Diez canciones que sobrevivirán y no son de los Beatles: https://www.youtube.com/watch?v=oTeUdJky9rY
Los
primeros europeos en pisar Arkansas fueron, era de esperar, los
españoles de la expedición de Hernando de Soto, pero cuando comprobaron
que los indios de por allí eran pobres como ratas y no había nada que
ganar, se largaron. Salvo Hernando de Soto, que se deprimió tanto cuando
llegó a esa conclusión que cayó enfermo y murió en la esquina
nororiental de Arkansas, pero por cosas que pasan... venga, lo cuento:
Hernando de Soto había hecho creer a los indios que él era un Hijo del
Sol y que era inmortal (pruebe usted a estar tres años recorriendo las
tierras indias con un puñado de soldados sin inventarse una leyenda para
tener alguna ventaja psicológica), pero murió en un poblado indio. Los
indios sospecharon, y los españoles tuvieron que explicar que había
vuelto al cielo, dejando su cuerpo (enterrado) aquí en la tierra.
Aquello no coló, y los indios se estaban volviendo cada vez más
recelosos. Los españoles sabían que estaban muy lejos del delta del
Misisipi y si los indios desenterraban el cuerpo y se descubría el
pastel lo tendrían muy chungo, así que esa noche "robaron" el cuerpo de
Hernando de Soto y lo sumergieron en el Misisipi con unas piedras desde
una canoa. El resultado es que no hay tumba de Hernando de Soto, y bien
que lo lamentan los arkansans.
El
caso es que los españoles no establecieron puestos permanentes. Hasta
que 140 años después, hacia 1680, los franceses sí establecen un puesto:
el puesto de Arkansas, ahora conocido como Arkansas Post. Y el puesto
de Arkansas se reveló como fundamental para el control del tráfico de la
zona del Misisipi. Los primeros 80 años fue francés, pero al acabar la
guerra de los Siete Años en 1763, Francia cedió el territorio a España.
Sería de España casi 40 años,hasta que Napoleón, como les conté en su día, la vendió (sin ser suya) a los americanos.
Catorce
años después de ser española empezaría la guerra de la Independencia,
pero Arkansas estaba muy lejos de las colonias y la guerra no iba con la
zona. Hasta que en 1779 España entró también en la contienda
(lógicamente con los americanos, pues éstos iban contra los ingleses).
Pero aun así, Arkansas era en aquel momento el verdadero culo del mundo;
los objetivos de España eran recuperar Menorca y, sobre todo,
Gibraltar.
La
guerra de la independencia se ha vendido siempre como un lucha de los
colonos contra los ingleses y, siendo cierto, no lo cuenta todo:
Inglaterra no sólo tuvo que luchar contra los granjeros americanos, sino
también contra Francia y contra España. Fue una guerra mundial en la
que los ingleses se partieron el careto en todas partes, hasta el punto
de que, aunque los americanos terminaron su guerra en 1781, la verdadera
guerra continuó hasta 1783, que se firmó el tratado de París, que puso
fin a la guerra. Salvo en Arkansas.
Arkansas,
ya lo he dicho, era el culo del mundo conocido y no había habido
combates. Pero era el extremo del mundo para lo bueno y para lo malo:
España e Inglaterra habían firmado un tratado preliminar de paz en
enero, pero en Arkansas, en abril, aún no se habían enterado. Y por
aquellos días ocurrió la batalla del puesto de Arkansas.
Los
ingleses querían sustituir a los españoles en el control del Misisipi.
El puesto estaba en la confluencia del Arkansas con el Misisipi, y
enviaron una partida de soldados a hacerse con el puesto, defendido por
una guarnición de 33 hombres (y cuatro indios), más un capitán, un
teniente y un sargento, total 40.
Digo partida, porque España había tenido varias victorias en la zona
del Misisipi y había desorganizado el ejército británico, así que éste
pasó a montárselo
en plan guerrilla. En cualquier caso, los británicos eran más del doble
de los españoles, y el puesto era poco más que una empalizada de madera
al estilo de los fuertes de Comansi (para los que se acuerden) y unas
pocas barracas, hasta el punto de que los españoles habían montado el
cuartel en un poblado indio a media milla del fuerte, a orillas del río, y en el que también vivían los colonos y la gente que suele haber en estos puestos. Curiosamente los españoles habían desplazado el fuerte algo alejado del río, por las habituales crecidas del Misisipi y del Arkansas.
Además, los ingleses tenían una pequeña flotilla de canoas e incluso un
barquito, con lo que dominaban las aguas. Como casi siempre.
