Hace tiempo que quería escribir a propósito del Terrafugia , pero los días iban pasando y...
Para los que no sigan el mundo del motor, el Terrafugia es un nuevo modelo de coche (en realidad es el modelo Transition de la compañia Terrafugia, solo que yo lo llamaré en adelante "Terrafugia", a secas) presentado en el pasado Salón del Automóvil de Nueva York, el 10 de abril. Es un coche biplaza, un poco caro quizá, unos 200.000 euros, y se cree que podría estar ya a la venta a finales de este año, está todavía cumplimentando las pruebas oficiales que se exigen en estos casos. Y me temo que en este caso pueden ser un poco especiales: el Terrafugia no corre mucho, 110 km/h, pero... cuando despliega sus alas vuela a 185 km/h con una autonomía de 787 km a una altitud de 427 m (de este último dato no estoy seguro, no sé si es la altitud sobre el nivel del mar - no podría volar en Madrid, por ejemplo- o sobre el suelo normal).
Y parece ser que con un cursillo de 20 horas ya tendrías licencia de piloto suficiente para este cacharro.
Si alguien quiere más información: http://www.terrafugia.com/aircraft.html.
Así, a bote pronto, se me ocurren unas reflexiones:
1.- El futuro ya está aquí
Para todos los que pensábamos que el futuro sería en 1999 y como se mostraba en "Espacio 1999", el futuro está representado por los videoteléfonos y los coches voladores. Lo de los videoteléfonos ya está, aunque no como los imaginábamos entonces, y lo llamamos videoconferencias; lo de los coches voladores, en cambio, me temo que hace ya tiempo que creíamos que era un sueño utópico, como las ciudades submarinas.
Y sin embargo se ve que no, que ha habido gente (ingenieros) que han seguido soñando que sí sería posible.
Y vale, quizás sea muy rudimentario y no vaya a ningún sitio, pero tampoco los hermanos Wright transportaron a muchos viajeros por los cinco continentes. Ni los primeros teléfonos portátiles eran "portables". Por no hablar de cómo han progresado los ordenadores, los televisores... o los cohetes espaciales. QUiero decir, seguro que en unos años la técnica de estos cacharros ha evolucionado lo suficiente como para hacerlos ya cotidianos.
Vamos, que cuando en la década de los 20 todo el mundo tenga uno y no imaginemos cómo sería la vida "antes"... acuérdense que en el 2012 se presentaron en el salón de Nueva York... y que yo lo dije.
2.- ¡Hey, éste es de verdad!
Coches voladores se han inventado antes. Red Bull incluso organiza una charada con divertidos "prototipos" que vuelan lo mismo que un tío saltando por un precipicio.
Lo que diferencia al Terrafugia es que el coche es "normal", con dimensiones normales y comportamiento normal, todo lo más con unas antiestéticas alas plegadas. Pero por lo demás es un coche de verdad, que se guarda en el garaje y reposta en las gasolineras. No es una avioneta que puede circular por carretera, no. Y la compañía va en serio, no sé si lo conseguirá esta vez, pero como mínimo este intento es muy bueno.
Y si ellos no logran los permisos, no importa; el año que viene otro lo intentará mejor aún, y otro y otro. Y así hasta que lo consiga alguno, y entonces será un chorreo. Esta vez es de verdad.
Más aún: consume gasolina y no mucha, 6,7 litros a los 100 km en carretera y 11 a los 100 volando. Hay todoterrenos por ahí que gastan el doble por las autopistas.
3.- Y entonces ¿qué pasará?
Ay, amigo, me parece que esta vez la técnica ha ido más lejos que las leyes: creo que el Código de Circulación no dice nada al respecto. Al menos a mí en el teórico no me salió ninguna pregunta.
¿Qué intentará Aviación Civil? ¿Regularlo ellos, como hacen con los aviones? Un puente de San Juan salen de Barcelona unos doce aviones a la hora, quizá veinte. Y cien mil coches a la hora. Cien mil de los cuales, si pudieran, se irían volando, que no vean cómo se ponen las salidas y las barreras de los peajes.
Pero si no hay controladores controlando que los coches-avión no se choquen y tenemos siquiera la centésima parte del tráfico "terrestre"... Nos hacemos una idea, ¿verdad?
Ttranquilos, seguro que ya están inventando detectores 3-D de proximidad que avisan y corrigen trayectorias en tiempo real, seguro. Es que si no la cosa se acabaría por sí sola, tal sería la siniestralidad.
En fin, yo soy un tipo limitadito de inventiva y no alcanzo a imaginar cómo será realmente la vida en la ciudad con coches voladores. Especulen ustedes.
Ahora, lo que sí sé es que ya no me bastará con dejar a mi mujer en la puerta de casa e ir yo al garaje.
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