martes, 4 de abril de 2017

NBA 2016/17 - III: La polémica del descanso



El año 2012, Popovich, el entrenador de los San Antonio Spurs, dio descanso a sus cuatro mejores jugadores en el partido que disputaron en Miami contra los Heat. Estaba siendo una gira muy larga, los jugadores estaban jugando muchos minutos, algunos eran muy veteranos, y el míster consideró que era mejor que se tomaran un partido libre. Pese a las ausencias, su equipo disputó el partido y estuvo a un tris de ganarlo.

La NBA le puso a Popovich una multa de 250.000 dólares. Los Heat ganaron a los Spurs 105-100 gracias a su arreón final. Aquel año los Spurs llegaron a la final de la NBA. Si me preguntan a mí, ni aquella noche se ofreció un partido de inferior categoría, ni se adulteró la competición, y está claro que Popovich decidió lo mejor para el equipo.

Popovich es Popovich, y ha seguido dando descanso a los jugadores que ha considerado cuando lo ha creído necesario. Y últimamente ha cundido su ejemplo. Con lo que vista su inutilidad, ya no hay multas.

Hasta que este año se lesionó Kevin Durant y los Wariors empezaron a perder partidos. Perdieron en Washington, luego contra los Celtics y finalmente en Minesota. Tres seguidos, y el último contra los Wolves era más de lo que podían soportar: el míster, Steve Kerr, anunció que las tres estrellas no lesionadas se tomarían un descanso en el siguiente partido. Que, casualidades, era en San Antonio. Un domingo. Retransmitido por la televisión nacional. Partido en el que, además, dos estrellas de los Spurs estaban lesionadas y otras tendrían el habitual descanso "spur".

Hubo escándalo, pero la cosa se tomó como una protesta encubierta por parte de Kerr sobre el exigente calendario que estaban teniendo los Warriors.

La cosa se salió de madre el domingo siguiente: en el partido televisado a todo el país, Cleveland daba descanso a sus tres estrellas. Es decir; Lebron James no jugó el partido. Hasta ahí podíamos lllegar. Y aunque no le falta razón a Lebron cuando se lamenta de que todos los jugadores pueden faltar a un partido menos él, lo cierto es que su ausencia ha puesto el tema encima de la mesa como uno de los principales problemas de la NBA.

¿Es un fraude al público que las estrellas no jueguen un partido? Sin duda: los equipos nunca dan descanso cuando el partido se juega en casa, siempre fuera. ¿Por qué será? Porque el fraude sería contra sus propios aficionados, ¿no? Prueba de que es así es que se plantee que los descansos sean siempre en partidos en casa, pero la medida es imposible de aplicar: las estrellas, en vez de descansar de manera declarada, tendrán molestias en la espalda, y listos.

Hecha la ley, hecha la trampa; y en estas situaciones es muy difícil detectar cuándo se hace trampa, por lo que la NBA no sabe qué hacer. Las entradas a los partidos valen mucho dinero; un par de asientos decentes el día que viene Lebron cuesta fácil 500 dólares, a los que se ha de sumar los 40 del aparcamiento, los 100 de comidas y bebidas en el estadio,... y si además se viene de lejos, (si usted vive en Wyoming y quiere llevar a su hijo una vez al año a un partido, lo normal es que elija que ese día juegue Lebron, Curry o alguna estrella de las de verdad) hay que sumar el gasto del desplazamiento, el hotel, etc. Se comprendería que el público se enfade, y en los EE.UU. se cuida mucho la satisfacción del público. La NBA quiere ser un buen producto de verdad.

Aparte está el drama de las televisiones. Las grandes cadenas pagan millones a la NBA sólo si los partidos que retransmiten son interesantes; si se convierten en pachangas, pues no. Y los clubes quieren el dinero de las televisiones. Una solución que se plantea es alargar el calendario: los mismos partidos, en más tiempo. ¿Menos vacaciones, entonces? ¿Menos entrenamientos y preparación? ¿De verdad es una buena idea? Hay quien sugiere que en el mismo tiempo se jueguen menos partidos; 82 son demasiados, sobre todo si tenemos en cuenta que en la NFL (32 equipos) juegan 16 y les bastan para saber quién debe jugar la segunda fase. Pero esto no quieren ni oirlo los dueños de los equipos: a fin de cuentas, la NBA se creó para seguir utilizando los pabellones los días que no había partido de hockey.

¿Qué hacer? Mucha gente critica a los jugadores: antes, no se tomaban descansos. Nadie parece darse cuenta de que antes, esos grandes jugadores estaban cascados a los 32 años y que con 33 ó 34 se arrastraban por las pistas sin dominar como lo hicieron en sus años de oro. Lesiones de espalda, de pues o rodillas,... las lesiones crónicas fruto del desgaste de innumerables saltos y esfuerzos estaban a la orden del día; sólo casos excepcionales, como Jabbar, mantenían un buen nivel pasados los 35. Ahora, en cambio, nadie se extraña porque alguien cumpla los 40, y los casos en los que se da la responsabilidad a jugadores con más de 35 años son frecuentes. La medicina y la dietética han mejorado, y se ha conseguido alargar la carrera de los deportistas, pero también la planificación, la dosificación de minutos, ha contribuido. Yo, al menos, comprendo estos partidos de descanso.

En realidad, todo esto del descanso de los jugadores no es sino una consecuencia de la tremenda desigualdad que hay en la NBA, en la que no hay 4 equipos que aspiran al título. En un foro sobre un tema diferente, un aficionado de los Warriors contaba que el otro día, siguiendo el partido en un bar, se dio cuenta de que estaba pensando que qué ganas tenía de que acabara la temporada regular y empezaran los playoffs. Los Warriors, explicaba, han sido siempre un equipo de medio pelo que a menudo no jugaba la segunda fase; en aquella época, la temporada regular lo era todo. Hace dos años ganaron el campeonato, pero ellos no sabían que lo iban a ganar y por eso disfrutaron de la temporada normal. El año pasado se veían campeones, pero fue el año del record de victorias y de nuevo disfrutaton de los 82 partidos reglamentarios. En cambio, este año saben que acabarán primeros en el oeste y saben que la competición, para ellos, no empezará de verdad hasta que no empiecen los playoffs. Lo de ahora no es sino un calentamiento, 82 partidos de exhibición. Y lo mismo le debe estar pasando a Cleveland.

El aficionado en cuestión terminaba diciendo "no puedo ni imaginarme lo que debe de ser este hastío para los seguidores de los Spurs, que llevan 20 años así".

Cleveland, Golden State, San Antonio,... los equipos que hacen descansar a sus jugadores. Los equipos que saben que jugarán los playoffs. Unos playoffs, además, en los que la idea imperante es que la ventaja de campo importa menos que el que los jugadores lleguen cansados o descansados.. Y, claro, con esta mentalidad se comprende que no les importe perder algunos partidos de la temporada.

Yo entiendo que es un fraude que las estrellas no jueguen partidos para descansar y que se debería evitar. Pero para ello deberían conseguir que la competición fuera más igualada.

Y ni si quiera son capaces de igualar el nivel del este y del oeste.



Mariela Condo - Duerme, negrito (popular)

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