lunes, 18 de diciembre de 2023

Ingenieros y políticos

Me produce una mezcla de tristeza, rabia y desengaño notar cómo se están comportando los políticos actuales y cómo deberían comportarse si fueran ingenieros. Hablo, por ejemplo, de las reacciones que han tenido a los resultados del Informe Pisa 2022, pero es extensible a muchos otros temas.

El año pasado, más o menos por estas fechas, publiqué una entrada (ingenieros de trafico) en la que opinaba que uno de los problemas de Tráfico es que tienen órdenes de ser tan buenos que no cometen errores, nada es culpa de ellos nunca. Y como nunca cometen errores, no mejoran. En esto de los políticos ocurre lo mismo.

Los resultados están ahí y se han hecho públicos: el nivel educativo ha descendido. ¿Cuál ha sido la reacción de los responsables políticos? Negarlo. Ocultarlo. Insinuar que no es así. Intentar mostrarlo desde otro ángulo, uno que les dé un resultado favorecedor (el clásico "otros están peor" y su hispánica variante "¡pues anda que tú!"). Cualquier cosa antes de reconocer que algo va mal estando ellos al cargo.

Sin embargo, como ciudadanos no queremos que nuestros políticos sean unos seres de luz cuasiperfectos, sino personas que están dispuestos a mejorar lo que se esté haciendo mal: no les juzgaremos por lo que ellos hayan hecho mal, sino por lo que ellos hayan conseguido mejorar. Si han gestionado mal la educación pero consiguen enderezar la nave y que quedemos contentos, pues bien está. Pero si no reconocen que hacen las cosas mal ¿cómo van a corregirlas?

¡Qué diferentes son en esto de los ingenieros! El ingeniero siempre habría buscado la perfección. Incluso si fuéramos los mejores del mundo, habría dicho "somos los mejores del mundo, pero aún podemos ser más buenos".

Quizás esto explique porqué tan pocos ingenieros se dedican a la política.

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