lunes, 29 de agosto de 2016

Nadie hablará de ti si no ganas





Elgin Baylor fue un jugador de Los Angeles Lakers entre 1958 (en aquel momento, los Minneapolis Lakers) y finales de 1971. Durante aquellos años fue el hombre franquicia, ayudado desde 1960 por Jerry West y desde 1968 por Wilt Chamberlain. No fue un panoli: por ejemplo, en la temporada 61-62 metió 38,4 puntos por partido y 18,6 rebotes (siendo un alero de 1,96). De hecho, fue el primer negro para el cual jugaba su equipo. Y más aún, en su temporada de novato llevó al equipo a la final de la NBA contra los Celtics de Russell. Si tenemos en cuenta que la temporada anterior el equipo había quedado último de la liga y estaba a punto de desaparecer… Por cierto, jugó 8 finales de la NBA. Pero, claro, las perdió todas. Por eso no se acuerda de él ni el tato. De su compañero Jerry West sí, todo el mundo habla maravillas. La diferencia, me temo, es que Baylor se retiró al inicio de la temporada en la que los Lakers ganaron por fin el campeonato.

Algo parecido a Baylor puede decirse de muchos otros jugadores mucho mejores que estrellas de hoy en día, pero que tampoco ganaron anillos. Podemos recordar a Pete Maravich, a Thurmond, Lanier, King, Murphy, English… No ganar el campeonato supone el olvido. Por hablar de jugadores más modernos: ¿quién menciona hoy en las conversaciones a Karl Malone, el segundo tipo que más puntos ha metido, o a John Stockton, el que más asistencias ha dado? Ambos eran increíbles, pero ahora… como si no hubieran existido. No se recuerda a Charles Barkley como el jugador imparable que era, el jugador total, el que todos querían en su equipo. Ninguno ganó ningún campeonato.

Y es que el deporte es así. Sea ciclismo, motociclismo, tenis, baloncesto, atletismo,… sólo gana uno, el resto son los perdedores. Y nadie se acuerda nunca de los perdedores.
 
 
 
Johannes Brahms - Danza húngara nº 1

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