó a existir. Los arquitectos... Sinceramente, no creo que los arquitectos actuales tengan la base histórica de la profesión que demostró tener el sr. del Soto. ¿Habrá quien sepa responder a la pregunta de quién era, y quizá transmita su conocimiento a otros? Usted tampoco lo cree, ¿verdad?

Mi primo Paco es egiptólogo (aunque no ejerce); es posible que él conozca la historia de Usptah, es posible que la conozcan los egiptólogos; estos son el último bastión. Es posible que ellos no basen su conocimiento en lo que encuentren en internet (recalco: en lo que encuentren, no en lo que exista); sería lo lógico, ya que ¡son egiptólogos! Pero no sé qué decir. Aunque soy optimista: habrá egiptólogos que conozcan la historia, y que la cuenten a sus alumnos o a todo aquel a quien tengan ocasión; y puede que no lo hagan todos, pero quien lo haga la contará a muchos, y así poco a poco... al menos el nombre de Usptah no quedará enterrado por las arenas del desierto.

Y es que internet es como Egipto: sí, las cosas están ahí, pero sepultadas bajo toneladas de arena, nadie sabe dónde. Las cosas que sabemos sí sabemos dónde están, las cosas que desconocemos siquiera que existen no es probable que las encontremos.

- Pues como los libros, que también tendrán todo el conocimiento del mundo, pero si nadie los lee es como estar enterrado bajo tantas páginas...

No, con los libros es distinto. Interviene el azar, el ojear descuidadamente... De hecho, así cayó la historia de Usptah en mis manos. Si el libro existiera en formato electrónico, no habría ocurrido. No es lo mismo.

Eso sí, la próxima vez que vean una aburrida pared de jeroglíficos... piense que tal vez estén contando una historia como la de Usptah... solo que nadie lo sabe.

LBM1948, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons  

 

 

 

Amalia Mendoza - Fallaste, corazón

 

 


domingo, 29 de agosto de 2021

El que corta el bacalao

 https://www.youtube.com/watch?v=loNey3n6uuE

 

 

Durante 200 años España fue el gendarme del mundo. Quien partía la pana, quien cortaba el bacalao. Bajo su dominio surgieron los jesuitas y los mejores papas de la Historia, la Contrarreforma, los estados modernos y el dominio europeo del planeta; también las guerras civiles por la religión. Los franceses no cejaron de luchar contra España y consiguieron su decadencia (y con ellos nos trajeron la Ilustración), pero fueron los ingleses los que lograron el dominio mundial. En los 150 años que fueron los reyes del mambo se impuso el parlamentarismo, se produjo la revolución industrial y la explosión de las Ciencias, y el hombre blanco puso el pie allá donde quiso; pero la soberbia inglesa extendió la idea de que los no europeos eran inferiores a los europeos (y también los europeos con respecto a ellos; en general, tanto más cuanto de más lejos de Londres se era), inferiores incluso en la dignidad humana. Y su puesto fue tomado por sus otrora alumnos los Estados Unidos de América.

80 años después, el imperio americano afronta su ocaso. Nos han proporcionado el Estado del Bienestar (que hemos conseguido bajo su paraguas), la conquista del espacio e Internet. Pero también la corrección política que nos ha convertido en unos pánfilos decadentes. Y ahora, tras lo de Kabul y con un presidente octogenario (que hace parecer joven al septuagenario que gobernó antes y que ganó las elecciones a otra septuagenaria, esto parece el comité central del PCUS en los 80), su control universal se va a venir abajo.

El nuevo capo mundial, nadie lo duda, va a ser China. La pregunta que yo me hago es ¿cómo va a ser este dominio chino del mundo?

La verdad es que aún no lo sabemos. China lleva años extendiendo sus tentáculos, introduciéndose en todos los países y en todos los ámbitos, pero aún no ha empezado a cerrar la presa y hacer con nosotros lo que quiera. Hay personas, estoy seguro, que me tildarán de alarmista: Occidente saldrá adelante porque su luz es tal que los chinos caerán rendidos y se occidentalizarán. Me temo, empero, que lo que la Historia enseña no es eso.

