¿Por qué no es lo de
Mataró la gota que colma el vaso?
Lo de Mataró es que
una familia solicita que a sus hijos se les dé algo más de educación en español
conforme lo marcado por la ley y sentencias de tribunales, el colegio (con el
apoyo de la Generalitat) se opone, se pleitea, la familia siempre gana, la Gene
siempre pierde pero puede pleitear hasta que suenen las trompetas, y por fin el
Tribunal Superior de Cataluña dice que sí, que ya vale de marear la perdiz y
que a las clases de esos chicos se les dé en español una asignatura que no sea
Gimnasia, aparte de Lengua española. A estas alturas, los chicos ya están
creciditos, ya tienen 12 años.
Mataró es una ciudad
de 124.000 habitantes a 30 km al norte de Barcelona, en la playa. No es una
aldea de la Cataluña profunda que creen que seguimos a principios del siglo
XVIII.
Pues bien,
concejales de CiU, ERC y demás partidos independentistas lideraron una
manifestación en la puerta del colegio para protestar contra esos niños. Exigen
que no se aplique ni la ley ni las sentencias, que se siga impidiendo la
voluntad de sus padres de que reciban educación en su lengua materna (que es el
español, no urdu ni swahili). Que, en todo caso, en esa asignatura venga un
profesor, se lleve al chico a una habitación y le imparta en solitario,
separado de sus compañeros, la lección en español. Activistas de estos partidos
y de la asociación de padres del colegio están pidiendo a los padres que den
instrucciones a sus hijos para que los interfectos se queden solos en el patio
y que nadie les dirija la palabra nunca. Claro que, según lo ven ellos, la
culpa es de los padres españolistas, que con su actitud provocan que se les
haga el vacío a sus hijos. Alguno opina, para más inri, que los niños ya tienen
edad para oponerse a los padres y que por lo tanto también merecen el
tratamiento, no son víctimas.
Por supuesto, hay
que añadir el habitual acoso de carteles por doquier, señalamientos por la
calle, etc.
Hace tiempo que no
escribo de esto, pero... ¿cuándo hay que decir basta?
Además pregunto yo,
¿no era todo esto del prusés muy pacífico y festivo y que no quería dejar fuera
a nadie y que no creaba ningún tipo de enfrentamiento en la sociedad?
¿Por qué un colegio
que imparta una asignatura (por ejemplo, Ciencias Naturales) en inglés es un
buen colegio y si la imparte en español está peligrando la supervivencia del
catalán y provocando fractura social?
¿Por qué nuestro
presidente, Artur Mas, lleva a sus hijos a un elitista colegio privado donde no
sólo no se practica la inmersión lingüística sino que se enseña en español,
catalán, francés e inglés? ¿Cree Artur Mas que lo mejor para sus hijos es que
no se les eduque únicamente en catalán sino en otros 3 idiomas adicionales,
precisamente entre los más importantes del mundo? ¿Por qué cree que es lo mejor
para sus hijos pero no para los nuestros?
Antes que Artur Mas,
nuestro presidente era José Montilla, de sereno liderazgo. Los hijos de José
Montilla, el del sereno liderazgo, iban a un elitista colegio privado donde se
practica la inmersión lingüística… en alemán. No se enseña en catalán, se enseña
en alemán. Cuando se le preguntó al respecto, Montilla, de sereno liderazgo,
respondió con su laconismo habitual "es una cuestión personal".
Personal. Sí, es personal porque la decisión es suya, los demás no podemos
influirle, pero como cargo público sí podemos juzgarle no sólo por lo que dice
sino también por lo que hace. Y lo que hace es buscar que sus hijos no reciban
una educación en catalán.
Más explícito que
Montilla fue su mujer, la que tenía 17 cargos públicos. La señora declaró que
sus hijos van al Colegio Alemán porque "está cerca de casa" y conoce
a sus profesores, y por la importancia que le da a las lenguas extranjeras. "Los
niños saldrán de allí dominando perfectamente el alemán y el inglés. Es una
maravilla. Sólo por saber alemán ya encontrarán trabajo. Es como tener una
carrera". Esto lo dijo en el 2007 y a mí se me quedó grabado, si quieren
pueden leerlo en este enlace.
Los llevan al
Colegio Alemán porque sabrán dominando
alemán e inglés, que es lo que consideran que hay que saber en el futuro. Se le
preguntó también por el español y el catalán, y la señora respondió que esos
idiomas ya los aprendían en casa, no necesitaban la inmersión. Terrible manera
de pensar, y tengo derecho a suponer que compartida por su marido y padre de
las criaturas y quien paga el colegio, el en aquel momento mi presidente
gracias a su sereno liderazgo. Ellos creen que sus hijos tendrán enormes
ventajas competitivas frente a los míos si los suyos dominan varios idiomas
(inglés y francés o alemán) y consiguen que los míos sólo catalán (si no les
enseño yo español, peor para ellos).
¿Acaso saben ellos
cuál es la mejor educación y la quieren sólo para los suyos y que los nuestros
no la reciban?
¿El Colegio Alemán y
la Escuela Aula no están contribuyendo a la desaparición del catalán pero que un
colegio de Mataró imparta Música en español sí?
Aquí ya no se trata
de hipocresía. Se trata de que ellos que pueden están luchando para que la
educación de mis hijos sea mucho peor que la de los suyos. No es como
un Sig. Billonetti o un Mr. Dolarini, que les costean la más cara educación a sus hijos pero no se meten
con lo que yo consiga para los míos, no. Es que luchan para que yo no les dé algo que se parezca a lo que ellos
se quedan.
Y luego, por
mediación de terceros, consiguen generar un asfixiante ambiente antiespañol. Ahora es el acoso social de Mataró. ¿Cuánto pasará hasta que les rajen las ruedas del coche?
¿Hasta que les peguen a sus hijos en el colegio? ¿Hasta que una noche le peguen
fuego a su vivienda con ellos dentro?
Y la consejera de
Educación, nombrada por Mas, insiste en que todo esto es una tormenta generada
por un problema muy pequeño: sólo una familia de Mataró, nadie más quiere la
educación en español. Dejando de lado que quitaron de los formularios la opción
de pedir educación en español, ¡como para atreverse a solicitarla! Conozco un
caso en el que fue colegio de mis hijos: aquella familia, años después, tuvo
que largarse del colegio. En todos los años que pleiteó no consiguió nada más que el
vacío de los demás padres, furiosos porque les harían comprar un libro de texto
más, en español, y la predisposición en contra del profesorado.
Ya ven, así están las cosas
en Cataluña, y no espero que cambien. Cada año votamos, este año lo haremos
quizá 3 veces, y nunca cambia nada. A mejor, quiero decir. No nos rebelaremos,
tragaremos carros y carretas. Tampoco los alemanes se rebelaron cuando lo suyo llegó
al punto de funcionar Auschwitz.
Y el resto de
España, como si esto no fuera con ellos. Quizá incluso piensen que mejor para
ellos, que cuanto peor nos vaya a nosotros menos competencia seremos. Nos van a
dejar que nos cozamos en nuestro propio jugo. Y lo peor es que creo que yo no
puedo culparles.