domingo, 18 de diciembre de 2011

Es negra la noche

Como sabemos todos, las noches son negras. Lo que la mayoría no sabe es por qué es negra la noche. Claro que el sol está por el otro lado y no se aprecia su luz, pero, están las estrellas, ¿no?

A lo que se ha de responder que sí, están las estrellas, pero es que están muy lejos. Pero que muy lejos. Incluso, un ingeniero o alguien con ínfulas añadiría que el brillo de una estrella es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que nos separa, y es cierto. El área cubierta por un estereoradián es el cuadrado del radio por el ángulo, y dado que la cantidad de luz que hay en ese ángulo es la misma, el brillo cumple la formulación antedicha. Vale que Deneb o Rigel son 25.000 veces más brillantes que el Sol, pero están un mogollón de lejos. Fin de la discusión. ¿Fin? Será para la persona normal. El ingeniero siempre preguntará algo más.

Porque... es que hay muchas estrellas. ¿Cuántas? Así, a bote pronto no sabría decir, pero si hay 1010 galaxias, es decir, 10.000.000.000, y la media de estrellas por galaxias es de 1010, esto hace 10100, que escrito sería un uno con cien ceros detrás, y no digo el número en letras porque carece de sentido; quedémonos con que hay muchas, casi infinitas.

Y digo yo que, dado que la tierra da vueltas alrededor del Sol, o aproximadamente se ven siempre la mitad de ellas, que sería un  cinco con 99 ceros detrás, o unos meses se ven muchas más o otras menos. Pero esos meses se verían muchas más. De nuevo, dejémoslo en que en cada momento se verían la mitad, el 5 con 99 ceros. Y más o menos lo mismo en el hemisferio norte y en el sur. Vale que la luz que nos llegaría de cada una de ellas sería una cantidad infinitesimal, pero que son muchos infinitésimos. Tendría que notarse algo, digo yo. 

De hecho, la galaxia no es como una pelota con nosotros en el centro: la Vía Láctea vista desde la Tierra es relativamente plana y alargada, seguramente somos una galaxia en espiral como la de Andrómeda, sólo que al estar dentro no lo notamos. Pero por la noche sí se aprecia que en una banda del cielo hay como más estrellas. En esa banda de estrellas están las diez mil millones de estrellas más cercanas. Y, sin embargo, no iluminan nada. De hecho, cualquier estrella de medio pelo dentro de esa banda, a poco cerca que esté la vemos con muchísima mayor claridad.

Pero oiga, me replicará el lego y estulto, es que el polvo que hay en la atmósfera nos impide ver con claridad. ¡Punto para ti! No has acertado, pero me gusta tu manera de pensar. Vale que el polvo en la atmósfera tiene algo que ver. En la cima de una montaña se ven muchas más, y también sabemos que existen "noches claras". Pero siempre son noches oscuras, ¿no? Además, en todas las fotos espaciales, fuera de la atmósfera, se ven muchas estrellas (que menudas cámaras llevan, habría que añadir como explicación), pero siempre es la negritud.

Expliquemos la cosa de una vez. Para ello sugiero usar una fotografía de  la Nebulosa del Caballo. El término "nebulosa" apareció para designar a todos los objetos celestes de apariencia difusa (la Galaxia de Andrómeda era originalmente una nebulosa, la primera de todas, de hecho, pues no se concebía que pudiera haber una segunda galaxia), pero actualmente las nebulosasas "son regiones del medio interestelar constituidas por gases (principalmente hidrógeno y helio) y elementos químicos pesados en forma de polvo cósmico. Tienen una importancia cosmológica notable porque muchas de ellas son los lugares donde nacen las estrellas por fenómenos de condensación y agregación de la materia; en otras ocasiones se trata de los restos de estrellas ya extintas o en extinción", según la wikipedia. Los gases hacen que la luz se vea difusa. Bien, veamos la Nebulosa del Caballo:


Además de preciosa, se entiende porqué se la llama "del Caballo". Ampliemos:




Er.... o hay otra explicación que no aceptamos, o ahí hay algo. Hay algo que tapa, y que visto desde la Tierra tiene la forma de la cabeza de un caballo. Pero que hay algo, seguro. Y ese algo es "polvo interestelar". El Universo está lleno de polvo. Da igual la densidad de polvo, si hay un miligramo de polvo por kilómetro cúbico de espacio, ahí afuera tenemos todos los kilómetros cúbicos que quieran. Y el efecto de este polvo, acumulado en los millones de millones de kilómetros que hay entre las demás estrellas y nosotros, es que no nos llegue la luz que debería.

Así que eso pasa. El Universo no es infinito (o sí, pero no nos afecta: la luz de una galaxia a más de 12.500 millones de años luz no puede llegarnos jamás, de acuerdo con la ley de Hubble - lo explicaré otro día-), con lo que el número de estrellas es grande pero no infinito, punto primero; en segundo lugar, casi todas están entre lejos y lejísimos; visualmente, las galaxias ocupan el espacio de una cabeza de alfiler; y por si fuera poco, el espacio está lleno de polvo que es el que termina por tapar la luz. Como ejemplo, la Nebulosa del Caballo.

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