Tomemos, por ejemplo, el Imperio Romano. Toda su grandeza y desarrollo no lo salvó de las invasiones bárbaras y la vuelta a la prehistoria que siguió a su desaparición (salvo en Hispania, porque los visigodos, como precursores y primeros invasores, coexistieron muchos años dentro del imperio y se romanizaron lo suficiente). Mil años después, el Imperio Romano de Oriente seguía a años luz del desarrollo en Occidente, pero aunque maravillaron a aragoneses y venecianos estos hicieron con ellos lo que quisieron. Los turcos selyúcidas los redujeron a su mínima expresión, y los turcos otomanos, sin más, los extinguieron.

Un último ejemplo, implicando al Lejano Oriente: los mongoles, de paleta cultura nómada, llegaron hasta el esplendoroso califato abásida de Bagdad... y lo arrasaron sin siquiera pestañear.

Así pues, China. Mercantilismo salvaje al servicio del partido único, una sola opinión válida, un solo destino de los beneficios. Ellos, y dentro de ellos, "ellos". Y nada puede interponerse en ese beneficio ni reducirlo. Mientras Occidente no trunque el flujo "natural" de los beneficios (el flujo "chino"), podrá hacer lo que le plazca; y como somos el epítome de lo acomodaticio, ya nos estará bien así. No seremos nosotros los que nos libremos de los chinos, eso será cosa de los indios, los indonesios, los musulmanes o ya se verá quien.

Mi miedo es que se imponga lo que creo que es la máxima máxima de todo chino, y en especial de sus mandamases, la famosa frase de Deng Xiao Ping que Felipe González adoptó como suya: gato negro o gato blanco, da igual mientras cace ratones. Porque la frase significa que el fin justifica los medios, y no hay nada más espeluznante que el que los poderosos que mandan opinen que el fin justifica los medios.

 

 

Rolling stones - Mixed emotions

jueves, 3 de junio de 2021

Isaac Peral

https://www.youtube.com/watch?v=bj0J0FsGfcw 

 

 

El pasado 1 de junio habría sido el cumpleaños de Isaac Peral; habría cumplido 170 años, edad provecta donde las haya así que no le tendremos en cuenta que no hubiera aguantado. Teniendo en cuenta lo poco que en este país se celebran los aniversarios de sus grandes hombres y de sus gestas, se comprende que nunca haya siquiera un recuerdo para Peral; pero debería.

Peral inventó el submarino.

Peral era español. E inventó el submarino.

Algún listillo aducirá que no, que el submarino lo inventó Monturiol. Vaya, otro español. ¿Qué nos está pasando, que parece que somos de repente un pueblo de inventores? En realidad Monturiol sí inventó el submarino (lo conté en esta entrada), pero es como la máquina de vapor, Newcomb y Watt. El bueno fue Watt. El submarino de Monturiol, por la técnica de su época, funcionaba a vapor. Y lo de navegar... bueno. Lo importante de Monturiol es que la nave se sumergía, se podía estar debajo del agua, y luego salir vivos.

A Peral le gustó la idea, y la fue meditando. Investigó, calculó, hizo planos... En 1885 comunicó sus planes al ministro de Marina, que aprobó la idea, y los astilleros de La Carraca, en Cádiz, se construyó el prototipo. Esta vez no iría a vapor, sino con unas baterías eléctricas que había inventado ¡el propio Peral! Y en 1889 se botó el submarino.

La inmersión fue perfecta: estuvo una hora bajo el agua, a 12 m de profundidad, y navegó 4 millas. También probaron su habilidad militar: disparó torpedos con éxito, y se acercó a un crucero, de noche, con potentes reflectores iluminando las aguas y los ojos de toda la marinería atentos a descubrirlo. Se puso a 10 m y nadie lo percibió.

El éxito fue incontestable y la opinión favorable era unánime, pero esto es España: se cambió el ministro de Marina, y dime lo que apoya mi rival que yo me opongo. La comisión técnica del ministerio dio un dictamen desfavorable y Peral, desengañado, abandonó la Marina y se dedicó a dirigir una fábrica de acumuladores en Madrid. Fueron los gobiernos de los otros países los que se interesaron por el submarino de Peral (que conste: Peral siempre se negó a cederlo).

Peral murió el 22 de mayo de 1895. No había cumplido 44 años y no los necesitó para demostrar que era un inventor como no hemos tenido otro. El cainismo español es incomprensible.