La batalla fue bastante peliculera: para empezar, la vida y lo que ocurrió antes de la batalla ya daría para un par de filmes, pero por ir a los hechos concretos, el capitán, que había llegado al puesto en enero, estaba viviendo en el poblado. El teniente, que sí llevaba tiempo en el fuerte con su esposa, había vivido en una construcción de tipo indio dentro de la empalizada, pero un vendaval la había derribado, por lo que la mujer también estaba acomodada en el poblado. Los
exploradores indios de los británicos descubrieron que en el poblado
indio cercano al fuerte estaban el comandante de la guarnición, la mujer del teniente (el teniente estaba "de guardia" en el fuerte), una guardia con el
sargento y 8 soldados, y que los guereros indios estaban aún en los
bosques, en su temporada de caza, por lo que asaltaron el poblado (al
que se acercaron camuflados con pieles para no ser descubiertos) y
cogieron a todos prisioneros (dos soldados murieron en la refriega), sólo el sargento escapó (según cuentan las crónicas, soltándose de tres ingleses que le habían atrapado). También el capitán, al oir el primer disparo, había conseguido regresar al fuerte. Está claro que los tres mandos y la esposa del teniente, más el capitán de los ingleses, son los papeles estelares de la película.
Esa misma
noche los británicos, a través de un pequeño barranco oculto, llegaron a
las inmediaciones del fuerte y lo atacaron. Los españoles resistieron
seis horas y a las 9 de la mañana el sargento, con 13 hombres, prepararon
una salida de contraataque, ante la sospecha de que los ingleses
estaban preparando cañones. En ese momento se presenta un mensajero de
los ingleses con la mujer del teniente: el capitán ordena al sargento que quieto parado. Resulta que el mensajero solicitaba la rendición del fuerte, a lo que el capitán se opuso. Una vez marchado el mensajero (con la mujer), siguen adelante con la salida. Bien, resulta que de
los 13, 4 eran indios, y todos se lanzaron a por los atacantes lanzando
los más terribles gritos indios de guerra. Los ingleses creyeron que
eran todos los indios los que les atacaban, y pusieron pies en
polvorosa.
Tras
la huida, los ingleses volvieron a la carga, y mandaron un nuevo
mensaje al capitán del fuerte diciéndole que 500 guerreros indios
aliados suyos se dirigían hacia allí, y que sería mejor que se fueran
rindiendo ya, que los indios no tomarían prisioneros. ¡Je! El capitán
dijo que no, gracias... y los indios no aparecieron. Quienes sí llegaron
fueron los indios del poblado amigo del fuerte, y con su ayuda los
españoles mandaron un grupo de soldados ¡a rescatar a los prisioneros
que tenían los ingleses! Más aún, esta vez fueron los españoles los que
se echaron el farol: tenían 250 guerreros indios a su disposición. Los
ingleses capitularon; es decir, renunciaron a conquistar el fuerte. Pero
se fueron a buscar a los famosos 500 indios. Sólo que ahora eran ellos los que tenían problemas.
¿Es o no una historia de película?
¿Es o no una historia de película?
En
fin, para terminar les diré que el 5 de mayo el capitán del fuerte
escribió al gobernador del Misisipi contándole la batalla. La respuesta
fue... que había acabado la guerra y que todo el mundo debía devolver a
sus prisioneros. Cosa que los ingleses hicieron... pero no los objetos
que habían conseguido en su campaña. Ingleses. Me temo que la guerra
continuó un poco más en Arkansas, solo que ahora era... contra unos
piratas.
Eso sí, en su informe el capitán escribió que toda la guarnición se había portado con valor, pero que especialmente debía mencionar, y así lo hago yo tambien, al sargento Alexo Pastor, el soldado de 1ª Josef Paseras, los soldados de 2ª Lucas T. Pérez y Sebastián Molina, y los soldados Mariano Barrios, Bruno Cuisasola, Antonio Longines, Antonio López y Mariano Pérez. Que conste.
Eso sí, en su informe el capitán escribió que toda la guarnición se había portado con valor, pero que especialmente debía mencionar, y así lo hago yo tambien, al sargento Alexo Pastor, el soldado de 1ª Josef Paseras, los soldados de 2ª Lucas T. Pérez y Sebastián Molina, y los soldados Mariano Barrios, Bruno Cuisasola, Antonio Longines, Antonio López y Mariano Pérez. Que conste.
Lo importante es que hay un sitio en Arkansas que participó de la Guerra de la Independencia. ¿El nombre del fuerte? Fuerte Carlos III. Faltaría más.
Y
que podemos constatar que, una vez más, como la historia la escriben
los ingleses y los franceses se nos ha enseñado que en el siglo XVIII
éramos unos decadentes y unos flojos pero ésa no era la realidad. En el
puesto de Arkansas, por ejemplo, un puñado de españoles les dieron una
buena tunda a ingleses que les doblaban en número.
John Denver - Take me home, country roads