La farola del mar (isa)

lunes, 24 de mayo de 2021

La no-guerra de Vietnam

https://www.youtube.com/watch?v=Tdq4iilT-Js

 

 

Una reflexión sobre porqué perdió Estados Unidos la guerra de Vietnam: pues porque para ellos no fue una guerra. 

Quiero decir, Estados Unidos nunca declaró la guerra a Vietnam del Norte. 

Esto es algo sabido por todo el mundo, yo mismo lo sabía desde hace tantos años que ni recuerdo, pero no ha sido hasta el confinamiento que nos obligó el gran cantamañanas que no he entendido lo que eso supuso. En otro artículo contaré más de mi renovado interés por la guerra de Vietnam. 

La declaración de guerra de un país a otro es un acto formal. Estados Unidos no la declaró, y formalmente sólo ayudaba a Vietnam del Sur en su guerra contra Vietnam del Norte. Para Vietnam del Norte y Vietnam del Sur, el formalismo de declarar una guerra no significaba nada, pero Estados Unidos era (y sigue siendo) un país formal. Y en un país formal las formas importan, y tienen consecuencias.

La consecuencia de no declarar la guerra es que, no estando el país en guerra, no rigen las leyes de guerra.

Por ejemplo: los soldados, alistados por obligación, seguían haciendo sólo el servicio militar, y durante el periodo establecido. Como no había guerra, no se podía extender el periodo de servicio. Y al acabarlo el soldado era devuelto a su casa. Cuando el soldado estaba entrenado, cuando ya no era un recluta.  Cuando ya se convertía en un buen combatiente. Porque aún había más: puesto que era un periodo limitado, lo que se decidió fue que cuando le quedara poco tiempo de servicio, sesenta días o menos, ya no iría a Vietnam. ¿Cómo van a mandar a un soldado al que le quedan quince días de mili? O a un sargento al que le quedan quince días de contrato. O los enviaban de vuelta, si el tiempo de no ir les llegaba estando allí. Es comprensible, ¿no? A fin de cuentas, ellos no estaban en guerra. Claro que eso habría que preguntárselo a los que se quedaban. A los oficiales que les quitaban a los más experimentados y se los sustituían por reclutas recién llegados de Fort Benning. La política se extendió también a los oficiales, y tenientes y capitanes volvían a casa, ya que tampoco se podía extender el periodo de servicio de los oficiales. El efecto de esta medida fue devastador: piensen en unidades de soldados a los que les quitan su oficial de referencia y les asignan uno nuevo, recién llegado. Para más inri, como no había guerra no se podía llamar a los reservistas ni sacar unidades de la Guardia Nacional.

Como chascarrillo, el reclutamiento en el ejército de Vietnam del Norte duraba 5 años. Pero sólo formalmente, claro. En la práctica duraba todo el tiempo, y era universal de verdad porque alcanzaba a toda la población. 

 

 

Peter, Paul and Mary - Rock my soul 

domingo, 11 de abril de 2021

Luis Antonio Jaime

https://www.youtube.com/watch?v=LKwHjECvox4 

 

 

Felipe V se casó con María Luisa Gabriela de Saboya; pero en 1714 enviudó, y casó en segundas nupcias con Isabel de Farnesio (y ya fue esta quien quedó viuda). Con ambas tuvo hijos; el más famoso de los de la primera, Fernando VI; de la segunda, Carlos III. Con la de Saboya tuvo 4 hijos: uno murió neonato, otro murió a los 7 años, Luis I ya saben y el que más vivió fue Fernando VI, hasta los 46. Con Farnesio tuvo 7 y sólo uno murió neonato; de los demás, una de ellas (María Teresa) casó con quien luego fue Luis XV pero murió al dar a luz. Los otros 5, en cambio, si tuvieron una vida larga. El caso es que el sexto de los hijos se llamaba Luis Antonio Jaime, Luis Antonio para la Historia; supongo que los íntimos le llamarían Luis a secas. Como el infante Francisco había muerto neonato, en realidad era el 5º de los hijos de Isabel de Farnesio.

El problema de Luis es que no era el quinto hijo de Felipe V: también estaba Fernando VI, que no se había muerto, y éste era sin lugar a dudas el heredero del reino. El primogénito de Isabel de Farnesio, Carlos, sería rey de Nápoles y de Sicilia, la hermana mayor sería reina de Portugal, el siguiente hermano, Felipe, recibió ducados importantes de Italia y María Teresa ya he dicho que casó con el que sería Luis XV de Francia, mientras que la hermana pequeña fue reina de Cerdeña; todos, como ven, quedaron encaminados. Pero ¿qué hacer con Luisito?

Pues lo normal en aquella época para los reyes: con 8 años, cardenal. Qué caramba: arzobispo de Toledo y primado de la Iglesia en España.

Lo de cardenal tiene su explicación: lo importante era el título, que acarreaba las consiguientes prebendas e ingresos del cardenalato. Y así quedaba el chaval con la vida arreglada. De hecho, se hacía más veces de lo que parece, pero como pago a grandes consejeros de los reyes: al recibir el título, el cardenal conseguía los ingresos que su consejo merecía, y en cambio el monarca se libraba de tener que pagarle por ellos. Sin ir más lejos, el principal consejero de Felipe V era de ascendencia humilde y no tenía el clásico ducado o condado que le rentara, y Felipe V le consiguió el grado de cardenal: cardenal Alberoni. Aunque, eso sí, Alberoni era desde el principio sacerdote.

En el caso del cardenal Alberoni, hay que hacer un inciso aclaratorio: no fue cosa de Felipe V, sino de la reina Isabel. Y es que Alberoni vino a España como embajador de Parma, de donde era Isabel, y parece ser que medió para que Isabel casara con Felipe V. Isabel se sintió en deuda con Alberoni, y le favoreció cuando pudo. De todas maneras, el cardenal Alberoni fue un gran consejero del rey (aunque duró muy poco, las potencias europeas tenían mucho poder y no veían con buenos ojos a un ministro capaz como Alberoni) y como tal lo estudiamos en el colegio cuando yo era chico. 

Pero estábamos con el infante Luis Antonio. Y lo que más chirría en su historia es el arzobispado: el concilio de Trento había prohibido que los sacerdotes fueran niños. Y, caray, hablamos de un niño de 8 años.

Alguien podría alegar que en aquella época los niños eran muy precoces: sin ir más lejos, fíjense en el retrato que el pintor de la corte Jean Ranc pintó de su hermana María Teresa y que se conserva en el Museo del Prado: www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/maria-teresa. Según la ficha técnica del retrato, la niña tenía entre tres y siete años. Si somos benevolentes con el retratista, convendremos que no pintó a la niña que era sino a la muchacha que podría ser.  

En fin, el caso es que hubo que negociar mucho con Roma, fue difícil, pero lo consiguieron. Arzobispo. Eso sí, no obispo: en realidad, lo que consiguieron fue que fuera arzobispo en calidad de administrador de los bienes del arzobispado. Algo siempre es algo. Lo malo del asunto es que un par de años después, teniendo el mozalbete 10 años, el papa le otorgó también la administración espiritual de la diócesis.

Por completar la historia, en la actualidad el código de derecho canónico establece que los cardenales han de ser obispos. Lo que no significa que han de ser obispos para ser cardenales, sino que si al nombrarlos cardenales no son obispos se les ha de dar el orden episcopal. Como chascarrillo, para ser obispo hay que tener al menos 35 años y llevar 5 como sacerdote, con lo que el pequeño Luis no habría podido ser cardenal porque no habría podido ser obispo.

Y ya que estamos: para ser papa tampoco es necesario ser cardenal. Ni ser obispo. Al igual que con el cardenalato, esos detalles menores se resuelven rápido: el cardenal de Ostia otorga el orden episcopal al elegido pontífice, y problema resuelto. El último caso se dio en 1831: Gregorio XVI no era obispo ya que había rechazado un par de veces el nombramiento. Pero era un hombre de mucho prestigio, y ese prestigio le había llevado a que el papa León XII lo nombrara cardenal. No habría pasado nada si el sucesor de León XII hubiera tenido una vida larga, pero Pío VIII no duró dos años, y en el cónclave subsiguiente no había dudas de que se iba a elegir al cardenal Giustiniani, pero... el cardenal español comunicó a los demás cardenales que Fernando VII vetaba a Giustiniani porque éste había sido nuncio en España (y durante el trienio liberal). Es curioso el veto, porque Giustiniani era antiliberal, pero seguro que hizo algo que no gustó al rey español y ya sabemos qué persona era Fernando VII. Hay que decir que la relación entre España y Roma estaba un poco tensa por la independencia de las colonias de América: las colonias necesitaban nuevos obispos porque los americanos odiaban a la iglesia católica porque la asociaban con España y tras las guerras de independencia ¡no quedó ninguno!, pero el rey exigía mantener el patronato de esos obispados. Y cuando  León XII nombró 2 obispos para Colombia a petición de Bolívar, Fernando VII rompió sus relaciones diplomáticas con el papado y dos años después se vengó con el veto. Aunque la victoria no le duró mucho, porque el rey felón murió en 1833 y entonces el papa, Gregorio XVI reconoció a los países iberoamericanos, les envió nuncios y nombró obispos, dándoles también la independencia eclesiástica respecto de España. El caso es que en el cónclave de 1830/1831 el que tenía que ser papa no podía serlo, y tras muchas discusiones y un muy largo cónclave eligieron a un cardenal que no era obispo. Y tuvo que actuar el cardenal de Ostia.

¿Por qué el cardenal de Ostia? Porque no todos los cardenales son iguales. Los cardenales normales, los que conocemos todos, se llaman cardenales presbíteros. Formalmente su cardenalato es una iglesia de Roma que tiene rango de titulus, a la que no acuden y en la que tienen prohibido inmiscuirse en sus asuntos (aunque han de promover el bien en ella, con su consejo y su patrocinio); por ejemplo, el actual arzobispo de Barcelona, Juan José cardenal Omella, es cardenal de Santa Cruz de Jerusalén, siendo el anterior cardenal de Santa Cruz de Jerusalén el que fue arzobispo de Praga. Por debajo de ellos en el rango están los cardenales diáconos: éstos son los altos miembros de la curia vaticana; es decir, no son titulares de una diócesis (aunque sí tienen título de obispos). Y también tienen el cardenalato por una iglesia de Roma. Y por último, están los más importantes: los 6 cardenales obispos y los patriarcas orientales. Los patriarcas orientales son los de los maronitas y los coptos. Y los seis cardenales obispos... resulta que Roma tiene siete diócesis sufragáneas (suburbicarias, en lenguaje estricto: es la calificación de las diócesis sufragáneas de Roma). Hay seis cardenales, llamados cardenales episcopales, que no tienen el cardenalato con una iglesia romana, sino con una de las 6 diócesis suburbicarias (salvo la de Ostia). Ni que decir tiene que igual que las iglesias de Roma tienen su párroco independiente del cardenal, las 6 diócesis tienen su obispo independiente del cardenal episcopal asociado a esa diócesis. Y luego está Ostia: el cardenal episcopal decano, además de su diócesis, ostenta la diócesis de Ostia. Los cardenales episcopales que son patriarcas no tienen tampoco una iglesia de Roma, pero tampoco una diócesis: es su propio patriarcado el que les da el rango. Y una anécdota: si queda vacante el cargo de cardenal decano, no es el papa el que elige al nuevo decano, sino los cardenales episcopales, que se reúnen ellos solos y eligen al nuevo decano; proponen su nombre al papa y éste lo nombra. Y lo mismo para el subdecano. Total, que si el cónclave elige pontífice a un sacerdote no obispo, es misión del cardenal de Ostia ordenarle obispo. Si el cardenal decano está impedido, ha de hacerlo el subdecano; y si éste también lo estuviera, el más antiguo de los cardenales episcopales.

Pero, vamos, desde 1831 no se da la necesidad y no creo que se vaya a dar muy a menudo. Aunque nunca se sabe: son casos excepcionales, pero a veces ocurre que se nombra cardenal a personas que no son obispos y que por las razones que sean no quieren ser ordenados obispos y el papa les dispensa de esa condición, así que... ¡quién sabe! Eso sí, lo de Luis Antonio Jaime no creo que ocurra de nuevo. Al menos en la Iglesia católica.

Por cierto: al bueno del infante Luis no llegaron nunca a ordenar sacerdote, pero sí a los 14 años... arzobispo de Sevilla. Pero no duró mucho: a los 27 años dejó todo y se reintegró a la vida secular. De la que en realidad no se había apartado mucho, porque como es lógico eran otros los que se encargaron de las administraciones de sus diócesis. Unos años después era conde de Chinchón, se casó y se dio la vida padre. Lo que en el fondo quería su madre, vaya. Aunque cuando murió su hermanastro Fernando VI y fue rey su hermano Carlos III empezó a tener problemas, por un curioso detalle: el infante Luis Antonio había nacido en España. Los hijos de Carlos III, en especial el futuro Carlos IV, habían nacido en Nápoles, no en Italia, y la ley española exigía que los reyes de España hubieran nacido aquí. Así que Carlos III vio a su hermano como un rival que iba a quitarle el trono a su hijo, y digamos que no lo trató bien; ni a él, ni a los hijos que luego tuvo. Curiosamente uno de ellos, su hijo Luis María,... también fue arzobispo de Toledo y cardenal. Pero éste al menos se había ordenado sacerdote a los 22 años, porque él quería, y recibió el obispado siendo ya sacerdote. Más formal, vaya. Y además fue regente de España: desde la retirada de Pepe Botella hasta la llegada de su sobrino Fernando VII. Aunque ésta sí que es otra historia, para otro día.

Dato curioso adicional: Luigi Boccherini, autor de la pieza que he recomendado para el acompañamiento de este artículo, estaba al servicio del infante Luis Antonio. El infante no era ningún asceta.



Luigi Boccherini - Los españoles se divierten por las calles de Madrid


viernes, 14 de agosto de 2020

Un proyecto de 1863

https://www.youtube.com/watch?v=W7y1pvW60ng



Me han encargado una reforma en un edificio. Con la documentación que me han pasado incluyeron el proyecto original de la casa que había antes. Un proyecto de 1863.



Como cabía esperar de un proyecto de 1863, la memoria estaba escrita a mano. 

Con esmerada caligrafía. Me pregunto si sabrán los chicos de ahora lo que es la caligrafía. Da igual, el caso es que revela un esfuerzo con respecto a la presentación que, de esto sí estoy seguro, hoy en día es una rareza:


¿Y los planos? Sí, en 1863 los edificios no se construían sólo con las memorias. También con planos, planos como éste:


Lo he recortado, pero es cierto que los planos no tenían un cajetín como se acostumbra en tiempos más modernos (siempre que el arquitecto no quiera ser demasiado moderno). Tenían título:



Aparte de que emplearan tinta roja, la verdad es que he trabajado con proyectos de más de cien años después de éste y los planos de arquitectura eran muy parecidos. Antes de los ordenadores, los planos se hacían igual en 1963 y en 1863.

Eso sí, un par de detalles revelaban que sí eran planos antiguos.

El primero de los detalles:


Palmos. Dos escalas, en metros y en palmos. No puedo menos que sonreir.

El segundo es más sutil, y se da en la planta principal. El arquitecto refleja en los planos la distribución y titula las habitaciones: cocina, sala, dormitorio, alcoba,... pero también cuarto de labor, tocador, pieza de planchar,...

Y éste:



Ya no se hacen casas con oratorios. Y así nos va.




Pastora Soler - Quédate conmigo

miércoles, 20 de mayo de 2020

Ahora dicen que colonizamos Britania




Como todo el mundo sabe, el Institut de Nova Historia es un chiringuito impresentable del que todos nos avergonzamos, y los que se dedican a la Historia más aún. La última de esta gente es buena: resulta que los catalanes fueron el pueblo central de la Galia, y realizaron dos movimientos migratorios: uno hacia el norte, colonizando Gran Bretaña, y otro hacia el sur, "fundando la actual Cataluña". A los catalanes de la Galia se les conoció como catalauni, a los de Britania como catuvellaunis y a los de Cataluña, catalanes.




Como ven, es lógico y cuadra.

Es tan lógico y cuadra tanto como que el latín se extinguió y fue el catalán el idioma que originó las lenguas románicas. Porque el latín era el idioma escrito, el culto, pero el catalán es lo que la gente del imperio hablaba en realidad. Esta afirmación no la hace el INH, pero al tiempo.

¿Porqué se movieron los catalanes de la Galia? Los listorros del INH lo tienen claro: los belgas, provenientes del Danubio, llegaron al río Mare ("madre", en catalán), actualmente llamado río Marne, y este desplazamiento presionó a los catalanes. Que, como queda claro, no sólo eran los originarios pobladores de Francia sino también el origen de los ingleses.

Como prueba, el territorio en el que vivían los catalanes es la actual Champaña "(los antiguos campos catalanes o catalaúnicos)". Cabe aclarar que los campos catalúnicos es el lugar de la famosa batalla de romanos contra Atila, el huno, que tuvo lugar en algún lugar cerca del Marne, en la Champaña.

Está clarísimo. Es increíble que nadie se hubiera dado cuenta hasta ahora.

Y, recalco, "fundaron la actual Cataluña". Ya saben, Cataluña es una entidad muy anterior al imperio romano.

China chana, estas ideas pueden terminar calando en las escuelas catalanas. Que tenemos muchos locos con mando en las aulas.




The fabulous thunderbirds - My babe

sábado, 9 de mayo de 2020

¿Socotra es Pancaya?





Es uno de los grandes enigmas de la historia y, como suele ocurrir, es muy posible que cada uno tenga su propia opinión al respecto.

¿Es Socotra Pancaya?

Vamos por partes. Primero, Socotra.

Socotra es una isla del océano Índico, Como las Canarias, geofráficamente pertenece a África, pero geopolíticamente no. En este caso, a Asia. Socotra está enfrente del Cuerno de África.

Ubicación general (Google Maps)  
Está a unos 240 km de la punta de Somalia, y a unos 360 de la península arábiga. Pertenece a Yemen. Mide unos 130 km de largo y unos 50 de ancho, medidas que me parecen muy correctas para una isla. No es grande, pero tampoco es pequeña.

Con esa localización, es fácil suponer que en la isla no nevará mucho. Es más, desafortunadamente es de tipo desértica:

Más de cerca (Google Maps)  
Puede que 240 km desde Somalia o 360 desde Yemen no sea mucha distancia hoy, pero en la Antigüedad, desde luego, sí lo era. Y más si tenemos en cuenta que esos sitios ya estaban de por sí en el quinto pino.

Es decir, Socotra estaba en mitad de la nada. Pero los antiguos, algunos de ellos, eran muy apañados. Y los ptolomeos (situémonos: Alejandro Magno conquista el mundo, a su muerte los generales se lo reparten y Egipto se lo queda Ptolomeo. Por lo tanto, hablamos del Egipto helenístico, el de cultura greco-egipcia, no el de las pirámides) decidieron buscar una ruta hasta la India que evitara los desiertos, Persia, el cruce del Indo, etc. Parece lógico, incluso sin globo terráqueo. Irían por mar. Y la ruta marítima que organizaron pasaba por Socotra.

Por lo que se sabe, descubrieron Socotra el año 80 a.C. y se convirtió en una isla estratégica en esa ruta.

Los griegos eran de verdad gente muy curiosa. Con mucho interés por conocer, por descubrir. Por eso exploraron y cartografiaron todo lo que pudieron, por eso descubrieron Socotra.

Ahora, Pancaya.

Pancaya es una isla, como Socotra. Pero, a diferencia de Socotra, no puedo poner su localización en Google Maps porque no existe. Es una isla imaginada por un autor griego en una de sus obras. El griego se llamaba Evémero de Mesene, y escribió a finales del siglo IV a.C. Y cuentan que contaba Evémero que llegó a una isla  en mitad del océano Índico (Pancaya) y que era una isla paradisíaca. La isla, de cultura griega, tenía un registro de sus reyes y grandes hombres desde tiempos remotos, y Evémero descubrió que lo que ellos consideraban dioses y héroes no eran sino antiguos reyes, cuyo recuerdo había sido distorsionado con los años hasta convertirse en los relatos de toda la mitología griega. En otras palabras: eso de Zeus y demás no eran sino patrañas. Por desgracia, y como ocurre con tantos autores griegos, su obra no nos ha llegado sino fragmentos recogidos por otros autores citándoles; en el caso de Pancaya tenemos un amplio fragmento que el autor paleocristiano Lactancio recogió en una de sus obras de una traducción al latín que realizó Quinto Ennio de la obra original, 3 libros, de Evémero. Entre Evémero y Lactancio hay 600 años.

La doctrina de Evémero se llama everismo. Pero sin embargo la idea no es suya. Como mínimo Pródico de Ceos la defendió antes que él. ¿Y quién fue Pródico? Pues uno de los filósofos sofistas con los que se las tenía Sócrates. No hace falta decir que la obra de Pródico se ha perdido, y sólo se conservan fragmentos citados por otros o referencias a ellos. Por ejemplo (esto es un extracto de la Wikipedia), Sexto Empírico decía que Pródico enseñaba que:
Los antiguos consideraron como dioses el Sol, la Luna, los ríos, las fuentes y en general todas aquellas cosas que son útiles para nuestra vida, en la medida en que la ayudan, igual que los egipcios deificaban al río Nilo, y, añade que por esta razón el pan fue llamado Deméter, el agua Poseidón, el fuego Hefesto, y así sucesivamente cada cosa que era útil.
Esta rotura mental con lo establecido hasta entonces es lo que permitió a Evémero ir más allá y contar la historia de Pancaya.  Con el paso del tiempo, es obvio que la sensación de que la mitología no es real va calando, imagino que al principio sólo en los círculos cultos, educados, pero seguro que también llegó a los estratos más simples. Seguro que Lactancio, que todavía vivió entre paganos, lo tuvo fácil y por eso recogió el texto de Evérimo. Lactancio era una mente brillante, profesor de retórica además, y paladín de una idea curiosa (al menos en la época): que la ira debía ser parte del carácter de Dios, pues da el castigo justo a los malvados. El caso es que él siempre empleó la razón como método, más que el principio de autoridad ("porque lo dijo Fulano").

Una frase que se conserva de Lactancio viene a decir que el hombre es el único dotado de sabiduría para comprender la religión, y eso es lo que le diferencia de los animales. Que se podrá decir que el hombre puede razonar y prever el futuro, pero ¿acaso no hay animales que construyen sus madrigueras con varias salidas, para escapar si el enemigo entra por una de ella? Y otros preparan provisiones para comer en los tiempos duros.

Pero Lactancio también disparaba con bala, no en vano se convirtió al cristianismo tras la persecución de Diocleciano. En su obra "Sobre la muerte de los perseguidores", sostiene que las personas que reconozcan que es un entretenimiento que un hombre, por más que justamente condenado, sea asesinado en su presencia, en conciencia es lo mismo que si fueran espectadores y participantes de un homicidio cometido en secreto. Es fácil imaginar el impacto de la acusación en aquellos años.

Voviendo a Pancaya, otros escritores la mencionaron también en sus historias; por lo tanto, estoy seguro de que muchos creyeron que, en efecto, la isla era real. Esto no tiene nada de extraño: también se ha buscado con ahínco la entrada del Infierno que describió Dante en su Comedia. Por ejemplo. O como Schliemann. Que estaba convencido de que Troya, la ciudad cuya caída narró Homero, existía (y tanto la buscó que la encontró y todo).

Pero, si era real, ¿qué isla era?

Puede que Socotra. Claro que hay un problema: ¿no fue descubierta el año 80 a.C., más de 200 años después de Evémero? Pues con esto también hay tema, porque unas recientes excavaciones rusas han encontrado restos de una cultura paleolítica. Que me aspen si sé cómo llegaron hasta allí. Lo que sí se sabe es que la isla ya sale descrita en una guía de navegación del oceano Índico de hacia el año 60, y que arqueólogos belgas han encontrado un emplazamiento con muchos restos de hasta el siglo I a.C., parece ser que lo frecuentaban los marineros. Y que dejaron grafitis en brami antiguo, idiomas de la India y semíticos de Oriente Próximo, y griego, claro.

Por cierto, y como chascarrillo: se piensa que la isla fue evangelizada por Santo Tomás. Luego la ocuparon los árabes, y claro. Aunque se dice que San Francisco Javier, en su viaje a la India, todavía encontró cristianos en la isla. Parece ser que hacia el año 1800 una incursión wahabita terminó con todo ello. Hoy en día, bajo el gobierno de Yemen, quedan... restos arqueológicos y ruinas de iglesias.

Pero Evéremo era también un viajero a lo Herodoto, de los que siempre quieren saber qué hay detrás de esas montañas del horizonte, y recorrió toda la zona. Es razonable que en alguna villa eritrea le hablaran de alguna isla misteriosa que... 

Tampoco a Herodoto hay que tomárselo al pie de la letra.



Pues bien, todo esto venía porque quería hablarles del gran personaje de esta historia, Pródico. Pero lo dejaré para otra ocasión.

 



Status Quo - Down down